Citar, para su interpelación -de conformidad con el artículo 71 de la Constitución Nacional y los artículos 204, 205, 206 del Reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación- al Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una sesión plenaria de la Cámara de Diputados, a fin de que informen públicamente y respondan las inquietudes de los legisladores nacionales, acerca de las revelaciones periodísticas que señalan que dicho ministro blanqueó $20 millones a través de una empresa llamada "Florentine Global" en el último sinceramiento fiscal llevado adelante por la AFIP. Y sobre la presunción de que el dinero blanqueado proviene de la evasión fiscal, en la medida en que estuvo y está radicado en paraísos fiscales.

Señor presidente:

El gabinete ministerial del presidente Macri, compuesto en gran medida por CEOs o representantes jerárquicos de los grandes grupos capitalistas, vuelve a mostrar una vez más la naturaleza corrupta de un régimen destinado a servir los intereses sociales de una clase completamente divorciada de los intereses nacionales. Al escándalo en torno al Ministro Caputo -acusado de ser accionista de un consorcio de empresas “off-shore” y, a su vez, de que este conglomerado de fondos de inversión, siendo Caputo Ministro de Finanzas, habría comprado bonos de deuda externa en términos leoninos para el país- se suman ahora, a partir de un trabajo periodístico de la Revista Noticias, las denuncias sobre lavado de dinero de parte, ¡nada menos!, que del Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Según transcendió públicamente a partir del citado informe, Dujovne se acogió al régimen de sinceramiento fiscal en agosto de 2016, cuando aún no había sido designado ministro, mientras se dedicaba a la actividad privada. La cifra blanqueada provendría de “fondos en negro”, que generalmente tienen origen en la evasión. Lo que el funcionario habría blanqueado fue una sociedad en el exterior llamada Florentine Global, valuada en 20 millones de pesos. La investigación periodística que sostiene que el ministro habría sido “un gran evasor hasta hace muy poco”, también afirma que “por los montos en cuestión, si Nicolás Dujovne no se acogía a la amnistía podría haber ido preso” con una pena de entre 3 y 9 años de prisión, por tratarse ese delito de una “evasión agravada” (Revista Noticias). A ello se suma la información de que el Ministro de Hacienda tiene el 76% de su patrimonio radicado fuera del país, que según ha trascendido por los medios periodísticos también, son $ 74 millones radicados en el exterior que figuran en su última declaración jurada.

El blanqueo de capitales es un mecanismo para habilitar el circuito legal de dinero que no fue declarado, que proviene por generalmente de la evasión impositiva y de orígenes no conocidos, es decir, que se trata mayormente de “dinero mal habido”, que puede ser proveniente del lavado de dinero de distintas actividades ilícitas y muchas veces criminales. Es un mecanismo al servicio, por ejemplo, de las redes criminales de trata de personas o del narcotráfico. Este nefasto mecanismo del “blanqueo”, por el cual ahora está en la mira un ministro de Cambiemos, fue sin embargo un recurso utilizado por todos los gobiernos. Con cristina Kirchner, tuvimos casi una decena de blanqueos a lo largo de su gestión. Es notable que mientras se disponían estos mecanismos para fondos no declarados, flagelos ya citados como la trata de personas o el narcotráfico no han cesado de crecer bajo todos los gobiernos de la “democracia”.

En febrero del año pasado (2017) el gobierno presentó al “sinceramiento fiscal” (blanqueo) como un recurso para ´reparar´ la deuda del Estado con los jubilados, por los haberes mal liquidados durante toda la década kirchnerista. En esos años, la plata de la ANSES se utilizó generosamente para el presupuesto público, el cual honró serialmente a los acreedores de la deuda usuraria. Bajo el gobierno de Cambiemos, el generoso perdón a la clase capitalista fue presentado como un “mal necesario” para pagarles a los jubilados. Nada de ello está a la vista, por el contrario, hasta ahora la deuda que el Tesoro contrajo con la caja de los jubilados no sólo ha sido compulsiva, sino de renovación automática e indefinida. El “mega DNU” de enero pasado -que no ha sido derogado gracias a una maniobra parlamentaria del oficialismo con la colaboración del PJ federal- habilita a que se realicen nuevas operaciones financieras con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que gestiona la ANSES, es decir, un nuevo saqueo al aporte de quienes trabajaron toda su vida y hoy son condenados en su inmensa mayoría a ingresos de miseria. Y hemos asistido en el último diciembre a la aprobación bochornosa –con represión- de la reforma previsional que busca licuar los haberes jubilatorios y estableció un aumento de la edad. Los jubilados han sido sólo la coartada del blanqueo. El dinero de este indulto generoso a la clase capitalista está yendo a financiar a los propios capitalistas y a sus representantes ministeriales, a través del Estado y de su organización fiscal.

Tenemos entonces que en la Argentina el que negocia las operaciones de endeudamiento del país, es el que dirige un conglomerado de empresas offshore, que operan en los llamados “paraísos fiscales”, y -como citó la Revista Noticias- “el máximo responsable de combatir la evasión fiscal fue un gran evasor hasta hace muy poco”.

Ambos Ministros deben comparecer frente a la Cámara de diputados, tal como plantean nuestros proyectos. La “visita” de Caputo a una bicameral, a donde vino a justificar sus negociados y terminó huyendo ante la primer excusa, nada tiene que ver con el mecanismo que presentamos en nuestros proyectos, que establecen una sesión pública, de cara al pleno de los diputados y –fundamentalmente- del pueblo trabajador en su conjunto, que es el que sufre la carestía, la inflación, los despidos, la pauperización salarial y el techo irrisorio del 15% que quieren colocarle a las paritarias, mientras los altos funcionarios del gobierno hipotecan con una deuda usuraria al país y colocan sus riquezas personales en paraísos fiscales. Del mismo modo, la evasión impositiva que expresa el mecanismo del blanqueo por parte de un Ministro –y además, ¡el de Hacienda!- no puede más que provocar la bronca popular de quienes sostienen el financiamiento pública con un régimen impositivo completamente regresivo y ahora reciben un nuevo golpe al bolsillo con los últimos tarifazos contra el consumo popular.

Llamamos a los señores diputados con conciencia de la gravedad de lo aquí descripto a apoyar este pedido de interpelación pública frente a la Cámara de Diputados de los señores ministros de Hacienda y del jefe de Gabinete nacional.