Expresar su más enérgica condena y repudio a las agresiones cobardes, irracionales y sin sentido sufridas por la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Dra. Alicia Margarita Kirchner, impartidas por manifestantes en la Ciudad de Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz, el sábado 12 de Mayo del corriente.

Señor presidente:

Hace algunas semanas la Provincia de Santa Cruz viene siendo objeto de momentos de tensión que tuvieron su raíz en el reclamo de un gremio que representa a un sector docente de la Provincia.

Amparados en la legitimidad constitucional de peticionar ante las autoridades, han utilizado métodos que distan mucho de la cordura, el respeto y las buenas costumbres, que en cualquier sociedad democrática cimientan la libertad y el ejercicio pleno de los derechos de los ciudadanos.

Por casi dos semanas los funcionarios provinciales han sido objeto de los denominados "escraches" en sus domicilios particulares, en dependencias gubernamentales y en la vía publica, en los que los manifestantes precisamente no hacían uso del derecho de peticionar, sino que por el contrario, generaban situaciones de caos social y de temor para la ciudadanía impartiendo insultos y entonando cánticos adversos al Gobierno. Cabe aclarar que, aunque los funcionarios provinciales han sido víctimas directas de este tipo de métodos, incluso junto a sus familiares y allegados, nunca han respondido con agravios ni ejerciendo ninguna acción que no esté enmarcada en la legalidad que la Constitución Nacional y la Constitución Provincial prevén.

El sábado 12 de Mayo, luego de la asunción del Vicepresidente 1° de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Cruz en ejercicio del Poder Ejecutivo, el Sr. Daniel Peralta, pudimos ver como en pleno centro de la Ciudad de Río Gallegos se producía un hecho aberrante, una agresión física y verbal inusitada de la que fuera victima la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Dra. Alicia Margarita Kirchner, miembro del Poder Ejecutivo Nacional, destacada profesional en el campo del Trabajo Social y Ciudadana de esa localidad santacruceña.

Según relató la Ministra Alicia Kirchner a los medios de comunicación, los hechos se sucedieron de la siguiente manera: "Hoy, como lo hago siempre, fui a comer a un restaurante con mis hijas, unas amigas, mi yerno y el padre Juan Carlos Molina. Como el día estaba muy lindo, el trayecto desde mi casa hasta el lugar, lo hice caminando, incluso, en el camino me encontré con vecinos que se acercaron a saludarme en un clima de reencuentro. Estábamos comiendo cuando un grupo, que al principio serían veinte personas y luego se convirtieron en unas cincuenta, empezaron a molestar a todos los vecinos que estaban en la parrilla. Yo obvie ese hecho porque me dije: "Este es el lugar al que vengo toda la vida, no voy a dejar de hacerlo ahora". Cuando estábamos terminando de comer se acercó una docente para decirme que se necesitaba una solución y yo le respondí que como siempre, "vamos a mantener el diálogo, ya que no hay ningún problema en conversar porque es lo que corresponde hacer", y con un beso se despidió. Después entró el abogado Zaffrani con un obrero municipal, y empezaron a decir un montón de cosas mientras yo traté de ignorarlos porque estaba pasando un momento con mi familia y mis amigos, y considero que si ese es el momento que eligieron para manifestarse tenían la libertad de hacerlo. Luego se acercó otra docente de Puerto San Julián, que me dejó su teléfono, que también me pidió que se dialogara, yo le pedí entonces que eligieran a un grupo que los representara para que nos reunamos con el gobernador, me respondió que sí y se fue. Cuando estábamos por salir el personal de la parrilla me ofreció retirarme por la puerta del fondo, a lo que yo me negué porque yo soy una vecina y porque nunca salí ni por la puerta de atrás ni del costado, siempre he dado la cara en todos los actos de mi vida. Yo salí y, si bien creí que podrían haber gritos, nunca me imaginé el grado de violencia que se desató a partir de ese momento".

Los hechos que completarían el relato de la Dra. Kirchner son de público conocimiento, ya que los medios de comunicación han dado una gran cobertura en imágenes y videos que muestran a los manifestantes que no solo la agredieron verbalmente sino que le arrojaron harina y huevos, y hostigándola por un trayecto de dos cuadras, la agredieron físicamente golpeándola por la espalda y tirándole el cabello..

Es evidente el grado de violencia que estos manifestantes han ejercido. Y en un país donde por años han sido coaccionadas las libertades individuales con prácticas dictatoriales y antidemocráticas, la existencia de esta clase de hechos, en que se han visto vulnerados los derechos de una Ciudadana de caminar libremente por las calles de su localidad de origen, deben ser fuertemente condenados y repudiados.

Por otro lado no debemos omitir que la mencionada es Ministra de uno de los Poderes del Estado Nacional -el Ejecutivo- por lo que en instancias del salvaguardo del sistema político por el que los argentinos hemos optado se hace vital que el Poder Legislativo que integramos manifieste públicamente su más enérgico repudio.

Asimismo es destacable y ennoblece en su calidad humana a la Ministra que ante tan deleznable accionar no ha hecho otra cosa que llamar al diálogo entre los sectores en conflicto y a trabajar por la pacificación de la provincia. Indiscutiblemente apoyamos este pedido, y llamamos a los vecinos santacruceños a la reflexión para que, entre todos, con el gobierno constitucional y los actores sociales a la cabeza, busquen la armonía social y la construcción de la provincia grande que hace más de quince años se viene construyendo. Aún sabiendo que algunos sectores implicados no han levantado su voz en rechazo a estos hechos, como es el caso del Intendente de Río Gallegos que en ningún momento, en su carácter de representante del pueblo de esa localidad, se manifestó contrario a lo sucedido. Asimismo hemos escuchado azorados a algunos que han llegado a afirmar que estos hechos habían sido organizados por el Frente para la Victoria, e incluso intentar poner en tela de juicio la responsabilidad de la Ministra de "caminar por las calles" de la capital santacruceña o que había sido una "provocación" hacia los docentes en conflicto almorzar públicamente en un local céntrico. Entonces ahora resulta que para ellos la víctima es culpable, una idea tan parecida a la que se tenía durante la ultima dictadura militar cuando se decía que los perseguidos "algo habrán hecho".

Por tales motivos y en salvaguardo de la construcción de un país con justicia, verdad y memoria para todos los argentinos, es que consideramos estos hechos merecen por parte de esta Honorable Cámara la más enérgica condena y repudio, lo que así solicitamos se resuelva.