Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que arbitre los mecanismos necesarios a través de Cancillería Argentina para intervenir y procurar una solución a la situación que padece la ciudadana argentina Señora Carolina Pavón en la Republica Árabe de Egipto, donde se encuentra impedida de salir.

Señor presidente:

Consideramos imperante la intervención del Estado Nacional a través de los órganos pertinentes, ante la situación por la que atraviesa la ciudadana argentina Carolina Pavón en la Republica Árabe de Egipto.

La Señora Pavón se encuentra en la ciudad de Alejandría impedida de salir del país por decisión de su cónyuge.

Habiendo denunciado ser víctima de malos tratos durante años y sin lugar a reclamo alguno por ser “propiedad” de su cónyuge, éste le ha restringido su derecho a trabajar en un primer momento y a salir del país luego, sumándosele ahora la privación de contacto con sus hijas, de 11 y 7 años.

Hasta el momento, y a pesar de haber recurrido a las autoridades consulares, no se ha podido arribar a una solución, siendo que existe legislación internacional, ratificada por ambos países que brindaría una salida pacífica y rápida a la angustiosa situación.

La Republica Árabe de Egipto ha suscripto la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer el 18 de Septiembre de 1981 y a la Convención de los Derechos del Niño el 2 de Septiembre de 1990. En esta última, su artículo 4 manifiesta que “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional.”

Ante situaciones de esta índole, donde se producen choques de culturas, y lo religioso tiene una incidencia importante -como la que viviera años atrás Gabriela Arias Uriburu- surge la necesidad de que los Estados Parte desde una situación de autoridad, arbitren los medios que aseguren la participación y mediación de expertos a través de un trabajo interdisciplinario y brinden celeridad en la gestión. Es imperioso llevar adelante una labor componedora, que desarticule los posibles conflictos y privilegie el bien supremo de los niños involucrados.

Es necesario profundizar en la búsqueda de modelos alternativos de resolución de conflictos con liderazgo del Estado Argentino en la protección de los ciudadanos que residen fuera del país.

Es particular, es potestad del Estado Argentino velar por los derechos declarados para Carolina y sus hijas, reconocidos en el marco de los tratados internacionales suscriptos cuya aplicación le compete.

Desde esta Cámara, velamos y legislamos por la ampliación de derechos y el resguardo irrestricto a los derechos humanos, por lo que no podemos hacer oídos sordos a las palabras de Carolina cuando dice:

“Yo pido encarecidamente al pueblo argentino, mis compatriotas, y a nuestras autoridades competentes que vean la forma de poder hacer entrar en razón a la República Árabe de Egipto de que es inhumana mi situación. Que es una falta de derechos humanos completos mantenerme presa en un país sin poder trabajar y sin lugar propio donde estar, sólo por el despecho de un marido abandonado (y con razones de peso: violencia física y psicológica). Que por favor me permitan salir. Necesito pararme como ser humano, dignificar mi vida. Y ya desde afuera vería de seguir con los trámites de divorcio y derecho de visita a mis hijas. Pero ya desde una posición fuerte, segura…”. (el remarcado nos pertenece)

Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares, la aprobación del presente proyecto.