Que vería con agrado que la Cámara Nacional Electoral -CNE- arbitrara las siguientes medidas, tendientes a promover la confianza del insumo informativo y las mejores condiciones para la participación electoral de los ciudadanos :

1. La suscripción de un acuerdo de entendimiento y cooperación con los buscadores de internet (motores de búsqueda) para facilitar la detección de noticias falsas en materia político electoral, ofreciendo un canal de denuncia, rectificación y réplica de la información que refiera o involucre a candidatos, agrupaciones políticas y autoridades partidarias oficialmente registradas en los términos de la ACORDADA EXTRAORDINARIA N° 66/18 de la Cámara Nacional Electoral.

2. La suscripción de un acuerdo de entendimiento y cooperación con las plataformas FACEBOOK e INSTAGRAM tendiente a: a) promover la transmisión de información segura sobre los procesos electorales nacionales y locales; b) generar un sistema de registración y confirmación de identidad para anunciantes políticos electorales pagos/por suscripción que pueda ser visible para los usuarios, identificando autor de la publicidad, auspiciante económico, público objetivo seleccionado y otros filtros de segmentación publicitaria utilizados; y c) generar canales de denuncias, rectificación y réplica de la información que refiera o involucre a candidatos, agrupaciones políticas y autoridades partidarias oficialmente registradas en los términos de la ACORDADA EXTRAORDINARIA N °66/18 de la Cámara Nacional Electoral.

Señor presidente:

Quienes suscribimos este proyecto procuramos fortalecer y resguardar uno de los presupuestos esenciales de la democracia como régimen político, esto es, la genuina e informada participación de la ciudadanía a través del sufragio; y con ello, la puridad de los procesos electorales y la representación política como única forma posible de transmitir la voluntad ciudadana.

Así, la idea de representación democrática que nuestra constitución enarbola como principio rector al expresar que el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución; debe garantizar el reflejo fidedigno de la voluntad soberana de una comunidad, instrumentada a través de los procesos electivos en los cuales cada ciudadano participa activamente.

Tal como en numerosos precedentes la propia Cámara Electoral Nacional y la Corte Suprema de Justicia de la Nación han expresado, la raíz de todo sistema democrático es el sufragio, que constituye la función constitucional a través de la cual el cuerpo electoral expresa la voluntad soberana de la Nación y determina el carácter representativo de las autoridades.

Como motor de este proyecto, resulta preocupante la creciente práctica de desinformación o transmisión de información incorrecta, falsa, errónea o imprecisa que circula en los medios de comunicación, y que constituye el insumo central para el proceso decisional que los electores llevan adelante al momento de sufragar; es decir, la información como herramienta para una decisión racional al momento de emitir su voto.

Tales prácticas que tienen por objeto confundir, desinformar y con ello afectar la decisión del ciudadano en instancias de emitir su voto, provocan una ruptura entre su voluntad real y el voto emitido durante dicho proceso electoral; ello, en tanto intervienen factores inverosímiles, datos e información irreal que afecta la toma de decisión de los electores y logra así modificar el resultado del proceso electoral.

Así, por todo lo preliminarmente expuesto, proponemos el siguiente proyecto de declaración solicitando a la Cámara Nacional Electoral como órgano competente en la asignatura, que lleve adelante estas acciones tendientes a sanear y reparar, pero sobre todo prevenir la desinformación que circula sobre los procesos electorales, sus actores y el contexto político que envuelve a ambos.

I- La necesidad de la información para una sana democracia representativa.

Tal como la propia Cámara Nacional Electoral ha afirmado, "en la medida en que los procesos electorales se realicen en mejores condiciones de información, imparcialidad y libertad, mayor será la calidad de la democracia" .

Así, “en el marco de una campaña ELECTORAL, la libertad de pensamiento y de expresión [...] constituye un bastión fundamental para el debate durante el proceso ELECTORAL, debido a que se transforma en una herramienta esencial para la formación de la opinión pública de los electores, fortalece la contienda política entre los distintos candidatos y partidos que participan en los comicios y se transforma en un auténtico instrumento de análisis de las plataformas políticas planteadas por los distintos candidatos” .

En este contexto, los medios de comunicación constituyen un actor central en tanto “(…) han […] anulado la distancia que históricamente separaba […] a los dirigentes de los dirigidos, a los gobernantes de los gobernados” (Fayt, Carlos S., “Sufragio, representación y telepolítica”, Buenos Aires, Ed. La ley, 2008, pág. 149) y “como espejo de los acontecimientos y eco de los sucesos y de cuanto interesa […] tiene[n] gravitación y significativa influencia” (Ibid., pág. 152). En efecto, "todo sistema social se halla condicionado por la naturaleza de los medios de comunicación" (cf. Kenneth, en "Mc Luhan: caliente y frío", Ed. Sudamericana, 1973, pág. 96, en Bustamante Alsina, Jorge, “Responsabilidad social de los medios masivos de comunicación. La sociedad mediática”, LL, 1998-B-1272), pues “[e]n la formación de las sociedades, los medios han sido siempre más importantes […] [en tanto] […] [e]l medio es en sí mismo un mensaje” (cf. Mc Luhan, “El medio es el mensaje”; en Poviña, Alfredo, “Tratado de sociología”, Astrea, Buenos Aires, 1977, pág. 287).

De tal manera, en el marco de los procesos electorales, la forma en que intervienen los medios de comunicación y se desarrolla el uso de la tecnología, se vuelve fundamental en tanto permiten al elector contar con una plataforma de datos, conocimientos e insumos para reflexionar, generar opinión crítica, evaluar a los candidatos y así fundar su decisión electoral, alimentando la calidad democrática.

Tal como ha reseñado la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos –CIDH- en el caso Ricardo Canese vs. Paraguay “Es preciso que todos puedan cuestionar e indagar sobre la capacidad e idoneidad de los candidatos, así como disentir y confrontar sus propuestas, ideas y opiniones de manera que los electores puedan formar su criterio para votar. En este sentido, el ejercicio de los derechos políticos y la libertad de pensamiento y de expresión se encuentran íntimamente ligados y se fortalecen entre sí (CIDH, 2004: párr. 88 y 90).

Sin embargo, y como consecuencia de ello, la calidad de dicho insumo informativo resulta también un condicionante para el debilitamiento democrático, en tanto la información errónea, inverosímil, imprecisa, vaga o maliciosamente construida, produce en el elector un estado de confusión que termina por afectar su sana discreción y libertad para el pleno ejercicio del derecho a sufragar, extendiendo sus efectos hacia procesos electorales viciados, y con ello, a democracias debilitadas.

Así, y tal como la propia Cámara Nacional Electoral ha manifestado, “en relación con la información y difusión de ideas de las agrupaciones políticas en las contiendas electorales, no puede dejar de advertirse el impacto y los nuevos desafíos que representa el auge de las plataformas y entornos digitales, que se constituyeron en un novedoso circuito de comunicación, dado que el uso de las redes sociales –que en los últimos años se tornaron herramientas de uso masivo- aceleraron los tiempos de circulación y difusión de la información. Al respecto, no puede soslayarse que el rol de las nuevas tecnologías implica nuevas formas de construcción de sentido sustancialmente distintas a las de los medios tradicionales de comunicación.

Ello adquiere particular relevancia, al considerar el fenómeno que se ha producido en los últimos años en nuestro país, respecto a la forma en que los ciudadanos se informan de los asuntos políticos. Tendencia que –vale señalar- forma parte de un proceso de escala global, constituyendo un nuevo paradigma de la era digital.

En conformidad con ello, fenómenos tales como fake news, publicidad engañosa, información inverosímil o incomprobable y la ausencia de fuentes informativas de rigor constituyen prácticas fraudulentas que afectan el insumo informativo del elector, y con ello el proceso volitivo racional que lleva adelante en el marco de procesos electorales, creando una tensión que enfrenta la veracidad de la información, la libertad de expresión y el derecho al sufragio libre e informado; todos estos, valores esenciales para la democracia y su confianza.

Así en los términos planteados en este proyecto, se busca generar un vínculo entre los actores a cargo del control electoral (CNE), por un lado, y los medios digitales y redes sociales (motores de búsqueda, FACEBOOK e INSTAGRAM) por el otro; promoviendo un interrelacionamiento centrado en asegurar las condiciones para el ejercicio de un voto informado, evitando que la información desinforme y que se manipule la voluntad electoral.

Todo ello, y para que los actores democráticos puedan decidir y así utilizar correctamente las instituciones creadas a tal fin, es necesario que los votantes cuenten con información para tomar su decisión. Esta información mientras más verídica y completa sea, mayor certidumbre otorga al votante para llevar adelante su misión democrática.

En conformidad con ello, la teoría de la elección racional señala que al momento de la votación, el individuo realiza un proceso de racionalización durante el cual evalúa costo y beneficio de su acción (voto) a realizar.

Así, la racionalidad se basa en tomar decisiones reflexionadas en base a nuestras preferencias: en un momento preliminar se identifican las propias preferencias, luego se releva información exterior en base a estas, y finalmente se toma una decisión de tipo “racional” o “reflexionada” que vincule deseos, preferencias e información externa.

La información externa, no obstante, forma parte del "medio ambiente externo" en el cual predomina la incertidumbre acerca de cómo funcionan las cosas, las preferencias de los demás, la información con que cuentan, sus deseos, etc: en este mundo predomina la incertidumbre de los ciudadanos a la hora de elegir sus gobernantes, ya que la falta de información los hace ignorantes respecto del accionar de los partidos, y por lo tanto su “decisión de voto se oscurece por falta de conocimiento” .

En este contexto de incertidumbre, aparecen factores externos (individuos, medios o actores comunicacionales) que cumplen la función de persuadir a los electores en su decisión, para así llenar el vacío que deja la falta de información correcta. Estos, por lo tanto tienen mayor peso político que los ciudadanos corrientes ya que tienen la capacidad de convencer a los electores en su dilema de quién han de apoyar, además son estos agentes muy importantes para el gobierno ya que también indagan por los deseos de los ciudadanos, orientando así al partido, o partidos, en el poder sobre el rumbo que han de tomar las políticas que formulen.

II- La importancia del proyecto

Tal como hemos expresado, estas prácticas distorsiva de la información persiguen como objetivo viciar la voluntad genuina de los electores, afectando su proceso decisional racional a través de la incertidumbre y la persuasión condicionada.

En los términos en los que ha sido redactado este proyecto, se busca garantizar precisamente tanto el correcto desenvolvimiento del procedimiento electoral, cuanto encauzar el comportamiento de los actores involucrados, protegiendo el ejercicio de su derecho político activo y la voluntad política de una comunidad ante la elección de sus autoridades.

De esta forma, se propone una intervención del organismo competente en materia electoral, la Cámara Nacional Electoral, para que lleve adelante una labor de cooperación con actores externos generadores y transmisores de la comunicación y la información (los buscadores de internet o denominados motores de búsqueda y FACEBOOK e INSTAGRAM), para que actúen integradamente en la generación de herramientas que permitan debilitar el impacto de las fake news y la desinformación en los electores.

Con los primeros (motores de búsqueda) se busca limitar la incertidumbre facilitando la detección de noticias falsas o maliciosas en materia político electoral sin limitar o restringir el derecho a la libre expresión, buscando que sean estos mismos buscadores quienes colaboren poniendo a disposición un canal de denuncia y réplica para aquellos candidatos, agrupaciones políticas y autoridades partidarias oficialmente registradas en los términos de la ACORDADA EXTRAORDINARIA N °66/18 de esta Cámara Nacional Electoral (quienes tengan cuentas registradas).

En el segundo punto, se busca proyectar el mismo espíritu cooperativo plantado a través del memorándum de entendimiento suscripto entre esta Cámara Nacional Electoral y Twitter inc. a fines del año 2018.

Con ello, se busca invitar a la suscripción de un acuerdo con las plataformas FACEBOOK e INSTAGRAM buscando generar en ellos un compromiso y responsabilidad para promover la transmisión de información segura sobre los procesos electorales, combatir la generación de información falsa y la inducción de los electores, a través de un sistema de registración de identidad de anunciantes políticos electorales pagos que le permita a los usuarios conocer el origen de dicha noticia o anuncio y su procedencia; y finalmente también generar canales de denuncias, rectificación y réplica de la información que refiera o involucre a candidatos, agrupaciones políticas y autoridades partidarias oficialmente registradas en los términos de la ACORDADA EXTRAORDINARIA N °66/18 de la CNE, tal como se propone con los motores de búsqueda.

Así y a través de una metodología no punitiva o coactiva y que regule lo menos restrictivamente posible el libre ejercicio de la libertad de expresión, se busca revertir colaborativamente la desinformación y la confusión del electorado, haciendo efectiva la promesa constitucional de garantizar el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia.

Por todo ello, ponemos a consideración este proyecto de declaración confiando en su aprobación.