Expresar su más enérgico repudio y una profunda preocupación por los dichos del Ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, realizados el 15 de septiembre de 2016 en la inauguración del Hospital Escuela de Veterinaria dependiente de la Universidad Nacional de Rio Negro, en la ciudad de Choele Choel, donde sostuvo que “Esta es la nueva Campaña del Desierto pero no con la espada, sino con la educación”.

Señor presidente:

El día 15 de septiembre del corriente año, en el acto de inauguración del nuevo Hospital Escuela de Veterinaria dependiente de la Universidad Nacional de Río Negro ubicado en la ciudad de Choele Choel, el Ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, sostuvo que “Esta es la nueva Campaña del Desierto pero no con la espada, sino con la educación”.

Queremos expresar nuestro más enérgico repudio a las palabras utilizadas por el Ministros, que resultan inaceptables, sumándonos a las expresiones de rechazo realizadas públicamente por numerosos sectores de la comunidad académica y educativa. Recordemos que la denominada “Campaña al Desierto” fue uno de los genocidios más grandes de nuestra historia, donde se aniquilaron a miles de personas pertenecientes a los pueblos originarios y bajo ningún concepto un hecho de violación a los derechos humanos de tal magnitud puede ser utilizado como metáfora para hacer referencia una política educativa.

Es necesario recordar que durante la “Campaña al Desierto”, ocurrida a fines del siglo XIX, se estima que más de 14 mil personas fueron asesinadas y otras en manos del ejército conducido por Julio A. Roca, y otras tantas esclavizadas.

El Ministro de Educación y Deportes, quién habló de una “nueva campaña”, parece desconocer la historia de nuestro pueblo, ya que casi como una provocación, en el auditorio estaban presentes descendientes de aquellas comunidades indígenas que fueron víctimas de aquel genocidio.

El territorio patagónico no es ni fue un desierto. Éste fue uno de los argumentos utilizados para masacrar a quiénes allí vivían y ocupaban legítimamente esas tierras. A partir de la conquista militar, se construyó un discurso de negación de la realidad indígena nacional. La apelación a la palabra “desierto” por Bullrich, fue utilizada en aquella época porque consideraban que la gente que allí vivía no era “gente”. Bajo esta concepción que provenía de Europa, a la palabra “desierto” se le contraponía la de “civilización” y la de “progreso”. Es incomprensible que un Ministro de Educación de la Nación recupere estas ideas para hacer referencia a las provincias de la región patagónica de nuestro país, y no hacen más que profundizar las divisiones entre los argentinos.

Por todo lo expuesto, solicito a los señores y señoras diputados y diputadas el acompañamiento del presente proyecto.