La preocupación por el fuerte impacto que significan los aumentos en las tarifas de luz eléctrica y gas natural en el presupuesto de las Universidades Nacionales.

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Energía y Minería, realice las gestiones pertinentes a los fines de excluir de la actualización tarifaria, dispuesta por las Resoluciones 6/16, 7/16, 28/16 y 31/16 del Ministerio de Energía y Minería, a las Universidades Nacionales incluidas en el artículo 12 de la ley de Presupuesto Nacional para el Año 2016.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene por objeto reconocer el injusto tratamiento que se le ha dado a las Universidades Nacionales en las Resoluciones 6/16, 7/16, 28/16 y 31/16 del Ministerio de Energía y Minería de la Nación.

Vemos con gran preocupación que no se haya previsto la exclusión en el nuevo cuadro tarifario de energía eléctrica y gas natural a estos establecimientos educativos, o al menos haberles otorgado una tarifa diferenciada.

Consideramos que inmediatamente debe solucionarse el “olvido” y se debe realizar por medio de una readecuación de las resoluciones mencionadas, no pudiendo quedar al arbitrio de la voluntad del titular Poder Ejecutivo, el envío de partidas presupuestarias paliativas de la situación.

En algunas universidades los aumentos llegaron hasta el 600 por ciento (600%) y al momento de aprobarse el presupuesto universitario, estos aumentos no fueron previstos, existiendo hoy, la cierta probabilidad que se vea afectada la planificación establecida, afectando el normal funcionamiento.

El aumento de las tarifas de energía eléctrica y gas natural a las Universidades Nacionales representa en los hechos un recorte presupuestario de la Educación Publica.

Si bien los establecimientos deben llevar adelante una política de reducción del consumo energético, eso no puede realizarse en detrimento del cumplimiento de su función básica: educar y formar profesionales. Sugerir que las Universidades para aprovechar al máximo la luz solar, reduzcan jornadas, es ir contra otra premisa básica de la educación; afectando principalmente a aquellos que trabajan y estudian.

El ahorro de energía es una conducta que todos debemos incorporar a nuestro estilo de vida, pero esta práctica no puede llevarnos a hipotecar el patrimonio cultural futuro. El suspender actividades culturales, deportivas, extracurriculares, reuniones académicas, talleres, charlas debate, etcétera, es el principio de ello.

La educación pública es un pilar fundamental para lograr la igualdad de oportunidades, no debemos jamás dejar que la misma sea avasallada por los intereses del mercado.

Por los motivos expuestos, solicitamos la aprobación del presente proyecto de Declaración.