Su más enérgico repudio al libro “Cómo matar un chorro y no ir en cana siendo policía” - y a su autor - por constituir el mismo una explícita apología de la violencia institucional.

Señor presidente:

Recientemente trascendió, a través de una nota periodística, la existencia de un libro titulado “Cómo matar un chorro y no ir en cana siendo policía”.

Mediante el mismo se aconseja a policías a evitar la “telaraña judicial” cuando quedan detenidos por matar a tiros a una persona. Su autor es Marcelo Soriano quién sugiere estar bien preparado para matar. Para ello, selecciona las técnicas para abatir de uno o varios disparos, pero recomienda que luego de ser detenido el policía declare que “podría haber actuado por error o ignorancia”.

El libro forma parte de una saga con títulos igual de sugerentes: “Cómo matar un chorro y no ir en cana”, “Cómo matar un chorro y no ir en cana: Recargado”, y “Doctrina de Seguridad: La Solución Final”.

Soriano, tomó el caso Chocobar (que se encuentra procesado por homicidio agravado por el asesinato por la espalda de Pablo Kukoc) como eje de sus argumentos y considera a la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil, surgida en Córdoba a partir de los fusilamientos cometidos por la policía cordobesa, como una organización terrorista.

Se explaya en las técnicas de disparos en enfrentamientos, que el policía deberá conocer porque tendrá que explicar, según sostiene, por qué utilizó tal o cual, entre ellas la de “abatimiento de blanco”, que “habilita” a vaciar el cargador sobre el blanco,

Asimismo, recalca que “tal vez, podría omitir declarar respecto de alguna cuestión sobre la que no tenga certeza, respecto de la completa legalidad de sus actos”, “dejando al descubierto que podría haber actuado por error o ignorancia”.

Cómo podrá observarse el libro reseñado no es más que una explícita apología de la violencia institucional, que reproduce el clima de época y que va en consonancia con las declaraciones efectuadas por diversos funcionarios del Gobierno nacional.

Como resulta de público conocimiento, días después de conocerse el procesamiento de Chocobar, el presidente Macri lo recibió en la Casa Rosada, quién le refirió sus felicitaciones por su actuar: "Estoy orgulloso de que haya un policía como vos al servicio de los ciudadanos. Hiciste lo que hay que hacer, que es defendernos de un delincuente"; para luego agregar: "Quedate tranquilo porque hiciste lo que hay que hacer y te vamos a ayudar a resolver tu situación".

Por su parte, la Ministra de Seguridad de la Nación, Sra. Patricia Bullrich declaró públicamente ante los medios de prensa que "lo importante es que acá damos vuelta la realidad como Gobierno: los victimarios parecían las víctimas y las víctimas parecían los victimarios. En nuestro Gobierno hemos revertido esto, tanto hacia el interior de las fuerzas como con la sociedad. Por eso entendemos el accionar policial de Chocobar". Asimismo, afirmó que “en este caso el agente Chocobar actuó en cumplimiento deber policial, frente a una situación en la que había una persona agredida con múltiples heridas, a los gritos, dio la voz de alto, persiguió al delincuente hasta hacer cesar el delito con el objetivo de que esa persona no agreda y mate a otro".

Finalmente, la Ministra declaró que "hemos tomado contacto para analizar los papeles, consideramos que el juez va a entender nuestro razonamiento", lo que claramente debe ser considerado como un acto coercitivo y de presión hacia el magistrado interviniente a fin que modifique su decisión. Al respecto cabe agregar que el juez que procesó a Chocobar (procesamiento que fue confirmado por la Cámara de Apelaciones) fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura por presunto mal desempeño en sus funciones a pocos días después de la declaración de Bullrich.

Por todo lo expuesto y sin perjuicio que la existencia del libro “Cómo matar un chorro y no ir en cana siendo policía” ya ha sido denunciada ante la PROCUVIN, corresponde exteriorizar el más profundo repudio al mismo - y a su autor - por constituir una explícita apología de la violencia institucional, motivo por el cual pido a mis colegas diputados y diputadas que me acompañen con este proyecto de declaración.