1- Expresar la más categórica condena y repudio al accionar policial que en la noche del 30 de Marzo pasado llevó adelante en forma directa y personal el Secretario de Seguridad de la Municipalidad de Lanús de la Provincia de Buenos Aires, Diego Kravetz, contra niños, adolescentes, mujeres muchas de ellas embarazadas, hombres y ancianos que se encontraban en el Comedor “Los Cartoneritos” de Villa Caraza.

2- Exigir a las autoridades Locales, Provinciales y Nacionales, en el ámbito de sus facultades y competencias, una exhaustiva investigación de los hechos acaecidos en la noche del 30 de marzo de 2017 y delimitar las responsabilidades en cada una de las instancias que correspondan, para que sean ejemplarmente castigados quienes incurrieron en esta reprochable conducta de lesa humanidad, abuso de autoridad, discriminación, violencia infantil y de género y de privación ilegal de la libertad ejercida contra hombres y mujeres que trabajan social y solidariamente en el Comedor “Los Cartoneritos” del M.T.E. – Movimiento de Trabajadores Excluidos.

3- Denunciar la matriz ilegal de uso de las Fuerzas de Seguridad, grupos de choque de barrabravas y punteros políticos, al servicio del Intendente de Lanús, Néstor Grindetti, responsables de numerosos hechos de violencia ocurridos en el Distrito a su cargo, contra grupos de distintas fuerzas políticas y sociales opositoras.

Señor presidente:

La noche del 30 de Marzo de 2017 quedará grabada en la memoria de cientos de niños, adolescentes, hombres, mujeres y ancianos que intentaban compartir su cena en el Comedor “Los Cartoneritos” de Villa Caraza, en la Municipalidad de Lanús, como el regreso de violencia institucional ejercida por la clase dominante contra los más humildes con la sola justificación del odio y el revanchismo.

La prepotencia institucional no puede justificarse de ninguna manera y mucho menos cuando el poder coactivo estatal enmascara una actitud de subestimación y desprecio por la vida, la dignidad, la seguridad y los derechos de sectores populares y de sus instituciones, denostados permanentemente por un mensaje agresivo, simplista y con un alto grado de violencia clasista.

Así estos acontecimientos deplorables se inscriben en una serie de hechos que se han registrado en el Distrito a cargo del Intendente de Lanús, Néstor Grindetti como producto de un accionar coordinado de grupos de choque de barrabravas y patotas y amparados por el Municipio y su Secretario de Seguridad Diego Kravetz:

29/04/2016: En momento que distintos sectores pedían la interpelación del Intendente Grindetti, frente al Honorable Consejo Deliberante por el tema de los Panamá Papers, arriba al edificio la policía local, que además de impedir el acceso al recinto de los vecinos, reprime a los mismos y a los Movimientos Sociales y Fuerzas Políticas que se encontraban en el lugar. Hicieron uso de balas de goma y también de plomo, que hizo que los presentes se dispersen por la Avda. 9 de julio hasta la estación donde fueron emboscados por una patota municipal, integrantes de la barra brava de Lanús y El Porvenir. Ese hecho de violencia tolerada por el Intendente y su Secretario de Seguridad dejó un saldo de varios heridos y la evidencia de casquillos 9 mm en la vereda de la calle Salta. Los mismos desaparecieron misteriosamente cuando el Juez actuante se apersonó en el lugar. Mientras esto ocurría, Kravetz desde atrás de las rejas del HCD negaba lo ocurrido y responsabilizaba al FPV local y a una interna de ese espacio político.

Mayo de 2016: En ocasión que un grupo de la Agrupación La Cámpora pintaba un mural relacionado con la detención de Milagro Salas en la localidad de Gerli, fueron abordados por una patrulla de la policía local para que se retiraran del lugar, “porque no era hora de hacer pintadas políticas”. Ante la negativa a esta orden ilegal y antidemocrática, la policía local se retira y aparece una patota muy cercana a la barra de Lanús y a Grindetti que intimidan a los militantes y hacen disparos al aire, mientras

golpean salvajemente a varios de ellos, dejando a un joven con severas lesiones en el rostro y en su cuerpo. Esto se produjo en una zona liberada y sin la menor atención del Secretario de Seguridad de la Lanús. Al otro día el mural había sido pintarrajeado y borrado.

05/11/2016: Ese día la Agrupación política La Cámpora inaugura un local partidario en Villa Sapito. A los pocos días el local aparece destrozado en su frente, su cartel incendiado y la cara del Ex Presidente Néstor Kirchner pintarrajeada.

A estos hechos de violencia institucional sistemática contra los sectores políticos que no comulgan con las políticas de la Intendencia de Lanús, se suma lo ocurrido en el Comedor “Los Carretoneritos”, que han pretendido ser justificados como parte de una operación rutinaria de seguridad de la policía local. El ingreso a los tiros en una supuesta persecución que realiza la policía con Kravetz a la cabeza, demuestra el total desprecio por la vida y la seguridad de pibes, mujeres y ancianos que se encontraban en el lugar. Y el hecho de haber tirado gas pimienta a la comida, sin ningún justificativo, demuestra palmariamente el odio que parece está impulsado por las autoridades municipales. Esta verdadera razzia dio lugar a la detención irregular y sin fundamentos legales de ninguna índole, de pibes de 16 y 24 años, que fueron torturados y devueltos después de cinco horas de haber sido secuestrados y privados ilegalmente de su libertad.

Pero también quedará grabada en la memoria colectiva la histórica movilización que las dos Centrales de Trabajadores Argentinos – C.T.A, gremios de la Confederación General del Trabajo – C.G.T., movimientos sociales, pequeños y medianos productores y entidades políticas, sociales, culturales y de Derechos Humanos protagonizaron ese mismo 30 de Marzo en la Plaza de Mayo exigiendo el inmediato cambio del modelo económico y social que está destruyendo el “Bienestar General” y amenazando la “Paz Interior” como valores pétreos que el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional pone en cabeza y en la responsabilidad indelegable de todos y cada uno de los gobernantes que asumen la responsabilidad de conducir el país.

Resulta inaudito que nuestra sociedad vuelva a ser objeto de la violencia institucional como toda respuesta ante el estremecedor reclamo de todos los ámbitos de la vida social, laboral, empresarial y de los Derechos Humanos que han sido expuestos en concentraciones multitudinarias en el mes de Marzo de 2017, siempre en el marco del respeto y sin ningún tipo de violencia, honrando la manda constitucional de peticionar y de proponer soluciones ante situaciones de crisis social, desempleo y hambre como las que estamos padeciendo los sectores populares como consecuencia directa, deliberada y esperable de las políticas que ha implementado el Poder Ejecutivo Nacional.

Por eso es que hay que ver la serpiente en el huevo y ponerle un freno institucional férreo y homogéneo a este accionar de la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de Lanús, que parodiando lo acontecido en los días dramáticos de Diciembre de 2001 que se llevó la vida de 39 argentinos, se creen cobijados por una licencia social para arrasar un emblema de la solidaridad de clase como son los Comedores Sociales que han crecido últimamente en todo el país, donde se reemplaza la tutoría abandonada del

Estado, por la solidaridad y el compromiso de los que menos tienen con los más débiles como son los niños, los jóvenes, las mujeres y los ancianos.

Igualmente debe erradicarse, con el compromiso de todos los sectores políticos de nuestro país y de las instituciones formales que representan al Estado Nacional, el desprecio, el maltrato y la violencia policial y de las fuerzas de seguridad que viene agigantándose contra los movimientos sociales y los trabajadores que reclaman por sus derechos y por la posibilidad de sostener dignamente a su familia y por mantener las conquistas que van en el sentido positivo de la Justicia Social, la inclusión y la igualdad.

La detención ilegal de hombres y mujeres que trabajan en el Comedor social donde ocurrieron los hechos que se denuncian, fueron en realidad secuestros, supresión de personas y privación ilegal de la libertad, que deben ameritarse en su cabal dimensión y de acuerdo a la tipificación que corresponda y llevar adelante las investigaciones en todos los niveles, para que no queden impunes los autores materiales e intelectuales de este intolerable atropello, para que sirva de escarmiento y como clara señal de otro “Nunca Más” a tiempo y desde la experiencia que, cual flecha señera, nos atraviesa a todos a la misma altura.

Por los fundamentos expuestos, solicito a los Señores Diputados, acompañen el presente Proyecto de Declaración.