RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 407
Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO
Miércoles 10.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2409 Internos 2409/2407
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- RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Reunión del día 09/04/2020
- INFORMATIVA
SR. PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS MASSA Muy buenas tardes a todos. Quiero agradecerle muy especialmente al presidente de la comisión, diputado Eduardo Valdés, la decisión de convocar a la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, entendiendo la importancia que en este momento tiene para el Parlamento argentino recibir un informe y conocer el estado de situación y los caminos a recorrer durante las próximas semanas por parte del ministro de Relaciones Exteriores, canciller Felipe Solá, a quien también agradezco su presencia.
No voy a hablar de los méritos personales de Felipe porque los he sostenido públicamente cientos de veces a lo largo de los últimos veinte años. Sí estoy convencido de que la Argentina tiene a un gran dirigente político como canciller, que respeta la tarea de los diputados y las diputadas, y valora mucho el trabajo del Congreso por haber sido legislador, pero sobre todas las cosas por su profundo espíritu democrático. Así que nuevamente agradezco enormemente a Felipe esta decisión de trabajar en videoconferencia con los diputados y las diputadas integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, poniendo todo su equipo a disposición.
La idea es contar a los diputados que también están acompañando a Felipe los señores Tettamanti, Asencio y Neme, y algunos subsecretarios para evacuar dudas y responder preguntas.
Por otro lado, valoramos enormemente que los diputados de las distintas fuerzas políticas estén trabajando con esta herramienta de la videoconferencia en un momento muy particular de la Argentina, intentando dar respuestas entre todos a una situación que claramente es difícil, tanto para nuestro país como para el resto del mundo.
Nuevamente quiero transmitir lo que he dicho en cada apertura de reunión de comisión realizada durante las últimas dos semanas, fuera con la presencia de ministros o no: en nombre del gobierno y del presidente agradezco a todas las fuerzas políticas por la responsabilidad, la seriedad y la hombría de bien con la que se está tratando esta crisis por pandemia que le toca vivir a la Argentina porque es digna de reconocimiento. A la vez, valoramos enormemente la idea de que para esta etapa de la Argentina es fundamental sostener la idea de que la mejor forma de vencer esta pandemia es en unidad y no en división o pelea.
Dicho esto, antes de dar la palabra al presidente de la comisión, diputado Eduardo Valdés, quiero reiterarle a Felipe mi enorme agradecimiento. Valoro mucho que un Jueves Santo esté sentado frente a la cámara a rendir cuentas ante los diputados. Aunque el canciller sabe personalmente que lo aprecio, creo que desde lo institucional también es bueno rescatarlo.
Tiene la palabra el señor diputado Eduardo Valdés.
No voy a hablar de los méritos personales de Felipe porque los he sostenido públicamente cientos de veces a lo largo de los últimos veinte años. Sí estoy convencido de que la Argentina tiene a un gran dirigente político como canciller, que respeta la tarea de los diputados y las diputadas, y valora mucho el trabajo del Congreso por haber sido legislador, pero sobre todas las cosas por su profundo espíritu democrático. Así que nuevamente agradezco enormemente a Felipe esta decisión de trabajar en videoconferencia con los diputados y las diputadas integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, poniendo todo su equipo a disposición.
La idea es contar a los diputados que también están acompañando a Felipe los señores Tettamanti, Asencio y Neme, y algunos subsecretarios para evacuar dudas y responder preguntas.
Por otro lado, valoramos enormemente que los diputados de las distintas fuerzas políticas estén trabajando con esta herramienta de la videoconferencia en un momento muy particular de la Argentina, intentando dar respuestas entre todos a una situación que claramente es difícil, tanto para nuestro país como para el resto del mundo.
Nuevamente quiero transmitir lo que he dicho en cada apertura de reunión de comisión realizada durante las últimas dos semanas, fuera con la presencia de ministros o no: en nombre del gobierno y del presidente agradezco a todas las fuerzas políticas por la responsabilidad, la seriedad y la hombría de bien con la que se está tratando esta crisis por pandemia que le toca vivir a la Argentina porque es digna de reconocimiento. A la vez, valoramos enormemente la idea de que para esta etapa de la Argentina es fundamental sostener la idea de que la mejor forma de vencer esta pandemia es en unidad y no en división o pelea.
Dicho esto, antes de dar la palabra al presidente de la comisión, diputado Eduardo Valdés, quiero reiterarle a Felipe mi enorme agradecimiento. Valoro mucho que un Jueves Santo esté sentado frente a la cámara a rendir cuentas ante los diputados. Aunque el canciller sabe personalmente que lo aprecio, creo que desde lo institucional también es bueno rescatarlo.
Tiene la palabra el señor diputado Eduardo Valdés.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Agradezco al presidente Massa y a todo el personal de la Cámara que se predispuso a realizar esta reunión un Jueves Santo.
Quiero agradecer al canciller y a todo su equipo que permanentemente han posibilitado llevar adelante nuestra primera reunión de constitución, como así también al señor vicepresidente 1° de la comisión, diputado Facundo Suárez Lastra, con quien venía conversando y solicitaba mantener esta reunión.
Como el canciller siempre estuvo predispuesto, decidimos reunirnos en comisión de un modo atípico, como es en forma virtual. Este modo es tan atípico como el mundo que nos toca vivir hoy, tanto a este canciller como a este presidente y a nosotros mismos como dirigentes políticos.
Nadie puede decir que conoce lo que pasará mañana. Día a día estamos construyendo un protocolo de vida. En este aspecto, hoy se me ha demostrado que en momentos tan dramáticos como los que vivimos, a veces las ideologías no sirven, sino la humanidad de cada dirigente político. En el mundo hay dirigentes políticos con mi misma ideología; sin embargo, la verdad es que sus comportamientos frente a esta pandemia me han defraudado.
Igualmente cabe mencionar que hay dirigentes políticos ocupando cargos de presidentes o cancilleres -particularmente nombro a Angela Merkel, quien no piensa como yo-, que se comportan con una humanidad que a uno le gustaría que otros que piensan como uno lo hicieran de igual modo. Me gusta que estemos actuando así en la Argentina. Me gusta esa foto del presidente de la Argentina junto al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al gobernador de la provincia de Buenos Aires. Me gusta esa Argentina que en estos momentos se reconoce plural y pretende convivir.
Consecuentemente, de esa misma manera me gustaría que se realizara esta reunión. Me refiero a que sea una reunión donde el canciller nos diga lo que puede decir, lo que sabe y también nos comente sus dudas. Esto último no significa que un haya vacío, sino de que se procede con una honestidad brutal porque nadie -como dije al principio- puede decir que pasará pasado mañana en el mundo.
Sabemos que la Argentina es uno de los países que tiene menos muertos por cada 100.000 habitantes y eso para mí ya es motivo de gran orgullo. Entonces, sobre la base de esos criterios, me gustaría que se desarrollara esta reunión.
Tiene la palabra el canciller Felipe Solá.
Quiero agradecer al canciller y a todo su equipo que permanentemente han posibilitado llevar adelante nuestra primera reunión de constitución, como así también al señor vicepresidente 1° de la comisión, diputado Facundo Suárez Lastra, con quien venía conversando y solicitaba mantener esta reunión.
Como el canciller siempre estuvo predispuesto, decidimos reunirnos en comisión de un modo atípico, como es en forma virtual. Este modo es tan atípico como el mundo que nos toca vivir hoy, tanto a este canciller como a este presidente y a nosotros mismos como dirigentes políticos.
Nadie puede decir que conoce lo que pasará mañana. Día a día estamos construyendo un protocolo de vida. En este aspecto, hoy se me ha demostrado que en momentos tan dramáticos como los que vivimos, a veces las ideologías no sirven, sino la humanidad de cada dirigente político. En el mundo hay dirigentes políticos con mi misma ideología; sin embargo, la verdad es que sus comportamientos frente a esta pandemia me han defraudado.
Igualmente cabe mencionar que hay dirigentes políticos ocupando cargos de presidentes o cancilleres -particularmente nombro a Angela Merkel, quien no piensa como yo-, que se comportan con una humanidad que a uno le gustaría que otros que piensan como uno lo hicieran de igual modo. Me gusta que estemos actuando así en la Argentina. Me gusta esa foto del presidente de la Argentina junto al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al gobernador de la provincia de Buenos Aires. Me gusta esa Argentina que en estos momentos se reconoce plural y pretende convivir.
Consecuentemente, de esa misma manera me gustaría que se realizara esta reunión. Me refiero a que sea una reunión donde el canciller nos diga lo que puede decir, lo que sabe y también nos comente sus dudas. Esto último no significa que un haya vacío, sino de que se procede con una honestidad brutal porque nadie -como dije al principio- puede decir que pasará pasado mañana en el mundo.
Sabemos que la Argentina es uno de los países que tiene menos muertos por cada 100.000 habitantes y eso para mí ya es motivo de gran orgullo. Entonces, sobre la base de esos criterios, me gustaría que se desarrollara esta reunión.
Tiene la palabra el canciller Felipe Solá.
Y CULTO Muchísimas gracias por invitarme. Muchas gracias al presidente de la Cámara, mi amigo y compañero Sergio Massa, por sus palabras.
Quiero decirles que para alguien que ha estado muchos años en la Cámara -demasiados tal vez-, es un gusto estar aquí presente. Lo siento como una reunión política, una reunión más de tantas que hemos tenido. Bienvenido el debate sobre un hecho que a todos nos conmociona muchísimo.
Este acontecimiento es una enorme novedad para todos y lo estamos viendo como algo que nunca esperábamos vivir en nuestras vidas. Sin embargo, la única novedad es que no se trata de un hecho argentino, sino de un hecho absolutamente internacional.
Al respecto, podemos tomar medidas -ya se han tomado muchas importantísimas-, defenderlas, mantenerlas y revisarlas. Pero sabemos que también es muy importante lo que pasa con la enfermedad en el mundo. Me refiero al avance y al grado de virulencia de la enfermedad.
En primer lugar, quiero comentarles que esta Cancillería está conformada por un equipo. Conmigo está presente el vicecanciller, secretario de Relaciones Exteriores, el embajador Tettamanti, quién está ubicado a una distancia prudente y a espaldas mía. Asimismo, está el secretario de Negociaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, quien prácticamente es el secretario de Comercio Exterior del país; y el jefe de Gabinete, Guillermo Chaves.
No quiero olvidarme de alguien. También están con nosotros el secretario de Coordinación de la Cancillería, que maneja el corazón de la Cancillería, Martín Yañez; como así también quien tiene una relación asidua con ustedes porque es una de sus principales funciones, además de relacionarse con gobernadores e intendentes, el ex diputado y hoy subsecretario, Fernando Asencio.
A la vez está acompañándonos una persona que ha trabajado durante estos veinte días al lado mío y de todos los demás en esta mesa cotidiana casi permanente -ya que tuve poco tiempo para estar solo-, quien el jefe de la sección consular, el ministro Gustavo Dzugala. La sección consular es una de las claves de trabajo en estos últimos veinte y pico de días.
Finalmente, quiero agregar la presencia del director de Administración, de la gente de prensa, etcétera.
Paso a comentarles que entre los dos o tres asuntos que veníamos tratando -ustedes los recordarán como los temas los fundamentales del futuro- están, en primer lugar, la relación Unión Europea-Mercosur y la prospectiva de lo que podía pasar. Analizábamos el sí, el no, el cómo y su repercusión. Pero obviamente hoy ese asunto está dormido por las circunstancias que vivimos.
La otra función de la Cancillería es la comercial. Hemos tenido que dedicarnos más a la defensa que a la promoción del comercio que ya tenemos. De todas formas, también seguimos haciendo acciones de promoción que luego podemos ver si lo requieren los compañeros y colegas diputadas y diputados.
La tercera es el relacionamiento, obviamente, con el exterior, que se refiere a nuestra estrategia para América latina, a nuestra estrategia en la negociación de la deuda con los Estados Unidos, a nuestra estrategia con la Unión Europea, a la participación del país en el Grupo de Contacto -así se llama el grupo formado por algunos países latinoamericanos y la Unión Europea para la cuestión Venezuela- y a otras cuestiones que dejo sobre la mesa a fin de que los diputados y las diputadas puedan consultar.
La pandemia ocupa el 90 por ciento de nuestro tiempo. Para nosotros todo esto empezó con algo que estamos muy conformes de haberlo hecho, que pudo haber sido mejor o peor: tomamos rápido la decisión -si no me equivoco el 10 o 12 de marzo- de que todos los consulados de la Argentina en el mundo hicieron una lista de los argentinos que querían volver al país. Esa lista estaba estrictamente hecha de mayor a menor por fecha en la que tenían pasaje de vuelta en cualquier aerolínea. Esa lista podía ser alterada en su numeración solamente por lo que llamamos "vulnerabilidad": con esto nos referimos a compatriotas vulnerables. Los cónsules tenían derecho a determinar si tenían que repatriar primero a alguna persona que requería viajar, ya sea por su estado físico, por su edad o porque estaba con un tratamiento médico y tenía cierta dependencia de medicamentos o por otras razones. Nosotros no hicimos un protocolo para elegir cuáles eran las razones por las cuales alguien era vulnerable, sino que lo dejamos a criterio de cada cónsul o embajador y/o embajador o agregado de negocios.
Esa lista fue muy cambiante en todos los casos. Es decir, viajó mucha gente hacia la Argentina y eso desagotó mucho las listas de regreso. Pero luego el listado se fue incrementando básicamente por dos razones. En primer lugar, con turistas que se dieron cuenta tarde de que estaban en un problema para volver, y en segundo lugar y un poco más adelante, con argentinos que se quedaron sin trabajo por la pandemia. Hubo dos clases de argentinos que se quedaron sin trabajo. Por un lado, los jóvenes que hacen lo que se llama work and travel. Esta es una especie de semivacaciones porque la persona está trabajando y paseando. Había argentinos, por ejemplo, en la Ribera Maya, y otros que se fueron a trabajar a la nieve en Andorra, que a lo mejor son más profesionales todavía y no tan jóvenes, pero también estaban trabajando en cuestiones vinculadas con la gastronomía y demás en lugares de turismo. Había más argentinos en Tailandia, en el sudeste asiático, en Oceanía, en Australia y en Nueva Zelanda; muchos jóvenes ya están regresando, aunque todavía quedan algunos por hacerlo.
Por otro lado, hay casos de turismo un poco más barato en América del Sur, como los mochileros. Tenemos un problema específico que, para mí, es uno de los más complejos, al que le hemos encontrado la vuelta y que son los turistas que se encuentran en zonas como Perú, Ecuador, en menor medida en Colombia, algo en Bolivia y en Chile.
A esto se agregan los turistas de fin de semana, sobre todo en Brasil y en Uruguay. Brasil es uno de los destinos de aquellos argentinos que tanto se han criticado y que salieron después del 12 de marzo. Esa noche el presidente anunció que a partir de la cero hora del 17 de marzo comenzaba una veda de vuelos regulares y que luego sólo se admitirían los vuelos habilitados a través del jefe de Gabinete y del Ministro de Transporte en consulta con la Cancillería, con Migraciones del Ministerio del Interior y con el Ministerio de Seguridad. Para esto, primero debía haber un pedido de una línea e inmediatamente teníamos que intervenir.
Esa situación generó muchas críticas a los que salieron sabiendo que se iba a cerrar el aeropuerto de Ezeiza. Básicamente nosotros aclaramos de entrada que una cosa podía ser una crítica de tipo ético y otra lo legal. Irse del país era legal. Por lo tanto, desde el punto de vista de nuestra actitud frente a los demás no podíamos discriminar. En todo caso podíamos discriminar por la fecha del pasaje de vuelta, pero no ir más allá.
En los minutos que me quedan quiero contarles un panorama rápido de la situación. Han vuelto al país entre 60.000 y 70.000 personas después del 17 de marzo, es decir, con vuelos llamados humanitarios. Al principio entraban a razón de 40 a 50 por día vuelos humanitarios a Ezeiza, o sea que era similar a lo que ocurre en un día regular del aeropuerto. Eso empezó a bajar. ¿Por qué? Porque el área de Salud empezó a ajustar el modelo de recepción y de seguridad sanitaria junto con los requerimientos que había por parte de la Policía Aeronáutica y del área de Transporte para llevar a la gente a donde decía que iba a hacer su cuarentena en caso de que vinieran de zonas de riesgo. A su vez, había gente que venía de zonas que no estaban denominadas como de riesgo. También comenzó a ajustarse la cuestión de la seguridad en general y de la logística.
Entonces, en Ezeiza tenían que trabajar varios ministerios. El ajuste fue determinándolo el área de Salud que es quien tiene la última palabra en todo esto. Todos nos ajustamos a los requerimientos del Ministerio de Salud por la posibilidad de control sanitario y se fueron reduciendo los vuelos.
En un momento dado hubo una reunión en la que se habló de que regresaban al país 700 personas por día, 350 de zonas de riesgo y 350 personas de zonas no consideradas de riesgo. El Ministerio de Salud ajustó inmediatamente esa cifra a una mucho menor, que es la que rige actualmente, y se estableció que ingresaran 300 personas por día por Ezeiza.
Ha ingresado gente a través de la frontera terrestre sin duda alguna, sobre todo de Brasil. Los ingresos por Foz de Iguazú han sido un poco problemáticos. Otro ingreso que por suerte se fue liberando es a través de Paso de los Libres-Uruguayana.
También hemos tenido algunos problemas en la frontera con Mendoza, porque el gobernador no quería que entraran por allí, y en la frontera de Jujuy, donde el gobernador tampoco quería que ingresaran. No son los únicos gobernadores que cerraron su provincia, porque también hay otros que lo han hecho. Hago mención de ellos porque son limítrofes y son lugares donde ha habido movimientos.
El comercio internacional siempre estuvo abierto a través de todos los decretos de necesidad y urgencia; esto nunca se modificó. Sin embargo, encuentra trabas porque al pasar una carretera por un pueblo a veces el intendente dice que por ahí no ingresa nadie. Una de las características históricas de los pueblos es que les piden a sus jefes, sus intendentes y hasta sus gobernadores y su presidente, que antes que nada los cuide. La palabra "cuidar" está ahora muy ampliada en el inconsciente y en el consciente de las personas en la pandemia. Por lo tanto, el mejor es aquel que más me cuida. ¿De qué me cuida? De la pandemia. Por lo tanto, los intendentes y algunos gobernadores tienden a tomar medidas que no son constitucionales, pero que son apoyadas absolutamente por sus pueblos localmente.
Eso generó algunas trabas que por suerte no han detenido el comercio. Hemos destrabado uno por uno los conflictos, tal como se hace en estos casos, hablando con el gobernador o el intendente y con el Ministro del Interior, porque es fundamental que la Argentina siga teniendo ingreso de divisas, que miremos el comercio y que tengamos un ojo ahí, sobre todo dada la doble función de esta casa.
También quiero decirles que he visto algunas preguntas. Pero antes de comenzar a contestar la primera pregunta que me formularon, voy a frenar un poco. Hay algunas que obviamente pueden variar, se pueden modificar, o pueden aumentar la medida de la decisión de las diputadas o los diputados.
Antes de contestar la primera pregunta que me formularon -para no seguir dando la lata- quiero precisar que tenemos en claro dónde podemos actuar rápidamente y con eficiencia y en qué lugar nos va a costar mucho más. Uno de los factores importantes a tener en cuenta es la aceptación clara de lo que uno puede hacer y lo que uno no puede hacer en virtud de la pandemia que nos afecta. Eso les sucede a todos los ministerios y a ustedes también, pues son decisiones de todos, pero resalta más cuando uno está cumpliendo funciones ejecutivas, legislativas o judiciales.
Finalmente, quiero expresar que he aprendido a conocer a cada uno de los cónsules. He realizado siete u ocho teleconferencias muy largas con todas las regiones del mundo conversando con todos los embajadores y agregados de negocios con el objeto de que cada uno de ellos me contara sus historias, sus problemas y qué es lo que sucede en esos países.
Nuestra Cancillería hace un esfuerzo enorme por contener y humanizar la relación con los argentinos varados en el mundo, a fin de darles una solución y puedan venir. Los secretarios, subsecretarios y quien les habla tenemos contacto con alrededor de 50 personas que, representando o no a quienes están varados y se encuentran en un estado de desesperación -o por lo menos lo muestran- se comunican directamente conmigo. A veces converso con ellos más de lo debido porque no interpretan lo que digo. Pero eso no importa, pues me parece que hay que hacerlo y es uno de los trabajos que lleva más tiempo.
Gracias por permitirme realizar esta introducción y quedo a disposición de ustedes.
Quiero decirles que para alguien que ha estado muchos años en la Cámara -demasiados tal vez-, es un gusto estar aquí presente. Lo siento como una reunión política, una reunión más de tantas que hemos tenido. Bienvenido el debate sobre un hecho que a todos nos conmociona muchísimo.
Este acontecimiento es una enorme novedad para todos y lo estamos viendo como algo que nunca esperábamos vivir en nuestras vidas. Sin embargo, la única novedad es que no se trata de un hecho argentino, sino de un hecho absolutamente internacional.
Al respecto, podemos tomar medidas -ya se han tomado muchas importantísimas-, defenderlas, mantenerlas y revisarlas. Pero sabemos que también es muy importante lo que pasa con la enfermedad en el mundo. Me refiero al avance y al grado de virulencia de la enfermedad.
En primer lugar, quiero comentarles que esta Cancillería está conformada por un equipo. Conmigo está presente el vicecanciller, secretario de Relaciones Exteriores, el embajador Tettamanti, quién está ubicado a una distancia prudente y a espaldas mía. Asimismo, está el secretario de Negociaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, quien prácticamente es el secretario de Comercio Exterior del país; y el jefe de Gabinete, Guillermo Chaves.
No quiero olvidarme de alguien. También están con nosotros el secretario de Coordinación de la Cancillería, que maneja el corazón de la Cancillería, Martín Yañez; como así también quien tiene una relación asidua con ustedes porque es una de sus principales funciones, además de relacionarse con gobernadores e intendentes, el ex diputado y hoy subsecretario, Fernando Asencio.
A la vez está acompañándonos una persona que ha trabajado durante estos veinte días al lado mío y de todos los demás en esta mesa cotidiana casi permanente -ya que tuve poco tiempo para estar solo-, quien el jefe de la sección consular, el ministro Gustavo Dzugala. La sección consular es una de las claves de trabajo en estos últimos veinte y pico de días.
Finalmente, quiero agregar la presencia del director de Administración, de la gente de prensa, etcétera.
Paso a comentarles que entre los dos o tres asuntos que veníamos tratando -ustedes los recordarán como los temas los fundamentales del futuro- están, en primer lugar, la relación Unión Europea-Mercosur y la prospectiva de lo que podía pasar. Analizábamos el sí, el no, el cómo y su repercusión. Pero obviamente hoy ese asunto está dormido por las circunstancias que vivimos.
La otra función de la Cancillería es la comercial. Hemos tenido que dedicarnos más a la defensa que a la promoción del comercio que ya tenemos. De todas formas, también seguimos haciendo acciones de promoción que luego podemos ver si lo requieren los compañeros y colegas diputadas y diputados.
La tercera es el relacionamiento, obviamente, con el exterior, que se refiere a nuestra estrategia para América latina, a nuestra estrategia en la negociación de la deuda con los Estados Unidos, a nuestra estrategia con la Unión Europea, a la participación del país en el Grupo de Contacto -así se llama el grupo formado por algunos países latinoamericanos y la Unión Europea para la cuestión Venezuela- y a otras cuestiones que dejo sobre la mesa a fin de que los diputados y las diputadas puedan consultar.
La pandemia ocupa el 90 por ciento de nuestro tiempo. Para nosotros todo esto empezó con algo que estamos muy conformes de haberlo hecho, que pudo haber sido mejor o peor: tomamos rápido la decisión -si no me equivoco el 10 o 12 de marzo- de que todos los consulados de la Argentina en el mundo hicieron una lista de los argentinos que querían volver al país. Esa lista estaba estrictamente hecha de mayor a menor por fecha en la que tenían pasaje de vuelta en cualquier aerolínea. Esa lista podía ser alterada en su numeración solamente por lo que llamamos "vulnerabilidad": con esto nos referimos a compatriotas vulnerables. Los cónsules tenían derecho a determinar si tenían que repatriar primero a alguna persona que requería viajar, ya sea por su estado físico, por su edad o porque estaba con un tratamiento médico y tenía cierta dependencia de medicamentos o por otras razones. Nosotros no hicimos un protocolo para elegir cuáles eran las razones por las cuales alguien era vulnerable, sino que lo dejamos a criterio de cada cónsul o embajador y/o embajador o agregado de negocios.
Esa lista fue muy cambiante en todos los casos. Es decir, viajó mucha gente hacia la Argentina y eso desagotó mucho las listas de regreso. Pero luego el listado se fue incrementando básicamente por dos razones. En primer lugar, con turistas que se dieron cuenta tarde de que estaban en un problema para volver, y en segundo lugar y un poco más adelante, con argentinos que se quedaron sin trabajo por la pandemia. Hubo dos clases de argentinos que se quedaron sin trabajo. Por un lado, los jóvenes que hacen lo que se llama work and travel. Esta es una especie de semivacaciones porque la persona está trabajando y paseando. Había argentinos, por ejemplo, en la Ribera Maya, y otros que se fueron a trabajar a la nieve en Andorra, que a lo mejor son más profesionales todavía y no tan jóvenes, pero también estaban trabajando en cuestiones vinculadas con la gastronomía y demás en lugares de turismo. Había más argentinos en Tailandia, en el sudeste asiático, en Oceanía, en Australia y en Nueva Zelanda; muchos jóvenes ya están regresando, aunque todavía quedan algunos por hacerlo.
Por otro lado, hay casos de turismo un poco más barato en América del Sur, como los mochileros. Tenemos un problema específico que, para mí, es uno de los más complejos, al que le hemos encontrado la vuelta y que son los turistas que se encuentran en zonas como Perú, Ecuador, en menor medida en Colombia, algo en Bolivia y en Chile.
A esto se agregan los turistas de fin de semana, sobre todo en Brasil y en Uruguay. Brasil es uno de los destinos de aquellos argentinos que tanto se han criticado y que salieron después del 12 de marzo. Esa noche el presidente anunció que a partir de la cero hora del 17 de marzo comenzaba una veda de vuelos regulares y que luego sólo se admitirían los vuelos habilitados a través del jefe de Gabinete y del Ministro de Transporte en consulta con la Cancillería, con Migraciones del Ministerio del Interior y con el Ministerio de Seguridad. Para esto, primero debía haber un pedido de una línea e inmediatamente teníamos que intervenir.
Esa situación generó muchas críticas a los que salieron sabiendo que se iba a cerrar el aeropuerto de Ezeiza. Básicamente nosotros aclaramos de entrada que una cosa podía ser una crítica de tipo ético y otra lo legal. Irse del país era legal. Por lo tanto, desde el punto de vista de nuestra actitud frente a los demás no podíamos discriminar. En todo caso podíamos discriminar por la fecha del pasaje de vuelta, pero no ir más allá.
En los minutos que me quedan quiero contarles un panorama rápido de la situación. Han vuelto al país entre 60.000 y 70.000 personas después del 17 de marzo, es decir, con vuelos llamados humanitarios. Al principio entraban a razón de 40 a 50 por día vuelos humanitarios a Ezeiza, o sea que era similar a lo que ocurre en un día regular del aeropuerto. Eso empezó a bajar. ¿Por qué? Porque el área de Salud empezó a ajustar el modelo de recepción y de seguridad sanitaria junto con los requerimientos que había por parte de la Policía Aeronáutica y del área de Transporte para llevar a la gente a donde decía que iba a hacer su cuarentena en caso de que vinieran de zonas de riesgo. A su vez, había gente que venía de zonas que no estaban denominadas como de riesgo. También comenzó a ajustarse la cuestión de la seguridad en general y de la logística.
Entonces, en Ezeiza tenían que trabajar varios ministerios. El ajuste fue determinándolo el área de Salud que es quien tiene la última palabra en todo esto. Todos nos ajustamos a los requerimientos del Ministerio de Salud por la posibilidad de control sanitario y se fueron reduciendo los vuelos.
En un momento dado hubo una reunión en la que se habló de que regresaban al país 700 personas por día, 350 de zonas de riesgo y 350 personas de zonas no consideradas de riesgo. El Ministerio de Salud ajustó inmediatamente esa cifra a una mucho menor, que es la que rige actualmente, y se estableció que ingresaran 300 personas por día por Ezeiza.
Ha ingresado gente a través de la frontera terrestre sin duda alguna, sobre todo de Brasil. Los ingresos por Foz de Iguazú han sido un poco problemáticos. Otro ingreso que por suerte se fue liberando es a través de Paso de los Libres-Uruguayana.
También hemos tenido algunos problemas en la frontera con Mendoza, porque el gobernador no quería que entraran por allí, y en la frontera de Jujuy, donde el gobernador tampoco quería que ingresaran. No son los únicos gobernadores que cerraron su provincia, porque también hay otros que lo han hecho. Hago mención de ellos porque son limítrofes y son lugares donde ha habido movimientos.
El comercio internacional siempre estuvo abierto a través de todos los decretos de necesidad y urgencia; esto nunca se modificó. Sin embargo, encuentra trabas porque al pasar una carretera por un pueblo a veces el intendente dice que por ahí no ingresa nadie. Una de las características históricas de los pueblos es que les piden a sus jefes, sus intendentes y hasta sus gobernadores y su presidente, que antes que nada los cuide. La palabra "cuidar" está ahora muy ampliada en el inconsciente y en el consciente de las personas en la pandemia. Por lo tanto, el mejor es aquel que más me cuida. ¿De qué me cuida? De la pandemia. Por lo tanto, los intendentes y algunos gobernadores tienden a tomar medidas que no son constitucionales, pero que son apoyadas absolutamente por sus pueblos localmente.
Eso generó algunas trabas que por suerte no han detenido el comercio. Hemos destrabado uno por uno los conflictos, tal como se hace en estos casos, hablando con el gobernador o el intendente y con el Ministro del Interior, porque es fundamental que la Argentina siga teniendo ingreso de divisas, que miremos el comercio y que tengamos un ojo ahí, sobre todo dada la doble función de esta casa.
También quiero decirles que he visto algunas preguntas. Pero antes de comenzar a contestar la primera pregunta que me formularon, voy a frenar un poco. Hay algunas que obviamente pueden variar, se pueden modificar, o pueden aumentar la medida de la decisión de las diputadas o los diputados.
Antes de contestar la primera pregunta que me formularon -para no seguir dando la lata- quiero precisar que tenemos en claro dónde podemos actuar rápidamente y con eficiencia y en qué lugar nos va a costar mucho más. Uno de los factores importantes a tener en cuenta es la aceptación clara de lo que uno puede hacer y lo que uno no puede hacer en virtud de la pandemia que nos afecta. Eso les sucede a todos los ministerios y a ustedes también, pues son decisiones de todos, pero resalta más cuando uno está cumpliendo funciones ejecutivas, legislativas o judiciales.
Finalmente, quiero expresar que he aprendido a conocer a cada uno de los cónsules. He realizado siete u ocho teleconferencias muy largas con todas las regiones del mundo conversando con todos los embajadores y agregados de negocios con el objeto de que cada uno de ellos me contara sus historias, sus problemas y qué es lo que sucede en esos países.
Nuestra Cancillería hace un esfuerzo enorme por contener y humanizar la relación con los argentinos varados en el mundo, a fin de darles una solución y puedan venir. Los secretarios, subsecretarios y quien les habla tenemos contacto con alrededor de 50 personas que, representando o no a quienes están varados y se encuentran en un estado de desesperación -o por lo menos lo muestran- se comunican directamente conmigo. A veces converso con ellos más de lo debido porque no interpretan lo que digo. Pero eso no importa, pues me parece que hay que hacerlo y es uno de los trabajos que lleva más tiempo.
Gracias por permitirme realizar esta introducción y quedo a disposición de ustedes.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Gracias, señor canciller.
Tiene la palabra el señor vicepresidente 1° de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, diputado Facundo Suárez Lastra.
Tiene la palabra el señor vicepresidente 1° de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, diputado Facundo Suárez Lastra.
SR. SUÁREZ LASTRA Buenas tardes, señor presidente. Venimos trabajando intensamente, a fin de procurar que los legisladores y el pueblo argentino puedan tener información fehaciente que les sirva para evaluar la situación suscitada a raíz de esta pandemia.
Celebramos la presencia del ministro de Relaciones Exteriores y Culto en la reunión de hoy y que habíamos solicitado.
Antes que nada quiero expresar mi agradecimiento al personal del Servicio Exterior, que ha estado trabajando intensamente. Uno de los primeros objetivos fue de establecer un enlace. En ese sentido, el jefe de Gabinete del Ministerio, Guillermo Justo Chávez, nos contactó con el Director de Asuntos Consulares, ministro Gustavo Dzugala, quien ha estado predispuesto y nos ha permitido comunicarnos con una enorme cantidad de funcionarios del Servicio Exterior que están haciendo un enorme esfuerzo con muy pocas condiciones. Digo esto no porque la Cancillería argentina no esté equipada, sino porque no se encuentra preparada para semejante demanda. Eso lo sabemos y no es un defecto. Nadie prepara una Cancillería para atender la cantidad de problemas que existen. Por ende, el esfuerzo que se ha hecho ha sido enorme.
Quiero manifestar que por el tipo de reunión que estamos realizando estamos muy limitados por el tiempo. Seguramente nos están escuchando muchos compatriotas que están en el exterior y vía Internet estarán presenciando este encuentro. He visto a muchos señores diputados ocuparse y relacionarse con ellos. Les han enviado notas que reenviaremos al señor canciller a través del Jefe de Gabinete del Ministerio. Me refiero a delegaciones de Perú y de México. Asimismo, hay diputados de esta comisión que han presentado proyectos que contienen preguntas ya conocidas por el señor canciller pues se la hemos enviado.
Voy a mencionar a los diputados que no harán uso de la palabra. Se trata de los diputados Buryaile, Cantard, De Lamadrid y Ferraro y de la diputada Lospennato. Todos ellos son miembros de esta comisión. A esta lista tenemos que agregarle dos diputados que no integran la comisión pero han trabajado muchísimo en esta materia. Me refiero a los diputados Luis Alfonso Petri y José Luis Riccardo.
Finalmente, quiero formular una consideración respecto de la presentación que acaba de realizar el señor canciller. Estamos totalmente de acuerdo en que este es un hecho internacional. La pandemia es un fenómeno global y la solución va a requerir una cooperación global.
El tiempo ahora no nos va a alcanzar porque seguramente las preguntas estarán orientadas a brindar información a los argentinos que están varados en el exterior. Pero nos resulta de fundamental interés, en cuanto al trabajo futuro de esta comisión, tomar en cuenta esta mirada que nos propone el señor canciller. Es decir, poder conversar a fondo acerca de cuál es el grado de relación que tenemos con los países limítrofes para el tratamiento de la pandemia de salud que tenemos hoy y de la pandemia económica que tendremos en términos de recuperación y trabajo ordenado.
También vamos a indagar acerca de cuál es el trabajo y la política que se pretende llevar adelante en término de los organismos internacionales multilaterales de crédito: el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y, sobre todo, el Fondo Monetario Internacional, que van a capitalizar y tendrán más recursos destinados al apoyo de los países. Entonces, nos interesa mucho saber cuál es la política que implementará la Cancillería para aproximarse a estos organismos, a fin de que la Argentina tenga un papel fundamental en esto. No somos parte del problema, sino de la solución. La Argentina es una sociedad que está en condiciones de proveer de alimentos seguros. La cuestión de los alimentos es lo que ha generado esta pandemia. Hay un papel que debemos jugar en torno de la recuperación del mundo y una política internacional adecuada puede contribuir enormemente a ello.
Por eso tenemos una gran predisposición para llevar a cabo un trabajo conjunto que pueda hacer que la política internacional de la Argentina exprese la mirada del conjunto de nuestra sociedad. Estamos atentos para evaluar y colaborar en estas circunstancias, sobre todo entendiendo las limitaciones que existen.
Consideramos que la cuarentena es una medida justa que apunta a cubrir la salud de la mayoría de los argentinos. El cierre de las fronteras es una medida correcta que tiene un claro soporte técnico y científico. Entendemos que deberíamos hacer un esfuerzo mayor para que esta política gradual se amplíe. Hay casos de emergencia y vuelos de compañías que han llegado vacíos. Creemos sinceramente -lo digo con espíritu colaborativo- que hay que hacer el mayor de los esfuerzos para que más compatriotas puedan ser traídos y ese gradualismo pueda brindar más respuestas a los argentinos que están varados en el exterior.
Quería ratificar nuestro espíritu, es decir, tener mayor información, colaborar y observar. Este es el concepto con el cual la oposición se presenta en esta reunión a los efectos de contribuir a una solución para los argentinos varados en el exterior.
Celebramos la presencia del ministro de Relaciones Exteriores y Culto en la reunión de hoy y que habíamos solicitado.
Antes que nada quiero expresar mi agradecimiento al personal del Servicio Exterior, que ha estado trabajando intensamente. Uno de los primeros objetivos fue de establecer un enlace. En ese sentido, el jefe de Gabinete del Ministerio, Guillermo Justo Chávez, nos contactó con el Director de Asuntos Consulares, ministro Gustavo Dzugala, quien ha estado predispuesto y nos ha permitido comunicarnos con una enorme cantidad de funcionarios del Servicio Exterior que están haciendo un enorme esfuerzo con muy pocas condiciones. Digo esto no porque la Cancillería argentina no esté equipada, sino porque no se encuentra preparada para semejante demanda. Eso lo sabemos y no es un defecto. Nadie prepara una Cancillería para atender la cantidad de problemas que existen. Por ende, el esfuerzo que se ha hecho ha sido enorme.
Quiero manifestar que por el tipo de reunión que estamos realizando estamos muy limitados por el tiempo. Seguramente nos están escuchando muchos compatriotas que están en el exterior y vía Internet estarán presenciando este encuentro. He visto a muchos señores diputados ocuparse y relacionarse con ellos. Les han enviado notas que reenviaremos al señor canciller a través del Jefe de Gabinete del Ministerio. Me refiero a delegaciones de Perú y de México. Asimismo, hay diputados de esta comisión que han presentado proyectos que contienen preguntas ya conocidas por el señor canciller pues se la hemos enviado.
Voy a mencionar a los diputados que no harán uso de la palabra. Se trata de los diputados Buryaile, Cantard, De Lamadrid y Ferraro y de la diputada Lospennato. Todos ellos son miembros de esta comisión. A esta lista tenemos que agregarle dos diputados que no integran la comisión pero han trabajado muchísimo en esta materia. Me refiero a los diputados Luis Alfonso Petri y José Luis Riccardo.
Finalmente, quiero formular una consideración respecto de la presentación que acaba de realizar el señor canciller. Estamos totalmente de acuerdo en que este es un hecho internacional. La pandemia es un fenómeno global y la solución va a requerir una cooperación global.
El tiempo ahora no nos va a alcanzar porque seguramente las preguntas estarán orientadas a brindar información a los argentinos que están varados en el exterior. Pero nos resulta de fundamental interés, en cuanto al trabajo futuro de esta comisión, tomar en cuenta esta mirada que nos propone el señor canciller. Es decir, poder conversar a fondo acerca de cuál es el grado de relación que tenemos con los países limítrofes para el tratamiento de la pandemia de salud que tenemos hoy y de la pandemia económica que tendremos en términos de recuperación y trabajo ordenado.
También vamos a indagar acerca de cuál es el trabajo y la política que se pretende llevar adelante en término de los organismos internacionales multilaterales de crédito: el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y, sobre todo, el Fondo Monetario Internacional, que van a capitalizar y tendrán más recursos destinados al apoyo de los países. Entonces, nos interesa mucho saber cuál es la política que implementará la Cancillería para aproximarse a estos organismos, a fin de que la Argentina tenga un papel fundamental en esto. No somos parte del problema, sino de la solución. La Argentina es una sociedad que está en condiciones de proveer de alimentos seguros. La cuestión de los alimentos es lo que ha generado esta pandemia. Hay un papel que debemos jugar en torno de la recuperación del mundo y una política internacional adecuada puede contribuir enormemente a ello.
Por eso tenemos una gran predisposición para llevar a cabo un trabajo conjunto que pueda hacer que la política internacional de la Argentina exprese la mirada del conjunto de nuestra sociedad. Estamos atentos para evaluar y colaborar en estas circunstancias, sobre todo entendiendo las limitaciones que existen.
Consideramos que la cuarentena es una medida justa que apunta a cubrir la salud de la mayoría de los argentinos. El cierre de las fronteras es una medida correcta que tiene un claro soporte técnico y científico. Entendemos que deberíamos hacer un esfuerzo mayor para que esta política gradual se amplíe. Hay casos de emergencia y vuelos de compañías que han llegado vacíos. Creemos sinceramente -lo digo con espíritu colaborativo- que hay que hacer el mayor de los esfuerzos para que más compatriotas puedan ser traídos y ese gradualismo pueda brindar más respuestas a los argentinos que están varados en el exterior.
Quería ratificar nuestro espíritu, es decir, tener mayor información, colaborar y observar. Este es el concepto con el cual la oposición se presenta en esta reunión a los efectos de contribuir a una solución para los argentinos varados en el exterior.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Vamos a tratar de organizarnos. La dinámica de la reunión sería la siguiente: en primer término los señores diputados y las señoras diputadas formularán las preguntas y luego el señor ministro irá contestándolas. ¿Está de acuerdo, señor canciller?
Y CULTO Cómo no. Si veo la necesidad de interrumpir por alguna respuesta, lo voy a hacer. Pero accedo a la metodología que usted propone.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Voy a leer el orden de exposición de los señores diputados. Luego del diputado Suárez Lastra harán uso de la palabra los siguientes legisladores: Roxana Bertone, Marcelo Casaretto, Andrés Zottos, Blanca Osuna, Fernando Iglesias, Darío Martínez, Karina Banfi, Silvana Ginocchio, María Lucila Lehmann, Luis Di Giacomo, Soher El Zukaria, Nicolás Rodríguez Saa y Dolores Martínez. Finalmente lo hará el señor presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, diputado Mario Negri.
SR. SUÁREZ LASTRA ¿Me permite una interrupción señor presidente?
SR. PRESIDENTE VALDÉS Sí, señor diputado.
SR. SUÁREZ LASTRA Tengo entendido que habíamos quedado en intercalar la exposición de los señores diputados en virtud del espacio político que ocupa cada uno. Esta es la lista original. En primer lugar estaría la diputada Roxana Bertone y luego Karina Banfi. Es decir, en la lista se intercalaría un diputado de cada espacio. Ese es el criterio que habíamos acordado.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Entonces, a continuación hará uso de la palabra la diputada Bertone y luego la diputada Banfi. ¿Es así, diputado?
SR. SUÁREZ LASTRA Vamos intercalando las exposiciones.
SR. PRESIDENTE VALDÉS De acuerdo.
Tiene la palabra la señora diputada Roxana Bertone.
Tiene la palabra la señora diputada Roxana Bertone.
SRA. BERTONE Agradezco la presencia del señor canciller en este encuentro y por la posibilidad que nos brinda de compartir esta reunión. Hago extensivo el agradecimiento a las autoridades de la Honorable Cámara y al señor presidente de esta comisión, diputado Eduardo Valdés.
Considero que no sólo los diputados que integramos esta comisión sino también el resto de los legisladores tendremos requerimientos de ayudas humanitarias.
El señor canciller ha sido muy claro respecto de lo que se ha trabajado.
Quiero decir al señor canciller que, en las solicitudes que he realizado a distintos consulados, siempre he sido muy bien recibida y atendida, y se han resuelto muchísimas situaciones. Así que quiero que transmita el agradecimiento de la mayoría de los diputados -y el mío personal- a los embajadores, los cónsules y todo el personal de la Cancillería, que creo que en esta instancia se han visto desbordados por los requerimientos de nuestros ciudadanos que se encuentran en el exterior.
Le pregunto precisamente cómo cree que la pandemia va a transformar la política exterior. Luego, dentro de sus posibilidades y si tiene información concreta, le consulto sobre a cuántos argentinos se está brindando asistencia económica para pago de hotelería, alimentación y medicamentos. Es poco claro, pero por las experiencias que he conocido, cada argentino ha pagado su repatriación. ¿Cuál es la situación de un argentino que no pudiese pagarla? El señor canciller ha explicado claramente que esta repatriación es para todos, obviamente teniendo en cuenta los criterios de vulnerabilidad.
Además, entendí que este trabajo se realiza en coordinación con el Ministerio de Salud, la ANAC y Aerolíneas Argentinas. Tenemos que ser cuidadosos de nuestros trabajadores; entiendo que no todos los de Aerolíneas Argentinas están trabajando, sino solo aquellos que voluntariamente aceptan hacer una repatriación, quienes luego deben cumplir la cuarentena.
Se mencionó la dificultad del comercio exterior, pero el problema también se da en muchas provincias argentinas. Los fueguinos varados en Buenos Aires no pueden regresar porque no hay vuelos a mi provincia. Es mayor aún la dificultad si alguien viene desde el exterior, dado que debería quedarse en la Capital Federal. ¿Cuál es el trabajo coordinado con Horacio Rodríguez Larreta para todos esos residentes que llegan y deben quedarse en la Capital Federal por no poder ir a sus provincias de origen?
Por último, quiero saber si hay una coordinación en cuanto al equipamiento médico, ya que por el decreto 301/20 se da intervención a la Cancillería en la exportación, entre otros, de insumos y equipamiento médico.
Conozco al señor canciller, y sé que va a priorizar el aspecto humano y el cuidado humanitario. Confío en él como funcionario y servidor público, porque sé que esencialmente es un buen ser humano. Sé que él y quienes lo acompañan harán todo lo que esté en sus manos para traer a nuestros argentinos y para sostener una política correcta en los tiempos tan difíciles que genera esta pandemia.
Considero que no sólo los diputados que integramos esta comisión sino también el resto de los legisladores tendremos requerimientos de ayudas humanitarias.
El señor canciller ha sido muy claro respecto de lo que se ha trabajado.
Quiero decir al señor canciller que, en las solicitudes que he realizado a distintos consulados, siempre he sido muy bien recibida y atendida, y se han resuelto muchísimas situaciones. Así que quiero que transmita el agradecimiento de la mayoría de los diputados -y el mío personal- a los embajadores, los cónsules y todo el personal de la Cancillería, que creo que en esta instancia se han visto desbordados por los requerimientos de nuestros ciudadanos que se encuentran en el exterior.
Le pregunto precisamente cómo cree que la pandemia va a transformar la política exterior. Luego, dentro de sus posibilidades y si tiene información concreta, le consulto sobre a cuántos argentinos se está brindando asistencia económica para pago de hotelería, alimentación y medicamentos. Es poco claro, pero por las experiencias que he conocido, cada argentino ha pagado su repatriación. ¿Cuál es la situación de un argentino que no pudiese pagarla? El señor canciller ha explicado claramente que esta repatriación es para todos, obviamente teniendo en cuenta los criterios de vulnerabilidad.
Además, entendí que este trabajo se realiza en coordinación con el Ministerio de Salud, la ANAC y Aerolíneas Argentinas. Tenemos que ser cuidadosos de nuestros trabajadores; entiendo que no todos los de Aerolíneas Argentinas están trabajando, sino solo aquellos que voluntariamente aceptan hacer una repatriación, quienes luego deben cumplir la cuarentena.
Se mencionó la dificultad del comercio exterior, pero el problema también se da en muchas provincias argentinas. Los fueguinos varados en Buenos Aires no pueden regresar porque no hay vuelos a mi provincia. Es mayor aún la dificultad si alguien viene desde el exterior, dado que debería quedarse en la Capital Federal. ¿Cuál es el trabajo coordinado con Horacio Rodríguez Larreta para todos esos residentes que llegan y deben quedarse en la Capital Federal por no poder ir a sus provincias de origen?
Por último, quiero saber si hay una coordinación en cuanto al equipamiento médico, ya que por el decreto 301/20 se da intervención a la Cancillería en la exportación, entre otros, de insumos y equipamiento médico.
Conozco al señor canciller, y sé que va a priorizar el aspecto humano y el cuidado humanitario. Confío en él como funcionario y servidor público, porque sé que esencialmente es un buen ser humano. Sé que él y quienes lo acompañan harán todo lo que esté en sus manos para traer a nuestros argentinos y para sostener una política correcta en los tiempos tan difíciles que genera esta pandemia.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la señora diputada Banfi.
SRA. BANFI Señor presidente: muchas gracias al señor canciller por haber aceptado esta invitación.
La primera pregunta está relacionada con los 1.300 argentinos varados en República Dominicana, a los que debo agregar 1.000 en Perú, 380 en Ecuador, 350 en Sídney, 700 en Francia y 1.500 en Estados Unidos. No son números oficiales, porque no hemos tenido acceso a esa información, pero al menos son los datos que fuimos recabando, incluso trabajando con el cónsul general mediante aquellos listados que aparecen. Estas personas están varadas: son compatriotas que viajaron al exterior antes de la pandemia o de las medidas que tomó el gobierno, en el entendimiento de que se trataba de proteger la salud pública, y que tenían un pasaje de regreso.
El gobierno nacional, a través del decreto 331/20, del 1° de abril, instruyó a los ministerios de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, del Interior, de Transporte, de Seguridad y de Salud, a la Dirección Nacional de Migraciones y a la ANAC a que procedieran a establecer un cronograma para coordinar las acciones necesarias que posibilitaran el ingreso paulatino de los argentinos a nuestro país. La palabra clave es "paulatino", respetando las prioridades y las mayores urgencias. Nosotros trabajamos con todos los que nos llaman, y hay una comprensión muy importante en este punto de parte de los argentinos que están en el exterior.
Mi pregunta es cuándo estará disponible ese cronograma. Hemos preguntado también a los ministros de Transporte, de Seguridad y de Salud, pero no han sabido respondernos. Si el señor canciller no tiene la respuesta, ¿podemos contar con su compromiso para que el lunes o el martes pueda existir ese cronograma y, de esa manera, la gente pueda planificar cuándo podrá regresar a la Argentina? ¿Sabe por qué es el apuro? El artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos expresa de una manera muy clara que la restricción del derecho a la circulación y a la residencia debe ser estrictamente limitada en el tiempo. Si el Estado va a restringir este derecho, debe ser por un plazo razonable. La primera cuarentena fue de quince días, y después vinieron otros quince. Antes de que la gente entre en un estado de desesperación -que todos debemos evitar-, queremos que el señor canciller interceda ante el Ministerio de Salud para que ese cronograma pueda ser presentado a todos los argentinos que están en el exterior y que necesitan regresar a su casa.
La primera pregunta está relacionada con los 1.300 argentinos varados en República Dominicana, a los que debo agregar 1.000 en Perú, 380 en Ecuador, 350 en Sídney, 700 en Francia y 1.500 en Estados Unidos. No son números oficiales, porque no hemos tenido acceso a esa información, pero al menos son los datos que fuimos recabando, incluso trabajando con el cónsul general mediante aquellos listados que aparecen. Estas personas están varadas: son compatriotas que viajaron al exterior antes de la pandemia o de las medidas que tomó el gobierno, en el entendimiento de que se trataba de proteger la salud pública, y que tenían un pasaje de regreso.
El gobierno nacional, a través del decreto 331/20, del 1° de abril, instruyó a los ministerios de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, del Interior, de Transporte, de Seguridad y de Salud, a la Dirección Nacional de Migraciones y a la ANAC a que procedieran a establecer un cronograma para coordinar las acciones necesarias que posibilitaran el ingreso paulatino de los argentinos a nuestro país. La palabra clave es "paulatino", respetando las prioridades y las mayores urgencias. Nosotros trabajamos con todos los que nos llaman, y hay una comprensión muy importante en este punto de parte de los argentinos que están en el exterior.
Mi pregunta es cuándo estará disponible ese cronograma. Hemos preguntado también a los ministros de Transporte, de Seguridad y de Salud, pero no han sabido respondernos. Si el señor canciller no tiene la respuesta, ¿podemos contar con su compromiso para que el lunes o el martes pueda existir ese cronograma y, de esa manera, la gente pueda planificar cuándo podrá regresar a la Argentina? ¿Sabe por qué es el apuro? El artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos expresa de una manera muy clara que la restricción del derecho a la circulación y a la residencia debe ser estrictamente limitada en el tiempo. Si el Estado va a restringir este derecho, debe ser por un plazo razonable. La primera cuarentena fue de quince días, y después vinieron otros quince. Antes de que la gente entre en un estado de desesperación -que todos debemos evitar-, queremos que el señor canciller interceda ante el Ministerio de Salud para que ese cronograma pueda ser presentado a todos los argentinos que están en el exterior y que necesitan regresar a su casa.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor diputado Casaretto.
SR. CASARETTO Señor presidente: es un gusto estar en comunicación con el señor canciller y recibirlo en esta reunión informativa.
Quiero destacar la presencia que ha tenido no solo su figura sino también la del personal de la Cancillería argentina; los embajadores, los cónsules y toda la red del Servicio Exterior de la Nación, que han trabajado intensamente durante estas últimas semanas.
Seguramente, profundizará luego acerca de los argentinos que están en el exterior y cómo se está coordinando su regreso. Todos los diputados hemos recibido requerimientos y los hemos canalizado a través de personal de la Cancillería. Sabemos que se está trabajando intensamente en eso y lo quiero felicitar, porque sabemos que nuestro gobierno va a tratar de colaborar con la repatriación de todos los argentinos.
Puntualmente, quiero referirme a un tema vinculado con la pandemia: la evolución económica mundial. Naturalmente, esta gran crisis ha afectado las perspectivas de crecimiento de la mayoría de los países. Se habla de que, a nivel internacional, será la más grande desde la década del 30. Seguramente, esta situación restringirá mucho el comercio internacional y afectará el comercio de la Argentina con el mundo, tanto en sus exportaciones como en sus importaciones.
Vi que durante estas semanas se han reunido con cámaras empresariales y empresas; creo que es clave el rol que la Cancillería tiene en la promoción del comercio exterior, aunque está claro que, en una primera etapa, se trata solamente de una tarea de defensa para tratar que no haya consecuencias negativas.
Me gustaría que el señor canciller desarrolle las acciones vinculadas con el comercio exterior de la Argentina, ya que son centrales para mantener los empleos de nuestra gente y promover la actividad económica.
Al mismo tiempo, le solicito si puede referirse a los foros en los que participa la Argentina actualmente; es decir, cuáles son las decisiones que la Argentina está tomando en el marco del G20 y la propuesta que el presidente Alberto Fernández presentó en ese ámbito.
También, cómo ve el rol de los organismos internacionales: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Mundial del Comercio. ¿Cuál es la perspectiva acerca de cómo se saldrá de esta crisis y respecto de cuál será el futuro escenario económico mundial en el que la Argentina tendrá que asumir sus compromisos?
Felicito y saludo al señor canciller y a todo su equipo, y le pido que haga llegar mis felicitaciones al señor presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Para resumir, me gustaría que nos hablara un poco del comercio exterior y de la participación de la Argentina en los organismos internacionales. Seguramente, cuando asumieron en diciembre tenían una perspectiva de trabajo, pero esta crisis cambió el eje de las tareas que se deben realizar no solo ahora, sino también en los próximos meses.
Quiero destacar la presencia que ha tenido no solo su figura sino también la del personal de la Cancillería argentina; los embajadores, los cónsules y toda la red del Servicio Exterior de la Nación, que han trabajado intensamente durante estas últimas semanas.
Seguramente, profundizará luego acerca de los argentinos que están en el exterior y cómo se está coordinando su regreso. Todos los diputados hemos recibido requerimientos y los hemos canalizado a través de personal de la Cancillería. Sabemos que se está trabajando intensamente en eso y lo quiero felicitar, porque sabemos que nuestro gobierno va a tratar de colaborar con la repatriación de todos los argentinos.
Puntualmente, quiero referirme a un tema vinculado con la pandemia: la evolución económica mundial. Naturalmente, esta gran crisis ha afectado las perspectivas de crecimiento de la mayoría de los países. Se habla de que, a nivel internacional, será la más grande desde la década del 30. Seguramente, esta situación restringirá mucho el comercio internacional y afectará el comercio de la Argentina con el mundo, tanto en sus exportaciones como en sus importaciones.
Vi que durante estas semanas se han reunido con cámaras empresariales y empresas; creo que es clave el rol que la Cancillería tiene en la promoción del comercio exterior, aunque está claro que, en una primera etapa, se trata solamente de una tarea de defensa para tratar que no haya consecuencias negativas.
Me gustaría que el señor canciller desarrolle las acciones vinculadas con el comercio exterior de la Argentina, ya que son centrales para mantener los empleos de nuestra gente y promover la actividad económica.
Al mismo tiempo, le solicito si puede referirse a los foros en los que participa la Argentina actualmente; es decir, cuáles son las decisiones que la Argentina está tomando en el marco del G20 y la propuesta que el presidente Alberto Fernández presentó en ese ámbito.
También, cómo ve el rol de los organismos internacionales: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Mundial del Comercio. ¿Cuál es la perspectiva acerca de cómo se saldrá de esta crisis y respecto de cuál será el futuro escenario económico mundial en el que la Argentina tendrá que asumir sus compromisos?
Felicito y saludo al señor canciller y a todo su equipo, y le pido que haga llegar mis felicitaciones al señor presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Para resumir, me gustaría que nos hablara un poco del comercio exterior y de la participación de la Argentina en los organismos internacionales. Seguramente, cuando asumieron en diciembre tenían una perspectiva de trabajo, pero esta crisis cambió el eje de las tareas que se deben realizar no solo ahora, sino también en los próximos meses.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor diputado Iglesias.
SR. IGLESIAS Señor presidente: en primer lugar, me uno al agradecimiento por la presencia del canciller y espero que esta reunión sea, además, un augurio para toda la Cámara de la pronta reactivación del Congreso.
Es muy importante el rol que juega el Congreso en una emergencia como ésta. Nos parece que cuanto antes podamos poner en funcionamiento todas las comisiones y el recinto, mejor.
Me congratulo también con sus palabras, señor presidente, por la adhesión a lo dicho por la canciller Merkel y me gustaría subrayar un párrafo del discurso que dio ante su nación; un discurso extenso, dirigido a todos los ciudadanos alemanes: "Somos una democracia. No vivimos de imposiciones, sino de conocimientos compartidos y participación." Ojalá la crisis nos encuentre en esta sintonía.
Soy presidente de la Comisión de Mercosur y, aunque aún no la hemos constituido, esperamos poder hacerlo la semana que viene. Aunque el tema de los varados lo va a tocar mi compañera de bloque, la diputada El Sukaria, quiero decir que tiene una dimensión en el Mercosur muy específica, ya que nos llegan informes de más de doscientas personas varadas en Río de Janeiro y más de cien, en Asunción.
Esto, me permito mencionarlo, parece estar en directo contraste con la resolución tomada por los presidentes del Mercosur hace veinte días, cuyo primer punto era: "Facilitar el retorno de ciudadanos y residentes de los Estados Partes del Mercosur a sus lugares de origen o residencia..." Esto es una declaración de los presidentes del Mercosur, que no se condice con la presencia de más de doscientos argentinos solo en Río de Janeiro y más de cien en Asunción.
Me permito hacer una propuesta, para no ser solamente crítico. No soy infectólogo y, por lo tanto, no puedo decir cuál es la capacidad de Ezeiza para recibir personas; pero, si no entiendo mal, Brasil y Paraguay tienen vías de acceso terrestre. Si somos un país federal, lo somos no solo para los derechos, sino también para las obligaciones.
Me parece que las provincias involucradas, en coordinación con el Ministerio de Salud de la Nación, podrían establecer cabeceras de entrada terrestre para facilitar el ingreso, tanto desde Brasil como de Paraguay. De esta manera, no todos tendrían que entrar necesariamente por Ezeiza o por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es una sugerencia.
La pregunta concreta es qué medidas se van a tomar, porque me parece que no solamente estamos afectando derechos reconocidos por la Constitución Nacional y los tratados internacionales, sino también una resolución concreta del Mercosur dictada hace veinte días.
Reitero: pasaron veinte días. Ha habido una enormidad de acontecimientos y mucha agua ha corrido debajo del puente. Me pregunto entonces cuáles han sido las consecuencias, porque son siete las disposiciones y algunas de ellas son las siguientes: convocar a organismos multilaterales de crédito, en particular al BID, la CAF y Fonplata para que evalúen en forma conjunta líneas de acción, y disponer que los ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, del Interior y de Seguridad organicen reuniones virtuales.
Mi pregunta es si se cumplió con esto. Es decir, si hubo reuniones a nivel del Mercosur entre los ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, del Interior y de Seguridad, y qué resultados tuvieron las gestiones frente a los organismos multilaterales de crédito. Porque, si solamente conseguimos 16 millones de dólares, que es una gota en medio del océano, me parece que estamos en serios problemas.
Es una pregunta concreta acerca de qué se hizo en este sentido y por qué no hay una reunión de los presidentes del Mercosur. Me parece que es momento de trabajar juntos, de que la retórica de la integración regional se transforme en acciones concretas y de que haya una reunión virtual de los presidentes para coordinar políticas. Está claro que es un problema global y también que afecta mucho más a los países vecinos.
Finalmente, hay un llamamiento que me parece de extraordinaria importancia: la carta a los gobiernos del G20. Pido perdón al señor canciller y a los señores diputados por si no los miro, pero estoy viendo en otra pantalla lo que dice la carta. Contiene una serie de medidas de emergencia muy importantes, como la creación de un fondo por 8.000 millones de dólares para vacunas, para cubrir las necesidades de la Organización Mundial de la Salud y para investigación. Además, incluye un aspecto del que hay que empezar a hablar ya, porque se viene una crisis económica muy fuerte. Esa situación, como el documento dice, va a afectar principalmente a los emergentes -los países africanos y Latinoamérica-, y será necesaria una asistencia financiera internacional rápida, fuerte y efectiva.
La carta está firmada por políticos de todas las tendencias. Cito al azar a Giuliano Amato, a Fernando Henrique Cardoso, por supuesto a nuestro ex presidente, Mauricio Macri, a Gordon Brown y a José Manuel Barroso. Es decir, políticos de todas las tendencias y de muchísimos países. Personas de enorme prestigio hacen un llamamiento a la acción global coordinada y a que los miembros del G20 tomen decisiones tanto en el aspecto sanitario como en el económico.
Mi sugerencia y mi pedido es que el señor presidente, dado que la República Argentina es uno de los países que forman parte del G20, haga propio este llamamiento. Por eso pido a usted, señor canciller, que trasmita esto al señor presidente y lo motorice dentro del marco del G20.
Está claro que estamos frente a un problema global que necesita soluciones globales. Por un lado, están las soluciones regionales, de las que ya he hablado. Por el otro, me parece que se encuentra ésta, que es una excelente iniciativa. La adhesión y promoción de la Argentina seguramente sería muy bienvenida.
Es muy importante el rol que juega el Congreso en una emergencia como ésta. Nos parece que cuanto antes podamos poner en funcionamiento todas las comisiones y el recinto, mejor.
Me congratulo también con sus palabras, señor presidente, por la adhesión a lo dicho por la canciller Merkel y me gustaría subrayar un párrafo del discurso que dio ante su nación; un discurso extenso, dirigido a todos los ciudadanos alemanes: "Somos una democracia. No vivimos de imposiciones, sino de conocimientos compartidos y participación." Ojalá la crisis nos encuentre en esta sintonía.
Soy presidente de la Comisión de Mercosur y, aunque aún no la hemos constituido, esperamos poder hacerlo la semana que viene. Aunque el tema de los varados lo va a tocar mi compañera de bloque, la diputada El Sukaria, quiero decir que tiene una dimensión en el Mercosur muy específica, ya que nos llegan informes de más de doscientas personas varadas en Río de Janeiro y más de cien, en Asunción.
Esto, me permito mencionarlo, parece estar en directo contraste con la resolución tomada por los presidentes del Mercosur hace veinte días, cuyo primer punto era: "Facilitar el retorno de ciudadanos y residentes de los Estados Partes del Mercosur a sus lugares de origen o residencia..." Esto es una declaración de los presidentes del Mercosur, que no se condice con la presencia de más de doscientos argentinos solo en Río de Janeiro y más de cien en Asunción.
Me permito hacer una propuesta, para no ser solamente crítico. No soy infectólogo y, por lo tanto, no puedo decir cuál es la capacidad de Ezeiza para recibir personas; pero, si no entiendo mal, Brasil y Paraguay tienen vías de acceso terrestre. Si somos un país federal, lo somos no solo para los derechos, sino también para las obligaciones.
Me parece que las provincias involucradas, en coordinación con el Ministerio de Salud de la Nación, podrían establecer cabeceras de entrada terrestre para facilitar el ingreso, tanto desde Brasil como de Paraguay. De esta manera, no todos tendrían que entrar necesariamente por Ezeiza o por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es una sugerencia.
La pregunta concreta es qué medidas se van a tomar, porque me parece que no solamente estamos afectando derechos reconocidos por la Constitución Nacional y los tratados internacionales, sino también una resolución concreta del Mercosur dictada hace veinte días.
Reitero: pasaron veinte días. Ha habido una enormidad de acontecimientos y mucha agua ha corrido debajo del puente. Me pregunto entonces cuáles han sido las consecuencias, porque son siete las disposiciones y algunas de ellas son las siguientes: convocar a organismos multilaterales de crédito, en particular al BID, la CAF y Fonplata para que evalúen en forma conjunta líneas de acción, y disponer que los ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, del Interior y de Seguridad organicen reuniones virtuales.
Mi pregunta es si se cumplió con esto. Es decir, si hubo reuniones a nivel del Mercosur entre los ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, del Interior y de Seguridad, y qué resultados tuvieron las gestiones frente a los organismos multilaterales de crédito. Porque, si solamente conseguimos 16 millones de dólares, que es una gota en medio del océano, me parece que estamos en serios problemas.
Es una pregunta concreta acerca de qué se hizo en este sentido y por qué no hay una reunión de los presidentes del Mercosur. Me parece que es momento de trabajar juntos, de que la retórica de la integración regional se transforme en acciones concretas y de que haya una reunión virtual de los presidentes para coordinar políticas. Está claro que es un problema global y también que afecta mucho más a los países vecinos.
Finalmente, hay un llamamiento que me parece de extraordinaria importancia: la carta a los gobiernos del G20. Pido perdón al señor canciller y a los señores diputados por si no los miro, pero estoy viendo en otra pantalla lo que dice la carta. Contiene una serie de medidas de emergencia muy importantes, como la creación de un fondo por 8.000 millones de dólares para vacunas, para cubrir las necesidades de la Organización Mundial de la Salud y para investigación. Además, incluye un aspecto del que hay que empezar a hablar ya, porque se viene una crisis económica muy fuerte. Esa situación, como el documento dice, va a afectar principalmente a los emergentes -los países africanos y Latinoamérica-, y será necesaria una asistencia financiera internacional rápida, fuerte y efectiva.
La carta está firmada por políticos de todas las tendencias. Cito al azar a Giuliano Amato, a Fernando Henrique Cardoso, por supuesto a nuestro ex presidente, Mauricio Macri, a Gordon Brown y a José Manuel Barroso. Es decir, políticos de todas las tendencias y de muchísimos países. Personas de enorme prestigio hacen un llamamiento a la acción global coordinada y a que los miembros del G20 tomen decisiones tanto en el aspecto sanitario como en el económico.
Mi sugerencia y mi pedido es que el señor presidente, dado que la República Argentina es uno de los países que forman parte del G20, haga propio este llamamiento. Por eso pido a usted, señor canciller, que trasmita esto al señor presidente y lo motorice dentro del marco del G20.
Está claro que estamos frente a un problema global que necesita soluciones globales. Por un lado, están las soluciones regionales, de las que ya he hablado. Por el otro, me parece que se encuentra ésta, que es una excelente iniciativa. La adhesión y promoción de la Argentina seguramente sería muy bienvenida.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la señora diputada Osuna.
SRA. OSUNA Señor presidente: quiero agradecer a los trabajadores de la Cámara de Diputados de la Nación por su asistencia en este día.
Me gustaría señalar dos cosas puntuales. Por un lado, no quiero dejar de referirme a la intervención de quien me precedió en el uso de la palabra. En verdad, esta situación dramática que estamos transitando cuenta con la crucial e importantísima ayuda de los ministerios de Salud, de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Lo digo porque otra sería la historia si no contáramos con equipos que están poniendo absolutamente lo mejor para poder transitar esta etapa.
Por otra parte -en este punto quiero referirme a un tema que nos afecta regionalmente y no tiene que ver en forma directa con la pandemia-, está el reclamo por el funcionamiento del Mercosur, que se vio afectado por la crisis y se detuvo.
La idea es que hablemos con todos los elementos que condicionan el momento que estamos transitando.
A renglón seguido, quiero referirme a otra cuestión puntual. Los recursos hídricos que compartimos con otros países deben gestionarse; así está aceptado, de acuerdo con principios internacionales. Por ejemplo, el río Paraná, uno de los límites de la provincia que represento y además un canal crucial en toda la zona noreste de nuestro país, está presentando problemas graves por su bajante. Si bien el río tiene un régimen que fluctúa entre crecidas y bajantes, en este caso la bajante es de tal naturaleza, magnitud y gravedad que está afectando aspectos sanitarios. Las bombas tomadoras de agua cruda en las ciudades ribereñas están teniendo problemas ambientales que afectan la fauna ictícola, pero también los recursos turísticos, recreativos y comerciales. En estos momentos estamos transitando por una etapa en la cual la logística del transporte para la cosecha gruesa de granos destinada a exportación tiene dificultades, porque las barcazas no logran llegar concretamente a los puntos máximos para su transporte, lo que encarece y dificulta el proceso.
Al mismo tiempo, un efecto de la pandemia que, si bien es de mucho menor escala, tiene gran dramatismo es el hambre aguda que sufren los habitantes de las zonas ribereñas, cuya única labor es la pesca artesanal.
Mi pregunta al canciller es si, en el marco de los acuerdos regionales -sé que hay organismos que han hecho acuerdos en la Cuenca del Plata-, hay posibilidades de tener un intercambio que permita evaluar y revisar de manera conjunta el impacto que tienen algunas represas sobre el curso del río. También me gustaría saber qué políticas vinculadas al cambio climático se proyectan a largo plazo, ya que dicho problema aparece como uno de los factores cruciales que desencadenan esta situación.
Sé que, en el caso puntual del Mercosur, algunas legisladoras han presentado pedidos de informes manifestando su preocupación; me refiero a las diputadas del Mercosur Julia Perié y Cecilia Britto. En coincidencia con lo que ellas manifiestan en sus proyectos, sería de nuestro interés poder contar precisamente con orientaciones que ayuden a paliar la situación en una perspectiva de mediano y largo plazo.
Me gustaría señalar dos cosas puntuales. Por un lado, no quiero dejar de referirme a la intervención de quien me precedió en el uso de la palabra. En verdad, esta situación dramática que estamos transitando cuenta con la crucial e importantísima ayuda de los ministerios de Salud, de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Lo digo porque otra sería la historia si no contáramos con equipos que están poniendo absolutamente lo mejor para poder transitar esta etapa.
Por otra parte -en este punto quiero referirme a un tema que nos afecta regionalmente y no tiene que ver en forma directa con la pandemia-, está el reclamo por el funcionamiento del Mercosur, que se vio afectado por la crisis y se detuvo.
La idea es que hablemos con todos los elementos que condicionan el momento que estamos transitando.
A renglón seguido, quiero referirme a otra cuestión puntual. Los recursos hídricos que compartimos con otros países deben gestionarse; así está aceptado, de acuerdo con principios internacionales. Por ejemplo, el río Paraná, uno de los límites de la provincia que represento y además un canal crucial en toda la zona noreste de nuestro país, está presentando problemas graves por su bajante. Si bien el río tiene un régimen que fluctúa entre crecidas y bajantes, en este caso la bajante es de tal naturaleza, magnitud y gravedad que está afectando aspectos sanitarios. Las bombas tomadoras de agua cruda en las ciudades ribereñas están teniendo problemas ambientales que afectan la fauna ictícola, pero también los recursos turísticos, recreativos y comerciales. En estos momentos estamos transitando por una etapa en la cual la logística del transporte para la cosecha gruesa de granos destinada a exportación tiene dificultades, porque las barcazas no logran llegar concretamente a los puntos máximos para su transporte, lo que encarece y dificulta el proceso.
Al mismo tiempo, un efecto de la pandemia que, si bien es de mucho menor escala, tiene gran dramatismo es el hambre aguda que sufren los habitantes de las zonas ribereñas, cuya única labor es la pesca artesanal.
Mi pregunta al canciller es si, en el marco de los acuerdos regionales -sé que hay organismos que han hecho acuerdos en la Cuenca del Plata-, hay posibilidades de tener un intercambio que permita evaluar y revisar de manera conjunta el impacto que tienen algunas represas sobre el curso del río. También me gustaría saber qué políticas vinculadas al cambio climático se proyectan a largo plazo, ya que dicho problema aparece como uno de los factores cruciales que desencadenan esta situación.
Sé que, en el caso puntual del Mercosur, algunas legisladoras han presentado pedidos de informes manifestando su preocupación; me refiero a las diputadas del Mercosur Julia Perié y Cecilia Britto. En coincidencia con lo que ellas manifiestan en sus proyectos, sería de nuestro interés poder contar precisamente con orientaciones que ayuden a paliar la situación en una perspectiva de mediano y largo plazo.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la señora diputada Lehmann.
SRA. LEHMANN Señor presidente: agradecemos mucho que, pese a esta cuarentena, podamos estar realizando esta reunión, al menos en forma remota, ya que nos da la posibilidad de hacer al señor canciller algunas consultas.
En primer lugar, quisiera saber si evalúan la suspensión del impuesto PAIS para los argentinos que todavía se encuentran fuera de nuestras fronteras. En el caso de no estar evaluándolo, me gustaría saber qué otros tipos de medidas están pensando para esta situación.
En segundo término, quisiera preguntar cómo están gestionando y resolviendo la cuestión de los insumos y equipamientos en compras internacionales: si es en coordinación con otros Estados, si interviene la OMS, etcétera. En definitiva, ¿cuál es el criterio que se adopta para la compra de esos suministros? ¿A quién se compró? ¿Qué investigación se está haciendo para adquirirlos en el futuro, resaltando lo importante que es tenerlos y reponerlos para las fases 2 y 3, que realmente van a ser graves y críticas?
En tercer lugar, sabiendo que la OPS y la OMS, según lo que ha trascendido en los medios, están trabajando muy bien en la coordinación de acciones y de cooperación entre diversos países, quisiera saber si se ha hecho o se está planificando algún tipo de gestión internacional para realizar tareas coordinadas en acciones preventivas y paliativas, producto de la pandemia del COVID-19, en el marco de otros organismos internacionales.
En este sentido, desde mi punto de vista, es muy importante recurrir a nuestros Cascos Blancos. Teniendo en cuenta sus fluidos contactos con la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, considero necesario que se los conmine para comenzar tareas de coordinación internacional con ese objetivo.
Por último, quisiera consultar al señor canciller sobre el Solidarity Trial, un convenio internacional del cual la Argentina es parte, que establece un sistema de colaboración e investigación sobre el COVID-19. ¿Cómo se está llevando adelante y qué avances se han logrado?
En primer lugar, quisiera saber si evalúan la suspensión del impuesto PAIS para los argentinos que todavía se encuentran fuera de nuestras fronteras. En el caso de no estar evaluándolo, me gustaría saber qué otros tipos de medidas están pensando para esta situación.
En segundo término, quisiera preguntar cómo están gestionando y resolviendo la cuestión de los insumos y equipamientos en compras internacionales: si es en coordinación con otros Estados, si interviene la OMS, etcétera. En definitiva, ¿cuál es el criterio que se adopta para la compra de esos suministros? ¿A quién se compró? ¿Qué investigación se está haciendo para adquirirlos en el futuro, resaltando lo importante que es tenerlos y reponerlos para las fases 2 y 3, que realmente van a ser graves y críticas?
En tercer lugar, sabiendo que la OPS y la OMS, según lo que ha trascendido en los medios, están trabajando muy bien en la coordinación de acciones y de cooperación entre diversos países, quisiera saber si se ha hecho o se está planificando algún tipo de gestión internacional para realizar tareas coordinadas en acciones preventivas y paliativas, producto de la pandemia del COVID-19, en el marco de otros organismos internacionales.
En este sentido, desde mi punto de vista, es muy importante recurrir a nuestros Cascos Blancos. Teniendo en cuenta sus fluidos contactos con la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, considero necesario que se los conmine para comenzar tareas de coordinación internacional con ese objetivo.
Por último, quisiera consultar al señor canciller sobre el Solidarity Trial, un convenio internacional del cual la Argentina es parte, que establece un sistema de colaboración e investigación sobre el COVID-19. ¿Cómo se está llevando adelante y qué avances se han logrado?
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez.
SR. MARTÍNEZ (D.) Señor presidente: saludo al señor canciller, a los diputados y a las diputadas.
Por supuesto que las comparaciones son odiosas, pero para poder analizar el asunto tendríamos que saber en qué rango se encuentra la Argentina respecto de otros países que también han hecho repatriaciones. ¿Cómo colocamos a la Argentina en ese esquema? Quisiera saber si estamos entre los países que más han repatriado, o bien, entre los que menos lo han hecho. En el caso de estar entre los que menos, me gustaría saber qué más haría falta para acelerar ese proceso.
Por otro lado, quisiera saber cómo se encontraba la Cancillería al momento de iniciar su gestión, para poder analizar qué herramientas tenemos para llevar adelante lo atinente a la primera consulta.
Por supuesto que las comparaciones son odiosas, pero para poder analizar el asunto tendríamos que saber en qué rango se encuentra la Argentina respecto de otros países que también han hecho repatriaciones. ¿Cómo colocamos a la Argentina en ese esquema? Quisiera saber si estamos entre los países que más han repatriado, o bien, entre los que menos lo han hecho. En el caso de estar entre los que menos, me gustaría saber qué más haría falta para acelerar ese proceso.
Por otro lado, quisiera saber cómo se encontraba la Cancillería al momento de iniciar su gestión, para poder analizar qué herramientas tenemos para llevar adelante lo atinente a la primera consulta.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor diputado Di Giacomo.
SR. DI GIACOMO Buenas tardes. Ante todo, quiero agradecerles al señor presidente y a mis colegas diputados y diputadas la posibilidad de tener esta reunión y, por supuesto, al señor canciller, que da lugar a este intercambio de ideas -no diría que es una requisitoria- e inquietudes.
Nos hubiera gustado, en esta primera reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, considerar las estrategias geopolíticas de la Argentina en el mundo actual; seguramente, una vez superada la crisis, tendremos que discutir distintas temáticas, como la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, la crisis del petróleo o el reposicionamiento de la Argentina en todo este escenario internacional. Lamentablemente, todos estos importantísimos temas para el presente y el futuro de nuestro país hoy están subsumidos a un problema agudo y urgente ocasionado por el coronavirus y lo que esto significa en todo el mundo.
Plantearé dos inquietudes.
En primer lugar, aclaro que los integrantes del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo en su mayoría pertenecemos a provincias que limitan con otros países, como es el caso de Misiones, Mendoza, Santa Cruz y, en mi caso, Río Negro.
La primera pregunta que quisiéramos hacer es si habrá algún cambio o se mantendrá la situación tal como está en lo que respecta al tránsito por las fronteras terrestres con los países vecinos, si se modificará a partir de la próxima semana y si se prevé incluso reforzar los controles para atender como corresponde todo lo relativo a la detención de quienes no deben pasar y permitir el transporte de carga, esencial para quienes tenemos economías vinculadas a la importación y exportación.
En segundo lugar, usted hace un momento se ha referido a Andorra, donde nosotros tenemos entre 180 y 200 ciudadanos que han viajado no por turismo sino por trabajo, puesto que estaban haciendo allí la temporada -la contratemporada nuestra-. Se trata de jóvenes de Bariloche, de El Bolsón, de San Martín de los Andes, de Villa la Angostura, de Esquel, de distintos lugares de la Argentina, de nuestra provincia o próximos a ella.
Lamentablemente, cuando en su momento tuvieron la posibilidad de volver con un avión de Air France -incluso nos dijeron que venía con muy poca gente-, no pudieron hacerlo. Quisiera saber si es posible reiterar este pedido, y que, en lo posible, se canalice a la mayor brevedad, dado que no podemos dejar de ser optimistas y pensar que esos ciudadanos podrán trabajar en nuestro país en el invierno. Lo que podemos asegurar nosotros desde la provincia, por supuesto, es el transporte desde Ezeiza -o desde donde lleguen- hacia los lugares de destino para que no generen problemas en la Ciudad de Buenos Aires o en la provincia de Buenos Aires.
Nos hubiera gustado, en esta primera reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, considerar las estrategias geopolíticas de la Argentina en el mundo actual; seguramente, una vez superada la crisis, tendremos que discutir distintas temáticas, como la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, la crisis del petróleo o el reposicionamiento de la Argentina en todo este escenario internacional. Lamentablemente, todos estos importantísimos temas para el presente y el futuro de nuestro país hoy están subsumidos a un problema agudo y urgente ocasionado por el coronavirus y lo que esto significa en todo el mundo.
Plantearé dos inquietudes.
En primer lugar, aclaro que los integrantes del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo en su mayoría pertenecemos a provincias que limitan con otros países, como es el caso de Misiones, Mendoza, Santa Cruz y, en mi caso, Río Negro.
La primera pregunta que quisiéramos hacer es si habrá algún cambio o se mantendrá la situación tal como está en lo que respecta al tránsito por las fronteras terrestres con los países vecinos, si se modificará a partir de la próxima semana y si se prevé incluso reforzar los controles para atender como corresponde todo lo relativo a la detención de quienes no deben pasar y permitir el transporte de carga, esencial para quienes tenemos economías vinculadas a la importación y exportación.
En segundo lugar, usted hace un momento se ha referido a Andorra, donde nosotros tenemos entre 180 y 200 ciudadanos que han viajado no por turismo sino por trabajo, puesto que estaban haciendo allí la temporada -la contratemporada nuestra-. Se trata de jóvenes de Bariloche, de El Bolsón, de San Martín de los Andes, de Villa la Angostura, de Esquel, de distintos lugares de la Argentina, de nuestra provincia o próximos a ella.
Lamentablemente, cuando en su momento tuvieron la posibilidad de volver con un avión de Air France -incluso nos dijeron que venía con muy poca gente-, no pudieron hacerlo. Quisiera saber si es posible reiterar este pedido, y que, en lo posible, se canalice a la mayor brevedad, dado que no podemos dejar de ser optimistas y pensar que esos ciudadanos podrán trabajar en nuestro país en el invierno. Lo que podemos asegurar nosotros desde la provincia, por supuesto, es el transporte desde Ezeiza -o desde donde lleguen- hacia los lugares de destino para que no generen problemas en la Ciudad de Buenos Aires o en la provincia de Buenos Aires.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la diputada El Zukaria.
SRA. EL ZUKARIA Buenas tardes. Ante todo, le agradezco al canciller su presencia.
No es fácil para todos nosotros transitar este momento, pero mucho menos lo es para quienes tienen a sus familiares fuera del país con la incertidumbre de no poder darles una respuesta fehaciente y contundente de cómo será el proceso para su regreso al país. Vuelvo a manifestar nuestra preocupación en ese sentido.
Hay ciudadanos de Córdoba y de otras provincias en muchos lugares del mundo que no partieron luego de declarada la pandemia, sino que lo hicieron antes y por estudio, por trabajo o por enfermedades, y hoy necesitan de la ayuda del Estado en muchos sentidos: por vencimientos de sus visas, por sus tratamientos médicos, porque se les acaban los ahorros con los que salieron del país.
Al respecto, la pregunta que le quiero formular es si han estimado cuándo finalizaría el proceso de repatriación; si bien sabemos que ya se ha iniciado, no está clara la agenda, por lo menos para nosotros.
En este sentido, quisiera hacer dos consultas.
Por un lado, además del aeropuerto de Ezeiza -como decía el diputado Iglesias- y de los ingresos terrestres, hay otros aeropuertos que pueden operar internacionalmente en el marco de nuestro federalismo y, excepto que usted considere lo contrario o tenga algún justificativo suficiente que lo impida, considero que deberían hacerlo.
Por otro lado, mientras se procede a la repatriación, ¿se ha asignado un presupuesto para estos argentinos? Esto, porque se les están acabando los ahorros y no tienen cómo mantenerse. En ese sentido, ¿cuál sería el procedimiento? En muchos casos, llegan a las puertas de los consulados y no tienen respuesta.
Por su parte, quisiera saber cuáles son los fondos internacionales que la Argentina ha solicitado -o los fondos a los que ya ha accedido- para hacer frente a esta pandemia. Hemos podido ver en los medios que se han hecho trámites ante el Banco Mundial y el FOCEM, del Mercosur, pero no sabemos si se han recibido y, en ese caso, en qué medida.
Finalmente, respecto de los envíos que se harán desde China en estos días, quisiera saber si es una donación o se trata de una adquisición que ha hecho el Estado argentino. Muchas gracias.
No es fácil para todos nosotros transitar este momento, pero mucho menos lo es para quienes tienen a sus familiares fuera del país con la incertidumbre de no poder darles una respuesta fehaciente y contundente de cómo será el proceso para su regreso al país. Vuelvo a manifestar nuestra preocupación en ese sentido.
Hay ciudadanos de Córdoba y de otras provincias en muchos lugares del mundo que no partieron luego de declarada la pandemia, sino que lo hicieron antes y por estudio, por trabajo o por enfermedades, y hoy necesitan de la ayuda del Estado en muchos sentidos: por vencimientos de sus visas, por sus tratamientos médicos, porque se les acaban los ahorros con los que salieron del país.
Al respecto, la pregunta que le quiero formular es si han estimado cuándo finalizaría el proceso de repatriación; si bien sabemos que ya se ha iniciado, no está clara la agenda, por lo menos para nosotros.
En este sentido, quisiera hacer dos consultas.
Por un lado, además del aeropuerto de Ezeiza -como decía el diputado Iglesias- y de los ingresos terrestres, hay otros aeropuertos que pueden operar internacionalmente en el marco de nuestro federalismo y, excepto que usted considere lo contrario o tenga algún justificativo suficiente que lo impida, considero que deberían hacerlo.
Por otro lado, mientras se procede a la repatriación, ¿se ha asignado un presupuesto para estos argentinos? Esto, porque se les están acabando los ahorros y no tienen cómo mantenerse. En ese sentido, ¿cuál sería el procedimiento? En muchos casos, llegan a las puertas de los consulados y no tienen respuesta.
Por su parte, quisiera saber cuáles son los fondos internacionales que la Argentina ha solicitado -o los fondos a los que ya ha accedido- para hacer frente a esta pandemia. Hemos podido ver en los medios que se han hecho trámites ante el Banco Mundial y el FOCEM, del Mercosur, pero no sabemos si se han recibido y, en ese caso, en qué medida.
Finalmente, respecto de los envíos que se harán desde China en estos días, quisiera saber si es una donación o se trata de una adquisición que ha hecho el Estado argentino. Muchas gracias.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la diputada Ginocchio.
SRA. GINOCCHIO Buenas tardes. Muchas gracias, señor presidente. Valoro mucho este encuentro. Agradezco al señor canciller su presencia y su predisposición. Casi todos hicimos referencia a estas especiales circunstancias y a la posibilidad que nos brinda la tecnología de poder hoy tener una reunión que es tan importante para todos.
Sin duda, vivimos circunstancias extraordinarias debido a la pandemia del COVID-19, y el Estado está realizando un tremendo esfuerzo para hacer la repatriación de los ciudadanos argentinos que se encuentran en el exterior, procurando corredores seguros para su regreso. Sin embargo, seguramente habrá dificultades, debido, principalmente, al cierre de fronteras.
Asistimos a un proceso inverso al que estamos acostumbrados. Si hasta hace unos meses lo común era que no fuera difícil traspasar fronteras, hoy asistimos a un proceso en el que los estados las cierran, lo que dificulta las cosas.
La pregunta concreta que quiero formular sobre este tema es -y en este punto hay distintas versiones- a cuántos argentinos se les está brindando asistencia, cómo se está resolviendo el tema de los costos y si alcanza el dinero para todos o se da prioridad a los argentinos que salieron en los últimos meses.
Por su parte, respecto de otro tema al que se ha hecho referencia: este cambio de prioridades al que asistimos como consecuencia de la pandemia, sería interesante que el señor canciller nos informe sobre cuáles serán las líneas de trabajo a corto y mediano plazo, pensando en el desarrollo interno con el escenario global actual y teniendo en cuenta el inevitable impacto social y económico.
Sin duda, vivimos circunstancias extraordinarias debido a la pandemia del COVID-19, y el Estado está realizando un tremendo esfuerzo para hacer la repatriación de los ciudadanos argentinos que se encuentran en el exterior, procurando corredores seguros para su regreso. Sin embargo, seguramente habrá dificultades, debido, principalmente, al cierre de fronteras.
Asistimos a un proceso inverso al que estamos acostumbrados. Si hasta hace unos meses lo común era que no fuera difícil traspasar fronteras, hoy asistimos a un proceso en el que los estados las cierran, lo que dificulta las cosas.
La pregunta concreta que quiero formular sobre este tema es -y en este punto hay distintas versiones- a cuántos argentinos se les está brindando asistencia, cómo se está resolviendo el tema de los costos y si alcanza el dinero para todos o se da prioridad a los argentinos que salieron en los últimos meses.
Por su parte, respecto de otro tema al que se ha hecho referencia: este cambio de prioridades al que asistimos como consecuencia de la pandemia, sería interesante que el señor canciller nos informe sobre cuáles serán las líneas de trabajo a corto y mediano plazo, pensando en el desarrollo interno con el escenario global actual y teniendo en cuenta el inevitable impacto social y económico.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra la diputada Dolores Martínez.
SRA. MARTÍNEZ (D.) Buenas tardes a todos los miembros de la comisión. Agradezco al canciller su presencia en el marco de esta reunión, que para nosotros es muy importante, ya que tiene que ver justamente con la rendición de cuentas por parte del Poder Ejecutivo en el Congreso de la Nación.
También aprovecho en este momento para agradecer nuevamente, a través de la Presidencia, todo el esfuerzo que se está haciendo desde las áreas técnicas de la Cámara de Diputados para poder garantizar el funcionamiento de nuestro Cuerpo y permitir que nosotros podamos ejercer dos de nuestras funciones, como es controlar y representar.
Y, también, por supuesto, quiero agradecerles al presidente y al vicepresidente de la comisión por la organización de este espacio, donde estamos pudiendo hacer preguntas en un marco de pluralidad y de respeto.
Señor canciller, verdaderamente hay varias preocupaciones, como han sido planteadas también en otras reuniones con otros ministros. A mí me gustaría preguntarle respecto a las acciones que están relacionadas con el G-20, qué conversaciones está llevando adelante la Cancillería, o con organismos multilaterales e internacionales, como la ONU, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial. ¿Qué tipo de acuerdos comerciales se están llevando adelante a través de Cancillería para el intercambio de insumos críticos de salud?
Pero, verdaderamente, lo que más nos preocupa y nos tiene atentos día a día es, como ya viene mencionándose acá, la cuestión de los argentinos que están varados en distintos puntos del planeta. Mis dos preguntas van a estar nuevamente relacionadas con este tema, como ya lo han venido marcando otros colegas diputados de nuestro interbloque y también de otros bloques. En ese sentido, le pido si nos puede detallar con qué criterio específico va asignando la tarea y las prioridades respecto al tema de los repatriados.
Nosotros creemos que, entendiendo cuál es el criterio con el que trabaja la Cancillería, vamos a poder tener una mayor dimensión y también claramente un mejor diagnóstico de cuál es la situación que estamos atravesando con nuestros compatriotas.
En ese sentido, quiero aprovechar, ya que seguramente hay muchos argentinos varados que están mirando esta reunión, para que usted pueda quizás brindar información que por ahí puede ser muy informal y muy sencilla pero que a nosotros nos ha llegado como una gran preocupación, como pueden ser cuestiones de canales de comunicación, un mail para contestar, un número de teléfono, los horarios de apertura de la Cancillería. Son cuestiones que quizás son muy básicas, pero se las pregunto, canciller, porque realmente hasta esas cuestiones básicas son las que nos llegan con mucha preocupación.
También quiero preguntarle si en este contexto ha sido un problema quizás la falta de oficialización de varios embajadores, por cuestiones presupuestarias; entre ellos, por ejemplo, se encuentran países considerados de alto riesgo. Quiero preguntarle si esto ha sido un escollo también para la Cancillería.
Luego, me gustaría hacer hincapié en una cuestión que tiene que ver con la coordinación interministerial. El decreto, en realidad, establece que se crea una unidad de ministros donde el jefe de Gabinete, junto con el Ministerio de Salud, es quien tiene a cargo la coordinación de toda la lucha contra la pandemia que está llevando adelante la Argentina. Le pido si usted puede especificarnos si efectivamente usted trabaja articuladamente con esta unidad de coordinación o si lo hace a pedido de distintos ministerios, gobernadores, etcétera.
Por último, ayer el ministro de Defensa, Agustín Rossi, mencionó que en su ministerio acaba de crear una unidad de trasparencia para poder ir publicando no solamente las compras y contrataciones que lleva adelante su ministerio sino también toda la información que vaya produciendo el ministerio en relación a la pandemia. En ese sentido, me gustaría preguntarle, canciller, si usted también tiene pensado crear algún tipo de unidad para poder cumplimentar con el derecho de acceso a la información pública.
También aprovecho en este momento para agradecer nuevamente, a través de la Presidencia, todo el esfuerzo que se está haciendo desde las áreas técnicas de la Cámara de Diputados para poder garantizar el funcionamiento de nuestro Cuerpo y permitir que nosotros podamos ejercer dos de nuestras funciones, como es controlar y representar.
Y, también, por supuesto, quiero agradecerles al presidente y al vicepresidente de la comisión por la organización de este espacio, donde estamos pudiendo hacer preguntas en un marco de pluralidad y de respeto.
Señor canciller, verdaderamente hay varias preocupaciones, como han sido planteadas también en otras reuniones con otros ministros. A mí me gustaría preguntarle respecto a las acciones que están relacionadas con el G-20, qué conversaciones está llevando adelante la Cancillería, o con organismos multilaterales e internacionales, como la ONU, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial. ¿Qué tipo de acuerdos comerciales se están llevando adelante a través de Cancillería para el intercambio de insumos críticos de salud?
Pero, verdaderamente, lo que más nos preocupa y nos tiene atentos día a día es, como ya viene mencionándose acá, la cuestión de los argentinos que están varados en distintos puntos del planeta. Mis dos preguntas van a estar nuevamente relacionadas con este tema, como ya lo han venido marcando otros colegas diputados de nuestro interbloque y también de otros bloques. En ese sentido, le pido si nos puede detallar con qué criterio específico va asignando la tarea y las prioridades respecto al tema de los repatriados.
Nosotros creemos que, entendiendo cuál es el criterio con el que trabaja la Cancillería, vamos a poder tener una mayor dimensión y también claramente un mejor diagnóstico de cuál es la situación que estamos atravesando con nuestros compatriotas.
En ese sentido, quiero aprovechar, ya que seguramente hay muchos argentinos varados que están mirando esta reunión, para que usted pueda quizás brindar información que por ahí puede ser muy informal y muy sencilla pero que a nosotros nos ha llegado como una gran preocupación, como pueden ser cuestiones de canales de comunicación, un mail para contestar, un número de teléfono, los horarios de apertura de la Cancillería. Son cuestiones que quizás son muy básicas, pero se las pregunto, canciller, porque realmente hasta esas cuestiones básicas son las que nos llegan con mucha preocupación.
También quiero preguntarle si en este contexto ha sido un problema quizás la falta de oficialización de varios embajadores, por cuestiones presupuestarias; entre ellos, por ejemplo, se encuentran países considerados de alto riesgo. Quiero preguntarle si esto ha sido un escollo también para la Cancillería.
Luego, me gustaría hacer hincapié en una cuestión que tiene que ver con la coordinación interministerial. El decreto, en realidad, establece que se crea una unidad de ministros donde el jefe de Gabinete, junto con el Ministerio de Salud, es quien tiene a cargo la coordinación de toda la lucha contra la pandemia que está llevando adelante la Argentina. Le pido si usted puede especificarnos si efectivamente usted trabaja articuladamente con esta unidad de coordinación o si lo hace a pedido de distintos ministerios, gobernadores, etcétera.
Por último, ayer el ministro de Defensa, Agustín Rossi, mencionó que en su ministerio acaba de crear una unidad de trasparencia para poder ir publicando no solamente las compras y contrataciones que lleva adelante su ministerio sino también toda la información que vaya produciendo el ministerio en relación a la pandemia. En ese sentido, me gustaría preguntarle, canciller, si usted también tiene pensado crear algún tipo de unidad para poder cumplimentar con el derecho de acceso a la información pública.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor diputado por la provincia de Buenos Aires, Nicolás Rodríguez Saá.
SR. RODRÍGUEZ SAÁ Señor presidente: quiero agradecerle su compromiso personal en llevar adelante esta reunión de comisión un Jueves Santo.
También quiero trasmitirle mi agradecimiento al canciller Felipe Solá, que un día no laboral está en su oficina de trabajo, en el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esto es una muestra cabal de que el Congreso está funcionando, de que estamos activos los diputados, de que podemos trabajar los distintos arcos políticos en pos de luchar contra una pandemia que nos afecta a todos a nivel global.
Como extrabajador de la Cancillería, quería destacar a los trabajadores justamente del ministerio, quienes están llevando a cabo un montón de acciones para ayudar a contener a los argentinos en el exterior, entre ellos, los adscriptos en el servicio exterior, que están en los consulados, que a veces son menospreciados al lado de las embajadas, que, a través de la conducción de usted, canciller, están haciendo un trabajo enorme.
Yo creo que a cada uno de nosotros, diputados y diputadas, nos han llegado casos de argentinos que están varados en el exterior. En ese sentido, yo estoy agradecido y orgulloso del cuerpo de trabajadores de la Cancillería argentina que, no nos olvidemos, han tenido un caso de coronavirus en el edificio y el canciller con la SECIN, como bien dijo usted, que es el corazón del Ministerio, junto a la delegación de UPCN, han fumigado y han hecho que la Cancillería vuelva a trabajar.
En ese sentido quiero agradecer y repetir que estoy orgulloso de tener un canciller y un Estado presente. El mismo presidente Alberto Fernández se ha comunicado personalmente, en algunos casos, con argentinos que están varados. Nos trasmite mucho orgullo, mucha tranquilidad, la política pública que se está llevando adelante en ese sentido.
Yo también quería preguntarle a usted, canciller, después del postcoronavirus, cómo cree que van a ser las relaciones con el exterior, el nivel de apertura que va a tener la Argentina al mundo, si las relaciones bilaterales van a seguir fomentándose o se busca un mercado más multilateral. En ese sentido, quiero agradecerle, porque usted puso un call center con todos los empleados del ministerio, que funcionó perfectamente, para ayudar a los argentinos que se encontraban varados apenas comenzó el aislamiento y la cuarentena en la Argentina. Ya sabían que había una pandemia muchos argentinos que han decidido viajar igualmente a pesar de lo manifestado por la Organización Mundial de la Salud, y quiero destacar que en ese Palacio San Martín -donde alguna vez la gestión anterior lo alquiló para fiestas a una módica suma- usted puso un call center para atender a todos los argentinos.
También quiero destacar el trabajo de usted, canciller, y del presidente de la comisión, Eduardo Valdés.
Mi pregunta más que nada era por el mapa geopolítico después de este coronavirus, si usted entiende que los países o, sobre todo, nuestro país, que es el que nos importa, va a tender a abrirse o a cerrarse.
También quiero trasmitirle mi agradecimiento al canciller Felipe Solá, que un día no laboral está en su oficina de trabajo, en el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esto es una muestra cabal de que el Congreso está funcionando, de que estamos activos los diputados, de que podemos trabajar los distintos arcos políticos en pos de luchar contra una pandemia que nos afecta a todos a nivel global.
Como extrabajador de la Cancillería, quería destacar a los trabajadores justamente del ministerio, quienes están llevando a cabo un montón de acciones para ayudar a contener a los argentinos en el exterior, entre ellos, los adscriptos en el servicio exterior, que están en los consulados, que a veces son menospreciados al lado de las embajadas, que, a través de la conducción de usted, canciller, están haciendo un trabajo enorme.
Yo creo que a cada uno de nosotros, diputados y diputadas, nos han llegado casos de argentinos que están varados en el exterior. En ese sentido, yo estoy agradecido y orgulloso del cuerpo de trabajadores de la Cancillería argentina que, no nos olvidemos, han tenido un caso de coronavirus en el edificio y el canciller con la SECIN, como bien dijo usted, que es el corazón del Ministerio, junto a la delegación de UPCN, han fumigado y han hecho que la Cancillería vuelva a trabajar.
En ese sentido quiero agradecer y repetir que estoy orgulloso de tener un canciller y un Estado presente. El mismo presidente Alberto Fernández se ha comunicado personalmente, en algunos casos, con argentinos que están varados. Nos trasmite mucho orgullo, mucha tranquilidad, la política pública que se está llevando adelante en ese sentido.
Yo también quería preguntarle a usted, canciller, después del postcoronavirus, cómo cree que van a ser las relaciones con el exterior, el nivel de apertura que va a tener la Argentina al mundo, si las relaciones bilaterales van a seguir fomentándose o se busca un mercado más multilateral. En ese sentido, quiero agradecerle, porque usted puso un call center con todos los empleados del ministerio, que funcionó perfectamente, para ayudar a los argentinos que se encontraban varados apenas comenzó el aislamiento y la cuarentena en la Argentina. Ya sabían que había una pandemia muchos argentinos que han decidido viajar igualmente a pesar de lo manifestado por la Organización Mundial de la Salud, y quiero destacar que en ese Palacio San Martín -donde alguna vez la gestión anterior lo alquiló para fiestas a una módica suma- usted puso un call center para atender a todos los argentinos.
También quiero destacar el trabajo de usted, canciller, y del presidente de la comisión, Eduardo Valdés.
Mi pregunta más que nada era por el mapa geopolítico después de este coronavirus, si usted entiende que los países o, sobre todo, nuestro país, que es el que nos importa, va a tender a abrirse o a cerrarse.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Tiene la palabra el señor canciller.
Y CULTO He escuchado con mucha atención a todos. Para no estar anotando sino estar mirando y escuchando en forma directa, he pedido que me hagan una serie de títulos sobre las preguntas. En mi respuesta voy a intentar, a los efectos de no cansarlos, darles la mayor cantidad de información y la menor cantidad de opinión. Igualmente, algunas cosas requieren mi opinión, pero muchas requieren de información.
Después, señor presidente, si usted ve que algunos señores diputados ven que algunas preguntas no están contestadas me las vuelven a hacer, yo no tengo ningún problema, porque fueron muchas las preguntas.
La diputada Bertone preguntó cuántos argentinos están varados. Nuestro cálculo es alrededor de diez mil, como lo dije antes. ¿Por qué es alrededor de diez mil? Porque ha vuelto una enorme cantidad de argentinos y porque, al mismo tiempo, esas listas se siguen ampliando.
Yo hoy hablé de work and travel y de los jóvenes que se quedan sin trabajo en los lugares turísticos, en Sudamérica, en Centroamérica, en menor medida en Estados Unidos y en algunos centros de esquí, de nieve, como Andorra o Colorado; también hay algunos en Inglaterra y en España.
Pero la verdad es que aparece una tercera capa de gente que quiere volver, que es gente que se quedó sin trabajos antiguos, no trabajos estacionales u ocasionales para jóvenes que pasan de alguna manera sus vacaciones allí, sino también trabajos estables que se terminaron. Esa gente, que está en muchos casos en Europa y en Estados Unidos donde la tasa de contagio claramente es superior a la de Argentina, tiene miedo y entonces se inscriben en las listas para intentar volver.
Adicionalmente, existen algunos países donde la gente ya tiene cuatro o cinco años de residencia; Ecuador es un caso. Es decir, esa gente tenía una vida decidida en un país y ahora decide interrumpir eso por la situación que atraviesa el país donde están y piensan: "En las malas prefiero estar en la Argentina". Entonces, ellos ya no son ocasionales, ni turistas, ni Work and Travel; esos son argentinos que quieren volver definitivamente porque prevén que van a empeorar las cosas en el lugar donde habían decidido vivir su vida. Sin embargo, no creo que por ahora los que realmente estén dispuestos a viajar superen la cifra de diez mil.
Hay un dato que quiero darles porque me parece importante. Se trata de cuántos argentinos han vuelto desde el 16 de marzo, que es la última fecha de vuelos regulares. ¿Cuántos vuelos regulares hay por día en Ezeiza? Setenta, ochenta o más. Bueno, desde que empiezan a haber a la 0 hora del día 17 de marzo vuelos a pedido llamados "humanitarios" -no siempre fueron humanitarios-, hemos tenido una enorme cantidad de arribos de nacionalidad argentina. ¿Cuántos? Se van a sorprender: hasta el 31 de marzo, incluyendo los ingresos terrestres, es decir, a través de todos los ingresos a la Argentina, volvieron 154.000 argentinos. Esto es desde el 16 hasta el 31 de marzo. O sea, sin contar estos ocho días transcurridos de abril, donde la cosa es mucho más reducida.
¿Cuántos pueden entrar hoy por las fronteras terrestres? Hasta quinientas personas por día. Por lo tanto, pensemos que los doscientos argentinos que están en Paraguay podrían tomarse una serie de micros y entrar. Nos tendrían que informar antes, pero pueden entrar. Lo mismo pasaría con Uruguay o con Brasil. Por supuesto, no pueden entrar todos en el mismo día pero pueden coordinar con nosotros para ello. Por ejemplo, podrían primero tomar un vuelo de cabotaje en Brasil y después entrar por la frontera. Por supuesto, a lo mejor para muchos esto no es sencillo; es más sencillo entrar desde Paraguay que desde Brasil.
Sin embargo, quiero decir que desde Brasil, desde el 16 de marzo hasta hoy, regresaron 75.667 argentinos. Entonces, la cifra que daba algún diputado -creo que fue el diputado Iglesias- de doscientos y pico que están en San Pablo es ínfima respecto de todos los que hemos traído, de todos los que han vuelto.
¿Qué quiere decir "hemos traído" y "han vuelto"? Hay una diferencia que es muy importante porque contesta parte de muchas preguntas que me han hecho hoy. ¿Cómo vuelven los argentinos al país? Vuelven por tres vías. En primer lugar, porque Aerolíneas Argentinas reconoce que tiene pasajes vendidos en determinado destino y entonces va a buscar a esas personas. Eso ocurre en las rutas comerciales clásicas de Aerolíneas Argentinas. ¿Cuáles son esas rutas? Cancún, Punta Cana, Bogotá, Santiago y casi todos los lugares turísticos de la costa brasileña. Quizás me quedé corto y puede haber otras.
¿Cuál es la segunda vía? La segunda vía es que líneas internacionales que no han cumplido con los pasajes vendidos en muchos lugares de Europa, en Miami, Nueva York, y sobre todo en muchos lugares de América Latina, deciden hacer un vuelo. Sobre ese vuelo, lo que esas líneas suelen decirnos es que los que tienen pasajes de la propia línea, suben; ahora bien, si el avión no se llena con ellos y los cónsules argentinos quieren subir algunos argentinos de sus listas -la lista de la que he hablado hoy-, entonces nosotros como Cancillería tenemos que pagar por esos otros argentinos que no tienen boleto de esa línea. ¿Está claro? Es decir, es como si habláramos de un "charteo" parcial.
Hay otra vía, que es un "charteo" total. La hemos usado poco pero la hemos usado. Por ejemplo, con Cuba ya llevamos tres chárteres y creo que vamos a recibir el cuarto. No, perdón, el que viene es el tercero, de Cubana. Acá tengo la lista.
En el DF de México hay mucha gente porque están los que estaban de antes y que fueron saliendo de a poco con pasajes de LATAM, etcétera. Aeroméxico prácticamente quebró y no trajo a nadie, no se movió, por lo que tuvimos que arreglar con México un chárter desde DF con un 737 del Estado mexicano, que trajo argentinos del DF y se llevó mexicanos. Pagamos mitad y mitad. ¿Qué pagamos? Los gastos de comida y la gasolina. ¿Eso cuánto cuesta? Bueno, le costó 75.000 dólares a la Argentina traer 150 pasajeros.
Otro hizo lo mismo desde Cancún. ¿Para qué? Para reforzar Cancún porque allí hay muchísimos trabajadores argentinos, muchos de ellos jóvenes y otros no tanto, que se quedaron sin trabajo y son adicionales a los turistas. Entonces, Aerolíneas Argentinas va y viene. Creo que fue el lunes pasado y el miércoles que viene va de nuevo. Por lo menos, un vuelo por semana va a tener a Cancún.
¿Cuál es otra forma de llegar a la Argentina? Bueno, el chárter, como dije con Cubana; también lo hemos usado con LATAM porque la línea no quería cumplir con su gente en Cusco. A Cusco no pueden entrar los aviones de Aerolíneas por la altura. Los aviones de Aerolíneas ya se acostumbraron a no subir arriba de los 2.700 o 2.800 metros y Cusco está a 3.400. En Cusco tampoco pueden entrar los aviones de la Fuerza Aérea argentina, que son Hércules y Fokker, y por lo tanto dependíamos de aviones chárter. Hemos sacado chárteres hacia Arequipa. Hemos pagado ya tres chárteres para que en Arequipa los esperaran los Hércules, que vuelan de a dos. Ya han hecho tres viajes. Es decir, seis vuelos de Hércules han ido a Arequipa a buscar gente de Cusco, y de Cusco salieron en chárteres que nos costaron 25.000 dólares cada uno y fueron pagados a una línea peruana.
Las líneas le venden boletos a la gente para volver y después le dicen: "No puedo hacer el vuelo porque no me dan entrada". Eso es mentira. ¿Por qué es mentira? Porque es una estafa que yo algunas veces he denunciado y me han contestado casi como burlándose, diciendo que la Argentina está cerrada. No, en la Argentina se puede pedir ingresar, sobre todo se podía pedir antes de que entraran trescientos. Pero las líneas venden pasajes, arman un vuelo y antes de saber si el vuelo está asegurado o no, dicen que no se puede viajar. Sin embargo, no devuelven la plata de los pasajes porque saben que el vuelo es a pérdida porque en muchísimos casos vuelven vacíos. No tienen gente para traer acá en todos los casos, en algunos casos sí y en otros, no.
Por otra parte, han venido aviones de Europa, sobre todo ferrys, y algunos de Estados Unidos. Ferry quiere decir que vienen vacíos. ¿Por qué venían vacíos? Porque su llegada podía ser admitida por las autoridades sanitarias y por el comité de trabajo que mencioné en la introducción, pero superaba totalmente -además de venir llenos- el ingreso diario posible, y ellos decidían la fecha, no la podíamos cambiar. Por lo tanto, tuvimos que admitir que vinieran vacíos y permitir que se llevaran americanos, en el caso de Estados Unidos, o que se llevaran franceses, en el caso de algunos vuelos que hubo de Air France.
Sí vinieron, y nosotros pagamos parcialmente, vuelos de Alemania. Por ejemplo, de Lufthansa hemos pagado dos o tres, no me acuerdo. Un vuelo de Airbus que trajo médicos argentinos, además de una gran cantidad de otras personas, porque los médicos eran 120 pero el vuelo trajo como 300 argentinos desde Zúrich.
Nosotros, desde Cancillería, promovimos unos 25 vuelos hasta ahora, ya sea pagando una parte o por intermedio de la ayuda del Ministerio de Defensa a través de la Fuerza Aérea Argentina con los Hércules. Dos vuelos de Hércules fueron a Lima y seis vuelos fueron a Arequipa, porque tenemos dos Hércules nada más.
Hoy tenemos varadas distintos tipos de personas: los que están dispersos en los pueblitos de costa de Ecuador, del norte peruano, en la montaña de Iquitos -un grupo que se hizo ver porque fue a filmar allá y entonces se filmaron ellos también- o en Cusco. Esa gente solo podía ser sacada como dije yo. En el caso de Iquitos nos ayudó la Fuerza Aérea peruana, directamente después de peleas entre cancilleres. Al final -yo veía la dureza de Perú-, Perú tuvo un gesto amable con nosotros y nos permitió sacar a esa gente de Iquitos. Y así vamos trabajando.
¿Cuál es el otro fenómeno que quiero mencionarles a todos? Lo que hizo la gente, los argentinos, que nunca fueron tontos. Estando en Tailandia, en Australia, en Nueva Zelanda, en la India, en Indonesia, algunos en Arabia, muy pocos en África, supieron que Ezeiza estaba cerrada, entre comillas. ¿Por qué? Porque tenían más información de las aerolíneas, que les decían: "No podemos volar". La verdadera información era que las aerolíneas no estaban pidiendo volver. Era la verdad, porque eso lo seguimos día a día y hora a hora.
Esa gente lo que hizo fue volar hasta puntos cercanos a la Argentina. Se acumuló gente en Panamá; los trajimos con tres vuelos de Copa. Hubo un momento de mucha tensión con Panamá, porque muchos argentinos se juntaron en el propio aeropuerto y quedaron en una zona limbo: no podían volver a Panamá ni podían salir hasta que no los habilitaran.
También se acumuló gente en Miami; hay mucha gente en Miami que ha llegado de Nueva York y de otros lugares de Estados Unidos; incluso del Oeste, de California. ¿Por qué? Porque Miami es la puerta de salida.
¿Qué tenemos con Miami? Tenemos solamente Aerolíneas. Ha venido un avión de Eastern y creo que ha venido un avión de American, pero la verdad es que no hay mucho movimiento. No hay mucha oferta de aviones que quieran venir de Miami.
Se acumuló gente en el D.F., en México. ¿Desde dónde llegan al D.F.? Desde el sudeste asiático; de allí desembocan a México, y en México pueden hablar en español y desenvolverse mejor. Por eso tuvimos que poner un avión, y tendremos que poner otro.
Ahora va a venir otro, el sábado, que también sale del D.F., pero sale con argentinos, uruguayos y chilenos. Nosotros pagamos la parte de Argentina. ¿Por qué? Porque el D.F. nos resulta un problema. Aerolíneas no puede volar, no tiene base, y si no tienen base, ellos no vuelan a ese lugar.
Por lo tanto, la idea de repatriar -para no ser tan extenso- es una idea relativa. Es decir, repatriar es lo que hacen los Hércules, por ejemplo; eso es así. Repatriar es cuando la Cancillería decide pagar un chárter porque no ve otra salida posible, sea parcial o total.
Lo demás no es repatriar; lo demás es gestionar vuelos; gestionar y quejarse. Es quejarse con cancilleres y con líneas aéreas. Es la pelea constante; pelea que es absolutamente legítima y válida. ¿Por qué? Porque los países tienden a cerrarse.
Hay algunas aerolíneas, como Latam, en Chile, o como Copa, en Panamá, que son parte del activo del Estado, pero no del activo físico, sino del activo simbólico del Estado. Son mixtas, y entonces el Estado interviene. Yo llegué a negociar con un canciller un precio -que finalmente no cerré porque era absurdo- para una de esas aerolíneas. Y de golpe me di cuenta que no estaba negociando con un presidente de empresa, sino con el canciller de un país.
Entonces, tengamos en cuenta que el interés comercial de las aerolíneas ha estado muy presente, y que la presión política, cuando se difunde el debate sobre que una aerolínea ha dejado clavada a una cantidad de gente en un lugar, tiene algún resultado. No tiene un gran resultado, pero tiene algún resultado. Yo conseguí un vuelo grande de Iberia publicando un tweet contra Iberia por la cantidad de gente que había dejada varada.
Entonces, en este momento tenemos la problemática de la gente que podríamos llamar, en alguna medida, mochileros, aunque también hay otros, pero siempre con los vulnerables adelante. Estamos volando a Guayaquil con dos Hércules, porque Ecuador -y especialmente Guayaquil- está en una situación muy complicada. Va a ir personal de Cascos Blancos, respondiendo alguna de las preguntas de los señores diputados o diputadas.
En el primer vuelo van a ir Cascos Blancos, con médicos y expertos, para instalarse a Guayaquil. ¿Para qué? Para ayudar a la cónsul en Guayaquil a juntar argentinos de diversos lugares, para que el puente aéreo con los Hércules funcione adecuadamente. Y volverán en el último Hércules que regrese de Guayaquil.
Vamos a tener que sacar a los que quedan en Cuzco; en Cuzco quedan 150, de los cuales muchos pensaban volverse en micro; son jóvenes, que van con mochila, como aventureros. Van a la aventura como muchos diputados lo habrán hecho cuando eran jóvenes. No pueden transitar por Bolivia ni pueden transitar por Perú.
No es fácil; nos han fallado miles de operativos de micros para llevarlos a Lima o a Arequipa. Los vamos a sacar por chárter; no tenemos otra salida. Y están quejándose mucho porque yo saqué cuatrocientos y pico y quedan ciento y pico. Y bueno, tengo que atender Ecuador, que está lleno de gente y tiene circunstancias peores que Cuzco en términos de pandemia. Y en el norte de Perú tendré que ir a Piura, que es un aeropuerto más cercano a un balneario, Máncora, donde también hemos tenido muchos reclamos. Hay muchos argentinos en esa playa del norte de Perú.
Por otra parte, Madrid es un problema serio. ¿Por qué? Porque la palabra Madrid -digámoslo claramente- asusta al Ministerio de Salud. Los aviones que llegan de allí vienen con gente que no tienen síntomas o no tiene síntomas ni temperatura. Pero muchos manifiestan síntomas al estar en el avión; no muchos, sino algunos. Y el drama es que esos que manifiestan síntomas arriba del avión ya están adentro de un avión, respirando el mismo aire, en un ambiente de contagio muy importante. Es decir, todo avión que viene es un riesgo.
¿Qué hemos hecho? Hemos hecho un protocolo con los ministerios de Salud, de Transporte, y con los demás ministerios que yo mencioné, donde Salud fue el centro de la cuestión. El protocolo pasó por todas las manos, y todos vimos qué posibilidades reales tenía de ser cumplido. Ya está listo, está escrito y se está cumpliendo. Lo manejan los cónsules, que se lo mandan a todo aquel argentino que quiera volver. No importa si va a volver dentro de diez días, una semana, veinte días o un mes. Igual, el argentino dice cuándo llegó, dónde está, con quién llegó, con quién ha vivido y una cantidad de datos como, por ejemplo, dónde está dispuesto a pasar su cuarentena en la Argentina, es decir, en qué domicilio; no importa si es su domicilio u otro, pero tenemos que saberlo. Y tiene carácter de declaración jurada. También dice si ha tenido síntomas, qué temperatura tiene.
En fin, toda esa es una información previa para cualquier viaje. Y no es con compromiso de viaje; el argentino lo llena, esté donde esté, el cónsul se lo acerca de la manera que sea -sobre todo a través de computadoras, de e-mails-, lo llena, se lo manda al cónsul, el cónsul se lo manda a las autoridades de Salud con copia a nosotros, y es un antecedente. ¿Por qué? Porque se ha tornado importante intervenir las listas desde el punto de vista de la peligrosidad de contagio que trae cada uno. Eso cambia un poco el criterio.
¿Cuál era nuestro criterio? Fecha de regreso y vulnerabilidad de la persona. ¿Cuál es el criterio de Salud? Se mezcla con el nuestro, se cruza; tenemos que aceptar los dos. El criterio de Salud es quién es más sospechoso que otro, aunque no sea culpable para nada y se use la palabra "sospechoso". Se analiza quién presenta más riesgos.
Ahora bien, la cifra de ingresos de argentinos es enorme. Quiero darles otra cifra, que es la de gastos. ¿Cuánto pagamos de aviones? De aviones pagamos 1.160.000 dólares hasta hoy. ¿En cuántos aviones? En unos doce aviones. Algunos son charters totales, otro charters de corto plazo y otros son semi charters, como dije.
¿Cuánto pagamos de ayuda a los vulnerables? Y acá me han preguntado cómo se determina que alguien es vulnerable. Se los voy a decir directamente: puede ser vulnerable porque está pobre, porque necesita alimento, porque tiene problemas de alojamiento, porque le cierran un hotel o porque no tiene más plata, porque necesita medicamentos y hay que comprárselos -y ojalá se encuentren esos medicamentos, que en la mayor parte de los casos se han encontrado en el lugar-, en cuyo caso los tiene que comprar el consulado, o está vulnerable porque es viejito y corre más riesgo.
Hemos gastado, hasta ahora, 342.000 dólares en vulnerables. ¿Qué hacen los cónsules? Los cónsules tienen discrecionalidad, otorgada por este canciller, para decidir, con su veteranía, con su profesión o lo que fuere, quién es vulnerable y quién no. Esta actitud puede generar algunas injusticias; es posible que sí. Pero pónganse en el caso de alguien que, desde acá, desde un escritorio, tiene que decirle quién es vulnerable -o no- a un cónsul que está en Bombay. No, no puedo decírselo. No puedo hacer un Excel con la vulnerabilidad.
Hay una pregunta más que sí recuerdo, en cuanto a qué opino yo de cómo van a seguir las relaciones. Pero antes voy a hacer una aclaración muy importante a varios de los que me lo han preguntado; es absolutamente objetivo, no es sacarle el cuerpo a nada.
Los organismos financieros internacionales, y la ayuda financiera de esos organismos, dependen del secretario estratégico de la Presidencia, que es Gustavo Béliz; eso no tiene nada que ver con Cancillería. Las relaciones con el Banco Mundial, con el BID o con el Fondo Monetario Internacional corresponden al Ministerio de Economía; las relaciones de cooperación a veces son nuestras y a veces son de ellos, depende del origen, si es privado o si es multilateral. De la misma manera, las relaciones con la Organización Mundial de la Salud o con la Organización Panamericana de la Salud son totalmente del Ministerio de Salud. Cuando nos necesita por algún enlace con diplomacia, con agregados de negocios, con embajadores o lo que fuere, intervenimos.
De la misma manera, en las compras de insumos de remedios para la pandemia que hace el Ministerio de Salud intervenimos solamente a pedido de ellos, cuando se trata de hacer un contacto, de politizar un contacto -en el mejor sentido de la palabra- para que se dé o destrabe algo. Somos muy "destrabadores" de situaciones.
También ha habido una pregunta sobre qué hacemos en relación al comercio. No los quiero cansar; se los puedo mandar. Hay treinta medidas que hemos ido tomando durante estos cuatro meses o, mejor dicho, durante el último mes, relacionadas con la pandemia, que tienen que ver con el comercio exterior, donde hay relevamiento de medidas de comercio exterior que son aplicadas por otros países que nos puedan perjudicar; qué proveedores extranjeros de insumos y equipamiento hay, para que todos lo sepan y para que todos los ministerios estén informados -nosotros vamos relevando uno por uno-; el FOCEM, del Mercosur, cuya plata no ha llegado todavía; aceleración de trámites de exportaciones vegetales a través de certificados digitales; participaciones en reuniones virtuales del G20.
Y ahora llega el momento en que yo les diga a los diputados que hablaron del G20 que el día 7 -creo- varios líderes mundiales se dirigieron a ese grupo y le pidieron que se formaran fondos.
Con respecto al G20 quiero decir primero que el 27 de marzo hubo una conferencia -la primera que hubo- de presidentes. Allí el presidente Alberto Fernández dijo que había que actuar con valentía, no paralizarse, no temer, no resignarse, dar respuestas creativas, no caer en el falso dilema de economía o salud, no hacer demagogia, ser duros si había que serlo, usar la mejor evidencia científica disponible y aceptar que el mundo va a cambiar y que ha cambiado positivamente para siempre; ojalá sea así para bien.
Luego de decir eso, Alberto Fernández llamó a suscribir un gran pacto de solidaridad global. Eso fue el 27 de marzo, en su intervención en el G20, que fue la primera -me acuerdo, por la "A"; yo lo acompañaba ese día. Tenemos que actuar juntos, dijo, y propuso crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos.
Esto es una enseñanza del mes de pandemia. Todos hemos aprendido mucho en el mes de pandemia; incluso hemos aprendido a no pelearnos -salvo que fuera estrictamente necesario- o pelearnos lo menos posible al interior nuestro: "Los hermanos sean unidos". Pero, así como los científicos dicen que nunca avanzaron tan rápido en aprender cosas de una enfermedad -lo están diciendo en el mundo-, también esto vale para todos los que tenemos actividad pública: para ustedes, para nosotros y supongo que también para los dirigentes privados. La gente también está aprendiendo lo que es quedarse en su casa, conocer más de su familia y soportar en función de un bien común.
Alberto Fernández dijo entonces que ese Fondo de Emergencia Humanitaria tiene que priorizar la investigación y el conocimiento científico y médico sobre el COVID-19, que debe ser un bien público global y que las decisiones no pueden quedar libradas a la lógica de los mercados ni preservadas a las riquezas de individuos o de naciones; que es hora de aprovechar este momento único para crear soluciones. Celebró que el Fondo Monetario y el Banco Mundial advirtieran el ocaso que implica el presente y que reconocieran lo insostenible de las deudas que estamos soportando los países más postergados, por ejemplo, la terrible deuda externa argentina, tanto con el Fondo como la deuda soberana de bonos emitidos por nuestro país.
La verdad es que esto debe terminar con el daño causado por los paraísos fiscales, por el endeudamiento voraz, con la concentración de la riqueza y sobre todo con la "financiarización". No va a terminar, pero al menos que sirva para que tengan que retroceder un poco.
Sigo a disposición de los señores y las señoras, compañeras y compañeros diputados, por si necesitan más respuestas, por supuesto.
Después, señor presidente, si usted ve que algunos señores diputados ven que algunas preguntas no están contestadas me las vuelven a hacer, yo no tengo ningún problema, porque fueron muchas las preguntas.
La diputada Bertone preguntó cuántos argentinos están varados. Nuestro cálculo es alrededor de diez mil, como lo dije antes. ¿Por qué es alrededor de diez mil? Porque ha vuelto una enorme cantidad de argentinos y porque, al mismo tiempo, esas listas se siguen ampliando.
Yo hoy hablé de work and travel y de los jóvenes que se quedan sin trabajo en los lugares turísticos, en Sudamérica, en Centroamérica, en menor medida en Estados Unidos y en algunos centros de esquí, de nieve, como Andorra o Colorado; también hay algunos en Inglaterra y en España.
Pero la verdad es que aparece una tercera capa de gente que quiere volver, que es gente que se quedó sin trabajos antiguos, no trabajos estacionales u ocasionales para jóvenes que pasan de alguna manera sus vacaciones allí, sino también trabajos estables que se terminaron. Esa gente, que está en muchos casos en Europa y en Estados Unidos donde la tasa de contagio claramente es superior a la de Argentina, tiene miedo y entonces se inscriben en las listas para intentar volver.
Adicionalmente, existen algunos países donde la gente ya tiene cuatro o cinco años de residencia; Ecuador es un caso. Es decir, esa gente tenía una vida decidida en un país y ahora decide interrumpir eso por la situación que atraviesa el país donde están y piensan: "En las malas prefiero estar en la Argentina". Entonces, ellos ya no son ocasionales, ni turistas, ni Work and Travel; esos son argentinos que quieren volver definitivamente porque prevén que van a empeorar las cosas en el lugar donde habían decidido vivir su vida. Sin embargo, no creo que por ahora los que realmente estén dispuestos a viajar superen la cifra de diez mil.
Hay un dato que quiero darles porque me parece importante. Se trata de cuántos argentinos han vuelto desde el 16 de marzo, que es la última fecha de vuelos regulares. ¿Cuántos vuelos regulares hay por día en Ezeiza? Setenta, ochenta o más. Bueno, desde que empiezan a haber a la 0 hora del día 17 de marzo vuelos a pedido llamados "humanitarios" -no siempre fueron humanitarios-, hemos tenido una enorme cantidad de arribos de nacionalidad argentina. ¿Cuántos? Se van a sorprender: hasta el 31 de marzo, incluyendo los ingresos terrestres, es decir, a través de todos los ingresos a la Argentina, volvieron 154.000 argentinos. Esto es desde el 16 hasta el 31 de marzo. O sea, sin contar estos ocho días transcurridos de abril, donde la cosa es mucho más reducida.
¿Cuántos pueden entrar hoy por las fronteras terrestres? Hasta quinientas personas por día. Por lo tanto, pensemos que los doscientos argentinos que están en Paraguay podrían tomarse una serie de micros y entrar. Nos tendrían que informar antes, pero pueden entrar. Lo mismo pasaría con Uruguay o con Brasil. Por supuesto, no pueden entrar todos en el mismo día pero pueden coordinar con nosotros para ello. Por ejemplo, podrían primero tomar un vuelo de cabotaje en Brasil y después entrar por la frontera. Por supuesto, a lo mejor para muchos esto no es sencillo; es más sencillo entrar desde Paraguay que desde Brasil.
Sin embargo, quiero decir que desde Brasil, desde el 16 de marzo hasta hoy, regresaron 75.667 argentinos. Entonces, la cifra que daba algún diputado -creo que fue el diputado Iglesias- de doscientos y pico que están en San Pablo es ínfima respecto de todos los que hemos traído, de todos los que han vuelto.
¿Qué quiere decir "hemos traído" y "han vuelto"? Hay una diferencia que es muy importante porque contesta parte de muchas preguntas que me han hecho hoy. ¿Cómo vuelven los argentinos al país? Vuelven por tres vías. En primer lugar, porque Aerolíneas Argentinas reconoce que tiene pasajes vendidos en determinado destino y entonces va a buscar a esas personas. Eso ocurre en las rutas comerciales clásicas de Aerolíneas Argentinas. ¿Cuáles son esas rutas? Cancún, Punta Cana, Bogotá, Santiago y casi todos los lugares turísticos de la costa brasileña. Quizás me quedé corto y puede haber otras.
¿Cuál es la segunda vía? La segunda vía es que líneas internacionales que no han cumplido con los pasajes vendidos en muchos lugares de Europa, en Miami, Nueva York, y sobre todo en muchos lugares de América Latina, deciden hacer un vuelo. Sobre ese vuelo, lo que esas líneas suelen decirnos es que los que tienen pasajes de la propia línea, suben; ahora bien, si el avión no se llena con ellos y los cónsules argentinos quieren subir algunos argentinos de sus listas -la lista de la que he hablado hoy-, entonces nosotros como Cancillería tenemos que pagar por esos otros argentinos que no tienen boleto de esa línea. ¿Está claro? Es decir, es como si habláramos de un "charteo" parcial.
Hay otra vía, que es un "charteo" total. La hemos usado poco pero la hemos usado. Por ejemplo, con Cuba ya llevamos tres chárteres y creo que vamos a recibir el cuarto. No, perdón, el que viene es el tercero, de Cubana. Acá tengo la lista.
En el DF de México hay mucha gente porque están los que estaban de antes y que fueron saliendo de a poco con pasajes de LATAM, etcétera. Aeroméxico prácticamente quebró y no trajo a nadie, no se movió, por lo que tuvimos que arreglar con México un chárter desde DF con un 737 del Estado mexicano, que trajo argentinos del DF y se llevó mexicanos. Pagamos mitad y mitad. ¿Qué pagamos? Los gastos de comida y la gasolina. ¿Eso cuánto cuesta? Bueno, le costó 75.000 dólares a la Argentina traer 150 pasajeros.
Otro hizo lo mismo desde Cancún. ¿Para qué? Para reforzar Cancún porque allí hay muchísimos trabajadores argentinos, muchos de ellos jóvenes y otros no tanto, que se quedaron sin trabajo y son adicionales a los turistas. Entonces, Aerolíneas Argentinas va y viene. Creo que fue el lunes pasado y el miércoles que viene va de nuevo. Por lo menos, un vuelo por semana va a tener a Cancún.
¿Cuál es otra forma de llegar a la Argentina? Bueno, el chárter, como dije con Cubana; también lo hemos usado con LATAM porque la línea no quería cumplir con su gente en Cusco. A Cusco no pueden entrar los aviones de Aerolíneas por la altura. Los aviones de Aerolíneas ya se acostumbraron a no subir arriba de los 2.700 o 2.800 metros y Cusco está a 3.400. En Cusco tampoco pueden entrar los aviones de la Fuerza Aérea argentina, que son Hércules y Fokker, y por lo tanto dependíamos de aviones chárter. Hemos sacado chárteres hacia Arequipa. Hemos pagado ya tres chárteres para que en Arequipa los esperaran los Hércules, que vuelan de a dos. Ya han hecho tres viajes. Es decir, seis vuelos de Hércules han ido a Arequipa a buscar gente de Cusco, y de Cusco salieron en chárteres que nos costaron 25.000 dólares cada uno y fueron pagados a una línea peruana.
Las líneas le venden boletos a la gente para volver y después le dicen: "No puedo hacer el vuelo porque no me dan entrada". Eso es mentira. ¿Por qué es mentira? Porque es una estafa que yo algunas veces he denunciado y me han contestado casi como burlándose, diciendo que la Argentina está cerrada. No, en la Argentina se puede pedir ingresar, sobre todo se podía pedir antes de que entraran trescientos. Pero las líneas venden pasajes, arman un vuelo y antes de saber si el vuelo está asegurado o no, dicen que no se puede viajar. Sin embargo, no devuelven la plata de los pasajes porque saben que el vuelo es a pérdida porque en muchísimos casos vuelven vacíos. No tienen gente para traer acá en todos los casos, en algunos casos sí y en otros, no.
Por otra parte, han venido aviones de Europa, sobre todo ferrys, y algunos de Estados Unidos. Ferry quiere decir que vienen vacíos. ¿Por qué venían vacíos? Porque su llegada podía ser admitida por las autoridades sanitarias y por el comité de trabajo que mencioné en la introducción, pero superaba totalmente -además de venir llenos- el ingreso diario posible, y ellos decidían la fecha, no la podíamos cambiar. Por lo tanto, tuvimos que admitir que vinieran vacíos y permitir que se llevaran americanos, en el caso de Estados Unidos, o que se llevaran franceses, en el caso de algunos vuelos que hubo de Air France.
Sí vinieron, y nosotros pagamos parcialmente, vuelos de Alemania. Por ejemplo, de Lufthansa hemos pagado dos o tres, no me acuerdo. Un vuelo de Airbus que trajo médicos argentinos, además de una gran cantidad de otras personas, porque los médicos eran 120 pero el vuelo trajo como 300 argentinos desde Zúrich.
Nosotros, desde Cancillería, promovimos unos 25 vuelos hasta ahora, ya sea pagando una parte o por intermedio de la ayuda del Ministerio de Defensa a través de la Fuerza Aérea Argentina con los Hércules. Dos vuelos de Hércules fueron a Lima y seis vuelos fueron a Arequipa, porque tenemos dos Hércules nada más.
Hoy tenemos varadas distintos tipos de personas: los que están dispersos en los pueblitos de costa de Ecuador, del norte peruano, en la montaña de Iquitos -un grupo que se hizo ver porque fue a filmar allá y entonces se filmaron ellos también- o en Cusco. Esa gente solo podía ser sacada como dije yo. En el caso de Iquitos nos ayudó la Fuerza Aérea peruana, directamente después de peleas entre cancilleres. Al final -yo veía la dureza de Perú-, Perú tuvo un gesto amable con nosotros y nos permitió sacar a esa gente de Iquitos. Y así vamos trabajando.
¿Cuál es el otro fenómeno que quiero mencionarles a todos? Lo que hizo la gente, los argentinos, que nunca fueron tontos. Estando en Tailandia, en Australia, en Nueva Zelanda, en la India, en Indonesia, algunos en Arabia, muy pocos en África, supieron que Ezeiza estaba cerrada, entre comillas. ¿Por qué? Porque tenían más información de las aerolíneas, que les decían: "No podemos volar". La verdadera información era que las aerolíneas no estaban pidiendo volver. Era la verdad, porque eso lo seguimos día a día y hora a hora.
Esa gente lo que hizo fue volar hasta puntos cercanos a la Argentina. Se acumuló gente en Panamá; los trajimos con tres vuelos de Copa. Hubo un momento de mucha tensión con Panamá, porque muchos argentinos se juntaron en el propio aeropuerto y quedaron en una zona limbo: no podían volver a Panamá ni podían salir hasta que no los habilitaran.
También se acumuló gente en Miami; hay mucha gente en Miami que ha llegado de Nueva York y de otros lugares de Estados Unidos; incluso del Oeste, de California. ¿Por qué? Porque Miami es la puerta de salida.
¿Qué tenemos con Miami? Tenemos solamente Aerolíneas. Ha venido un avión de Eastern y creo que ha venido un avión de American, pero la verdad es que no hay mucho movimiento. No hay mucha oferta de aviones que quieran venir de Miami.
Se acumuló gente en el D.F., en México. ¿Desde dónde llegan al D.F.? Desde el sudeste asiático; de allí desembocan a México, y en México pueden hablar en español y desenvolverse mejor. Por eso tuvimos que poner un avión, y tendremos que poner otro.
Ahora va a venir otro, el sábado, que también sale del D.F., pero sale con argentinos, uruguayos y chilenos. Nosotros pagamos la parte de Argentina. ¿Por qué? Porque el D.F. nos resulta un problema. Aerolíneas no puede volar, no tiene base, y si no tienen base, ellos no vuelan a ese lugar.
Por lo tanto, la idea de repatriar -para no ser tan extenso- es una idea relativa. Es decir, repatriar es lo que hacen los Hércules, por ejemplo; eso es así. Repatriar es cuando la Cancillería decide pagar un chárter porque no ve otra salida posible, sea parcial o total.
Lo demás no es repatriar; lo demás es gestionar vuelos; gestionar y quejarse. Es quejarse con cancilleres y con líneas aéreas. Es la pelea constante; pelea que es absolutamente legítima y válida. ¿Por qué? Porque los países tienden a cerrarse.
Hay algunas aerolíneas, como Latam, en Chile, o como Copa, en Panamá, que son parte del activo del Estado, pero no del activo físico, sino del activo simbólico del Estado. Son mixtas, y entonces el Estado interviene. Yo llegué a negociar con un canciller un precio -que finalmente no cerré porque era absurdo- para una de esas aerolíneas. Y de golpe me di cuenta que no estaba negociando con un presidente de empresa, sino con el canciller de un país.
Entonces, tengamos en cuenta que el interés comercial de las aerolíneas ha estado muy presente, y que la presión política, cuando se difunde el debate sobre que una aerolínea ha dejado clavada a una cantidad de gente en un lugar, tiene algún resultado. No tiene un gran resultado, pero tiene algún resultado. Yo conseguí un vuelo grande de Iberia publicando un tweet contra Iberia por la cantidad de gente que había dejada varada.
Entonces, en este momento tenemos la problemática de la gente que podríamos llamar, en alguna medida, mochileros, aunque también hay otros, pero siempre con los vulnerables adelante. Estamos volando a Guayaquil con dos Hércules, porque Ecuador -y especialmente Guayaquil- está en una situación muy complicada. Va a ir personal de Cascos Blancos, respondiendo alguna de las preguntas de los señores diputados o diputadas.
En el primer vuelo van a ir Cascos Blancos, con médicos y expertos, para instalarse a Guayaquil. ¿Para qué? Para ayudar a la cónsul en Guayaquil a juntar argentinos de diversos lugares, para que el puente aéreo con los Hércules funcione adecuadamente. Y volverán en el último Hércules que regrese de Guayaquil.
Vamos a tener que sacar a los que quedan en Cuzco; en Cuzco quedan 150, de los cuales muchos pensaban volverse en micro; son jóvenes, que van con mochila, como aventureros. Van a la aventura como muchos diputados lo habrán hecho cuando eran jóvenes. No pueden transitar por Bolivia ni pueden transitar por Perú.
No es fácil; nos han fallado miles de operativos de micros para llevarlos a Lima o a Arequipa. Los vamos a sacar por chárter; no tenemos otra salida. Y están quejándose mucho porque yo saqué cuatrocientos y pico y quedan ciento y pico. Y bueno, tengo que atender Ecuador, que está lleno de gente y tiene circunstancias peores que Cuzco en términos de pandemia. Y en el norte de Perú tendré que ir a Piura, que es un aeropuerto más cercano a un balneario, Máncora, donde también hemos tenido muchos reclamos. Hay muchos argentinos en esa playa del norte de Perú.
Por otra parte, Madrid es un problema serio. ¿Por qué? Porque la palabra Madrid -digámoslo claramente- asusta al Ministerio de Salud. Los aviones que llegan de allí vienen con gente que no tienen síntomas o no tiene síntomas ni temperatura. Pero muchos manifiestan síntomas al estar en el avión; no muchos, sino algunos. Y el drama es que esos que manifiestan síntomas arriba del avión ya están adentro de un avión, respirando el mismo aire, en un ambiente de contagio muy importante. Es decir, todo avión que viene es un riesgo.
¿Qué hemos hecho? Hemos hecho un protocolo con los ministerios de Salud, de Transporte, y con los demás ministerios que yo mencioné, donde Salud fue el centro de la cuestión. El protocolo pasó por todas las manos, y todos vimos qué posibilidades reales tenía de ser cumplido. Ya está listo, está escrito y se está cumpliendo. Lo manejan los cónsules, que se lo mandan a todo aquel argentino que quiera volver. No importa si va a volver dentro de diez días, una semana, veinte días o un mes. Igual, el argentino dice cuándo llegó, dónde está, con quién llegó, con quién ha vivido y una cantidad de datos como, por ejemplo, dónde está dispuesto a pasar su cuarentena en la Argentina, es decir, en qué domicilio; no importa si es su domicilio u otro, pero tenemos que saberlo. Y tiene carácter de declaración jurada. También dice si ha tenido síntomas, qué temperatura tiene.
En fin, toda esa es una información previa para cualquier viaje. Y no es con compromiso de viaje; el argentino lo llena, esté donde esté, el cónsul se lo acerca de la manera que sea -sobre todo a través de computadoras, de e-mails-, lo llena, se lo manda al cónsul, el cónsul se lo manda a las autoridades de Salud con copia a nosotros, y es un antecedente. ¿Por qué? Porque se ha tornado importante intervenir las listas desde el punto de vista de la peligrosidad de contagio que trae cada uno. Eso cambia un poco el criterio.
¿Cuál era nuestro criterio? Fecha de regreso y vulnerabilidad de la persona. ¿Cuál es el criterio de Salud? Se mezcla con el nuestro, se cruza; tenemos que aceptar los dos. El criterio de Salud es quién es más sospechoso que otro, aunque no sea culpable para nada y se use la palabra "sospechoso". Se analiza quién presenta más riesgos.
Ahora bien, la cifra de ingresos de argentinos es enorme. Quiero darles otra cifra, que es la de gastos. ¿Cuánto pagamos de aviones? De aviones pagamos 1.160.000 dólares hasta hoy. ¿En cuántos aviones? En unos doce aviones. Algunos son charters totales, otro charters de corto plazo y otros son semi charters, como dije.
¿Cuánto pagamos de ayuda a los vulnerables? Y acá me han preguntado cómo se determina que alguien es vulnerable. Se los voy a decir directamente: puede ser vulnerable porque está pobre, porque necesita alimento, porque tiene problemas de alojamiento, porque le cierran un hotel o porque no tiene más plata, porque necesita medicamentos y hay que comprárselos -y ojalá se encuentren esos medicamentos, que en la mayor parte de los casos se han encontrado en el lugar-, en cuyo caso los tiene que comprar el consulado, o está vulnerable porque es viejito y corre más riesgo.
Hemos gastado, hasta ahora, 342.000 dólares en vulnerables. ¿Qué hacen los cónsules? Los cónsules tienen discrecionalidad, otorgada por este canciller, para decidir, con su veteranía, con su profesión o lo que fuere, quién es vulnerable y quién no. Esta actitud puede generar algunas injusticias; es posible que sí. Pero pónganse en el caso de alguien que, desde acá, desde un escritorio, tiene que decirle quién es vulnerable -o no- a un cónsul que está en Bombay. No, no puedo decírselo. No puedo hacer un Excel con la vulnerabilidad.
Hay una pregunta más que sí recuerdo, en cuanto a qué opino yo de cómo van a seguir las relaciones. Pero antes voy a hacer una aclaración muy importante a varios de los que me lo han preguntado; es absolutamente objetivo, no es sacarle el cuerpo a nada.
Los organismos financieros internacionales, y la ayuda financiera de esos organismos, dependen del secretario estratégico de la Presidencia, que es Gustavo Béliz; eso no tiene nada que ver con Cancillería. Las relaciones con el Banco Mundial, con el BID o con el Fondo Monetario Internacional corresponden al Ministerio de Economía; las relaciones de cooperación a veces son nuestras y a veces son de ellos, depende del origen, si es privado o si es multilateral. De la misma manera, las relaciones con la Organización Mundial de la Salud o con la Organización Panamericana de la Salud son totalmente del Ministerio de Salud. Cuando nos necesita por algún enlace con diplomacia, con agregados de negocios, con embajadores o lo que fuere, intervenimos.
De la misma manera, en las compras de insumos de remedios para la pandemia que hace el Ministerio de Salud intervenimos solamente a pedido de ellos, cuando se trata de hacer un contacto, de politizar un contacto -en el mejor sentido de la palabra- para que se dé o destrabe algo. Somos muy "destrabadores" de situaciones.
También ha habido una pregunta sobre qué hacemos en relación al comercio. No los quiero cansar; se los puedo mandar. Hay treinta medidas que hemos ido tomando durante estos cuatro meses o, mejor dicho, durante el último mes, relacionadas con la pandemia, que tienen que ver con el comercio exterior, donde hay relevamiento de medidas de comercio exterior que son aplicadas por otros países que nos puedan perjudicar; qué proveedores extranjeros de insumos y equipamiento hay, para que todos lo sepan y para que todos los ministerios estén informados -nosotros vamos relevando uno por uno-; el FOCEM, del Mercosur, cuya plata no ha llegado todavía; aceleración de trámites de exportaciones vegetales a través de certificados digitales; participaciones en reuniones virtuales del G20.
Y ahora llega el momento en que yo les diga a los diputados que hablaron del G20 que el día 7 -creo- varios líderes mundiales se dirigieron a ese grupo y le pidieron que se formaran fondos.
Con respecto al G20 quiero decir primero que el 27 de marzo hubo una conferencia -la primera que hubo- de presidentes. Allí el presidente Alberto Fernández dijo que había que actuar con valentía, no paralizarse, no temer, no resignarse, dar respuestas creativas, no caer en el falso dilema de economía o salud, no hacer demagogia, ser duros si había que serlo, usar la mejor evidencia científica disponible y aceptar que el mundo va a cambiar y que ha cambiado positivamente para siempre; ojalá sea así para bien.
Luego de decir eso, Alberto Fernández llamó a suscribir un gran pacto de solidaridad global. Eso fue el 27 de marzo, en su intervención en el G20, que fue la primera -me acuerdo, por la "A"; yo lo acompañaba ese día. Tenemos que actuar juntos, dijo, y propuso crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos.
Esto es una enseñanza del mes de pandemia. Todos hemos aprendido mucho en el mes de pandemia; incluso hemos aprendido a no pelearnos -salvo que fuera estrictamente necesario- o pelearnos lo menos posible al interior nuestro: "Los hermanos sean unidos". Pero, así como los científicos dicen que nunca avanzaron tan rápido en aprender cosas de una enfermedad -lo están diciendo en el mundo-, también esto vale para todos los que tenemos actividad pública: para ustedes, para nosotros y supongo que también para los dirigentes privados. La gente también está aprendiendo lo que es quedarse en su casa, conocer más de su familia y soportar en función de un bien común.
Alberto Fernández dijo entonces que ese Fondo de Emergencia Humanitaria tiene que priorizar la investigación y el conocimiento científico y médico sobre el COVID-19, que debe ser un bien público global y que las decisiones no pueden quedar libradas a la lógica de los mercados ni preservadas a las riquezas de individuos o de naciones; que es hora de aprovechar este momento único para crear soluciones. Celebró que el Fondo Monetario y el Banco Mundial advirtieran el ocaso que implica el presente y que reconocieran lo insostenible de las deudas que estamos soportando los países más postergados, por ejemplo, la terrible deuda externa argentina, tanto con el Fondo como la deuda soberana de bonos emitidos por nuestro país.
La verdad es que esto debe terminar con el daño causado por los paraísos fiscales, por el endeudamiento voraz, con la concentración de la riqueza y sobre todo con la "financiarización". No va a terminar, pero al menos que sirva para que tengan que retroceder un poco.
Sigo a disposición de los señores y las señoras, compañeras y compañeros diputados, por si necesitan más respuestas, por supuesto.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Muchas gracias, canciller. Siento orgullo del servicio exterior argentino.
El presidente del interbloque Cambiemos, diputado por Córdoba Mario Negri, quiere saludarlo en esta sesión.
Tiene la palabra el señor diputado Negri.
El presidente del interbloque Cambiemos, diputado por Córdoba Mario Negri, quiere saludarlo en esta sesión.
Tiene la palabra el señor diputado Negri.
SR. NEGRI Muchas gracias, señor presidente.
Me voy a tomar dos minutos, nada más, porque los diputados de nuestro interbloque han sido muy precisos en las preguntas formuladas al canciller. Por supuesto, quiero agradecerle. Hoy más que nunca la política exterior se va a poner por encima de todo, partiendo de la base de que a una crisis global no se puede dejar de responderle globalmente.
Quiero decirle al canciller que tenemos que coincidir que en esta crisis no hay compuertas: todo tiene que ver con todos, tanto en lo regional como en lo global. Estamos dispuestos, más allá de las diferencias, a ir pensando lo impensable, porque es obvio que vamos hacia un mundo distinto con velocidades distintas.
Nosotros, en la Argentina, nos adelantamos a aislarnos. En otros países de la región despreciaron el daño del coronavirus y algunos lo caracterizaban ideológicamente. La verdad es que en eso fue oportuna la decisión que tomamos. Digo "que tomamos" porque la tomamos todos, el gobierno y la oposición, que estuvo acompañando a quienes tienen la responsabilidad de gobernar.
Si bien no es una pregunta, seguramente lo debe tener pensado la Cancillería, porque esto va para largo: si tenemos un sistema, además de lo público, donde juntemos la información o datos sobre la pandemia en el Cono Sur y en los países limítrofes atentos a que comienza a agravarse -ojalá no sea tan así- en algunos estados del vecino país de Brasil, que está junto a nosotros.
También estamos dispuestos -como lo señaló el diputado Iglesias- a acompañar en el diseño de una diplomacia en el Mercosur por la emergencia, independientemente de la política exterior y de la simpatía que tengamos o no, porque inevitablemente estamos unidos y pegados.
Asimismo, creo que debemos ir pensando en una diplomacia alimentaria del Cono Sur a nivel global porque a nosotros nos toma con distintas situaciones económicas, en situaciones más vulnerables que a muchos países del Cono Sur. Vamos a tener por delante un duro desafío; después de la crisis del petróleo, en que prácticamente ha caído a menos de 20 dólares el barril, si los Estados Unidos deja de subsidiar el etanol, que no se les ocurra invadir de maíz el mundo porque ahí vamos a tener dificultades en el comercio exterior. No sé qué van a comer los cerdos en un país tan grande del mundo al que nosotros le proveemos productos. Por eso hay que ir pensando lo impensable.
Por otro lado, seguramente se pudo resolver el tema de los médicos; no lo conozco y no estoy formulando una pregunta. Al principio había mucha demanda, ya que esta situación los había sorprendido en muchos congresos. A lo mejor se alivió eso, y creo que esa es una prioridad porque los necesitamos acá. Había muchos médicos en el exterior. Tampoco sé si hubo fallecidos que traer de afuera o no; ojalá que no haya sido así.
Quisiera saber si no se les ocurrió armar en alguna zona un avión "lechero", como se dice en el interior, o un chárter de la Fuerza Aérea que recoja gente en Centroamérica o en alguno de los países vecinos del Mercosur. Estoy hablando esencialmente de los países más cercanos.
Quiero agradecer al canciller, ya que un día tuve oportunidad de hablar por teléfono con él y tenemos las mismas preocupaciones. Ha dado datos significativos: como la cifra de 60.000 a 70.000. Obviamente todavía quedan muchos interrogantes y seguramente tendremos muchos problemas por delante, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad -que nosotros hemos acompañado- de mantener la cuarentena en los términos casi cerrados como ha dispuesto el gobierno nacional, que supera los días que todos preveíamos.
Así que, como miembro de la comisión y presidente del interbloque -cada uno sacará sus conclusiones-, le agradecemos toda la información que dio. Espero que haya aportado obviamente a la claridad, pero sepa, canciller, que va a estar en la cresta del viento porque este no es un problema de fronteras adentro; es una cuestión global y la política exterior va a tener mucho que decir.
Así que, nuevamente, le agradezco mucho.
Me voy a tomar dos minutos, nada más, porque los diputados de nuestro interbloque han sido muy precisos en las preguntas formuladas al canciller. Por supuesto, quiero agradecerle. Hoy más que nunca la política exterior se va a poner por encima de todo, partiendo de la base de que a una crisis global no se puede dejar de responderle globalmente.
Quiero decirle al canciller que tenemos que coincidir que en esta crisis no hay compuertas: todo tiene que ver con todos, tanto en lo regional como en lo global. Estamos dispuestos, más allá de las diferencias, a ir pensando lo impensable, porque es obvio que vamos hacia un mundo distinto con velocidades distintas.
Nosotros, en la Argentina, nos adelantamos a aislarnos. En otros países de la región despreciaron el daño del coronavirus y algunos lo caracterizaban ideológicamente. La verdad es que en eso fue oportuna la decisión que tomamos. Digo "que tomamos" porque la tomamos todos, el gobierno y la oposición, que estuvo acompañando a quienes tienen la responsabilidad de gobernar.
Si bien no es una pregunta, seguramente lo debe tener pensado la Cancillería, porque esto va para largo: si tenemos un sistema, además de lo público, donde juntemos la información o datos sobre la pandemia en el Cono Sur y en los países limítrofes atentos a que comienza a agravarse -ojalá no sea tan así- en algunos estados del vecino país de Brasil, que está junto a nosotros.
También estamos dispuestos -como lo señaló el diputado Iglesias- a acompañar en el diseño de una diplomacia en el Mercosur por la emergencia, independientemente de la política exterior y de la simpatía que tengamos o no, porque inevitablemente estamos unidos y pegados.
Asimismo, creo que debemos ir pensando en una diplomacia alimentaria del Cono Sur a nivel global porque a nosotros nos toma con distintas situaciones económicas, en situaciones más vulnerables que a muchos países del Cono Sur. Vamos a tener por delante un duro desafío; después de la crisis del petróleo, en que prácticamente ha caído a menos de 20 dólares el barril, si los Estados Unidos deja de subsidiar el etanol, que no se les ocurra invadir de maíz el mundo porque ahí vamos a tener dificultades en el comercio exterior. No sé qué van a comer los cerdos en un país tan grande del mundo al que nosotros le proveemos productos. Por eso hay que ir pensando lo impensable.
Por otro lado, seguramente se pudo resolver el tema de los médicos; no lo conozco y no estoy formulando una pregunta. Al principio había mucha demanda, ya que esta situación los había sorprendido en muchos congresos. A lo mejor se alivió eso, y creo que esa es una prioridad porque los necesitamos acá. Había muchos médicos en el exterior. Tampoco sé si hubo fallecidos que traer de afuera o no; ojalá que no haya sido así.
Quisiera saber si no se les ocurrió armar en alguna zona un avión "lechero", como se dice en el interior, o un chárter de la Fuerza Aérea que recoja gente en Centroamérica o en alguno de los países vecinos del Mercosur. Estoy hablando esencialmente de los países más cercanos.
Quiero agradecer al canciller, ya que un día tuve oportunidad de hablar por teléfono con él y tenemos las mismas preocupaciones. Ha dado datos significativos: como la cifra de 60.000 a 70.000. Obviamente todavía quedan muchos interrogantes y seguramente tendremos muchos problemas por delante, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad -que nosotros hemos acompañado- de mantener la cuarentena en los términos casi cerrados como ha dispuesto el gobierno nacional, que supera los días que todos preveíamos.
Así que, como miembro de la comisión y presidente del interbloque -cada uno sacará sus conclusiones-, le agradecemos toda la información que dio. Espero que haya aportado obviamente a la claridad, pero sepa, canciller, que va a estar en la cresta del viento porque este no es un problema de fronteras adentro; es una cuestión global y la política exterior va a tener mucho que decir.
Así que, nuevamente, le agradezco mucho.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Muchas gracias, diputado Negri.
Quiero decirle que usted se porta mejor cuando está en su casa que cuando habla... (Risas.)
Le debemos una respuesta a la diputada Alma Sapag, quien había escrito una pregunta. Me propongo personalmente tramitarla, así que le prometo que voy a trabajar con el canciller para responder su pregunta.
Muchas gracias a todos.
Quiero decirle que usted se porta mejor cuando está en su casa que cuando habla... (Risas.)
Le debemos una respuesta a la diputada Alma Sapag, quien había escrito una pregunta. Me propongo personalmente tramitarla, así que le prometo que voy a trabajar con el canciller para responder su pregunta.
Muchas gracias a todos.
SR. IGLESIAS También la mía, por favor, señor presidente.
SRA. SAPAG ¿Me permite saludar al canciller, señor presidente?
SR. PRESIDENTE VALDÉS Sí, cómo no.
SRA. SAPAG Muchas gracias.
Quiero saludar a un amigo de más de cuarenta años, Felipe, un compañero de muchísimos años. Quiero agradecerle muchísimo todo lo que han hecho por la gente que está en el exterior. Yo no he recibido más que soluciones, tanto para las personas con posibilidades económicas como para aquellas en estado de vulnerabilidad.
Así que, canciller, me atrevo a decirte: gracias a vos, Felipe, y a todo tu equipo. Muchísimas gracias por estar en esta comisión con la grandeza y la dignidad que te caracterizan.
Quiero saludar a un amigo de más de cuarenta años, Felipe, un compañero de muchísimos años. Quiero agradecerle muchísimo todo lo que han hecho por la gente que está en el exterior. Yo no he recibido más que soluciones, tanto para las personas con posibilidades económicas como para aquellas en estado de vulnerabilidad.
Así que, canciller, me atrevo a decirte: gracias a vos, Felipe, y a todo tu equipo. Muchísimas gracias por estar en esta comisión con la grandeza y la dignidad que te caracterizan.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Gracias a ustedes. Gracias a todos.
Señor canciller: si usted quiere decir unas últimas palabras, estamos a su disposición.
Señor canciller: si usted quiere decir unas últimas palabras, estamos a su disposición.
Y CULTO En primer lugar, quiero agradecerles mucho por los elogios. No sé cómo tomarlos porque siempre me han dado vergüenza. Me encanta elogiar a otros y no me gusta mucho cuando me elogian. En realidad, no es que me no guste, sino que me da vergüenza. Lo cierto es que recibir elogios es algo que le gusta a todo el mundo.
Hubo algunas preguntas clave que yo no he contestado, pero que son importantes. Quiero aclararles que esta Cancillería está abierta para que individualmente cada diputado o diputada que quiera nos llame, así como muchos han llamado por parientes, amigos o por alguna presión sobre ellos por parte de personas que se encuentran varadas en el exterior. Desde aquí podremos darles todas las cifras que quieran.
Yo dije que se habían gastado 342.000 dólares hasta ahora en ayuda a personas vulnerables. ¿Cuántos son esos vulnerables? Son 3.597, es decir, un 35 por ciento de los 10.000 que pensábamos que había en un momento. En realidad, son menos; eso es el 20 por ciento, más o menos móvil, de la gente que está afuera del país y que los cónsules dicen que son vulnerables.
¿Qué va a pasar con ellos? Van a aumentar. ¿Por qué? Porque van a quedarse sin plata si no vuelven rápido, porque van a tener más problemas y porque el paso del tiempo les va a correr en contra tanto en su situación particular como en su estado de ánimo.
Otra pregunta fundamental es cuándo conoceremos un cronograma de vuelos. En este sentido, nosotros no estamos en condiciones de responder a eso por una única razón, y es que el tema pertenece a las líneas internacionales que les deben pasajes a los argentinos. No estamos en condiciones de dar un cronograma de vuelos que vaya más allá de una semana a diez días.
Sabemos cuándo va a viajar Aerolíneas y que va a venir un vuelo de Jetsmart desde Perú. Bienvenido sea este último, porque no habíamos sacado de Lima más gente después de que lo hiciera la Fuerza Aérea. También sabemos que Aerolíneas Argentinas fue a Bogotá, que estuvo en Punta Cana y que vuelve a ese lugar y a Cancún; es decir, viene de México. Además, Latam irá a Costa Rica a traer a quienes quedaron allá.
Ahora bien, ¿por qué no puede el canciller dar un cronograma de vuelos? Porque existen dos limitaciones: una son las 300 personas por día, en Ezeiza, y las 500 personas por día en puestos de frontera. Por ejemplo, con Chile hay un solo puesto de frontera. Esa es una limitación relativamente nueva. Comparen eso con las más de 100.000 personas que entraron al país entre el 16 y el 31 de marzo. Ahora la limitación es mucho mayor. Hemos logrado que sean 400. Ese es un gol de hace unos minutos, gracias a la presión de los señores diputados. Reitero: 400 personas, que hasta ayer eran 300.
Lo que digo es que no podemos dar un cronograma porque no manejamos los aviones; solo -y parcialmente- los de Aerolíneas Argentinas, que tienen su ruta.
El problema más grave que queda pendiente -y lo vamos a resolver, pero no sabemos en cuánto tiempo- es el de quienes están en Europa y en Miami, Estados Unidos. Los demás van a ir fluyendo naturalmente en Sudamérica. Inclusive aquellos que van a San Pablo. Algunos llegan allí desde Europa; otros, provenientes de otros lugares -como Arabia Saudita, etcétera-, también desembocan en San Pablo. Todos ellos podrán volver a la Argentina o iremos a buscarlos, como hicimos la semana pasada, que fuimos a San Pablo con dos vuelos.
El problema central lo tenemos en Madrid y en Miami. Si bien obviamente yo tengo que dar respuestas, todavía no estoy en condiciones de darlas respecto de esos dos lugares donde existe aglomeración de gente. Esta situación es mucho más difícil en Miami que en Madrid. En Madrid las cosas están un poco mejor.
Al respecto debo decir que se han infectado con el coronavirus muchos embajadores y cónsules. El consulado en Madrid está cerrado porque dos personas afectadas a él contrajeron el virus y se debe cumplir con la cuarentena. En este momento tenemos dos embajadores con coronavirus; uno de ellos es el agregado de negocios en Venezuela, un embajador de carrera que hace las veces de embajador, y el actual embajador en París. En fin, son los riesgos que existen.
Quiero decirles también que es muy loable lo que hace Defensa, que viaja con un médico en los Hércules y que solo cuenta con cuatro tripulaciones completas para ese tipo de aeronave. Suponiendo que esa tripulación sea de siete personas por Hércules -o sea que habría 28 personas capacitadas para volar dicha nave en sus distintas funciones-, imagínense qué ocurriría si, yendo a Guayaquil, por ejemplo, una de ellas contrajera el coronavirus. Dios no lo permita, pero si eso pasara tendríamos una merma inmediata de los diez o doce vuelos que creemos que necesitamos para desagotar esa zona del oeste de Sudamérica.
Es decir que acá hay un esfuerzo muy grande de mucha gente que tiene vocación para eso. Esa vocación la tienen desde la Fuerza Aérea, los médicos, los Cascos Blancos y mucha gente que en las malas demuestra lo que vale.
Muchísimos cónsules han demostrado una capacidad de trabajo y una templanza muy grandes. A algunos otros me los guardo en el bolsillo porque no han estado a la altura de las circunstancias o no han actuado como esperábamos. Pero esto es parte de lo que nos deja esta pandemia y también hay que agradecer la experiencia. En las malas también se producen estas cosas. No obstante, en líneas generales todos contestan y sé que también yo soy exigente.
Por otra parte, quisiera responder a la diputada Osuna, quien habló de la bajante del río Paraná, lo cual es motivo de preocupación. Las Cataratas del Iguazú también tienen un caudal muy bajo. Por lo tanto, ahí tenemos dos temas: el Iguazú y el Paraná; y en el Paraná, Itaipú.
A raíz de esa situación, tomamos contacto permanente con Brasil y con Paraguay. Paraguay también está afectado por la bajante. De manera que, sobre la base del Acuerdo Tripartito -que es el tratado suscripto en 1979 entre la Argentina, Brasil y Paraguay por Itaipú-, este fin de semana se va a reunir una comisión de técnicos para analizar qué es lo que pasa con Itaipú y qué relación tiene con la bajante del Paraná.
Al mismo tiempo, debo decirles que la bajante del río Iguazú -que, como ustedes saben, se une allí con el Paraná- es también considerable. O sea que hay un problema de lluvias en origen, posiblemente en el estado de Paraná y en algunos otros lugares.
No obstante, espero darle a la diputada Osuna y a quienes así lo requieran -creo que también me llamó el diputado Casaretto- una respuesta sobre qué dice Brasil acerca de todo esto. Esos legisladores y el pueblo argentino, obviamente, merecen una respuesta.
Por otro lado, había subrayado que no se pueden usar otros aeropuertos. El dispositivo de salud es muy grande y existen los llamados corredores sanitarios. Esos corredores sanitarios cumplen la función de llevar a una persona hasta donde dice que vive, cuando llega a Ezeiza. Pero eso no se puede hacer desde Córdoba ni tampoco desde Rosario. ¿Por qué? Porque no sobra la gente para hacerlo, y porque además hay una experticia que se va adquiriendo con el paso de la pandemia y que no es trasladable, y en estos casos los errores se pagan caros. Entonces, hay que concentrar ese tipo de tareas y lo hacemos en Ezeiza. Esto es cuanto puedo decir frente a la oferta que hacía la diputada Soher El Zukaria respecto del uso de otros aeropuertos.
Me preguntaban también si hay fondos suficientes para apoyar a quienes están varados en el extranjero. Sí, hay fondos. Lo gastado hasta ahora no nos asusta con relación a lo que esperábamos.
Así como la plata que es mal usada implica pérdida, la que no es usada a tiempo, también. Por ello, una de las órdenes que yo he dado, en acuerdo con todo el equipo, es que esos fondos sean utilizados. Por lo tanto, no estamos limitándolos en cuanto al número de gente a la que tienen que asistir ni nada por el estilo. Eso debe quedar claro.
Por otra parte, me hablaron de los Cascos Blancos y puedo decirles que están operando con los Hércules, además de que están cumpliendo otras funciones; entre ellas, la de ayudar en Ezeiza a la Policía de Seguridad Aeroportuaria; pueden verlos allí con sus uniformes. Estamos muy conformes con lo que están haciendo.
También hemos ayudado a comprar medicamentos para gran cantidad de países.
Toda la información que necesiten estará a su disposición. Cualquier integrante de la comisión que la requiera, puede mandar a alguien y la recibirá en forma detallada.
No quiero cansarlos más, así que les agradezco muchísimo.
Hubo algunas preguntas clave que yo no he contestado, pero que son importantes. Quiero aclararles que esta Cancillería está abierta para que individualmente cada diputado o diputada que quiera nos llame, así como muchos han llamado por parientes, amigos o por alguna presión sobre ellos por parte de personas que se encuentran varadas en el exterior. Desde aquí podremos darles todas las cifras que quieran.
Yo dije que se habían gastado 342.000 dólares hasta ahora en ayuda a personas vulnerables. ¿Cuántos son esos vulnerables? Son 3.597, es decir, un 35 por ciento de los 10.000 que pensábamos que había en un momento. En realidad, son menos; eso es el 20 por ciento, más o menos móvil, de la gente que está afuera del país y que los cónsules dicen que son vulnerables.
¿Qué va a pasar con ellos? Van a aumentar. ¿Por qué? Porque van a quedarse sin plata si no vuelven rápido, porque van a tener más problemas y porque el paso del tiempo les va a correr en contra tanto en su situación particular como en su estado de ánimo.
Otra pregunta fundamental es cuándo conoceremos un cronograma de vuelos. En este sentido, nosotros no estamos en condiciones de responder a eso por una única razón, y es que el tema pertenece a las líneas internacionales que les deben pasajes a los argentinos. No estamos en condiciones de dar un cronograma de vuelos que vaya más allá de una semana a diez días.
Sabemos cuándo va a viajar Aerolíneas y que va a venir un vuelo de Jetsmart desde Perú. Bienvenido sea este último, porque no habíamos sacado de Lima más gente después de que lo hiciera la Fuerza Aérea. También sabemos que Aerolíneas Argentinas fue a Bogotá, que estuvo en Punta Cana y que vuelve a ese lugar y a Cancún; es decir, viene de México. Además, Latam irá a Costa Rica a traer a quienes quedaron allá.
Ahora bien, ¿por qué no puede el canciller dar un cronograma de vuelos? Porque existen dos limitaciones: una son las 300 personas por día, en Ezeiza, y las 500 personas por día en puestos de frontera. Por ejemplo, con Chile hay un solo puesto de frontera. Esa es una limitación relativamente nueva. Comparen eso con las más de 100.000 personas que entraron al país entre el 16 y el 31 de marzo. Ahora la limitación es mucho mayor. Hemos logrado que sean 400. Ese es un gol de hace unos minutos, gracias a la presión de los señores diputados. Reitero: 400 personas, que hasta ayer eran 300.
Lo que digo es que no podemos dar un cronograma porque no manejamos los aviones; solo -y parcialmente- los de Aerolíneas Argentinas, que tienen su ruta.
El problema más grave que queda pendiente -y lo vamos a resolver, pero no sabemos en cuánto tiempo- es el de quienes están en Europa y en Miami, Estados Unidos. Los demás van a ir fluyendo naturalmente en Sudamérica. Inclusive aquellos que van a San Pablo. Algunos llegan allí desde Europa; otros, provenientes de otros lugares -como Arabia Saudita, etcétera-, también desembocan en San Pablo. Todos ellos podrán volver a la Argentina o iremos a buscarlos, como hicimos la semana pasada, que fuimos a San Pablo con dos vuelos.
El problema central lo tenemos en Madrid y en Miami. Si bien obviamente yo tengo que dar respuestas, todavía no estoy en condiciones de darlas respecto de esos dos lugares donde existe aglomeración de gente. Esta situación es mucho más difícil en Miami que en Madrid. En Madrid las cosas están un poco mejor.
Al respecto debo decir que se han infectado con el coronavirus muchos embajadores y cónsules. El consulado en Madrid está cerrado porque dos personas afectadas a él contrajeron el virus y se debe cumplir con la cuarentena. En este momento tenemos dos embajadores con coronavirus; uno de ellos es el agregado de negocios en Venezuela, un embajador de carrera que hace las veces de embajador, y el actual embajador en París. En fin, son los riesgos que existen.
Quiero decirles también que es muy loable lo que hace Defensa, que viaja con un médico en los Hércules y que solo cuenta con cuatro tripulaciones completas para ese tipo de aeronave. Suponiendo que esa tripulación sea de siete personas por Hércules -o sea que habría 28 personas capacitadas para volar dicha nave en sus distintas funciones-, imagínense qué ocurriría si, yendo a Guayaquil, por ejemplo, una de ellas contrajera el coronavirus. Dios no lo permita, pero si eso pasara tendríamos una merma inmediata de los diez o doce vuelos que creemos que necesitamos para desagotar esa zona del oeste de Sudamérica.
Es decir que acá hay un esfuerzo muy grande de mucha gente que tiene vocación para eso. Esa vocación la tienen desde la Fuerza Aérea, los médicos, los Cascos Blancos y mucha gente que en las malas demuestra lo que vale.
Muchísimos cónsules han demostrado una capacidad de trabajo y una templanza muy grandes. A algunos otros me los guardo en el bolsillo porque no han estado a la altura de las circunstancias o no han actuado como esperábamos. Pero esto es parte de lo que nos deja esta pandemia y también hay que agradecer la experiencia. En las malas también se producen estas cosas. No obstante, en líneas generales todos contestan y sé que también yo soy exigente.
Por otra parte, quisiera responder a la diputada Osuna, quien habló de la bajante del río Paraná, lo cual es motivo de preocupación. Las Cataratas del Iguazú también tienen un caudal muy bajo. Por lo tanto, ahí tenemos dos temas: el Iguazú y el Paraná; y en el Paraná, Itaipú.
A raíz de esa situación, tomamos contacto permanente con Brasil y con Paraguay. Paraguay también está afectado por la bajante. De manera que, sobre la base del Acuerdo Tripartito -que es el tratado suscripto en 1979 entre la Argentina, Brasil y Paraguay por Itaipú-, este fin de semana se va a reunir una comisión de técnicos para analizar qué es lo que pasa con Itaipú y qué relación tiene con la bajante del Paraná.
Al mismo tiempo, debo decirles que la bajante del río Iguazú -que, como ustedes saben, se une allí con el Paraná- es también considerable. O sea que hay un problema de lluvias en origen, posiblemente en el estado de Paraná y en algunos otros lugares.
No obstante, espero darle a la diputada Osuna y a quienes así lo requieran -creo que también me llamó el diputado Casaretto- una respuesta sobre qué dice Brasil acerca de todo esto. Esos legisladores y el pueblo argentino, obviamente, merecen una respuesta.
Por otro lado, había subrayado que no se pueden usar otros aeropuertos. El dispositivo de salud es muy grande y existen los llamados corredores sanitarios. Esos corredores sanitarios cumplen la función de llevar a una persona hasta donde dice que vive, cuando llega a Ezeiza. Pero eso no se puede hacer desde Córdoba ni tampoco desde Rosario. ¿Por qué? Porque no sobra la gente para hacerlo, y porque además hay una experticia que se va adquiriendo con el paso de la pandemia y que no es trasladable, y en estos casos los errores se pagan caros. Entonces, hay que concentrar ese tipo de tareas y lo hacemos en Ezeiza. Esto es cuanto puedo decir frente a la oferta que hacía la diputada Soher El Zukaria respecto del uso de otros aeropuertos.
Me preguntaban también si hay fondos suficientes para apoyar a quienes están varados en el extranjero. Sí, hay fondos. Lo gastado hasta ahora no nos asusta con relación a lo que esperábamos.
Así como la plata que es mal usada implica pérdida, la que no es usada a tiempo, también. Por ello, una de las órdenes que yo he dado, en acuerdo con todo el equipo, es que esos fondos sean utilizados. Por lo tanto, no estamos limitándolos en cuanto al número de gente a la que tienen que asistir ni nada por el estilo. Eso debe quedar claro.
Por otra parte, me hablaron de los Cascos Blancos y puedo decirles que están operando con los Hércules, además de que están cumpliendo otras funciones; entre ellas, la de ayudar en Ezeiza a la Policía de Seguridad Aeroportuaria; pueden verlos allí con sus uniformes. Estamos muy conformes con lo que están haciendo.
También hemos ayudado a comprar medicamentos para gran cantidad de países.
Toda la información que necesiten estará a su disposición. Cualquier integrante de la comisión que la requiera, puede mandar a alguien y la recibirá en forma detallada.
No quiero cansarlos más, así que les agradezco muchísimo.
SR. PRESIDENTE VALDÉS Muchas gracias, señor canciller. Le agradecemos también a su equipo. Felicitaciones especiales para todos aquellos que están llevando adelante la función consular en la Argentina, que no es fácil en estos momentos ante la gran demanda que existe.
Lo que sí me han pedido los diputados -y quizás la semana que viene podamos hacerlo- es un listado de los teléfonos de guardia de los cónsules argentinos o de los consulados y embajadas argentinas de los distintos países del mundo. Yo sé que esa información está en la página web, pero sería muy bueno tenerla en un archivo.
Antes de finalizar, quiero agradecer a todos. Hemos logrado que Mario Negri se porte bien en Córdoba (Risas.). Agradezco también al vicepresidente de esta comisión y al resto de los diputados que la integran. Hemos cumplido con el objeto de la presente reunión.
Lo que sí me han pedido los diputados -y quizás la semana que viene podamos hacerlo- es un listado de los teléfonos de guardia de los cónsules argentinos o de los consulados y embajadas argentinas de los distintos países del mundo. Yo sé que esa información está en la página web, pero sería muy bueno tenerla en un archivo.
Antes de finalizar, quiero agradecer a todos. Hemos logrado que Mario Negri se porte bien en Córdoba (Risas.). Agradezco también al vicepresidente de esta comisión y al resto de los diputados que la integran. Hemos cumplido con el objeto de la presente reunión.
- Finaliza la teleconferencia a la hora 19 y 10.