Expresar su más profundo dolor, pena y pesar por la muerte de Ernesto Sábato, uno de los escritores más reconocidos de la historia argentina y un ferviente luchador por los derechos humanos.

Señor presidente:

El escritor Ernesto Sábato falleció el pasado 30 de abril de 2011 en Santos Lugares, Provincia de Buenos Aires, a menos de dos meses de cumplir los 100 años.

Sábato fue un consagrado escritor y ensayista argentino. Escribió tres novelas que figuran entre las más reconocidas en la literatura argentina del siglo XX: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974).

Asimismo fue autor de numerosos ensayos sobre la condición humana como El caso Sabato. Torturas y libertad de prensa. Carta abierta al general Aramburu (1956), El escritor y sus fantasmas (1963), Apologías y rechazos (1979), Entre la letra y la sangre (1988), Antes del Fin (1998) y La Resistencia (2000), entre otros.

Algunas de sus obras, como El túnel, han sido traducidas a más de diez lenguas y leídas en decenas de países.

Además de su larga trayectoria como escritor y ensayista, fue un incansable luchador por los derechos humanos. A pedido del ex presidente Raúl Alfonsín, presidió la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) cuya investigación, publicada en el libro Nunca Más, Informe de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas (1985), abrió las puertas para el juicio a las juntas militares en 1985.

Desde un principio Sábato luchó, desde su rol de escritor, contra el autoritarismo y la censura de la última dictadura militar: en 1979 publicó Apologías y Rechazos, siete ensayos en los que desafió a la censura impuesta por la dictadura militar en la Argentina.

Ya en uno de sus primeros ensayos, El caso Sabato. Torturas y libertad de prensa. Carta abierta al general Aramburu (1956), Sábato había mostrado su preocupación por las violaciones a los derechos humanos y a la libertad de prensa durante la dictadura del general Aramburu.

A lo largo de su vida recibió numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales, tales como el Gran Premio de la Sociedad Argentina de Escritores (1974), el Premio de Consagración Nacional de la Argentina (1975), el Premio a la Mejor Novela Extranjera en París por Abaddón el exterminador y el Premio Medici en Italia (1976), la Gran Cruz al mérito civil en España (1978), el Premio Miguel de Cervantes -máximo galardón literario a escritores de habla hispana- (1984), la Gran Cruz de Oficial de la República Federal de Alemania (1986), el Premio Jerusalén en Israel (1989) y el XI Premio Internacional Menéndez Pelayo, entre otros.

Sin dudas, su magnífica obra literaria como escritor y ensayista lo ubica entre los escritores argentinos y latinoamericanos más reconocidos del siglo XX.

Del mismo modo, su comprometida lucha por los derechos humanos, la democracia y la libertad de expresión lo colocan entre las personalidades más comprometidas con la ética y los derechos humanos en nuestra historia reciente.

Por todo lo expuesto aquí es que solicito la aprobación del presente proyecto.