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RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P01 Oficina 149

Secretario Administrativo DR. SAADE MARTIN OMAR

Jefe SR. OTTONE IGNACIO

Martes 14.30hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2132 Internos 2132/2133

crnaturales@hcdn.gov.ar

PROYECTO DE DECLARACION

Expediente: 3904-D-2016

Sumario: EXPRESAR ADHESION AL "DIA NACIONAL DE LA CONSERVACION DEL SUELO", A CELEBRARSE EL 7 DE JULIO.

Fecha: 23/06/2016

Publicado en: Trámite Parlamentario N° 78

Proyecto
Adherir al “Día nacional de la Conservación del Suelo” a conmemorarse el 7 de Julio.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El 7 de Julio se celebra desde 1963 el día Nacional de la Conservación del Suelo, en homenaje al Dr Hugo Benett un especialista de EEUU que logró hace más de 50 años convencer a sus legisladores para que dicten una Ley de Conservación de Suelos, siendo, además, el creador del Servicio de Conservación de Suelos estadounidense. Posteriormente y en distintas oportunidades visitó varios países de Sudamérica influenciando favorablemente en la temática de la conservación.
Esta es una problemática que en un país agro exportador como el nuestro debería ser de prioridad absoluta, ya que las consecuencias de escasa aplicación de políticas de conservación de suelos se nota negativamente en cada sistema natural argentino.
Tras la Reforma Constitucional de 1994, el derecho subjetivo a la preservación del medio ambiente constituye un capítulo ineludible. Si bien -con anterioridad- integraba la categoría de los derechos implícitos (art. 33 CN) y estaba contemplado por diversos pactos internacionales, la jerarquización constitucional de tales documentos y la redacción concreta que asumió el art. 41 de la CN, han significado un cambio radical en su reconocimiento.
La tutela del ambiente ha venido de la mano del desarrollo, en pos de neutralizar los efectos nocivos que se causaron -y se potenciaron más que nada durante la segunda mitad del Siglo XX- por el avance del hombre sobre el medio.
Así las cosas, huelga recordar la intima relación existente entre la conservación de las propiedades productivas de la tierra y la existencia de la vida humana en el planeta.
Sin embargo actividades con escaso o nulo control por parte de los estados en todo el mundo, como el avance de la frontera agropecuaria, la deforestación, o la sobreexplotación ganadera, sólo para mencionar los ejemplos más salientes, provocan procesos de erosión que llevan a la pérdida de millones de hectáreas de suelo productivo cada año.
Cuando estas actividades se realizan en zonas más frágiles, la erosión puede dar lugar a la desertificación, situación de la que no hay retorno para recuperar esos suelos.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), el 35% de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas y dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y consecuente escasez de alimentos.
El impacto en el mundo causado por la pérdida de áreas cultivables está llegando a niveles tales, que se ha convertido en uno de los factores más importantes a la hora de encontrar las causas para las crisis humanitarias por falta de alimentos.
Nuestro país, como decíamos antes, no escapa a este proceso de deterioro.
A lo largo del tiempo, y sobre todo desde que la producción agropecuaria se convirtió en el motor económico del país, desde fines del siglo XIX, el impacto negativo sobre la calidad de los suelos no ha dejado de crecer, aunque curiosamente esto complica la producción de quienes se benefician por dicho deterioro.
La explicación se encuentra en que en ese tiempo, lamentablemente, salvo algunas excepciones, la lógica degradante del mercado a predominado mucho más que la aplicación de políticas que regulen su uso.
En los últimos años el avance del cultivo de soja que empujo fuera de la Pampa Húmeda a otros cultivos pampeanos, provocó un incremento de la deforestación de bosques nativos, que hoy llega a 200 mil hectáreas anuales, (o tal vez más), con lo que la situación de la calidad de esos suelos se ha agravado a un ritmo nunca visto antes.
Hoy los estudios más moderados calculan en 30 millones de hectáreas los suelos bajo efecto de la erosión hídrica en el tercio húmedo del país y, algo más todavía por erosión eólica en los dos tercios restantes.
La erosión recordemos es un proceso paulatino de pérdida de la capacidad productiva de los suelos, que aunque tenga remedio, este se logra sólo si se aplican mediadas para ello.
También sufrimos el avance de la desertificación tanto en el NOA como en la Patagonia, proceso este último que puede ya observarse, inclusive, en el sur de la Provincia de Buenos Aires donde el bosque achaparrado típico del ecosistema del monte, (vital, ya que es sostenedor de suelos muy frágiles) fue eliminado para producir cultivos. Como consecuencia de ello, al perder el sostén que significaba el bosque en una zona caracterizada por fuertes y permanentes vientos, hoy sólo encontremos grandes volúmenes de médanos de tierra suelta e inmanejable. Por lo tanto: ni bosques ni cultivos.
Este proceso, se repite, con variantes, en todos los sistemas naturales con bosques nativos en el país.
En las zonas más fértiles, el sobrepastoreo, o la falta de rotación de cultivos provocan una pérdida de productividad que sólo en parte, es recompuesta con fertilizantes.
La importancia de conmemorar una fecha como esta, es que obliga a gobernantes y productores a asumir la necesidad de darse políticas y normas modernas de conservación de suelos.
Claro que esas normas para que sean exitosas implicarán la aplicación de mecanismos que no siempre son del agrado todos los actores. Por un lado, es imprescindible que se pongas en funcionamiento la ley Nacional de Conservación de Bosques Nativos, sobre todo su Fondo de Conservación, para que permita poner fin al desmonte. Eso ya sería un avance importante.
Por otro lado, debemos darnos un moderno marco normativo que zonifique los suelos para definir sus usos según su potencialidad, lo que significará en algunas zonas la prohibición de ciertas prácticas, y en general la regulación de la producción en función de la capacidad productiva de cada suelo, así como el incentivo a buenas prácticas como la siembra directa.
Como ya hemos dicho en proyectos del mismo tenor que este, sancionar legislación de ese tipo es el compromiso al que debemos llegar quienes aspiramos a que en nuestro país se conviertan en una realidad la aplicación de políticas de mediano y largo plazo que cambien prácticas deteriorantes, por manejos sustentables del ambiente, que traerán mejoras en la calidad de vida de todos los argentinos.
Por estas consideraciones solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ALFONSIN, RICARDO LUIS BUENOS AIRES UCR
D'AGOSTINO, JORGE MARCELO ENTRE RIOS UCR
BAZZE, MIGUEL ANGEL BUENOS AIRES UCR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia)
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
11/08/2016 DICTAMEN Aprobado por unanimidad con modificaciones
Dictamen
17/08/2016
Cámara Dictamen Texto Fecha
Diputados Orden del Dia 0362/2016 CON MODIFICACIONES; LA COMISION ACONSEJA APROBAR UN PROYECTO DE RESOLUCION 17/08/2016
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 05/09/2016 APROBADO