Declarar de interés de este Cuerpo la Primera Semana de la Seguridad Vial Mundial de las Naciones Unidas, que se realizará en la ciudad de Ginebra (Suiza) del 23 al 29 de abril del corriente año, como así mismo todas las acciones que desde nuestro país se lleven a cabo en consonancia con dicha actividad.

Señor presidente:

La Primera Semana Mundial sobre la Seguridad Vial de las Naciones Unidas obedece al llamamiento realizado en octubre de 2005 en la resolución A/RES/60/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas a fin de mejorar la seguridad vial en el mundo, ante las dramáticas estadísticas que nos señalan que cada 3 minutos muere un niño en las carreteras del mundo, que cada año 1,2 millones de personas mueren y 50 millones resultan heridas, que se prevé que las muertes en carretera en los países más pobres se incrementen en un 80% hasta el año 2020 y que los accidentes de tráfico matan en el mundo a la misma cantidad de personas que la malaria y la tuberculosis.

Según destaca la Organización Mundial de la Salud, hay previstas a lo largo de la citada Semana, cientos de iniciativas -de carácter local, nacional, regional y mundial- organizadas por los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, como así también empresas del sector privado, fundaciones y otros agentes implicados en la mejora de la seguridad vial. El evento más importante será la Asamblea Mundial de la Juventud para la Seguridad Vial, que reunirá a delegaciones de jóvenes de numerosos países para examinar y adoptar una declaración de los jóvenes sobre la seguridad vial y determinar las mejores alternativas para actuar como defensores de la seguridad vial en sus países. Conmemorarán la Semana todos los países y muchas comunidades. Se espera que los eventos de la Semana sirvan de plataforma de lanzamiento de otras iniciativas eficaces de seguridad vial en los próximos años.

El ex Secretario General de la ONU, Kofi Annan, destacó oportunamente que "la seguridad vial no es accidental: la seguridad vial se consigue mediante la acción deliberada de muchos individuos y muchos sectores de la sociedad, gubernamentales y no gubernamentales. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar: ministros de transporte, salud y educación; proveedores de atención sanitaria; asociaciones de automovilistas; educadores; estudiantes; aseguradoras; fabricantes de vehículos; medios informativos, y víctimas de accidentes de tránsito y sus familiares. Pero para ello es fundamental un firme compromiso político. Los logros ejemplares de hoy son a menudo el resultado de una decisión adoptada en las más altas instancias de la Administración para mejorar la seguridad vial. A través de la Asamblea Mundial de la Juventud para la Seguridad Vial -el evento más importante de la Primera Semana Mundial sobre la Seguridad Vial de las Naciones Unidas- la Organización Mundial de la Salud, las comisiones regionales de las Naciones Unidas y sus asociados están ofreciendo la palabra a los jóvenes. Oigamos sus consejos. Y mejoremos la seguridad en las carreteras del mundo, por su bien y por el nuestro".

En este contexto, la Fundación de la Federación Internacional del Automóvil ha lanzado la campaña mundial por "Carreteras Seguras" (campaña que cuenta con el apoyo del Automóvil Club Argentino) solicitando a la 62ª Sesión de las Naciones Unidas en 2007, acordar una Resolución de la Asamblea General que respalde las siguientes acciones para luchar contra las muertes en las carreteras:

- Apoyar un Plan de Acción mundial por importe de 300 millones de dólares en 10 años para mejorar la seguridad vial en los países en vías de desarrollo

- Hacer un llamamiento al Banco Mundial y otros donantes multilaterales y bilaterales, para asegurar que por lo menos el 10% de los presupuestos de desarrollo para carreteras, sea dedicado a medidas para la seguridad vial

- Apoyar la celebración de una cumbre de ministros auspiciada por la ONU, para acordar un compromiso político a altos niveles, con el fin de realizar acciones relacionadas con las muertes en carreteras en países en desarrollo.

En nuestro país, los recientes y trágicos sucesos ocurridos en la autopista Ezeiza-Cañuelas, que se suma a los reiterados accidentes que durante el verano de este año 2007 tuvieron como principal protagonista a líneas de transporte automotor de larga distancia, particularmente a unidades de doble piso, lo que ha puesto en entre dicho la seguridad de este tipo de transporte, nos recuerdan que estos accidentes constituyen la principal causa de muerte entre los jóvenes 16 y 30 años. Un trabajo de investigación realizado a principios del año 2006 por el Centro de Estudios para la Nueva Mayoría, señalaba que Argentina registra la mayor tasa de muertos por accidentes de tránsito en Sudamérica, con una relación de 28,3 víctimas fatales por cada 100 mil habitantes. En el año 2006 la provincia con más accidentes fue Buenos Aires (3.062), seguida por Santa Fe (643), Córdoba (543), Mendoza (381) y Misiones (308).

De acuerdo con un reciente relevamiento del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), las muertes ocurridas en accidentes viales durante enero y febrero de 2007 aumentaron en un cinco por ciento respecto del mismo período del año pasado, y la tasa de decesos por este tipo de siniestros en Argentina duplica a la de Estados Unidos. Las muertes en accidentes registrados en rutas y calles argentinas se incrementó en un 5,37 por ciento, mientras que la cantidad de heridos graves trepó en un 31,71 por ciento. A su vez, la tasa de mortalidad cada 100 mil habitantes se ubica cerca de las 27 muertes por año, mientras que en Estados Unidos el número de decesos disminuye a 14 y en el caso de Alemania es de sólo 7 muertes. Las estadísticas del ISEV también destacaron el aumento de la participación en los accidentes viales de conductores de la franja de 17 a 30 años, que del 41 por ciento trepó al 46. Por otra parte, disminuyó el protagonismo de los autos del 65 por ciento al 56, mientras que aumentó la participación de motos y ciclomotores del 9 por ciento al 15. Debido a esto, el ISEV consideró que la situación de la siniestralidad vial en el país es "muy grave" y requiere de una "urgente intervención seria" mediante "una verdadera y permanente" política de Estado en la materia.

Según la politóloga Romina Grigioni, tanto en el índice de accidentología, como en el de vidas cobradas por los accidentes, Buenos Aires aporta el 40% de los totales del país, contribuye con una proporción similar de las pérdidas materiales y su sistema de salud pública invierte millonarias cifras en los requerimientos que resultan de la atención sanitaria de los accidentados.

Cabe recordar que en Argentina hay tres fuentes principales que computan los accidentes de tránsito. Según el Instituto de Seguridad Vial (ISEV) el año pasado se produjeron 12.260 accidentes graves, en los que resultaron 10.829 muertos. Este Instituto cruza la información de las policías provinciales y Federal, del Ministerio de Salud y de las compañías de seguros. La Asociación Luchemos por la Vida contabiliza la cantidad de muertes sobre la base de cifras oficiales, de origen policial o municipal y también se rige según índices internacionales. El Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito es un organismo público que recaba información suministrada por todas las policías del país, como así mismo por la Dirección Nacional de Política Criminal, la Justicia, datos estos que son cotejados con el Ministerio de Salud

Entre las razones que contribuyen a alcanzar estos guarismos, según Grigione, se encuentran: las deficientes condiciones de la mayoría de las rutas de nuestra Provincia y débil rol del Estado en la realización de controles de tránsito para la prevención de los distintos factores que multiplican las posibilidades de accidentes, entre ellos, el exceso de velocidad, la ingesta de alcohol previa a conducir, la circulación de vehículos que no se encuentran en condiciones de hacerlo, la falta de educación vial, tanto en el sistema formal de educación, como mediante campañas públicas sostenidas en el tiempo. Otros factores son el incremento del parque automotor, la carencia de infraestructura preparada para posibilitar la circulación de maquinarias agrícolas o para la circulación de bicicletas en zonas urbanas o semiurbanas, la falta de un eficaz sistema de sanción y registro de las infracciones de tránsito, o la falta de uniformidad de parte de los Municipios en los criterios de expedición de las credenciales habilitantes para conducir.

Ante esta grave problemática autoridades gubernamentales, el Defensor del Pueblo de la Nación y la propia sociedad civil se han puesto en marcha para abordar seria y decididamente este grave problema, que requiere la urgente participación y compromiso de la sociedad toda. Así, desde el Gobierno nacional se le está dando impulso al Plan Nacional de Seguridad Vial 2006-2009 en conjunto con los representantes de cada una de las provincias. Por su parte, a comienzos de año el gobernador Felipe Solá decretó la emergencia vial en la provincia de Buenos Aires y envió a la Legislatura un proyecto de ley para reformar profundamente el Código de Tránsito vigente; según este proyecto, se creará la Justicia de Infracciones de Tránsito provincial, se restablece el uso de radares y cámaras para controlar y sancionar el exceso de velocidad, y se promueve el fortalecimiento del Registro Único de Infractores de Tránsito (RUIT). Es particularmente destacable la tarea que llevan adelante distintas organizaciones como la Red Solidaria, Padres en la Ruta, Padres de la Tragedia de Santa Fe y Madres del Dolor, entre otras, las que han aportado propuestas con miras a promover una ley que, en un plazo de cinco años, disponga retirar de la circulación las unidades de dos pisos, entre otras medidas y acciones.

Por todo ello, Sr. Presidente, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.