1. La H. Cámara de Diputa- dos de la Nación manifiesta su más enérgico repudio ante las declaracio- nes del Primer Ministro de Gran Bretaña David Cameron del 18 de enero del presente año, en las que acusó a la Argentina de "colonialista" por ejercer el derecho legítimo de reclamar la soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundan- tes.

2. Al mismo tiempo rechaza la decisión de Gran Bretaña de enviar el buque de guerra, HSM Daun- tless, al territorio de las Islas Malvinas, así como la participación del prín- cipe William en un entrenamiento militar en la base de Mount Plea- sant.

Estas acciones desconocen las resoluciones de la Asamblea de las Naciones Unidas y del Comité de Descolonización, expresan una confrontación directa y una amenaza a la Argentina y a la región.

3. La H. Cámara de Diputa- dos de la Nación declara que vería con agrado que el Poder Ejecutivo lle- ve adelante las medidas políticas y diplomáticas necesarias para que, en el marco de la solución pacífica de las controversias, se inste a Gran Bre- taña al cese en sus actitudes hostiles en relación con las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundantes, a disminuir su presencia militar y de explotación de los recursos en la zona, y a dialogar, tal como las resoluciones de la ONU han dictaminado.

Todas las acciones o medi- das adoptadas por el país tendientes a dar solución al diferendo por me- dios pacíficos, debe enmarcarse en lo establecido por la Constitución Na- cional Argentina en su Cláusula Transitoria Primera, que es el respeto por el modo de vida de los isleños y los principios del Derecho Internacional; rechazando categóricamente, a su vez, cualquier tipo de amenaza o uso de la fuerza. Y por lo señalado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 2065/XX2 del año 1965, que reconoce la exis- tencia de una disputa entre el Reino Unido y la Argentina en torno a la cuestión de las islas Malvinas, e invita a sus gobiernos a solucionar tal disputa a través de la negociación, a lo que Gran Bretaña viene ne- gándose sistemáticamente, posición que debería instarse a de- clinar.

4. La H. Cámara de Diputa- dos de la Nación expresa su agradecimiento a los países miembros del MERCOSUR, UNASUR y CELAC por el respaldo que han mantenido frente al reclamo de soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas.

Señor presidente:

Desde 1833, año en que in- vadieron las Islas Malvinas y desalojaron a los argentinos que vivían allí, Gran Bretaña mantiene la ocupación de las Islas al margen del Derecho Internacional.

Desde entonces, nuestro país ha reclamado por las vías diplomáticas, y en distintos foros intergu- bernamentales, su derecho sobre las Islas. Estamos cerca de cumplir los 30 años del día en que uno de los últimos gobierno de la dictadura militar decidió la recuperación por la fuerza de las Islas Malvinas, lo que desen- cadenó la Guerra de Malvinas, con más de 600 de muertos en combate, y más de mil argentinos heridos, con otro tanto de ex combatientes que presentaron problemas de salud como consecuencia de la guerra.

Las heridas están abiertas y aún duelen, por lo que la escalada de declaraciones y acciones por parte de Gran Bretaña nos preocupan, y alertan sobre los motivos que están dando lugar a este desafío por parte del Gobierno de ese país.

Nadie desconoce los trabajos de exploración que han iniciado las empresas británicas en la zona del Atlántico Sur. Tampoco es un secreto los conflictos políticos, económicos y sociales que atraviesa el Reino Unido en este momento.

Poco importan las razones que movilizan a Gran Bretaña a realizar acciones de provocación. Corres- ponde rechazarlas de plano por improcedentes e ilegítimas.

Cabe desta- car la existencia de la enorme base militar británica de Mount Pleasant en las Islas Malvinas, hoy por hoy la mayor guarnición militar del hemisferio sur del continente, la cual representa una clara amenaza a la seguridad de todos los países de la región, todos los cuales (aunque en especial aquellos del Cono Sur sudamericano) se encuentran en una situación de similar vulnerabilidad frente a las capacidades militares británicas desple- gadas en el Atlántico Sur.

Debe recordarse, en cuanto a la base de Mount Pleasant, tanto en los foros sudamericanos, encuen- tros con Estados Unidos, en la ONU, con la UE y el resto de los países del mundo, que el Atlántico Sur fue declarado Zona de Paz en la década del 80 y que dichas instalaciones constituyen una amenaza para una región que busca solucionar sus conflictos pacíficamente. Recordar que hace 30 años los buques de la flota británica combatieron (y fueron hundidos con armamento nuclear), introduciendo este tipo de armas en una zona libre de armas nucleares.

El buque enviada por la Ma- rina británica, el "HMS Dauntless" es un destructor de tipo 45 equipado con misiles antiaéreos Sea Viper que entró en servicio en 2010. Partirá de la base de Portsmouth para reemplazar a la fragata que patrulla actual- mente en la zona, según informó la prensa de esa ciudad. La nave geme- la es el "HMS Daring", que fue enviada recientemente al Golfo Pérsico. Estos buques son los primeros de seis nuevos destructores reemplazarán a los buques de tipo 42 que comenzaron sus servicios en los '70

La reivindicación de la sobe- ranía en nuestras islas implica respetar el derecho internacional, y tam- bién implica reconocer que en este reclamo histórico sólo puede haber avances. Así lo han reconocido todos los países de la región, al apoyar el reclamo de soberanía de la Argentina, con medidas concretas, como es la negativa a permitir que buques con bandera de las Islas Malvinas ama- rren en sus puertos.

Esto no se trata de ninguna manera de un bloqueo económico a los habitantes de las Islas, sino de crear las condiciones para que el derecho internacional sea respetado, los recursos naturales y energéticos preservados, y la memoria y reconoci- miento a los que combatieron en Malvinas sean honrados.

Los hechos mencionados en este proyecto de declaración, no pueden quedar sin un enérgico repudio de toda la sociedad argentina y de sus representantes en el Congreso Nacional. Y debe ser el preludio de una serie de políticas y medidas para instar a Gran Bretaña de una vez por todas a cumplir las reiteradas reso- luciones y pronunciamientos de la Asamblea General y el Comité de Des- colonización de las Naciones Unidas llamando a las partes a negociar los temas que involucran los conflictos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundantes, incluyendo la cuestión de la soberanía, como prueba de respaldo al derecho internacio- nal y al diálogo como instrumentos que garantizan la solución pacífica de las controversias.