Rechazar por xenófobas y discriminatorias las afirmaciones de la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por medio de las cuales vinculara directamente a los inmigrantes latinoamericanos con el narcotráfico y aseverando que el 33 por ciento de los presos por ese delito son ciudadanos provenientes de Perú y Paraguay.

Ratificar los postulados de la Ley 25.871, particularmente en lo que refiere al Artículo 4 que garantiza la migración como un derecho esencial e inalienable de la persona y de la República Argentina, en base a los principios de la igualdad y de la universalidad.

Señor presidente:

Hace unos días la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich vinculó directamente a los inmigrantes latinoamericanos con el narcotráfico y aseguró que el 33 por ciento de los presos por narcotráfico son extranjeros. De esta manera afirmó que “Acá vienen ciudadanos paraguayos o ciudadanos peruanos que se terminan matando por el control de la droga. La concentración de extranjeros que cometen delitos de narcotráfico es la preocupación que tiene nuestro país”, sostuvo la ministra para justificar la reforma migratoria que prepara el Gobierno.

Esta situación provocó la reacción del Gobierno del hermano país de Bolivia, entendiendo éstos que los datos o estadísticas respondían, en todo caso a a apreciaciones fundadas en la ligereza, y no en datos objetivos.

Sin lugar a dudas que las palabras de la Ministra Bullrich tenían como objetivo prepara el terreno para el establecimiento de una reforma migratoria, que luego fue consumada con el DNU 70/2017 suscrito por el Presidente Macri.

El Poder Ejecutivo Nacional pretende, a través de datos antojadizos y falaces, colocar al trabajador inmigrante y a su familia como una amenaza, justificando que la forma de prevenir esas situaciones es negarle derechos.

En este contexto resulta oportuno citar las reflexiones del Papa Francisco sobre la inmigración, advirtiendo el Pontífice, en tono sombrío contra aquellos que quieren ``levantar muros, construir barreras y etiquetar a la gente''.

"Vivimos en un tiempo en el que la polarización y la exclusión florecen y se consideran como la única forma de resolver conflictos'', dijo en su homilía.

"Vemos por ejemplo cómo los que tienen condición de extranjero, de inmigrante, de refugiado, son considerados una amenaza, un enemigo. Un enemigo simplemente porque vienen de un país extranjero, o porque tienen costumbres distintas''.

Por ello Sr. Presidente, consideramos oportuno que desde este honorable Cuerpo Legislativo, se ratifiquen las garantías constitucionales de toda persona de permanecer, transitar en condiciones que imponen las leyes vigentes, bajo las mismas condiciones de amparo y derecho que gozan los nacionales.

En razón de lo expresado, solicitamos el acompañamiento de los Sres. Legisladores.

Atentamente.