La Honorable Cámara de Diputados de la Nación declara su preocupación por la permanencia del Bloqueo a Cuba por parte de los Estados Unidos de América, incumpliendo sucesivas resoluciones de las Naciones Unidas, incluida la 70/5 de su Asamblea General que dispone la “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

Señor presidente:

el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba desde hace 50 años es sin lugar a dudas uno de los bloqueos más extendidos y más controvertidos en la era Moderna.

Con origen cierto en la denominada Crisis de los Misiles, y en el contexto de una bipolaridad global signada por el enfrentamiento entre la URSS y los Estados Unidos, se comenzó la política de bloqueo hacia la isla de Cuba. Al día de hoy, caído el régimen soviético y bajo un contexto geopolítico diametralmente opuesto, los Estados Unidos permanecen en dicha tesitura.

Fueron cinco décadas de errores del país del norte que esa isla en mitad del Mar Caribe supo trasvasar y hasta tomar provecho de ellos, ganando el respeto y solidaridad de toda la comunidad internacional. Guarismos en los que Cuba obtiene todos los votos de la Asamblea menos dos países (el propio Estados Unidos e Israel) así lo demuestran. El mundo marcha en dirección a Cuba y no a la inversa.

Es público y conocido el proceso de avance en el ámbito diplomático e incluso el propio reconocimiento del Presidente de Estados Unidos sobre la inutilidad del mencionado bloqueo, reconociendo que sólo se afectan cuestiones humanitarias antes bien que políticas o de seguridad.

No obstante ello y a pesar de la reapertura de embajadas -un signo positivo-, la restricciones a las importaciones de origen cubano siguen vigentes, así como las referidas a las finanzas de la isla, como por ejemplo la prohibición para establecer empresas mixtas para el desarrollo y comercialización de productos.

Es decir, el Gobierno de Estados Unidos, lejos de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero que impuso contra Cuba, ha mantenido en vigor las leyes, disposiciones y prácticas que le sirven de sustento.

Si el bloqueo se levanta, Cuba podría comercializar productos tradicionales de exportación como el azúcar, el ron, el tabaco y el níquel, así como exportar servicios, acceder a la tecnología de punta que poseen empresas estadounidenses y tener un mayor nivel de inversión extranjera.

En ese marco, la relevancia de la Resolución 70/5, cuyo objetivo fundamental está implícito en su propio título (“Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”) : entre sus principales directivas se encuentra la de denuncia al carácter extraterritorial del bloqueo. Esta medida no sólo afecta a Cuba, sino también a terceros estados e instituciones, lo que dificulta las relaciones económicas, comerciales y financieras entre las naciones.

En el proyecto, se reiteran los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, los cuales son violados por esta unilateral política. Además, se ratifican los principios de igualdad política de los Estados, la no interferencia en los asuntos internos y la libertad de comercio. Asimismo, el texto hace referencia el aumento del rechazo internacional hacia esta política y se mencionan las sucesivas declaraciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y de Caribe (CELAC) y de distintos foros internacionales contra el bloqueo.

Entre las disposiciones propuestas por Cuba está el llamado a levantar todas las medidas de carácter extraterritorial y a cumplir sus obligaciones con los propósitos y principios de las Naciones Unidas. En este mismo sentido, el proyecto de resolución insta a los Estados que aplican este tipo de medidas unilaterales a que tomen las medidas necesarias para derogarlas, en clara alusión a los Estados Unidos.

El documento además recoge con beneplácito los progresos de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos a partir del 17 de diciembre del 2014. Se reconoce, asimismo, la voluntad reiterada por el presidente Obama de trabajar en pro de la eliminación del bloqueo y se toma nota de las medidas adoptadas al respecto, las cuales son consideradas como positivas, aunque limitadas.

No obstante, el bloqueo sigue vigente y afecta a la población cubana en general. Por tal razón, mientras exista el bloqueo, Cuba seguirá presentando la resolución contra esta política ante las Naciones Unidas.

Es voluntad de la Comunidad Internacional en pleno el cese inmediato de estas medidas y otras concurrentes que no hacen más que afectar y lesionar el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos y al desarrollo de Cuba como país libre, soberano e independiente.

Por todo lo expuesto es que solicito a las diputadas y diputados me acompañen en el presente proyecto de declaración.