Expresar el más enérgico repudio porque a dos años de los episodios de violencia, acaecidos en la ciudad de San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro, los días 17 y 18 de junio de 2010, donde se produjeron los asesinatos de Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, las Autoridades Provinciales no han llevado adelante medidas tendientes a su esclarecimiento y sanción.

Señor presidente:

Motiva el presente proyecto, la necesidad de expresar el más enérgico repudio por la falta de esclarecimiento y sanción, por parte de la autoridades provinciales, ante los hechos sucedidos los días 17 y 18 de junio de 2010, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, provincia de Rio Negro cuando un grupo de uniformados pertenecientes a la patrulla de Río Negro, sin causa probable, arremetió contra una parte de la población civil, en la cual murieron tres jóvenes y decenas fueron heridos, secuestrados y torturados.

La masacre de Bariloche, como la recuerdan sus ciudadanos y Organizaciones de Derechos Humanos comenzó a las 4.30 horas, cuando una patrulla de la policía persiguió a un grupo de jóvenes en el Barrio Boris Furman, entre ellos el Cabo Colombil, quien ejecuta por la espalda, con un disparo en la cabeza a Diego Bonefoi (15 años) con su arma reglamentaria. Luego de arribar al lugar el Jefe de Criminalística y de hacer el primer rastrillaje irregular del escenario del crimen, la policía ingresa a Diego a la guardia del Hospital local en ausencia de la familia.

Prontamente el Jefe de la Regional III con asiento en Bariloche, Comisario Mayor Argentino Hermosa se constituye en la Comisaría 28 y dos horas después una unidad del grupo especial BORA (Brigada de Operaciones de Rescate y Antitumulto), se asentó en la comisaría, ubicada a metros de la casa de la familia de Diego que en ese momento todavía no sabía de su muerte. Cuando estos se enteran van a la comisaría a reclamar por el asesinato de su hijo, donde ocurren nuevos incidentes con la gente que acompañaban a los familiares.

A las 11.30 horas el máximo responsable de la policía de la Provincia de Río Negro, Comisario General Jorge Villanova, se constituye en la Comisaría junto con Hermosa, y luego se reúnen en el Centro Cívico con el Ministro Larreguy, el Secretario de Seguridad Cufré y el Jefe Villanova, entre otros.

En las calles todo era confusión, zozobra y porque no bronca, ante los hechos que estaban sucediendo, luego se sumo la detención de un tío de Diego y de otra persona en el Barrio El Frutillar. El grupo BORA sigue disparando a todo aquel que se acercaba y la tensión popular se extendía por el barrio y empezaron las concentraciones espontáneas en distintos puntos de la ciudad.

Con epicentro operativo en la Comisaría 28 a cargo de los policías José Vázquez y Jorge Carrizo (hasta las 15 del día 17) y después a cargo de los oficiales Rubén Urzagasti y Carlos Bais.

La Regional III quedó a cargo del segundo jefe Delmiro Veroíza cuando arribaron al lugar personal armado, agentes de las siguientes reparticiones:

Unidad Regional III, Gabinete Criminalístico, Área Judicial e Investigaciones, División de Toxicomanía, la Brigada Rural, Bora, el Cuerpo de Seguridad Vial, el Departamento de la Escuela de suboficiales y agentes, Establecimiento de Ejecución Penal y Encausados, personal de las Comisarías 2, 27 y 138, de las Subcomisarias 55 y 69, los Destacamentos 156 y 2 de abril.

Luego de acribillar el frente de la casa de Diego, a partir de las 15hs. aproximadamente se sufre el ataque masivo de un número indeterminado de personal policial, con armas largas, gases lacrimógenos y algunos con armas cortas en distintos puntos del Barrio El Alto. En todo momento los jóvenes actuaron sin armas de fuego, solo con piedras y palos. Algo después de las 16, un grupo de policías que no sería de la BORA (por el tipo de uniforme que usaban en ese momento) atacaron el frente de la casa de una familia donde se encontraba Nicolás Carrasco (17 años), quien ingresa herido por cuatro perdigones de acero y se desploma; un menor que se encontraba allí sale a pedir ayuda y es herido en la cara a pocos metros, también con perdigones de acero. A metros de ese lugar, menos de una hora después, otro grupo mata a Sergio Cárdenas en un ataque que alcanzó también a por lo menos seis personas más...

Luego la policía continuó atacando con armas y gases lacrimógenos a la población, provocando heridas a por lo menos veinte personas solamente ese día.

En esos momentos una vecina del Barrio de 169 Viviendas, aledaño al Barrio Boris Furman, le dijo a un diario nacional "...es imposible salir a la calle para hacer las compras en el supermercado, porque el BORA está tirando balas de goma y gases que entran en las casas y no nos dejan respirar...", mientras Organismos de Derechos Humanos denunciaban "...La situación en los barrios del Alto es muy grave, porque la represión continúa. Los vecinos están realizando asambleas para ver cómo pueden organizarse para evitar que se produzcan nuevas muertes...".

El 2 de junio del año pasado, la justicia ordinaria de Bariloche juzgó y condenó al cabo Colombil por el asesinato de Diego Bonefoi, en un juicio que dejó muchas dudas sobre el origen de la persecución policial al grupo de jóvenes y las circunstancias previas al disparo mortal.

En tanto, continúa totalmente paralizada la investigación por los crímenes de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas que lleva adelante el Juez de Primera Instancia Ricardo Calcagno, después de que se aparte al Juez Natural Martín Lozada, luego de que llamara a indagatoria a cinco ex jefes policiales y el segundo Juez Miguel Ángel Gaimaro Pozzi, quien tomó la causa, dejándola a posteriori por su ascenso a Camarista. Ahora, sigue sin promoverse la indagatoria a doce (12) policías identificados en las pericias técnicas como presuntos autores materiales de los disparos con posta de plomo que mataron a Carrasco y a Cárdenas; a la vez, la Cámara Segunda en lo Criminal acaba de anular una vez más la indagatoria a los ex jefes policiales.

Si bien esto es lo que ha ocurrido en estos años en la faz judicial, no se puede decir lo mismo del poder político de la Provincia, porque no solo no se conoce la existencia de acción administrativa alguna, por parte del Ejecutivo Provincial contra esos doce imputados ni contra ningún otro policía que haya participado en estos hechos, sino que tampoco se han investigado los motivos que llevaron a semejante represión ni quién o quiénes dieron la orden para que esto suceda.

Consideramos fundamental resguardar el derecho de todos y cada uno de los habitantes a buscar y encontrar justicia cuando suceden hechos como estos, que nos llevan a recordar épocas oscuras que atravesó nuestro país. Por ello, estos lamentables sucesos no pueden ni deben ser ignorados por las autoridades provinciales, quienes además deben bregar por la búsqueda de la verdad, e investigar a través los Organismos pertinentes quiénes han sido sus autores materiales e ideológicos y castigar a los responsables.

Señor Presidente, esta Honorable Cámara se ha pronunciado el 11 de agosto de 2010, repudiando por medio del Orden del Día N° 834, los acontecimientos conocidos como "La masacre de Bariloche". A dos años de aquellos episodios, el accionar policial sigue sin ser investigado y los crímenes de Diego, Nicolás y Sergio continúan sin ser resueltos.

Por todas las consideraciones expuestas, es que solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Resolución.