Su más enérgico repudio al accio- nar de represivo ejercido por fuerzas de seguridad contra vecinos y vecinas de Barrio Malvinas Argentinas, de la localidad de San Salvador de Jujuy, que cues- tionan las obras de instalación de una planta transformadora eléctrica de media tensión en ese lugar.

Señor presidente:

Desde tempranas horas del 17 de octubre de 2012, en el barrio Malvinas Argentinas de la ciudad de San Salvador de Jujuy, se produjo una durísima represión policial a los vecinos que incluyó detenciones desde el umbral de las casas, secuestros de cámaras, gas lacrimógeno y balas de goma, con un saldo hasta ahora de más de 20 detenidos.

Hace ya varios años que los vecinos de barrio Malvinas Argentinas se organizaron para protestar contra la presencia de una planta transformadora que tienen enquistada en pleno centro del barrio. Es sabido que este tipo de plantas eléctricas, de media tensión, no están exentas de producir riesgos a la salud de la población lindante. Un relevamiento sanitario realizado por los propios vecinos señala que partir de la puesta en marcha de la estación transformadora, hace aproximadamente diez años, las enfermedades como cáncer y malformaciones en ni- ños han aumentado en cercanías a la obra.

De allí que empezó a hacerse extendido el rechazo de la misma, situación agravada en el último tiempo a raíz de la decisión de la empresa a cargo, EJESA, de ampliar la planta y pasar cables de alta tensión bajo las mismas veredas de los pobladores, sin implementar ningún mecanismo de consulta previo o audiencia pública.

La convicción de los vecinos se plasmó en campañas, folletos, festivales, radios abiertas y, ante la indiferencia de las autoridades, la resistencia directa. Desde principios de octubre empezaron a tapar los pozos que cavaban los empleados de la obra; cuando éstos se multiplicaron llegaron a meterse en los pozos para detener su avance.

Durante la madrugada del 17 de octubre, más de un centenar de policías, montada, infantería y el GEOP (grupo especial de ope- raciones policiales), llegaron con la orden de proteger el perímetro de la planta y des- alojar las veredas para realizar forzadamente las excavaciones.

En su avance, ancianos, niños y mujeres fueron maltratados y golpeados y llevados detenidos, algunos desde el mismo umbral de su casa.

Durante ocho horas consecutivas se pro- dujeron enfrentamientos, los vecinos arrojando piedras desde los techos, desatando una batalla que redobló el accionar represivo de las fuerzas de seguridad con balas de goma y gases lacrimógenos dejando un saldo importante de heridos y más de 70 de- tenidos.

Los vecinos denuncian que la policía actuó por orden de EJESA, del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Jujuy y del Fiscal Lemir, para garantizar la continuidad de las obras sin importar los detenidos y heridos que pudieran haber habido, y en consecuencia mantendrán una guardia de seguridad alrededor de la planta y las fosas para la traza de cables.

La vía represiva no puede ser la respuesta a los legítimos cuestionamientos a una obra de estas características, especialmente cuando dichos cuestionamientos se vinculan con la salud de la población.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares acompañen el presente proyecto.