Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos correspondientes arbitre las medidas necesarias a fin de proceder a declarar Patrimonio Histórico Cultural de la Humanidad al Teatro Colon, sito en la calle Cerrito 628, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

El 25 de abril de 1857 se inauguró el primer Teatro Colón, con una premier de gala de la ópera “La Traviata”, de Giuseppe Verdi. El edificio estaba ubicado en el lugar que actualmente ocupa el Banco Nación, entre las calles Rivadavia y Reconquista, frente a la Plaza de Mayo, Su capacidad estaba calculada para 2.500 personas, con 64 palcos, 441 plateas, 114 tertulias, 240 cazuelas, y 250 lunetas paraíso.

En 1888 el primer Teatro Colon cierra sus puertas, para darle lugar a un nuevo proyecto, cuya iniciativa fue impulsada por Torcuato de Alvear, quien fuere en aquel entonces el primer intendente municipal de la Ciudad de Buenos Aires. La idea de traslado surgió en 1886 para luego ser iniciada en 1889, donde se realizó una licitación pública para su construcción, en la cual triunfó la propuesta de Ángelo Ferrari (1835-1897), reconocido músico y empresario de ópera, quien acompañó su oferta con un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini (1846-1890). Ferrari poseía una larga y acreditada experiencia empresarial en Buenos Aires y en Italia, el proyecto era notablemente magnífico.

En 1890 falleció Tamburini, por lo cual quien se hizo cargo de la continuación fue su colaborador, el arquitecto italiano Vittorio Meano (1860-1904), formado en Turín quien se habría encargado de la construcción del Palacio del congreso. En 1892 introdujo cambios sensibles en el proyecto y continuó dirigiendo la obra, de lenta ejecución, hasta su muerte. En ese momento asumió la dirección el arquitecto belga Jules Dormal (1846-1924), a quien se deben principalmente las terminaciones interiores de refinada calidad y rica ornamentación.

La inauguración del Teatro Colón, ubicado entre las calles Cerrito; Viamonte; Tucumán y Libertad, se llevó a cabo un 25 de mayo de 1908, con la ópera “Aída” de Giuseppe Verdi, casi 20 años después de haber cerrado sus puertas y sin estar terminado en su totalidad. Dos años después, se celebró el Centenario de la Argentina, para el cual el edificio tenía ya completa la mayor parte de sus detalles. Posteriormente, hubo grandes mejoras entre 1935 y 1938 se hizo la primera gran ampliación subterránea cuya continuación tomo lugar entre 1968 y 1972, conformando un conjunto edilicio de gran tamaño y complejidad, dicha ampliación estaba a cargo del arquitecto Mario Roberto Álvarez. Ambas ampliaciones tanto la de 1938 como la de 1972 dieron lugar al desarrollo de los talleres propios del teatro, ya que en primera instancia fueron habilitados los talleres de maquinaria, escenografía, utilería, sastrería, zapatería, tapicería, mecánica escénica, escultura, fotografía, maquillaje y peluquería. Para luego en su segunda ampliación ser habilitados los sectores de producción teatral, talleres escenográficos, salas de ensayos, oficinas administrativas y un comedor para el personal, en el cual luego fueron incorporadas la sección técnica de diseño de producción y los talleres de luminotecnia, efectos especiales electromecánicos, y audio y video.

Su último gran cambio, comenzó a fines del año 2006, donde tuvo inicio la restauración conservativa del teatro, cuya culminación fue en el año 2010, avalada en aquel entonces por el Jefe de Gobierno de la Ciudad, teniendo así su reinauguración el día 24 de mayo en la cual se interpretó el Acto II de la Opera “La Boheme” y el Acto III del “Lago de los cisnes”.

En la actualidad el Teatro Colon es reconocido como uno de los 5 mejores teatros a nivel mundial debido a su impecable acústica ya que la sala, en forma de herradura, cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés, es por eso que la excelencia de la acústica ha sido objeto de reconocimiento internacional. Su planta menor esta bordeada por palcos hasta el tercer piso y luego se divide en localidades de menor a mayor importancia dependiendo de su acústica y refinado diseño. Entre las localidades, las de Cazuela se ubican en el 4º piso, las de Tertulia en el 5º, las de Galería en el 6º y las correspondientes a Paraíso en el 7º piso. Dicha disposición característica se debe a la época en que fue construido, ya que la misma ha sido trabajada artísticamente para que el aspecto visual de la sala se valorice por la armonía, el buen gusto de los adornos empleados y la coloración lograda en todos los detalles. En cuanto a su coloración se basa en tonos cálidos, principalmente derivados del rojo y dorado, cuya alfombra y butacas son de terciopelo “Sangre de Dragón”. Grandes cantantes y directores de orquesta han admirado esa condición especial de la sala para transportar el sonido hacia el espectador en cualquier lugar del recinto.

Otro aspecto importante que ubica al Teatro como uno de los más importantes a nivel mundial, es la extensa cantidad de artistas que se presentaron desde su inauguración en 1908 hasta la fecha.

Entre los compositores más celebres que dirigieron sus obras en el Teatro Colón, se destacan: Richard Strauss, Arthur Honegger, Ildebrando Pizzetti, Ottorino Respighi, Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Camille Saint-Saëns, Manuel de Falla, Aaron Copland, Krzysztof Penderecki, Gian-Carlo Menotti, Héctor Panizza y Juan José Castro. Además se presentaron celebres directores de orquesta, como: Otto Klemperer, Fritz Reiner, Erich Kleiber, Fritz Busch, Ernest Ansermet, Wilhelm Furtwängler, Tullio Serafin, Gino Marinuzzi, Arturo Toscanini, Albert Wolff, Mstislav Rostropovich, Karl Böhm, Igor Markevitch, Bernard Haitink, Zubin Mehta, Marek Janowsky, Riccardo Muti, Kurt Masur, Michel Corboz, Riccardo Chailly y los argentinos Ferrucio Calusio, Daniel Barenboim, Gabriel Garrido, Miguel Ángel Veltri y Simón Blech, entre otros.

Dentro de la extensa lista de cantantes se incluyen, Fedor Chaliapin, Titta Ruffo, Rosa Raisa, Gabriela Besanzoni, Claudia Muzio, Lotte Lehmann, María Barrientos, Ninon Vallin, Lily Pons, Tito Schipa, Toti Dal Monte, Fedora Barbieri, Hipólito Lázaro, Max Lorenz, Maria Callas, Mario del Monaco, Erich Kunz, Victoria de los Ángeles, Felipe Romito, Renata Tebaldi, Antonieta Stella, Borís Christoff, Inge Borkh, Ramón Vinay, Ana Moffo, Richard Tucker, Cornell MacNeil, Flaviano Lavo, Régine Crespin, Annelise Rothemberger, Jon Vickers, Birgit Nilsson, José Carreras, Cecilia Bartoli, Plácido Domingo, Mirella Freni y Samuel Ramey, entre otros.

Por otro lado también cantaron en el Teatro Colón artistas argentinos que han desarrollado una importante carrera internacional, como Delia Rigal, Luis Lima, Ana María González, Renato Cesari, Ricardo Cassinelli, Gian-Piero Mastromei, Ángel Mattiello, Carlo Cossutta, Cecilia Díaz, Paula Almerares, Marcelo Álvarez, José Cura y Darío Volonté.

No obstante, dentro de las primeras figuras de la danza que bailaron en el Teatro se encuentran: Anna Pavlova, Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev, Alicia Alonso, Maia Plissetskaya, Tamara Toumanova, Margot Fonteyn, Mijail Baríshnikov, Vladimir Vassiliev, Ekaterina Maxímova, Michael Denard, Antonio Gades y los argentinos María Ruanova, Olga Ferri, Michel Borovsky, José Neglia, Norma Fontenla, Wasil Tupin, Esmeralda Agloglia, Jorge Donn, Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Paloma Herrera.

Entre las principales orquestas del mundo que actuaron en el Teatro Colón, se encuentran: la Filarmónica de Viena, la Sinfónica de Filadelfia, la Sinfónica de Nueva York, la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica de Londres.

También destacados solistas instrumentales se lucieron en su escenario, como Martha Argerich, Alfred Brendel, Paco De Lucía, Antonio De Raco, Nelson Freire, Bruno Gelber, Friedrich Gulda, Gidon Kremer, Alberto Lysy, David Oistrakh, Manuel Rego, Narciso Yepes, Itzhak Perlman, Midori, Pinchas Zukerman, Ralph Votapek y Misha Maiski, entre tantos otros.

Por otra parte el Teatro cuenta con varios hitos importantes a lo largo de su historia. Algunos acontecimientos en orden cronológico, comenzaron a partir de 1937 cuando se decide crear la Escuela de Opera del Teatro Colón, la cual en 1960 fue constituida como Instituto Superior de Arte del Teatro Colon; dicho instituto funcionaba en distintas áreas del edificio, dictándose las carreras de Danza Clásica, Canto Lirico, Dirección Musical de Opera y Caracterización Teatral, para luego en 1961 poder incorporar a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en las actividades permanentes del Teatro. Además en el año 1969 la Municipalidad de Buenos Aires decide crear la ópera de Cámara del Teatro Colón, con celebres cantantes de la casa.

Otro hito importante de gran relevancia ocurre 1989, año en que el Teatro es declarado “Monumento Histórico Nacional”, Luego, un año más adelante se crea el Centro de Experimentación del Teatro Colón, cuyo fin es promover las actividades artísticas de vanguardia.

Por último, como acontecimiento de relevancia, en el año 2008 la legislatura porteña sanciona la Ley de Autarquía del Teatro Colón que crea el Ente Autárquico Teatro Colón en el ámbito del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con personería jurídica propia, autonomía funcional y autarquía financiera. Su misión es la de crear, formar, representar, promover y divulgar el arte lírico, coreográfico, musical -sinfónico y de cámara- y experimental, en su expresión de excelencia de acuerdo a su tradición histórica, en el marco de las políticas culturales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por los distintos fundamentos expuestos, solicito de mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.