Héctor W. Baldassi
Diputado de la Nación
PRO
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE DECLARACION
Expediente: 0909-D-2018
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA H. CAMARA A LA MUESTRA MUSEOLOGICA DENOMINADA "NO FUE UN JUEGO - HISTORIAS DEL FUTBOL DURANTE EL NAZISMO Y EL HOLOCAUSTO".
Fecha: 15/03/2018
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 10
Declarar de interés la muestra museológica denominada “No fue un Juego – Historias del fútbol durante el nazismo y el Holocausto”.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Esta muestra busca concientizar acerca de la utilización política del fútbol al servicio del nazismo y del genocidio, así como sobre la lucha contra el racismo y la xenofobia en el deporte. Podrá apreciarse a partir del 20 de marzo a las 19 horas en el Museo River Plate (Avenida Presidente Figueroa Alcorta 7509, Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
La exposición tendrá carácter itinerante y será luego presentada en otros clubes argentinos.
“No fue un juego” cuenta con el apoyo del Museo River Plate, de la institución Macabi, del espacio Entre Tiempo (Fútbol-Política-Cultura), así como de las embajadas de Alemania, Austria, Polonia e Israel.
El fútbol, seguramente el deporte y espectáculo más popular a nivel global, nació y se desarrolló como una práctica que buscaba objetivos de bienestar psicofísico, sano entrenamiento y espíritu colaborativo de equipo, así como la promoción del juego limpio y caballeroso.
Desgraciadamente, a lo largo de la historia, su gran arraigo masivo ha tentado a ciertos políticos y gobernantes a instrumentarlo al servicio de la manipulación y el control político, de rivalidades raciales o xenófobas y de nacionalismos diversos de cuño totalitario.
El extremo de esa manipulación política ha sido el uso del deporte por parte del brutal plan totalitario y de exterminio del nazismo, que a su vez se cobró sus víctimas entre jugadores, equipos y aún la propia afición.
Conocidos son los episodios de los Juegos Olímpicos de 1936 de Berlín realizados bajo la ominosa sombra del nacional-socialismo hitleriano.
También ha quedado para la historia el registro del tristemente célebre Partido de la muerte de 1941 en Ucrania, cuando un equipo compuesto por prisioneros de guerra de esa nacionalidad derrotó a un equipo auspiciado por los ocupantes nazis del país: muchos de los jugadores fueron arrestados y murieron en campos de concentración. (El hecho inspiró la película Escape a la Victoria, de 1981, donde aparecieron estrellas del fútbol como Pelé, el volante polaco Deyna y el argentino Osvaldo Ardiles, entre otros).
“No fue un Juego” ofrece historias emblemáticas de víctimas y de victimarios; episodios de jugadores, entrenadores y clubes acontecidos durante el régimen nazi, acaso menos conocidas que los casos antes citados. El logo de la exposición es un símbolo dramático: una pelota rodeada por un alambre de púas y una mancha de sangre que es en realidad una esvástica.
Pese a que su curador, Leonardo Albajari y su equipo, llegaron a identificar cerca de una treintena de casos, se decidió finalmente exponer 11, en razón del peso simbólico que ese número tiene en el futbol. Cada caso es encabezado por un banner explicativo.
En la muestra pueden verse la imagen y las declaraciones de Otto Nerz, director técnico de la selección alemana entre 1926 y 1936, en las que afirmaba: “Al fin habrá una Europa libre de judíos con un deporte libre de judíos”.
Integran la exposición reproducciones del diario deportivo austriaco, Fussball Sontag, que en sus tres años de edición desplegó una persistente campaña para difundir el nazismo en sus notas. Exhortaba a sus lectores a votar por el Sí en el plebiscito que aprobó la anexión al Reich en 1938 y solía proclamar: “También en los deportes. ¡Un pueblo, un Reich, un Führer!”.
Otra historia de la muestra es la del primer deportista judío que integró la selección alemana: Julius Hirsch. Pese a que luchó por Alemania en la Primera Guerra Mundial siendo merecedor de la Cruz de Hierro, los nazis lo enviaron dos décadas y media más tarde a Auschwitz, donde fue asesinado.
Matthias Sindelar aparece también en “No fue un Juego”. Considerado por muchos el mejor jugador austriaco de todos los tiempos, se negó a integrar el seleccionado alemán cuando los nazis anexaron su país. En 1939 apareció muerto en su casa por un presunto escape de monóxido de carbono. ¿Accidente, suicidio? ¿Metodología en miniatura de las cámaras de gas de exterminio masivo?
La exposición presenta asimismo la historia de un jugador español, que había peleado en la Guerra Civil por el bando republicano, Saturnino Navazo, quien tras la victoria de Franco buscó refugio en Francia. Alertados de su pasado, los nazis lo detuvieron al ocupar el país galo y lo enviaron al campo de Mauthausen.
En este caso, la salvación de Navazo fue el propio fútbol: dueños y señores de la vida y la muerte, a los nazis el español les cayó en gracia por sus habilidades deportivas y le encomendaron organizar los partidos entre los prisioneros. Pero esta posición privilegiada le permitió crear una red clandestina de solidaridad entre los prisioneros, a quienes les acercaba comida que lograba hurtar de la cocina. Navazo sobrevivió al momento de la liberación y adoptó como hijo a un niño huérfano alemán, compañero de infortunio en el campo.
El recorrido de la exposición incluye la llamada Liga Terezin: un grupo de equipos creados con judíos cautivos en el campo de extermino del mismo nombre con fines propagandísticos: los nazis trataban de presentarlos como un falaz ejemplo del “buen trato” a los prisioneros.
Los clubes profesionales perseguidos por los nazis son también objeto de la muestra: el Bayern Múnich y Borussia Dortmund en la misma Alemania, el Ajax holandés y el Austria Wien, los que tenían identificación con comunidades judías locales.
Argentina también aparece en las historias. El húngaro Emérico Hirschl, fue el primer director técnico extranjero del país, que se desempeñó en Gimnasia y Esgrima de La Plata y en River Plate, equipo al que sacó campeón en 1936 y 1937. También dirigió en Rosario Central, San Lorenzo y Banfield. Si bien su carrera se vio afectada por una sanción de la AFA por sobornos, tuvo también un lado noble y desconocido: ayudaba a judíos sin visas a bajar de los barcos en el puerto de Buenos Aires y les conseguía asilo pese a las prohibiciones del gobierno argentino.
Asimismo, una de las 11 historias de la muestra es la del club Schalke 04 de la ciudad de Gelsenkirchen, uno de los centros industriales bélicos del Reich. El club, que tuvo su época de oro durante el periodo nazi y era exhibido como un ejemplo de la “Nueva Alemania”, sufrió una transfiguración total en el periodo de posguerra. Es actualmente el equipo donde juega el mendocino Franco Di Santo, que se inició en las inferiores de Godoy Cruz.
Aunque nada pueda compararse al exterminio planificado de seres humanos por el sólo hecho de integrar un colectivo diferente, el nazismo fue también un exponente de la xenofobia y el racismo, dos flagelos que aparecen a veces en fútbol y en el deporte, también en nuestro país.
La muestra “No fue un Juego” representa a la vez una fuente de información acerca del pasado y un ejercicio pedagógico hacia el futuro, para evitar que las tristes situaciones que refleja vuelvan a repetirse.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares acompañen con sus votos el presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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WOLFF, WALDO EZEQUIEL | BUENOS AIRES | PRO |
WISKY, SERGIO JAVIER | RIO NEGRO | PRO |
WECHSLER, MARCELO GERMAN | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
BALDASSI, HECTOR W. | CORDOBA | PRO |
INCICCO, LUCAS CIRIACO | SANTA FE | PRO |
TONELLI, PABLO GABRIEL | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
IGLESIAS, FERNANDO ADOLFO | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
GARCIA, ALEJANDRO | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
TORELLO, PABLO | BUENOS AIRES | PRO |
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