Expresar su beneplácito por la reunión de los mandatarios de Colombia y Venezuela para dialogar sobre el conflicto fronterizo que mantienen ambos países desde mediados de agosto, que tendrá lugar el próximo 21 de septiembre en la ciudad de Quito, Ecuador organizada por el presidente Rafael Correa.

Señor presidente:

Los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, se reunirán el próximo lunes 21 de septiembre en Quito para buscar una solución a la crisis fronteriza entre ambos países. La frontera colombo-venezolana, que abarca más de 2200 kilómetros, avanza hacia una paralización total debido a que casi 20 municipios de las regiones de Táchira, Zulia y Apure están bajo el estado de excepción y su virtual militarización.

Los estados de excepción se suman al cierre de los pasos de personas y transporte de San Antonio, en Táchira, y de Paraguachón, en Zulia, que son las vías más transitadas de la frontera. La aplicación del estado de excepción en la zona está acompañada por el desplazamiento de miles de soldados a los municipios fronterizos. Las operaciones en Táchira derivaron en la deportación de más de 1000 colombianos.

La combinación del cierre de la frontera y la aplicación del estado de excepción fue descripta por Maduro como un torniquete para contener la salida hacia Colombia de alimentos, medicinas, y, principalmente, combustible.

En un primer momento se intentó, a propuesta del canciller de nuestro país Héctor Timerman, una reunión de jefes de Estado de Unasur, y por falta de consenso, la propuesta no prosperó pero abrió el camino para que en su lugar se realice el encuentro bilateral anunciado por el presidente Rafael Correa. Al mismo tiempo, delegados de las cancillerías de Bogotá y Caracas se reunieron en la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira (Venezuela), y acordaron crear tres comisiones conjuntas para analizar asuntos relacionados con la situación de los ciudadanos colombianos en Venezuela.

Esta reunión, así como la gestión de los cancilleres de Ecuador y Uruguay, siguen el camino de Néstor Kirchner cuando, como Secretario General de UNASUR, en 2010, medió para una solución pacífica entre los mismos países. La paz es un valor fundamental a defender en la región, de modo de preservarla de los conflictos que aquejan a otras regiones del planeta, y que a nadie benefician más que a quienes procuran controlar la renta hidrocarburífera y colocar el armamento que fabrican o trafican.

Por todo ello, y por nuestro deber como legisladores de bregar por alcanzar la paz y la estabilidad política en nuestra región, es que pongo el presente proyecto a consideración de mis pares.