- Que repudia la decisión del gobierno nacional de suspender la matrícula de la Asociación de Consumidores Libres.

- Que entiende a la mencionada decisión como un intento de amordazar a las organizaciones de consumidores y un atropello a la libertad de expresión por parte de las mismas.

- Que se solidariza con las autoridades de la institución afectada por lo que, entiende, es un acto arbitrario de un gobierno que prefiere imponer la ficción de las estadísticas oficiales a la difusión de investigaciones rigurosas de instituciones pertenecientes a las sociedad civil.

Señor presidente:

Como todos los años, desde hace 18 años, la Asociación de Consumidores Libres dio a conocer el índice de precios al consumidor que, con metodología propia, obtiene desde el comienzo de sus actividades en tanto Organización No Gubernamental.

Los datos fueron remitidos por la mencionada asociación a todos los medios de comunicación. Su difusión fue recibida con desagrado por parte del gobierno quien, mediante una medida que juzgamos arbitraria, censuradora y, por lo tanto autoritaria, dictó una resolución suspendiéndole la matrícula.

Un hecho de esta naturaleza sucede por primera vez desde la recuperación democrática en 1983. Semejante sanción habla a las claras no sólo de la vocación autoritaria del gobierno sino del error en que cae al intentar amordazar a instituciones como Consumidores Libres que gozan de un muy bien ganado prestigio.

Primero fue la persecución a las consultoras Privadas; ahora se persigue a las Organizaciones No Gubernamentales que elaboran índices de precios y alertan sobre el avance de la inflación. La resolución emitida por el gobierno constituye un atropello contra la institución mencionada y un concreto acto de censura que merece nuestro repudio. Nadie puede poner en duda la honorabilidad del titular de la Asociación de Consumidores Libres, Héctor Polino, ni de la capacidad del personal técnico que en ella se desempeña.

Ni el gobierno de Carlos Saúl Menem se atrevió a ir tan lejos en materia de coartar la libertad de trabajo y expresión de aquellas instituciones que, lo único que hacen, es investigar con rigor y transmitir su verdad. Nótese que ni si quiera afirmamos aquí que se trate de "la verdad" absoluta sino, simplemente, de los resultados de investigaciones propias que, como es natural, estarán dentro de márgenes razonables de error estadístico.

Lo que sin dudas no está dentro de estos márgenes son las aviesas intenciones del gobierno de imponer estadísticas oficiales a todas luces falsas y silenciar toda voz que las contradiga. Esto es, ni más ni menos, que una expresión antidemocrática que le hace un profundo mal a las instituciones y, aunque al oficialismo le cueste creerlo, daña al gobierno mismo.

La Asociación de Consumidores Libres hace sistemáticamente relevamientos de precios de artículos de primera necesidad en las góndolas, los consigna y compara en el tiempo. Parece ser que el gobierno nacional está empeñado en borrar el pasado, aquel pasado (2003) en el que con un billete de 100 pesos podían comprarse 8 veces más artículos de primera necesidad que hoy.

Mediante este proyecto nos solidarizamos con la institución afectada y alentamos a sus miembros a no ceder ante las presiones del Poder Ejecutivo Nacional recurriendo a la justicia para que ejerza plenamente sus derechos.

Al mismo tiempo, advertimos que esta metodología de la censura y la persecución, importa un grave retroceso institucional sumamente peligroso para nuestra democracia.

Por estas razones, solicito a mis pares su voto afirmativo en el recinto para la aprobación de la presente iniciativa.