Su repudio y condena al golpe de estado del pasado 28 de junio contra el Gobierno del Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, que produjo la alteración inconstitucional del orden democrático.

Señor presidente:

El golpe de estado llevado a cabo en la madrugada del domingo 28 de junio contra el gobierno constitucional de José Manuel Zelaya Rosales, en la República de Honduras, debe ser repudiado y condenado por este Congreso, en defensa de los principios y valores democráticos y republicanos que sostiene nuestra Constitución Nacional y los Pactos y Acuerdos Internacionales que nuestro país ha firmado.

El rompimiento del orden constitucional en ese país centroamericano es una profunda violación al sistema democrático y al estado de derecho, al mismo tiempo que representa una clara alteración al Derecho Internacional y a la Carta Democrática Interamericana, que establece en sus considerandos que "la democracia representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región y que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto del principio de no intervención" y, en su artículo primero, que "la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas".

El Consejo Permanente de la OEA aprobó el 28 de junio una resolución en la que condenó "enérgicamente" el golpe de estado y la detención y expulsión del país del Presidente Zelaya; exigió el regreso a sus funciones del Primer Mandatario; declaró que no se reconocerá a ningún gobierno que surja del golpe inconstitucional, y condenó todo acto de violencia y detención arbitraria de funcionarios del gobierno de Zelaya, exigiendo su libertad inmediata.

El estado argentino debe seguir la línea condenatoria, manifestada también por diversas Organizaciones Internacionales y por la totalidad de los gobiernos de la región y de la Unión Europea, y repudiar enérgicamente la toma del poder por parte de grupos militares armados apañados en una decisión de la Corte Suprema de Honduras, que justificó la decisión acusando a Zelaya de haber desconocido mandatos de la justicia ordinaria y electoral, del Congreso Nacional, de la Procuraduría General y de otros órganos del Estado, que declararon ilegal la consulta promovida por el Presidente para reformar la Constitución.

Esta Honorable Cámara de Diputados rechaza la designación de Roberto Micheletti como Presidente de Facto por el Congreso hondureño y desconoce su nombramiento, al mismo tiempo que mantiene firme su apoyo al sostenimiento del orden constitucional precedente, conducido por el gobierno de Zelaya.

Todo golpe de estado cívico-militar debe ser enérgicamente repudiado y rechazado por esta Cámara, sosteniendo y defendiendo los valores y principios democráticos y los Derechos Humanos.