Solicitarle al Poder Ejecutivo Nacional que mantenga su apoyo a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la posibilidad de que en la próxima Asamblea General de la OEA - a celebrarse entre los días 3 y 5 de junio de 2012 en Cochabamba, Bolivia- se recorten sus facultades en un claro desmedro a la protección de la libertad de expresión en América Latina.

Señor presidente:

Entre el 3 y el 5 de junio de este año se reunirán los estados parte en la OEA para celebrar la Asamblea General anual. En este marco, un grupo de estados está impulsando una serie de modificaciones al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, con el supuesto fin de fortalecerlo. Sin embargo, como demuestra una de sus más notorias propuestas, pareciera que finalmente terminaría por debilitarlo.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es uno de los dos organismos con los que cuenta la Organización de Estados Americanos para la protección de los derechos humanos en la región. Gracias a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha conseguido avanzar en la defensa de los derechos humanos, incluso en épocas en las que la gran parte de los gobiernos del continente eran ilegítimos, y se han investigado graves violaciones a derechos fundamentales.

A fin de realizar su trabajo de manera más eficiente la CIDH se organiza en Relatorías temáticas que ponen el foco en determinados derechos o grupos vulnerables. Así a lo largo del tiempo se han creado las siguientes relatorías: Relatoría sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Relatoría sobre los Derechos de las Mujeres, Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Relatoría sobre los Derechos de la Niñez, Relatoría sobre Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de la Libertad, Relatoría sobre los Derechos de los Afrodescendientes y contra la Discriminación Racial y la Unidad para los Derechos de las Lesbianas, los Gays y las Personas Trans, Bisexuales e Intersex.

A diferencia de las demás relatorías, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, es independiente. Esto implica que puede buscar su propia fuente de financiamiento y que está en cabeza de un/a relator/a que se elige por medio de un procedimiento especial y participativo que garantiza su legitimidad, independencia e idoneidad. Otra de las diferencias que podemos encontrar con respecto a las demás relatorías reside en el informe anual que realiza la RELE en el que analiza la situación de la libertad de expresión en cada uno de los estados parte de la OEA. No existe para ningún otro derecho un análisis de situación tan detallado.

Ahora bien, si se aprobaran las reformas propuestas se uniría el informe de la Relatoría Especial al informe anual de la Comisión Interamericana como funciona hoy día para el resto de las relatorías, se le recortarían las facultades de búsqueda y administración de sus propios recursos y se establecería un Código de Conducta para regular la gestión de las Relatorías, que limitaría su actuar independiente.

Es decir, con la finalidad de fortalecer el sistema interamericano de protección de los derechos humanos se estaría igualando a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión al resto de las relatorías, en lugar de subir el estándar de trabajo de las demás y otorgarles los fondos o las potestades que tiene la RELE hoy por hoy.

En razón de la importancia de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión para el resguardo y defensa del derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información en la región y de los motivos expuestos, le solicito a mis colegas que acompañen este proyecto con su firma.