DECLARAR SU MAS ENERGICO REPUDIO A LA POLITICA INMIGRATORIA DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA DE SEPARAR A LAS PERSONAS MENORES DE EDAD DE SUS PORGENITORES CUANDO ARRIBAN A ESE PAIS EN BUSCA DE ASILO

REAFIRMAR SU SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS CUYOS DERECHOS AL ASILO Y A LA PROTECCION COMO MIGRANTES FUERON VULNERADOS DE LA FORMA MAS VIOLENTA, ESPECIALMENTE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES QUE FUERON LOS PRINCIPALES DAÑADOS POR ESTAS POLITICAS INMIGRATORIAS ABERRANTES.

Señor presidente:

Que el Gobierno de los Estados Unidos de América, por decisión de su presidente Donald Trump, aplicó una política migratoria contra las familias que buscan asilo y mejor destino en ese país, que consistió en separar a las personas menores de edad de sus progenitores para alojarlos en centros de detención distintos a los de sus padres.

Que frente a la presión de los grupos de la sociedad civil, así como distintos referentes de la dirigencia política interna, más los países concernidos y organizaciones internacionales, el Presidente Trump debió derogar la normativa que ponía en práctica esa política. Sin embargo, el daño ocasionado a las familias y especialmente a los menores de edad por el tiempo que se ejecutó esa medida, es irreparable y ha quedado inscripto en nuestros pueblos latinoamericanos como una muestra descarnada más de lo que es capaz ese país del norte.

Que la reacción contra esa política migratoria fue masiva y contundente, y afortunadamente estuvo masivamente reflejada en los medios masivos de comunicación. Probablemente ése fue el motivo por el cual el Presidente Trump debió dar marcha atrás con esa medida aberrante, y no por convicción humanista.

Es que esta normativa vulneraba además todo el andamiaje jurídico internacional que ofrece debida protección a quienes procuran refugio o asilo en otro país, y también a quienes toman la decisiva iniciativa de dejar sus raíces y trasladarse a otro país como inmigrantes, en busca de mejores oportunidades. Pero en este caso en particular, lo que los Estados Unidos de América ha vulnerado descarnadamente son los derechos de los niños, niñas y adolescentes, derechos que se encuentran reconocidos en la Convención de los Derechos del Niños, que ha adquirido mayormente fuerza de costumbre internacional.

De todas formas, esta manera de tratar a los inmigrantes no escapa a una tendencia lamentable y repudiable que ya venía implementándose en los Estados Unidos y también en toda Europa, donde los principios humanistas que forjaron ese continente y mucho de lo que hoy existe en términos de protección de los derechos humanos, parecen desvanecerse cobardemente. Es que Estados Unidos nació gracias a pueblos de inmigrantes, mientras que millones de europeos, huyendo de las atrocidades de la guerra, fueron recibidos como inmigrantes alrededor del mundo, incluidos los países latinoamericanos.

Las instituciones democráticas de nuestros pueblos, incluida por supuesto esta Cámara de Diputados, deben no sólo pronunciarse categóricamente en contra de estas medidas, sino que también deberían establecer ámbitos políticos que permitan contrarrestar esta discrecionalidad nefasta del gobierno de los Estados Unidos de América para aplicar políticas migratorias que dañan irreparablemente a nuestros hermanas y hermanos latinoamericanos.

Este proyecto está inspirado en esos desafíos urgentes.