Expresar el más severo repudio a las manifestaciones impropias de su investidura, vertidas por el Presidente Mauricio Macri, agraviando, amenazando y endilgando calificaciones falaces e injuriosas hacia los dirigentes sindicales Hugo y Pablo Moyano que se han pronunciado firmemente contra la reforma laboral impulsada por el Gobierno Nacional, en el marco de un acto escolar. -

Señor presidente:

El Presidente de la República abusando de su investidura, dirigió un nuevo ataque a los dirigentes sindicales Hugo y Pablo Moyano quienes se oponen férreamente a su política económica y a la implementación de reformas laborales y previsionales que impulsa el Fondo Monetario Internacional.

No es novedad este grosero ataque, ni la ignorancia evidente del mandatario; tampoco es el primero en incursionar con la misma artera intención. Distintos funcionarios del gobierno nacional desde hace tiempo pretenden instalar en nuestra sociedad la idea de que uno de los grandes problemas de nuestro país son los elevados “costos logísticos”, y que ello es responsabilidad del Sindicato de Camioneros, argumentando entre otros inéditos motivos, que su convenio colectivo de trabajo y los salarios que obtiene la organización sindical para sus trabajadores en las negociaciones paritarias, son los que inciden en estos costos.

La realidad es que quienes con frecuencia defienden estos argumentos responde a un interés político marcad: atacar a la organización sindical que no amaina en su permanente lucha en defensa de los derechos de los trabajadores. Saben que este es el gran escollo con el que se deben enfrentar para implementar con éxito los planes que el Fondo Monetario Internacional tiene previstos.

Corresponde aclarar que en primer término, en la estructura de costos promedio del transporte de cargas por carretera (considerando estudios informados por los propios empresarios), el salario representa apenas el nueve por ciento (9%) de los mismos, mientras que la carga tributaria, los insumos, el combustible, los seguros, conforman los verdaderos formadores del lastre que hoy asombra al mandatario. Paradójicamente, Mauricio Macri hace caso omiso de los mismos y los intereses que se benefician de esos indicadores. -

Otro aspecto técnico en el que la propia administración debe tomar la palabra y no trasladar su responsabilidad, ni desentenderse del tema, es la evidente falta de planificación e inversión en infraestructura, lo que impacta en un aumento considerable de la ineficiencia producida y los perjuicios que ello ocasiona.

El transporte de cargas por carreteras no se opone ni resulta incompatible con ninguna otra modalidad de transporte. Macri lo sabe. Ésta es otra mentira que se ha pretendido instalar en la opinión pública. Por el contrario, en las planificaciones más modernas prevalece el transporte multimodal - que supone la interrelación de los distintos modos de transporte -, y en el cual existe una complementación indispensable para el desarrollo eficiente de la actividad, siendo entre ellos el transporte realizado por camiones el único que garantiza el traslado puerta a puerta en cualquier punto de nuestro país. Pero esta interrelación del transporte en nuestro país necesita de un Estado presente y coordinando los esfuerzos sectoriales para lograr la competitividad comercial. Esto también lo debería saber Macri, principal responsable de los costos del transporte en nuestro país. De esta ausencia del estado y de su responsabilidad en la actual gestión, no hace mención el Señor Presidente.

Agreguemos a la ignorancia que muestra el Presidente, y a sus olvidos intencionales, que la actividad de transporte de cargas por carretera desde hace mucho tiempo viene siendo la más perjudicada de las actividades sectoriales, no obstante ser la que más contribuye al sector en términos impositivos. Debido al consumo masivo de gasoil, sin lugar a dudas las empresas de la actividad son las que mayormente tributan en concepto de impuestos al combustible, y sin embargo no recibe ningún tipo de beneficio o incentivo. Recordemos que durante los años del 2005 al 2012, estuvo vigente el Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Cargas (REFOP), mediante el cual el Estado reintegraba a empresas del sector una suma equivalente a las contribuciones patronales sobre la nómina salarial con destino a los subsistemas de la seguridad social. Este reintegro constituía un verdadero “autosubsidio” del sector, dado que los fondos se obtenían de los recursos que la propia actividad genera. En la actualidad se deberían distribuir aproximadamente mil millones de pesos anuales para empresas del sector. Sin embargo, el reparto de esos fondos es llevado a cabo de forma discrecional por el Ejecutivo, y el sector del transporte de cargas por carretera no recibe nada.

Cabe mencionar también que los costos del transporte han aumentado a partir de la decisión del gobierno de liberalizar el precio del combustible, tal como lo ha pedido la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. De estas decisiones y de las consecuencias directas y perjudiciales para el transporte de cargas por carretera ni una sola palabra hizo mención nuestro Presidente.

Sabemos que la real intención es otra. Reiteramos aquí lo dicho en otras oportunidades, “debemos advertir que la persecución mediática y política que se está llevando adelante (…) son otro intento más para logar el debilitamiento del movimiento obrero. El motivo real que las impulsa toda esta ingeniería de aprietes mediáticos e institucionales es claro, sacar del escenario político a los actores sociales que los enfrentan y ponen en serio riesgo sus políticas de ajuste”.

Sabemos de la intencionalidad del gobierno. Necesitan cumplir con los pedidos que se imponen desde las autoridades financieras internacionales que construyeron este nuevo e inaudito endeudamiento argentino. Se les ha ordenado implementar la reforma laboral. Los límites que le planteó el Congreso Nacional, los obliga a aplicar esa reforma yendo sector por sector; y a modo de disciplinar, apuntan a uno de los gremios más fuerte para luego ir por el resto de las organizaciones sindicales y los trabajadores. La realidad les impuso este camino. Las palabras de Macri, son solo el eco de las órdenes recibidas y los compromisos firmados.

Por último, es necesario destacar el absurdo de haberse referido a una cuestión así en una fecha patria. Belgrano, cuyo ejemplo de vida, de abandono de sus riquezas y el abrazo a la lucha revolucionaria contra el poder imperial de entonces, debería ser la reflexión que acompañe a nuestro presidente. Más aún en un acto con niños que prometían lealtad a la bandera. Es una vergüenza para nuestro país y nuestra historia que el presidente de la nación utilice en forma demagógica ese escenario, para victimizarse y amenazar a dirigentes sindicales que han sido votados por los trabajadores para defenderlos

Por las razones expuestas, es que solicito al resto de los legisladores acompañen la presente iniciativa.