Expresar su más enérgico repudio a los dichos del intendente de la localidad de Chajarí, Provincia de Entre Ríos, Pedro Galimberti, en los que define al Régimen de Facto que tuvo lugar en la Argentina entre los años 1976 y 1983, como una "consecuencia necesaria" de las circunstancias sociales y políticas que se vivían en nuestro país en marzo de 1976.

Señor presidente:

Las expresiones que son objeto de repudio fueron pronunciadas por el intendente de la localidad entrerriana de Chajarí, Pedro Galimberti en ocasión de cumplirse un nuevo aniversario sobre los 40 años del golpe de Estado que tuvo lugar en nuestro país el 24 de marzo de 1976. Sus palabras textuales fueron las siguientes: "...El 24 de marzo de este 2016 es un día en el cual los invito en el transcurrir, reflexionemos sobre algunas cosas que nos han pasado como sociedad y como estado. Desde el punto de vista del estado, creo conveniente hacer algunas consideraciones que por supuesto me corresponden y me hago cargo y que son importantes para la sociedad. Desde el estado argentino mucho antes del 1976 ya sea a través de sus propios funcionarios ya sea a través de organizaciones paramilitares y también de diferentes grupos con ideologías políticas se había hecho un culto de la violencia política, no podemos desconocer que lo que aconteció el 24 de marzo del 76 es consecuencia necesaria de los errores de los dirigentes políticos, de los que se ponían a la cabeza y de los que hacían muchas veces de la intolerancia, del no respeto y de la falta de diálogo y de tomar la violencia y de tomar las armas una condición casi inequívoca de que no podía haber otro final en nuestro país..."

Considero de suma gravedad las afirmaciones del edil con la intención de dar justificación al régimen de facto que gobernó nuestro país entre 1976 y 1983. Si consideramos al golpe de Estado como un acto delictivo, las declaraciones de Galimberti constituyen un comportamiento rayano a la apología del delito.

Las responsabilidades se acrecientan en la medida del cargo que ocupan los funcionarios públicos. En el presente caso, se trata de un intendente, máxima figura representativa de una comunidad bajo el sistema democrático. Más allá de las repudiables convicciones personales del edil, el objeto principal del presente proyecto es repudiar sus declaraciones vertidas en calidad de funcionario público elegido por su comunidad en el marco de un sistema democrático. Este sistema representativo, republicano y federal consagrado en nuestra Constitución Nacional por el cual fue elegido Galimberti, fue interrumpido por el régimen de facto que él intenta justificar con sus dichos, 40 años más tarde.

En el mismo orden de ideas, si consideramos que los crímenes cometidos por el Proceso de Reorganización Nacional encabezado por las tres armas entre 1976 y 1983 han sido considerados de lesa humanidad por parte del Poder Judicial, las declaraciones de Galimberti no sólo constituyen una afrenta a la memoria de los 30.000 compatriotas detenidos-desaparecidos, a los presos políticos, torturados, exiliados, a sus familiares, a los organismos de Derechos Humanos, sino que representan además, una ofensa al pueblo argentino en su conjunto y en particular, a su comunidad.

El ejercicio de reflexión sobre esa triste época ha sido encabezado por los organismos de Derechos Humanos en su conjunto, quienes a través de sus denuncias, manifestaciones y reclamos permanentes han logrado que el pueblo argentino haga propia la frase "Nunca Más". De la misma manera, fue desterrada la teoría de los dos demonios y hoy ya no existe duda que ha sido el Estado el principal responsable por la violencia ejercida desde sus principales dependencias instaurando el miedo y el terror a través de la desaparición forzada de personas y de la persecución política. Esta afirmación es importante dejarla expresada en el presente proyecto de declaración teniendo en cuenta que las expresiones de Galimberti a la vez que intentan dar justificación al régimen de facto de 1976- 1983, también intenta enarbolar nuevamente esta nefasta teoría.

Por todo lo expuesto, solicito a los señores y señoras diputados y diputadas su acompañamiento en el presente proyecto.