Comisiones » Permanentes » Comisión Permanente de Relaciones Exteriores y Culto » Reuniones » Versiones Taquigráficas »

RELACIONES EXTERIORES Y CULTO

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P04 Oficina 407

Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO

Miércoles 10.00hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2409 Internos 2409/2407

creyculto@hcdn.gob.ar

  • RELACIONES EXTERIORES Y CULTO

Reunión del día 29/10/2018

- EXPOSICIÓN DEL SEÑOR CANCILLER DOCTOR JORGE FAURIE

INVITADOS

  • doctor Jorge Faurie Canciller
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veintinueve días del mes de octubre de 2018, a la hora 16 y 31:
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Buenas tardes a todos. Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Agradecemos la presencia del señor canciller, doctor Jorge Faurie, por haber venido finalmente hasta aquí.

La metodología de trabajo que proponemos es la siguiente. En primer lugar, escucharemos la exposición del señor canciller, quien se referirá a los lineamientos más importantes de nuestra política exterior. Acto seguido, iniciaremos rondas de preguntas a fin de que todos puedan participar.

La idea es ir intercalando una pregunta por bloque con las respuestas del señor ministro. Así que a quienes estén interesados en formular alguna, les pido que nos vayan avisando y los iremos anotando en una lista.

Tiene la palabra el señor ministro de Relaciones Exteriores y Culto.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Buenas tardes a todos. Ante todo, y dado que la presidenta utilizó la palabra "finalmente" -con la que con mucha elegancia dejó muy implícito algún comentario-, debo agradecer el hecho de que a través de la coordinación desde la Presidencia de esta comisión se dé esta oportunidad para que, primeramente, pueda hacer algunos comentarios sobre los principales lineamientos de la política exterior. Prometo ser breve, porque a veces me acusan de ser extenso.

Por otro lado, quiero agradecer sus comentarios o la interacción que podamos tener esta tarde.

Creo que la razón por la cual no alcancé a llegar antes es que, como siempre, la tarea de canciller me lleva muchas veces afuera y por eso en ocasiones es difícil hacer coincidir las agendas. Sin embargo, creo que la Cancillería ha estado bastante presente en la interacción con los parlamentarios, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Con legisladores de ambas Cámaras hemos tenido muchísimas reuniones de distinto tipo, muchas de las cuales se celebraron en la Cancillería. Del mismo modo, diplomáticos y secretarios de Estado se han hecho presentes aquí, convocados en diversas oportunidades por alguna comisión o para tratar algún tema específico. Así que creo que ese diálogo siempre ha estado abierto.

Pienso que estamos ante un momento muy singular de las relaciones internacionales porque sin duda se está registrando una transición, la que genera disrupciones en cuestiones que conocíamos precedentemente. También asistimos al surgimiento de actores, o al protagonismo de algunos de los principales actores. En consecuencia, se generan tensiones que no solamente van al campo del comercio sino también a las estrategias de defensa de muchos países. Creo que todo esto se da, además, en un contexto de un cambio muy brutal, que es el que produce la revolución tecnológica.

En ese sentido, estamos viviendo un cambio de paradigma en términos de cómo se trabaja, cómo se produce, cómo se comercia, y todo esto genera grandes inquietudes en las poblaciones.

En estas dos últimas décadas tenemos un fenómeno muy particular, que es el fenómeno migratorio, que tiene distinta expresión, sea si lo miramos en Europa, en América Latina o en otras regiones del mundo, donde la migración se ha convertido realmente en una gran inquietud que es absorbida o procesada de distinta forma por las regiones o por los gobiernos de las diferentes partes del mundo. Esta situación se traduce en una sensación de inquietud y angustia en las poblaciones, que piden respuestas. Es decir, hay una creciente demanda de las poblaciones frente a las estructuras tradicionales que conocemos, particularmente los partidos políticos y los sistemas constitucionales tal cual los hemos practicado y vivido a lo largo de los últimos cincuenta o sesenta años.

Para algunos expertos en política internacional, esto plantea inquietudes sobre qué está haciendo Argentina. Cuando digo "plantea inquietudes" es porque nosotros hemos decidido que tenemos que hacer una inserción en el mundo, y otros dicen "pero si el mundo está viviendo todas estas angustias y problemas, ¿cómo es posible que intenten abrirse al mundo cuando muchos otros lugares del mundo se están cerrando?"

En realidad, para nosotros la respuesta es unívoca porque Argentina estuvo bastante marginada de las principales corrientes e inquietudes que predominaron en el mundo en los últimos años y nosotros necesitamos en este momento de una mayor inserción internacional, que esencialmente está vinculado con el grado de apertura que podamos tener para generar comercio, para que nuestros productos puedan llegar al mundo, para que la mayor disponibilidad de mercado se transforme en mayor productividad y esta última se transforme en trabajo para los argentinos.

Al mismo tiempo, esta búsqueda de relacionarnos con todo el mundo -todos ustedes habrán escuchado la frase "La Argentina en una inserción inteligente"- tiene que ver también con el hecho de que nosotros lo hacemos dialogando con todos, en el sentido de que no miramos la ideología de quien encabeza la autoridad o el gobierno de los países con los que nos estamos vinculando.

Como ustedes han visto, Argentina tiene importantísimas relaciones con China, pero también con Estados Unidos, Rusia, Cuba y Singapur. Dialogamos con todos tratando de percibir qué es lo que podemos encontrar en común, que sirva sobre todo a los intereses de los argentinos y que se traduzca en que los argentinos puedan vivir mejor. Esto es como una clave de lo que sería nuestra inserción en el mundo: dialogar con todos buscando oportunidades.

No existe en este momento cambiante la posibilidad de tener alineamientos automáticos. Creo que permanentemente debemos estar construyendo relaciones variadas y múltiples con diferentes países, pero el objetivo último es que mejore la calidad de vida de los argentinos y se reduzcan nuestros niveles de vulnerabilidad. Esto cambia en cada momento, y creo que ustedes deberán tenerlo en mente frente a los acontecimientos de nuestra región en los últimos tiempos.

Argentina tiene que recuperar un nivel de credibilidad en el marco internacional. Esto es parte, además, de un fenómeno que vivimos, que le produce factores de propia aceleración, como es no solo el hecho de la revolución tecnológica sino de los medios disponibles, que se han traducido en este fenómeno que muchos llaman "de la globalización".

Argentina ha buscado insertarse en todos los escenarios o foros internacionales de relieve. Por ejemplo, debemos mencionar lo que significó la candidatura de Susana Malcorra para el cargo de secretaria General de Naciones Unidas, que contribuyó en gran medida a reposicionar a Argentina en todo ese escenario multilateral.

Al mismo tiempo, a fin del año pasado Argentina fue el país sede de la 11ª Conferencia de la Organización Mundial de Comercio. Esto es muy importante, no solo por el hecho de haber sido sede y por la organización sino por lo que significa tratar de aproximar ideas y generar consensos en el marco de esa reunión.

Ahora estamos en pleno desarrollo del G20, que es quizá el hecho más trascendente de nuestra política exterior en varias decenas de años para atrás y posiblemente hacia el futuro.

En marzo del año que viene Argentina será sede de la Conferencia de Cooperación Sur-Sur, que es una herramienta extraordinariamente importante y va a reunir a más de 160 de los 193 países para dar una mirada de cómo llevar adelante la tarea de cooperación, en la cual Argentina hoy es un actor realmente protagónico, particularmente a nivel regional.

Nosotros como país somos una economía de tamaño intermedio, con un nivel de desarrollo también intermedio, y esto nos obliga a poder trabajar en un mundo que tenga reglas. Por eso los argentinos somos claros defensores del multilateralismo. Desde ese punto de vista, nosotros practicamos siempre las reglas de derecho internacional. Y básicamente, con todos nuestros interlocutores -sean quienes fueran- nos interesa mantener diálogo y capacidad de negociación.

A diferencia de economías grandes, que tienen capacidad de mercado muy relevante, Argentina no tiene el poder del mercado, y por lo tanto necesita participar de un mundo con reglas. La frase que creo que usa el presidente Macri sobre esto es que nosotros estamos interesados en "el poder de la norma"; no en "la norma del poder", porque realmente no tenemos capacidad para ello.

Hay muchas lecturas que podemos hacer sobre esto, es decir, sobre "el poder de la norma" o "la norma del poder", y voy a utilizar un ejemplo que sé que es de particular sensibilidad para todos los miembros de la comisión, como es la cuestión Malvinas.

Está claro que nosotros tenemos una ocupación ilegítima de nuestro territorio. Frente a esto, los manuales de derecho internacional contemplan la posibilidad de hacer un esfuerzo bélico, que nos permita recuperar lo que no tenemos, o un esfuerzo de negociación y diplomacia.

Nosotros hicimos el esfuerzo bélico. Todos conocen la forma en que se resolvió y las consecuencias nefastas que dejó para muchos argentinos que perdieron la vida, pero también saben lo que eso acarreó en términos de nuestro posicionamiento internacional y de la interrupción de un proceso negociador que en aquel momento -entre 1973 y 1982- tuvo once reuniones negociadoras, bilaterales, sobre la cuestión de soberanía, que lamentablemente se perdieron en aquella etapa.

Por lo tanto, frente a este pasado, nosotros tenemos como escenario el diálogo, la negociación. La primera condición de cualquier negociación es que las dos partes estén dispuestas a negociar. Llevamos una enorme cantidad de años donde los foros multilaterales, los foros de los países Like-Minded de Argentina, los foros a los que Argentina pertenece, ratifican la vocación negociadora que debería inspirar a ambas partes. Sin embargo, hasta el momento, en términos de soberanía todavía no hemos logrado encarar esa etapa. Por ello, para nosotros nos parece sumamente importante crear las condiciones de confianza que hagan atractivo o interesante buscar la negociación entre ambas.

Nosotros tenemos clarísimo el apoyo de la comunidad internacional, la validación jurídica que nos dan las diversas resoluciones de Naciones Unidas a partir de lo que fue la resolución 2065; y habiendo logrado todo esto, debemos generar un clima que permita sentarnos a la mesa de negociación con un país como el Reino Unido, que es miembro del Consejo de Seguridad, es la sexta economía mundial y fue un país que pudo ejercer un poder hegemónico por más de 120 o 150 años, hasta la primera parte del siglo XX. Nosotros, frente a esta entidad, debemos lograr valorizar la necesidad de que ellos se sienten con nosotros a una mesa negociadora.

En esa capacidad de diálogo, hemos tenido las once experiencias previas al conflicto de Malvinas, en las que, aunque tibios, se han logrado avances en el proceso negociador de la soberanía. Luego del conflicto de Malvinas, y a partir de los cinco años posteriores, hubo un reinicio de la búsqueda de diálogo en distintas modalidades, tanto en las presidencias de los doctores Alfonsín y Menem como en las de los Kirchner.

Las modalidades que se adoptaron en uno u otro momento fueron completamente diferentes. En la última etapa, tuvimos una fuerte confrontación retórica sobre los temas relacionados con las Malvinas, pero si hacemos una comparación entre la política de los 90 -en que se trató de seducir a los isleños- y la confrontación retórica, podemos decir que ninguno de los dos períodos nos permitió acercarnos a la mesa de negociación, que es lo que ahora sería muy deseable recrear.

En esta etapa, de casi tres años de gobierno, hemos ido tratando de poner en valor -sin disminuir un ápice el reclamo de soberanía en los foros multilaterales o en el diálogo que llevamos adelante bajo el paraguas de soberanía en todas las oportunidades- las posibilidades que ofrece la relación bilateral en una cantidad de otros campos, que abarcan la cooperación económico-comercial, el proceso de inversión y la posibilidad de cooperación científico-tecnológica.

Se han hecho esfuerzos para tener iniciativas conjuntas en cooperación en el campo antártico; se está comenzando a explorar esa posibilidad por medio de la preservación de los recursos pesqueros, a través de la subcomisión científico-técnica del Comité de Pesca, y en estos últimos meses hemos tratado de generar una vinculación más directa entre el territorio insular y el continental de la Argentina.

Todo esto siempre lo hacemos partiendo del hecho de que es bueno y necesario tener diálogo, considerando que todos los aspectos de la soberanía quedan salvaguardados respecto de la reclamación existente -esto, por el paraguas que se comenzó a definir en 1989 por obra de lo que fue la impronta negociadora de Dante Caputo, auxiliado por un equipo de la Cancillería- y también teniendo presente el mandato que dispone la Constitución de 1994 en su artículo transitorio.

Esta es una vertiente de diálogo, pero también hay otra vertiente que tiene que ver con la necesidad de estar en contacto con muchos países, ya que seguimos siendo una economía muy cerrada.

En lo que al comercio exterior respecta, cabe destacar que solamente el 20 por ciento de nuestro PBI está en contacto con el mundo. En otros países, como Chile, ese porcentaje llega al 48 por ciento; en México, al 73 por ciento, y el promedio mundial es de alrededor del 50 por ciento. Por lo tanto, todavía tenemos un déficit que debemos colmatar, y es un esfuerzo muy grande el que debemos realizar.

Creo que todas estas iniciativas que se han conocido en las últimas semanas, de Argentina Exporta, tienen la finalidad de dar un gran empuje en este sentido.

Una economía competitiva, productiva, no puede depender solamente del consumo interno. Necesitamos mayores inversiones. El nivel de inversiones externas que tenemos es realmente muy bajo; representa solo el 16 por ciento, mientras que en Chile representa el 23; en Colombia, el 26, y el promedio mundial indicaría que lo deseable sería que esté entre un 25 y un 30 por ciento.

Esto revalida la perspectiva general que les he mencionado en el sentido de que debemos estar en contacto, vinculados y buscando socios en el mundo.

Recordemos que a lo largo de los años 2000 -sobre todo entre 2002 y 2012- hubo un gran auge en la negociación de acuerdos de libre comercio y de acuerdos de preferencias arancelarias. Pero cuando nos reabrimos al mundo nos encontramos con que nuestros competidores estaban en mejores condiciones de competitividad porque habían pasado a formar parte de estos procesos de vinculación comercial con uno u otro mecanismo. Si queremos mandar vinos a China, debemos pagar 18 por ciento de arancel, pero Chile -que tiene un acuerdo de libre comercio- paga cero. Si queremos exportar camarones a Corea, debemos pagar 20 por ciento de arancel, mientras que Perú paga solo el 3 por ciento.

Son todas tareas que tenemos pendientes. Por eso uno de los objetivos que hemos tenido desde el inicio es empezar procesos de negociación, sea de un acuerdo de libre comercio -como el que llevamos adelante con la Unión Europea- o acuerdos de mecanismos de preferencias arancelarias. No solo lo hemos hecho como Mercosur sino que lo estamos haciendo a nivel bilateral, como el que llevamos adelante con Chile; se trata principalmente de ciertas disciplinas, porque todas las reglas arancelarias de nuestro comercio con Chile provienen del acuerdo de profundización del ACE 35 que celebramos hace unos diez años. Pero igualmente estamos llevando adelante con preferencias arancelarias con Colombia, y también gradualmente con México.

En el ámbito de la búsqueda de acuerdos de libre comercio o de preferencias arancelarias, hemos iniciado diálogos con Canadá, EFTA -además de la Unión Europea-, Singapur, Túnez, Marruecos y Egipto. Asimismo, estamos empezando las negociaciones con Corea y Japón.

En estos casi tres años, en conjunto con todos los organismos que tienen que ver con el comercio exterior -Ministerio de Producción y Secretaría de Gobierno de Agroindustria-, la Cancillería ha logrado abrir mercados en 150 puntos del mundo para 60 productos argentinos, con lo cual nuestra carne puede llegar a China, Japón y Canadá. Tenemos cítricos que van prácticamente a todos los países del Sudeste Asiático, y la economía regional de la miel exporta mucho a América Latina y el Golfo.

Tenemos una tarea pendiente muy importante en la integración fronteriza, pero no es por falta de voluntad de los países vecinos sino porque debemos rectificar largos años de mecanismos de disposiciones y de autoridades que intervienen en frontera que todavía no se han alineado a esta etapa del comercio internacional y de relacionamiento con todos los países de la región, más allá de que hemos recuperado los niveles de diálogo y de amistad tradicionales. La facilitación fronteriza es extraordinariamente necesaria para toda nuestra región, porque esto nos abre la puerta a otros mecanismos que tienen que ver con la integración energética y con obras de infraestructura que hagan realmente verdadera la idea de la integración bioceánica que hemos perseguido durante bastante tiempo.

Asimismo, nos hemos aproximado notablemente a dos escenarios en los cuales la Argentina había solo transitado ocasionalmente, como son todas las economías del Golfo y de los países de la ASEAN, además de los dos grandes actores como China e India, con quienes tenemos un trabajo a desarrollar.

Tenemos todavía pendiente un trabajo de gran importancia con África, particularmente con el centro de ese continente. Esto tiene que ver muchas veces con la no disponibilidad de todos los recursos que no serían necesarios para esto.

En materia de cooperación -como les comenté recién-, Argentina se ha convertido en un protagonista, y esto al mismo tiempo se traduce en posibilidades exportadoras. Tal es el caso de todo lo que se hace en materia agropecuaria, que ha comenzado en Sudáfrica y en algunos países del Caribe y que se ha transformado en una demanda por parte de otros países del Golfo o del norte de África.

En resumen, nosotros estamos tratando de estar más en contacto con el mundo e intentando que el servicio exterior tenga como objetivo prioritario una gran eficiencia en el campo multilateral. Ello, sin desmedro de los diálogos que se llevan en el nivel político o de la proyección de la imagen cultural que el servicio exterior siempre ha desarrollado a lo largo de muchísimos años de su existencia.

Pero ahora, frente al tiempo que vivimos los argentinos -en que necesitamos generar recursos que nos permitan disponer de capitales genuinos para de alguna forma contrarrestar el nivel de gasto que tenemos-, debemos llevar adelante una tarea proactiva no solo en términos de negociaciones multilaterales o de negociaciones bilaterales, sino de la promoción del comercio exterior.

Por esa razón, la Cancillería también ha salido mucho al interior, porque entendemos que parte de los actores son las provincias, las regiones. Desde ese punto de vista, la Cancillería siempre está apoyando y ha creado mecanismos como la Cancillería Federal, lo que nos ha llevado a hacer afuera una presentación del potencial que existe para esa región y de cuáles son los mecanismos que ponemos a disposición. Esto lo hemos hecho en Chaco, en Jujuy, en Neuquén y en Mar del Plata. Además, creo que hasta fin de año lo tenemos todavía en Entre Ríos o en Corrientes.

Esta idea de federalizar radica en que en realidad el dinamismo en muchos de los campos del relacionamiento externo -ya sea para el comercio exterior o para la cooperación- involucra a las regiones, a las ciudades y, en muchos casos, a las provincias, por supuesto.

Nuestro objetivo general es tener una mayor inserción en el mundo, con la idea de que los vínculos nos generen posibilidades de comerciar; que comerciando generemos acceso a mercados, y que generando ese acceso a mercados tengamos también la posibilidad de incrementar la productividad.

En ese sentido, creo que todos debemos trabajar para hacer cada día un país más competitivo. Solo mantendremos el esfuerzo del comercio exterior si lo hacemos sostenible y duradero en el tiempo. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchísimas gracias, señor canciller.

Como dije al inicio de la reunión, pasamos ahora a la ronda de preguntas por bloque. En primer lugar, daremos la palabra a la señora diputada Carmen Polledo; después tendrán oportunidad de hacer sus preguntas los señores diputados Carmona, Grandinetti y Echegaray. A continuación, el señor ministro dará sus respuestas.

Tiene la palabra la señora diputada Polledo.

SRA. POLLEDO Señor ministro: agradecemos su presencia y le damos la bienvenida a usted y a todo su equipo.

Simplemente quisiera que nos dé alguna reflexión desde su punto de vista respecto de las elecciones realizadas el día de ayer en el Brasil.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Si no tienen inconveniente, para ser más dinámicos, preferiría escuchar seguidamente dos o tres preguntas y luego podré responderlas en un mismo momento.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Me parece una buena idea.

Tiene la palabra el señor diputado Carmona.

SR. CARMONA Buenas tardes nuevamente, señor canciller.

He escuchado con mucha atención las palabras del señor ministro y voy a plantearle inquietudes en función de tres ejes principales. Además, formularé algunas preguntas específicas sobre temas bastante puntuales.

En primer lugar, quiero decir que desde nuestro bloque, el Frente para la Victoria, no podemos sino compartir la importancia de la inserción de la Argentina en el mundo. En ese sentido, creo que a veces los diagnósticos son diversos respecto de cuáles son los caminos de la inserción.

Mucho menos podemos discutir la idea de que la inserción sea inteligente, pero sí nos preguntamos cuál es la inteligencia de las medidas específicas que se adoptan en función de evaluar si esto es un argumento retórico o si tiene que ver con la realidad.

En primer lugar, quiero plantearle algunas inquietudes: un eje tiene que ver con la región, particularmente a partir de la situación en el Brasil; un segundo eje, respecto de Malvinas y Antártida, y un tercer eje, sobre la relación con los Estados Unidos. Voy a hacerle preguntas puntuales e intentaré contextualizarlas para que también las respuestas puedan apuntar a nuestras inquietudes.

Señor ministro: usted la semana pasada ha dicho que Jair Bolsonaro era un candidato de centroderecha. Lo primero que quiero preguntarle es si sigue pensando que Bolsonaro es un candidato de centroderecha, porque como punto de partida para nosotros es fundamental la evaluación y el diagnóstico respecto de la figura que va a conducir el Brasil. Sobre todo quería preguntarle si ha cambiado en algún sentido su percepción después de haber escuchado a Bolsonaro decir que va a erradicar, mandando a la cárcel o fuera del país, a los sin tierra y a los petistas. Ayer ha mencionado que hay que terminar con las concesiones -dijo algo así- hacia el socialismo, el comunismo, el populismo, y me falta algún "ismo" que no recuerdo en este momento.

Pero por sobre todas las cosas, me llamó mucho la atención su referencia a la centroderecha de Bolsonaro. No le voy a decir lo que pensamos desde el Frente para la Victoria sino que me referiré a la evaluación que hacen los medios de prensa internacional de las grandes potencias, quienes lo califican como un ultraderechista.

En relación con el Brasil, también quiero preguntarle por el futuro de la relación de la Argentina con el Brasil y su evaluación respecto del impacto que puede tener la llegada de Bolsonaro a la Presidencia del Brasil. Paulo Guedes, el actual referente económico y preanunciado ministro de Bolsonaro, ha señalado que las relaciones con la Argentina y el Mercosur no son prioritarias para el presidente electo.

También quiero consultarle si el gobierno argentino o la Cancillería tienen previsto modificar el criterio que establece la decisión número 32 del 2000 respecto de la negociación conjunta de acuerdos comerciales entre los Estados parte del Mercosur, que es un tema que nos preocupa en este escenario. Nos preocupan los dichos de Bolsonaro y las sugerencias de Guedes, que no han hablado específicamente de este tema pero pareciera que van en ese sentido. Pero también nos preocupan algunas expresiones que ha habido -por lo menos a través de trascendidos periodísticos- de que la Argentina buscaría negociar tratados de libre comercio individualmente.

En el plano regional, usted hizo referencia a la situación de no ideologización de la política exterior. Me parece que en este contexto habrá que poner a prueba esta situación en la relación con Brasil. Va a implicar pensar en los intereses nacionales, sin lugar a dudas, pero hemos visto que se han tomado algunas decisiones, como la salida de la Unasur, con expresiones que tienen que ver con lo ideológico, sin considerar que en su momento en la Unasur han participado presidentes que nada tienen que ver con el bolivarianismo ni con posiciones izquierdistas o progresistas, como el ex presidente Uribe -quien participó en el proceso de constitución de la Unasur-, el ex presidente Santos y el presidente Piñera, en su primer mandato. Como sabemos, todos ellos tienen distinto perfil ideológico.

También nos preocupa mucho cierta falta de presencia o de compromiso en la presencia de la Argentina en la CELAC, ámbito que ha sido priorizado por China, por ejemplo, a través del foro CELAC-China. Hemos visto que el presidente Macri no ha participado en las reuniones de la CELAC. Hemos visto una bajísima presencia y un bajísimo involucramiento en un ámbito que nos vincula con distintas realidades; entre ellas, China y la Unión Europea.

En relación con Malvinas, nosotros tenemos una inquietud que nos llevó, primero, a pedir la presencia aquí de la ex canciller Malcorra. Lamentablemente, esto no fue posible. Sí vino el ex vicecanciller Foradori, días antes de que el gobierno decidiera su salida de esa función. En distintas ocasiones hemos solicitado su presencia, señor ministro, e incluso pedimos su interpelación para conocer los motivos por los cuales el Congreso Nacional ha sido ninguneado -para decirlo sin eufemismos- por la Cancillería y el Poder Ejecutivo.

Fíjese que cuando se anunció el acuerdo con el Reino Unido, del 13 de septiembre de 2016, aquí hubo un gran revuelo. Y como fruto del debate -que, reitero, terminó con la salida del vicecanciller Foradori-, la Cámara de Diputados firmó una resolución en la cual coincidimos todos, oficialismo y oposición. Dice así: "La Cámara de Diputados de la Nación declara el rol insoslayable del Honorable Congreso de la Nación en la adopción de medidas de política exterior, puntualmente en materia de pesca, hidrocarburos, navegación y aquellas que afecten lo establecido en la primera disposición transitoria de la Constitución Nacional, que dispone la reafirmación permanente de la legítima e imprescriptible soberanía de la República Argentina sobre Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional."

Esto fue aprobado el 5 de octubre de 2016, es decir, no alcanzó a pasar un mes desde que se anunció ese acuerdo entre el Reino Unido y la República Argentina.

Nosotros queremos conocer los motivos por los cuales este acuerdo no ha sido remitido al Congreso. Cabe aclarar que la letra de esta importante declaración de la Cámara de Diputados fue compartida por algunos de los presentes, por la diputada Carrió, por el diputado Grandinetti, por quien les habla y por algunos otros diputados del oficialismo; no fue un proyecto presentado por un diputado de nuestro bloque sino que coincidimos todos. La señal fue que este tema es competencia del Congreso. Fue una respuesta específica.

Por eso, señor canciller, le pregunto por qué no han remitido ese acuerdo al Congreso y por qué siguen avanzando en la ejecución de un acuerdo sin remitirlo al Congreso. La Academia Nacional de Derecho Internacional y otros prestigiosos ámbitos académicos han señalado que esto es un tratado internacional y que es insoslayable su tratamiento por el Congreso.

La semana pasada usted estuvo en el Reino Unido. Leyendo sus declaraciones, no hemos leído ninguna relativa al proceso de militarización. Quisiera saber si le planteó al canciller o al vicecanciller británico nuestra posición al respecto. Ustedes sacaron una declaración de protesta. Me interesaría saber si ese tema estuvo en la agenda, aparte de la agenda vinculada con el diálogo entre pueblos que anunciaron; luego algunos diputados de nuestro bloque se referirán a esto.

Nosotros creemos que si el Reino Unido sigue militarizando y sigue provocando, hay que sostener la situación crítica. El año pasado salieron tardíamente a protestar. Debo reconocer que este año hubo más reacción. Pero realmente es un tema que nos preocupa.

En la última declaración del G77+China, en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores se ha incorporado, en el párrafo relativo a las Islas Malvinas, la referencia a los términos del acuerdo del 13 de septiembre de 2016; es decir, la prioridad pasa a ser no la reivindicación de soberanía y el reclamo de negociación, sino remover los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, un tema que -reitero- no ha sido aprobado por el Congreso.

También quisiera alguna referencia de parte suya respecto de la pesca y los vuelos, ya que hemos visto que avanzan. Incluso se permite que se sienten a la mesa los isleños, algo que nos resulta preocupante. Se sientan los isleños y también los ilegales parlamentarios isleños, los ilegales integrantes de la asamblea de Malvinas. Los diputados y senadores nacionales de la Argentina nada tienen que ver con eso. No le estoy reclamando que nos siente junto a los isleños. Simplemente quiero poner esto sobre la mesa para que se visualice la gravedad de lo que está pasando. Lo mismo ha ocurrido con el tema de los vuelos y cuando ha habido diálogos y negociaciones en cuanto al tema de la pesca.

Con respecto al tema de los hidrocarburos, el diputado Pérez le formulará algunas preguntas en particular.

También quiero preguntarle si usted pensando que la Antártida es patrimonio de la humanidad. En un acto realizado en el Salón Belgrano de la Cancillería, en el que usted recibió a los reyes de Noruega, se refirió a la Antártida como patrimonio de la humanidad. Quisiera que lo ratifique o lo rectifique, ya que eso va en contra de la política antártica argentina.

También sabemos que se han intensificado las relaciones con los Estados Unidos -esta es una decisión política del gobierno que no vamos a cuestionar; podríamos hacer consideraciones políticas y económicas respecto del modo en que lo han hecho-, pero quiero decirle que a este Congreso de la Nación no ha llegado ninguno de los acuerdos que han firmado con los Estados Unidos. Entre otros, nos preocupa enormemente el acuerdo con la Guardia Nacional de Georgia, otra situación concreta en la cual se elude el tratamiento de temas centrales en la política exterior por parte del Congreso Nacional.

Para terminar, me voy a referir a algunas cuestiones puntuales, y desde ya agradezco al señor canciller por escucharme. Como lo hemos esperado durante mucho tiempo, se nos juntaron varias preguntas. También agradezco a la presidenta las gestiones que ha hecho para que esta reunión se pudiera concretar, ya que teníamos una promesa de la señora diputada Carrió desde diciembre de 2016, cuando el doctor Faurie todavía no era ministro.

Nosotros hemos seguido el debate presupuestario que se ha abierto con los diplomáticos. Quiero aclarar que no estoy de acuerdo con que se vendan o se reduzcan embajadas, pues si se busca una mayor inserción en el mundo, es importante que la presencia argentina sea la adecuada.

Ahora bien, nos encontramos con que en el presupuesto -que no votó nuestro bloque- se han destinado partidas de 2.841.000 pesos a la Organización del Comercio y Desarrollo Económico -OCDE-, con aporte de 9.517.000 pesos para los comités de OCDE y 1.032.000 para el Programa Regional de la OCDE para América Latina y el Caribe. Desde la gestión de Macri, la Argentina está aspirando a ser parte de la OCDE pero no es miembro, y nos llama la atención que también el Congreso ha estado absolutamente ausente en la discusión de esta membresía.

Este es uno de los motivos por los que hemos votado en contra el presupuesto. Incluso, el Ejecutivo nos ha enviado proyectos de ley necesarios para entrar a la OCDE. No sé cuánto se puede hacer con estos 15 millones de pesos, pero quiero preguntarle sobre el destino de esos fondos a un organismo del cual no somos parte, cuando en la documentación oficial ni siquiera aparecemos como un Estado en proceso de adhesión, como sí aparece Brasil.

Por último, quiero preguntarle por qué motivo está cumpliendo funciones consulares como cónsul general honorario de la República de Singapur el señor Nicolás Martín Caputo, según información oficial de la página web del Consulado de Singapur. Hay profusa información también sobre el desempeño de estas funciones por parte del señor Caputo, sin la aprobación del Congreso. De hecho, la presencia del señor Caputo en la nómina del proyecto de ley remitido por la Cancillería ha obstaculizado que los cónsules generales -al estar en una misma nómina de distintos países del mundo y que han sido nominados por esos países- cuenten con la aprobación del Congreso.

Nosotros pedimos en esta Comisión de Relaciones Exteriores y Culto que se desglosara la nominación del señor Caputo en función del carácter de amigo, hermano de la vida, ex socio, fundador y dirigente importante de uno de los partidos que integra la alianza oficialista, considerando que no se puede admitir ni legalizar el tráfico de influencias inverso, un Estado que no tiene Embajada en la Argentina y que tiene un Consulado General, en un contexto en el cual el señor Caputo pasa a ser la máxima referencia de ese país en la Argentina, aprovechando los vínculos más que privilegiados que tiene con el presidente Macri.

Estas son las inquietudes que tenemos. Le agradezco mucho que nos haya prestado atención, y esperamos las respuestas.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor diputado Grandinetti.

SR. GRANDINETTI Gracias por venir, señor ministro. Lo estábamos esperando con mucha ansiedad, como decía el señor diputado Carmona.

Mi intervención tiene que ver con temas legales; no es una discusión de carácter político. Lo mencionado sobre Caputo lo marca la Constitución Nacional, y la Cámara de Diputados no le dio tratamiento. Recuerdo perfectamente el momento en que se planteó y no se logró el acuerdo básico, con lo cual si el señor Caputo está ejerciendo esa función -vamos a esperar su respuesta-, carece de toda legalidad. Es muy preocupante que no haya pasado por la Cámara de Diputados.

Celebro la diplomacia federal de tener una Cancillería federal. Eso está muy bien.

En cuanto al tema de Brasil, quisiera mencionar brevemente dos cuestiones. Por un lado, Brasil es el socio estratégico de la República Argentina. Obviamente, el tema del Mercosur y la visión que aparentemente tiene Guedes -también hemos leído la misma declaración, según la cual ni el Mercosur ni la Argentina son prioritarios- pone a ese 20 por ciento que usted recién mencionaba en su discurso de apertura en una situación crítica, porque -reitero- es nuestro principal socio.

Por otra parte, quisiera saber qué ocurrirá en lo relativo a la negociación con el Mercado Común Europeo; de hecho, hemos participado en más de una reunión. Pregunto esto porque si efectivamente no está entre las prioridades el tema del Mercosur, imagino que esto también puede afectar las negociaciones que tengamos con el Mercado Común Europeo.

Señor ministro: usted dijo recién que estamos en un cambio de paradigma en cuanto a la revolución tecnológica, cuestión que comparto. Pero también estamos ante un cambio de paradigma en cuanto a las relaciones internacionales y la globalización.

En este sentido, me tocó participar recientemente de un encuentro en Harvard, y en el propio centro intelectual más importante de los Estados Unidos se está discutiendo acerca de los beneficios o no de la globalización para el pueblo americano y respecto de los múltiples multilateralismos que lleva implícitos esa globalización. Tanto es así que hoy están cuestionando precisamente eso.

Entiendo la vocación de la República Argentina de tener esa idea multilateral, pero en realidad lo que uno ve es que incluso en los Estados Unidos hoy está en decadencia ese pensamiento, por lo menos por parte de la intelectualidad.

Con respecto al tema Malvinas, efectivamente logramos por unanimidad -cosa que no es muy común, tanto en la Comisión de Relaciones Exteriroes y Culto como en el Observatorio Parlamentario Cuestión Malvinas- rechazar lo que ha sido el comunicado conjunto. No quiero nombrarlo como un acuerdo; no quiero darle esa entidad, pero sí entiendo lo mismo que estaba diciendo el diputado Carmona. Vamos a nombrarlo como el comunicado conjunto. Repito: no vamos a darle entidad de acuerdo porque, en ese caso, el tema sería mucho más grave todavía.

Ahora bien, si se repasa lo que ha sucedido, en ese momento nosotros hicimos objeciones muy airadas en cuanto a cómo exponía esto la República Argentina, es decir que seguimos con la línea de pensamiento que mencionaba el señor ministro.

Después de la década del 70 -esa década antes de la guerra de un gobierno militar, no de la democracia argentina-, tuvimos oportunidad de sentarnos a discutir incipientemente sobre soberanía. No sé si lo entendí bien, señor ministro, pero usted dijo: "Bueno, desgraciadamente eso se ha perdido". Por eso ahí yo quisiera señalar que, si comprendí lo que usted dijo, de haberse perdido la posibilidad de discutir la soberanía, tenemos una manda constitucional transitoria. Para no equivocarme, en el texto constitucional dice "objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino". O sea que esa idea debe estar presente en cada una de las negociaciones que nosotros llevemos adelante con el Reino Unido.

En este sentido, es importante destacar que tenemos un solo conflicto; no tenemos cincuenta conflictos internacionales. Reitero: tenemos un solo conflicto. De allí que planteamos esta cuestión.

Por otra parte, también quisiera preguntarle sobre la Antártida. Pero volviendo particularmente a este comunicado conjunto -nefasto comunicado conjunto-, me gustaría recordar algunas de las cuestiones que hemos planteado en su momento.

Pido disculpas por el adjetivo utilizado, pero me parece que en el momento en que fue discutida esta cuestión, la decisión había sido unánime. Todas las fuerzas políticas, incluso el radicalismo, parte del oficialismo y la doctora Carrió -que presidía en ese momento-, coincidimos en lo mismo. En ese comunicado conjunto se hablaba de diálogo para la cooperación, pero obviamente que en el tema de soberanía no se puede cooperar: el territorio es de uno o es del otro. No hay cooperación posible allí.

Nosotros debemos cooperar en algunos otros temas, pero esta cuestión es excluyente: o las islas son del Reino Unido o son nuestras. Lo que debemos hacer es sentarnos y discutirlo. Obviamente que la resolución 2065 de la ONU -como usted bien conoce, ya que la citó- también obligaba a que nos sentemos más allá de la Constitución. Pero el Reino Unido se ha negado sistemáticamente a tratar el tema de la soberanía nacional.

En ese comunicado conjunto se habló de la voluntad de las partes de reiniciar un diálogo sobre todos los temas del Atlántico Sur, sin exclusiones. Sin embargo, solamente se menciona el tema de la soberanía para excluirla. Eso es exactamente así, porque se la pone debajo del paraguas. Se habla de cualquiera de las implicancias de ese común acuerdo que, reitero -y me retracto: no es un acuerdo sino un comunicado-, parece un acuerdo, sobre todo cuando uno mira el artículo 2° de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. Usted es un especialista, señor canciller, por lo que no tengo que explicarle el tema. Allí también se menciona que era sin exclusión, y la soberanía es puesta en el comunicado conjunto para excluirla.

Más adelante se habla de que hay que remover los obstáculos para el crecimiento económico y sostenible de las islas. Si los obstáculos son las únicas maneras que tenemos de hacer valer nuestros derechos sobre las islas Malvinas, ¿por qué los vamos a remover? Está mal redactado, ¿no?, porque habla de "un acuerdo para remover los obstáculos". Salvo que el Reino Unido haya puesto obstáculos, no entiendo qué obstáculos va a remover el Reino Unido respecto del tema Malvinas. Los obstáculos los pusimos nosotros porque nos asiste el derecho internacional, como por ejemplo respecto de hidrocarburos y pesca. Tengamos en cuenta que, luego de un gran trabajo de Cancillería, logramos la extensión de nuestra plataforma continental así como nuevos límites reconocidos por Naciones Unidas, temas sobre los que me ha tocado dialogar con uno de sus hacedores y que fueron algunos de los pocos éxitos que hemos tenido a nivel internacional. En resumen, en ese comunicado conjunto se habla de "remover obstáculos".

La segunda cuestión es sobre los vuelos, y ahí tenemos una dificultad, porque también hemos hablado de este tema y hubo unanimidad de no avanzar -por lo menos así lo había dicho la anterior presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto- hasta que no hubiera precisiones y conclusiones respecto de este comunicado conjunto. En el Observatorio Malvinas también se habló de lo mismo. Estos vuelos se hacen a través de un tercer país, es decir, no desde la Argentina continental hacia la insular sino que somos solamente una escala. Lo peligroso de este tema es que nosotros involucramos a terceros países latinoamericanos que son consustanciales y que nos han acompañado en más de una oportunidad en el reclamo de Malvinas. Principalmente, solucionamos un tema de logística para las tripulaciones de exploración de hidrocarburos y probablemente también para las pesqueras. Siguiendo esta línea argumental de comunicado conjunto, mejoramos la situación pero no sabemos cuál será la contraprestación que va a tener la República Argentina por esas decisiones.

Por último, en el mencionado G-77 hay claramente un cambio de palabras que creemos que es muy importante para la reivindicación argentina. En 2016, comparado con 2017, se decía que el conflicto de la soberanía sobre Malvinas dañaba gravemente la capacidad económica de la República Argentina, y fue sacado. Yo estoy convencido de que nos dañan, porque están explotando un espacio marítimo que nos corresponde y han entregado concesiones de pesca y de exploración de petróleo sin permiso de la República Argentina.

En el punto 197, cláusula cuarta, de ese mismo documento se suprimió un párrafo que creíamos que era el correcto, que decía textualmente: "Que los ministros expresaron la opinión de que las operaciones no autorizadas por el gobierno de la Argentina en el área de las islas Malvinas relativas a la exploración de recursos naturales, especialmente los recursos de hidrocarburos, fueron gravemente perjudiciales para los derechos y la soberanía de la República Argentina sobre su plataforma continental.

"A este respecto los ministros reconocieron los derechos de la República Argentina a emprender acciones legales con pleno respeto del derecho internacional y resoluciones pertinentes contra las actividades no autorizadas de exploración y explotación de hidrocarburos en el referido territorio."

Eso no es buena voluntad. Eso es cercenar un reclamo en un foro internacional que usted dijo que nosotros estamos manteniendo. No conozco el de este año, donde quizá eso ha sido enmendado. Como dije, eso es comparando el de 2016, donde también estaba el actual gobierno, con el de 2017.

Por último, decimos que en la cláusula quinta de ese comunicado se introdujo -en contra de nuestros intereses, según entendemos nosotros- un innecesario párrafo que dice que "los ministros recordaron la importancia de no tomar medidas que pudieran afectar el crecimiento económico y el desarrollo sostenible". De nuevo, siguiendo el comunicado conjunto.

Entonces, sí ponemos aquello que habla de mantener la sustentabilidad económica de las islas -parte del territorio en reclamo y en diferendo con el Reino Unido- y sacamos todo aquello que tenga que ver con el derecho internacional que nos asiste en el reclamo que tenemos nosotros con respecto al tema de la plataforma.

Por último, señor ministro, también creo que es muy importante conocer su opinión, en forma taxativa, sobre el tema de la Antártida. Yo también seguí esas declaraciones -quizá fue un error; puede ocurrir- pero me gustaría saber esto a ciencia cierta. Es más, nosotros en la comisión estamos proponiendo agregar al Día de la Antártida el Día de los Derechos Soberanos de la República Argentina. Entendemos que es multilateral, que es patrimonio de ese multilateralismo, pero que nosotros tenemos una reivindicación soberana sobre ese territorio.

Por último, entendemos que los acuerdos científicos que se han firmado con el Reino Unido, que vinculan a nuestro Instituto Antártico con el Instituto Antártico Británico, lesionan -o pueden generar un precedente- ese multilateralismo de la Antártida. Usted sabe que todos los permisos y acuerdos que tengan que ver con el paralelo 62 se hacen en forma multilateral. Aclaro que lo estoy citando de memoria, por lo que le pido disculpas si estoy equivocado.

Un acuerdo bilateral se hace solamente en aquellos territorios sobre los cuales el resto de los miembros del Tratado Antártico han reconocido soberanía. Por ejemplo, podemos hacer acuerdos bilaterales, ejerciendo esa soberanía, en algunas islas respecto de las cuales tenemos el reconocimiento de Australia y algunos otros. Si nosotros vamos a un acuerdo bilateral con el Reino Unido, incluso en aspectos científicos, estaríamos reconociendo una presencia por fuera de ese acuerdo generalizado de los países miembros del Tratado Antártico. Nos gustaría tener una explicación al respecto.

Espero no haberlo confundido con el tema de la cita. En todo caso, después se lo acerco por escrito. Sé que usted me lo va a contestar rápidamente. Muchas gracias por su atención, señor ministro.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Pasamos a las últimas preguntas de esta primera ronda.

Tiene la palabra el señor diputado Echegaray.

SR. ECHEGARAY En primer lugar, quiero hacer un reconocimiento al señor canciller, por estar presente hoy aquí.

Voy a hacer tres preguntas muy sintéticas en honor al tiempo de todos. La primera de ellas tiene que ver con Malvinas. En lo planteado por los diputados preopinantes sobre el tema Malvinas hubo similitudes y diferencias.

En cuanto a las similitudes, es cierto -tal como lo plantearon los señores diputados Carmona y Grandinetti- que cuando la comisión estaba presidida por la señora diputada Carrió efectivamente hubo unanimidad, no solo en la comisión sino también en el pleno del cuerpo, respecto de algo fundamental para nuestro rol como legisladores, que es la defensa de nuestras atribuciones como legisladores y del rol del Congreso. No se delegan las atribuciones del Congreso, y de eso se trataba precisamente esa resolución. No se delegan ni en este tema ni en muchos otros.

En esos planteos también hubo diferencias, porque incluso en los propios diputados preopinantes no está claro el concepto de si fue un acuerdo o un comunicado conjunto, por más repudiable que sea. Políticamente, podemos estar de acuerdo o no respecto de un montón de cuestiones que figuraron en el comunicado conjunto, pero cabe señalar que incluso entre los dos diputados preopinantes -a quienes respeto muchísimo y con los cuales hemos votado en forma conjunta esa resolución- no hay acuerdo. Es un tema opinado por algunos juristas, que plantean que eso no configura un acuerdo o un pacto y que, por ende, no debió haber pasado por el Congreso.

De todas maneras, creo que todos vamos estar de acuerdo en que no delegaremos -ni en este ni en ningún otro tema- atribuciones propias del Congreso.

Como parte de este comunicado, hubo un tema trascendente que generó noticias positivas dentro del dolor que implican las Islas Malvinas. Me refiero al proceso de reconocimiento de los soldados caídos solo conocidos por Dios, que era una deuda de parte de nuestra Nación para con los familiares y toda la sociedad argentina.

En honor a la verdad, conocer la identidad de estos soldados solo conocidos por Dios era una deuda de la democracia argentina. En realidad este tema tiene un antecedente en el gobierno anterior, es decir, el de Cristina Fernández de Kirchner. Ahí se inició el tema, y luego fue continuado por el gobierno actual, que estimo ya ha culminado esta etapa de reconocimiento. En este sentido, quisiera saber qué saldo queda del proceso de reconocimiento, cuál es la situación actual y si han culminado los trabajos.

El segundo punto tiene que ver con un reconocimiento a la política exterior de nuestro país con la república hermana del Uruguay. Los argentinos tenemos la propensión a referirnos a la hidrovía como el principal problema que tiene que ver con la navegabilidad de nuestros ríos, pero nada se dice respecto de un acuerdo con la república hermana del Uruguay sobre la culminación de la primera etapa de las obras de profundización, lo que podría habilitar el puerto de Concepción del Uruguay, en Argentina, el puerto de Paysandú, en Uruguay, y algunos otros puertos más de Argentina y de Uruguay.

La pregunta que quiero formular es cómo se va a continuar la etapa posterior, que es la más importante, que tiene que ver con el mantenimiento de los dragados, dado que, si no se desarrolla ese mantenimiento, será muy difícil pensar en el sostenimiento de la reactivación de esos puertos.

La tercera cuestión se refiere a un proyecto puntual. En los últimos tiempos ha habido noticias sobre las reuniones que se han dado entre el gobierno nacional y la Conferencia Episcopal Argentina en relación con la búsqueda de un consenso para eliminar los beneficios que tienen que ver con los sueldos a la jerarquía eclesiástica argentina, es decir, obispos, arzobispos, obispos auxiliares y otros miembros.

Me parece auspicioso que se esté avanzando en este sentido. Creemos que debemos garantizar la libertad de culto, pero el sostenimiento del culto católico consagrado en la Constitución Argentina nada tiene que ver con pagar sueldos. Esto, sobre todo, teniendo en cuenta que pagar sueldos deriva de la aplicación de cuatro decretos que tienen fuerza de ley, firmados nada más ni nada menos que por Jorge Rafael Videla en la última dictadura militar.

En este sentido, quisiera saber si existe la posibilidad de derogar estas normas, si bien habría que analizar la situación y llegar a un acuerdo para no ir en contra de la ley, dado que estos cuatro decretos de la última dictadura militar tienen fuerza de ley, precisamente porque en ese momento el Parlamento había sido reemplazado por la CAL, que estaba integrada por un almirante, un general y un brigadier.

Actualmente, dada la continuidad jurídica, tenemos muchas leyes que datan de esa época. En este punto en particular, si hay un acuerdo -en buena hora que exista-, sería muy razonable pensar en derogar estas leyes.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Voy a comenzar por responder la pregunta relacionada con los cónsules honorarios planteada por el señor diputado Carmona, pues creo que será la más breve.

La institución de cónsules honorarios existe en la legislación de distintos países pero no en la Argentina. Puede elegirse una figura del medio local a la que entienden bien conectada, vinculada, con trayectoria empresarial, académica u otra, a efectos de que sea un punto de representación para aproximarlo y ponerlo en contacto con distintos sectores de la sociedad donde ellos viven. Los cónsules honorarios no tienen ningún tipo de privilegio.

SR. CARMONA Tienen inmunidades, según la Convención de Viena. Está mal informado.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN No debatamos.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO No estoy mal informado, señor diputado. Ellos no tienen inmunidad de jurisdicción sino que solamente tienen el auxilio de las autoridades para el desempeño de sus funciones. No tienen privilegios ni inmunidad. No confunda los cónsules honorarios con los cónsules de carrera.

SR. CARMONA Está equivocado, señor ministro.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO El cónsul honorario lo elige el país para ese efecto. La Cancillería habitualmente recibe el nombre y lo envía luego al Parlamento para su aprobación, y en ese proceso él tiene un reconocimiento provisorio. En muchos casos, como se han demorado tanto -no ahora sino históricamente-, los cónsules honorarios terminaron sus funciones antes de que el Parlamento considere su aprobación.

Usted hablaba de que Singapur ni siquiera tiene embajada en nuestro país...

SR. CARMONA Dije que no tiene embajador.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Singapur tiene muy pocas embajadas porque ellos se definen como estado-ciudad, con representaciones acotadas a nivel internacional. Siendo un país sumamente importante por todo el modelo de desarrollo que han encarado y por la presencia que tienen a través de los resultados que han alcanzado, no tienen embajadas sino lo que se llaman roving ambassador u ambassador-at-large, que son embajadores que están acreditados desde su país y mantienen contacto periódico con los países donde están acreditados. Al embajador de Singapur, residente en Singapur, lo hemos visto en varias oportunidades. En el último año y medio de gestión, por distintas razones, estuve tres veces en Singapur y siempre fue parte de las negociaciones, acompañando al canciller de Singapur. Me parece oportuno dejar zanjado este punto.

Paso al tema del presupuesto para la OCDE. En la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico, tenemos una pertenencia que está dada porque hace años somos miembros del Centro de Desarrollo de la OCDE. El mecanismo de la OCDE hace que si un determinado país tiene una participación relevante en uno de sus determinados sectores de trabajo, se lo hace país invitado. En esa calidad hemos participado en muchas de las reuniones sectoriales de la OCDE y fue muy importante todo lo hecho en agricultura -donde somos siempre país invitado-, así como en lo relativo a los mecanismos anticorrupción y de transparencia gubernamental. El hecho de nuestra pertinencia sin ser miembros -solo siendo miembros del Centro de Desarrollo- hace que la Argentina tenga algunas cuotas que pagar por participar en las reuniones. Pero además existen estudios que la Argentina pide, el último de los cuales fue sobre agricultura.

Como usted sabe, nosotros hemos pedido la admisión a la OCDE en 2016. La OCDE entró en un proceso de reflexión acerca de cuál es el futuro de esa organización y cómo será la composición de su membresía. Mientras terminan esa etapa de reflexión, nosotros decidimos que era oportuno comenzar a preparar relevamientos sectoriales e hicimos un plan de trabajo de Argentina frente a dicho organismo sobre cómo sería nuestra vinculación en cada uno de esos planos.

Este plan tiene ya dieciséis áreas de trabajo, parte de las cuales implica la realización de estudios, que son los que pueden figurar en la evaluación presupuestaria. Además, posiblemente presentemos otras seis áreas respecto de las cuales nos gustaría trabajar con la OCDE, en función de que ese organismo es el repositorio de las mejores prácticas en distintos sectores de la organización de un Estado.

En caso de que se abra nuestra admisión para el proceso negociador, ello nos encontraría ya en condiciones y con una mejor preparación como para que este proceso negociador tenga una duración más breve, que habitualmente insume entre dos y cinco años, dependiendo de aquellas cuestiones en las que el país deba adecuarse para estar comprendida en la normativa de las mejores prácticas.

Ahora, si les parece, pasaremos al tema sobre el que inclusive la señora diputada Carmen Polledo hizo una reflexión. Me refiero a nuestras relaciones con el Brasil.

Fuera de toda duda, Brasil es nuestro socio histórico y estratégico; posee, además, una economía y una geografía cinco veces más grande que la nuestra. Con este país siempre estamos vinculados, no solo por los lazos históricos que nos unen sino por la integración social, económica y productiva. A este respecto solamente deslizo el ejemplo de la industria automotriz y el sector de equipamientos para maquinarias y herramientas, es decir, actividades que nos vinculan estrechamente con el Brasil.

Frente a todas las situaciones que pueda vivir ese país, ya sean crisis puntuales de su economía o problemas institucionales, nosotros siempre estaremos deseando que le vaya bien, porque entendemos que en la medida en que a Brasil le vaya bien, también nos irá bien a nosotros.

Por lo tanto, lo que nosotros reconocemos -y lo hacemos sin valoraciones- es que los brasileños, luego de un proceso eleccionario que se dio en las últimas tres semanas, se han inclinado mayoritariamente por el candidato Jair Bolsonaro, con el 55.6 de por ciento de los votos en la segunda ronda electoral.

En esto no tiene entidad la valoración que yo pueda hacer respecto de si el presidente electo es más de derecha, menos de derecha, de ultraderecha o de cualquiera de las otras connotaciones que los medios de prensa le han atribuido, tanto a Jair Bolsonaro como a muchas de las declaraciones que se han dado en campaña.

Los países viven sus relaciones con otras naciones tal como ellas se conforman, y ayer los brasileños se expresaron masivamente en favor de Jair Bolsonaro, a quien han elegido como su presidente.

No es el canciller de la Argentina ni ninguna otra figura quien debe calificarlo, porque nosotros no somos comentaristas de los medios de comunicación ni periodistas televisivos. No puede atribuírseme la frase de si el candidato ganador es de centroderecha o de ultraderecha porque estas connotaciones tienen una relativísima arbitrariedad. Me refiero con esto a la posición ideológica de cada uno de nosotros.

Lo que deseamos es que Brasil sea un país en plena democracia, que pueda crecer y salir de este impasse económico que ha tenido a lo largo de los últimos dos o tres años. No tenemos dudas de que lo va a conseguir porque cuenta con los recursos y el capital humano necesarios. Espero que en esa progresión nosotros podamos acompañar.

Por otra parte, hay una cantidad de voces que hablan ahora de si Bolsonaro está a favor o no del Mercosur, o de si el doctor Paulo Guedes -que es un economista de mucha trayectoria dentro del Brasil y reconocido en los mercados internacionales- está a favor de la Argentina, del Mercosur, o si prefiere a Chile.

En este sentido, quiero que quede claro que en relaciones exteriores uno no va por las especulaciones que hacen los medios de prensa. Por lo tanto, nosotros tendremos que esperar el desarrollo, las designaciones y los lineamientos que Bolsonaro decida para su gobierno.

En su muy breve contacto con el presidente Macri en el período entre ambas elecciones y la conversación que mantuvieron anoche, ratificaron que para ambos -obviamente para el presidente Macri, pero sin duda también para Jair Bolsonaro- era importante tener un buen diálogo con la Argentina y con otros países del sur, tal como Paraguay o Chile, y que debemos trabajar en conjunto en beneficio de nuestros pueblos.

El Mercosur, como usted lo mencionó, es un acuerdo. Recuerde que yo soy parte del equipo negociador que a través de los acuerdos de integración entre la Argentina y Brasil de 1984 suscribió la base del Mercosur, e incluso llegué hasta los acuerdos de Ouro Preto que sentaron las bases en 1992 y 1994.

Debemos tener lucidez para este momento sin cambiar nuestro proceso de integración y viendo cuál es la mejor forma de llevar adelante nuestro proceso negociador. Las realidades son distintas desde el momento en que empezamos este trabajo, a fines de los 80 y comienzos de los 90.

Ya hice menciones específicas de cómo se ha alterado el mundo. Hace muy poco, en Montevideo hemos tenido una reunión de los países del Mercosur para tratar de encontrar las mejores vías para llevar adelante posiciones unificadas que nos permitan gran dinamismo frente a los distintos socios que se nos presentan como potenciales candidatos hacia proceso de integración con flexibilidad y preferencia arancelaria.

El mundo no es estático. Creo que el señor diputado Grandinetti mencionó que la globalización no es un fenómeno que existe en algún lugar en el que se entra o no, sino que vivimos en la globalización, en el mundo interconectado o globalizado que habían previsto grandes pensadores de la filosofía y sociología que decían que estábamos yendo hacia aquella aldea global. Hoy realmente la vivimos de esta manera, y nos levantamos a la mañana viendo guerras en directo, así como disputas comerciales.

El elemento tecnológico nos iguala. Cuando tuvimos la reunión de la Organización Mundial del Comercio estábamos haciendo los mandatos de Doha 1992. Sin embargo, la realidad había creado una gran cantidad de otros problemas o temas que debíamos tocar, como el comercio electrónico, por ejemplo; pero como no lo teníamos mandatado, no hablamos de criptomonedas. Hay una cantidad de factores que nos obliga a adecuarnos permanentemente.

En el proceso negociador Mercosur-Unión Europea los países miembros hemos hecho un esfuerzo y un trabajo extraordinario para unificar posiciones en una cantidad de temas, no solo en los temas puntuales de comercio y de acceso al mercado, de la situación de los productos agrícolas, sino todo un proceso de coordinación y de coincidencia para ver cómo vamos a tratar los servicios, la propiedad intelectual, los temas de reglas de origen y la convivencia con las identificaciones geográficas. Esto nos ha obligado a coincidir y a fijar un patrón que nos sirve en todo el proceso negociador.

Esto lo está haciendo el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en conjunto con el Ministerio de Producción y la Secretaría de Gobierno de Agroindustria. Dentro de las facultades que tiene el Poder Ejecutivo, cuando logremos consolidar este proceso negociador, ese resultado se transformará en los términos de un acuerdo que vendrá a la consideración parlamentaria. No debe entenderse que puede haber minimización del rol parlamentario. El diálogo que hemos mantenido sobre las negociaciones de la Unión Europea-Mercosur a lo largo de este último año durante la gestión de Susana Malcorra -y los equipos negociadores eran los mismos- lo hemos compartido muchas veces con distintos parlamentarios que participan de encuentros y que quieren saber hasta dónde hemos llegado y cómo está el proceso de negociación.

Volviendo al acuerdo que usted define como tal, que es la declaración conjunta del 13 de septiembre de 2016, ratifico que es simplemente una declaración conjunta. La biblioteca podrá decir lo que dicen en algunos sectores, pero es simplemente una declaración conjunta que refleja las coincidencias que tienen dos países para empezar a trabajar o llevar adelante diferentes temas. Los temas no son diferentes de los que componen el conjunto de la relación bilateral. Y por lo tanto, lo que está allí, que ha suscitado la declaración y que obviamente mereció la atención de la Cancillería y de otras autoridades del Poder Ejecutivo, no es un desconocimiento de la importancia o de la significación que tienen los diputados, sino simplemente el hecho de que eso es una hoja de ruta.

Nunca he visto que se haya cuestionado la hoja de ruta que tenemos con España, ni la hoja de ruta que tenemos con Francia, ni otras hojas de ruta que hemos hecho con países como Colombia o Chile.

¿Qué hacen las cancillerías? Dicen: tenemos que trabajar sobre esta cantidad de temas, y vamos trabajando a medida que ellos se van produciendo o van surgiendo. Esto incluye el tema de los vuelos.

Los vuelos no nacen del aire. Tenemos acuerdos alcanzados en la década del 90 que ya habían previsto la posibilidad de que surgiera un nuevo vuelo en el mismo formato en que se desarrolló el que hoy existe, desde un país del Mercosur, con escala en territorio argentino, con destino a las Islas Malvinas.

Esto es el proceso negociador o el intercambio que estamos llevando adelante con el Reino Unido. A nosotros nos interesa maximizar la vinculación entre quienes están en Islas Malvinas y quienes están en el territorio continental argentino.

Volviendo a aquello que el señor diputado Grandinetti señaló, tuvimos un período donde realmente había una gran interacción entre nosotros y quienes se encontraban en las islas en ese momento, que se traducía en la provisión de combustible, en la provisión de maestros, en que ellos vinieran a tratarse en temas de salud y sus hijos vinieran a nuestras escuelas, generando el vínculo que es necesario para crear la confianza y generar el proceso de negociación de los temas de soberanía.

Todas las declaraciones que se han hecho a lo largo de estos dos años probablemente tengan diferente fraseo, pero en todas está claro que nosotros, por un proceso negociador, reclamamos o reivindicamos la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Reclamamos que no haya actos unilaterales.

Esto se vincula con su mención sobre la militarización de las islas. Como viene ocurriendo en los últimos años, ahora la militarización de las islas abarca solamente a 1.200 efectivos. Salió de circulación el destructor que antes hacía patrullaje en las aguas que están en disputa. La dotación está compuesta por dos helicópteros y cuatro aviones, y la capacidad de defensa tiene que ver con que una vez por año -o dos- hacen pruebas de tiro de misiles de muy corto alcance.

Esto no quita que nosotros en cada una de estas ocasiones hagamos la protesta porque entendemos que esto no contribuye a crear confianza; de la misma manera que hacemos las protestas por todas las actividades que nosotros entendemos que son ilegales en el aprovechamiento de los recursos que están en la plataforma.

En la realidad, sabemos que desde hace varios años no hay explotaciones petrolíferas en la zona de las aguas en disputa. Esto obedece, en parte, a cómo es el mercado internacional del petróleo. Pero al mismo tiempo nosotros siempre hemos protestado, y este año se han enviado dos notas de desaliento -como nosotros las describimos- que tienen que ver con la posibilidad de que un banco británico pudiera financiar a una empresa que quería hacer exploración en la región, que declinaron finalmente de estar involucrados.

Es decir que la vigilancia para la protección de nuestros recursos -tal como disponen las dos leyes a las que usted se refirió- está vigente. Al mismo tiempo, debemos empezar a pensar cómo desarrollar los recursos que tenemos en nuestra plataforma continental, como los petroleros.

Usted mencionó como un hecho positivo de política exterior -a mi criterio, hay muchos más- el trabajo de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental, la COPLA. Realmente fue un gran logro, debidamente reconocido por las Naciones Unidas.

También el Reino Unido hizo su declaración sobre los límites de su plataforma y se atribuyó la zona que corresponde a las Islas Malvinas, así como lo hizo con muchas otras posesiones que todavía mantiene en distintos lugares fuera de las islas británicas.

Al respecto, las Naciones Unidas dejaron en claro que en determinado sector había una disputa de soberanía.

Entonces, los derechos argentinos de la titularidad de la reclamación de soberanía están incontestados desde 1833, pero consolidados particularmente en toda la faz multilateral.

Hemos tenido procesos negociadores bilaterales que arrojaron cierto nivel de resultados.

En cuanto a la pregunta que usted me formuló, no es que haya desaparecido la reclamación de soberanía. Lo que fue aguas abajo durante el conflicto de 1982 fue lo que habíamos acordado en aquel proceso negociador, no la reclamación de soberanía; es decir, ellos no se sienten vinculados por lo acordado hasta ese momento.

Creo haber respondido lo que se me consultó sobre Brasil respecto de cómo ven ellos el Mercosur y la relación con la Argentina.

En cuanto a la Unasur, quiero hacer una corrección: así como el memorándum no es un acuerdo, nosotros no nos hemos ido de la Unasur. En este momento la Unasur está sujeta a un proceso de reflexión, que parte del hecho de que los mismos presidentes que usted mencionó -Santos y Piñera-, que junto al presidente Uribe fueron activos actores dentro de la Unasur, consideraron que en esta última etapa la Unasur se había desvirtuado. No se hablaba ni de integración fronteriza, ni de integración energética, ni de mecanismos para hacer frente a las catástrofes naturales o a las emergencias de salud.

Siempre recuerdo la presentación que hizo en aquel momento el entonces candidato a la Presidencia de Brasil, Lula, muy al principio de los prolegómenos de la Unasur, cuando mostró en un mapa la interconectividad física -lo que también hizo después el ex presidente Chávez, que mostró cómo iba a ser el gasoducto que iría desde Caracas hasta Tierra del Fuego. Sin embargo, tenemos equis cantidad de años de trabajo y no se ha avanzado para nada en ese propósito.

Quizá hayamos hecho otra cantidad de declaraciones con cierto contenido, pero no se concretó el propósito fundamental de la Unasur. Esto llevó a que países que eran sede de la Unasur, como es el caso de Ecuador, ahora pidan que le devolvamos el edificio y se aparten un poco de los objetivos que tendría como finalidad la Unasur.

La próxima semana el coordinador argentino de la Unasur estará reunido en Montevideo con los demás colegas, excepto Colombia, ya que el propio presidente Santos anunció su apartamiento, y lo concretó luego el presidente Duque apenas asumió.

Nos reuniremos para evaluar cuál es el objetivo de tener un mecanismo regional como es la Unasur, para qué lo queremos, cuáles son los resultados, a qué aspiramos y cómo tomamos el proceso de decisión, porque lo que hemos vivido -y particularmente durante la presidencia argentina- es que la sola voluntad de un país paraliza todo el mecanismo, y ese no es el sentido de tener un organismo regional.

Luego discutamos cuál es el mejor tipo de autoridad que debiera tener la estructura de la Unasur. Cuando terminó el mandato del presidente Samper, se planteó que la autoridad no debía ser un jefe de Estado que hubiera terminado su mandato, ya que tendía a llevar su propia agenda.

No se pusieron de acuerdo en el perfil: unos querían una figura egregia, académica; otros querían un dirigente político, y otros querían un ex canciller. Entonces, es obvio que debemos continuar trabajando en ese sentido para definir cómo queremos llevar adelante la Unasur.

En cuanto a la Antártida, primero que nada, las frases que me atribuyen tienen que ver con que la Antártida es un objetivo de cooperación internacional de todos los países. Este es el sentido con que el Tratado Antártico fue suscrito en 1959, es decir que se persiguen objetivos de cooperación con usos pacíficos que permitan preservar este espacio de continente y de recursos naturales estratégicos para la supervivencia de la humanidad en términos de asegurar la morigeración del impacto climático.

Desde ese punto de vista, hay una tarea en conjunto de todos los países para defender el patrimonio antártico, y nosotros somos el primer país que hizo trabajos antárticos, siempre con un objetivo de cooperación científica.

Como ustedes saben, hemos hecho una iniciativa con Chile para encontrar un Área Marina Protegida en las aguas antárticas. Por su parte, desde el punto de vista de las reclamaciones de soberanía -que están congeladas por el Tratado Antártico-, el Reino Unido está superpuesto con la Argentina y Chile. Los británicos ofrecieron compartir algunas experiencias y trabajos que han desarrollado sus científicos en el Área Marina Protegida en la zona antártica. El Reino Unido ha declarado como un área protegida la zona de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y la Argentina ha protestado porque tenemos la declaración del Área Marina Protegida del Namuncurá-Banco Burdwood. Nosotros vamos a declarar el Área Marina Protegida Burdwood II -en consideración parlamentaria-, pero los británicos lo van a objetar. Esto forma parte de este proceso de negociaciones y diferencias con el Reino Unido respecto de temas de soberanía.

Repito que para nosotros la Antártida es un espacio de cooperación científica. La Argentina tiene un expertise desarrollado alrededor de las 13 bases -que algunas veces están todas activas y a veces no, por dificultades presupuestarias-, y todos los años llevamos adelante la campaña antártica cooperando con científicos. De esa forma, en nuestro buque antártico Almirante Irízar suben científicos de otros países, así como lo hacen esos países con los nuestros. Entendemos que esto forma parte de esa tarea.

En materia de pesca, en función de lo que fue tratado en el comunicado, en lo único que se ha avanzado es en que, después de muchos años en que no se reunía el Subcomité Científico de la Comisión de Pesca, hemos hecho una reunión en mayo de este año y está prevista una nueva. La presencia de representantes o figuras que provienen de las islas proviene de un grupo del Reino Unido. El Reino Unido se sienta con nosotros, y es el Estado con quien mantenemos la disputa de soberanía; ellos ponen en su elenco a gente que proviene de las islas. Para esta negociación en el Subcomité Científico de la Comisión de Pesca hemos invitado a que participaran representantes de nuestra provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Veremos en breve si esta participación se concreta.

¿Cuál es el sentido de este diálogo con el Reino Unido? La conservación de las especies de las aguas del Atlántico Sur, incluyendo la preservación de los recursos que están en la zona de aguas en disputa.

Intercambiamos información técnica sobre especies que ambas partes identificamos como de interés para preservar la continuidad del recurso.

Esta idea de que los vuelos pudieran servir solo para llevar personal de las plataformas petroleras o de los buques que trabajan en las zonas de aguas en disputa y en las aguas circundantes, creo que realmente no es así porque no hay plataformas petroleras trabajando en la zona. Los marineros o las tripulaciones que se mueven lo hacen de una manera diferente, y a veces son evacuados por razones de salud por los vuelos humanitarios, a quienes informan sobre tal situación.

SR. GRANDINETTI ¿Desde el continente a la isla directamente?

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Nosotros siempre propusimos tener vuelos directos desde territorio argentino, es decir, sin provenir de un país del Mercosur. Pero ellos dicen: "Hasta donde nosotros hemos llegado, aceptamos que haya un vuelo desde un tercer país -que es del Mercosur- con escala en territorio continental argentino y dirigiéndose a Malvinas".

Esto requiere, como en el proceso negociador, del consentimiento de ambas partes. A nosotros nos parece que el surgimiento de un vuelo que además nos vincule con una ciudad o un punto en nuestro territorio continental y que ofrezca una mayor versatilidad desde el punto de vista de la conectividad, tenderá a generar una actitud de menor prevención que permitirá avanzar con el vuelo directo desde territorio argentino.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Pasamos a otra ronda de preguntas. Pido a los señores diputados que formulen preguntas más certeras.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Perdón, me quedó sin responder la pregunta del señor diputado Echegaray respecto de cómo estamos con el avance de los trabajos de reconocimiento de los soldados fallecidos. Como ustedes saben, llegamos a un entendimiento con el Reino Unido, con asistencia de la Cruz Roja Internacional, para poder identificar los restos de 121 tumbas.

Señor diputado Echegaray: respecto de su pregunta sobre aquellas tumbas que llevaban la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios", puedo decirle que ese entendimiento permitió la identificación de 101 cuerpos.

Esto fue posible, en parte, gracias a la voluntad de recabar datos de filiación a partir de investigaciones forenses. Esas tareas posibilitaron la identificación de esos 101 casos, mientras que en relación con los otros elementos de que se dispone existe una relativa atenuación porque se trata de parientes no tan directos de los soldados fallecidos. No obstante, ese trabajo continúa.

Inclusive ahora estamos analizando el esclarecimiento de casos de algunas tumbas que tenían más de un cuerpo. Esta es una tarea que tenemos por delante.

Por otra parte, usted dejó planteadas otras dos cuestiones. Una de ellas es la relativa al dragado del río Uruguay. Entiendo que era eso a lo que estaba haciendo referencia.

Como usted sabe, la Comisión Administradora del Río Uruguay ha hecho un trabajo de dragado muy importante para dar accesibilidad y mantener fluida la salida de carga y, sobre todo, de exportaciones. Esto significa un abaratamiento de costos si se usa la vía fluvial de puertos como el de Concepción del Uruguay o aguas abajo. Se trata de un tema en el cual no solo la Comisión Administradora del Río Uruguay, los propios uruguayos y nosotros a través de la provincia de Entre Ríos tenemos un interés preminente. En este sentido, la CARU cumplió con su tarea, la finalizó y ahora estamos llevando a cabo las tareas de balizamiento.

Sin duda, tanto el dragado del río Uruguay como el de los accesos al puerto de Buenos Aires y a la Hidrovía Paraná-Paraguay son sumamente importantes para la salida de las exportaciones argentinas. En eso está el trabajo permanente que hacen tanto la CARU como la Comisión Administradora del Río de La Plata y la propia Hidrovía, si bien se discute siempre cómo son los contratos. Pero el objetivo que le corresponde a la Cancillería es decir: "Señores: esto nosotros lo necesitamos en pleno funcionamiento".

Se habló sobre el sostenimiento del culto. Es muy importante que recordemos que la ayuda del Estado nacional no solamente está en el marco de la jerarquía eclesiástica -arzobispos titulares, arzobispos auxiliares y eméritos- sino también en los dos administradores diocesanos y los seminaristas, que reciben un emolumento muy modesto; por ejemplo, el que reciben los seminaristas no supera los 4.000 pesos por mes. Además, se sostiene a todos los titulares de las parroquias de fronteras, si bien no están todas ubicadas técnicamente en fronteras sino que se trata de todas aquellas que se encuentran en lugares con carencias que impiden que la propia feligresía sostenga los gastos de la parroquia.

Por inquietud de la Iglesia, estamos considerando otro mecanismo o modus operandi para el sostenimiento del culto, pero esto no tiene nada que ver con el sostenimiento que hace el Estado nacional a la educación, de lo cual el 30 por ciento va a las escuelas que son sostenidas por la parte privada, de las cuales no todas son escuelas católicas. Dentro de ese 30 por ciento de educación privada está el conjunto de colegios de entidades, organizaciones civiles y particulares, pero también están las del culto católico, que todos referimos usualmente como escuelas parroquiales. También hay escuelas que sostienen el culto evangélico y las de las comunidades judía y musulmana. Todas ellas reciben la asistencia y el apoyo del Estado, pero no por catolicismo sino porque sostenemos la educación pública. Por lo tanto, no tiene que ver con el sostenimiento del culto.

Respecto de la pregunta puntual sobre cómo llevar adelante esta asignación que describieron como "sueldos", estamos analizando alternativas en conjunto con la Conferencia Episcopal.

SR. CARMONA Faltó el comentario sobre Estados Unidos, señor ministro.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Usted sabe que históricamente los argentinos hemos tenido distintas visiones sobre las relaciones con los Estados Unidos. Creo que provienen de una historia donde en algún momento -que fue circa 1910, o sea, más de 110 años atrás- nosotros teníamos indicadores que nos hacían equiparables a las vivencias que tenía Estados Unidos, pero solo en materia de distribución de ingreso y acumulación de capital que tenía nuestra sociedad.

Este fin de semana leí unas memorias ficcionadas sobre cómo Perón veía su relación con los Estados Unidos. Él estaba muy preocupado por generar un buen diálogo tanto con los Estados Unidos como con la Iglesia Católica. Este tema siempre ha estado presente en el accionar de la política exterior de nuestro país.

Desde que el presidente Macri ha llegado al gobierno, tenemos una relación positiva con los Estados Unidos en el sentido de que planteamos nuestros problemas. Por ejemplo, hemos planteado que estábamos fuera del SGP -Sistema Generalizado de Preferencias-, y después de un tiempo hemos logrado ingresar, lo cual implica el acceso con arancel beneficiado o cero para 500 productos que provienen de la economía argentina, muchos de ellos de economías regionales.

Asimismo, hemos logrado incluir el ingreso de cítricos, y continuamos la discusión sobre carnes vacunas, y exportación e importación de carnes de cerdo. Tenemos el hecho importante de haber sido excluidos de la sobretasa arancelaria que se le aplicó al acero y al aluminio, teniendo en claro que no somos el principal impactador de ese mercado, pero sin duda el gesto fue un reconocimiento a los esfuerzos que la Argentina hace para ordenar su economía y llevar adelante reformas estructurales.

Hemos intercambiado muchísimas visiones. Dentro del Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos ha sido un sostenedor importante del préstamo que recibió Argentina, como también lo fueron Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España.

Creo que estas son las relaciones que nosotros tenemos con los Estados Unidos. En el marco de esas relaciones existen acuerdos interinstitucionales, como el realizado por la provincia del Neuquén -que usted mencionó- o el que tiene el Ministerio de Seguridad en algunos sectores para capacitación; la posibilidad de haber quedado inscriptos en un programa que ofrece material de rezago, que ellos tienen a precios convenientes y que para nosotros todavía podría tener algún tipo de utilidad, como son vehículos o lanchas, pero en la medida de nuestras posibilidades.

Yo definiría que las relaciones con Estados Unidos son relaciones racionales con una de las principales economías y potencias mundiales. Yo creo que la Argentina, por la entidad que tiene, no debe explicar o justificar que dialoga con todos; lo hacemos con China y con Estados Unidos, así como también con Rusia y con la Unión Europea, y cada uno de ellos tiene una diferente visión o percepción.

Eso responde a la necesidad que tiene Argentina de poner sus productos en la Unión Europea, poder llegar al mercado americano y mantener relaciones de diálogo con esta economía, que es una de las economías principales y uno de los sectores claves a nivel internacional. Esta es la razón por la cual tenemos relaciones racionales con los Estados Unidos.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Continuamos con las preguntas. A continuación harán uso de la palabra los señores diputados Amadeo, Pérez y Suárez Lastra.

SR. AMADEO Señor canciller: gracias por estar con nosotros, gracias por las respuestas tan densas que nos ha dado hasta este momento.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Me mató. (Risas.)

SR. AMADEO Me refiero a respuestas densas en contenido, es decir, ricas.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Aclaro que además el señor diputado Amadeo es mi vecino, así que no hay problema. (Risas.)

SR. AMADEO Tómelo por el buen lado, canciller. Hablo de respuestas densas porque están llenas de conocimiento, profesionalismo y experiencia.

Quiero manifestarle mi entusiasta acompañamiento para la estrategia de nuestro gobierno en el tema Malvinas porque creo que -como lo demostró durante todo el período pre conflicto bélico- dialogar y cooperar es el mejor camino para la soberanía. Con respecto a este tema, quisiera pedirle que nos informe acerca de la presentación realizada por el Poder Ejecutivo nacional ante la Corte Internacional de Justicia en la opinión consultiva sobre las consecuencias jurídicas de la separación del archipiélago de Chagos en las Islas Mauricio, que a nuestro modesto entender significa un enorme avance respecto de la estrategia con Naciones Unidas.

Cambiando de tema y viniendo a América Latina, nuestro bloque se ha pronunciado reiteradamente acerca de los horrores en materia de derechos humanos que sufren nuestros hermanos venezolanos, a los cuales se agregan -en estos últimos tiempos- los problemas similares que están sufriendo los ciudadanos de Nicaragua. Impacta mucho ver la cantidad de muertos, heridos y violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Nicaragua. Esto claramente tiene implicancias en lo regional, porque los organismos regionales están reaccionando. Entonces, además de preguntarle cuál es la actitud que está tomando nuestro gobierno, le quiero preguntar si nuestro gobierno se siente satisfecho con la dinámica regional que está habiendo con respecto a Venezuela y, ahora, a Nicaragua.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Voy a contestar al diputado Amadeo antes de escuchar las siguientes preguntas para hacer un poco más dinámico este debate.

El caso del archipiélago de Chagos es realmente importante en la consolidación de nuestro reclamo de derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, porque la desmembración de Chagos tiene muchas similitudes con el caso de Argentina.

Esto llevó a que nuestra Consejería Legal -está aquí nuestro consejero legal- presente en la Corte Internacional de La Haya un trabajo acerca de la perspectiva que tenía Argentina sobre lo que pasaba en Chagos. En ese trabajo tratamos de abonar el tema de la integridad territorial, que nos parece el argumento fundamental.

Como ustedes saben, la decisión de que se presentaran este tipo de opiniones consultivas sobre Chagos surgió de una decisión adoptada en el ámbito de Naciones Unidas. Argentina fue patrocinante de esta medida. Por lo tanto, habiéndose adoptado esta decisión -que sabemos que no fue del agrado del Reino Unido-, nosotros preparamos nuestro trabajo, que fue presentado. Inclusive, ya se discutió. Hace unas semanas, cada uno de los países que presentaron su propia opinión consultiva estuvieron defendiendo las razones de la posición tomada por el país y habrá una expresión final del tribunal internacional de La Haya. Pero, digamos, abona la idea de que la Argentina, más allá de llevar adelante todo el proceso negociador bilateral, no cede, no retrotrae, no cambia su posición de defensa de los títulos de soberanía que la respaldan para reclamar las Islas Malvinas.

En cuanto a lo que ocurre en Nicaragua y en Venezuela -sobre todo, en Venezuela-, para nosotros es realmente una tragedia. Muchos de quienes hoy están aquí saben lo que Venezuela significó para nosotros en los años 70 y 80, en épocas de la dictadura militar, y el refugio que fue para muchísimos argentinos.

El hecho de que Venezuela hoy tenga una crisis completa de su sistema democrático -pues no se reconocen las libertades primarias, las libertades civiles, las libertades políticas- y una emergencia económica, social y sanitaria que no hizo más que acentuarse en los últimos tres años, se ha traducido en una crisis migratoria de gran impacto para toda la región. Nosotros tenemos alrededor de 130 mil venezolanos reconocidos como tales, de los cuales más de 95 mil ya tienen su situación legalizada como residentes transitorios y otros están en ese proceso; y sabemos que, además, también hay otro grupo de venezolanos en nuestro país.

Esta inmigración, de alguna manera, fue absorbida por todo el conjunto de la sociedad argentina de manera positiva.

Ahora bien; hay países, como Colombia, que tienen en su territorio prácticamente 2 millones de venezolanos, y otros, como Panamá, que se vieron obligados a instalar un mecanismo de visas ya que, para el nivel poblacional de Panamá, recibir a 150 mil migrantes o refugiados venezolanos en su territorio tuvo un impacto extraordinario.

La respuesta de los organismos regionales no fue todo lo positiva que hubiéramos deseado. En la OEA no hemos logrado los avances que buscábamos, ya que hay un mecanismo de voto y de forjamiento del consenso que ha sido complicado. Eso fue lo que, de alguna manera, generó el surgimiento del Grupo de Lima. Este grupo no aplica sanciones sino que solo intenta coordinar las distintas cuestiones para responder al desafío que plantea Venezuela. La Argentina, junto con otros países del Grupo de Lima -por no decir "todos"-, considera que la forma de resolver la situación que vive Venezuela debe surgir de los propios venezolanos.

Es particularmente importante que las fuerzas políticas que actúan como oposición al régimen de Maduro puedan lograr una unidad de sus objetivos y formular una propuesta. Esto lo hemos recomendado en varias reuniones en las que los países del Grupo de Lima hemos podido dialogar con los dirigentes de la oposición venezolana.

Hemos recomendado la experiencia desarrollada por Chile en la concertación para tratar de consolidar una respuesta unívoca que dé esperanza a los venezolanos. Es importante que los venezolanos puedan conocer lo que les propone Maduro y también lo que les propone la oposición y que decidan a través de un mecanismo eleccionario, que hoy en día está muy controlado por las autoridades y por el Supremo Tribunal Electoral, que vigila y determina las condiciones de juego en el proceso eleccionario de manera completamente desfavorable a las fuerzas de la oposición.

Solemos decir que las fuerzas de la oposición deben unirse, pero siempre les recuerdo a todos mis colegas en el Grupo de Lima que es muy fácil decir esto cuando estamos sentados a este tipo de mesa. Es mucho más difícil decirlo y hacerlo cuando se está en la oposición y se vive bajo una persecución que ha terminado con un concejal de la oposición tirado desde el techo de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.

Sería deseable poder hacer una proyección de lo que uno desearía para el pueblo de Venezuela, pero no es fácil hacerlo. Sabemos que los venezolanos merecen un destino mucho mejor por todo lo que le dieron a los países de la región. El proceso de reconstrucción de Venezuela en una era pos-Maduro será un gran desafío.

Más de 15 mil empresas dejaron de trabajar en Venezuela. Faltan trabajo, recursos y elementos. Ustedes han visto que en el marco del proceso migratorio ha venido una cantidad inmensa de técnicos provenientes de la industria petrolera y de actividades conexas, quienes rápidamente han encontrado una posibilidad de trabajo en las áreas de exploración y desarrollo de la Patagonia, particularmente en Vaca Muerta, lo que representa un aporte positivo.

Por otra parte, desde mayo vivimos la crisis nicaragüense, que es trágica. El partido radical argentino, y el presidente Alfonsín en particular, se involucró sustancialmente en la lucha para la democracia de Nicaragua en los años 80. Hoy vemos que esta herencia de una lucha por la democracia es alterada por este mecanismo de perpetuación que no reconoce negociación ni diálogo. A pesar de que dentro de la OEA hemos creado un grupo de trabajo para esta temática, no se producen resultados porque el gobierno de Daniel Ortega no se sienta a dialogar, con el agravante de que además se ha generado un clima de tensión por los reclamos sociales, atacando al sector universitario y a la juventud. Algunos dicen que están cobijados por distintos sectores, pero realmente la juventud siempre ha sido un aporte. Además, ha habido confrontaciones con la Iglesia, pegándole al nuncio apostólico, al arzobispo de Managua, algo para nada bueno.

No debemos cejar en la búsqueda de una solución pacífica, de apertura y de proceso eleccionario en Nicaragua.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor diputado Martín Pérez.

SR. PÉREZ (M.A.) Señor ministro: estamos en sintonía con la continuidad que le ha dado la Cancillería al caso Chagos. De hecho, para nuestro bloque es un honor contar hoy con la presencia de la ex embajadora ante el Reino Unido, Alicia Castro, una de las impulsoras de este tema, quien de hecho tomó contacto con los demandantes chagosianos. Me parece claramente positivo que se haya dado una continuidad en esa política de Estado.

Algo que no es tan positivo son algunas cuestiones relacionadas con su viaje de la semana pasada a Londres. En algunos medios de comunicación -y queremos corroborar si esto es así- hemos leído algunas palabras suyas en el sentido de que "lo importante es que ellos sientan, como lo dice nuestra Constitución en el agregado en su artículo 1°..." -supongo que se refiere a la Disposición Transitoria Primera, cuyo fin último es y será la recuperación del ejercicio pleno de nuestra soberanía- "...que tenemos que respetar la vida de ellos, pero generar un vínculo como dos pueblos, como una Nación que estamos en el Atlántico Sur."

Si el canciller de nuestro país habla de "dos pueblos", como diputado de este bloque, y fundamentalmente como diputado por Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, manifiesto que esto no es así. Además, es muy grave si efectivamente esto fue expresado de esta manera, porque desde el punto de vista jurídico el concepto de "pueblo" es el fundamento que se utiliza para el derecho a su libre determinación. Todos sabemos que en Malvinas no hay un pueblo separado y sujeto a la libre determinación, sino que estamos hablando de una población de origen británico implantada en un territorio en disputa que nos corresponde, y que los allí nacidos son considerados como argentinos para nuestro derecho. La Argentina no es como Bolivia, que está compuesta por distintos pueblos, sino que somos una Nación y un pueblo: el pueblo argentino.

Por eso le pregunto si efectivamente esas fueron sus palabras textuales, ya que esto reportaría un doble problema: si fue un error, evidentemente deberá replantearse si está preparado para el cargo -se lo digo con muchísimo respeto-, y si fue adrede, es que está respondiendo a otros intereses.

Entonces, quiero preguntarle si efectivamente esto es cierto.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PÉREZ (M.A.) No se enojen, no se pongan nerviosos. Estamos preguntando. Déjennos preguntar, ya que hace dos años y medio que estamos esperando la visita del canciller.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. PÉREZ (M.A.) No se pongan nerviosos. ¡Hemos escuchado cada cosa en esta comisión!

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por favor, diputado Pérez, continúe con las preguntas.

SR. PÉREZ (M.A.) Por eso, señor canciller, quiero saber si son reales estos dichos, es decir, si lo que difundieron esos medios de comunicación es efectivamente lo que usted dice. En todo caso, queremos que ratifique o rectifique esta situación, y supongo que me lo contestará en el momento oportuno.

Por otra parte, tenía algo anotado respecto del acuerdo Foradori-Duncan, pero usted ya ha mencionado su posición. Nosotros entendemos que esto tiene alcance de acuerdo. De hecho, si -como dice usted- fuese parte de una hoja de ruta para el derecho internacional público, entendemos que es un acuerdo y esto genera derechos y obligaciones.

Usted ya respondió la pregunta puntual que yo quería formularle, que es si este acuerdo o este tratado efectivamente iba a enviarse al Congreso para que pudiera ser discutido en este ámbito.

También quisiera preguntarle, porque es algo que a los fueguinos particularmente nos preocupa muchísimo, sobre el tema de la explotación ilegal de petróleo en Malvinas.

En marzo de este año usted asistió al Senado de la Nación, y en esa oportunidad el senador Fuentes le consultó sobre la explotación ilegal de hidrocarburos. En esa reunión usted mencionó que todo tipo de explotación petrolífera en la zona es prácticamente no rentable desde todo punto de vista, con un precio de 60 o 70 dólares el barril. Sin embargo, la empresa Rockhopper ha avanzado sostenidamente en la exploración y el desarrollo de un plan de negocios en la zona. De hecho, su CEO, Sam Moody, presentó un informe sobre la evolución de las gestiones de la empresa; descubrió y certificó la presencia de un mínimo de 500 millones de barriles y un máximo de 900 millones de barriles. Además, están gestionando un crédito por 1.500 millones de dólares. Esta empresa, junto con Premier Oil, pretende comenzar el desarrollo del proyecto a partir de ahora, a fines de este año o a principios de 2019.

Usted sabe, porque lo mencionó recién, que existen dos normas que regulan esta materia. Me refiero a la ley 26.659 y su modificatoria, 26.915, que establecen penas o sanciones a la explotación y exploración ilegal de recursos. También hay una causa que tramita en el juzgado federal sito en la ciudad de Río Grande en la que se ha avanzado concretamente. En otras palabras, allí un juez de la Nación ha avanzado en la aplicación de sanciones económicas a las empresas que operan ilegalmente.

Por eso quiero saber qué acciones concretas viene impulsando el gobierno argentino para avanzar en esa investigación judicial. Además, quisiera que nos informen acerca de las acciones concretas que pretenden llevar a cabo con respecto a la exploración y explotación ilegal de nuestros hidrocarburos.

También quiero consultarle algo que todavía no se mencionó acá pero que considero relevante. Me refiero a algunas declaraciones que ha hecho vía Twitter el embajador Kent, este diplomático británico que es bastante histriónico y que suele discutir mucho en esa red social.

Él ha manifestado algunas cosas que parecen banales cuando uno las menciona al pasar pero que en verdad son realmente preocupantes. Ese funcionario ha mencionado en varias oportunidades, textualmente, que la disputa de soberanía en el Atlántico Sur en torno a Malvinas "se encuentra resuelta".

En ese sentido, puedo leerle algunos comentarios muy breves realizados el 24 de agosto de 2017, que dicen: "Sí, el asunto está resuelto". Luego le habla a un tal Roger y le dice nuevamente, el 18 de enero de 2018: "El asunto está resuelto". Vuelve a decirlo el 29 de enero de 2018: "El asunto está efectivamente resuelto", obviamente haciendo mención al tema de soberanía y demás.

Consideramos que los tuits de esta persona son claramente ofensivos y provocativos. Por lo tanto, nos gustaría saber qué acciones diplomáticas concretas se han llevado adelante ante este tipo de provocaciones a las que nos tiene acostumbrados el embajador británico.

El artículo 58 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1967 habla de las disposiciones generales relativas a las inmunidades. Le hago la referencia porque sería bueno que la revise, porque en su artículo 43 hace mención a la inmunidad de jurisdicción y habla puntualmente de la inmunidad a cónsules honorarios. Desde este bloque, nos parece importante gestionar o avanzar puntualmente en la cesantía de aquellas personas nominadas que no se encuentran autorizadas por este Congreso para ser cónsules honorarios.

Por último, quiero que me ratifique o rectifique que cuando estuvo en Gran Bretaña mencionó que la salida del Brexit podría generar una oportunidad para la Argentina en torno a la disputa de soberanía de las islas Malvinas.

SR. PRESIDENTE SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra la señora diputada Ferreyra.

SRA. FERREYRA Seré breve, señora presidenta, más allá de ser la única diputada de mi bloque que hará uso de la palabra.

Primero, como diputada por Corrientes quiero agradecer al canciller el hecho de haber tomado el tema de la isla Apipé. Estaba leyendo los informes de Cancillería, y le quiero preguntar sobre la última reunión de ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur, donde tengo entendido que usted hizo un planteo formal al canciller del Paraguay, además de tener reuniones con los responsables de Prefectura y embajadores. Sin duda, celebro esto porque le comentaba a la presidenta de esta comisión que para Corrientes esta es una causa muy firme, porque son 2.500 correntinos que viven en una situación particular. Ellos no hablan de territorio insular sino de "isla seca".

Yo pedí a la presidenta de la comisión que vinieran a exponer por los matices que eso tiene en el contexto de los acuerdos internacionales con la hermana República del Paraguay. También solicité que vinieran el senador Noel Brear -de la Unión Cívica Radical- y el doctor Meixner -profesor en Derecho Internacional-, porque hay una serie de implicancias en estas gestiones.

Le quiero preguntar, señor canciller, si dentro de las conversaciones hay algún compromiso de que en lo inmediato no se vayan a suceder agresiones como las que se vivieron por parte de la Prefectura paraguaya.

Me queda claro todo lo que dijo. Saludo y celebro su colaboración en la obra de teatro Campo Minado. Yo vi la película. Hay algunos -sobre todo, ex combatientes- a quienes respeto; muchos son de mi provincia, una de las que más puso el pecho en la guerra de Malvinas. Algunos creen que se trata de una entrega de soberanía de Malvinas.

Yo creo que es una película muy lúcida, muy inteligente, es un alegato por la paz. A quienes no la vieron, se las recomiendo. Uno cree que es como esas películas tradicionales de Malvinas pero no es así. Es realmente impactante, porque no solo cuenta el sufrimiento de nuestros soldados -que ya lo conocíamos- sino también el sufrimiento de los soldados ingleses frente al dilema de la muerte. Es muy fuerte escuchar al Lou Armour, el personaje central, contando la decisión que debió tomar en ese momento de muerte. A mí me parece que incluso es una reivindicación fuerte, porque habla de cuando tuvieron que matar a los heridos para no llevárselos.

Por el contrario, creo que es una reivindicación muy inteligente y que la cultura nos puede permitir integraciones que a veces no logramos por otras vías, porque tengo entendido que esta obra también se expuso en el Reino Unido.

Por otro lado, el jefe de Gabinete nos dio un informe sobre el armamento en Malvinas. En el informe 111 que envió al Senado menciona el armamento que hay en Malvinas, además de los 1.200 hombres que usted decía. Menciona lo siguiente: sistema de radares, los misiles tierra-aire, el patrullero oceánico, el buque tanque logístico, el buque polar, el escuadrón de aviones caza -son varios, cuatro-, dos helicópteros de carga pesada, una unidad de reabastecimiento de combustible en vuelo, un avión de transporte aéreo táctico y están comprando nueva tecnología, especialmente software militar.

Es más. Lo que más me preocupa es que el secretario de Defensa británico, Gavin Williamson, justificó el reemplazo del equipamiento misilístico en vista de la intensificación de las amenazas que los argentinos generamos sobre Malvinas. Yo creo que además de ser un armamento excesivo -pues no hay forma de poder convalidarlo-, las razones que ellos utilizan e invocan para poder rearmarse son gravísimas; es como pensar que nosotros estamos por ir a otra aventura bélica militar.

Yo leí los comunicados de protesta de la Cancillería y también vi el reclamo del presidente, sobre todo por las pruebas de misiles que se están haciendo, que -por la información que tengo- no serían de tan corto alcance.

Con relación a este tema tengo una preocupación, porque su presencia en el Reino Unido, en el contexto de la realización de esos ejercicios y con un pronunciamiento tan claro del presidente, se puede entender como una desautorización. Si la memoria no me falla, esos ejercicios militares en Malvinas eran del 15 al 29 de octubre, de manera que estarían terminando hoy. Se lo digo mirándola desde otro lugar, en un momento donde se están desarrollando acciones que tienen carácter no solo defensivo sino prácticamente bélico. En eso, me parece que no basta con serlo sino que hay que parecerlo y hay que sobreactuar posiciones, porque lo que está en juego no es solo la soberanía de Malvinas sino también la paz y la desnuclearización de la zona del Atlántico Sur.

En relación con ese tema, señor canciller, quiero decirle que no comparto que haya estado como canciller en el medio de la realización de esos ejercicios. No me pareció adecuado.

También me quiero referir a un tema que ya todos han comentado aquí, que es la presencia de los isleños, de los kelpers y la vinculación de su bienestar con el accionar legal argentino. Yo creo que es inadmisible que ellos puedan estar sentados en las negociaciones, por lo menos hasta que logremos que los representantes de la provincia argentina a la que pertenecen las Malvinas estén sentados en la misma situación.

De lo contrario, ahí es donde se va dando esta situación que comentaba el señor diputado Grandinetti: nosotros levantamos los obstáculos y no se ve ningún beneficio ni avance del lado de ellos en relación con incorporar parte de nuestros reclamos.

Creo que la Argentina no se puede volver a sentar en relaciones bilaterales en las que haya una delegación de isleños si no está debidamente representada la provincia a la que pertenecen las islas Malvinas.

Otra cuestión que me preocupa es que en este momento la Embajada Británica está promoviendo becas -no quiero dar el nombre porque se utiliza una nomenclatura pirata- y se están anotando jóvenes argentinos para ir a las islas. Yo saludo y celebro que se pueda dar el intercambio; me parece auspicioso. Lo que no me parece auspicioso es que la Embajada Británica se tome el atrevimiento de convocar a la entrega de esas becas sin el acuerdo de la Cancillería. En este sentido, quería preguntarle si la Cancillería está en conocimiento de esta situación y si es parte de algún convenio de reciprocidad o de intercambio.

En el año 2015 se intentó hacer un intercambio de becas -que creo que es saludable- y los kelpers se negaron por completo a venir al continente; había varias universidades, como la de Córdoba y la de Buenos Aires, que se habían ofrecido.

Hay chicos de la Universidad de Rosario, de la Universidad del Salvador, de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad Di Tella y del Instituto Salesiano de Estudios Superiores que han sido convocados por la Embajada Británica en el país. Me gustaría saber si hay un convenio, porque lo grave es que se haga campaña sin que haya acuerdos de reciprocidad que nos permitan avanzar en nuestras posiciones.

En cuanto a Brasil, es una situación que nos duele. No hubo una elección democrática. El comunicado de la Cancillería dice: "Las elecciones del día de la fecha demuestran una vez más la fortaleza de las instituciones democráticas brasileñas".

Brasil viene de sufrir un golpe de Estado institucional contra Dilma Rousseff por un acto administrativo menor que acá realizan todos los días los presidentes y jefes de Gabinete, desde Menem en adelante. Me parece que actos como los que ella realizó son de estilo, son autorizaciones presupuestarias de reasignaciones de gastos. Mientras tanto, el principal candidato opositor, Lula, quien tenía la mayor intención de voto, estaba preso. Entonces, las elecciones no fueron ni legítimas ni legales; hubo fraude.

Me parece que no se puede hablar de la fortaleza de las instituciones democráticas brasileñas. Por situaciones que para mí son mucho menos cuestionables, se ponen en duda algunos procesos electorales, por ejemplo, el de la República de Venezuela, diciendo que no se cumple con los estándares internacionales de un proceso justo, libre y transparente.

En Brasil tampoco pasó eso, y esto con el agravante de que el probable ministro de Economía de Bolsonaro salió a decir que va a "freezar" el Mercosur, que el Mercosur es una prisión cognitiva que le impide comerciar unilateralmente a Brasil con otras regiones y que, si bien no va a romper las relaciones comerciales, tampoco les va a dar prioridad.

Estamos avalando un gobierno surgido de una ilegalidad sobre proscripciones judiciales gravísimas y que, encima, pone en duda el Mercosur.

Me parece que emitimos un comunicado con mucha algarabía para algo que no lo merece tanto. Muchas gracias, señor canciller.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra la señora diputada Garré.

SRA. GARRÉ Señor canciller: en primer lugar, y muy brevemente -dado que todos ya se han referido a este tema-, quiero hacer una pregunta muy concreta sobre esto que nosotros llamamos el "acuerdo" Foradori-Duncan y usted llama "declaración", "hoja de ruta", en fin, términos que le bajan la entidad jurídica al instrumento.

De todas maneras, ese instrumento -que nosotros entendemos que es un acuerdo- refiere a remover los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable, incluso el comercio, la pesca, la navegación y los hidrocarburos.

Estamos hablando de cosas que le interesan a los isleños y al Reino Unido, ¿pero qué cosas están previstas en este texto que nos interesen a nosotros y nos permitan remover los obstáculos que impiden que empecemos de una vez por todas -después de tantos años y a pesar de las resoluciones de Naciones Unidas- las negociaciones sobre nuestra soberanía y que el Reino Unido se siente a hablar de eso?

Esto es absolutamente unilateral. No hay previsiones sobre cuáles son nuestros intereses y tampoco sabemos cuáles son las estrategias que tiene prevista su cartera para procurar sentar a la mesa de negociaciones a sus pares británicos a efectos de negociar la soberanía de las islas.

El segundo tema sobre el cual le quiero preguntar es el referido al extraño acuerdo con el estado de Georgia; en realidad no es tan extraño, porque hay 71 países que han firmado con diversos estados de Estados Unidos. A nosotros nos tocó con Georgia, pero en realidad este es un programa de colaboración estatal del Departamento de Defensa, es decir que es un acuerdo sobre temas de seguridad y cooperación, de capacitación, de ejercicios conjuntos, etcétera, entre nuestro país y el Departamento de Defensa, es decir, con el Pentágono y el Comando Sur. Esta fue una estrategia por la cual se empezó con acuerdos con los estados de Estados Unidos -valga la redundancia-, cuando después de la caída del Muro de Berlín los Estados Unidos pretendió acercar posiciones con fuerzas armadas con los países que habían formado la Unión Soviética. Entonces, para que fuera más suave la presentación de este tipo de acuerdos militares y de seguridad, se lo hizo través de los estados, pero todo este programa y este sistema depende del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Además, el Ministerio de Defensa argentino acepta que en diciembre de 2016 firmó la participación en este Programa de Colaboración Estatal del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, y hay además un informe detallado de la Government Accountability Office -GAO- que explica muy detalladamente cuáles son las obligaciones que adquiere la Argentina por firmar este tratado con el estado de Georgia. Pero les digo que en realidad está firmado con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, porque es muy evidente nuestro alineamiento con ese país en temas de seguridad y de defensa. Incluso, es claramente perceptible que hemos optado por la defensa hemisférica y ya no por la defensa regional, como estaba previsto en los decretos derogados por el presidente Macri, que tuvieron vigencia hasta hace muy poco tiempo.

La defensa hemisférica implica que un estado del hemisferio recibirá ayuda ante una guerra con una potencia extracontinental, pero uno de esos países -Estados Unidos- apoyó al país extracontinental en lugar de apoyarnos a nosotros, con lo cual es una utopía -realmente es casi naif- pensar que podemos confiar en una defensa hemisférica y no regional, como era hasta ahora.

El tercer tema sobre el cual quiero preguntarle es la información de medios. Recientemente han dicho que entre el 16 y el 18 de octubre arribaron las comitivas encargadas de la seguridad de los jefes de estado para la cumbre del G20. Dicen que siete países asistirían al gobierno argentino para el operativo de seguridad -se trataría de las fuerzas especiales de Rusia, China, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y Australia-, que los Estados Unidos ya habrían capacitado a nuestros uniformados de la Policía Federal, y que con China habría sucedido lo mismo en materia de nuevas metodologías.

Con el Reino Unido se habría desarrollado una actividad que incluyó a referentes de las fuerzas de seguridad federales y contrapartes estratégicas británicas, y al ministerio de Defensa.

Entonces, la pregunta es cuáles son los motivos por los cuales no se ha requerido la autorización del Congreso en los términos del inciso 28 del artículo 75 de la Constitución Nacional y de la ley 25.880 para el ingreso de esas tropas de estos países con el objeto de hacer estas ejercitaciones.

Por otra parte, si solamente se trató de actividades de capacitación, quisiera saber por qué motivo se omitió, como mínimo, la comunicación que prevé la ley 25.880 al Congreso de la Nación.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Quiero agradecer a mis colegas del bloque Cambiemos, quienes renunciaron a formular algunas de sus preguntas para que puedan hacerlas los legisladores de la oposición.

Daré la palabra a la señora diputada Carol, quien tiene una pregunta que formular. Luego escucharemos las respuestas del señor ministro. Más tarde sí podremos dar la palabra al señor diputado Suárez Lastra para que pueda hacer la última pregunta o comentario.

Tiene la palabra la señora diputada Carol.

SRA. CAROL Señor canciller: la pregunta que quiero formular tiene que ver con el Convenio Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico, firmado en 1966 en Río de Janeiro; más concretamente, con el expediente 176/18, que ingresó al Senado el 15 de junio de 2018.

La pregunta es por qué la Cancillería impulsa la ratificación de dicho convenio, cuando a nuestro entender permitiría, primero, la tolerancia explícita de nuestro país de la membresía de Gran Bretaña, sin perjuicio de que se hiciera una reserva pertinente; segundo, que frente a las costas de la Argentina continental y de las islas Malvinas no existen poblaciones significativas de atún; tercero, que la Argentina recibiría prácticamente migajas: unas 200 toneladas, frente a la lesión jurídica que eso puede generar respecto a la cuestión Malvinas; cuarto, si la Argentina efectivamente depositara el instrumento de adhesión, nadie impediría a las autoridades coloniales de Malvinas, siendo la pesca su principal ingreso, que a través de su departamento de pesca pueda participar oficialmente de las reuniones en el proceso de toma de decisiones de la comisión.

Por último, nosotros creemos que de este modo el Reino Unido lograría el reconocimiento de su ocupación ilegal por parte de los demás estados miembros de la comisión, que compartirían en un ámbito de trabajo conjunto a los delegados coloniales con la presencia argentina, teniendo en cuenta también que en el pasado la provincia de Tierra del Fuego ya ha negado su participación por considerar que genera actos unilaterales.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Ya que terminamos en esto del Convenio Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico, quisiera decir que esto es algo que Argentina suscribió en 2014. Pero me parece importante tener en claro que en el Atlántico Sur y en la zona de las aguas en disputa no tenemos recursos de atún. De todos modos, sobre este punto que tiene una gran especificidad prometo hacerle llegar una respuesta más detallada en función del expediente al cual usted hace referencia.

Ahora me gustaría contestar lo que planteó la diputada Ferreyra. En primer lugar, con respecto a las elecciones en Brasil, me parece muy importante dejar establecido que fueron absolutamente transparentes y se han efectuado de acuerdo con sus disposiciones constitucionales y electorales.

Más allá de la situación de uno de los posibles candidatos, que quedó excluido del proceso electoral en función de decisiones de la Corte Suprema y del tribunal electoral, no tengo duda de que la participación masiva de la población brasileña le da una total legitimidad a la decisión que conocimos ayer. Se trata de una democracia viva, vigente y que merece nuestro respeto.

Volviendo a la referencia que usted hizo sobre el comunicado del 13 de septiembre de 2016, como ya lo señalé -y creo que también esto responde en parte al diputado Pérez-, no es un acuerdo, no es un tratado. No se firmó. No contiene exigencias de ninguna índole como para que yo le pueda decir al Reino Unido que haga determinada cosa o ellos me puedan decir que Argentina haga tal otra. Se trata simplemente de una hoja de ruta sobre los temas en los que pretendemos trabajar.

Reconozco que existe toda una discusión entre distintos sectores académicos sobre tal o cual aspecto, pero lo más importante es que es una enumeración de sectores en los que querríamos trabajar. La diputada Garré dice no ver cuáles son los beneficios de que trabajemos en esos temas.

Creo que esto nos remite al punto original de mi intervención: nosotros estamos trabajando para crear un clima de confianza que nos permita sentarnos a una mesa de negociación para tratar la cuestión de la soberanía a partir de crear muchos elementos que hagan valorable la relación bilateral y la conveniencia de tener entendimientos firmes en los temas sustantivos.

En relación con lo que se mencionó sobre Apipé, tenemos un tratado de límites de 1878 que se hizo con los elementos o las previsiones -no me atrevería a decir "técnicas"-, o con las condiciones existentes luego de la guerra del Paraguay, donde la Argentina conquistó la isla de Apipé.

El principio adoptado en aquel momento determinó que el límite siguiera el canal principal del río. Cuando más de cien años después esto se llevó al terreno, se determinó que el canal principal del río pasaba entre la isla de Apipé y el brazo sur del Paraná en esa zona, lo que estableció que surgiera allí un enclave insular rodeado por aguas bajo jurisdicción. Hay libre navegación de los ríos, pero la jurisdicción corresponde a Paraguay.

Dicho esto, que ha sido objeto de una enorme preocupación por parte del gobernador Valdez -quien además es un hombre que pertenece a esa región porque es de Ituzaingó, frente a la isla de Apipé, y tiene familiares y conocidos que viven allí...

SRA. FERREYRA Todos lo apoyamos en ese reclamo.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Pero me refiero a que si bien él es un hombre joven, ya había nacido cuando se celebró este acuerdo, que es fruto de la demarcación de los trabajos necesarios para la realización de la represa de Yacyretá.

Dicho todo esto, nosotros planteamos -como usted bien lo reseñó- todas nuestras inquietudes al Paraguay.

Como primer punto, entendemos que la actitud de la Prefectura General Naval, dependiente de la Armada Paraguaya, fue excesiva e innecesaria durante el concurso de pesca realizado el 13 de octubre pasado. Claramente, eso debería haber tenido una resolución de otra índole.

En este sentido, y teniendo en cuenta que existe una comisión binacional con el Paraguay sobre el aprovechamiento y la preservación de los recursos ictícolas en el río, pronto tendremos una reunión -no recuerdo si se realizará esta semana o la que viene- para hablar de esta cuestión. El objetivo será encarar algún tipo de solución para manejar el recurso y evitar este tipo de actitudes por parte de la Prefectura paraguaya, que nos pareció innecesaria.

No obstante, creo que debemos tener un estatus que permita a los correntinos pescar sobre el río y lograr un aprovechamiento del recurso pesquero, asegurando la preservación de los recursos en la zona, porque todo esto está dentro de la zona del límite de protección ambiental y de recursos pesqueros al desagüe de la represa de Yacyretá.

También queremos trabajar con los paraguayos para que haya un concepto de aprovechamiento integral, sobre todo de circuitos turísticos en conjunto sobre la zona, a fin de generar una mayor dinámica de contacto entre la gente que está del lado de la frontera paraguaya y la que está del lado correntino. El objetivo es llegar a un proyecto que vincule a las poblaciones y no que las separe.

En este momento, como ustedes saben, la situación cambiaria favorece un movimiento del comercio hacia nuestra zona, y al mismo tiempo, hay que generar los puntos de vínculo, como puede ser la idea de hacer un aprovechamiento del tránsito vecinal fronterizo a través del coronamiento de Yacyretá.

En resumen, queremos tener un grado de racionalidad en la convivencia de dos poblaciones que son relativamente similares, aunque unos sean paraguayos y los otros sean correntinos, y dar una viabilidad a la convivencia sobre la margen del río, que el tratado de 1978 determinó que sea agua de jurisdicción paraguaya.

Ahora paso a lo señalado por el señor diputado Pérez. La frase mía hablaba de "the population in the island", o sea, la población que estaba en las islas; no los pueblos. Algunos medios han traducido esa expresión como "poblaciones", y otros, como "pueblo". Yo me refería a la gente que vive en uno y otro lado, sea en Malvinas, sea en el territorio continental, con los que queremos generar un mayor nivel de vinculación o un mayor grado de interacción, porque entendemos que eso es lo que nos va a aproximar.

Como reconoció el señor diputado Grandinetti, nosotros hemos tenido todo un período en el que habíamos logrado generar una dinámica de ambas poblaciones y mantenerlas interconectadas, con un contacto permanente. Inclusive, en esa década del 70 habíamos logramos hacer negocios, lo que fue interrumpido por el conflicto armado de aquél momento y tenemos que recrear las condiciones. Parte de esto es generar una mejor dinámica de conexión física a través de los vuelos, dado que hoy solamente existe el vuelo de Punta Arenas a Río Gallegos, con una frecuencia un tanto esporádica y con aviones realmente muy chicos.

Vuelvo a la inquietud de la señora diputada Garré. ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿Vivir separados y confrontados? Lo hemos hecho. Los títulos están establecidos. No hemos avanzado en la posibilidad de que haya una negociación de soberanía. Tenemos que crear las condiciones para que esto llegue a ocurrir. Y esto va a partir de que el pueblo que está allí no se sienta amenazado o prevenido por lo que fue la circunstancia de la guerra. Usted mencionó esto con respecto al armamento. Yo creo que la capacidad militar que los británicos mantienen en las islas ha ido decreciendo, porque además la movilización de esos recursos tiene un costo extraordinario. Los misiles que están en la región son una gran preocupación porque nosotros queremos que el Atlántico Sur sea una zona de paz, una zona desnuclearizada, tal como lo queremos para cualquier región de América del Sur.

Una de las cosas más importantes de todo el continente sudamericano es que es una región de paz. Por eso nosotros tenemos que evitar que el conflicto de Venezuela se transforme en un escenario de actuación de fuerzas foráneas a nuestra región. Esto es lo que debemos preservar. Nosotros claramente tenemos problemas de desarrollo y de pobreza -y los debemos resolver-, pero nunca habíamos tenido problemas de amenaza a la paz, y ahora empezamos a tenerlos. Por esa razón nosotros cuestionamos la actuación del Reino Unido en el Atlántico Sur cuando se constituye en un...

SRA. GARRÉ ¿Cuál es la amenaza en el caso de Venezuela?

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO En Venezuela están actuando ahora fuerzas foráneas...

SRA. GARRÉ ¿Las podría caracterizar?

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Sí, claramente. Hezbollah está dando capacitación militar en la región vecina a Guyana.

SRA. GARRÉ Hezbollah sirve para todo.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por favor, no dialoguen.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Son los informes de seguridad que existen.

SR. CARMONA ¿Hay alguna documentación que lo acredite?, porque es muy grave lo que acaba de decir.

SRA. FERREYRA Eso lo va a tener que acreditar. Esas cosas no se dicen graciosamente. No se pueden decir barbaridades.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por favor, señores diputados. Continuemos.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SR. CARMONA ¡Ha vuelto a decir "pueblo" refiriéndose a los isleños! ¡Acaba de decirlo! ¡Es gravísimo!

SR. IGLESIAS No está en el uso de la palabra, señor diputado.

SR. CARMONA ¿La periodista acreditada de Clarín, María Laura Avignolo, no sabe traducir? No nos tome por tontos, por favor.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO No los tomo por tontos, señor diputado. Vuelvo a decir que hice referencia a las poblaciones.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Vamos a dejar que el señor canciller termine de contestar. Si no les interesa, se pueden retirar.

Varios señores diputados hablan a la vez.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Continúe, señor ministro.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Vuelvo a repetir que la afirmación hecha ante la prensa británica hablaba de las poblaciones que están en las dos partes, para que puedan tener un mayor contacto y compartir...

SRA. FERREYRA ¡Los que están en Malvinas son kelpers!

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por favor, señora diputada.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Los que viven en Malvinas también tienen todo el derecho de ser considerados argentinos.

SR. CARMONA Es un tema delicadísimo, canciller. Acá se juega la reivindicación de soberanía.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor diputado Suárez Lastra.

SR. SUÁREZ LASTRA Al comienzo de su exposición, el canciller nos decía que "finalmente" se reunía con nosotros. Yo diría que debiéramos repetir esta reunión, que hasta ahora ha sido muy buena. Tenemos muy pocos precedentes y, si el canciller no volviera a reunirse con nosotros durante el lapso de nuestros mandatos, pasaría a ser uno más de los que no concurren, como ocurrió con Bielsa en algún momento, o como sucedió con Timerman por un tema específico.

Esta reunión, que hasta ahora se había venido desarrollando en un plano de seriedad y consistencia, ha permitido a los diputados apreciar cuál es la mirada de nuestro servicio exterior sobre los principales problemas y temáticas y respecto de la agenda de política internacional. No solamente ha venido hoy el canciller sino sus secretarios, los directores de los departamentos, es decir, la mayoría de quienes integran la Cancillería.

Hemos desarrollado una reunión donde incluso los diputados de la oposición se han expresado con una claridad que nos ayuda a entender con qué fundamentos y desde qué lógica y qué inteligencia -para ponerlo en palabras del diputado Carmona- la oposición está preocupada por algunos aspectos de la política exterior de la Argentina, y creo que han sido aclarados con mucha solvencia.

Probablemente sigan existiendo discrepancias. Está claro que a algunos les simpatiza bastante Venezuela y les preocupan las consideraciones que se hagan. Pero no todos los argentinos tenemos la obligación de sentir simpatía por lo que sucede en Venezuela; algunos tenemos marcadas diferencias. Creo que lo relevante es esta posibilidad de dialogar, de contar con la presencia de todo el equipo de la Cancillería.

El reglamento de la Cámara es muy sabio y en el artículo 180 plantea algunos requisitos o formas para manejarnos en los debates. Por ejemplo, prohíbe las imputaciones de mala intención. La traición a la patria podría ser una intencionalidad, una caracterización que surja de una evaluación de cómo se hacen las cosas. Sin embargo, me parece que debemos guardar el tono, expresarnos a fondo en nuestras más íntimas convicciones -que es lo que ha pasado acá y lo hemos hecho respetuosamente- y terminar bien esta reunión, como se ha desarrollado hasta ahora. Creo que fue muy positiva. Debiéramos procurar que se reiteren estas reuniones y tratar de que sea un hábito de la política nacional el hecho de que el canciller se reúna cada tanto con los diputados, sin que sea "finalmente", "cada tanto" o "después de dos años", sino que sea con mayor periodicidad, de forma tal que los diputados a quienes nos compete la política internacional podamos evacuar nuestras dudas.

Por otra parte, si la Cancillería interpreta que un comunicado no es un acuerdo, si los otros cofirmantes entienden que tampoco lo es, y si hay quienes piensan que tiene contenidos perjudiciales, creo que darle la categoría de "acuerdo" es al menos inconveniente en función de los intereses argentinos.

SR. CARMONA Es inconveniente lo que acuerdan.

SR. SUÁREZ LASTRA No; a mi juicio, desde la Cancillería se ha aclarado con qué intencionalidad se hace. Si hubiera dudas, las aclaraciones de la Cancillería dan mayor fundamento y solidez a la posición argentina. Me parece que es sano que los diputados de la oposición y del oficialismo acá presentes, en lugar de ver dónde se comete un pequeño error de lenguaje -si lo hubiera, porque ha sido aclarado-, encuentren una fórmula para decir que estamos fortaleciendo los argumentos ante los países con los cuales estamos negociando.

Sinceramente, señora presidenta, me parece que el espíritu de colaboración que se ha desarrollado a lo largo de toda esta reunión nos compromete a seguir trabajando. Creo que este último tramo chicanero no tiene nada que ver con el espíritu con que se ha venido trabajando.

No pienso que tengamos que agradecer la presencia del canciller y su equipo, ya que todos estamos cumpliendo con nuestra función, pero sí quiero manifestar la satisfacción de ver que en esta reunión -ampliamente satisfactoria, a mi juicio- se ha emprendido un camino en el trabajo que se realiza entre el Congreso y el Poder Ejecutivo de la Nación. Muchas gracias.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor diputado Iglesias.

SR. IGLESIAS Solo quiero hacer unas breves observaciones.

Estoy contento porque creo que, en tiempos de globalización, la política de relaciones exteriores es la primera de las políticas públicas. Y como estudioso del tema de la globalización -bueno, malo, experto o no-, les pido a quienes siguen extendiendo certificados de defunción de la globalización que lo sigan haciendo, ya que los vengo coleccionando desde hace veinte años y tengo la ambición de seguir con la colección por el tiempo que me toque estar en este Cuerpo.

De paso, a quienes hablan en contra de la globalización y de la ideología globalista les recomiendo que le peguen un vistazo a sus compañías; fíjense quiénes son los que hablan con una ideología antiglobalista, porque por ahí encuentran gente -como Bolton, Trump o Bolsonaro- con la que dicen no estar de acuerdo pero están de acuerdo en lo fundamental: la ignorancia del mundo en el que vivimos y el mundo al que vamos.

Yo sí le quiero agradecer al canciller; en primer lugar, por su trabajo. Me parece que las relaciones exteriores son uno de los grandes éxitos de este gobierno; si bien es difícil de ver, sobre todo en una circunstancia de dificultad económica, ha habido logros muy concretos.

También quiero decir que me parece una falta de respeto estar meses clamando indignados por la presencia del canciller en la Cámara y que, cuando viene, haya siete diputados de la oposición. Le pido disculpas por esto al canciller, y le agradezco, porque me parece que el fruto ha sido no solamente una serie de visitas protocolares -tanto de su gestión como de la gestión de la doctora Malcorra- sino también visitas de los líderes más importantes del mundo, que nos han permitido salir de un universo en el que estábamos rodeados de indeseables y, en particular, de un país indeseable que ha cometido, según la Justicia argentina, atentados en nuestro propio territorio. Entonces, agradezco su presencia y auguro que podamos repetir este debate.

Me voy a ahorrar las preguntas. Espero, por nosotros mismos, que podamos repetir este debate y que el próximo lo hagamos respetando el orden en el uso de la palabra que normalmente se utiliza en esta Cámara.

SR. CARMONA Hay algunos que se han ahorrado las preguntas, pero no las chicanas. Pido la palabra.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Mañana vamos a tener una reunión, señor diputado.

SR. CARMONA Solo quiero agradecer.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Sea breve. Luego daremos por finalizada la reunión.

SR. CARMONA Señora presidenta: quiero agradecerle a usted la buena predisposición. Creo que el canciller ha cumplido con su obligación; vaya también nuestro reconocimiento a que haya decidido hacerlo.

Lo que nosotros planteamos no pretende romper las normas de cortesía, pero sí creemos que es fundamental que las cosas se digan claramente. Yo hubiera preferido un sincero reconocimiento de equivocación a que se haya negado una afirmación grave en un alto diplomático de carrera, la referencia a un concepto que pone en riesgo seriamente la reivindicación de soberanía.

Entiendo que no hagamos énfasis en cosas que puedan ser contrarias al interés nacional, pero esto no se puede repetir y, lamentablemente, acababa de decirlo el canciller, que volvió a repetir la palabra maldita: pueblo. No hay dos pueblos; hay un pueblo: el pueblo argentino. No hay dos territorios ni dos soberanías; hay una soberanía, que es la soberanía argentina, y esto queremos reafirmarlo.

Por último, el respeto irrestricto del principio de no intervención, propio de los movimientos populares argentinos -particularmente del radicalismo y del peronismo-, no debe ser borrado con el codo por razones circunstanciales. Muchísimas gracias.

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor canciller, quien -como corresponde- puede pronunciar unas palabras a modo de cierre.

SR. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO Brevemente quiero agradecer a todos el tiempo que dedicaron a escuchar los lineamientos de la política exterior. Obviamente, tal como lo plantearon los señores diputados Facundo Suárez Lastra y Fernando Iglesias, debiéramos reunirnos con alguna periodicidad dentro de lo posible.

La Cancillería está siempre abierta para que tanto los diputados como los senadores podamos mantener un diálogo y que ello nos permita explicar cuestiones puntuales o aclarar las inquietudes de los legisladores. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchas gracias a todos. Los espero mañana, ya que tenemos varios asuntos sobre los cuales debatir y dictaminar.

Queda finalizada la reunión.

-Es la hora 19 y 25.