Expresar el más categórico repudio a los anuncios del Ministro de Defensa británico ante el Parlamento de su país, referidas al incremento del gasto y la presencia militar destinadas a las Islas Malvinas, en una nueva muestra de prepotencia imperialista y desprecio por el derecho internacional

Señor presidente:

El 24 de marzo de 2015, el Ministro de Defensa británico, Michael Fallon, declaró ante el Parlamento de su país, que Gran Bretaña aumentará el presupuesto y su presencia militar en las Islas Malvinas, alegando que la Argentina representa "una amenaza muy viva" en términos militares. Estas inverosímiles declaraciones son una nueva afrenta del Gobierno británico a la Argentina y al reclamo permanente que mantiene desde hace 30 años, exhortando a Gran Bretaña a respetar las más de 40 resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para sentarse a una mesa de negociaciones que permita alcanzar una solución diplomática y pacífica al conflicto.

Tal como lo menciona el comunicado oficial emitido por la Cancillería Argentina, el anuncio del ministro británico tuvo como "triste y lamentable paradoja" haber sido comunicado un 24 de marzo, día en que nuestro país se conmemoró el 39° aniversario del golpe militar de 1976, el cual contó con el silencio cómplice de muchas potencias internacionales. Consideramos que la invocación reiterada a una guerra iniciada hace 32 años por la dictadura genocida que representó la mayor tragedia política, social económica y cultural para el pueblo argentino, con el propósito de justificar el incremento presupuestario en materia militar buscando réditos electorales por parte del Gobierno británico, es un agravante en esta nueva afrenta a una causa trascendental para nuestra nación.

A su vez, esta determinación del gobierno británico es un paso más en la militarización del Atlántico Sur por parte de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). La amenaza latente que representa la base militar Mount Pleasant emplazada en las Islas Malvinas, es una provocación que contrasta con la vocación de consolidar a América Latina como región de Paz, en donde prevalezca el derecho internacional y la resolución diplomática de los conflictos. Esta preocupación es compartida por los países hermanos de la región latinoamericana, la cual se ha plasmado en numerosos pronunciamientos de organismos regionales como UNASUR, MERCOSUR y CELAC, convirtiendo a la Cuestión de las Islas Malvinas en una causa latinoamericana. La posición argentina también ha sido respaldada por organismos internacionales como el Grupo de los 77 + China, las Cumbres Iberoamericanas, ASA (América del Sur y África) y la ZPCAS (Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur), entre otros, evidenciando así que los propósitos neocoloniales británicos son repudiados por la enorme mayoría de la comunidad internacional.

Vale señalar también que esta medida con claros tintes imperialistas fue repudiada por parlamentarios de la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña, quienes condenaron a la decisión gubernamental y destacaron la necesidad de dialogar con la Argentina y América Latina.

Por todo lo mencionado y esperando que sirva como una ratificación de la disposición argentina al diálogo y una nueva exhortación al gobierno de Gran Bretaña a acatar las resoluciones de la ONU para constituir una mesa de negociaciones que permita alcanzar una solución diplomática y pacífica al conflicto, invito a mis pares a acompañar el presente proyecto de resolución.