Ana Carolina Gaillard
Diputada de la Nación
UNIÓN POR LA PATRIA
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 1383-D-2016
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL DENOMINADO "ACUERDO ESTRATEGICO TRANSPACIFICO DE ASOCIACION ECONOMICA - TTP -".
Fecha: 06/04/2016
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 25
Dirigirse al Poder Ejecutivo
Nacional en los términos del art. 100 inciso 11 de la C.N. para que por
intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, informe a esta
Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos
vinculados al denominado Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación
Económica o TTP por sus siglas en ingles.
1.- Si el Poder Ejecutivo
Nacional ha iniciado conversaciones para adherir al TTP. En caso
afirmativo informe lugar y fecha en que las mismas se llevaron a cabo así
como el contenido de la agenda de los temas que fueron eje de dichas
conversaciones.
2.- Precisar cuál es la visión del
gobierno nacional con respecto a los efectos que la eventual adhesión al
TTP pueda tener sobre los derechos de los trabajadores argentinos en
materia de salarios, empleo y condiciones de trabajo.
3.- Conocer la opinión del
gobierno nacional respecto a las implicancias que la eventual adhesión al
TTP tendrá sobre la industria local, fundamentalmente las Pymes, en lo
referente a la productividad, costo laboral y precios frente a la competencia
con empresas multinacionales.
4.- Indicar cuál es la postura
que sustenta el gobierno nacional respecto al futuro rol del Mercosur y la
integración regional ante la eventual adhesión de Argentina al TTP.
5.- Especificar si existen
próximas reuniones a realizarse, fecha, lugar y agenda de los temas
pendientes o a tratarse.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente pedido de
informes busca obtener algunas respuestas en torno a las implicancias
que para nuestro país pueden derivarse en caso de adherir al denominado
Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TTP).
Asimismo, develar la postura en relación a ciertos puntos que pueden
repercutir en la situación de los trabajadores argentinos, las empresas
nacionales y el futuro de la integración regional, cuestiones que por cierto,
despiertan creciente preocupación frente al panorama que revela la escasa
información circulante la que, por la vía de meros trascendidos y
declaraciones, es la única disponible hasta el momento.
Señor
Presidente, El origen del TTP es el Acuerdo de Asociación Económica
firmado entre Singapur, Nueva Zelanda, Chile y Brunei; al que los Estados
Unidos tomaron la decisión de incorporarse recién en 2009 para
convertirlo en un proyecto mucho más ambicioso. Canadá, México, Perú,
Australia, Chile y Singapur ya tienen Acuerdos con los Estados Unidos;
Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam son miembros de ASEAN; México,
Perú y Chile forman parte de la Alianza del Pacífico y los dos últimos
tienen Acuerdos de Libre Comercio con el MERCOSUR.
El TTP puede
considerarse como una respuesta al fracaso de la negociación de la Ronda
de Doha para avanzar en la homogeneización de las normas que influyen
en el comercio internacional y a la necesidad de crear una plataforma de
integración de las cadenas de valor excluyendo a la República Popular
China que todavía insiste en limitar la apertura de su mercado afirmando
que continúa siendo un "país en desarrollo".
Un aspecto relevante que
debe concitar la atención del PEN es que todos sus actuales integrantes
suscribieron en forma bilateral un Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos, país que busca aumentar la influencia de la Alianza del Pacífico en
América Latina con el objetivo de desarticular los proyectos de integración
contrarios a los intereses de Washington.
En este inocultable esfuerzo
por retomar el timón del barco mundial, los EEUU buscan limitar la
influencia política y económica de China. Ahora bien, este tipo de
integración sustentada en la desregulación comercial, fomenta inequidades
y ahoga a los pequeños y medianos productores, -principalmente a los del
sector agrícola-, que quedan indefensos al no contemplarse políticas de
'discriminación positiva', ni medidas 'antidumping' que defiendan a la
producción local frente al ingreso masivo de productos importados.
Asimismo,
como señala Ulises Noyola Rodriguez (Suplemento Cash - Página 12- 05-
10-2015), "la ausencia de mecanismos de financiamiento tales como bancos
de desarrollo, fondos estructurales y proyectos de inversión, señalan que la
prioridad de la Alianza del Pacífico no es favorecer la integración regional,
sino encontrar nuevos mercados que favorezcan a las grandes empresas
trasnacionales."
La polémica que se ha
desatado con la escasa -por no decir nula- información oficial en torno al
TTP se genera porque detrás del secretismo con que se afirma, fue
negociado por los Estados parte, a espaldas de los parlamentos y de la
ciudadanía, se esconde su verdadero objetivo.
En una
interesante nota aparecida en el Diario El País de España, de fecha 14 de
octubre de 2015, bajo el título "La farsa del acuerdo comercial del Pacífico"
el Nobel de economía Joseph Stiglitz, afirmaba que en abierta
contradicción a lo que entendemos por libre comercio, lo que en verdad
pretende el TTP, es administrar las relaciones comerciales y las
inversiones, en favor de las empresas transnacionales más poderosas,
erosionando las capacidades soberanas de cada uno de los países que lo
suscriben, a partir de la eliminación de potestades ejecutivas, legislativas y
judiciales. A modo de ejemplo, el Acuerdo prevé un nuevo tipo de sistema
judicial corporativo a nivel global, cuyas decisiones no podrán ser
revisadas, apeladas o impugnadas por los sistemas judiciales de los países
soberanos.
Señor Presidente, esta
posible afectación de la soberanía nacional amerita que este Honorable
Congreso disponga de toda la información disponible para poder analizar,
debatir y legislar al respecto en defensa de los sagrados e irrenunciables
intereses nacionales.
Por su parte,
la reconocida ONG "Médicos Sin Fronteras" denunció que los grandes
perdedores del Acuerdo son los sistemas de salud de los países en
desarrollo, ya que el TTP incorpora una excesiva protección a la propiedad
intelectual, que favorece a las corporaciones farmacéuticas y limita el libre
acceso a los medicamentos y tratamientos médicos.
Aún esta fresca en la
memoria la frustrada experiencia del ALCA en 2005, la que merced a la
decisión política de Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luis Inácio Lula Da
Silva, posibilitó que la región pudiera escapar del sometimiento al que la
condenaba la firma de aquel, sin embargo, la voracidad de las
corporaciones trasnacionales retorna bajo una nueva amenaza para la
economía doméstica y la industria nacional, por ello el TTP configura el
acuerdo internacional de libre comercio más grande la historia.
Para el empresariado
nacional, el ingreso de Argentina en el marco de un Tratado de Libre
Comercio de las características del TTP, es equivalente a dilapidar los
derechos adquiridos por la clase trabajadora a lo largo de los últimos años.
El marco regulatorio de esta Asociación estratégica no solo precarizará las
condiciones laborales, sino que destruiría buena parte de la industria
local, dejando cientos de miles de trabajadores en la calle, producto del
cierre de miles de Pymes que no podrán competir con las multinacionales
que por productividad, costo laboral y precios: inundarían el mercado con
productos que hoy se producen en forma local y que necesariamente se
dejarían a un lado.
Si bien todavía resta que los
poderes legislativos de las naciones que lo integran aprueben el tratado, se
considera que la ronda de negociaciones secretas de los últimos meses que
tuvo lugar en EE.UU. produjo grandes avances, a pesar de que el
documento todavía no se ha hecho público.
Cuando este tratado entre en
vigencia, se creará la zona de libre comercio más grande del mundo entre
12 países (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México,
Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam) que -en
conjunto- concentran un 40 por ciento del PIB global (casi $30 trillones).
Como no
podía ser de otra manera, Christine Lagarde, la directora del Fondo
Monetario Internacional, manifestó que el acuerdo constituye un
"acontecimiento positivo" para la economía global. Y ya sabemos que lo que
resulta positivo para el FMI es negativo para aquellos países victimas del
endeudamiento y los planes de ajuste que el organismo ha recomendado
históricamente.
El Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN o NAFTA) es un ejemplo de cómo, con un
acuerdo económico regional como el TTP, grandes ramas de la industria de
un país- como la del calzado o la indumentaria- pueden llegar a
desaparecer.
En sintonía
con lo expresado más arriba por la ONG "Médicos sin Fronteras", cabe
señalar que uno de los motivos por los que estas negociaciones, que
comenzaron en 2008, tuvieron tantas idas y vueltas fueron las
regulaciones que establecen sobre la propiedad intelectual de los
medicamentos de base biológica. Las naciones participantes buscan
proteger uno de los sectores económicos que más ingresos les genera. El
resultado de la negociación fue que las patentes sobre los medicamentos
biológicos tendrán una duración de 5 años, lo cual implica una reducción
de la propuesta norteamericana de 12 años de protección de patentes.
De esta manera, el acceso a
medicamentos genéricos, tan populares en nuestro país, quedaría
absolutamente prohibida y los argentinos tendremos que pagar cuantiosas
sumas de dinero a los laboratorios titulares de las patentes protegidas por
el Tratado.
En la política doméstica de
EE.UU, el TTP logró algo impensado, esto es, que el candidato republicano
Donald Trump y el candidato demócrata Bernie Sanders se pusieran de
acuerdo en algo por primera vez: ambos rechazan el acuerdo. Si bien las
razones de Trump no son muy claras, Sanders expresa lo que la mayoría
de los sindicatos norteamericanos claman al unísono: el acuerdo implica
un riesgo muy grande para los intereses de los trabajadores.
De hecho, una de las voces
más fervientes entre los opositores al tratado ha sido la de Richard
Trumka secretario general de la Federación Estadounidense del Trabajo y
Congreso de Organizaciones Industriales -la central sindical más grande
de Norteamérica- que representa alrededor de 12 millones de trabajadores.
Esto puede significar una pérdida bastante grande para el Partido
Demócrata, que tiene en los sindicatos uno de sus mayores sostenes.
Sin embargo,
son otras las razones de Obama para que este tratado ocupe un lugar tan
prioritario en la agenda política. Que el TTP sea presentado como su gran
legado responde a la necesidad de los EE.UU. de consolidar su hegemonía
en la política internacional y, de esta manera, reducir el margen de
influencia que pueden tener actores globales como Rusia o China. Así, el
presidente norteamericano declaró recientemente que "con más del 95%
de nuestros clientes potenciales viviendo fuera de nuestras fronteras, no
podemos dejar que países como China escriban las reglas de la economía
global". Una vez más, los intereses nacionales vuelven a asomarse en la
economía global.
Señor Presidente, la
información solicitada es imperiosa para poder analizar en clave regional
los futuros movimientos que el TTP pueda ocasionar. Para nuestro país,
esto puede implicar un alejamiento de dos actores que tienen una
importancia estratégica para el desarrollo nacional: Chile y Perú. Los
argumentos en defensa de este tratado de libre comercio son los mismos
que dieron origen a la Alianza del Pacífico: para estas naciones es preciso
colocar el crecimiento económico por encima de las cuestiones políticas,
los números por sobre los discursos, el pragmatismo antes que la
ideología. Sin embargo, no es muy difícil concluir que todos los tratados de
libre comercio entre naciones con un desarrollo económico desigual han
sido perjudiciales para los actores menos desarrollados.
Una prueba de esto es la
posición asumida por los sindicatos norteamericanos, un actor de la
economía más desarrollada del TTP, que ha manifestado su preocupación
por los efectos que pueda tener en los derechos de los trabajadores
norteamericanos. Nada hace suponer que las consecuencias para los
trabajadores de Perú o Chile, que no son precisamente las economías más
fuertes del pacífico, no sean peores que en los Estados Unidos.
Interesa que el PEN brinde la
información solicitada y su punto de vista sobre los motivos del informe ya
que, la integración regional y el fortalecimiento de la industria
sudamericana no necesariamente es contradictorio con la posición de
Chile y Perú. El gran desafío de Argentina es mostrarle a la región que la
economía sólo prospera si es conducida por la política. Así como los
empresarios argentinos no pueden competir si el Estado no les garantiza
condiciones favorables de competencia, las economías chilena y peruana
perderán su capacidad de crecer por sí mismas, si comienzan a competir
sin restricciones con EE.UU.y las naciones asiáticas.
Por lo menos desde el siglo
XIX, el instrumento más eficaz de la política internacional han sido los
acuerdos financieros y económicos. En el mundo que propone el Papa
Francisco, los acuerdos económicos internacionales no se llevan puestos a
los Estados. Es un desafío para la Argentina demostrarle a las naciones
que menos apuestan a la integración regional que el crecimiento
económico es inescindible de la defensa del interés nacional.
No escapa a nuestro análisis
que esta mirada regional que se vino sosteniendo desde que se enterró la
frustrada operación del ALCA, muto a partir del desembarco de la Alianza
Cambiemos en el escenario nacional.
El presidente Mauricio Macri
y su equipo ven con buenos ojos que Argentina se integre a esta Alianza
que retomaría las relaciones carnales con el país del norte, sometiendo a
los pequeños empresarios y a la mano de obra argentina a un nuevo
escenario con nuevas reglas de juego que dilapidan de la noche a la
mañana los derechos adquiridos por las clases trabajadoras que verán
licuados sus salarios y una pérdida sustancial del empleo de niveles
astronómicos.
Señor
presidente, nos preocupa cuando la flamante canciller Susana Malcorra
propone desideologizar la política exterior del país, a la vez que expresa
que el TTP "no es una mala palabra", ya que no hace más que evidenciar
que este aparente pragmatismo oculta que los lineamientos planteados por
el gobierno están marcados ideológicamente por el neoliberalismo y que al
no contemplar las asimetrías y los grados de desarrollo de cada uno de los
países, el tipo de integración pretendida exacerba la desigualdad entre y
hacia adentro de cada uno de los Estados.
Estamos persuadidos que
otra integración es posible, que Argentina debe prevalecer como estado
soberano y no ceder a las presiones de las grandes corporaciones cuyas
viejas recetas ya hemos probado hasta indigestarnos y nos llevaron en
2001 a la peor crisis de nuestra historia.
Es oportuno
concluir con expresiones muy caras a nuestro sentir y pensar. Allá por
2005, en ocasión de oponerse al proyecto del ALCA -que EEUU defendía a
rajatabla-, Néstor Kirchner señalaba que, "la integración posible será
aquélla que reconozca las diversidades y permita los beneficios mutuos. Un
acuerdo no puede ser un camino de una sola vía de prosperidad en una sola
dirección. Un acuerdo no puede resultar de una imposición en base a las
relativas posiciones de fuerza".
La adhesión a un tratado de
libre comercio de estas características, es equivalente a firmar el
certificado de defunción de cientos de miles de Pymes que viven del
mercado interno y que emplean a millones de trabajadores. Los riesgos son
inconmensurables y por ello, es relevante que esta Cámara conozca la
información requerida porque se trata de las relaciones exteriores y más
precisamente de la política internacional de nuestro país.
Como representantes del
pueblo debemos disponer de estos datos para el mejor desempeño de
nuestra función, y fundamentalmente para ejercer una defensa honorable
de los altos intereses nacionales en juego.
Por todo lo expuesto, invito a
mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el
presente proyecto de Resolución, con su tratamiento y aprobación.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BARRETO, JORGE RUBEN | ENTRE RIOS | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GAILLARD, ANA CAROLINA | ENTRE RIOS | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
SOLANAS, JULIO RODOLFO | ENTRE RIOS | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CARMONA, GUILLERMO RAMON | MENDOZA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GERVASONI, LAUTARO | ENTRE RIOS | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
HUSS, JUAN MANUEL | ENTRE RIOS | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
23/08/2016 | INICIACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |