RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 407
Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO
Miércoles 10.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2409 Internos 2409/2407
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- RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Reunión del día 20/09/2000
- VISITA DE FUNCIONARIOS DE LA COPLA PARA EXPLICAR LOS ALCANCES DEL TRABAJO QUE ESTÁN REALIZANDO
INVITADOS
- En Buenos Aires, a los veinte días del mes de septiembre de 2000, a la hora 17 y 35:
SR. PRESIDENTE STUBRIN Teniendo en cuenta que en la Comisión de Presupuesto y Hacienda ya se está firmando el despacho en el que estamos interesados, no vamos a demorar más y vamos a dar comienzo a esta reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Yo ya lo firmé y los restantes colegas están haciendo lo propio en estos momentos, y en la medida que lo hayan suscrito, se van a ir incorporando a esta comisión.
Esta es una convocatoria de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto con invitación a integrantes de otras comisiones, como las de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda, entre otras.
El objetivo principal apunta a abordar los trabajos que está realizando la Argentina en la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental. Ha venido una nutrida comitiva de la Cancillería que nos va a relatar cómo está organizada esta iniciativa.
Por una cuestión de simplificación, voy a presentar únicamente al embajador Horacio Solari, que es el subsecretario de Asuntos Globales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, bajo cuya órbita se encuentra la constitución de esta Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental.
Tenemos que ayudarlos a hacer lobby en la Comisión de Presupuesto y Hacienda para poder incluir estos trabajos y llegar adecuadamente al año 2005.
Como todos se imaginan, este es un tema muy jugoso desde el punto de vista del límite exterior de nuestra plataforma debido a las consecuencias que puede acarrear. Es una cuestión que debemos considerar con cuidado porque no se trata de un límite en el sentido convencional sino que esto es producto de la Convención sobre el Derecho del Mar.
Debemos tener en cuenta que existe un conflicto argentino-británico en el medio, en el sitio donde está la plataforma continental más extensa y generosa. Pretendemos que esta sea una reunión informativa que nos permita tener una idea clara de todo lo que está en juego, y luego seguiremos trabajando en esta temática.
Antes de dar la palabra al señor embajador Solari, quiero decir que vamos a pasar a la firma tres proyectos de dictamen que están siendo reclamados por otras comisiones. Uno de ellos ha sido requerido con mucha insistencia por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y se trata de un proyecto de ley por el cual se aprueba un acuerdo entre la República Argentina y el Nordic Investment Bank Cartagena de Indias, República de Colombia, del 17 de marzo. Esta iniciativa va a la Comisión de Finanzas y se trata de un tema necesario que está absolutamente chequeado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
El otro proyecto se refiere a la aprobación de la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores, realizada en Montevideo. Este es el caso Arias Uriburu, que es requerido y necesitado, y sobre el que el Senado despachó en forma unánime la semana pasada, y lo estábamos esperando. De esta manera, este tema sobre el que la señora Arias Uriburu viene a la Cámara a pedir su aprobación, ya tiene dictamen y su trámite será más rápido.
Por último, hay un proyecto en revisión solicitado en sesión por el señor diputado Rafael Flores, que debió haber sido tratado en la semana siguiente, pero el tránsito que hay entre el Senado y la Cámara de Diputados nos demoró diez días.
Se trata de un proyecto de ley por el cual se aprueban las enmiendas al Protocolo de Montreal en cuanto a sustancias que perjudican la capa de ozono.
Este fin de semana se reunieron en Puerto Madryn ozonógrafos y oceanógrafos, es una lástima que ese proyecto no haya sido aprobado pero, como dije, demoró mucho en llegar desde el Senado. En consecuencia, vamos a ir firmando el dictamen en el transcurso de la reunión.
Tiene la palabra el embajador Horacio Solari.
Esta es una convocatoria de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto con invitación a integrantes de otras comisiones, como las de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda, entre otras.
El objetivo principal apunta a abordar los trabajos que está realizando la Argentina en la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental. Ha venido una nutrida comitiva de la Cancillería que nos va a relatar cómo está organizada esta iniciativa.
Por una cuestión de simplificación, voy a presentar únicamente al embajador Horacio Solari, que es el subsecretario de Asuntos Globales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, bajo cuya órbita se encuentra la constitución de esta Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental.
Tenemos que ayudarlos a hacer lobby en la Comisión de Presupuesto y Hacienda para poder incluir estos trabajos y llegar adecuadamente al año 2005.
Como todos se imaginan, este es un tema muy jugoso desde el punto de vista del límite exterior de nuestra plataforma debido a las consecuencias que puede acarrear. Es una cuestión que debemos considerar con cuidado porque no se trata de un límite en el sentido convencional sino que esto es producto de la Convención sobre el Derecho del Mar.
Debemos tener en cuenta que existe un conflicto argentino-británico en el medio, en el sitio donde está la plataforma continental más extensa y generosa. Pretendemos que esta sea una reunión informativa que nos permita tener una idea clara de todo lo que está en juego, y luego seguiremos trabajando en esta temática.
Antes de dar la palabra al señor embajador Solari, quiero decir que vamos a pasar a la firma tres proyectos de dictamen que están siendo reclamados por otras comisiones. Uno de ellos ha sido requerido con mucha insistencia por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y se trata de un proyecto de ley por el cual se aprueba un acuerdo entre la República Argentina y el Nordic Investment Bank Cartagena de Indias, República de Colombia, del 17 de marzo. Esta iniciativa va a la Comisión de Finanzas y se trata de un tema necesario que está absolutamente chequeado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
El otro proyecto se refiere a la aprobación de la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores, realizada en Montevideo. Este es el caso Arias Uriburu, que es requerido y necesitado, y sobre el que el Senado despachó en forma unánime la semana pasada, y lo estábamos esperando. De esta manera, este tema sobre el que la señora Arias Uriburu viene a la Cámara a pedir su aprobación, ya tiene dictamen y su trámite será más rápido.
Por último, hay un proyecto en revisión solicitado en sesión por el señor diputado Rafael Flores, que debió haber sido tratado en la semana siguiente, pero el tránsito que hay entre el Senado y la Cámara de Diputados nos demoró diez días.
Se trata de un proyecto de ley por el cual se aprueban las enmiendas al Protocolo de Montreal en cuanto a sustancias que perjudican la capa de ozono.
Este fin de semana se reunieron en Puerto Madryn ozonógrafos y oceanógrafos, es una lástima que ese proyecto no haya sido aprobado pero, como dije, demoró mucho en llegar desde el Senado. En consecuencia, vamos a ir firmando el dictamen en el transcurso de la reunión.
Tiene la palabra el embajador Horacio Solari.
SR. SOLARI En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento a la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados y a otras comisiones interesadas, como la de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda, por darnos la oportunidad de concurrir a explicar el proyecto. Deseo agradecerles por esta invitación que forma parte de otras que hemos recibido en una relación muy fluida con el Congreso de la Nación.
La Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental, institución que presido, está integrada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Economía y la Armada Argentina, a través del Servicio de Hidrografía Naval. Se trata de un organismo mixto que incluye distintas capacidades, necesarias para esta importante función.
Quiero expresar que la COPLA cuenta con destacados especialistas que luego van a realizar exposiciones específicas sobre aspectos jurídicos, técnicos y presupuestarios.
En mi intervención inicial voy a tratar de realizar un encuadre sobre la importancia de la cuestión en forma integral, intentando destacar los aspectos que considero esenciales, como por ejemplo, la presencia en el área de importantes recursos y el tamaño que ella posee.
La función de la COPLA es fijar el límite externo de la plataforma continental más allá de las 200 millas.
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar las 200 millas automáticamente corresponden al país y, en virtud de su artículo 76, es posible extender esa distancia hacia superficies mucho más vastas que pueden llegar hasta las 350 millas y, en algunos países, más allá de esa distancia.
En el frente de la sala hay un mapa en el que se puede observar cuál es la zona a la que podríamos aspirar en la delimitación. Comprende desde la provincia de Buenos Aires hasta la zona de Malvinas y luego se produce una prolongación muy especial hacia las islas Georgias.
Por supuesto que este mapa no es preciso. También habría una zona a delimitar, de cierto interés, más hacia el sur.
La primera característica de esta zona en cuanto al aspecto cuantitativo es que es muy vasta, tiene entre 700 mil y un millón de kilómetros cuadrados, es decir, tres veces el tamaño de la provincia de Buenos Aires. En lo que se refiere al aspecto cualitativo de esa zona, veremos qué es lo que ella puede contener. Quisiera aclarar que me estoy refiriendo a lecho y subsuelo, porque en muchas publicaciones se confunde lo que es plataforma continental con zona económica exclusiva, mar territorial, y otros conceptos similares. Este tema tiene que quedar sumamente claro. Existe una publicación muy interesante del diario “La Nación” del día lunes, pero no tiene nada que ver con la plataforma continental sino que se relaciona con la pesca.
La plataforma continental está constituida básicamente por minerales el 99 por ciento- y existe una cierta riqueza de recursos renovables, es decir, algún tipo de pesca pero sólo de especies que están en contacto permanente con el suelo como moluscos, cangrejos o algas, que también están incluidos en la plataforma; pero lo realmente importante son los minerales, que están en el lecho y en el subsuelo.
A esta altura nadie tiene una estimación precisa acerca de la cantidad de minerales que existe en esa zona, pero utilizando un lenguaje jurídico podría decir que hay indicios precisos, concordantes y vehementes de que es un área cualitativamente rica.
En el mes de julio de este año la Universidad de Southampton realizó un relevamiento de las riquezas potenciales minerales de las zonas de plataforma continental extendidas de todo el mundo. Tenemos mapas muy interesantes al respecto y les puedo dejar un ejemplar si les interesa.
Si miramos este interesante trabajo, que incluso puede circular entre los señores diputados, veremos que de su contenido pueden surgir algunas conclusiones muy importantes.
En primer lugar, la plataforma continental no se halla extendida en todas las zonas sino sólo en algunas de ellas. En segundo término, un elemento determinante de la riqueza de esa plataforma es el espesor de la cuenca sedimentaria: a mayor espesor de cuenca sedimentaria, mayor probabilidad de riqueza. Esto es lo que pasa en un país agropecuario como el nuestro cuando se habla del humus: a mayor espesor de humus o tierra vegetal, seguramente tendremos mejores cosechas, y a mayor espesor de cuenca sedimentaria, mayor probabilidad de cantidad y calidad de hidrocarburos.
Los hidrocarburos sólo están alojados en cuencas sedimentarias, y la existencia de la cuenca sedimentaria es una condición necesaria -no suficiente- para la existencia de hidrocarburos.
En ese informe se realiza un ranking de cuáles serían las zonas de las plataformas continentales mundiales que tendrían mayor potencial de hidrocarburos en particular y algunos otros minerales.
En dicho ranking figuran unas diez provincias marítimas, entre las que la Argentina se halla en el décimo lugar. Teniendo en cuenta que esta es una publicación seria hecha por científicos, esto demuestra que no se trata de una zona como cualquier otra sino de un área que tiene importante riqueza.
En cuanto al espesor de sedimentos, la mayor parte de la zona contiene lo que se considera un requisito necesario para la explotación de hidrocarburos: un mínimo de un kilómetro de espesor de los sedimentos. Hay zonas en donde incluso este espesor llega a los 4 kilómetros, lo cual las torna mucho más atractivas.
La Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental, institución que presido, está integrada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Ministerio de Economía y la Armada Argentina, a través del Servicio de Hidrografía Naval. Se trata de un organismo mixto que incluye distintas capacidades, necesarias para esta importante función.
Quiero expresar que la COPLA cuenta con destacados especialistas que luego van a realizar exposiciones específicas sobre aspectos jurídicos, técnicos y presupuestarios.
En mi intervención inicial voy a tratar de realizar un encuadre sobre la importancia de la cuestión en forma integral, intentando destacar los aspectos que considero esenciales, como por ejemplo, la presencia en el área de importantes recursos y el tamaño que ella posee.
La función de la COPLA es fijar el límite externo de la plataforma continental más allá de las 200 millas.
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar las 200 millas automáticamente corresponden al país y, en virtud de su artículo 76, es posible extender esa distancia hacia superficies mucho más vastas que pueden llegar hasta las 350 millas y, en algunos países, más allá de esa distancia.
En el frente de la sala hay un mapa en el que se puede observar cuál es la zona a la que podríamos aspirar en la delimitación. Comprende desde la provincia de Buenos Aires hasta la zona de Malvinas y luego se produce una prolongación muy especial hacia las islas Georgias.
Por supuesto que este mapa no es preciso. También habría una zona a delimitar, de cierto interés, más hacia el sur.
La primera característica de esta zona en cuanto al aspecto cuantitativo es que es muy vasta, tiene entre 700 mil y un millón de kilómetros cuadrados, es decir, tres veces el tamaño de la provincia de Buenos Aires. En lo que se refiere al aspecto cualitativo de esa zona, veremos qué es lo que ella puede contener. Quisiera aclarar que me estoy refiriendo a lecho y subsuelo, porque en muchas publicaciones se confunde lo que es plataforma continental con zona económica exclusiva, mar territorial, y otros conceptos similares. Este tema tiene que quedar sumamente claro. Existe una publicación muy interesante del diario “La Nación” del día lunes, pero no tiene nada que ver con la plataforma continental sino que se relaciona con la pesca.
La plataforma continental está constituida básicamente por minerales el 99 por ciento- y existe una cierta riqueza de recursos renovables, es decir, algún tipo de pesca pero sólo de especies que están en contacto permanente con el suelo como moluscos, cangrejos o algas, que también están incluidos en la plataforma; pero lo realmente importante son los minerales, que están en el lecho y en el subsuelo.
A esta altura nadie tiene una estimación precisa acerca de la cantidad de minerales que existe en esa zona, pero utilizando un lenguaje jurídico podría decir que hay indicios precisos, concordantes y vehementes de que es un área cualitativamente rica.
En el mes de julio de este año la Universidad de Southampton realizó un relevamiento de las riquezas potenciales minerales de las zonas de plataforma continental extendidas de todo el mundo. Tenemos mapas muy interesantes al respecto y les puedo dejar un ejemplar si les interesa.
Si miramos este interesante trabajo, que incluso puede circular entre los señores diputados, veremos que de su contenido pueden surgir algunas conclusiones muy importantes.
En primer lugar, la plataforma continental no se halla extendida en todas las zonas sino sólo en algunas de ellas. En segundo término, un elemento determinante de la riqueza de esa plataforma es el espesor de la cuenca sedimentaria: a mayor espesor de cuenca sedimentaria, mayor probabilidad de riqueza. Esto es lo que pasa en un país agropecuario como el nuestro cuando se habla del humus: a mayor espesor de humus o tierra vegetal, seguramente tendremos mejores cosechas, y a mayor espesor de cuenca sedimentaria, mayor probabilidad de cantidad y calidad de hidrocarburos.
Los hidrocarburos sólo están alojados en cuencas sedimentarias, y la existencia de la cuenca sedimentaria es una condición necesaria -no suficiente- para la existencia de hidrocarburos.
En ese informe se realiza un ranking de cuáles serían las zonas de las plataformas continentales mundiales que tendrían mayor potencial de hidrocarburos en particular y algunos otros minerales.
En dicho ranking figuran unas diez provincias marítimas, entre las que la Argentina se halla en el décimo lugar. Teniendo en cuenta que esta es una publicación seria hecha por científicos, esto demuestra que no se trata de una zona como cualquier otra sino de un área que tiene importante riqueza.
En cuanto al espesor de sedimentos, la mayor parte de la zona contiene lo que se considera un requisito necesario para la explotación de hidrocarburos: un mínimo de un kilómetro de espesor de los sedimentos. Hay zonas en donde incluso este espesor llega a los 4 kilómetros, lo cual las torna mucho más atractivas.
SR. PRESIDENTE STUBRIN ¿Cómo se mide una cuenca sedimentaria desde arriba? Supongo que hay un lecho rocoso y arriba está la cuenca sedimentaria.
SR. SOLARI Esa pregunta la va a contestar el capitán Eduardo Amadeo Rodríguez, que representa al Servicio de Hidrografía Naval.
SR. RODRIGUEZ Las disciplinas científicas que están en juego en este trabajo son la hidrografía, la geofísica y la geología. Lo que nosotros tenemos que medir -después vamos a hablar de esto- son las profundidades y espesores de los sedimentos.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Pero no es lo mismo medir en el mar que en la tierra...
SR. RODRIGUEZ Esencialmente, se usan los mismos métodos de medición directa, pero que adaptados al medio marino. Es el mismo tipo de técnica que usan las empresas petroleras, y se llama "sísmica".
SR. PRESIDENTE STUBRIN Es decir que si en la Patagonia existe un cierto espesor de cuenca sedimentaria, habrá que estudiar cuál es el espesor que existe en el mar.
SR. RODRIGUEZ Exactamente.
SR. SOLARI Para simplificar, podemos decir que el fondo marino de todos los mares del mundo se puede dividir en dos grandes provincias. En una hay cuenca sedimentaria. Si hacemos una analogía un poco vulgar, podemos decir que la cuenca sedimentaria es muy parecida a la tierra; tiene una superficie porosa y por eso permite el alojamiento de hidrocarburos. El resto, a grandes profundidades, es un fondo basáltico, como un gran mármol en donde no penetra nada y no puede haber hidrocarburos. Esta es la gran diferencia. Desde ya, las zonas sedimentarias son las más ricas. No es que en las zonas basálticas, que están generalmente el medio de los océanos, no haya nada; y si lo hay, es de mucho menor valor.
Entonces, tenemos el privilegio de contar con una enorme cuenca sedimentaria y una vasta plataforma que, en general, podemos decir que son la continuidad de la región pampeana y de la meseta patagónica.
En general, a grandes alturas corresponden grandes profundidades y como la costa argentina es plana y no tiene grandes alturas tampoco tiene grandes profundidades inmediatas, lo cual es una gran ventaja. Chile es el ejemplo contrario porque allí la cordillera de los Andes está próxima al mar, e inmediatamente la profundidad cae a cientos de metros y, entonces, no hay plataforma continental geológica ni cuenca sedimentaria.
Me estoy refiriendo al petróleo no porque quiera poner énfasis en el tema sino porque existe consenso en la comunidad científica y en la de negocios internacionales podríamos llamarla así- en cuanto a que lo más interesante y explotable que existe en el fondo del mar en el corto plazo, y lo potencialmente más rico, son los hidrocarburos. Por supuesto que en esta publicación se nombra una innumerable cantidad de minerales, pero la posibilidad de su explotación requerirá un plazo mayor.
De modo que si configuramos características de esta región podremos observar que es vasta y potencialmente rica. Además, a ello podemos sumar el aumento del precio de los hidrocarburos, que es público y notorio, y la mejora intensa a las técnicas de producción off shore. Sabemos que la producción de petróleo off shore que antes era marginal en la actualidad llega al 20 por ciento de la producción petrolera.
Si sumamos los puntos mencionados nos daremos cuenta de qué es lo que tenemos delante y qué valor estimado puede tener. No voy a dar cifras porque van a considerarlo como un gesto de exageración. En realidad, se trata de montos siderales que están contenidos en un estudio realizado por científicos. Diría que son cantidades tan grandes que, hablando de posibilidad de petróleo en la zona, se utiliza como unidad “mil millones de dólares”. Es decir que se trataría de cien mil o doscientos mil millones de dólares; en realidad, es la danza de los millones.
Considero que es sumamente importante tener presente todo lo que he expresado pero a ello hay que agregar otro tema: esa plataforma que estamos viendo extendida en el mapa no es la controvertida. Evidentemente, casi los dos tercios de esa vasta zona está en controversia con el Reino Unido.
Lo que en este momento está señalando en el mapa la doctora Armas Pfitzer es la zona que nosotros reivindicamos como propia, pero hay otro país –que está en las islas Malvinas- que hace lo mismo. Se trata de la parte más grande. Sólo hacia el norte de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia tenemos una zona que no presenta controversia con los británicos; el resto está en controversia, incluyendo una parte muy extensa ubicada al norte de las islas Georgias, que seguramente en su momento va a presentar alguna complicación jurídica.
Entonces, el desarrollo y la incorporación de estos vastos territorios al patrimonio argentino tiene relación directa con la controversia por las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
A fin de brindar un panorama general de la cuestión, si bien en estos momentos no estamos trabajando sobre ello, es importante destacar que también en Antártida hay plataforma continental. Aquí tenemos un mapa y en color marrón están marcadas las zonas de plataforma.
La plataforma continental de la Antártida, que hace unos años parecía de ciencia ficción y que hace unos meses tampoco era interesante su delimitación, está siendo discutida y analizada. Se han llevado a cabo varias reuniones a las que han concurrido los siete países reclamantes el embajador Baqueriza ha participado de ellas-, y la última se realizó en La Haya hace escasos días.
En este sentido, es importante agregar que los países reclamantes la mayoría de ellos con potencial económico importante- están interesados en su delimitación; es decir que no se trata, como a veces se suele pensar, de una entelequia o de algo que no existe.
La plataforma continental de las islas Malvinas, de la Argentina y de la Antártida constituyen una enorme especie de pampa sumergida que abre grandes perspectivas para el país, con un contenido económico que puede generar grandes esperanzas en momentos en los que la economía tiene grandes dificultades que todos padecemos.
En cuanto a la delimitación, hay un plazo que vence en diciembre de 2005, y de alguna manera dicho plazo es irreversible por más que pueda haber algunas elaboraciones jurídicas tendientes a pedir una postergación. No debemos considerar que esa hipótesis sea confiable. Debemos saber que si se trata de una enorme zona, y muy rica, lo que nosotros queremos también lo van a procurar otros países.
De manera que si nosotros no cumplimos con este término, otros lo harán, y se quedarán con esa zona que constituye la última gran proyección territorial argentina que, de alguna manera, comparo con la famosa marcha hacia el sur en tiempos Roca. Esta es una marcha marítima hacia el este que reviste la misma importancia, y tal vez sea aun mayor en algunos aspectos.
Este tema está directamente vinculado con la importancia del presupuesto, porque nada de esto se puede hacer sin la adecuada financiación. Quiero destacar que los millones que se puedan reclamar para esto constituyen una inversión mínima en relación con lo que seguramente se obtendrá en materia de recursos.
Esto es lo que sustancialmente quería decir y quedo abierto a todas las preguntas que quieran formular. A continuación, me gustaría que la doctora Frida Armas Pfirter, coordinadora general de la COPLA, haga una pequeña referencia jurídica sobre este tema. Luego, el capitán Javier Valladares, coordinador de la Subcomisión Técnica de la COPLA, se referirá a aspectos técnicos y, finalmente, el embajador Luis Baqueriza hablará sobre las cuestiones presupuestarias.
Entonces, tenemos el privilegio de contar con una enorme cuenca sedimentaria y una vasta plataforma que, en general, podemos decir que son la continuidad de la región pampeana y de la meseta patagónica.
En general, a grandes alturas corresponden grandes profundidades y como la costa argentina es plana y no tiene grandes alturas tampoco tiene grandes profundidades inmediatas, lo cual es una gran ventaja. Chile es el ejemplo contrario porque allí la cordillera de los Andes está próxima al mar, e inmediatamente la profundidad cae a cientos de metros y, entonces, no hay plataforma continental geológica ni cuenca sedimentaria.
Me estoy refiriendo al petróleo no porque quiera poner énfasis en el tema sino porque existe consenso en la comunidad científica y en la de negocios internacionales podríamos llamarla así- en cuanto a que lo más interesante y explotable que existe en el fondo del mar en el corto plazo, y lo potencialmente más rico, son los hidrocarburos. Por supuesto que en esta publicación se nombra una innumerable cantidad de minerales, pero la posibilidad de su explotación requerirá un plazo mayor.
De modo que si configuramos características de esta región podremos observar que es vasta y potencialmente rica. Además, a ello podemos sumar el aumento del precio de los hidrocarburos, que es público y notorio, y la mejora intensa a las técnicas de producción off shore. Sabemos que la producción de petróleo off shore que antes era marginal en la actualidad llega al 20 por ciento de la producción petrolera.
Si sumamos los puntos mencionados nos daremos cuenta de qué es lo que tenemos delante y qué valor estimado puede tener. No voy a dar cifras porque van a considerarlo como un gesto de exageración. En realidad, se trata de montos siderales que están contenidos en un estudio realizado por científicos. Diría que son cantidades tan grandes que, hablando de posibilidad de petróleo en la zona, se utiliza como unidad “mil millones de dólares”. Es decir que se trataría de cien mil o doscientos mil millones de dólares; en realidad, es la danza de los millones.
Considero que es sumamente importante tener presente todo lo que he expresado pero a ello hay que agregar otro tema: esa plataforma que estamos viendo extendida en el mapa no es la controvertida. Evidentemente, casi los dos tercios de esa vasta zona está en controversia con el Reino Unido.
Lo que en este momento está señalando en el mapa la doctora Armas Pfitzer es la zona que nosotros reivindicamos como propia, pero hay otro país –que está en las islas Malvinas- que hace lo mismo. Se trata de la parte más grande. Sólo hacia el norte de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia tenemos una zona que no presenta controversia con los británicos; el resto está en controversia, incluyendo una parte muy extensa ubicada al norte de las islas Georgias, que seguramente en su momento va a presentar alguna complicación jurídica.
Entonces, el desarrollo y la incorporación de estos vastos territorios al patrimonio argentino tiene relación directa con la controversia por las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
A fin de brindar un panorama general de la cuestión, si bien en estos momentos no estamos trabajando sobre ello, es importante destacar que también en Antártida hay plataforma continental. Aquí tenemos un mapa y en color marrón están marcadas las zonas de plataforma.
La plataforma continental de la Antártida, que hace unos años parecía de ciencia ficción y que hace unos meses tampoco era interesante su delimitación, está siendo discutida y analizada. Se han llevado a cabo varias reuniones a las que han concurrido los siete países reclamantes el embajador Baqueriza ha participado de ellas-, y la última se realizó en La Haya hace escasos días.
En este sentido, es importante agregar que los países reclamantes la mayoría de ellos con potencial económico importante- están interesados en su delimitación; es decir que no se trata, como a veces se suele pensar, de una entelequia o de algo que no existe.
La plataforma continental de las islas Malvinas, de la Argentina y de la Antártida constituyen una enorme especie de pampa sumergida que abre grandes perspectivas para el país, con un contenido económico que puede generar grandes esperanzas en momentos en los que la economía tiene grandes dificultades que todos padecemos.
En cuanto a la delimitación, hay un plazo que vence en diciembre de 2005, y de alguna manera dicho plazo es irreversible por más que pueda haber algunas elaboraciones jurídicas tendientes a pedir una postergación. No debemos considerar que esa hipótesis sea confiable. Debemos saber que si se trata de una enorme zona, y muy rica, lo que nosotros queremos también lo van a procurar otros países.
De manera que si nosotros no cumplimos con este término, otros lo harán, y se quedarán con esa zona que constituye la última gran proyección territorial argentina que, de alguna manera, comparo con la famosa marcha hacia el sur en tiempos Roca. Esta es una marcha marítima hacia el este que reviste la misma importancia, y tal vez sea aun mayor en algunos aspectos.
Este tema está directamente vinculado con la importancia del presupuesto, porque nada de esto se puede hacer sin la adecuada financiación. Quiero destacar que los millones que se puedan reclamar para esto constituyen una inversión mínima en relación con lo que seguramente se obtendrá en materia de recursos.
Esto es lo que sustancialmente quería decir y quedo abierto a todas las preguntas que quieran formular. A continuación, me gustaría que la doctora Frida Armas Pfirter, coordinadora general de la COPLA, haga una pequeña referencia jurídica sobre este tema. Luego, el capitán Javier Valladares, coordinador de la Subcomisión Técnica de la COPLA, se referirá a aspectos técnicos y, finalmente, el embajador Luis Baqueriza hablará sobre las cuestiones presupuestarias.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra la doctora Armas Pfirter.
SRA. ARMAS PFIRTER Señor presidente, señores diputados: como me toca hablar de la parte jurídica, hay cosas que son difíciles de visualizar. Por lo tanto, brevemente, voy a hacer una exposición tratando de marcar el interés que reviste esta cuestión desde el punto de vista de los recursos, tal como acaba de manifestar el embajador Solari.
¿Qué encuadre jurídico tiene esto? ¿Por qué tenemos derecho a esto? La mayor parte de ustedes probablemente ya lo sepa, pero voy a tratar de contestar rápidamente a esas preguntas.
En realidad, este es el último límite que nos queda, el más extenso, y decimos que es contra la humanidad, entre comillas, porque la otra zona con la que delimitamos son los fondos marinos, que son patrimonio común de la humanidad.
El instrumento jurídico que da origen a la COPLA y a este derecho que tiene la Argentina para tener una plataforma continental más allá de las 200 millas, es la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que fue adoptada en 1982, que está en vigor desde 1994, y para la Argentina rige desde el 31 de diciembre de 1995. Esta fecha es importante destacarla, porque a partir de ese momento comenzó a correr el plazo de diez años que tiene la Argentina para presentar el límite exterior de su plataforma continental.
En este momentos hay ciento treinta y tres estados que forman parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. En el caso hipotético de que se planteara el hecho de quiénes van a reconocer la plataforma cuando la fijemos, además de que existe un derecho consuetudinario, esos ciento treinta y tres estados están vinculados por la Convención; es decir que han aceptado reconocer la plataforma continental más allá de las 200 millas, de aquellos otros estados que la fijen de acuerdo a lo que la Convención establece. Quiero manifestar que para nosotros esta Convención tiene una jerarquía aun superior a las leyes.
Para tener en cuenta de qué estamos hablando, quiero recordar que hay una línea de base que la Convención permite que establezcamos, un mar territorial -que para el caso de la Argentina puede llegar hasta las 12 millas, aunque puede ser menos-, y a partir de allí empieza la plataforma continental en lecho y subsuelo.
Como dijo el embajador Solari no hay que confundir con la zona económica exclusiva, que son 200 millas. El régimen jurídico se superpone hasta las 200 millas de lecho y subsuelo, pero abarca las aguas.
A partir de las 200 millas las aguas son alta mar, pero el lecho y el subsuelo, ahora vamos a ver los distintos criterios, pueden ser plataforma continental.
Entonces, si nos referimos a lecho y subsuelo, existen tres zonas.
¿Qué encuadre jurídico tiene esto? ¿Por qué tenemos derecho a esto? La mayor parte de ustedes probablemente ya lo sepa, pero voy a tratar de contestar rápidamente a esas preguntas.
En realidad, este es el último límite que nos queda, el más extenso, y decimos que es contra la humanidad, entre comillas, porque la otra zona con la que delimitamos son los fondos marinos, que son patrimonio común de la humanidad.
El instrumento jurídico que da origen a la COPLA y a este derecho que tiene la Argentina para tener una plataforma continental más allá de las 200 millas, es la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que fue adoptada en 1982, que está en vigor desde 1994, y para la Argentina rige desde el 31 de diciembre de 1995. Esta fecha es importante destacarla, porque a partir de ese momento comenzó a correr el plazo de diez años que tiene la Argentina para presentar el límite exterior de su plataforma continental.
En este momentos hay ciento treinta y tres estados que forman parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. En el caso hipotético de que se planteara el hecho de quiénes van a reconocer la plataforma cuando la fijemos, además de que existe un derecho consuetudinario, esos ciento treinta y tres estados están vinculados por la Convención; es decir que han aceptado reconocer la plataforma continental más allá de las 200 millas, de aquellos otros estados que la fijen de acuerdo a lo que la Convención establece. Quiero manifestar que para nosotros esta Convención tiene una jerarquía aun superior a las leyes.
Para tener en cuenta de qué estamos hablando, quiero recordar que hay una línea de base que la Convención permite que establezcamos, un mar territorial -que para el caso de la Argentina puede llegar hasta las 12 millas, aunque puede ser menos-, y a partir de allí empieza la plataforma continental en lecho y subsuelo.
Como dijo el embajador Solari no hay que confundir con la zona económica exclusiva, que son 200 millas. El régimen jurídico se superpone hasta las 200 millas de lecho y subsuelo, pero abarca las aguas.
A partir de las 200 millas las aguas son alta mar, pero el lecho y el subsuelo, ahora vamos a ver los distintos criterios, pueden ser plataforma continental.
Entonces, si nos referimos a lecho y subsuelo, existen tres zonas.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Quiero solicitarle, si es tan amable, que vuelva al cuadro anterior, se detenga en él y lo desarrolle nuevamente porque en verdad lo ha hecho muy rápidamente.
SRA. ARMAS PFIRTER La convención habla de líneas de base, puntos que pueden ser normales o rectas recogidas en nuestra ley 23.968-, que se encuentran a lo largo de todo el territorio argentino. A partir de allí se miden los espacios marítimos. Desde las líneas de base hasta las 12 millas, es el mar territorial. Este, como espacio marítimo, abarca lecho y subsuelo, aguas y espacio aéreo.
Si ustedes observan el gráfico esa es la razón por la cual está señalado hasta lecho y subsuelo, aguas y espacio aéreo.
A partir del mar territorial empieza la zona contigua, que no la hemos considerado aquí porque es sólo jurisdicción, y luego la zona económica exclusiva que se extiende hasta las 200 millas.
La zona económica exclusiva no abarca espacio aéreo, porque hay libertad de aeronavegación, y en lo que hace a recursos comprende lecho y subsuelo pero se superpone con el régimen de plataforma continental. El Estado tiene allí derechos de soberanía sobre los recursos, vivos y no vivos, y además jurisdicción sobre el tendido de cables submarinos y todo aquello que conocemos.
En el límite exterior del mar territorial comienza, en lo que hace sólo a lecho y subsuelo, la plataforma continental. Esa plataforma continental puede llegar hasta las 200 millas. Sin embargo puede darse el caso que citó el embajador Solari -me refiero a Chile-, en que la plataforma continental física cae antes de las 200 millas. La Convención otorga a esos estados por lo menos hasta las 200 millas, pues no tienen continuación de su territorio más allá de esa distancia.
A aquellos países como la Argentina, que tiene una prolongación natural de su territorio más allá de las 200 millas, la Convención les permite que, según ciertas fórmulas –no me voy a detener en los criterios técnicos porque luego los va a explicar el capitán Valladares-, determinen dónde termina el borde exterior del margen continental, que abarca lo que es plataforma, talud y emersión. Entonces, esa extensión más allá de las 200 millas es lo que el Estado tiene que comprobar para extenderse el embajador Solari había mostrado un mapa- de las 200 millas en adelante. El país debe demostrar que estos criterios se dan en su plataforma continental.
Entonces, en lo que respecta a lecho y subsuelo, tenemos mar territorial, plataforma continental y fondos marinos u oceánicos; son tres zonas en lo que hace a lecho y subsuelo. Los derechos sobre ellas también son distintos. En consecuencia, en la primera zona, mar territorial -que va desde las líneas de base hasta las 12 millas-, el Estado tiene soberanía absoluta.
En la zona que sigue, que es la plataforma continental, desde el límite del mar territorial hasta las 200 millas o hasta el borde exterior del margen continental, existe derecho de soberanía sobre los recursos. Y en la zona que sigue después de la plataforma continental, que es patrimonio común de la humanidad, el Estado ribereño no tiene ningún derecho sobre los recursos sino que constituyen un patrimonio común de la humanidad, y son administrados por un órgano que es creado por la misma Convención sobre el Derecho del Mar, que es la autoridad de fondos marinos.
Entonces, en esa zona, que es el mar territorial, hasta las 12 millas, el Estado ribereño tiene soberanía plena: este es su territorio. De allí hasta el borde exterior de la plataforma continental, o hasta las 200 millas -si fuera el caso de Chile, pero nosotros podemos ir más allá-, tenemos soberanía sobre los recursos. Donde termina la plataforma continental comienzan los fondos marinos, que constituyen patrimonio común de la humanidad.
Todos los estados -incluida la Argentina- forman parte de este órgano de autoridad, y hemos aceptado que dicho órgano administre estas zonas. Si no podemos extender nuestra plataforma y fijar nuestro límite hasta donde la misma Convención reconoce el derecho, esa zona pasa a ser considerada como fondos marinos y oceánicos.
La Convención define la plataforma continental como lecho y subsuelo de las áreas submarinas que son la prolongación natural del territorio. El Estado tiene que demostrar que su territorio se prolonga naturalmente más allá de las 200 millas, más allá del mar territorial y hasta el borde exterior del margen continental o hasta las 300 millas.
Entonces, ¿qué tiene que hacer un Estado para poder demostrar que tiene derecho más allá de las 200 millas?
Vamos a analizar cuáles son los criterios para determinar dónde está el borde exterior del margen continental. Para ello podemos considerar el espesor de rocas sedimentarias o una distancia fija desde el pie del talud. Este tema lo va a explicar a continuación el capitán Valladares.
Al mismo tiempo, hay dos límites; esto no se puede extender indefinidamente. El máximo de la plataforma continental puede ser de 350 millas o 100 millas más allá de la isobata de los 2.500 metros.
El Estado puede jugar con estos criterios sobre los dos límites de la manera más conveniente teniendo en cuenta sus intereses. ¿Qué es lo que tendría que hacer la República Argentina? Ante todo, quiero aclarar que este no es un mapa oficial sino que lo hemos elaborado para poder explicar qué es lo que la Argentina tendría que hacer. Debemos trazar en un mapa de nuestro país las 200 millas. Esto ya ha sido realizado, pero debemos actualizar las coordenadas. Además, tenemos que trazar la isobata de los 2.500 metros y la línea de las 100 millas más allá de la isobata de los 2.500 metros.
Tenemos que hacer estudios sísmicos y ver el espesor de sedimentos, y determinar aquellos lugares donde hay un 1 por ciento de espesor de los sedimentos. Es decir que todas las fórmulas que la Convención nos va dando hay que volcarlas en un mapa de la República Argentina para después poder ir eligiendo en cada sector el criterio que más nos favorezca, respetando los límites impuestos por la Convención.
¿Por qué los entretengo con estos temas que, a lo mejor, son un tanto pesados? Porque es importante saber que estos estudios son complicados y que la República Argentina puede elegir en cada sector el punto que realmente convenga más a sus intereses.
Una vez que la Argentina realice estos estudios y determine los puntos que más le convienen, ¿qué es lo que tiene que hacer con esta propuesta de límite exterior? Tiene que presentarla dentro de los diez años, tal como lo establece la Convemar, es decir, en 2005, ante el secretario general de las Naciones Unidas que publica el límite y lo envía ante otro órgano creado por la Convención, que es la Comisión de Límites de Plataformas Continentales, para que examine dicha presentación. Aquí se encuentra presente el capitán Osvaldo Astiz, que es miembro argentino de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas.
Si ustedes observan el gráfico esa es la razón por la cual está señalado hasta lecho y subsuelo, aguas y espacio aéreo.
A partir del mar territorial empieza la zona contigua, que no la hemos considerado aquí porque es sólo jurisdicción, y luego la zona económica exclusiva que se extiende hasta las 200 millas.
La zona económica exclusiva no abarca espacio aéreo, porque hay libertad de aeronavegación, y en lo que hace a recursos comprende lecho y subsuelo pero se superpone con el régimen de plataforma continental. El Estado tiene allí derechos de soberanía sobre los recursos, vivos y no vivos, y además jurisdicción sobre el tendido de cables submarinos y todo aquello que conocemos.
En el límite exterior del mar territorial comienza, en lo que hace sólo a lecho y subsuelo, la plataforma continental. Esa plataforma continental puede llegar hasta las 200 millas. Sin embargo puede darse el caso que citó el embajador Solari -me refiero a Chile-, en que la plataforma continental física cae antes de las 200 millas. La Convención otorga a esos estados por lo menos hasta las 200 millas, pues no tienen continuación de su territorio más allá de esa distancia.
A aquellos países como la Argentina, que tiene una prolongación natural de su territorio más allá de las 200 millas, la Convención les permite que, según ciertas fórmulas –no me voy a detener en los criterios técnicos porque luego los va a explicar el capitán Valladares-, determinen dónde termina el borde exterior del margen continental, que abarca lo que es plataforma, talud y emersión. Entonces, esa extensión más allá de las 200 millas es lo que el Estado tiene que comprobar para extenderse el embajador Solari había mostrado un mapa- de las 200 millas en adelante. El país debe demostrar que estos criterios se dan en su plataforma continental.
Entonces, en lo que respecta a lecho y subsuelo, tenemos mar territorial, plataforma continental y fondos marinos u oceánicos; son tres zonas en lo que hace a lecho y subsuelo. Los derechos sobre ellas también son distintos. En consecuencia, en la primera zona, mar territorial -que va desde las líneas de base hasta las 12 millas-, el Estado tiene soberanía absoluta.
En la zona que sigue, que es la plataforma continental, desde el límite del mar territorial hasta las 200 millas o hasta el borde exterior del margen continental, existe derecho de soberanía sobre los recursos. Y en la zona que sigue después de la plataforma continental, que es patrimonio común de la humanidad, el Estado ribereño no tiene ningún derecho sobre los recursos sino que constituyen un patrimonio común de la humanidad, y son administrados por un órgano que es creado por la misma Convención sobre el Derecho del Mar, que es la autoridad de fondos marinos.
Entonces, en esa zona, que es el mar territorial, hasta las 12 millas, el Estado ribereño tiene soberanía plena: este es su territorio. De allí hasta el borde exterior de la plataforma continental, o hasta las 200 millas -si fuera el caso de Chile, pero nosotros podemos ir más allá-, tenemos soberanía sobre los recursos. Donde termina la plataforma continental comienzan los fondos marinos, que constituyen patrimonio común de la humanidad.
Todos los estados -incluida la Argentina- forman parte de este órgano de autoridad, y hemos aceptado que dicho órgano administre estas zonas. Si no podemos extender nuestra plataforma y fijar nuestro límite hasta donde la misma Convención reconoce el derecho, esa zona pasa a ser considerada como fondos marinos y oceánicos.
La Convención define la plataforma continental como lecho y subsuelo de las áreas submarinas que son la prolongación natural del territorio. El Estado tiene que demostrar que su territorio se prolonga naturalmente más allá de las 200 millas, más allá del mar territorial y hasta el borde exterior del margen continental o hasta las 300 millas.
Entonces, ¿qué tiene que hacer un Estado para poder demostrar que tiene derecho más allá de las 200 millas?
Vamos a analizar cuáles son los criterios para determinar dónde está el borde exterior del margen continental. Para ello podemos considerar el espesor de rocas sedimentarias o una distancia fija desde el pie del talud. Este tema lo va a explicar a continuación el capitán Valladares.
Al mismo tiempo, hay dos límites; esto no se puede extender indefinidamente. El máximo de la plataforma continental puede ser de 350 millas o 100 millas más allá de la isobata de los 2.500 metros.
El Estado puede jugar con estos criterios sobre los dos límites de la manera más conveniente teniendo en cuenta sus intereses. ¿Qué es lo que tendría que hacer la República Argentina? Ante todo, quiero aclarar que este no es un mapa oficial sino que lo hemos elaborado para poder explicar qué es lo que la Argentina tendría que hacer. Debemos trazar en un mapa de nuestro país las 200 millas. Esto ya ha sido realizado, pero debemos actualizar las coordenadas. Además, tenemos que trazar la isobata de los 2.500 metros y la línea de las 100 millas más allá de la isobata de los 2.500 metros.
Tenemos que hacer estudios sísmicos y ver el espesor de sedimentos, y determinar aquellos lugares donde hay un 1 por ciento de espesor de los sedimentos. Es decir que todas las fórmulas que la Convención nos va dando hay que volcarlas en un mapa de la República Argentina para después poder ir eligiendo en cada sector el criterio que más nos favorezca, respetando los límites impuestos por la Convención.
¿Por qué los entretengo con estos temas que, a lo mejor, son un tanto pesados? Porque es importante saber que estos estudios son complicados y que la República Argentina puede elegir en cada sector el punto que realmente convenga más a sus intereses.
Una vez que la Argentina realice estos estudios y determine los puntos que más le convienen, ¿qué es lo que tiene que hacer con esta propuesta de límite exterior? Tiene que presentarla dentro de los diez años, tal como lo establece la Convemar, es decir, en 2005, ante el secretario general de las Naciones Unidas que publica el límite y lo envía ante otro órgano creado por la Convención, que es la Comisión de Límites de Plataformas Continentales, para que examine dicha presentación. Aquí se encuentra presente el capitán Osvaldo Astiz, que es miembro argentino de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el señor diputado Flores.
SR. FLORES Señor presidente: según sucesivas actas dictadas por el gobierno de Malvinas, el Reino Unido ha extendido su dominio efectivo y su jurisdicción sobre aguas del Atlántico Sur hasta una superficie de aproximadamente 1,5 millones de kilómetros cuadrados.
La pregunta que deseo formular es si el Reino Unido se ha presentado ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental o ante Naciones Unidas con algún tipo de documentación para respaldar sus derechos sobre la zona de Malvinas. Y, en todo caso, cuándo vence ese plazo al Reino Unido.
La pregunta que deseo formular es si el Reino Unido se ha presentado ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental o ante Naciones Unidas con algún tipo de documentación para respaldar sus derechos sobre la zona de Malvinas. Y, en todo caso, cuándo vence ese plazo al Reino Unido.
SR. SOLARI La primera parte de su pregunta, que más que eso ha sido una afirmación, es correcta.
A principios de la década del 90, mediante una serie de proclamas sucesivas, el Reino Unido ha reclamado y ejercido jurisdicción sobre una zona de 440 mil kilómetros cuadrados en torno a Malvinas, y de alrededor de 1,5 millones de kilómetros cuadrados en torno a Georgias y Sandwich. Estas son las zonas a las que usted hizo referencia, que tienen aproximadamente 1,5 millones de kilómetros cuadrados. En todas estas zonas se tiene en cuenta el criterio de las 200 millas. En realidad, son 200 millas en torno a Georgias y Sandwich y 200 millas en torno a Malvinas hacia oriente y algo menos hacia occidente, porque de alguna manera entran en colisión con la costa de la Patagonia argentina. Todo esto tiene que ver con una zona adicional...
A principios de la década del 90, mediante una serie de proclamas sucesivas, el Reino Unido ha reclamado y ejercido jurisdicción sobre una zona de 440 mil kilómetros cuadrados en torno a Malvinas, y de alrededor de 1,5 millones de kilómetros cuadrados en torno a Georgias y Sandwich. Estas son las zonas a las que usted hizo referencia, que tienen aproximadamente 1,5 millones de kilómetros cuadrados. En todas estas zonas se tiene en cuenta el criterio de las 200 millas. En realidad, son 200 millas en torno a Georgias y Sandwich y 200 millas en torno a Malvinas hacia oriente y algo menos hacia occidente, porque de alguna manera entran en colisión con la costa de la Patagonia argentina. Todo esto tiene que ver con una zona adicional...
SR. FLORES No es sobre plataforma continental.
SR. SOLARI El término “plataforma continental” es un poco engañoso. Ese 1,5 millón de kilómetros cuadrados incluye la columna de agua, lecho y subsuelo, es decir, la totalidad. Sobre esa cantidad el Reino Unido ha delimitado esa enorme superficie. A ese millón y medio tenemos que adicionar esta otra zona. Nosotros estamos hablando de entre 700 mil a 1 millón de kilómetros cuadrados ya no de columna de agua, lecho y subsuelo, sino sólo de lecho y subsuelo, y probablemente el Reino Unido haga lo mismo.
A la pregunta que usted me hizo tengo que responder que todavía no ha hecho presentaciones pero ha habido movimientos, y esto lo puede comentar la doctora Armas Pfirter. Han ido técnicos británicos a explicar a los habitantes de las islas en qué consiste esto, para qué sirve, qué inconvenientes pueden resultar y cuánto podría costar.
Cuando dije que me parecía algo muy simple y que lo que nos interesa a nosotros interesa también a otros, estaba refiriéndome a los británicos y, en una forma más difusa, al resto de la humanidad, porque donde termina nuestro límite comienza el de la humanidad; pero antes que ello tenemos dos mil habitantes en las islas.
A la pregunta que usted me hizo tengo que responder que todavía no ha hecho presentaciones pero ha habido movimientos, y esto lo puede comentar la doctora Armas Pfirter. Han ido técnicos británicos a explicar a los habitantes de las islas en qué consiste esto, para qué sirve, qué inconvenientes pueden resultar y cuánto podría costar.
Cuando dije que me parecía algo muy simple y que lo que nos interesa a nosotros interesa también a otros, estaba refiriéndome a los británicos y, en una forma más difusa, al resto de la humanidad, porque donde termina nuestro límite comienza el de la humanidad; pero antes que ello tenemos dos mil habitantes en las islas.
SR. FLORES Da la impresión de que antes que la humanidad, precisamente los británicos van a hacer su presentación.
SR. SOLARI Sus reclamos son mucho más grandes que los de la humanidad.
SR. FLORES ¿Cuándo se vencería el plazo respecto de la presentación del Reino Unido?
SR. SOLARI Esa es una buena pregunta.
El plazo del Reino Unido vence después que el nuestro, aproximadamente un año y medio más tarde...
El plazo del Reino Unido vence después que el nuestro, aproximadamente un año y medio más tarde...
SRA. ARMAS PFIRTER En el año 2007.
SR. SOLARI Esto crea una cierta disparidad que nos obliga a ser muy cautelosos, porque a partir de diciembre de 2005 la Argentina no podrá presentar nada más y, en cambio, el Reino Unido puede hacer presentaciones hasta entrado el año 2007. Evidentemente, esta es una de las cosas extrañas de esta Convención.
El primero que ratifica, que es el primero que cumple, es el que se joroba, y alguno que todavía no ratificó tiene un plazo indefinido. Es importante señalar esta asimetría temporal.
El primero que ratifica, que es el primero que cumple, es el que se joroba, y alguno que todavía no ratificó tiene un plazo indefinido. Es importante señalar esta asimetría temporal.
SR. FLORES No quiero entablar un diálogo, pero desde el punto de vista de los derechos y reclamos argentinos sería sumamente interesante lo antes posible sean presentados nuestros estudios y documentación a esta Comisión de Límites de las Naciones Unidas.
SR. SOLARI En efecto, siempre dentro del plazo.
SR. FLORES Dentro del plazo, pero lo más rápidamente posible.
SR. SOLARI No es tan necesario porque, en primer lugar, no podemos hacerlo, y en segundo término, no creo que sea conveniente que nos adelantemos; es mejor aprovechar el plazo hasta el final.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Tiene la palabra el señor embajador Baqueriza.
SR. BAQUERIZA Más allá del tema político, debemos tener en cuenta el aspecto presupuestario.
El reglamento de la Convención prevé un mecanismo especial para las zonas en conflicto, que obliga a hacer la presentación y los estudios; pero la comisión puede recibir la oposición de la otra parte del conflicto, y en este caso se tiene que inhibir y no hacer nada. Pero la presentación y los estudios tienen que hacerse, y en este sentido estoy completamente de acuerdo con el señor diputado Flores. No sé si se harán antes o después, pero hay que hacerlos, porque de lo contrario vamos a debilitar mucho nuestra posición.
El reglamento de la Convención prevé un mecanismo especial para las zonas en conflicto, que obliga a hacer la presentación y los estudios; pero la comisión puede recibir la oposición de la otra parte del conflicto, y en este caso se tiene que inhibir y no hacer nada. Pero la presentación y los estudios tienen que hacerse, y en este sentido estoy completamente de acuerdo con el señor diputado Flores. No sé si se harán antes o después, pero hay que hacerlos, porque de lo contrario vamos a debilitar mucho nuestra posición.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Desde el punto de vista de nuestro procedimiento ahora debemos acumular información, pero teniendo en cuenta que el tema ha surgido en esta reunión, quiero agregar un punto muy breve vinculado con el conflicto que mantenemos con Gran Bretaña.
Quiero contar que hace tres meses, el consejero Summers, del gobierno local de las islas, propuso disponer dineros para ayudar a las islas Georgias. Es decir, gastar en Georgias para devolver todo lo que Gran Bretaña invierte en la base, en el abastecimiento del puerto y en la población local.
Pero yo noto una llamativa contradicción, frente a la voluntad de los dos mil isleños –mil setecientos o mil ochocientos de los cuales viven en una sola de las islas-, entre la reivindicación del concepto de autodeterminación frente a quien los oprime y no les permite darse un gobierno propio-, y simultáneamente, la reivindicación de la propiedad sobre la plataforma continental de islas que, en el caso de Georgias del Sur y Sandwich del Sur, quedan a 1.000 y 2.000 millas marinas de distancia de las islas, respectivamente, y por otra parte, pertenecen a otra jurisdicción: el Departamento de Colonias del Reino Unido.
Es verdad que están en cabeza del gobernador; pero el gobernador de las islas -desde hace seis o siete años- tiene dos sombreros: uno, de gobernador de las islas Malvinas, y otro, de administrador en nombre del Departamento de Colonias de los territorios sobre los que reclaman soberanía, que son las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Este es un debate interesante porque saca el dilema del conflicto argentino-isleño y vuelve a ubicarlo en el lugar que corresponde, que es el conflicto argentino-británico.
Creo que el modo en que se va a resolver este tema en el año 2005 tiene cierta sutileza.
Tiene la palabra el señor diputado Dragan.
Quiero contar que hace tres meses, el consejero Summers, del gobierno local de las islas, propuso disponer dineros para ayudar a las islas Georgias. Es decir, gastar en Georgias para devolver todo lo que Gran Bretaña invierte en la base, en el abastecimiento del puerto y en la población local.
Pero yo noto una llamativa contradicción, frente a la voluntad de los dos mil isleños –mil setecientos o mil ochocientos de los cuales viven en una sola de las islas-, entre la reivindicación del concepto de autodeterminación frente a quien los oprime y no les permite darse un gobierno propio-, y simultáneamente, la reivindicación de la propiedad sobre la plataforma continental de islas que, en el caso de Georgias del Sur y Sandwich del Sur, quedan a 1.000 y 2.000 millas marinas de distancia de las islas, respectivamente, y por otra parte, pertenecen a otra jurisdicción: el Departamento de Colonias del Reino Unido.
Es verdad que están en cabeza del gobernador; pero el gobernador de las islas -desde hace seis o siete años- tiene dos sombreros: uno, de gobernador de las islas Malvinas, y otro, de administrador en nombre del Departamento de Colonias de los territorios sobre los que reclaman soberanía, que son las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Este es un debate interesante porque saca el dilema del conflicto argentino-isleño y vuelve a ubicarlo en el lugar que corresponde, que es el conflicto argentino-británico.
Creo que el modo en que se va a resolver este tema en el año 2005 tiene cierta sutileza.
Tiene la palabra el señor diputado Dragan.
SR. DRAGAN Quisiera hacer una pregunta a efectos de ir a lo técnico y a lo político, como recién se conversaba.
Operar en batimetría en esa zona debe estar restringido a cuatro o cinco años como posibilidad. En realidad serían dos años, porque después de la campaña hay que hacer interpretación y nueva campaña.
¡Qué está haciendo el Reino Unido? Pregunto esto porque hay pocos buques en condiciones de hacer sísmica en esa zona y cualquiera que circule por allí debería haberlo visto. ¿Están trabajando los británicos y nosotros no lo hacemos, o todavía allí no hay nadie haciendo trabajos?
Operar en batimetría en esa zona debe estar restringido a cuatro o cinco años como posibilidad. En realidad serían dos años, porque después de la campaña hay que hacer interpretación y nueva campaña.
¡Qué está haciendo el Reino Unido? Pregunto esto porque hay pocos buques en condiciones de hacer sísmica en esa zona y cualquiera que circule por allí debería haberlo visto. ¿Están trabajando los británicos y nosotros no lo hacemos, o todavía allí no hay nadie haciendo trabajos?
SR. SOLARI Antes de contestar a la pregunta formulada por el señor diputado, quiero complementar lo expresado por el señor diputado Stubrin, quien señaló un aspecto sumamente interesante.
Decimos que esta una vasta zona en controversia, ¿pero entre quiénes? En primer lugar, existe controversia entre el Reino Unido y la Argentina, pero además hay un embrión –llamémoslo así- de controversia interna, porque no se sabe si los británicos reclaman para el Reino Unido o para los nativos de las islas. La gente de las islas piensa que va a ser para ellos y, a su vez, hay una diferencia.
Normalmente, en los procesos de autodeterminación el autodeterminado se queda con los recursos. No existe una autodeterminación en el cual la metrópoli colonial se queda con los recursos. Entonces, aquí hay una incipiente controversia –a lo mejor en la Argentina no la vemos- controversia de intereses entre el Reino Unido con sus sesenta millones de habitantes y los dos mil habitantes que viven en las islas. Esta situación también se nota en la zona de Georgias. Por eso, el señor diputado Stubrin señaló algo muy importante.
Hace escasos años el Reino Unido separó, a través de un sistema de distintos bonetes, la administración formal de Malvinas de la de Georgias. Con respecto a Georgias y Sándwich, es evidente que para Londres no queda ninguna duda de que eso es para la metrópoli; pero en relación con las Malvinas se trata de un tema a discutir entre ellos. Ahí hay algo que están negociando internamente, nosotros estamos afuera pero debemos saber que existe, porque nos abre la posibilidad de un accionar más activo y eficiente. Estamos hablando de un negocio de miles de millones de dólares, y debemos tener en cuenta que no estamos en presencia de un frente tan unívoco y sin fisuras.
Decimos que esta una vasta zona en controversia, ¿pero entre quiénes? En primer lugar, existe controversia entre el Reino Unido y la Argentina, pero además hay un embrión –llamémoslo así- de controversia interna, porque no se sabe si los británicos reclaman para el Reino Unido o para los nativos de las islas. La gente de las islas piensa que va a ser para ellos y, a su vez, hay una diferencia.
Normalmente, en los procesos de autodeterminación el autodeterminado se queda con los recursos. No existe una autodeterminación en el cual la metrópoli colonial se queda con los recursos. Entonces, aquí hay una incipiente controversia –a lo mejor en la Argentina no la vemos- controversia de intereses entre el Reino Unido con sus sesenta millones de habitantes y los dos mil habitantes que viven en las islas. Esta situación también se nota en la zona de Georgias. Por eso, el señor diputado Stubrin señaló algo muy importante.
Hace escasos años el Reino Unido separó, a través de un sistema de distintos bonetes, la administración formal de Malvinas de la de Georgias. Con respecto a Georgias y Sándwich, es evidente que para Londres no queda ninguna duda de que eso es para la metrópoli; pero en relación con las Malvinas se trata de un tema a discutir entre ellos. Ahí hay algo que están negociando internamente, nosotros estamos afuera pero debemos saber que existe, porque nos abre la posibilidad de un accionar más activo y eficiente. Estamos hablando de un negocio de miles de millones de dólares, y debemos tener en cuenta que no estamos en presencia de un frente tan unívoco y sin fisuras.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Continúa en el uso de la palabra la doctora Armas Pfirter.
SRA. ARMAS PFIRTER Deseo agregar que los técnicos del Reino Unido, sobre todo los del Southamptom Institute y los del Servicio de Hidrografía, han hecho las campañas batimétricas y sísmicas en Gran Bretaña ahora. Sin embargo, como aquí se ha dicho, existe una etapa posterior bastante larga, que consiste en el procesamiento, la interpretación y la verificación.
En este sentido, han ido a las islas el mes pasado a explicar la temática, es decir, la posibilidad que ellos tienen de extender su plataforma continental más allá de las 200 millas. Digo esto porque salió publicado en una página de Internet de “Penguin News” del día 8 de septiembre. Ellos fueron a explicar el tema de la plataforma continental más allá de las 200 millas y han prometido remitir estudios sobre recursos, cuánto costaría y demás. Según parece, recién se acaban de enterar. No se sabe si existe alguna campaña pero sí probablemente tengan lo conocemos extraoficialmente- lo mismo que tenemos nosotros, es decir, datos históricos de compañías petroleras y estadísticas de investigación científica que se han hecho en años anteriores. Sobre esto se puede armar un modelo para limitar las zonas donde se puede recabar información.
Eso lógicamente pueden recogerlo de Internet o de las bases de datos que existen.
En este sentido, han ido a las islas el mes pasado a explicar la temática, es decir, la posibilidad que ellos tienen de extender su plataforma continental más allá de las 200 millas. Digo esto porque salió publicado en una página de Internet de “Penguin News” del día 8 de septiembre. Ellos fueron a explicar el tema de la plataforma continental más allá de las 200 millas y han prometido remitir estudios sobre recursos, cuánto costaría y demás. Según parece, recién se acaban de enterar. No se sabe si existe alguna campaña pero sí probablemente tengan lo conocemos extraoficialmente- lo mismo que tenemos nosotros, es decir, datos históricos de compañías petroleras y estadísticas de investigación científica que se han hecho en años anteriores. Sobre esto se puede armar un modelo para limitar las zonas donde se puede recabar información.
Eso lógicamente pueden recogerlo de Internet o de las bases de datos que existen.
SR. SOLARI Por otra parte, no es lo mismo operar en invierno que en verano. Es mucho más caro y casi imposible hacerlo en invierno; lo ideal es el período estival.
SR. VALLADARES Aquí hay una cuestión que es real, porque para operar en esta zona se necesitan determinadas condiciones. Ello, sobre todo respecto de un buque sísmico, que no es solamente un barco sino que además tiene instrumental que lleva a remolque. Quizá no sea tan restrictivo hablar de un período de cuatro meses, pero sí es necesario operar bajo determinadas condiciones.
SRA. ARMAS PFIRTER En función del presupuesto para nuestro trabajo es muy importante pensar que todas estas tareas son consecutivas obligatoriamente. Es decir que no podemos hacer todo el trabajo junto en un año aunque nos den toda la plata que quisiéramos tener. Primero hay que hacer una campaña de obtención de información, y luego procesarla e interpretarla. Por lo tanto, son etapas que van una detrás de otra; no se pueden superponer aunque tuviéramos todo el dinero del mundo para hacerlo.
En definitiva, se hace la presentación del límite ante la comisión creada por la Convención sobre el Derecho del Mar. Esa comisión está integrada sólo por técnicos, que únicamente van a revisar si esos límites tienen en cuenta los criterios establecidos por la Convención. Luego, el límite fijado se deposita ante el secretario general de las Naciones Unidas, y se transforma en definitivo y obligatorio.
Finalmente, es honesto aclarar que sobre los recursos que se extraigan más allá de las 200 millas la Convención establece que existirá el pago de ciertas contribuciones a la autoridad de Fondos Marinos, que será progresivo y mínimo, y no afecta el aprovechamiento de los recursos.
En definitiva, se hace la presentación del límite ante la comisión creada por la Convención sobre el Derecho del Mar. Esa comisión está integrada sólo por técnicos, que únicamente van a revisar si esos límites tienen en cuenta los criterios establecidos por la Convención. Luego, el límite fijado se deposita ante el secretario general de las Naciones Unidas, y se transforma en definitivo y obligatorio.
Finalmente, es honesto aclarar que sobre los recursos que se extraigan más allá de las 200 millas la Convención establece que existirá el pago de ciertas contribuciones a la autoridad de Fondos Marinos, que será progresivo y mínimo, y no afecta el aprovechamiento de los recursos.
SR. SOLARI Hay una participación muy pequeña: algo hay que dar el día que se gane mucho a partir de las 200 millas. En realidad, la Convención dice que esta pequeña contribución -que opera a partir de los siete años de explotación, y es muy pequeña- es para países desaventajados, sin costas, en general subdesarrollados, que se encuentran dentro de la región.
Esto agregaría un factor muy simpático con respecto a otros países que son fronterizos con el nuestro, que no tienen costas y son pobres. Esta obligación podría operar como un instrumento de política exterior destinado a unir a los países sudamericanos, y también puede servir para que nos apoyen con mucho más entusiasmo porque, de alguna manera, países como Bolivia y Paraguay, entre otros, van a poder participar de estas riquezas.
Esto agregaría un factor muy simpático con respecto a otros países que son fronterizos con el nuestro, que no tienen costas y son pobres. Esta obligación podría operar como un instrumento de política exterior destinado a unir a los países sudamericanos, y también puede servir para que nos apoyen con mucho más entusiasmo porque, de alguna manera, países como Bolivia y Paraguay, entre otros, van a poder participar de estas riquezas.
SRA. ARMAS PFIRTER La normativa interna que tenemos en la Argentina vinculada a este tema es la siguiente: la ley 23.968 se refiere a los espacios marítimos y recoge el criterio de que la plataforma se extiende hasta las 200 millas o hasta el borde exterior del margen continental. Nos quedaría determinar hasta dónde llega, pero esta es la ley que hace referencia a la distancia de la plataforma continental, tal como lo establece la Convención.
Luego, por la ley 24.543 quedó aprobada la Convención, que entró en vigor el 31 de diciembre de 1995, tal como ya señalamos anteriormente. Posteriormente, el 23 de abril de 1997, por ley 24.815, se creó la COPLA, cuyo objetivo apunta a hacer la propuesta para establecer este límite de acuerdo con la ley 23.968 y a la Convemar para poder ser presentado ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental.
Luego de la sanción de esta ley, el año pasado se aprobó un decreto por el que se declaró de interés nacional la actividad de la COPLA. Además, en el anexo de la carpeta que hemos entregado a los señores diputados, figura un decreto por el que se aprueba el plan de trabajo estimado hasta el año 2005, con su respectivo presupuesto, y se aclara que habría que incluir en el presupuesto nacional dichas partidas.
Según lo establecido en la ley esta comisión está presidida por un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto –el embajador Horacio Solari-, un miembro del Servicio de Hidrografía Naval el capitán Rodríguez-, y otro del Ministerio de Economía. Además, se compone de una subcomisión técnica y distintos enlaces.
Si ustedes me lo permiten, quiero ceder el uso de la palabra al capitán Valladares para que se refiera a la parte técnica.
Luego, por la ley 24.543 quedó aprobada la Convención, que entró en vigor el 31 de diciembre de 1995, tal como ya señalamos anteriormente. Posteriormente, el 23 de abril de 1997, por ley 24.815, se creó la COPLA, cuyo objetivo apunta a hacer la propuesta para establecer este límite de acuerdo con la ley 23.968 y a la Convemar para poder ser presentado ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental.
Luego de la sanción de esta ley, el año pasado se aprobó un decreto por el que se declaró de interés nacional la actividad de la COPLA. Además, en el anexo de la carpeta que hemos entregado a los señores diputados, figura un decreto por el que se aprueba el plan de trabajo estimado hasta el año 2005, con su respectivo presupuesto, y se aclara que habría que incluir en el presupuesto nacional dichas partidas.
Según lo establecido en la ley esta comisión está presidida por un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto –el embajador Horacio Solari-, un miembro del Servicio de Hidrografía Naval el capitán Rodríguez-, y otro del Ministerio de Economía. Además, se compone de una subcomisión técnica y distintos enlaces.
Si ustedes me lo permiten, quiero ceder el uso de la palabra al capitán Valladares para que se refiera a la parte técnica.
SR. VALLADARES Quisiera brindar una explicación sobre los aspectos técnicos, y creo que lo mejor es comenzar con un ejercicio.
Si son tan amables, miren hacia aquel cuadro que está en la pared opuesta; verán algo similar a un océano sin agua. Eso es lo que tenemos que delimitar nosotros. La zona coloreada de marrón es lo que se conoce como “margen continental”. Seguramente esa es una extracción de una información satelital y es muy genérica, pero tenemos que acotarla con precisión.
Observen los dos mapas que están ensamblados, me refiero a la línea blanca; imaginen ese corte y pasemos a este otro gráfico. Si hiciéramos un corte perpendicular a la corteza de la tierra, veríamos que ésta no es homogénea, que tiene sedimentos. Y aquí nos encontramos con el problema al que anteriormente apuntaba el señor diputado cuando se refería a la terminología.
Hay una palabra que se usa indistintamente y que a veces se mezcla, que es “plataforma”. Geológicamente, el margen continental es la plataforma, el talud y la emersión. Jurídicamente aparece el concepto de plataforma continental, que no es sólo la plataforma geológica sino que ocupa también el talud y la emersión. O sea que a veces arrastramos un problema de denominación cuando mezclamos las palabras “plataforma geológica” con “plataforma continental jurídica”.
La plataforma continental es más parecida al margen continental geológico. Este es un elemento a tener en cuenta.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar fijó dos formas de delimitar el margen. Delimitando el margen, defino la plataforma. La primera de ellas es simple y se logra una relativa rapidez en la determinación. Se trata de identificar el pie del talud, es decir, el lugar de mayor pendiente, donde está el mayor gradiente con el cual el continente se mete en las aguas. Esto no es sencillo, hay que determinarlo, hay que hacer una campaña batimétrica con un instrumento que generalmente se llama sonda, ubicado en el casco del buque, que acústicamente propaga una señal en el agua, llega al fondo, rebota y mide la profundidad. De ese modo puedo determinar geométricamente el pie del talud. Entonces, una de las fórmulas de determinación es tomar 60 millas. Parecería muy fácil y rápido, y se puede hacer con un buque batimétrico.
Ahora bien, como segunda opción, para los países que tienen posibilidad de sedimentos, la Convención propuso una fórmula aparentemente más complicada: la determinación del espesor de los sedimentos. Como dijimos antes, el fondo oceánico en su totalidad tiene sedimentos de distinto espesor.
Si volvemos a mirar el mapa que se encuentra en la pared opuesta verán sobre el extremo derecho del plano algo parecido a una cicatriz que está disimulada en color amarillo; ese es un lugar de generación de corteza.
Ustedes habrán leído en diarios y en libros que el océano Atlántico se genera continuamente porque es un lugar donde la tierra va generando corteza; esto es lo que justifica que se desplace la costa de Africa de la de América. Supuestamente sobre esa línea no habría muchos sedimentos, y a medida que uno se aleja de allí va a ir encontrándolos. Es obvio que si nos ubicamos hacia la zona del continente verán distintos espesores de sedimentos, y al alejarnos, yendo hacia el medio del océano, van a ir encontrando menos. La fórmula, ingeniosa, fue medir el espesor de sedimentos en ese punto y referirlo al pie del talud. Entonces, cuando tengo tantos sedimentos que equivalen al 1 por ciento de la distancia al pie del talud, allí se acaba el margen continental.
Esas son las dos fórmulas de determinar el margen continental. Pero en algunos países, en ciertas áreas podríamos llegar a ser nosotros, podríamos ir indefinidamente hacia el centro del océano; entonces, la convención también fijó dos criterios de corte estos son mucho más difíciles de explicar, pero les pido que sean tolerantes-, sobre los que seguramente han escuchado hablar.
Esos criterios son los siguientes: 350 millas o 100 millas desde la isobata de 2.500 metros.
En esta transparencia estamos viendo la isobata de 2.500 metros, es decir, el lugar en donde la profundidad, desde la superficie hasta el fondo, es de 2.500 metros. Esto no siempre coincide con el pie del talud. Entonces, cuando aquellos dos criterios -distancia al pie del talud y sedimentos- me permiten ir más allá, funcionan las fórmulas de corte que me bloquean la posibilidad de ir más lejos. Por lo tanto, hablamos de 350 millas o 100 millas desde la isobata de 2.500 metros.
Esto parece muy simple, pero hay que hacerlo: la parte del pie del talud y la distancia se determinan con batimetría, y la parte de sedimentos, con sísmica, es decir, colocando un buque en superficie con un sensor, que generalmente es una larga “anguila” -transductores que son arrastrados por el buque-, que reciben una señal acústica propagada por energía. Se la llama “cañón de aire”. Se produce una burbuja, llega al fondo, empieza a rebotar en cada interfase y en función del cálculo de velocidades se establece el espesor de los sedimentos. Esta es una tarea a desarrollar.
En la filmina siguiente podemos observar el otro criterio de corte teniendo las dos formas de determinar si adopto las 100 millas desde los 2.500 metros. Este es el trabajo que nos espera por delante en nuestra plataforma.
Esta delimitación, que he contado en forma bastante expeditiva, es el trabajo que tenemos por delante. ¿Qué hemos hecho hasta ahora? Hemos colectado toda la información batimétrica disponible, que no es mucha. A veces decimos que los barcos que navegan realizan batimetría, pero no todos lo hacen con la precisión necesaria que este trabajo requiere.
La batimetría no sólo consiste en determinar la profundidad sino en posicionarme correctamente en la tierra. Históricamente, los marinos navegaban y su posicionamiento tenía cierto grado de incertidumbre. Luego vinieron los métodos satelitales, pero a nosotros obviamente nos conviene ser lo más precisos posibles porque esa posición que vamos a establecer será nuestro límite.
Entonces, tendríamos que juntar toda la batimetría existente, llegar a una aproximación de lo que sabemos acerca de ese pie de talud, reunir toda la información sísmica y a partir de ella determinar qué información sedimentaria tenemos. Con esos dos paquetes hasta ahora hemos podido identificar qué vacíos de información tenemos, porque ustedes saben que ha habido áreas de explotación petrolera y de exploración batimétrica, pero seguimos teniendo grandes dudas en la plataforma.
En el plano que ahora estamos viendo se observa una zona rayada. Ahí volcamos toda la información sísmica disponible de empresas del Estado, de entes privatizados y otras que facilitaron datos. Se trata de toda la información que hemos podido colectar, y luego de hacer un filtro de calidad, lo hemos volcado aquí.
Hemos iniciado la interpretación de estos datos, aunque todavía no terminamos de hacerlo. Esta es la tarea que estamos llevando a cabo en estos momentos. En el futuro tenemos que salir a cubrir los vacíos de información que tiene la plataforma, y esta es una cuestión pendiente.
Por eso, en relación con la pregunta formulada con respecto a cuánto tiempo podemos estar en el mar, esto hay que acotarlo a los lugares donde no tenemos ninguna información, porque hay otras zonas -de las que disponemos de información- en donde sí sabemos cómo podríamos quedarnos.
Ustedes pueden observar en este plano una línea punteada, que representa la estimación sobre la base de la información disponible de lo que podría llegar a ser el pie del talud continental. Esta información no es presentable internacionalmente porque hay muchísimos lugares interpolados, pero esto es lo que podría llegar a ser el pie del talud continental.
Los estudios sísmicos conllevan un análisis mucho más lento -todavía están en etapa de interpretación-, y también nos permitiría expandirnos.
Si volvemos a mirar el mapa que está en la pared opuesta, podrán observar que la parte insular no es de color marrón tan oscuro. Esto quiere decir que en esa zona, sobre todo en Georgias y Sandwich, existe una situación parecida a la que se señaló respecto del océano Pacífico. Allí nuestro margen continental es corto, queda comprendido dentro de las 200 millas, y el potencial reclamo va a estar en las 200 millas. Esto que parece muy complicado es un mecano donde tengo que juntar la información batimétrica y sísmica, analizar las condiciones de mi margen, integrarlas, ver que queden comprendidas en la fórmula de corte y hacer la presentación. Para todo esto tenemos tiempo hasta el año 2005.
Quiero realizar un comentario sobre una última imagen, con la cual empezó la disertación la doctora Armas Pfirter. Me refiero al sector compuesto por las 200 millas. Aquí también hay una distorsión porque mucha gente dice que existe mucha información de plataforma; eso es verdad pero en esta zona. Esta es la plataforma geológica, no es el área de prioridad. Nosotros tenemos que hablar del talud y la emersión, y respecto de esta zona no hay tanta información. De allí la salvedad que se hizo en relación con la palabra “plataforma”.
Entonces, en esta zona la información es bastante más escasa, es mucho más difícil, las condiciones del mar para la operación del buque son mucho más delicadas y aquí es donde tenemos que centrar el trabajo.
Si son tan amables, miren hacia aquel cuadro que está en la pared opuesta; verán algo similar a un océano sin agua. Eso es lo que tenemos que delimitar nosotros. La zona coloreada de marrón es lo que se conoce como “margen continental”. Seguramente esa es una extracción de una información satelital y es muy genérica, pero tenemos que acotarla con precisión.
Observen los dos mapas que están ensamblados, me refiero a la línea blanca; imaginen ese corte y pasemos a este otro gráfico. Si hiciéramos un corte perpendicular a la corteza de la tierra, veríamos que ésta no es homogénea, que tiene sedimentos. Y aquí nos encontramos con el problema al que anteriormente apuntaba el señor diputado cuando se refería a la terminología.
Hay una palabra que se usa indistintamente y que a veces se mezcla, que es “plataforma”. Geológicamente, el margen continental es la plataforma, el talud y la emersión. Jurídicamente aparece el concepto de plataforma continental, que no es sólo la plataforma geológica sino que ocupa también el talud y la emersión. O sea que a veces arrastramos un problema de denominación cuando mezclamos las palabras “plataforma geológica” con “plataforma continental jurídica”.
La plataforma continental es más parecida al margen continental geológico. Este es un elemento a tener en cuenta.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar fijó dos formas de delimitar el margen. Delimitando el margen, defino la plataforma. La primera de ellas es simple y se logra una relativa rapidez en la determinación. Se trata de identificar el pie del talud, es decir, el lugar de mayor pendiente, donde está el mayor gradiente con el cual el continente se mete en las aguas. Esto no es sencillo, hay que determinarlo, hay que hacer una campaña batimétrica con un instrumento que generalmente se llama sonda, ubicado en el casco del buque, que acústicamente propaga una señal en el agua, llega al fondo, rebota y mide la profundidad. De ese modo puedo determinar geométricamente el pie del talud. Entonces, una de las fórmulas de determinación es tomar 60 millas. Parecería muy fácil y rápido, y se puede hacer con un buque batimétrico.
Ahora bien, como segunda opción, para los países que tienen posibilidad de sedimentos, la Convención propuso una fórmula aparentemente más complicada: la determinación del espesor de los sedimentos. Como dijimos antes, el fondo oceánico en su totalidad tiene sedimentos de distinto espesor.
Si volvemos a mirar el mapa que se encuentra en la pared opuesta verán sobre el extremo derecho del plano algo parecido a una cicatriz que está disimulada en color amarillo; ese es un lugar de generación de corteza.
Ustedes habrán leído en diarios y en libros que el océano Atlántico se genera continuamente porque es un lugar donde la tierra va generando corteza; esto es lo que justifica que se desplace la costa de Africa de la de América. Supuestamente sobre esa línea no habría muchos sedimentos, y a medida que uno se aleja de allí va a ir encontrándolos. Es obvio que si nos ubicamos hacia la zona del continente verán distintos espesores de sedimentos, y al alejarnos, yendo hacia el medio del océano, van a ir encontrando menos. La fórmula, ingeniosa, fue medir el espesor de sedimentos en ese punto y referirlo al pie del talud. Entonces, cuando tengo tantos sedimentos que equivalen al 1 por ciento de la distancia al pie del talud, allí se acaba el margen continental.
Esas son las dos fórmulas de determinar el margen continental. Pero en algunos países, en ciertas áreas podríamos llegar a ser nosotros, podríamos ir indefinidamente hacia el centro del océano; entonces, la convención también fijó dos criterios de corte estos son mucho más difíciles de explicar, pero les pido que sean tolerantes-, sobre los que seguramente han escuchado hablar.
Esos criterios son los siguientes: 350 millas o 100 millas desde la isobata de 2.500 metros.
En esta transparencia estamos viendo la isobata de 2.500 metros, es decir, el lugar en donde la profundidad, desde la superficie hasta el fondo, es de 2.500 metros. Esto no siempre coincide con el pie del talud. Entonces, cuando aquellos dos criterios -distancia al pie del talud y sedimentos- me permiten ir más allá, funcionan las fórmulas de corte que me bloquean la posibilidad de ir más lejos. Por lo tanto, hablamos de 350 millas o 100 millas desde la isobata de 2.500 metros.
Esto parece muy simple, pero hay que hacerlo: la parte del pie del talud y la distancia se determinan con batimetría, y la parte de sedimentos, con sísmica, es decir, colocando un buque en superficie con un sensor, que generalmente es una larga “anguila” -transductores que son arrastrados por el buque-, que reciben una señal acústica propagada por energía. Se la llama “cañón de aire”. Se produce una burbuja, llega al fondo, empieza a rebotar en cada interfase y en función del cálculo de velocidades se establece el espesor de los sedimentos. Esta es una tarea a desarrollar.
En la filmina siguiente podemos observar el otro criterio de corte teniendo las dos formas de determinar si adopto las 100 millas desde los 2.500 metros. Este es el trabajo que nos espera por delante en nuestra plataforma.
Esta delimitación, que he contado en forma bastante expeditiva, es el trabajo que tenemos por delante. ¿Qué hemos hecho hasta ahora? Hemos colectado toda la información batimétrica disponible, que no es mucha. A veces decimos que los barcos que navegan realizan batimetría, pero no todos lo hacen con la precisión necesaria que este trabajo requiere.
La batimetría no sólo consiste en determinar la profundidad sino en posicionarme correctamente en la tierra. Históricamente, los marinos navegaban y su posicionamiento tenía cierto grado de incertidumbre. Luego vinieron los métodos satelitales, pero a nosotros obviamente nos conviene ser lo más precisos posibles porque esa posición que vamos a establecer será nuestro límite.
Entonces, tendríamos que juntar toda la batimetría existente, llegar a una aproximación de lo que sabemos acerca de ese pie de talud, reunir toda la información sísmica y a partir de ella determinar qué información sedimentaria tenemos. Con esos dos paquetes hasta ahora hemos podido identificar qué vacíos de información tenemos, porque ustedes saben que ha habido áreas de explotación petrolera y de exploración batimétrica, pero seguimos teniendo grandes dudas en la plataforma.
En el plano que ahora estamos viendo se observa una zona rayada. Ahí volcamos toda la información sísmica disponible de empresas del Estado, de entes privatizados y otras que facilitaron datos. Se trata de toda la información que hemos podido colectar, y luego de hacer un filtro de calidad, lo hemos volcado aquí.
Hemos iniciado la interpretación de estos datos, aunque todavía no terminamos de hacerlo. Esta es la tarea que estamos llevando a cabo en estos momentos. En el futuro tenemos que salir a cubrir los vacíos de información que tiene la plataforma, y esta es una cuestión pendiente.
Por eso, en relación con la pregunta formulada con respecto a cuánto tiempo podemos estar en el mar, esto hay que acotarlo a los lugares donde no tenemos ninguna información, porque hay otras zonas -de las que disponemos de información- en donde sí sabemos cómo podríamos quedarnos.
Ustedes pueden observar en este plano una línea punteada, que representa la estimación sobre la base de la información disponible de lo que podría llegar a ser el pie del talud continental. Esta información no es presentable internacionalmente porque hay muchísimos lugares interpolados, pero esto es lo que podría llegar a ser el pie del talud continental.
Los estudios sísmicos conllevan un análisis mucho más lento -todavía están en etapa de interpretación-, y también nos permitiría expandirnos.
Si volvemos a mirar el mapa que está en la pared opuesta, podrán observar que la parte insular no es de color marrón tan oscuro. Esto quiere decir que en esa zona, sobre todo en Georgias y Sandwich, existe una situación parecida a la que se señaló respecto del océano Pacífico. Allí nuestro margen continental es corto, queda comprendido dentro de las 200 millas, y el potencial reclamo va a estar en las 200 millas. Esto que parece muy complicado es un mecano donde tengo que juntar la información batimétrica y sísmica, analizar las condiciones de mi margen, integrarlas, ver que queden comprendidas en la fórmula de corte y hacer la presentación. Para todo esto tenemos tiempo hasta el año 2005.
Quiero realizar un comentario sobre una última imagen, con la cual empezó la disertación la doctora Armas Pfirter. Me refiero al sector compuesto por las 200 millas. Aquí también hay una distorsión porque mucha gente dice que existe mucha información de plataforma; eso es verdad pero en esta zona. Esta es la plataforma geológica, no es el área de prioridad. Nosotros tenemos que hablar del talud y la emersión, y respecto de esta zona no hay tanta información. De allí la salvedad que se hizo en relación con la palabra “plataforma”.
Entonces, en esta zona la información es bastante más escasa, es mucho más difícil, las condiciones del mar para la operación del buque son mucho más delicadas y aquí es donde tenemos que centrar el trabajo.
Ocupa la Presidencia el señor secretario de la comisión de Relaciones Exteriores y Culto, diputado Rafael Edgardo Romá.
SR. BAQUERIZA Es mi oportunidad para hablar de dinero y creo que el auditorio es consciente de lo que ello significa.
Tenemos un problema estructural que es el siguiente. La COPLA fue creada por una ley que expresamente establece que su financiamiento depende del presupuesto de Chancillería. Este es un grave problema para la Chancillería, por varias razones.
El monto que ello representa ya de por sí es una dificultad. Estamos haciendo cálculos, y a ojo de buen cubero se trataría de 50 millones de pesos en cinco años. Para el año que viene, porque las tareas tienen que seguir un cronograma determinado, se prevén 17 millones de pesos y esta suma es un gasto enorme para el presupuesto de Cancillería.
El presupuesto de Cancillería es de menos de 300 millones de pesos; en consecuencia, se pueden imaginar que un programa que se lleva 17 millones de pesos, por importante que sea, vuelve locos a los contadores.
Otro aspecto que quiero comentar -todos lo conocen- es que hay restricciones de gastos, y Cancillería no está exenta de ello. De hecho, la COPLA no está incluida en el proyecto de presupuesto para el año 2001. Recientemente el Poder Ejecutivo ha firmado un decreto por el cual dispone que la Cancillería prevea en sus presupuestos anuales el financiamiento de la COPLA, pero esto no ha sucedido. Por eso apelamos a vuestra comprensión y buena voluntad. Sabemos que este no es el momento adecuado, que la situación es difícil, pero estamos obligados a hacer esta tarea por varias razones.
En primer lugar tenemos un plazo -que vence en el año 2005-, y esto es esencial. El embajador Solari se ha referido a las posibilidades de prórroga; es cierto que hay gente que habla de ello, pero no podemos contar con esto. En este aspecto podríamos tener una discusión con grandes grupos económicos del mundo y existe una controversia con el Reino Unido, que tiene un año y medio más de plazo que nosotros y muchísimos más recursos.
Tenemos un problema estructural que es el siguiente. La COPLA fue creada por una ley que expresamente establece que su financiamiento depende del presupuesto de Chancillería. Este es un grave problema para la Chancillería, por varias razones.
El monto que ello representa ya de por sí es una dificultad. Estamos haciendo cálculos, y a ojo de buen cubero se trataría de 50 millones de pesos en cinco años. Para el año que viene, porque las tareas tienen que seguir un cronograma determinado, se prevén 17 millones de pesos y esta suma es un gasto enorme para el presupuesto de Cancillería.
El presupuesto de Cancillería es de menos de 300 millones de pesos; en consecuencia, se pueden imaginar que un programa que se lleva 17 millones de pesos, por importante que sea, vuelve locos a los contadores.
Otro aspecto que quiero comentar -todos lo conocen- es que hay restricciones de gastos, y Cancillería no está exenta de ello. De hecho, la COPLA no está incluida en el proyecto de presupuesto para el año 2001. Recientemente el Poder Ejecutivo ha firmado un decreto por el cual dispone que la Cancillería prevea en sus presupuestos anuales el financiamiento de la COPLA, pero esto no ha sucedido. Por eso apelamos a vuestra comprensión y buena voluntad. Sabemos que este no es el momento adecuado, que la situación es difícil, pero estamos obligados a hacer esta tarea por varias razones.
En primer lugar tenemos un plazo -que vence en el año 2005-, y esto es esencial. El embajador Solari se ha referido a las posibilidades de prórroga; es cierto que hay gente que habla de ello, pero no podemos contar con esto. En este aspecto podríamos tener una discusión con grandes grupos económicos del mundo y existe una controversia con el Reino Unido, que tiene un año y medio más de plazo que nosotros y muchísimos más recursos.
SR. SOLARI Complementando lo que ha dicho el señor embajador Baqueriza, estamos dando cumplimiento de un mandato constitucional expreso. Ello, porque la disposición transitoria primera de la Constitución establece que la Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre los espacios marítimos e insulares.
SR. BAQUERIZA Es decir que nuestra obligación es clarísima.
Entonces, tenemos las dificultades presupuestarias generales y las particulares relativas a la Cancillería. Además, no podemos jugar con el plazo que vence en el año 2005, porque es mucho lo que está en juego y nos arriesgamos a perder todo.
También debemos tener en cuenta los plazos de los trabajos a los que se ha referido la doctora Armas Pfirter, que deben contar con un cronograma determinado. Hay que hacer batimetría, sísmica y el análisis de la sísmica: este es un proceso largo, y hasta puede suceder que haya que rehacer algunas líneas.
El capitán Valladares es optimista en cuanto a los tiempos, pero si nos toca un período de campaña en donde hay terribles tormentas, corremos el riesgo de perder todo un año y no llegar a 2005. Es decir que en el estado actual de la situación no tenemos tiempo de reserva, y de ahí surge la urgencia.
Comprendemos perfectamente que este no es el mejor momento para pedir más dinero, pero tenemos la obligación de transmitir que esto debemos hacerlo ahora o corremos el riesgo de perder mucho.
Después tenemos otro problema, que es político. El señor diputado Flores se ha referido a la actitud de los británicos. Ellos han empezado a pensar en este tema, y si bien nos dan a entender que no quieren gastar mucho dinero, naturalmente, si hiciera falta van a gastarlo. Si nosotros no tenemos presupuesto no podemos negociar ni presentarnos ante ellos de una forma creíble.
Si los británicos nos dijeran que quieren hacer una presentación conjunta o una cooperación en este tema lo cual nos permitiría avanzar de alguna forma en la relación bilateral-, pero nosotros no tenemos nada para aportar, el avance será solamente a favor de ellos.
Esa podría ser -no digo que lo sea- una forma de avanzar en el tema Malvinas. Tratándose de una zona en disputa, existiendo la reglamentación de una comisión que establece un régimen especial para este tipo de territorios y habiendo un probable interés económico, tal vez esta pueda ser una forma de negociar; pero para ello debemos disponer de los recursos necesarios para afirmar nuestra posición.
Entonces, tenemos las dificultades presupuestarias generales y las particulares relativas a la Cancillería. Además, no podemos jugar con el plazo que vence en el año 2005, porque es mucho lo que está en juego y nos arriesgamos a perder todo.
También debemos tener en cuenta los plazos de los trabajos a los que se ha referido la doctora Armas Pfirter, que deben contar con un cronograma determinado. Hay que hacer batimetría, sísmica y el análisis de la sísmica: este es un proceso largo, y hasta puede suceder que haya que rehacer algunas líneas.
El capitán Valladares es optimista en cuanto a los tiempos, pero si nos toca un período de campaña en donde hay terribles tormentas, corremos el riesgo de perder todo un año y no llegar a 2005. Es decir que en el estado actual de la situación no tenemos tiempo de reserva, y de ahí surge la urgencia.
Comprendemos perfectamente que este no es el mejor momento para pedir más dinero, pero tenemos la obligación de transmitir que esto debemos hacerlo ahora o corremos el riesgo de perder mucho.
Después tenemos otro problema, que es político. El señor diputado Flores se ha referido a la actitud de los británicos. Ellos han empezado a pensar en este tema, y si bien nos dan a entender que no quieren gastar mucho dinero, naturalmente, si hiciera falta van a gastarlo. Si nosotros no tenemos presupuesto no podemos negociar ni presentarnos ante ellos de una forma creíble.
Si los británicos nos dijeran que quieren hacer una presentación conjunta o una cooperación en este tema lo cual nos permitiría avanzar de alguna forma en la relación bilateral-, pero nosotros no tenemos nada para aportar, el avance será solamente a favor de ellos.
Esa podría ser -no digo que lo sea- una forma de avanzar en el tema Malvinas. Tratándose de una zona en disputa, existiendo la reglamentación de una comisión que establece un régimen especial para este tipo de territorios y habiendo un probable interés económico, tal vez esta pueda ser una forma de negociar; pero para ello debemos disponer de los recursos necesarios para afirmar nuestra posición.
SR. FLORES En el decreto que ustedes nos acercaron se establece que se faculta a la Jefatura de Gabinete para dar una asignación de hasta 9 millones de dólares destinados a este proyecto durante el ejercicio 2000. ¿Esto se cumplió?
SR. BAQUERIZA Son dos decretos distintos. Por un lado, existe un decreto, que es el que el señor diputado acaba de mencionar, que fue firmado el 30 de agosto -y publicado el 14 de septiembre- por el que se faculta a la Jefatura de Gabinete a adelantar 9 millones de pesos. Y hay otro decreto que aprueba el plan de gastos para toda la campaña y que dispone que el ministerio lo incluya en su presupuesto.
El primer decreto empezamos a tramitarlo en marzo o abril, no recuerdo exactamente. A los efectos prácticos, se nos agotó el tiempo para gastar los 9 millones de pesos.
Estamos negociando 3 millones de pesos, que es el dinero que razonablemente podemos gastar en campañas de líneas de base en la zona de Tierra del Fuego, que es la zona menos estudiada y la de más difícil acceso, lo cual también tiene utilidad para otros fines.
En esto gastaremos 3 millones de pesos, si es que la Jefatura de Gabinete hace la asignación correspondiente, ya que se están buscando partidas subutilizadas para aportarnos esos recursos. La otra asignación...
El primer decreto empezamos a tramitarlo en marzo o abril, no recuerdo exactamente. A los efectos prácticos, se nos agotó el tiempo para gastar los 9 millones de pesos.
Estamos negociando 3 millones de pesos, que es el dinero que razonablemente podemos gastar en campañas de líneas de base en la zona de Tierra del Fuego, que es la zona menos estudiada y la de más difícil acceso, lo cual también tiene utilidad para otros fines.
En esto gastaremos 3 millones de pesos, si es que la Jefatura de Gabinete hace la asignación correspondiente, ya que se están buscando partidas subutilizadas para aportarnos esos recursos. La otra asignación...
SR. PRESIDENTE ROMÁ Es la que corresponde a los 17 millones de pesos para el año 2001.
SR. SOLARI Creo que con la exposición que ha realizado el embajador Baqueriza ha quedado ilustrado un punto muy importante. Aquí hay dos elementos: necesitamos dinero y tiempo para gastarlo. Quiero decir que no sirve tener 40 millones de dólares dentro de dos o diez años; esta es una situación a la inversa.
Aparentemente nos han asignado 9 millones de pesos pero para el año 2000 y, para ser honesto, no se pueden gastar durante este año. Entonces, tenemos una discusión en relación con la falta de tiempo y ese sobrante de dinero; pero nos puede pasar lo contrario en otros años. Incluso, desde el punto de vista técnico, el último año es el más barato porque lógicamente la gran tarea de campo se realiza al principio, y si el trabajo se hace en forma racional, el último año es dedicado a analizar e interpretar lo que ya está hecho. De modo que no sirve que el dinero sea asignado todo junto o al final sino que tiene que darse en los tiempos adecuados.
El señor embajador Baqueriza mencionó otro punto interesante cuando se refirió a la forma en que esta cuestión abre ciertas oportunidades o cartas negociadoras.
Es evidente que tanto el tema de la plataforma continental más allá de las 200 millas como el de la necesaria asociación objetiva que se tiene que dar para la presentación en principio la comisión no aceptaría presentaciones separadas-, abren una interesante posibilidad en relación con la reivindicación argentina, no sólo en esta zona sino también dentro de las 200 millas.
En cierta manera, esta cuestión es polifuncional porque en una negociación integral no sólo se hablaría de esta zona, que se llama plataforma continental extendida, sino que la cuestión debería ser correctamente conducida hacia derivaciones y connotaciones que puedan ser útiles para el país dentro de las 200 millas. Es decir que tiene una posición mayor a la que vemos en este mapa, y hay una función implícita pero existente.
Aparentemente nos han asignado 9 millones de pesos pero para el año 2000 y, para ser honesto, no se pueden gastar durante este año. Entonces, tenemos una discusión en relación con la falta de tiempo y ese sobrante de dinero; pero nos puede pasar lo contrario en otros años. Incluso, desde el punto de vista técnico, el último año es el más barato porque lógicamente la gran tarea de campo se realiza al principio, y si el trabajo se hace en forma racional, el último año es dedicado a analizar e interpretar lo que ya está hecho. De modo que no sirve que el dinero sea asignado todo junto o al final sino que tiene que darse en los tiempos adecuados.
El señor embajador Baqueriza mencionó otro punto interesante cuando se refirió a la forma en que esta cuestión abre ciertas oportunidades o cartas negociadoras.
Es evidente que tanto el tema de la plataforma continental más allá de las 200 millas como el de la necesaria asociación objetiva que se tiene que dar para la presentación en principio la comisión no aceptaría presentaciones separadas-, abren una interesante posibilidad en relación con la reivindicación argentina, no sólo en esta zona sino también dentro de las 200 millas.
En cierta manera, esta cuestión es polifuncional porque en una negociación integral no sólo se hablaría de esta zona, que se llama plataforma continental extendida, sino que la cuestión debería ser correctamente conducida hacia derivaciones y connotaciones que puedan ser útiles para el país dentro de las 200 millas. Es decir que tiene una posición mayor a la que vemos en este mapa, y hay una función implícita pero existente.
SR. FLORES Pensaba que aumentar las partidas presupuestarias va a ser muy fácil porque todo el mundo sabe que el ministro Machinea es un hombre muy sensible. (Risas.) Sinceramente, veo que vamos a tener una dificultad seria.
SR. BAQUERIZA Lo entiendo porque nosotros hace mucho tiempo que estamos luchando por este presupuesto y nos encontramos en una seria dificultad, pero nos sentimos en la obligación de transmitirles este problema.
Se trata de una obligación de rango constitucional, tal como lo ha recordado el embajador Solari.
Se trata de una obligación de rango constitucional, tal como lo ha recordado el embajador Solari.
SR. SOLARI No sólo es de rango constitucional. Aun pensando en términos crudos y estrictamente económicos, olvidándonos de todo lo demás, creo que no hay mejor inversión que ésta si evaluamos la ecuación costo- beneficio.
SR. FLORES Eso no admite discusión. Además, si la Argentina no llegara a hacer la presentación correspondiente, ello constituiría un papelón desde el punto de vista de la reivindicación de sus derechos.
SR. BAQUERIZA Esta es la urgencia que queremos transmitir. Lo necesitamos por razones legales, constitucionales, económicas, políticas y por la relación con el Reino Unido.
SR. PRESIDENTE ROMÁ La Comisión de Relaciones Exteriores y Culto deberá hacer una presentación y trasladarla a la Comisión de Presupuesto y Hacienda; incluso, tendríamos que pedir una reunión conjunta para plantear el tema en forma rápida, porque ya se está empezando a discutir el proyecto de ley de presupuesto para el año 2001.
Un criterio es que directamente en la ley se asigne un presupuesto específico a la COPLA, y otro es que exista un pedido de transferencia a la Jefatura de Gabinete, como ya se ha hecho. De todas formas, si existiera una partida específica asignada vía Cancillería, sería más efectivo.
Un criterio es que directamente en la ley se asigne un presupuesto específico a la COPLA, y otro es que exista un pedido de transferencia a la Jefatura de Gabinete, como ya se ha hecho. De todas formas, si existiera una partida específica asignada vía Cancillería, sería más efectivo.
SR. FLORES Si la partida estuviese asignada en el presupuesto, esto puede clarificarse.
- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, doctor Marcelo Juan Alberto Stubrin.
SR. BAQUERIZA Todo el texto de la licitación está previsto.
SR. FLORES Pero eso tiene que figurar en el presupuesto.
SR. SOLARI Sería conveniente que esto directamente figurara en el presupuesto de la Cancillería. Debería ser así.
SR. FLORES Estoy de acuerdo, porque si lo dejamos en manos de la Jefatura de Gabinete va a haber problemas.
SR. BAQUERIZA Además, esto da para la especulación en función de acortar el tema de los tiempos. Entonces, después no se puede gastar y esto es una forma de sobrante que no se puede transferir.
SRA. ARMAS PFIRTER El decreto instruye a que la partida sea incluida en el presupuesto. Sucede que el decreto se emitió el 30 de agosto y fue publicado recién el 14 de septiembre.
SR. BAQUERIZA Pero hay que tomar la decisión política de hacerlo.
SRA. ARMAS PFIRTER Se trata de una decisión política manifestada en el decreto.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Sin duda, esta comisión va a transmitir estas inquietudes a la de Presupuesto y Hacienda.
SR. RODRIGUEZ Quiero hacer un comentario adicional relativo a las razones por las cuales la Argentina debe incorporarse a los plazos establecidos. No tenemos que olvidar que, durante los largos años en que se debatió este tipo de solución en la Convención, la creación de esta figura de la plataforma fue producto de la iniciativa de un reducido grupo de países marginalistas que, precisamente, son los que tienen márgenes naturales más extensos. Entre ellos, la Argentina ha desarrollado una tarea sumamente activa en ese sentido.
Entonces, caeríamos en una contradicción muy fuerte si nuestro país -con todos los antecedentes que tiene en cuanto a las negociaciones en la Convención- no pudiera cumplir con el plazo establecido. Cuando hablamos acerca de algunos rumores de pedidos de prórroga, creo que es útil decir que los países que están considerando esta posibilidad son aquellos que no tienen tiempo ni posibilidades ni prioridad asignada para atender esta necesidad; por ejemplo, es el caso de Sierra Leona.
Es bueno que pongamos esta situación en una perspectiva correcta, más allá de lo que pase en el futuro, para saber qué es lo que se está discutiendo cuando se habla acerca de posibles prórrogas.
Entonces, caeríamos en una contradicción muy fuerte si nuestro país -con todos los antecedentes que tiene en cuanto a las negociaciones en la Convención- no pudiera cumplir con el plazo establecido. Cuando hablamos acerca de algunos rumores de pedidos de prórroga, creo que es útil decir que los países que están considerando esta posibilidad son aquellos que no tienen tiempo ni posibilidades ni prioridad asignada para atender esta necesidad; por ejemplo, es el caso de Sierra Leona.
Es bueno que pongamos esta situación en una perspectiva correcta, más allá de lo que pase en el futuro, para saber qué es lo que se está discutiendo cuando se habla acerca de posibles prórrogas.
SR. FLORES Agradezco muchísimo la presencia de todos los funcionarios que nos han acompañado en esta reunión.
SR. PRESIDENTE STUBRIN Creo que este encuentro ha sido muy fructífero, y nos han conmovido.
No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión.
No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión.
- Es la hora 19.