• Expresar su preocupación por la reunión mantenida en la sede de la Embajada de la República Argentina ante la República Portuguesa por el Sr. Embajador Oscar Armando Moscariello y el Sr. Ylber Kryeziu, quien ostenta ante Portugal el carácter de representante diplomático de Kosovo, territorio cuya independencia no ha sido formalmente reconocida por la República Argentina.

• Solicitar al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, atento a la gravedad del hecho, que inicie el procedimiento disciplinario correspondiente de acuerdo al régimen previsto en el Capítulo V, de la ley 20.957 del Servicio Exterior de la Nación al Embajador Oscar Armando Moscariello y que adopte las medidas pertinentes a efectos de evitar situaciones que atenten contra la posición oficial de la República Argentina frente a la situación de Kosovo.

• Disponer la citación del Embajador Oscar Armando Moscariello para que comparezca ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, solicitando al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto arbitre las acciones necesarias para hacer efectiva tal citación con urgencia, la que dictaminará sobre su conducta y situación como Embajador de la República Argentina ante la República Portuguesa.

Señor presidente:

El embajador argentino en Portugal D. Oscar Armando Moscariello recibió oficialmente en la sede diplomática en Lisboa, al Embajador de Kosovo en ese país, D. Ylber Kryeziu.

El encuentro tomó estado público a raíz de un tuit divulgado por el diplomático kosovar donde puede leerse, originalmente en inglés, “Embajador Oscar Armando Moscariello de Argentina y yo tuvimos una productiva reunión donde hemos tratado la necesidad de mantener abierta la comunicación entre nuestras dos embajadas aquí en Lisboa y entre nuestros países”.

El texto está acompañado de una foto de estilo, donde se ve a ambos funcionarios en saludo protocolar, acompañados por la bandera de Argentina y de Portugal.

Sin embargo, más allá de la aparente normalidad que trasunta el encuentro, el Embajador argentino acreditado en Portugal está desconociendo, con este gesto, aspectos fundamentales de nuestra política exterior ya que nuestro país no reconoce oficialmente a Kosovo como Estado independiente por contrariar, desde sus orígenes al principio de integridad territorial sostenido como política de Estado por la Argentina en relación a la Cuestión Malvinas.

En este sentido, si bien la política exterior de la República Argentina es constitucionalmente conducida por el Presidente de la República, entendemos que la misma debe ser administrada no solo con responsabilidad sino también con coherencia y respeto a los principios y normas ya establecidos en el sistema internacional, en especial cuando están dirigidos a proteger el interés nacional. Unas de las políticas de Estado que vienen sosteniendo todos los gobiernos de la democracia en materia de política internacional ha sido sostener el principio de integridad territorial.

En este sentido, el mantenimiento de este criterio ha sido fundamental en la defensa de la llamada Cuestión Malvinas, uno de los ejes de política exterior que ha caracterizado la posición de nuestro país en materia de soberanía e integridad territorial. La misma Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional de 1994 expresa: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino."

Cabe señalar que esta disposición constitucional tiene, entre sus muchos antecedentes, el párrafo 6 de la Resolución 1514/60 de la ONU, adoptada para defender el derecho de los pueblos sometidos al poder colonial, donde se indica que “cualquier tentativa orientada a la disrupción parcial o total de la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la ONU”. También las Naciones Unidas dictó hace ya más de medio siglo la Resolución 2065/65, un triunfo de la diplomacia argentina, norma donde se define a la “Cuestión de Malvinas” como una violación al principio de integridad territorial de la República Argentina.

En este sentido nuestro país ha mantenido esta posición política y diplomática en las distintas instancias en que fue necesario dirimir planteos de esta naturaleza. Fue así que se votó en favor del principio de integridad territorial cuando Argentina suscribió la Resolución 1.244/99 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde se abordó específicamente la situación de Kosovo.

En dicha Resolución no solo se tuvo presente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y la responsabilidad primordial del Consejo de Seguridad respecto del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales sino también que se dictó “Reafirmando la adhesión de todos los Estados Miembros al principio de la soberanía e integridad territorial de la República Federativa de Yugoslavia y los demás Estados de la región, expresada en el Acta Final de Helsinki y en el anexo 2”. Fue en razón de esta Resolución que nuestro país no reconoció la declaración unilateral de independencia realizado por el Parlamento de Kosovo del 17 de febrero del 2008, por entender que tampoco es aplicable el principio de autodeterminación de los pueblos, ya que el 90% de la población de esa región de los Balcanes es de origen albanesa.

En consecuencia, la República Argentina no reconoce a Kosovo como un estado independiente, ya que considera a esa declaración contraria al principio de soberanía e integridad territorial de la República de Serbia.

Si bien hemos tomado conocimiento del Comunicado de la Embajada Argentina en Portugal con relación a la Posición Argentina sobre Kosovo, de fecha 4 de julio, donde se manifiesta que la visita del Sr. Ylber Kryeziu a la sede de la embajada ha sido de carácter estrictamente personal y no se trató de un encuentro de carácter oficial, estimamos que resulta insuficiente, teniendo en cuenta que el Embajador argentino en Portugal ha incurrido en una grave incorrección por la confusión que genera y los potenciales perjuicios que pueden generar ese antecedente.

Atento a la gravedad del hecho, solicitamos al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto que inicie el procedimiento disciplinario correspondiente de acuerdo al régimen previsto en el Capítulo V, de la ley 20.957 del Servicio Exterior de la Nación al Embajador Oscar Armando Moscariello y que adopte las medidas pertinentes a efectos de evitar situaciones que atenten contra la posición oficial de la República Argentina frente a la situación de Kosovo.

Asimismo, requerimos a la Cancillería argentina que arbitre las acciones necesarias para hacer efectiva la citación con urgencia del Embajador D. Oscar Armando Moscariello, ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, la que dictaminará sobre su conducta y situación como Embajador de la República Argentina ante la República Portuguesa.

Por los motivos expuestos, y por los que desarrollaremos oportunamente, solicito a los señores diputados me acompañen en el presente Proyecto de Resolución.