Requerir a la Dirección Nacional de Vialidad, a que urgentemente elabore y ejecute un plan de obras de mejoras de las rutas nacionales emplazadas en la Jurisdicción 2 Provincia de Córdoba (Tramos Córdoba de Rutas Nacionales 35, A005, A019, 7, 8, 9, 19,20, 36, 38, 60, 148 y 158).

Asimismo se requiere a la Dirección Nacional de Vialidad que disponga adicionar a los trayectos de las Rutas Nacionales 38, 19, 158, 9 y 60, carriles de sobrepaso de entre dos y cinco kilómetros de longitud, alternándolos a ambos lados del trazado.

Por último se requiere la instalación de más básculas de pesaje de transporte de carga en las Rutas Nacionales emplazadas en Córdoba.

Señor presidente:

He advertido que en la Provincia de Córdoba el estado de muchas de las rutas nacionales es muy malo, y en muchos casos, pese a que las mismas se encuentran concesionadas a empresas que cobran peaje a los usuarios, no han demostrado obras que justifiquen el cobro compulsivo por su uso.

Las rutas nacionales cordobesas, en su mayoría, son obras hechas hace más de treinta años, y por ello han devenido en viejas, angostas, y hasta peligrosas para la cantidad de vehículos que hoy se conducen en ellas.

Ello se suma a la cantidad de pueblos y localidades que se encuentran emplazados en rutas nacionales ubicadas en Córdoba, lo que hace que no solo estemos ante rutas peligrosas para quienes conducen en ellas, sino también para los ciudadanos que viven en zonas aledañas a los caminos de competencia federal.

Celebro el hecho de que provincias vecinas a Córdoba cuenten con muchas de sus rutas nacionales en perfecto estado de conservación, con calzadas nuevas, bien demarcadas y con básculas estratégicamente ubicadas para el control del pesaje de los camiones que utilizan esas vías, como es el caso de Catamarca y La Rioja. Pero a la vez, resulta llamativo el hecho de que algunas provincias tengan un trato preferencial en la asignación de recursos para obras viales, que en ellas no se cobre peaje, siendo que la cantidad de vehículos que las utilizan es mucho menor y de localidades que unen es mucho mayor, en comparación con Córdoba.

Y esto no es un problema de calidad de vida de los usuarios de rutas nacionales, sino, más bien, de seguridad vial, de evitar cuantiosas muertes que son provocadas muchas veces - directa o indirectamente- por la falta de modernización y mantenimiento de las rutas.

Por dar un ejemplo, la Ruta Nacional 38 que une el límite de Córdoba con La Rioja, que cruza el Valle cordobés de Punilla, atraviesa en gran parte de su extensión pueblos y localidades, y que por su utilización se cobra peaje en dos puestos fijos (La Cumbre y Molinari, en éste, solo de un lado). Dicha ruta tiene una considerable cantidad de curvas, es extremadamente angosta, no se encuentra en buen estado su pavimento ni la señalización, y lo peor es que cuenta con muy pocos sectores con posibilidad de sobrepaso. Pero ello no es atribuible necesariamente a las condiciones geográficas del lugar donde se construyó el camino, toda vez que técnicamente es posible modernizar y ensanchar la vía, señalizarla mejor, establecer zonas de sobrepaso, etc. Es solo una cuestión de decisión política y presupuesto.

Por ello debería tener el Gobierno Nacional un plan federal que garantice rutas modernas y seguras en todas las provincias, y que ese plan prevea la adaptación de los caminos a la real necesidad de cada jurisdicción.

Atento a lo planteado, se considera esencial y urgente iniciar un plan de obras que signifique una solución al problema relatado.

Por lo expuesto, solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.