Expresar su más enérgico repudio a los dichos del Diputado Nacional Pablo Torello, perteneciente al partido PRO por la provincia de Buenos Aires, que se refirió a las feministas como “incogibles” a través de la red social Twitter. A su vez, cuando lo interrogaron por esos dichos respondió que “no me refería al aspecto físico sino a que son densas e intensas con sus reclamos". Son inaceptables sus palabras que ejercen violencia contra todas las mujeres. Es necesario reafirmar que desde esta H. Cámara de Diputados es prioridad combatir cualquier tipo de violencia contra las mujeres y que acompañamos al feminismo en la lucha por la conquista de más derechos. ¡Vivas y libres nos queremos!

Señor presidente:

El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mientras cientos de miles de mujeres volvíamos a inundar las calles del país dando testimonio de lucha contra el modelo de sociedad heteropatriarcal en que vivimos sometidas, el diputado nacional de PRO-Cambiemos por la provincia de Buenos Aires, Pablo Torello, respondió afirmativamente al tweet de una usuaria que preguntaba en dicha red social, sin destinatario preciso, si había acuerdo en que “todas las feministas son incogibles”.

Como era de esperar, por la brutalidad en todo sentido que el comentario representa, este diputado, al que su banca le queda enorme, se hizo acreedor de un repudio generalizado y contundente.

Para peor, al otro día, entrevistado por la periodista María O’ Donnell, la escritora Claudia Piñeiro y la guionista Florencia Alkorta, fue aún más allá. Dijo en esa ocasión que pedía disculpas por el lógico rechazo que generó su tweet, y no por haber reflexionado sobre su “error” (así llamó a su machismo). Y bien evidente es que aprendió nada, pues en el mismo diálogo agregó que no lo dijo “por su aspecto físico, sino por lo intensas y densas que son con sus reclamos”.

A Torello, queda claro, le molesta la lucha de las mujeres por la ampliación de sus derechos. Porque, que se sepa, no hay antecedentes históricos de que se haya conseguido ampliar derechos pidiendo permiso o por favor. Pero este diputado se molesta con la única manera de reclamar a través de la cual se puede avanzar. No debería sorprendernos: se trata de alguien que votó en contra del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (o mejor dicho: a favor del aborto clandestino, oneroso e insalubre) y de la paridad de género.

Es probable que, por tratarse de alguien absolutamente menor en la escena política argentina, incluso haya hecho esto a propósito, porque es difícil imaginar que alguien hable de él por sus méritos, que no los tiene, y entonces ha optado por trascender por la vía del escándalo. Que, lamentablemente, en los últimos tiempos viene en forma de antiderechos. contra las mujeres, contra los jóvenes, contra los pobres.

Pero se ha topado con una sociedad para la cual, afortunadamente, ya no todo vale, y le ha hecho sentir el repudio a su misoginia.

Es necesario, entonces, que este Congreso se haga eco de voz mayoritaria, incluso en cumplimiento de la Ley Micaela, que este cuerpo votó de modo casi unánime, y que obliga a los funcionarios públicos a capacitarse en materia de género. Algo que a Torello, a las claras, le hace mucha falta, porque cree que puede juzgarnos o descalificarnos, y que los segmentos que integra pueden definir hasta dónde podemos avanzar.

Las mujeres demostramos el pasado 8 de marzo, una vez más, que estamos de pie y haciéndoles frente al patriarcado. No vamos a permitir ninguna ofensa más de ninguna clase, sea quien sea que la cometa. Porque vivas y libres nos queremos, y porque esa lucha no puede quedarse sólo en consignas, sino que debe materializarse en todos los ámbitos.

Por las razones expuestas, solicito a mis compañeros y mis compañeras que me acompañen en el presente Proyecto de Resolución.-