Solicitar al Poder Ejecutivo que a través de la Secretaria de Deportes de la Nación y/o las autoridades del CENARD informe a esta Cámara acerca de las presuntas presiones que sufriera la nadadora Georgina Bardach por funcionarios de la Confederación Argentina de Natación para que asistiera a un acto político. La gravedad de la denuncia de la deportista se vuelve más significativa, en la medida que el acto que se realizó en el CENARD fue presidido por la Presidenta de la República.

Señor presidente:

La Cámara de diputados debe expresar su profunda preocupación por las declaraciones de la nadadora olímpica argentina Georgina Bardach publicadas en el diario Perfil en su edición del 5 de julio del 2008 acerca de las presiones hechas por funcionarios de la Confederación Argentina de Natación (Cadda) a ella y otros deportistas para que asistieran a un acto político de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se realizó en el CENARD.

El deporte argentino le ha dado a la república en los últimos años innumerables logros internacionales. El valor que tiene para la cultura argentina que deportistas en diferentes disciplinas individuales o de equipos suelan estar en los primeros lugares de los torneos, campeonatos u olimpíadas mundiales es incuestionable. Esos éxitos ayudan a mejorar las relaciones de cooperación internacionales con otros pueblos del planeta, y hacen más plausibles las posibilidades para el crecimiento y el desarrollo de nuestra sociedad. En este sentido el deporte tiene una misión cultural importante en el mejoramiento de las relaciones con otras sociedades y en el afianzamiento de vínculos con los ciudadanos de otras partes del mundo. La presencia del deporte argentino en la competencia con otros países debe ser una política nacional que los gobiernos de la república no pueden desatender.

Sin embargo, los logros de nuestros deportistas amateurs suelen explicarse por sus esfuerzos individuales y no por la ayuda que ofrecen con sus políticas las distintas áreas del gobierno. El caso de la nadadora Georgina Bardach, quien participo en los juegos olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004 obteniendo en este último una medalla de bronce, se inscribe en estas condiciones. Declaró al diario citado que "...si gano una medalla no voy a la Casa de Gobierno". Es inevitable pensar que su deseo de no visitar, y como es costumbre en muchas ocasiones reunirse con los presidentes después de éxitos deportivos internacionales, no se debe a que Bardach no pertenezca al partido del gobierno, sino a que, y sus otras declaraciones hechas en el Programa Polideportivo Ciudad que se emite por AM 1110 así lo testimonian , el trato que ella ha recibido por las autoridades del Cadda no merece en su opinión que el gobierno, que poco hace para promover y posibilitar posibles triunfos, obtuviera crédito alguno.