Fernando Adolfo Iglesias
Diputado de la Nación
PRO
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE LEY
Expediente: 3415-D-2019
Sumario: INSTITUYASE LA CUARTA SEMANA DEL MES DE ABRIL DE CADA AÑO COMO LA "SEMANA NACIONAL DE LAS NIÑAS Y JOVENES EN LA ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO".
Fecha: 04/07/2019
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 90
Semana Nacional de las Niñas y Jóvenes en la Economía del Conocimiento
Artículo 1°.- Institúyase la “Semana Nacional de las Niñas y Jóvenes en la Economía del Conocimiento” a conmemorarse la cuarta semana de abril de cada año, en todo el territorio de la República Argentina.
Artículo 2°.- La presente ley tiene como objeto concientizar a la población acerca de la importancia de alentar y motivar las vocaciones tecnológicas así como reducir las brechas digitales en los procesos de apropiación social de las Tecnologías de la Información y la Comunicación por parte de niñas y jóvenes del país.
Artículo 3°.- Son objetivos de la presente Ley:
a) Impulsar buenas prácticas de apropiación social de las tecnologías digitales;
b) inspirar y motivar el interés en ciencias tecnológicas;
c) impulsar la educación y formación en ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (STEAM);
d) promover la alfabetización y el uso de las tecnologías del aprendizaje y la comunicación (TAC) para el conocimiento y educación;
e) articular campañas y actividades afines a la temática con los ámbitos de la educación, la ciencia y la tecnología.
Artículo 4°.- El Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología será el encargado de instrumentar campañas y actividades en el marco de la conmemoración de dicha semana.
Artículo 5°.- Invitar a los gobiernos provinciales, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles y al sector privado del área de la economía del conocimiento a adherir a las actividades que anualmente se organicen.
Artículo 6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En la actualidad, existe cierto consenso en que el foco del estudio de las brechas digitales se ha ido desplazando de las cuestiones de acceso a las tecnologías digitales (brecha de primer nivel) hacia las competencias para manejarlas (brecha de segundo nivel) y, sobre todo, las prácticas que las personas y grupos sociales construyen en torno a ellas (brecha de tercer nivel).
La segunda dimensión donde el análisis de las brechas digitales ha puesto el foco alude a las habilidades digitales. El razonamiento seguido por los organismos internacionales (ONU, BID, CEPAL, entre otros) fue el siguiente: no es suficiente con garantizar el acceso a las TIC si no se consideran los saberes y conocimientos necesarios para poder operarlas. De allí que dos personas con igual cantidad y calidad de acceso a dispositivos y conexiones podrían hacer usos diferentes según las distintas habilidades que cada uno posea. En consecuencia, gran parte de la literatura de los países centrales comenzó a dedicarse al estudio de las llamadas competencias del Siglo XXI. Ya en su precursora trilogía sobre la Era de la Información, Castells (1996) anunciaba que más allá de las brechas de acceso habría una brecha al interior de los “incluidos digitales”. Esta distancia estaría signada por la capacidad para hacer un uso productivo de las TIC a partir de su manejo habilidoso. Así, los usuarios se dividirían entre interactuantes activos y creativos e interactuados condenados a un uso pasivo. En esta misma dirección, muchos trabajos han distinguido los usos productivos de los usos improductivos de las TIC. Mientras los primeros implicarían un uso provechoso en términos educativos y laborales, los segundos consistirían simplemente en un entretenimiento pasajero.
Estudios recientes han demostrado que las diferencias en las habilidades digitales no alcanzan para explicar los resultados diferentes a que los mismos usos pueden conducir. Helsper (2017) y Van Deursen, Helsper, Eynon y van Dijk (2017), señalan que usuarios con el mismo bagaje sociocultural y económico y las mismas habilidades digitales obtienen provechos y consiguen recursos diferentes (aumentar sus ingresos, mejorar su rendimiento educativo, conseguir trabajo) a partir de los mismos usos de las tecnologías digitales. Por lo tanto, señalan las autoras, es preciso indagar en las percepciones de la tecnología propias de cada sujeto para
poder comprender estas diferencias que derivan en un aumento de las desigualdades sociales.
Desde una perspectiva latinoamericana de los estudios culturales, diversos trabajos e investigaciones han puesto el foco en las representaciones sociales de las TIC para comprender los sentidos en que los usos y prácticas digitales constituyen modos diferenciales de apropiación.
La investigación cualitativa de los procesos de apropiación social de las tecnologías digitales nos permite comprender la construcción de sentido que desborda el mero acceso. La investigación del rol social de las tecnologías digitales en la sociedad contemporánea no puede relevarse únicamente mediante datos estadísticos.
Es importante pensar la brecha digital en cada contexto social e histórico, de acuerdo con los intereses y necesidades de los distintos sectores sociales y teniendo en cuenta no sólo las brechas relativas al acceso al hardware y al software, sino también a la información y a los conocimientos y habilidades necesarias para hacer un uso significativo de los dispositivos tecnológicos. Las brechas digitales están dadas por la posibilidad o dificultades que tienen los grupos sociales de aprovechar colectivamente las tecnologías de la información y comunicación para transformar la realidad en la que se desenvuelven y mejorar las condiciones de vida de sus integrantes.
Esta tercera instancia de análisis, que ha puesto el foco en los usos que los actores otorgan a las TIC, así como en los sentidos que estas prácticas adquieren en su vida cotidiana. Se trata de la tercera dimensión relativa a la calidad y el significado de los usos. El concepto de apropiación resulta clave para comprender esta nueva dimensión ya que, al tener en cuenta la perspectiva de los propios actores, logra conjugar necesidades, propósitos, habilidades, logros, expectativas y ansiedades que, depositadas en las TIC, traccionan las prácticas tecnológicas que aquellos desarrollan. Es decir, se trata de una experiencia que se construye social, histórica y biográficamente, siendo, al mismo tiempo, diferenciada de acuerdo a la clase social, al género, a la pertenencia generacional y a la biografía personal.
La apropiación tecnológica es un proceso socio-técnico-cultural dialéctico, en constante evolución y, por lo tanto, imposible de cerrar. Así, la tendencia existente hacia la universalización del acceso hogareño a las TIC no implica que su apropiación se vuelva completamente equitativa.
La originalidad y relevancia de la semana que establece la presente ley radica justamente en estudiar y comparar las intersecciones entre variables de edad, nivel socioeconómico y género de manera situada. Para poder comprender la incidencia de dichas variables es necesario profundizar los estudios cualitativos que indaguen la construcción de las trayectorias de apropiación. En tanto la apropiación no se da en el vacío ni se trata de un hecho aislado de su contexto sino que consiste en un proceso situado, cuyo desarrollo es intrínseco al curso de la vida de los sujetos, la investigación social debe abordar el acceso, el uso y la apropiación de las tecnologías digitales como parte de sus trayectorias biográficas, y así lograr una estrategia que permita establecer y comprender los vínculos intrínsecos entre los cursos de vida y las trayectorias de apropiación de las TIC.
En definitiva, solamente abarcando las trayectorias de apropiación pueden comprenderse los vínculos entre tecnología y desigualdades leyéndolos no meramente como una posición/condición estanca en un determinado momento sino como fruto de un conjunto complejo de procesos de acumulación de ventajas y desventajas.
Podemos afirmar que frente a la correlación de segundas, terceras y cuartas generaciones de tecnologías digitales y de desigualdades, se vuelven necesarias nuevas herramientas conceptuales y metodológicas para dar cuenta de estos procesos. Es decir, nuestros marcos teórico-metodológicos deben adaptarse a las realidades sociales 2.0.
También podemos reflexionar sobre la importancia que implica en el mundo actual las actividades de la Economía del Conocimiento, que son aquellas que unen el uso intensivo de la tecnología y el capital humano (software, producciones audiovisuales, biotecnología, ingeniería, servicios profesionales, etc.), y que tienen el gran potencial de aumentar la productividad de la economía de nuestro país generando cantidad y calidad de empleos que contribuye al desarrollo de Argentina. El uso de las tecnologías de la información y la comunicación, de modo de articular propuestas de actividades y campañas que incentiven el desarrollo de las mismas para así ofrecer espacios de interacción para niñas y jóvenes del país.
La brecha digital de género, agrava las diferencias profesionales y laborales en general y sus consecuencias en términos de salario, estabilidad de empleo, credibilidad y reconocimiento profesional, genera desaprovechamiento de las TIC para la corrección de las propias desigualdades ocasionadas por los roles reproductivos (por ejemplo, las mujeres en maternidad podrían seguir trabajando
desde sus casas), retrasa el despegue y desarrollo del comercio electrónico, restringe y retarda la adopción de innovaciones (por ejemplo, inscripción a servicios on-line).
Una mayor utilización de las Tecnologías del Aprendizaje y la Comunicación (TAC) podría incentivar a que las niñas y jóvenes tomen parte activa a redes de apoyo y defensa de los derechos de las mujeres y accedan a nuevos trabajos y oportunidades, participen en iniciativas de aprendizaje interactivo, sepan como apropiarse socialmente de las tecnologías digitales y tengan la oportunidad de recibir informaciones de calidad no disponibles en otros medios de comunicación tradicionales.
Se necesitan nuevos talentos tecnológicos y esto se debe a que no hay suficientes estudiantes formándose en matemáticas, ingeniería, informática, arte o ciencias (STEAM). Para agravar este problema, el número de niñas y jóvenes estudiantes de carreras técnicas es desproporcionadamente bajo. Las empresas de la economía del conocimiento buscan atraer y promover la presencia de mujeres ya que una mayor diversidad de la plantilla es buena para su actividad.
A nivel global, los países están trabajando intensamente para hacer crecer la industria del conocimiento entendiendo que constituye el empleo del presente y el futuro y que involucra desarrollo sustentable, calidad, innovación y en ese sentido, nuestro país se inserta en esa senda, presentando ventajas muy competitivas: tiene talento, fuerza emprendedora, formación técnica y profesional.
La propuesta de instituir una semana nacional de las Niñas y Jóvenes en la Economía del Conocimiento, tiene un correlato con las oportunidades de empleo en el sector tecnológico en general. El sector es uno de los de mayor empuje económico creciente a nivel mundial, y también en la Argentina, y se caracteriza por la necesidad apremiante de incorporar una amplia variedad de talentos. El mercado demanda recursos capacitados en programación, inteligencia artificial, robótica, big data y otras disciplinas afines.
Sería una semana especial donde el Poder Ejecutivo Nacional, pueda alentar a través de sus organismos, para que se realicen campañas y actividades afines a la temática, y que involucre a empresas, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y otras partes interesadas a sumarse y celebrar la “Semana Nacional de las Niñas y Jóvenes en la Economía del Conocimiento”. Los centros educativos pueden integrarse a esta celebración programando diversas actividades
relativas al conocimiento y educación de niñas y jóvenes de su comunidad educativa.
Por tales motivos y en virtud de lo expuesto, solicito a mis pares, me acompañen con la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORALES, FLAVIA | MISIONES | FRENTE DE LA CONCORDIA MISIONERO |
WELLBACH, RICARDO | MISIONES | FRENTE DE LA CONCORDIA MISIONERO |
BERISSO, HERNAN | BUENOS AIRES | PRO |
DI STEFANO, DANIEL | MISIONES | FRENTE DE LA CONCORDIA MISIONERO |
DERNA, VERONICA | MISIONES | FRENTE DE LA CONCORDIA MISIONERO |
WECHSLER, MARCELO GERMAN | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
AUSTIN, BRENDA LIS | CORDOBA | UCR |
SALVAREZZA, ROBERTO | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CAMPAGNOLI, MARCELA | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA |
IGLESIAS, FERNANDO ADOLFO | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
CARRIZO, ANA CARLA | CIUDAD de BUENOS AIRES | EVOLUCION RADICAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LEGISLACION GENERAL (Primera Competencia) |
COMUNICACIONES E INFORMATICA |