Expresar su más profundo repudio al desfile de militares integrantes del “Operativo Independencia” durante los festejos del Bicentenario de la Declaración de la Independencia en la Provincia de Tucumán el día 9 de julio de 2016.

Señor presidente:

Con profundo estupor asistimos a lo que no puede considerarse sino una provocación llevada adelante por un grupo de militares participantes del denominado “Operativo Independencia”, aquel experimento llevado a cabo durante el gobierno de Isabel Perón, en primera instancia contra la guerrilla del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), pero que luego se extendió de manera indiscriminada contra opositores políticos, organizaciones sociales y militantes populares en todo el territorio de la provincia de Tucumán.

No es el motivo de esta iniciativa historiar y analizar aquellos sucesos en el contexto de época en que ocurrieron, ya que ello excedería con creces el objeto de la presente; su propósito se dirige a repudiar la participación de militares que con pancartas y vestidos con uniforme de combate, desfilaron con motivo de los festejos del Bicentenario de la Declaración de Independencia de 1816, reivindicando su participación en aquel operativo, que conforme fuera tipificado en el fallo del Juez Bejas, en diciembre de 2012, entraño un delito de genocidio.

Del fallo del Dr. Bejas no solo se desprende la tipificación del delito sino que para implementarlo, se dispuso “un estado de excepción -estado de sitio de hecho- en el que se desconocieron los derechos fundamentales de las personas y se suspendieron en forma absoluta sus garantías, en el marco de un proceso de desapoderamiento de las autoridades políticas-civiles que culminó con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976”

Es decir que, con el argumento de la “lucha antisubversiva” se agredió alevosamente a la población rural y urbana, privándola de sus derechos más elementales.

Cabe destacar que lo resuelto por el fallo del Dr. Bejas, fue una convalidación de lo expuesto en el argumento de la fiscalía en cuanto a que el “Operativo Independencia” constituyó una “intervención masiva de las fuerzas armadas y de seguridad en un plan sistemático de exterminio de opositores políticos mediante la utilización del aparato estatal y de control social a través del terror, llevado adelante con la aquiescencia del gobierno civil de la provincia.” La intervención fue comandada en primer lugar por Acdel Edgardo Vilas y luego por Antonio Domingo Bussi, generales ya fallecidos.

Señor Presidente, el recuerdo que aún perdura en la memoria de los tucumanos –principalmente- pero también en la de millones de argentinos que supieron de su génesis, desarrollo y aún hoy, de sus consecuencias, fue objeto de agravio por este grupo de militares que, aprovechando los festejos del Bicentenario y marchando junto a los veteranos de Malvinas no ocultó sus pancartas y reivindicó orgullosamente su actuación en el operativo.

Es dable señalar que tampoco se advirtió o en todo caso –y peor aún- se omitió, por parte de la organización del desfile, evaluar las implicancias de concederle el permiso para desfilar a quienes sabiéndose cuestionados y objetados por su participación en aquel operativo –cuyos lejanos sucesos hoy se siguen juzgando- no trepidaron en ostentar un simbolismo que despierta profunda repulsa.

Cobra relevancia el hecho de que dichos festejos fueron encabezados por el presidente Mauricio Macri, circunstancia que diera lugar que la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia emitiera un comunicado calificando de inaceptable la presencia de los militares, expresando a su vez que el denominado "Operativo Independencia" acabó con la vida de decenas de jóvenes militantes tucumanos, y dio pie al inicio de la sangrienta dictadura desde marzo de 1976.

Señor Presidente, es necesario mensurar lo inaudito del hecho que se describe, porque es muy grotesco que, entretanto en Pozo de Vargas se continúa con la penosa tarea de identificación de cuerpos asesinados, en este acto la gente aplaudía a una columna reivindicativa del “Operativo Independencia”. Además, estos militares no sólo se mostraron en el evento que se desarrolló en avenida Mate de Luna, sino que su presencia, se destacó junto a la de los ex combatientes de Malvinas, quienes se llevaron miles de aplausos de los presentes.

Tal como relataran algunos medios locales, las dos delegaciones del Operativo causaron malestar entre muchos de los presentes, que silbaron la presencia de los militares cuando los reconocieron.

Justamente, los crímenes cometidos por integrantes de este plan, son hoy en día juzgados en el Tribunal Oral Federal de Tucumán, en la llamada "Megacausa Operativo Independencia", en donde 19 de sus responsables directos afrontan la posibilidad de sufrir duras penas por los actos acontecidos durante el año 1975 en dicha provincia.

El duro comunicado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Tucumán expresa que "Es inaceptable, que en estos momentos, cuando se está llevando a cabo en la provincia, la Mega causa Operativo Independencia y los testimonios de las víctimas, dan cuenta del horror vivido durante la vigencia del mismo, a manos de los integrantes de las fuerzas represivas, esta presencia es una afrenta, no sólo a las víctimas sobrevivientes, a los familiares de los detenidos-desaparecidos, a los pueblos que arrasaron y diezmaron, sino a la sociedad toda a la que, entre otras acciones represivas, el Operativo Independencia produjo profundas heridas en su seno, que distan mucho de estar cerradas",

Las heridas que aún transita y seguirá transitando nuestro pueblo no pueden ser bastardeadas ofendiendo los sentimientos que afloran cuando aquellas no se han cerrado y aún están pendientes de resolución judicial las responsabilidades de quienes violaron los derechos humanos incurriendo con su conducta en el delito de genocidio.

Es de esperar que en próximos eventos o festejos de estas características se arbitren las medidas que impidan la concreción de actos provocativos que sólo persiguen como objetivo reivindicar prácticas aberrantes ligadas al Terrorismo de Estado que deben merecer nuestro más absoluto repudio.

Por todo lo expuesto, invito a mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el presente proyecto de Resolución, con su tratamiento y aprobación.