Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para solicitar que, a través de los organismos correspondientes, se proceda a regularizar el abastecimiento de insumos indispensables para realizar tareas sanitarias en hospitales públicos y privados de nuestro país.

Señor presidente:

La actividad sanitaria en nuestro país padece las consecuencias de la política de restricción a las importaciones decidida por la Secretaría de Comercio Interior dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

La Cámara de Droguerías e Insumos Médicos de Rosario advirtió sobre la falta de productos indispensables para realizar tareas sanitarias como guantes de látex, jeringas y llaves de tres vías, un elemento que se utiliza para suministrar suero y medicaciones en forma intravenosa. La Secretaría de Salud Pública municipal confirmó la carencia de este último material, que es clave para los pacientes internados. Desde fines de 2011 hay problemas con la provisión y en febrero empezó a faltar stock. Los guantes de látex no se producen en nuestro país y en cuanto a las jeringas, sólo se produce el 30 por ciento del total requerido (1) por lo cual no hay posibilidades de sustituir los productos importados por producción nacional.

Además, la cámara denunció la ausencia de elementos para urología, que se fabrican en Alemania, y otros para anestesias.

En cuanto a los medicamentos, si bien en las farmacias faltan algunas marcas que se reemplazan con los genéricos, como sucede en los hospitales públicos, en determinadas circunstancias esta sustitución no garantiza la total eficacia del tratamiento.

De igual manera, desde la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra) junto a otras agrupaciones enviaron una carta al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en la que se indicó que las trabas en las importaciones impiden el ingreso de productos básicos para la atención de pacientes. En el escrito, que también recibieron las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, se especifica que faltan jeringas, guantes descartables, electrocardiógrafos o desfibriladores, como así también broncodilatadores y otros medicamentos.

El sector advierte que no hay fabricación local de gran parte de los bienes afectados y en los casos en que sí la hay, existen tres problemas: el volumen es insuficiente para la demanda, los precios de ciertos bienes son más elevados que los importados, y los niveles de especificidad y calidad son notablemente inferiores en comparación con los insumos extranjeros.

Afortunadamente, las dificultades no se tradujeron hasta ahora en la suspensión de tratamientos, pero según los directivos la situación tiende a agravarse.

Del mismo modo, La Liga Argentina de Protección al Diabético (LAPTI) denunció que escasean bombas de insulina en el país y advirtió que un paciente con la afección tipo 1 no puede estar sin el aporte del medicamento más de ocho horas porque tendría una descompensación aguda, llamada cetoacidosis diabética lo que derivaría en una situación gravísima para su salud. En nuestro país, existen dos tipos de bombas de insulina y ambas son importadas como así también los insumos que usan dichas bombas, reservorios de insulina que se colocan dentro.

Consideramos indispensable revertir este tipo de medidas que ponen en peligro la salud de aquellos argentinos que necesitan determinadas drogas para conservar su calidad de vida y solicitamos la intervención del Poder Ejecutivo Nacional para garantizar la provisión de los bienes requeridos.