Gerardo Milman
Diputado de la Nación
PRO
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 3504-D-2010
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA TASA DE MORTALIDAD MATERNA.
Fecha: 20/05/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 60
Dirigirse al Poder Ejecutivo para
que, a través del organismo que corresponda, informe a esta Honorable
Cámara sobre los siguientes aspectos en relación a la tasa de Mortalidad
Materna:
Últimos datos estadísticos
obtenidos sobre la tasa de mortalidad materna en nuestro país. Detalle los
mismos discriminados por provincias.
Indique cuáles son las principales
causas de la mortalidad materna.
Cuáles son las medidas y/o
programas que se están implementado actualmente con el fin de
reducirla.
Recursos económicos destinados a
disminuir la tasa de mortalidad materna. Explicite montos, discriminados
anualmente y por provincia.
En caso de que existan, evaluación
y conclusiones al día de la fecha en relación a la implementación del Plan
Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna y la Mortalidad Infantil
2009-2011, elaborado por la Subsecretaria de Salud Comunitaria y presentado
en el mes de mayo de 2009.
Cuáles son las acciones realizadas
hasta la fecha y programadas a futuro para dar cumplimiento a los
compromisos establecidos en el Plan.
Recursos económicos destinados
para dar cumplimiento a los compromisos asumidos en el Plan mencionado
anteriormente. Explicite montos discriminados por provincia.
Acompañar la documentación
pertinente a cada una de las repuestas de los puntos requeridos.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Motiva el presente Proyecto de
Resolución la preocupación que despierta la elevada tasa de mortalidad
materna que se registra en nuestro país.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) define la Mortalidad Materna como "la muerte de una mujer
mientras está embarazada o dentro de los cuarenta y dos días siguientes a la
terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del
mismo, debido a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo
mismo o su atención, pero no por causas accidentales o incidentales".
Es decir que la tasa de
mortalidad materna refleja el riesgo de morir de las mujeres durante la
gestación, el parto y el puerperio. Los últimos índices oficiales conocidos en la
argentina corresponden al año 2007. Según la Dirección de Estadísticas e
Información en Salud (DEIS), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación,
la tasa de mortalidad materna para el año 2007 es de 4,4 por 10.000 nacidos
vivos. No tenemos conocimiento de la tasa de mortalidad materna para los años
posteriores.
Vale la pena destacar que tanto
el índice de mortalidad infantil como la mortalidad materna constituyen uno de
los indicadores más importantes para medir el desarrollo social de un país y la
eficacia de las políticas sanitarias que son destinadas a la atención materna e
infantil. Los mismos se utilizan como indicadores de la salud de una comunidad
porque son datos especialmente sensibles a los cambios socioeconómicos y a
las políticas de salud.
Entre los años 1990 y 2007 la
tasa de mortalidad materna ha exhibido una tendencia relativamente estable y
preocupante. Por año en nuestro país mueren 306 mujeres por causas
vinculadas con el embarazo, el parto o el puerperio. Y según las cifras oficiales,
y tal como mencionáramos anteriormente, 4,4 mujeres cada 10.000 nacidos
vivos mueren durante la gestación, el parto y el puerperio, y sus principales
causas son: complicaciones de abortos realizados en condiciones inseguras,
hemorragias postparto, infecciones bacterianas, sepsis durante el puerperio y
por trastornos hipertensivos derivados del embarazo. Del total de estas muertes
más de la mitad responden a causas totalmente evitables.
Los principales factores de riesgo
que corren las mujeres son la falta de condiciones obstétricas esenciales, la
falta de disponibilidad de profesionales capacitados y activos en servicio y la
falta de insumos necesarios para asistirlas ante una emergencia. Hay que ser
claros: la mortalidad materna se produce porque hay mujeres que no están
incluidas en el sistema de salud y porque hay hospitales que no se encuentran
en condiciones y no están preparados para atender las diversas complicaciones.
No es casualidad, en tal sentido, que la mayoría de las mujeres que mueren por
complicaciones de este tipo son mujeres de escasos recursos.
Según señala UNICEF en una
publicación que examina cuestiones fundamentales relacionadas con la salud
materna y neonatal, presentada ante el Ministerio de Salud de la Nación,
denominada "El Estado Mundial de la Infancia 2009", un 24 por ciento de las
muertes maternas tienen como causa complicaciones de abortos realizados en
condiciones inseguras. Asimismo, el informe señala que diversas investigaciones
han demostrado que aproximadamente el 80 por ciento de las muertes
maternas se habrían podido evitar si las mujeres hubiesen tenido acceso a
servicios esenciales de maternidad y atención básica de la salud.
La reducción de la mortalidad
materna es un problema de derechos humanos reconocido por la ONU y
constituye una de las Metas del Milenio que nuestro país se comprometió a
cumplir antes del año 2015: disminuir la mortalidad materna en un 75 por
ciento.
Los Objetivos fueron establecidos
en la Declaración del Milenio, aprobada por 189 países en el año 2000. Se trata
de 8 ambiciosos objetivos de los cuales todos los países deberán dar cuenta en
el 2015. Sin embargo, muchos países, entre ellos la Argentina, se encuentran
hoy muy lejos de poder cumplir con el objetivo de disminuir la mortalidad
materna. Para nuestro país, implicaría reducir la tasa de mortalidad materna a
1,3 por 10.000 nacidos vivos aproximadamente, cuando la última medición
dada a conocer en el 2007, era de 4,4 cada 10.000 nacidos vivos.
El Ministerio de Salud de la
Nación presentaba en el año 2009 el "Plan Estratégico para la Reducción de la
Mortalidad Materna y la Mortalidad Infantil", elaborado por la Subsecretaria de
Salud Comunitaria y diseñado junto a especialistas de todo el país y con el
apoyo de UNICEF y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En
aquel momento, desde el Ministerio de Salud de la Nación, la entonces Ministra
de Salud, Graciela Ocaña, planteaba que los objetivos centrales de este Plan
eran iniciar una tendencia en disminución en cuanto a la mortalidad materna
cuyas cifras se encuentran en una meseta desde inicios de la década y, a su
vez, reforzar la tendencia en la baja de la mortalidad infantil.
Según lo planteado en el Plan,
las medidas a implementar para el logro de estos objetivos ponen especial
énfasis en la dimensión regional y territorial; en el trabajo integrado de los
especialistas de las distintas áreas de atención a la madre embarazada y al
niño; en el refuerzo del trabajo de promoción y prevención en materia de salud
reproductiva; en el control y seguimiento personalizado de las embarazadas y el
niño en el primer año de vida; y en la capacitación de los agentes de salud.
Todas cuestiones fundamentales y prioritarias para disminuir la mortalidad
materna.
Pero las desigualdades sociales
existentes en nuestro país junto con los problemas sanitarios estructurales son
causa de estas muertes evitables y prevenibles. Si es necesario la creación de
este Plan anunciado por el Ministerio de Salud es porque las políticas sanitarias
implementadas hasta ahora no han sido eficaces, produciéndose así la violación
de un derecho fundamental como es el derecho a la salud de las mujeres.
En definitiva, en nuestro país la
situación de la mortalidad materna es muy preocupante. El subsecretario de
Salud Comunitaria de la Nación, Aldo Marcoretto, sostenía, según declaraciones
publicadas en el mes de mayo de 2009 en un diario nacional, que "cuatro de
cada diez maternidades públicas en el país no cuentan con las condiciones
obstétricas y neonatales esenciales para atender en forma segura un parto y a
un recién nacido. Es decir no cuentan con anestesistas, quirófano, sangre
segura, ambulancia propia". Y afirmaba también, que "este es un déficit
estructural grave que afecta principalmente a los hospitales del norte del país y
es una de las causas principales de las altas tasas de mortalidad materna".
Asimismo, el funcionario en ese
entonces reconoció que la mitad de los Comités de Vigilancia de la Mortalidad
Materna que se constituyen formalmente en cada hospital donde hay una
maternidad, no funcionan. En la Argentina la mortalidad materna esta excluida
del Sistema Nacional de Alerta Epidemiológica. De las 768 maternidades
públicas de nuestro país, el 42 por ciento no es realmente seguro para la
atención de partos y recién nacidos. Las peores situaciones se registran en
hospitales del NEA, seguidos por los del NOA, pero también hay problemas, y
graves, de insumos y de infraestructura en maternidades de la provincia de
Buenos Aires, en la zona norte y sur del conurbano.
Si todas estas cuestiones son
bien conocidas por el Ministerio de Salud de la Nación, estamos hablando de
una clara falta de voluntad política para proteger la vida de las mujeres. El
descenso de esta cifra sigue siendo una asignatura pendiente de los planes de
salud. Las altas tasas de mortalidad materna son un aspecto preocupante de la
realidad sanitaria de nuestro país, ya que estamos hablando de un claro
indicador de desigualdad.
Como dijimos, la primera causa
de muerte materna en la Argentina es el aborto, que es la consecuencia de un
embarazo no deseado, no planeado, no previsto. Son evidentes las dificultades
que atraviesa una mujer para acceder a la interrupción de un embarazo en
forma segura. La OMS afirma que un importante porcentaje de muertes
maternas se pueden evitar tan solo con la planificación familiar, es decir, el
reducir el número de embarazos no deseados. Se estima que si las mujeres que
no quieren procrear utilizaran métodos anticonceptivos eficaces, cada año se
podrían evitar no menos de 100.000 defunciones maternas. Es fundamental
garantizarles a todas las mujeres el acceso a los anticonceptivos. Una mujer
que no quiere quedar embarazada prefriere prevenir el embarazo que verse
sometida a un aborto, por lo tanto el Programa Nacional de Salud Sexual y
Procreación Responsable debe garantizar esto. Es primordial, entonces, contar
con una fuerte política preventiva.
Dentro del Derecho a la Salud los
derechos sexuales y reproductivos son los más sensibles a la salud de las
mujeres durante todo el ciclo vital. El derecho a decidir si tener o no hijos,
cuándo, cuántos y con quién fue un antiguo reclamo de las mujeres expresado
por el movimiento de salud, que logró ser reconocido en la Conferencia
Internacional de Población y Desarrollo en el Cairo en el año 1994.
El aborto realizado en
condiciones inseguras, por la cantidad de muertes que genera, y aunque es una
práctica prohibida y penalizada por el Código Penal, representa en la Argentina
un gran problema de salud pública.
Estimaciones recientes indican
que ocurren 460.000 abortos inducidos por año en la argentina. Anualmente
alrededor de cien mujeres mueren por complicaciones de abortos inseguros.
Estas complicaciones representan la primera causa de mortalidad materna y
están relacionadas con las condiciones precarias en las cuales se realizan los
abortos y con la demora en la búsqueda de atención medica debido a la
clandestinidad en la que se realiza esta práctica (1) . El aborto es un problema
de salud pública ya que es el principal factor que está manteniendo la tasa de
mortalidad materna en los niveles en los que se encuentra actualmente.
Según Mariana Romero,
investigadora del Conicet en el Centro de Estudios de Estado y Sociedad
(Cedes), "el impacto de las complicaciones por aborto en la mortalidad materna
es muy alto en la Argentina. Entre el 29 y el 32 por ciento del total de muertes
vinculadas con la reproducción se producen por causas vinculadas con abortos.
En la mayoría de los casos es muy probable que se trate de intervenciones
clandestinas, con falta de asepsia, y métodos inseguros, como la introducción
de agujas, sondas, a los que se sigue recurriendo en el país en los sectores más
empobrecidos y de menor nivel de instrucción" (2) .
En las reuniones preparatorias
de la Cumbre de Población de El Cairo, a comienzos de los años 90, todos los
países latinoamericanos, incluida la Argentina, acordaron un documento que ya
en ese momento aseguraba que el aborto es un problema de salud pública, por
su impacto en las muertes y enfermedades maternas.
En junio de 2009 el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU aprobó una Resolución vinculada con la vida y la
salud de las mujeres, donde se reconoció a la mortalidad materna como una
preocupación apremiante de Derechos Humanos. En esta resolución, los
gobiernos expresan su seria preocupación por las tasas inaceptablemente altas
de mortalidad y morbilidad materna, reconocen que se trata de un asunto de
derechos humanos y se comprometen a intensificar sus esfuerzos a nivel
nacional e internacional para proteger las vidas de las mujeres y las niñas de
todo el mundo.
A través de esta Resolución, los
gobiernos reconocen que la eliminación de la mortalidad y morbilidad maternas
requieren la promoción y protección efectivas de los derechos humanos de las
mujeres y las niñas, incluidos su derecho a la vida, a ser iguales en dignidad, a
la educación, a tener libertad de buscar, recibir e impartir información, a gozar
de los beneficios del avance científico, a vivir libres de discriminación y a gozar
del más alto nivel posible de salud física y mental, incluida la salud sexual y
reproductiva (3) .
Es importante destacar que
Argentina co-patrocinó esta Resolución con lo cual se comprometió a respetarla
y hacer lo necesario para que rija para todas las mujeres y niñas en el país. Por
primera vez se definió que las altas tasas de mortalidad materna son un
problema de derechos humanos.
A través de la mortalidad
materna queda evidenciada la vulneración de los derechos de las mujeres, no
garantizando las condiciones para el ejercicio de su autonomía sexual y
reproductiva, ni su derecho al acceso de información y servicios de calidad para
garantizar la maternidad voluntaria, la gestación, el parto y postparto (4) .
La mortalidad materna es
prevenible y evitable, tener mujeres que mueren por estas causas es un acto
totalmente discriminatorio. La persistencia de índices elevados de mortalidad
materna y las diferencias en cuanto al acceso a los servicios de salud pública en
nuestro país son una clara muestra de una situación de injusticia social y de
desigualdad frente a un derecho fundamental, el derecho a la salud.
Por todo lo expuesto
anteriormente, invito a las Sras. Diputadas y Sres. Diputados acompañen en la
sanción del presente Proyecto de Resolución.-
Firmante | Distrito | Bloque |
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LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | GEN |
MILMAN, GERARDO | BUENOS AIRES | GEN |
ITURRASPE, NORA GRACIELA | BUENOS AIRES | SI POR LA UNIDAD POPULAR |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CARCA, ELISA BEATRIZ | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA |
STORNI, SILVIA | CORDOBA | UCR |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | GEN |
STOLBIZER, MARGARITA ROSA | BUENOS AIRES | GEN |
PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | GEN |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |