Su profundo pesar y su enérgico repudio por el asesinato de Mariano Ferreyra, dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), y militante del Partido Obrero, ocurrida el 20 de octubre de 2010, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

En el marco de las protestas realizadas el 20 de octubre de 2010 por dirigentes del Partido Obrero y otras organizaciones sociales, solicitando la reincorporación de los ex trabajadores del Ferrocarril Gral. Roca, se produjo la muerte de Mariano Ferreyra, joven dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), y militante de aquel partido político, como consecuencia de un disparo de bala. También resultaron heridos de consideración, otros dos manifestantes: Elsa Rodríguez y Nelson Aguirre.

La responsabilidad primaria de los hechos será motivo de investigación judicial y recaerá sobre los autores materiales de este repudiable episodio.

No obstante ello consideramos que es necesario que todos los actores de la vida política de nuestro país, y principalmente el Gobierno, reflexionen, y detengan el tono confrontativo que provoca divisiones entre los argentinos. En particular aquellas fuerzas afines al gobierno, políticas, sociales y sindicales, que hoy aparecen vinculadas a la violencia deben ser llamadas a preservar la paz y respetar la vida.

Descontamos que el Gobierno a través de las herramientas que le da del Estado de Derecho actuará con la celeridad y el rigor que merece un hecho de semejante trascendencia. Los culpables, tanto materiales como intelectuales, deben ser identificados, detenidos y puestos a disposición de los jueces sin dilaciones a fin de que todo el peso de nuestro sistema judicial recaiga sobre ellos.

En un pasado cercano ante hechos similares aunque no de tanta gravedad, dirigentes sindicales que dirimieron sus disputas a balazos pasaron fugazmente por los tribunales y evadieron su responsabilidad sin inconvenientes. Si estos actos hubiesen sido condenados con la firmeza que merecen tal vez hoy no estaríamos lamentando la muerte de otro compatriota.

Queremos también solidarizarnos con los compañeros de lucha de Mariano Ferreyra y expresamos nuestras más sentidas condolencias a sus familiares y amigos por esta pérdida irreparable.

La lucha por la libertad sindical, valor que ha sido reconocido recientemente por la Corte Suprema, no debe interrumpirse, ella es la única garantía que tienen los trabajadores para que sus luchas no se transformen en una herramienta de burócratas enriquecidos en forma poco clara.

Finalmente ante la convicción de que el Congreso Nacional debe expresarse unánimemente en contra de acciones que comprometen la paz social, solicitamos a nuestros pares nos acompañen en esta iniciativa.