Diputados
Foto Diputada de la Nación Ana María Ianni

Ana María Ianni

Diputada de la Nación

UNIÓN POR LA PATRIA

Período: 10/12/2023 - 09/12/2027

PROYECTO DE RESOLUCION

Expediente: 2358-D-2014

Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO AL CUMPLIRSE EL " 100 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA TRANSFUSION SANGUINEA CITRATADA ", REALIZADA POR EL DOCTOR LUIS AGOTE, EL DIA 9 DE NOVIEMBRE DE 2014.

Fecha: 10/04/2014

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 25

Proyecto
Expresar su beneplácito con motivo de cumplirse el 100° aniversario de la primera transfusión sanguínea citratada, realizada por el Dr. Luis Agote el 9 de noviembre de 1914

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En los comienzos del siglo pasado sólo se realizaban las transfusiones de sangre directas. Esta práctica consistía en conectar la arteria del donante con la vena del receptor, a través de una compleja intervención quirúrgica que debía realizarse en un lugar de extrema asepsia. No había forma de medir con certeza la cantidad de sangre entregada por el donante, quien a su vez se exponía a graves infecciones, embolias y trombosis; y demoraba semanas en reponerse.
El médico argentino Doctor Luis Agote, descubrió que el citrato de sodio -una sal derivada del ácido cítrico-, agregado a la sangre, evitaba la formación de coágulos, que había sido hasta ese momento el obstáculo para las transfusiones seguras y exitosas. De esta manera se resolvían los numerosos inconvenientes que presentaba el método directo.
Fue el 9 de noviembre de 1914, en un aula del Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson, que el Dr. Luis Agote llevó a cabo con total éxito, la primera transfusión de sangre citratada en el hombre.
Siguió luego el paso de probar su viabilidad. Después de realizar varios estudios preliminares in vitro y en animales, el 9 de noviembre de 1914, en un aula del Instituto Modelo de Clínica Médica del hospital Rawson el Dr. Agote llevó a cabo, con total éxito,la primera transfusión de sangre citrada (es decir con citráto de sodio) en el hombre. Fueron testigos directos de aquel hecho el Dr. Epifanio Uballes, rector de la Universidad de Buenos Aires; el Dr. Luis Güemes, decano de la Facultad de Medicina; Baldomero Somer, director general de la Asistencia Pública; el intendente municipal, Dr. Enrique Palacio; además de numerosos académicos, profesores y médicos. Ese día, un empleado del hospital accedió a donar 300 cm3 de su sangre para que luego le fueran transfundidos a una parturienta que, tres días después abandonó el hospital,restablecida.
Fue un acontecimiento sensacional, una de los grandes momentos de la medicina mundial, que contaría desde ese entonces con un recurso precioso, simple, inocuo y fácilmente realizable por cualquier equipo idóneo. Un profesional argentino había logrado lo que durante décadas no había podido conseguirse. En una ciudad de América del Sur, alejada de los centros científicos más importantes y avanzados, un investigador que no estaba urgido por la necesidad de salvar la vida de los heridos de una batalla, lograba la solución para un problema que angustiaba a los miles de médicos reclutados por los ejércitos que luchaban en Europa en aquellos trágicos años de la Primera Guerra Mundial.
Agote comunicó el resultado de sus investigaciones a las representaciones en Buenos Aires de los países en guerra; pero todas ellas le contestaron con la cortesía formal de la diplomacia. Nada más. Sin embargo, el médico argentino tuvo una visión exacta de la importancia de su logro terapéutico y además de haberlo ideado y ejecutado, supo imponerlo en el mundo entero como el método que hizo definitivamente factible la transfusión de sangre. Le dio amplia difusión a su descubrimiento a través de instituciones universitarias y de prensa -inmediatamente el periódico New York Herald publicó una síntesis del método de Agote-, y percibió la proyección futura del hallazgo afirmando que su aplicación no se limitaría al tratamiento de las personas anémicas a consecuencia de una hemorragia aguda, sino que no tardaría en abarcar horizontes muchos más vastos para el tratamiento de diversos procesos.
Ya finalizada la Primera Guerra Mundial, el norteamericano Lewisohn, del Mount Sinaí Hospital y el belga Hustin, de la Academia de Ciencias Biológicas y Naturales de Bruselas, se atribuyeron la prioridad del descubrimiento. Se inició entonces una larga discusión epistolar entre Agote y los científicos mencionados, y se acumularon entonces entrevistas, artículos, comunicaciones y citas en distintas revistas médicas sobre la discutida prioridad. En todo este despliegue, desinteresado por la discusión y actuando sólo en defensa de la ciencia de su país, el investigador argentino se limitó a señalar objetivamente fechas y procedimientos. Lo más posible es que se haya tratado de una coincidencia de investigaciones que dieron su fruto en forma simultánea. De todas maneras, la prioridad de los hechos en el campo de la ciencia es de valor relativo. Pero se debe resaltar la actitud solidaria del médico argentino, que no limitó la difusión de su descubrimiento a los medios académicos y brindó así la posibilidad de su utilización a una parte de la humanidad que en esos momentos sufría y moría.
El Dr. Luis Agote canalizó su vocación de servicio no sólo a través de la medicina; además actuó desde joven en la vida política argentina. Fue diputado y senador provincial, ocupó por dos períodos, en 1910 y 1916, una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Fue autor de varios proyectos que se transformaron en leyes, y entre ellos pueden citarse la creación de la Universidad Nacional del Litoral, la anexión del Colegio Nacional de Buenos Aires a la Universidad y la creación del Patronato Nacional de Menores Abandonados y Delincuentes.
Como escritor no se limitó a publicar sus trabajos científicos sino que también incursionó en la literatura y la historiografía, entre sus obras pueden citarse: La úlcera gástrica y duodenal en la República Argentina (1916); La litiasis biliar (1916); Estudio de la higiene pública en la República Argentina (memoria del Departamento Nacional de Higiene); Nerón, los suyos y su época (1912, una psicopatología del emperador romano); Nuevo método sencillo para realizar transfusiones de sangre (1914); Augusto y Cleopatra; Ilusión y realidad (poema) y Mis recuerdos. Gran parte de su obra fue reflejada en los Anales del Instituto Modelo de Clínica Médica fundados por él.
Luis Agote murió en 1954. Naturalmente a lo largo de su vida recibió múltiples distinciones que recibiera en vida: Profesor Honorario del Colegio Nacional y de la Universidad de Buenos Aires; Miembro Honorario de la Academia Nacional de Medicina; Presidente Honorario de la Academia Nacional de Bellas Artes, de la Asociación Tutelar de Menores y del 8º Congreso Nacional de Medicina; entre otras. Además, se impuso su nombre a una calle y a una Escuela Nacional de Comercio de la ciudad de Buenos Aires, al Instituto Modelo de Clínica Médica, al Instituto Nacional de Protección de Menores, a escuelas primarias y a numerosos centros de hemoterapia y bancos de sangre de la Capital Federal y del interior del país.
Transcribo a continuación la reseña que sobre este tema se encuentra en la página web del Ministerio de Salud:
"En 1983, con la promulgación de la Ley Nacional de Sangre Nº 22.990, se da inicio a la regulación específica de las actividades relacionadas con la sangre humana, sus componentes, derivados y subproductos.
A pesar de la existencia de este marco legal desde 1983, recién en el año 2002 fue aprobado un Plan Nacional de Sangre (Resolución del Ministerio de Salud de la Nación Nº 70/2002).
En años anteriores, la ausencia de este marco normativo, generó un sistema donde fue una constante la proliferación de bancos de sangre atomizados (más de 300 en el sector oficial) generalmente ligados a los hospitales, que no disponían de recursos para hacer frente a la creciente exigencia de la seguridad sanguínea, fundamentalmente luego de la aparición del VIH como pandemia.
Reviste especial importancia la aprobación de la Nueva Reglamentación de la Ley Nacional de Sangre Nº 22.990 (Decreto Poder Ejecutivo Nacional 1338/2004). Dicho documento incorporó conceptos de mayor organización de la Red de Servicios de Hemoterapia, Programas de donación voluntaria, Colectas externas de sangre, entre otros avances para el Sistema de Sangre.
Otro dato relevante, que tuvo lugar en el año 2004, fue la Promulgación de la Ley Nacional Nº 25.936, que declaró la celebración del Día Nacional del Donante de Sangre Voluntario (9 de Noviembre), en conmemoración a la primera transfusión sanguínea con sangre citratada, descubrimiento del científico argentino Dr. Luis Agote.
La Ley Nacional Nº 25.936 sugirió la incorporación del Día Nacional del Donante de Sangre Voluntario, al Calendario Escolar del Ministerio de Educación, favoreciendo el desarrollo de clases alusivas en las aulas de todo el país.
Adhirieron a la Ley Nacional Nº 25.936 un total de 14 (catorce) provincias, a saber: Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fé, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
Al presente, gracias a la labor permanente de una comisión, con representación de todos los integrantes del Sistema Nacional de Sangre, se actualizan las Normas Técnicas y Administrativas, en forma periódica. La primera versión fue sancionada a través de la Resolución del Ministerio de Salud de la Nación Nº 865/2006 e imprimió carácter obligatorio de las normas, en todo el territorio nacional.
Por Resolución del Ministerio de Salud de la Nación Nº 516/2008, con el objetivo de colaborar en la apertura de nuevos espacios para promocionar la donación dentro de la comunidad, se fundó el Registro Nacional de Organismos y Empresas amigas de la donación voluntaria y habitual de sangre.
Por Resolución del Ministerio de Salud de la Nación Nº 364/2008, fue creado el Registro de Servicios de Hemoterapia, con la finalidad de identificar a todas las instituciones que realizaban prácticas de Hemoterapia.
En el presente año, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) - organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación emitió dos Disposiciones claves: la 1582/2012 y la 1682/2012.
Estas establecieron los Requisitos Científicos y Técnicos para la autorización de Bancos de Sangre como proveedores de ingredientes farmacéuticos activos para la fabricación de medicamentos y/o especialidades medicinales hemoderivados. A partir de ahora, todos los Bancos de Sangre del país proveedores de plasma humano utilizado para la elaboración de medicamentos derivados de la sangre (hemoderivados), deberán contar con la correspondiente autorización de la ANMAT, incorporándose a un programa de fiscalización de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), desarrollado por dicha entidad."
Por todo lo expuesto solicito la aprobación de este proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
IANNI, ANA MARIA SANTA CRUZ FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
10/06/2014 DICTAMEN Aprobado por unanimidad sin modificaciones
Dictamen
18/06/2014
Cámara Dictamen Texto Fecha
Diputados Orden del Dia 0323/2014 ARTICULO 108 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION; ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 15/2014 18/06/2014
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 06/08/2014 APROBADO