RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 407
Secretario Administrativo DR. TRIANTAFILO GUILLERMO
Miércoles 10.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2409 Internos 2409/2407
creyculto@hcdn.gob.ar
- RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
- PRESUPUESTO Y HACIENDA
- INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS
Reunión del día 02/10/2018
- ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los dos días del mes de octubre de 2018, a la hora 15 y 48:
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Buenas tardes a todos. Damos comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto, de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda prevista para el día de hoy. Estamos esperando que terminen otras reuniones de comisión que se están desarrollando al mismo tiempo que esta reunión informativa. Están reunidas las comisiones de Presupuesto y Hacienda conjuntamente con Agricultura y Ganadería con el objetivo de lograr un dictamen. Yo me voy a retirar cinco minutos en algún momento paro poder firmar dicho dictamen.
Quiero agradecerle muy especialmente al señor diputado Solanas por permitir realizar esta reunión en conjunto; falta el señor diputado Laspina para completar las presidencias de las tres comisiones reunidas aquí.
El objetivo de esta reunión informativa es interiorizarnos sobre un proyecto de ley de ratificación de la creación de parques marítimos. Consideramos que no solamente es fundamental para la Argentina, sino que es un proyecto que ayuda a toda la humanidad, además de ser estratégico para nuestro país.
Como hubo algunas modificaciones respecto de la delimitación, quería invitar al doctor Ezcurra, de Parques Nacionales para que nos explique de qué se trata este proyecto.
Antes, me permito detallarles cómo será la metodología de esta reunión. Cada expositor tiene siete minutos para hablar. Si necesita más tiempo, obviamente se lo daremos. Después, también la idea es que esté abierto para preguntas.
Tiene la palabra el señor diputado Solanas.
Quiero agradecerle muy especialmente al señor diputado Solanas por permitir realizar esta reunión en conjunto; falta el señor diputado Laspina para completar las presidencias de las tres comisiones reunidas aquí.
El objetivo de esta reunión informativa es interiorizarnos sobre un proyecto de ley de ratificación de la creación de parques marítimos. Consideramos que no solamente es fundamental para la Argentina, sino que es un proyecto que ayuda a toda la humanidad, además de ser estratégico para nuestro país.
Como hubo algunas modificaciones respecto de la delimitación, quería invitar al doctor Ezcurra, de Parques Nacionales para que nos explique de qué se trata este proyecto.
Antes, me permito detallarles cómo será la metodología de esta reunión. Cada expositor tiene siete minutos para hablar. Si necesita más tiempo, obviamente se lo daremos. Después, también la idea es que esté abierto para preguntas.
Tiene la palabra el señor diputado Solanas.
SR. SOLANAS Señora presidenta: le agradezco. Llegamos a debatir este tema tan importante. Hay expositores que se han tomado la molestia de venir a exponer y aclarar distintos temas y diferentes puntos del proyecto, de modo tal que lo saludable sería comenzar. Seguramente usted y los expositores también tienen otras actividades. Entonces, empecemos con la labor.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Agradezco también la presencia del señor diputado Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
En primer lugar, tiene la palabra el señor Ezcurra.
En primer lugar, tiene la palabra el señor Ezcurra.
SR. EZCURRA Señora presidenta: muy buenas tardes y muchísimas gracias por permitirnos esta exposición. En particular, quiero agradecer al señor diputado Solanas y a la señora diputada Schmidt Liermann, quienes presiden las dos comisiones que tienen este proyecto para su tratamiento. Muchísimas gracias por brindarnos este tiempo a pesar de sus agendas. Muchísimas gracias a todos los que hoy están aquí.
Asimismo, quiero agradecer a los ministerios, ya que este proyecto cuenta con dictamen de seis ministerios. Implicó un trabajo muy arduo y hubo -por qué no decirlo también- debates muy acalorados durante la confección del proyecto. El océano reúne múltiples intereses hacia adentro y hacia afuera del Estado. Se llevaron a cabo múltiples mesas de trabajo interministerial para lograr este texto. Incluso, luego de presentado, siguieron las contribuciones.
Hemos trabajado muchísimo con el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la Cancillería Argentina, el Ministerio de Agroindustria, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, y el Ministerio de Energía y Minería. Asimismo, hemos llevado esta cuestión ante el Consejo Federal Pesquero. Tal vez me esté olvidando de algún otro ministerio; había varios, era una mesa grande. Muchísimas gracias.
Por primera vez en la historia, tienen ante ustedes la posibilidad de crear un parque nacional oceánico entre las millas 12 y 200 de la República Argentina. Hoy, este es el único sector que no es provincia, sino territorio federal. Hasta la milla 12 es mar de las provincias; más allá de la milla 12 y hasta la 200 estamos en territorio netamente federal. Por eso es que estos parques nacionales por primera vez no se van a crear con la ley 22.351, sino con la 27.037. Por primera vez, se pondrá en práctica nuestra ley 27.037.
Es importante destacar que este tema nació durante la administración anterior. En el año 2013 se dio un paso muy importante con la creación del área marina protegida Namuncurá-Burdwood, muy conocida por todos, que depende de la Jefatura de Gabinete de Ministros, porque en ese momento no había una autoridad de aplicación de una red de áreas marinas protegidas.
Luego, en 2014, se aprobó la ley 27.037, que dio lugar a que hoy podamos estar acá creando los primeros parques nacionales oceánicos de la República Argentina. Es una ley con cinco categorías, a diferencia de la ley 22.351, que es la que utilizamos para crear parques en el continente y tiene tres categorías.
Es interesantísimo recorrer las versiones taquigráficas de los debates que se dieron en los años 2013 y 2014 en este Congreso, porque hubo un potente consenso político para que esto se llevara adelante. Los que somos ecologistas y estamos militando en estas cuestiones hace mucho tiempo nos alegramos muchísimo de que la actual administración haya mantenido esa misma visión y podamos avanzar en esto. Es importantísimo que no se haya retrocedido o que por una cuestión de color político se haya dejado de lado su tratamiento. Por el contrario, en este caso no hubo grieta ni rechazo, sino que hay voluntad política para continuarlo.
Asimismo, quiero agradecer a los ministerios, ya que este proyecto cuenta con dictamen de seis ministerios. Implicó un trabajo muy arduo y hubo -por qué no decirlo también- debates muy acalorados durante la confección del proyecto. El océano reúne múltiples intereses hacia adentro y hacia afuera del Estado. Se llevaron a cabo múltiples mesas de trabajo interministerial para lograr este texto. Incluso, luego de presentado, siguieron las contribuciones.
Hemos trabajado muchísimo con el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la Cancillería Argentina, el Ministerio de Agroindustria, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, y el Ministerio de Energía y Minería. Asimismo, hemos llevado esta cuestión ante el Consejo Federal Pesquero. Tal vez me esté olvidando de algún otro ministerio; había varios, era una mesa grande. Muchísimas gracias.
Por primera vez en la historia, tienen ante ustedes la posibilidad de crear un parque nacional oceánico entre las millas 12 y 200 de la República Argentina. Hoy, este es el único sector que no es provincia, sino territorio federal. Hasta la milla 12 es mar de las provincias; más allá de la milla 12 y hasta la 200 estamos en territorio netamente federal. Por eso es que estos parques nacionales por primera vez no se van a crear con la ley 22.351, sino con la 27.037. Por primera vez, se pondrá en práctica nuestra ley 27.037.
Es importante destacar que este tema nació durante la administración anterior. En el año 2013 se dio un paso muy importante con la creación del área marina protegida Namuncurá-Burdwood, muy conocida por todos, que depende de la Jefatura de Gabinete de Ministros, porque en ese momento no había una autoridad de aplicación de una red de áreas marinas protegidas.
Luego, en 2014, se aprobó la ley 27.037, que dio lugar a que hoy podamos estar acá creando los primeros parques nacionales oceánicos de la República Argentina. Es una ley con cinco categorías, a diferencia de la ley 22.351, que es la que utilizamos para crear parques en el continente y tiene tres categorías.
Es interesantísimo recorrer las versiones taquigráficas de los debates que se dieron en los años 2013 y 2014 en este Congreso, porque hubo un potente consenso político para que esto se llevara adelante. Los que somos ecologistas y estamos militando en estas cuestiones hace mucho tiempo nos alegramos muchísimo de que la actual administración haya mantenido esa misma visión y podamos avanzar en esto. Es importantísimo que no se haya retrocedido o que por una cuestión de color político se haya dejado de lado su tratamiento. Por el contrario, en este caso no hubo grieta ni rechazo, sino que hay voluntad política para continuarlo.
Comienza la proyección de un Power Point.
SR. EZCURRA Aquí podrán observar la línea de tiempo 2013 y 2014; ya en 2016 se pone de manifiesto un informe con las bases para su puesta en funcionamiento. Es decir, la puesta en funcionamiento de un sistema de áreas marinas protegidas.
En 2017, se presenta un informe de la Administración de Parques Nacionales, que toma lo que la iniciativa Pampa Azul venía realizando para proponer las primeras áreas y justificarlas. Luego, se firma en ese mismo año el decreto de autoridad de aplicación. Pudimos llegar a este punto luego de muchísimo trabajo y, por supuesto, el trabajo continúa.
No me quiero extender porque sé que no contamos con mucho tiempo. Esta es la ley que les comentaba de la creación del Área Protegida Namuncurá-Burdwood: la ley 27.037, de 2014.
Estas son las primeras piezas de conocimiento generadas por la Comunidad Científica Argentina en colaboración con Defensa, con Cancillería, con Minería, etcétera. Es decir, acá se están estudiando un montón de aspectos que tienen que ver con el ejercicio pacífico de la soberanía, con un nuevo marco jurídico que dota de más potencia al despliegue territorial oceánico argentino. Se estudia la presencia de hidrocarburos en esa zona y cómo estas áreas no deben colisionar ni entrar en fricción con la posibilidad de acceso a hidrocarburos.
Asimismo, se atendió debidamente la cuestión pesquera, un tema fundamental que genera muchos puestos de trabajo y miles de millones de dólares de ingresos en concepto de exportación.
Entonces, se tuvieron que armonizar todos esos intereses. No fue fácil, pero acá se generaron todas las piezas de conocimiento sólido para poder tener este dibujo hoy en el mapa. Así como ven ustedes esa mancha más ovalada, celeste, al sur de las Islas Malvinas, que es la primera Área Banco Namuncurá-Burdwood, estamos extendiendo la zona protegida con ese rectángulo que ven al sur, pegadito a Banco Namuncurá-Burdwood, al cual llamamos Burdwood II, que es el talud de Burdwood, donde los científicos coinciden en que al momento de crearse Burdwood todavía faltaba conocer más la zona y claramente en ese talud lo que se descubrió fue realmente impactante en términos de valor ecológico. Obviamente, no colisionando ese valor ecológico con intereses pesqueros ni con intereses hidrocarburíferos, se puede avanzar hacia su protección a perpetuidad.
Estamos hablando de los glaciares submarinos, las Cataratas del Iguazú submarinas, un Talampaya submarino. Para nosotros, tal vez, como especie terrestre nos cueste valorar, imaginar o visualizar todo ese valor ecológico que hay en el fondo del mar, pero es realmente gigantesco y riquísimo. Estamos hablando de dos áreas que tienen aproximadamente el tamaño de la provincia de Formosa, para que se den una idea de la magnitud que esto tiene y de cómo en el mundo esto es una tendencia imparable; hay arriba de 15.000 áreas marinas protegidas en el mundo con distinto carácter.
Realmente, con esto que estamos haciendo aquí, ponemos en práctica nuestra ley, la ley que ya tenemos, que fue generada en una administración anterior y que hoy la estamos poniendo en práctica, insisto en este punto.
El otro parque es Yaganes, que está bien al sur de Tierra del Fuego, bordeando el límite internacional con Chile, donde también ya se avanzó en la creación de un área protegida de aquel lado, de manera de tener una amplia zona de protección que sea beneficiaria para la ciencia y para la economía de los dos países.
Me acompaña Javier García Espil, del Ministerio de Ambiente, con quien hemos trabajado codo a codo, en equipo. Me gustaría que él haga los aportes puntuales sobre este tema, cuando lo considere, interrumpiéndome o luego le cedo la palabra.
En cuanto a los avales al interior del gobierno de la Nación -y esto es muy importante-, debo decir que si bien se trata de un mismo gobierno, de ninguna manera hubo una única visión. Por el contrario, se dio una sana confrontación de visiones al interior del propio gobierno -esto lo quiero decir-, fueron debates de muchas horas, de mucho nivel y muy fuertes con distintos agentes de la administración pública.
No fue una cosa de ministros. Fue algo donde participaron los equipos técnicos de una manera frondosa. Además, la provincia de Tierra del Fuego fue parte de este proceso también. De manera que participaron no solamente desde el gobierno nacional, sino desde la provincia de Tierra del Fuego, dado que esto está en su área de influencia.
Acá se presentan algunas contribuciones que recibimos y que difieren del proyecto. Son mínimas modificaciones, pero se las queremos presentar.
En el artículo 4°, estamos sustituyendo el apartado 1, inciso a), del artículo 5° de la ley 27.037, que quedará redactado de la siguiente forma: "Los ejercicios militares de superficie y submarinos que generen impacto sobre las especies y los ecosistemas y el desecho de residuos de tal actividad".
Esto permite ampliar la posibilidad de ejercicios militares. ¿Por qué? Porque si dejábamos el texto como estaba, de acuerdo con la Convemar, teníamos una contradicción que salvar porque hubiéramos permitido el ejercicio de otros países y no el del nuestro propio.
La otra modificación que se presenta fue a pedido del Ministerio de Defensa y es algo que compartimos plenamente. Se trata de reemplazar el término "control y vigilancia" por el de "fiscalización".
En 2017, se presenta un informe de la Administración de Parques Nacionales, que toma lo que la iniciativa Pampa Azul venía realizando para proponer las primeras áreas y justificarlas. Luego, se firma en ese mismo año el decreto de autoridad de aplicación. Pudimos llegar a este punto luego de muchísimo trabajo y, por supuesto, el trabajo continúa.
No me quiero extender porque sé que no contamos con mucho tiempo. Esta es la ley que les comentaba de la creación del Área Protegida Namuncurá-Burdwood: la ley 27.037, de 2014.
Estas son las primeras piezas de conocimiento generadas por la Comunidad Científica Argentina en colaboración con Defensa, con Cancillería, con Minería, etcétera. Es decir, acá se están estudiando un montón de aspectos que tienen que ver con el ejercicio pacífico de la soberanía, con un nuevo marco jurídico que dota de más potencia al despliegue territorial oceánico argentino. Se estudia la presencia de hidrocarburos en esa zona y cómo estas áreas no deben colisionar ni entrar en fricción con la posibilidad de acceso a hidrocarburos.
Asimismo, se atendió debidamente la cuestión pesquera, un tema fundamental que genera muchos puestos de trabajo y miles de millones de dólares de ingresos en concepto de exportación.
Entonces, se tuvieron que armonizar todos esos intereses. No fue fácil, pero acá se generaron todas las piezas de conocimiento sólido para poder tener este dibujo hoy en el mapa. Así como ven ustedes esa mancha más ovalada, celeste, al sur de las Islas Malvinas, que es la primera Área Banco Namuncurá-Burdwood, estamos extendiendo la zona protegida con ese rectángulo que ven al sur, pegadito a Banco Namuncurá-Burdwood, al cual llamamos Burdwood II, que es el talud de Burdwood, donde los científicos coinciden en que al momento de crearse Burdwood todavía faltaba conocer más la zona y claramente en ese talud lo que se descubrió fue realmente impactante en términos de valor ecológico. Obviamente, no colisionando ese valor ecológico con intereses pesqueros ni con intereses hidrocarburíferos, se puede avanzar hacia su protección a perpetuidad.
Estamos hablando de los glaciares submarinos, las Cataratas del Iguazú submarinas, un Talampaya submarino. Para nosotros, tal vez, como especie terrestre nos cueste valorar, imaginar o visualizar todo ese valor ecológico que hay en el fondo del mar, pero es realmente gigantesco y riquísimo. Estamos hablando de dos áreas que tienen aproximadamente el tamaño de la provincia de Formosa, para que se den una idea de la magnitud que esto tiene y de cómo en el mundo esto es una tendencia imparable; hay arriba de 15.000 áreas marinas protegidas en el mundo con distinto carácter.
Realmente, con esto que estamos haciendo aquí, ponemos en práctica nuestra ley, la ley que ya tenemos, que fue generada en una administración anterior y que hoy la estamos poniendo en práctica, insisto en este punto.
El otro parque es Yaganes, que está bien al sur de Tierra del Fuego, bordeando el límite internacional con Chile, donde también ya se avanzó en la creación de un área protegida de aquel lado, de manera de tener una amplia zona de protección que sea beneficiaria para la ciencia y para la economía de los dos países.
Me acompaña Javier García Espil, del Ministerio de Ambiente, con quien hemos trabajado codo a codo, en equipo. Me gustaría que él haga los aportes puntuales sobre este tema, cuando lo considere, interrumpiéndome o luego le cedo la palabra.
En cuanto a los avales al interior del gobierno de la Nación -y esto es muy importante-, debo decir que si bien se trata de un mismo gobierno, de ninguna manera hubo una única visión. Por el contrario, se dio una sana confrontación de visiones al interior del propio gobierno -esto lo quiero decir-, fueron debates de muchas horas, de mucho nivel y muy fuertes con distintos agentes de la administración pública.
No fue una cosa de ministros. Fue algo donde participaron los equipos técnicos de una manera frondosa. Además, la provincia de Tierra del Fuego fue parte de este proceso también. De manera que participaron no solamente desde el gobierno nacional, sino desde la provincia de Tierra del Fuego, dado que esto está en su área de influencia.
Acá se presentan algunas contribuciones que recibimos y que difieren del proyecto. Son mínimas modificaciones, pero se las queremos presentar.
En el artículo 4°, estamos sustituyendo el apartado 1, inciso a), del artículo 5° de la ley 27.037, que quedará redactado de la siguiente forma: "Los ejercicios militares de superficie y submarinos que generen impacto sobre las especies y los ecosistemas y el desecho de residuos de tal actividad".
Esto permite ampliar la posibilidad de ejercicios militares. ¿Por qué? Porque si dejábamos el texto como estaba, de acuerdo con la Convemar, teníamos una contradicción que salvar porque hubiéramos permitido el ejercicio de otros países y no el del nuestro propio.
La otra modificación que se presenta fue a pedido del Ministerio de Defensa y es algo que compartimos plenamente. Se trata de reemplazar el término "control y vigilancia" por el de "fiscalización".
SR. GARCÍA ESPIL Este trabajo intersectorial, interministerial y participativo, como se explicó recién, está basado en los máximos antecedentes científicos disponibles. Se hizo un taller con más de 50 expertos, muchos de ellos están aquí presentes y podrán dar testimonio de lo frondoso que fue el trabajo de revisión documental para identificar los sectores de alto valor de conservación.
A partir de estos sectores de alto valor de conservación por su biodiversidad se hizo este trabajo de articulación de distintas perspectivas y miradas para llegar a los consensos necesarios para priorizar por dónde empezar este sistema nacional que, como todo sistema, tiene que ser representativo, atender a las cuestiones que hacen a la conectividad, a la presencia de especies o hábitats que tienen altas condiciones respecto de su estado y de la presencia de especies que pueden estar amenazadas o que son endémicas, es decir que son únicas de nuestro país.
Cuando empezamos a dialogar con otros sectores, como el sector privado y algunas actividades productivas que tienen lugar en los espacios marítimos, se vio la necesidad de ajustar el polígono que inicialmente habíamos planteado.
Si ustedes ven la pantalla, verán un polígono con una figura en diagonal, en la cual en los vértices que van hacia la izquierda la categoría de protección permite la actividad pesquera bajo ciertos planes de manejos que establezcan los cuidados y recaudos necesarios para no afectar los fondos marinos en particular, que es donde tenemos elevados valores de conservación.
Este tipo de limitación podía no ser práctico a los fines del control. Esto surgió en términos de la articulación con la Subsecretaría de Pesca y también en términos de la planificación que el sector privado requiere para planificar sus campañas de pesca. Entonces, lo que se hizo fue adecuar el polígono de modo tal que siguiera cuadrantes. Como pueden ver, la figura cambió ligeramente. Esto es muy importante porque facilita la implementación de una ley.
Acá estamos ante un acto de responsabilidad en el cual todos los involucrados estamos buscando la manera de que se cumpla con el objetivo de conservación y con el objetivo de adecuar algunas actividades a esta realidad y a este interés, en el marco de una política de Estado para proteger espacios marítimos de relevancia, pero también para facilitar las actividades que pueden realizarse de un modo adecuado.
Entonces, en pantalla se puede ver una adaptación que surgió como una preocupación del sector pesquero en particular y hemos adaptado el polígono y la descripción del área protegida, además de las categorías, para poder cumplir simultáneamente con ambos objetivos. Esto también fue conversado en el marco del Consejo Federal Pesquero, donde las provincias con litoral marítimo también han expresado sus miradas y aportes al proyecto de ley. Creemos que de esta manera se atiende esta preocupación que es legítima e incluso beneficiosa para favorecer la implementación de la ley.
Con este proyecto de ley se estaría atendiendo la importancia que tiene el talud del Banco Burdwood por la presencia de especies endémicas de alto valor de conservación. También se está atendiendo esta realidad, buscando la mejor manera en términos de zonificación y de categorías de protección para poder favorecer esa protección y, a la vez, ordenar las actividades ambientalmente. Aquí también hubo que hacer una adecuación a la descripción y al polígono. En el mapa pueden ver cómo se ajusta a esta descripción por cuadrantes.
Por otro lado, como ya se mencionó, hicimos talleres de articulación en los cuales participaron más de 50 expertos de instituciones académicas, científicas y organizaciones de la sociedad civil, muchas de ellas presentes hoy aquí que seguramente darán testimonio de este trabajo tan frondoso. Gracias a eso se le pudo dar más fuerza y entidad al trabajo que la autoridad nacional de aplicación de la ley va a generar, no solo para integrar los aportes de todas las áreas de gobierno, sino también para establecer estrategias de información pública ambiental, de educación ambiental y de participación en ámbitos de asesoramiento y consultivo con los referentes en la materia. Todo esto se incorporó en el artículo 6°.
Para sintetizar y dado que hay muchos expositores, queremos trasmitirles el momento estratégico en el cual estamos respecto de un país que hace ya muchos años definió una política y una mirada hacia sus espacios marítimos, y que tal vez en otro momento uno no los tenía tan presentes como espacios estratégicos de nuestro país. Esto se ve a nivel científico con la iniciativa Pampa Azul y se ve a nivel de la investigación y prospección para actividades económicas como pueden ser en el ámbito de la energía y la pesca.
Estamos tomando el aprendizaje que nos dejó el Área Marina Protegida Namuncurá-Banco Burwood que lleva unos cuantos años de interacción y que tiene un consejo de administración que involucra a los ministerios y las jurisdicciones. Esto ha permitido establecer planes de manejo que cumplan a la vez con el objetivo de tener un mejor conocimiento, de tener medidas de protección y actividades que no pongan en riesgo estos valores de conservación y que puedan ordenarse ambientalmente, de modo tal que siga habiendo actividad sin afectar a estos espacios protegidos.
Con este proyecto de ley estamos llevando adelante una práctica que se ha aprendido en el mar y que ya tiene una larga historia y un prestigio a nivel internacional en materia terrestre hacia nuevos espacios marinos que nos van a permitir incrementar el área protegida de estos espacios. También nos permite seguir generando un aprendizaje institucional en el cual todas las carteras que tienen actividades marítimas puedan integrar sus objetivos de gestión y preservar este valor intangible, prístino para nuestras generaciones futuras.
Por lo tanto, hoy estamos dando un paso más en la implementación de esta ley que surgió de este Congreso y que con estas dos áreas marinas protegidas, que se suman al esfuerzo de Namuncurá-Burdwood, empiezan a ser un sistema conectado representativo y abarcativo de nuestros espacios marítimos. Muchas gracias por su atención y estamos a disposición para cualquier consulta.
A partir de estos sectores de alto valor de conservación por su biodiversidad se hizo este trabajo de articulación de distintas perspectivas y miradas para llegar a los consensos necesarios para priorizar por dónde empezar este sistema nacional que, como todo sistema, tiene que ser representativo, atender a las cuestiones que hacen a la conectividad, a la presencia de especies o hábitats que tienen altas condiciones respecto de su estado y de la presencia de especies que pueden estar amenazadas o que son endémicas, es decir que son únicas de nuestro país.
Cuando empezamos a dialogar con otros sectores, como el sector privado y algunas actividades productivas que tienen lugar en los espacios marítimos, se vio la necesidad de ajustar el polígono que inicialmente habíamos planteado.
Si ustedes ven la pantalla, verán un polígono con una figura en diagonal, en la cual en los vértices que van hacia la izquierda la categoría de protección permite la actividad pesquera bajo ciertos planes de manejos que establezcan los cuidados y recaudos necesarios para no afectar los fondos marinos en particular, que es donde tenemos elevados valores de conservación.
Este tipo de limitación podía no ser práctico a los fines del control. Esto surgió en términos de la articulación con la Subsecretaría de Pesca y también en términos de la planificación que el sector privado requiere para planificar sus campañas de pesca. Entonces, lo que se hizo fue adecuar el polígono de modo tal que siguiera cuadrantes. Como pueden ver, la figura cambió ligeramente. Esto es muy importante porque facilita la implementación de una ley.
Acá estamos ante un acto de responsabilidad en el cual todos los involucrados estamos buscando la manera de que se cumpla con el objetivo de conservación y con el objetivo de adecuar algunas actividades a esta realidad y a este interés, en el marco de una política de Estado para proteger espacios marítimos de relevancia, pero también para facilitar las actividades que pueden realizarse de un modo adecuado.
Entonces, en pantalla se puede ver una adaptación que surgió como una preocupación del sector pesquero en particular y hemos adaptado el polígono y la descripción del área protegida, además de las categorías, para poder cumplir simultáneamente con ambos objetivos. Esto también fue conversado en el marco del Consejo Federal Pesquero, donde las provincias con litoral marítimo también han expresado sus miradas y aportes al proyecto de ley. Creemos que de esta manera se atiende esta preocupación que es legítima e incluso beneficiosa para favorecer la implementación de la ley.
Con este proyecto de ley se estaría atendiendo la importancia que tiene el talud del Banco Burdwood por la presencia de especies endémicas de alto valor de conservación. También se está atendiendo esta realidad, buscando la mejor manera en términos de zonificación y de categorías de protección para poder favorecer esa protección y, a la vez, ordenar las actividades ambientalmente. Aquí también hubo que hacer una adecuación a la descripción y al polígono. En el mapa pueden ver cómo se ajusta a esta descripción por cuadrantes.
Por otro lado, como ya se mencionó, hicimos talleres de articulación en los cuales participaron más de 50 expertos de instituciones académicas, científicas y organizaciones de la sociedad civil, muchas de ellas presentes hoy aquí que seguramente darán testimonio de este trabajo tan frondoso. Gracias a eso se le pudo dar más fuerza y entidad al trabajo que la autoridad nacional de aplicación de la ley va a generar, no solo para integrar los aportes de todas las áreas de gobierno, sino también para establecer estrategias de información pública ambiental, de educación ambiental y de participación en ámbitos de asesoramiento y consultivo con los referentes en la materia. Todo esto se incorporó en el artículo 6°.
Para sintetizar y dado que hay muchos expositores, queremos trasmitirles el momento estratégico en el cual estamos respecto de un país que hace ya muchos años definió una política y una mirada hacia sus espacios marítimos, y que tal vez en otro momento uno no los tenía tan presentes como espacios estratégicos de nuestro país. Esto se ve a nivel científico con la iniciativa Pampa Azul y se ve a nivel de la investigación y prospección para actividades económicas como pueden ser en el ámbito de la energía y la pesca.
Estamos tomando el aprendizaje que nos dejó el Área Marina Protegida Namuncurá-Banco Burwood que lleva unos cuantos años de interacción y que tiene un consejo de administración que involucra a los ministerios y las jurisdicciones. Esto ha permitido establecer planes de manejo que cumplan a la vez con el objetivo de tener un mejor conocimiento, de tener medidas de protección y actividades que no pongan en riesgo estos valores de conservación y que puedan ordenarse ambientalmente, de modo tal que siga habiendo actividad sin afectar a estos espacios protegidos.
Con este proyecto de ley estamos llevando adelante una práctica que se ha aprendido en el mar y que ya tiene una larga historia y un prestigio a nivel internacional en materia terrestre hacia nuevos espacios marinos que nos van a permitir incrementar el área protegida de estos espacios. También nos permite seguir generando un aprendizaje institucional en el cual todas las carteras que tienen actividades marítimas puedan integrar sus objetivos de gestión y preservar este valor intangible, prístino para nuestras generaciones futuras.
Por lo tanto, hoy estamos dando un paso más en la implementación de esta ley que surgió de este Congreso y que con estas dos áreas marinas protegidas, que se suman al esfuerzo de Namuncurá-Burdwood, empiezan a ser un sistema conectado representativo y abarcativo de nuestros espacios marítimos. Muchas gracias por su atención y estamos a disposición para cualquier consulta.
SRA. EZCURRA Quiero agregar una última cuestión. El artículo 9° de la ley 27.037 obliga a la autoridad de aplicación a rendir cuentas ante este Congreso acerca de qué ha estado haciendo, con un máximo de cinco años, en materia de implementación de la ley. Esto es parte de lo que tenemos que hacer y por lo que tenemos que rendir cuentas ante ustedes como autoridad de aplicación, además de poner en marcha el sistema.
Hace 84 años se creaba el primer parque nacional en la Argentina y el primer parque nacional en el continente. Hoy, está la oportunidad de crear el primer parque nacional en el océano.
Esperamos que esto se pueda dar porque el país tiene mucha necesidad de tenerlo. Además, tiene un fuerte consenso científico y político.
Quedamos a total disposición para responder las preguntas que sean necesarias y esperamos que esto pueda avanzar. Muchísimas gracias.
Hace 84 años se creaba el primer parque nacional en la Argentina y el primer parque nacional en el continente. Hoy, está la oportunidad de crear el primer parque nacional en el océano.
Esperamos que esto se pueda dar porque el país tiene mucha necesidad de tenerlo. Además, tiene un fuerte consenso científico y político.
Quedamos a total disposición para responder las preguntas que sean necesarias y esperamos que esto pueda avanzar. Muchísimas gracias.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchas gracias a ustedes. Coincido con que esta es una oportunidad única de tener una herramienta para proteger el derecho humano fundamental al medio ambiente y al agua. Estaríamos protegiendo nuestra agua y nuestros recursos. Si las hay, ojalá hoy todos podamos sacarnos las dudas sobre este proyecto.
¿Por qué digo que esto es casi una ratificación? Justamente por el trabajo que ustedes hicieron de lograr los consensos para llegar a esto que estamos analizando.
Por otra parte, para hacer más interactivo este encuentro, con el presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios decidimos que se hagan dos o tres exposiciones y después una ronda de preguntas. Luego, nuevamente dos o tres exposiciones.
Señor secretario: si usted es tan amable, por favor, me gustaría que lea qué expositores tiene anotados por si falta alguno de los que hemos invitado.
¿Por qué digo que esto es casi una ratificación? Justamente por el trabajo que ustedes hicieron de lograr los consensos para llegar a esto que estamos analizando.
Por otra parte, para hacer más interactivo este encuentro, con el presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios decidimos que se hagan dos o tres exposiciones y después una ronda de preguntas. Luego, nuevamente dos o tres exposiciones.
Señor secretario: si usted es tan amable, por favor, me gustaría que lea qué expositores tiene anotados por si falta alguno de los que hemos invitado.
SR. SECRETARIO Tengo anotados a Adolfo Koutoudjian, Mariano Memolli, Horacio Tettamanti, Germán Palé, Claudio Campagna y Enrique Marschoff. No sé si hay alguien más.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN No habiendo más asistentes por anotarse, tiene la palabra el señor Koutoudjian. Después haremos la primera ronda de preguntas.
Invitamos a los expositores, en la medida en que les toque hablar, a que se acerquen a este sector, así todos los pueden ver y, en especial, los taquígrafos también.
Invitamos a los expositores, en la medida en que les toque hablar, a que se acerquen a este sector, así todos los pueden ver y, en especial, los taquígrafos también.
SR. KOUTOUDJIAN Señora presidenta: parafraseando a Winston Churchill cuando hablaba de que los Balcanes eran el vientre blando de Europa, el vientre blando de la Argentina es el Mar Argentino, el Sur.
Como viejo funcionario del Estado, estas iniciativas interagenciales me provocan mucha alegría, porque me parece bárbaro que estén de acuerdo tantas agencias en un tema de tanta importancia política -lo digo como especialista- y geopolítica. Estoy contento, no tengo mucho para decir sino mejorar todo lo que se pueda lo que acá se acaba de mencionar.
Esto es muy importante y afianza la soberanía en el Mar Argentino y en la Antártida.
Por el exiguo tiempo del que dispongo, no traje una presentación de PowerPoint para mostrarles, pero ustedes lo van a entender.
En primer lugar, esto ya corresponde a una tendencia mundial de los países costeros. Es decir, este es el siglo de las calotas polares, del mar, del offshore. La humanidad está yendo hacia el mar, los fondos marinos y las calotas polares. Ahí es donde la Argentina todavía tiene mucho por hacer.
Creo que -y lo digo con absoluto énfasis- no hay soberanía efectiva sin protección ambiental. Además, la protección geopolítica no es una cuestión de poder duro, solamente de cañones, sino de poder blando: de la inteligencia y de la protección del medio ambiente.
Como viejo hombre de mar he estado, ya hace muchas décadas -y no me pregunten cuándo-, en el momento en que esta zona fue depredada por flotas pesqueras soviéticas en los años 70. También en esa zona aparecían constantemente maniobras militares británicas.
Por lo tanto, me parece una iniciativa que limita la sobreexplotación pesquera eventual. Y eventualmente la sobreexplotación minera porque nuestras agencias, que así como fueron las primeras en crear la Reserva de América Latina, hoy están creando -de alguna manera-, por esta brillante iniciativa de los legisladores, la primera Reserva Marina del mundo, como aquí se dijo.
Esta es una enorme oportunidad para el desarrollo científico argentino y para la universidad. Además -voy a hacer un poco incorrecto quizás en algún aspecto-, esto le demuestra al ocupante de Malvinas, que es Gran Bretaña, que la Argentina no se está olvidando del mar ni de la Antártida. Esta es una manera más de señalar que la Argentina jamás se va a olvidar de las Malvinas, Georgias y Sandwich.
Hace tres años presentamos en esta casa el libro Geopolítica del Mar Argentino, que tuvo muy poca repercusión. Este libro, publicado por el Instituto de Publicaciones Navales, fue presentado en todos los medios de comunicación. En uno de los capítulos ya desarrollábamos este tema y decíamos, con una profunda preocupación, que el planteo británico del año 2009, por el cual la protección ambiental es también de Georgias y de Malvinas, por parte de ellos, que no la ejercen, es una alerta para la República Argentina. La única manera de proteger nuestra soberanía desde la ciencia, la cultura, la política y, obviamente, desde la Defensa Nacional es con este tipo de medidas.
Por lo tanto, yo no tengo más que decir sino que apruebo totalmente esta iniciativa. Además, recuerdo perfectamente la primera navegación científica teórica del informe Shackleton de 1976, dio vueltas el buque por el Banco Namuncurá y planteó la eventualidad hidrocarburífera en esa zona, siendo que todos sabemos que científicamente es uno de los puntos más interesantes que influyen directamente sobre el Mar Argentino y sobre el continente Argentino.
Esto también le permite al ocupante demostrar que la Argentina no se está olvidando, como muy bien lo hacen nuestros camaradas y colegas chilenos del otro lado del Cabo de Hornos.
Por lo tanto, y termino aquí mi exposición, esto genera soberanía. Esto genera, obviamente, la señal de que la Argentina no se olvida y de que esta es una política de Estado. Acá, la Argentina está demostrando, como bien lo señaló el primer expositor, que esto lo tomó de la administración anterior y que cuando los argentinos nos dedicamos a las cosas que hacen al Estado, que hacen a la Nación, que hacen a nuestro ámbito geográfico, lo podemos hacer.
Me hace acordar a la COPLA, incluso, en la que durante ocho o diez años se trabajó entre los distintos gobiernos y con las distintas agencias y se llegó a un excelente resultado. No tengo la menor duda de que con los profesionales que nosotros tenemos, más los que se puedan incorporar de todas las agencias u organismos no gubernamentales que trabajan en este tema, seguramente vamos a tener un ejemplo para el resto del mundo. Muchas gracias.
Como viejo funcionario del Estado, estas iniciativas interagenciales me provocan mucha alegría, porque me parece bárbaro que estén de acuerdo tantas agencias en un tema de tanta importancia política -lo digo como especialista- y geopolítica. Estoy contento, no tengo mucho para decir sino mejorar todo lo que se pueda lo que acá se acaba de mencionar.
Esto es muy importante y afianza la soberanía en el Mar Argentino y en la Antártida.
Por el exiguo tiempo del que dispongo, no traje una presentación de PowerPoint para mostrarles, pero ustedes lo van a entender.
En primer lugar, esto ya corresponde a una tendencia mundial de los países costeros. Es decir, este es el siglo de las calotas polares, del mar, del offshore. La humanidad está yendo hacia el mar, los fondos marinos y las calotas polares. Ahí es donde la Argentina todavía tiene mucho por hacer.
Creo que -y lo digo con absoluto énfasis- no hay soberanía efectiva sin protección ambiental. Además, la protección geopolítica no es una cuestión de poder duro, solamente de cañones, sino de poder blando: de la inteligencia y de la protección del medio ambiente.
Como viejo hombre de mar he estado, ya hace muchas décadas -y no me pregunten cuándo-, en el momento en que esta zona fue depredada por flotas pesqueras soviéticas en los años 70. También en esa zona aparecían constantemente maniobras militares británicas.
Por lo tanto, me parece una iniciativa que limita la sobreexplotación pesquera eventual. Y eventualmente la sobreexplotación minera porque nuestras agencias, que así como fueron las primeras en crear la Reserva de América Latina, hoy están creando -de alguna manera-, por esta brillante iniciativa de los legisladores, la primera Reserva Marina del mundo, como aquí se dijo.
Esta es una enorme oportunidad para el desarrollo científico argentino y para la universidad. Además -voy a hacer un poco incorrecto quizás en algún aspecto-, esto le demuestra al ocupante de Malvinas, que es Gran Bretaña, que la Argentina no se está olvidando del mar ni de la Antártida. Esta es una manera más de señalar que la Argentina jamás se va a olvidar de las Malvinas, Georgias y Sandwich.
Hace tres años presentamos en esta casa el libro Geopolítica del Mar Argentino, que tuvo muy poca repercusión. Este libro, publicado por el Instituto de Publicaciones Navales, fue presentado en todos los medios de comunicación. En uno de los capítulos ya desarrollábamos este tema y decíamos, con una profunda preocupación, que el planteo británico del año 2009, por el cual la protección ambiental es también de Georgias y de Malvinas, por parte de ellos, que no la ejercen, es una alerta para la República Argentina. La única manera de proteger nuestra soberanía desde la ciencia, la cultura, la política y, obviamente, desde la Defensa Nacional es con este tipo de medidas.
Por lo tanto, yo no tengo más que decir sino que apruebo totalmente esta iniciativa. Además, recuerdo perfectamente la primera navegación científica teórica del informe Shackleton de 1976, dio vueltas el buque por el Banco Namuncurá y planteó la eventualidad hidrocarburífera en esa zona, siendo que todos sabemos que científicamente es uno de los puntos más interesantes que influyen directamente sobre el Mar Argentino y sobre el continente Argentino.
Esto también le permite al ocupante demostrar que la Argentina no se está olvidando, como muy bien lo hacen nuestros camaradas y colegas chilenos del otro lado del Cabo de Hornos.
Por lo tanto, y termino aquí mi exposición, esto genera soberanía. Esto genera, obviamente, la señal de que la Argentina no se olvida y de que esta es una política de Estado. Acá, la Argentina está demostrando, como bien lo señaló el primer expositor, que esto lo tomó de la administración anterior y que cuando los argentinos nos dedicamos a las cosas que hacen al Estado, que hacen a la Nación, que hacen a nuestro ámbito geográfico, lo podemos hacer.
Me hace acordar a la COPLA, incluso, en la que durante ocho o diez años se trabajó entre los distintos gobiernos y con las distintas agencias y se llegó a un excelente resultado. No tengo la menor duda de que con los profesionales que nosotros tenemos, más los que se puedan incorporar de todas las agencias u organismos no gubernamentales que trabajan en este tema, seguramente vamos a tener un ejemplo para el resto del mundo. Muchas gracias.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por favor, ¿se podría presentar con nombre completo para que quede el registro taquigráfico?
SR. KOUTOUDJIAN Soy Adolfo Koutoudjian, profesor de la Escuela de Defensa Nacional. Me disculpo porque en un ratito me tengo que ir para allá a dar otra conferencia sobre otro tema. Soy profesor de la Escuela de Guerra Naval y venimos desarrollando estos temas desde hace muchos años.
Quiero decirles a los legisladores que me produce una profunda alegría que, de repente, veamos acciones concretas sobre el Mar Argentino, que es lo que nos falta desarrollar en el siglo XXI.
Soy profesor de la UBA. Esto no tiene izquierdas ni derechas. No tiene grietas. Esto es el Estado. Cuando se le reclama a la política que trabaje en cuestiones de Estado, se trata de esto. Me parece que ustedes están haciendo lo correcto.
Quiero decirles a los legisladores que me produce una profunda alegría que, de repente, veamos acciones concretas sobre el Mar Argentino, que es lo que nos falta desarrollar en el siglo XXI.
Soy profesor de la UBA. Esto no tiene izquierdas ni derechas. No tiene grietas. Esto es el Estado. Cuando se le reclama a la política que trabaje en cuestiones de Estado, se trata de esto. Me parece que ustedes están haciendo lo correcto.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN ¿Algún colega tiene preguntas para hacer a cualquiera de los tres expositores?
SR. CARMONA Señora presidenta: quería preguntarles a los funcionarios de la Administración de Parques Nacionales respecto de la experiencia desarrollada por Parques Nacionales en la gestión de áreas marítimas y costeras.
Creo que sería muy importante que pudiéramos contar con algunos elementos que nos den alguna dimensión de la experiencia desarrollada.
Entendemos que aquí hay una propuesta de articulación interinstitucional, pero a diferencia de la ley que propusimos con el diputado Basterra, y que terminó siendo la ley del área marítima protegida Namuncurá-Banco Burdwood, en esta propuesta se le asigna el carácter de autoridad de aplicación específica a Parques Nacionales.
Es muy importante que tengamos la posibilidad de mesurar las capacidades, tanto operativas como de experiencia, para la gestión de estas áreas, que son sustancialmente distintas -creo que lo sugirió en su intervención uno de los funcionarios- respecto de lo que puede implicar la Administración de Parques Nacionales en áreas no marítimas, sino terrestres.
Por otro lado, a los funcionarios de la Administración de Parques Nacionales quería preguntarles por un aspecto específico que se propone en cuanto a la modificación del artículo 6° de la ley 27.037, en relación con el inciso 14 que establece realizar todos los actos y convenios que hagan al mejor cumplimiento de los fines de la ley. Quisiera pedirles precisión sobre lo que están pensando cuando dice "pudiendo delegar parcialmente sus atribuciones en la forma que establezca el decreto reglamentario".
Es decir, delegar funciones ¿en qué casos, para qué, por qué motivo? Nos llama la atención esa particularización en una delegación autorizada por la ley, pero que se haría en la forma y con los alcances que establezca el decreto reglamentario.
En tercer lugar, quiero preguntarles también a los funcionarios respecto de la participación de la provincia de Tierra del Fuego en este proceso. Si nos pueden describir qué tipo de participación tuvo, si estuvo involucrada la provincia, si han tenido una opinión al respecto.
Por último, algo que debería haber incluido en la primera pregunta y que omití. Me refiero a una consulta respecto de la cuestión presupuestaria. Esta ley no prevé recursos y nos preocupa fundamentalmente cómo sostener el desarrollo de las medidas de protección que son necesarias.
En relación con la intervención del profesor Koutoudjian, quiero agradecerle por sus consideraciones. Compartimos la importancia geopolítica que tienen este tipo de medidas. No dejamos de advertir que son medidas preminentemente de protección ambiental, de la biodiversidad, pero también esa dimensión que usted marcaba de la geopolítica resulta fundamental.
Nosotros, francamente, hemos impulsado desde el Congreso, desde el gobierno anterior, iniciativas que apuntaban a incorporar el Mar Argentino y el lecho marítimo a nuestras políticas soberanas; en eso no tengo dudas que vamos a coincidir. Sí tenemos la inquietud respecto de que se visualice con claridad que la determinación de las áreas de protección sean determinaciones adecuadas a los estudios científicos que ya han venido realizando, por ejemplo, a través de PROMAR.
Por otro lado, nos preocupan los aspectos operativos y por eso no quiero dejar de valorar sus palabras y decir que compartimos el mismo concepto. Sí podemos tener algunas miradas distintas en los aspectos específicos, y en la medida que los funcionarios nos brinden sus opiniones, quizá se pueden saldar algunas de esas dudas que tenemos.
Creo que sería muy importante que pudiéramos contar con algunos elementos que nos den alguna dimensión de la experiencia desarrollada.
Entendemos que aquí hay una propuesta de articulación interinstitucional, pero a diferencia de la ley que propusimos con el diputado Basterra, y que terminó siendo la ley del área marítima protegida Namuncurá-Banco Burdwood, en esta propuesta se le asigna el carácter de autoridad de aplicación específica a Parques Nacionales.
Es muy importante que tengamos la posibilidad de mesurar las capacidades, tanto operativas como de experiencia, para la gestión de estas áreas, que son sustancialmente distintas -creo que lo sugirió en su intervención uno de los funcionarios- respecto de lo que puede implicar la Administración de Parques Nacionales en áreas no marítimas, sino terrestres.
Por otro lado, a los funcionarios de la Administración de Parques Nacionales quería preguntarles por un aspecto específico que se propone en cuanto a la modificación del artículo 6° de la ley 27.037, en relación con el inciso 14 que establece realizar todos los actos y convenios que hagan al mejor cumplimiento de los fines de la ley. Quisiera pedirles precisión sobre lo que están pensando cuando dice "pudiendo delegar parcialmente sus atribuciones en la forma que establezca el decreto reglamentario".
Es decir, delegar funciones ¿en qué casos, para qué, por qué motivo? Nos llama la atención esa particularización en una delegación autorizada por la ley, pero que se haría en la forma y con los alcances que establezca el decreto reglamentario.
En tercer lugar, quiero preguntarles también a los funcionarios respecto de la participación de la provincia de Tierra del Fuego en este proceso. Si nos pueden describir qué tipo de participación tuvo, si estuvo involucrada la provincia, si han tenido una opinión al respecto.
Por último, algo que debería haber incluido en la primera pregunta y que omití. Me refiero a una consulta respecto de la cuestión presupuestaria. Esta ley no prevé recursos y nos preocupa fundamentalmente cómo sostener el desarrollo de las medidas de protección que son necesarias.
En relación con la intervención del profesor Koutoudjian, quiero agradecerle por sus consideraciones. Compartimos la importancia geopolítica que tienen este tipo de medidas. No dejamos de advertir que son medidas preminentemente de protección ambiental, de la biodiversidad, pero también esa dimensión que usted marcaba de la geopolítica resulta fundamental.
Nosotros, francamente, hemos impulsado desde el Congreso, desde el gobierno anterior, iniciativas que apuntaban a incorporar el Mar Argentino y el lecho marítimo a nuestras políticas soberanas; en eso no tengo dudas que vamos a coincidir. Sí tenemos la inquietud respecto de que se visualice con claridad que la determinación de las áreas de protección sean determinaciones adecuadas a los estudios científicos que ya han venido realizando, por ejemplo, a través de PROMAR.
Por otro lado, nos preocupan los aspectos operativos y por eso no quiero dejar de valorar sus palabras y decir que compartimos el mismo concepto. Sí podemos tener algunas miradas distintas en los aspectos específicos, y en la medida que los funcionarios nos brinden sus opiniones, quizá se pueden saldar algunas de esas dudas que tenemos.
SRA. PRESIDENTA SCHIMDT LIERMANN Tiene la palabra el señor Ezcurra.
SRA. EZCURRA Señora presidenta: en primer lugar, la Administración de Parques Nacionales está con los pies en el agua salada hace un tiempo, a partir de la gestión de lo que se denominan parques interjurisdiccionales. En el caso de la provincia de Santa Cruz hay dos parques interjurisdiccionales, que son Makenke e Isla Pingüino, y en la provincia de Chubut está el parque interjurisdiccional marino costero Patogonia Austral.
A esto se suma el trabajo que se viene haciendo con Fundación Vida Silvestre, por ejemplo, con el impulso a la primera escuela de áreas marinas protegidas para empezar a generar cuadros en la gestión de áreas marinas protegidas. Asimismo, los convenios con Sudáfrica y con el país líder en áreas marinas protegidas a nivel mundial, que es Australia.
En el caso de Australia en particular, el intercambio es muy importante porque tiene una dimensión federal en cuanto a su gobernanza, y de hecho los planes de gestión de los parques continentales son aprobados por ley del Congreso, aunque no estoy pidiendo eso para ustedes, quédense tranquilos.
Realmente es muy intensa la cooperación con ellos y el carácter federal que tiene Australia nos remite al punto sobre Tierra del Fuego. Venimos de varias reuniones con el sector productivo, con legisladores y con el Senado, en particular, sobre este tema. Hemos realizado una expedición conjunta con la provincia de Tierra del Fuego, con el CADIC, a partir de un ofrecimiento de National Geographic para poder tener las primeras imágenes de estas áreas que estamos creando o queriendo crear.
En cuanto a la pregunta sobre el artículo de referencia es algo que hace al interior del organismo y podemos realizar una analogía con lo que delega el directorio de la Administración de Parques Nacionales en los intendentes, a partir de disposiciones que los intendentes pueden emitir. Entiendo que se refería a ese punto, que es una dinámica de funcionamiento. Esta es una de las cuestiones que quedó pendiente y es interesante remitirnos a la versión taquigráfica de 2014, cuando justamente se discutía la cuestión de la autoridad de aplicación que quedó pendiente de un decreto que la designara. A partir de ese decreto, la repartición designada podía comenzar a trabajar en el sistema.
Por último, quería darle la palabra a la persona que se encarga de la cuestión de la plata y de la cuestión presupuestaria, el doctor Joaquín Labougle, que trabaja en el equipo y está abocado específicamente a eso.
No obstante, quiero comentarles que hay un decreto del presidente Macri, el 632/2018, por el que nosotros tenemos la indicación precisa de, en un lapso perentorio -ya nos está corriendo el reloj-, hacer la reforma pertinente en el organismo justamente para incorporar en la estructura algo que al momento de la firma del decreto de designación de autoridad de aplicación no estaba incorporado, que es la Dirección Nacional de Áreas Marinas al interior del organismo.
Culmino aquí mi exposición y le pido a Joaquín Labougle que, por favor, responda más elaboradamente sobre la cuestión del presupuesto.
A esto se suma el trabajo que se viene haciendo con Fundación Vida Silvestre, por ejemplo, con el impulso a la primera escuela de áreas marinas protegidas para empezar a generar cuadros en la gestión de áreas marinas protegidas. Asimismo, los convenios con Sudáfrica y con el país líder en áreas marinas protegidas a nivel mundial, que es Australia.
En el caso de Australia en particular, el intercambio es muy importante porque tiene una dimensión federal en cuanto a su gobernanza, y de hecho los planes de gestión de los parques continentales son aprobados por ley del Congreso, aunque no estoy pidiendo eso para ustedes, quédense tranquilos.
Realmente es muy intensa la cooperación con ellos y el carácter federal que tiene Australia nos remite al punto sobre Tierra del Fuego. Venimos de varias reuniones con el sector productivo, con legisladores y con el Senado, en particular, sobre este tema. Hemos realizado una expedición conjunta con la provincia de Tierra del Fuego, con el CADIC, a partir de un ofrecimiento de National Geographic para poder tener las primeras imágenes de estas áreas que estamos creando o queriendo crear.
En cuanto a la pregunta sobre el artículo de referencia es algo que hace al interior del organismo y podemos realizar una analogía con lo que delega el directorio de la Administración de Parques Nacionales en los intendentes, a partir de disposiciones que los intendentes pueden emitir. Entiendo que se refería a ese punto, que es una dinámica de funcionamiento. Esta es una de las cuestiones que quedó pendiente y es interesante remitirnos a la versión taquigráfica de 2014, cuando justamente se discutía la cuestión de la autoridad de aplicación que quedó pendiente de un decreto que la designara. A partir de ese decreto, la repartición designada podía comenzar a trabajar en el sistema.
Por último, quería darle la palabra a la persona que se encarga de la cuestión de la plata y de la cuestión presupuestaria, el doctor Joaquín Labougle, que trabaja en el equipo y está abocado específicamente a eso.
No obstante, quiero comentarles que hay un decreto del presidente Macri, el 632/2018, por el que nosotros tenemos la indicación precisa de, en un lapso perentorio -ya nos está corriendo el reloj-, hacer la reforma pertinente en el organismo justamente para incorporar en la estructura algo que al momento de la firma del decreto de designación de autoridad de aplicación no estaba incorporado, que es la Dirección Nacional de Áreas Marinas al interior del organismo.
Culmino aquí mi exposición y le pido a Joaquín Labougle que, por favor, responda más elaboradamente sobre la cuestión del presupuesto.
SR. LABOUGLE Sobre la cuestión presupuestaria queremos comentarles que el proyecto que hemos enviado prevé expresamente en su artículo 11 la autorización al Poder Ejecutivo para realizar las modificaciones e incorporaciones necesarias a la ley de presupuesto.
Sin perjuicio de ello, uno de los grandes gastos que hay en la Administración y en la operación de áreas marinas protegidas tiene que ver con cuando uno va a las áreas marinas; los gastos aún son mayores en este caso que son offshore.
Si esta ley se sancionara previo a la terminación de este año, creemos que esas cuestiones no serán necesarias en el año 2019. Primeramente, porque, para empezar a implementar, manejar y operativizar las áreas marinas protegidas debemos elaborar determinados instrumentos necesarios para regir esa operación: por ejemplo, el respectivo plan de manejo de cada área marina protegida, el decreto reglamentario de la ley 27.037, los reglamentos; es decir, todo lo que le va a dar un marco normativo para fijar cuáles son los objetivos de conservación, las actividades de control y vigilancia, etcétera.
Entonces, para atender a esas cuestiones sí es necesario un equipo administrativo, y eso tiene consonancia con lo que Emiliano comentó anteriormente. Precisamente, a través del artículo 11 del decreto 632/2018, el presidente de la Nación encomienda a los organismos descentralizados a readecuar sus estructuras administrativas para lograr una mayor eficiencia en su funcionamiento.
Como la actual estructura administrativa de la Administración de Parques Nacionales fue creada con anterioridad al decreto 402/2017, que fue por el cual se designó a la Administración de Parques Nacionales como autoridad de aplicación de la ley 27.037, los borradores y el trabajo que ya estamos haciendo en miras a cumplir esta adecuación de la estructura administrativa contempla la incorporación de un equipo específico para atender estas nuevas obligaciones que tiene el organismo. Asimismo, se podrá atender debidamente esta fase inicial que requiere la puesta en marcha de estas áreas, que son todas las cuestiones reglamentarias, redacción del plan de manejo, etcétera.
Sin perjuicio de ello, también queremos mencionar -y esto es de público y notorio conocimiento, está colgado en la página web del Ministerio de Hacienda- que la Administración de Parques Nacionales, entidad 107 en el presupuesto, tiene algunas previsiones: básicamente, la planificación y formulación de políticas y de conservación, y la gestión operativa de áreas naturales protegidas, donde ya tiene previsiones para la administración de áreas que están en su órbita. Por lo cual, en el caso de que fuese necesario, también se podría disponer de ese dinero que se está presupuestando.
Por último, también quiero mencionar que ya estamos trabajando coordinadamente con la Jefatura de Gabinete de Ministros para efectuar el traspaso del actual Namuncurá-Banco Burdwood en el año 2020 a la Administración de Parques Nacionales. Esto lo establece una disposición expresa de la ley 27.037. Además, como una de las áreas que están involucradas en este proyecto es una ampliación de Namuncurá-Banco Burdwood, creemos que al hacer el traspaso de autoridad de aplicación no se van a generar, al menos en Namuncurá-Banco Burdwood I y II, nuevas erogaciones presupuestarias sino simplemente se va a recibir lo que ya se venía previendo para la anterior área marina protegida porque sería administrada de una forma global e integrada.
En último lugar, quiero comentar que la Administración de Parques Nacionales cuenta con una unidad específica de búsqueda de financiamiento externo. Son varios los casos en los que con éxito hemos logrado captar financiamiento externo para la operatividad, el manejo y la creación de nuevas áreas protegidas, y en donde también estamos trabajando en líneas de financiamiento para temas relacionados con asuntos marinos.
Sin perjuicio de ello, uno de los grandes gastos que hay en la Administración y en la operación de áreas marinas protegidas tiene que ver con cuando uno va a las áreas marinas; los gastos aún son mayores en este caso que son offshore.
Si esta ley se sancionara previo a la terminación de este año, creemos que esas cuestiones no serán necesarias en el año 2019. Primeramente, porque, para empezar a implementar, manejar y operativizar las áreas marinas protegidas debemos elaborar determinados instrumentos necesarios para regir esa operación: por ejemplo, el respectivo plan de manejo de cada área marina protegida, el decreto reglamentario de la ley 27.037, los reglamentos; es decir, todo lo que le va a dar un marco normativo para fijar cuáles son los objetivos de conservación, las actividades de control y vigilancia, etcétera.
Entonces, para atender a esas cuestiones sí es necesario un equipo administrativo, y eso tiene consonancia con lo que Emiliano comentó anteriormente. Precisamente, a través del artículo 11 del decreto 632/2018, el presidente de la Nación encomienda a los organismos descentralizados a readecuar sus estructuras administrativas para lograr una mayor eficiencia en su funcionamiento.
Como la actual estructura administrativa de la Administración de Parques Nacionales fue creada con anterioridad al decreto 402/2017, que fue por el cual se designó a la Administración de Parques Nacionales como autoridad de aplicación de la ley 27.037, los borradores y el trabajo que ya estamos haciendo en miras a cumplir esta adecuación de la estructura administrativa contempla la incorporación de un equipo específico para atender estas nuevas obligaciones que tiene el organismo. Asimismo, se podrá atender debidamente esta fase inicial que requiere la puesta en marcha de estas áreas, que son todas las cuestiones reglamentarias, redacción del plan de manejo, etcétera.
Sin perjuicio de ello, también queremos mencionar -y esto es de público y notorio conocimiento, está colgado en la página web del Ministerio de Hacienda- que la Administración de Parques Nacionales, entidad 107 en el presupuesto, tiene algunas previsiones: básicamente, la planificación y formulación de políticas y de conservación, y la gestión operativa de áreas naturales protegidas, donde ya tiene previsiones para la administración de áreas que están en su órbita. Por lo cual, en el caso de que fuese necesario, también se podría disponer de ese dinero que se está presupuestando.
Por último, también quiero mencionar que ya estamos trabajando coordinadamente con la Jefatura de Gabinete de Ministros para efectuar el traspaso del actual Namuncurá-Banco Burdwood en el año 2020 a la Administración de Parques Nacionales. Esto lo establece una disposición expresa de la ley 27.037. Además, como una de las áreas que están involucradas en este proyecto es una ampliación de Namuncurá-Banco Burdwood, creemos que al hacer el traspaso de autoridad de aplicación no se van a generar, al menos en Namuncurá-Banco Burdwood I y II, nuevas erogaciones presupuestarias sino simplemente se va a recibir lo que ya se venía previendo para la anterior área marina protegida porque sería administrada de una forma global e integrada.
En último lugar, quiero comentar que la Administración de Parques Nacionales cuenta con una unidad específica de búsqueda de financiamiento externo. Son varios los casos en los que con éxito hemos logrado captar financiamiento externo para la operatividad, el manejo y la creación de nuevas áreas protegidas, y en donde también estamos trabajando en líneas de financiamiento para temas relacionados con asuntos marinos.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN El diputado Solanas me dice que usted, diputado Carmona, puede repreguntar.
SR. CARMONA Quería preguntarle sobre esta última afirmación suya en relación con la unidad de búsqueda de financiamiento. ¿Ya se han hecho gestiones, con qué organismos y con qué organizaciones? ¿Nos puede dar alguna precisión en ese sentido? ¿Hacia dónde están orientadas las búsquedas de financiamiento?
SR. EZCURRA Muchas gracias, diputado.
Desde hace varias décadas, en diversos países, los organismos dedicados a las áreas naturales protegidas pueden presentar ante las Naciones Unidas el muy conocido GEF, proyectos para acceder a fondos que tienen que ver con planes de gestión, diseño, corredores, implementación, control de especies exóticas invasoras. Hay mucho dinero del sistema de Naciones Unidas debidamente auditado, al cual la República Argentina accede desde hace décadas presentando los proyectos que son sometidos a diversas auditorías y presentación de resultados, y es dinero que no hay que devolver.
Esto es muy importante porque cuando uno habla de financiamiento externo se está pensando en que se va a endeudar, pero no. En estos casos tenemos la posibilidad, como ocurre con otros organismos, de acceder a donaciones del sistema de Naciones Unidas, como es el caso de GEF, donde ese dinero no se tiene que devolver. De hecho, si se presentan resultados satisfactorios, el país puede seguir presentando proyectos para acceder a nuevos financiamientos.
Desde hace varias décadas, en diversos países, los organismos dedicados a las áreas naturales protegidas pueden presentar ante las Naciones Unidas el muy conocido GEF, proyectos para acceder a fondos que tienen que ver con planes de gestión, diseño, corredores, implementación, control de especies exóticas invasoras. Hay mucho dinero del sistema de Naciones Unidas debidamente auditado, al cual la República Argentina accede desde hace décadas presentando los proyectos que son sometidos a diversas auditorías y presentación de resultados, y es dinero que no hay que devolver.
Esto es muy importante porque cuando uno habla de financiamiento externo se está pensando en que se va a endeudar, pero no. En estos casos tenemos la posibilidad, como ocurre con otros organismos, de acceder a donaciones del sistema de Naciones Unidas, como es el caso de GEF, donde ese dinero no se tiene que devolver. De hecho, si se presentan resultados satisfactorios, el país puede seguir presentando proyectos para acceder a nuevos financiamientos.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchas gracias a los funcionarios.
Tiene la palabra Mariano Memolli.
Tiene la palabra Mariano Memolli.
SR. MEMOLLI Mi nombre es Mariano Memolli. He sido jefe de una base científica en la Antártida en los años 1990 y 1991; he participado de organismos multilaterales, específicamente, del Comité de Protección Ambiental del Tratado Antártico durante más de diez años; he sido director nacional del Antártico, desde 2013 a 2016. Hoy soy profesor de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad de Lanús y presido la Fundación Pro-Antártida.
Dicho esto, voy a comenzar con la presentación. En primer lugar, estoy de acuerdo con la creación de estas dos nuevas áreas. No voy a repetir lo que dijo el profesor Koutoudjian, a quien aprecio mucho y es un honor estar compartiendo con él, junto con otros científicos que están trabajando en este lugar.
Primero voy a presentar cuáles serían los aportes o las sugerencias, que son los que están resaltadas en azul en la presentación.
En el artículo 4°, que sustituye la redacción del artículo 6°, al cual se le agregan 14 parágrafos, le agregaría un parágrafo 15 que diga lo siguiente: "Para asegurar el recurso humano científico, técnico y logístico especializado junto a todos los recursos e insumos que garanticen, por lo menos, una campaña científica anual a las áreas marinas protegidas contempladas en la presente ley y a aquellas que puedan anexarse al Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas en el futuro".
En el artículo 5° de este proyecto de ley, que sustituye la redacción del artículo 7°, cambiaría una sola cosa. Haría más énfasis en que tienen que ser revisados sí o sí cada cinco años y no "al menos cada cinco años" los planes de gestión y que puedan ser modificados con anterioridad si hay algún hallazgo científico, ambiental o ecosistémico surgido de las campañas científicas que se tendrían que hacer, por lo menos, una sola vez al año. Luego continuaría el texto tal como está redactado.
Esto es una deformación del Sistema del Tratado Antártico, en el que el primer artículo de área marina protegida lo presentan Estados Unidos y Noruega en 1975. Ahí comienzan a plantearse las áreas marinas protegidas. Se presentan a través del Comité Científico de Investigaciones Antárticas y se lo deniegan porque no había forma de instaurarlo.
El otro párrafo está vinculado con el ejercicio de la soberanía nacional, algo que para mí es central.
Cuando se incorpora el párrafo al artículo 10, yo agregaría, como sugerencia, lo siguiente: "Toda organización no gubernamental que participe de un comité de asesoramiento, según lo previsto en el artículo 10 y el artículo 11 de la presente ley, deberán presentar una declaración jurada acorde a la disposición transitoria primera de la Constitución Nacional sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marinos circundantes, señalando fehacientemente que no participan en actividad alguna que se oponga a dicha disposición constitucional".
Empecemos a justificar. El 15 de septiembre de 2016, el comunicado de prensa del Foreign Office, a través del ministro Alan Duncan, señala que van a incrementar las áreas marinas protegidas en el territorio de ultramar del Reino Unido.
Esto venía del año 2013, donde el 14 de marzo hay una revisión estratégica para la biodiversidad de los territorios de ultramar del Reino Unido, que son los territorios ilegal e ilegítimamente ocupados por esa potencia extranjera.
El Joint Nature Conservation Committee, que es un asesor legal del Reino Unido y de las administraciones delegadas, y el UK Overseas Territories Association, es decir, la Asociación para los Territorios de Ultramar -después vamos a ver el poder que tienen-, evalúan una estrategia para implementar áreas marinas protegidas unilaterales en nuestro territorio.
Ahí participan Buglife, Royal Society for the Protection of Birds, Birds Life, la Great Britain Ocean Coalition, que nuclea a Blue Marine Fundation, Marine Conservation Society, The Pew Charitable Trust, Zoological of London, Greenpeace Reino Unido y la WWF del Reino Unido.
El 1° de agosto de 2017 comienza la primera revisión de los cinco años del área marina protegida de las Georgias del Sur y las Islas Sandwich del Sur, a través de una iniciativa del gobierno ilegal de Georgias y Sandwich del Sur. No aparece el gobierno de Malvinas. Esto es tal cual.
En esta revisión, que va a dar lugar al taller del 23 de noviembre de 2017 para la revisión del Área Marina Protegida de Georgias del Sur, se señala que se tiene que cambiar la protección a las islas por una protección más estricta, donde no haya pesca y donde no haya explotación mineral de ningún tipo. Esto se hace en el British Antarctic Survey, en Cambridge, donde se incorporan representantes científicos, la industria pesquera, la industria turística, organizaciones no gubernamentales y un revisor independiente; ninguna organización nacional Argentina participa de esto.
El 19 de junio se publican los resultados de este taller, o sea que todo esto que estoy diciendo tiene una base técnica que se puede revisar en cualquier momento.
A partir de este año y a través de las ONG que trabajan en la Great British Ocean Coalition, van a propulsar que a través de la Comisión de Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos, la CCRVMA, se reconozca un área marítima especialmente protegida unilateral del Reino Unido como ejemplo de conservación.
Cabe mencionar que en 2013 se presentó esta área marina protegida de Georgias en la reunión consultiva el Tratado Antártico en Bruselas y fue rechazada por la Argentina en forma tajante, con la colaboración de Chile y Brasil, cuyos jefes de delegación se sumaron al reclamo argentino. Entendemos que va a haber un reclamo más fuerte. Hay que señalar que hubo una gran tensión respecto al área marina del Mar de Ross en la Antártida, que termina con un acuerdo entre cancilleres de la Federación Rusa y de Estados Unidos; esta situación es realmente muy compleja.
La propuesta de crear estas áreas marinas protegidas, una en Georgias del Sur y otra en las Islas Sandwich del Sur, cuenta con el respaldo de destacados científicos del Reino Unido y de 283 parlamentarios de todo el espectro político que firmaron esta carta de Cinturón Azul, donde se solicita la protección ecológica de todas las aguas que rodean a las Islas Georgias y Sandwich del Sur.
Por último, la legislación del Reino Unido, para la biodiversidad de las áreas marinas protegidas, incorpora otra legislación que no está impulsada por una agencia internacional. Lo importante es que los territorios de ultramar y las dependencias de la corona son autónomos y, por lo tanto, también implementan su propia legislación territorial para la conservación, nuevamente sujeta a las obligaciones internacionales. Creo que tenemos que estar muy atentos a esto, porque de aprobarse se estaría dando la posibilidad de la autodeterminación a estos territorios de ultramar, como acá se plantea, mediante una estrategia conservacionista que no debe ser.
Yo creo que las organizaciones no gubernamentales que participan en este proyecto trabajan reconociendo la soberanía argentina y no habría problema en firmar esa declaración jurada, que garantizaría justamente que nadie se equivoque si va a recibir dinero del Estado, a través del Estado, y va a manejar -como bien lo señaló el profesor Koutoudjian- una estrategia geopolítica muy importante. En este nivel tenemos que estar seguros de que esto sea de esta manera.
Cuando hablamos de los territorios de ultramar estamos hablando de esto, que figura en la página del Foreign Office. Fíjense que hablan de Falkland Islands -y lo digo así aunque no acostumbro a decirlo de esta manera, pero es la forma para que se sienta el impacto-, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y el territorio Antártico Británico.
Este mapa que se ve en pantalla es el mapa de las áreas marinas que se quieren crear de forma unilateral, que justamente lo anunció Alan Duncan tres días después del acuerdo con la Argentina. Me parece que antes de hacer ese anuncio debería haberlo conversado con la República Argentina.
La Argentina tiene enormes posibilidades de salir adelante, tiene una capacidad en sus organismos científicos técnicos muy importante. Tiene una capacidad en sus universidades nacionales que debe sostenerse a toda costa para seguir implementando estos programas.
Además, creo que es muy saludable que se sigan generando estas áreas marinas protegidas. Sin embargo, esto también debe acompañarse de una estrategia política y geopolítica que esté constantemente en la agenda, sobre todo, en la Cámara de Diputados. Gracias.
Dicho esto, voy a comenzar con la presentación. En primer lugar, estoy de acuerdo con la creación de estas dos nuevas áreas. No voy a repetir lo que dijo el profesor Koutoudjian, a quien aprecio mucho y es un honor estar compartiendo con él, junto con otros científicos que están trabajando en este lugar.
Primero voy a presentar cuáles serían los aportes o las sugerencias, que son los que están resaltadas en azul en la presentación.
En el artículo 4°, que sustituye la redacción del artículo 6°, al cual se le agregan 14 parágrafos, le agregaría un parágrafo 15 que diga lo siguiente: "Para asegurar el recurso humano científico, técnico y logístico especializado junto a todos los recursos e insumos que garanticen, por lo menos, una campaña científica anual a las áreas marinas protegidas contempladas en la presente ley y a aquellas que puedan anexarse al Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas en el futuro".
En el artículo 5° de este proyecto de ley, que sustituye la redacción del artículo 7°, cambiaría una sola cosa. Haría más énfasis en que tienen que ser revisados sí o sí cada cinco años y no "al menos cada cinco años" los planes de gestión y que puedan ser modificados con anterioridad si hay algún hallazgo científico, ambiental o ecosistémico surgido de las campañas científicas que se tendrían que hacer, por lo menos, una sola vez al año. Luego continuaría el texto tal como está redactado.
Esto es una deformación del Sistema del Tratado Antártico, en el que el primer artículo de área marina protegida lo presentan Estados Unidos y Noruega en 1975. Ahí comienzan a plantearse las áreas marinas protegidas. Se presentan a través del Comité Científico de Investigaciones Antárticas y se lo deniegan porque no había forma de instaurarlo.
El otro párrafo está vinculado con el ejercicio de la soberanía nacional, algo que para mí es central.
Cuando se incorpora el párrafo al artículo 10, yo agregaría, como sugerencia, lo siguiente: "Toda organización no gubernamental que participe de un comité de asesoramiento, según lo previsto en el artículo 10 y el artículo 11 de la presente ley, deberán presentar una declaración jurada acorde a la disposición transitoria primera de la Constitución Nacional sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marinos circundantes, señalando fehacientemente que no participan en actividad alguna que se oponga a dicha disposición constitucional".
Empecemos a justificar. El 15 de septiembre de 2016, el comunicado de prensa del Foreign Office, a través del ministro Alan Duncan, señala que van a incrementar las áreas marinas protegidas en el territorio de ultramar del Reino Unido.
Esto venía del año 2013, donde el 14 de marzo hay una revisión estratégica para la biodiversidad de los territorios de ultramar del Reino Unido, que son los territorios ilegal e ilegítimamente ocupados por esa potencia extranjera.
El Joint Nature Conservation Committee, que es un asesor legal del Reino Unido y de las administraciones delegadas, y el UK Overseas Territories Association, es decir, la Asociación para los Territorios de Ultramar -después vamos a ver el poder que tienen-, evalúan una estrategia para implementar áreas marinas protegidas unilaterales en nuestro territorio.
Ahí participan Buglife, Royal Society for the Protection of Birds, Birds Life, la Great Britain Ocean Coalition, que nuclea a Blue Marine Fundation, Marine Conservation Society, The Pew Charitable Trust, Zoological of London, Greenpeace Reino Unido y la WWF del Reino Unido.
El 1° de agosto de 2017 comienza la primera revisión de los cinco años del área marina protegida de las Georgias del Sur y las Islas Sandwich del Sur, a través de una iniciativa del gobierno ilegal de Georgias y Sandwich del Sur. No aparece el gobierno de Malvinas. Esto es tal cual.
En esta revisión, que va a dar lugar al taller del 23 de noviembre de 2017 para la revisión del Área Marina Protegida de Georgias del Sur, se señala que se tiene que cambiar la protección a las islas por una protección más estricta, donde no haya pesca y donde no haya explotación mineral de ningún tipo. Esto se hace en el British Antarctic Survey, en Cambridge, donde se incorporan representantes científicos, la industria pesquera, la industria turística, organizaciones no gubernamentales y un revisor independiente; ninguna organización nacional Argentina participa de esto.
El 19 de junio se publican los resultados de este taller, o sea que todo esto que estoy diciendo tiene una base técnica que se puede revisar en cualquier momento.
A partir de este año y a través de las ONG que trabajan en la Great British Ocean Coalition, van a propulsar que a través de la Comisión de Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos, la CCRVMA, se reconozca un área marítima especialmente protegida unilateral del Reino Unido como ejemplo de conservación.
Cabe mencionar que en 2013 se presentó esta área marina protegida de Georgias en la reunión consultiva el Tratado Antártico en Bruselas y fue rechazada por la Argentina en forma tajante, con la colaboración de Chile y Brasil, cuyos jefes de delegación se sumaron al reclamo argentino. Entendemos que va a haber un reclamo más fuerte. Hay que señalar que hubo una gran tensión respecto al área marina del Mar de Ross en la Antártida, que termina con un acuerdo entre cancilleres de la Federación Rusa y de Estados Unidos; esta situación es realmente muy compleja.
La propuesta de crear estas áreas marinas protegidas, una en Georgias del Sur y otra en las Islas Sandwich del Sur, cuenta con el respaldo de destacados científicos del Reino Unido y de 283 parlamentarios de todo el espectro político que firmaron esta carta de Cinturón Azul, donde se solicita la protección ecológica de todas las aguas que rodean a las Islas Georgias y Sandwich del Sur.
Por último, la legislación del Reino Unido, para la biodiversidad de las áreas marinas protegidas, incorpora otra legislación que no está impulsada por una agencia internacional. Lo importante es que los territorios de ultramar y las dependencias de la corona son autónomos y, por lo tanto, también implementan su propia legislación territorial para la conservación, nuevamente sujeta a las obligaciones internacionales. Creo que tenemos que estar muy atentos a esto, porque de aprobarse se estaría dando la posibilidad de la autodeterminación a estos territorios de ultramar, como acá se plantea, mediante una estrategia conservacionista que no debe ser.
Yo creo que las organizaciones no gubernamentales que participan en este proyecto trabajan reconociendo la soberanía argentina y no habría problema en firmar esa declaración jurada, que garantizaría justamente que nadie se equivoque si va a recibir dinero del Estado, a través del Estado, y va a manejar -como bien lo señaló el profesor Koutoudjian- una estrategia geopolítica muy importante. En este nivel tenemos que estar seguros de que esto sea de esta manera.
Cuando hablamos de los territorios de ultramar estamos hablando de esto, que figura en la página del Foreign Office. Fíjense que hablan de Falkland Islands -y lo digo así aunque no acostumbro a decirlo de esta manera, pero es la forma para que se sienta el impacto-, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y el territorio Antártico Británico.
Este mapa que se ve en pantalla es el mapa de las áreas marinas que se quieren crear de forma unilateral, que justamente lo anunció Alan Duncan tres días después del acuerdo con la Argentina. Me parece que antes de hacer ese anuncio debería haberlo conversado con la República Argentina.
La Argentina tiene enormes posibilidades de salir adelante, tiene una capacidad en sus organismos científicos técnicos muy importante. Tiene una capacidad en sus universidades nacionales que debe sostenerse a toda costa para seguir implementando estos programas.
Además, creo que es muy saludable que se sigan generando estas áreas marinas protegidas. Sin embargo, esto también debe acompañarse de una estrategia política y geopolítica que esté constantemente en la agenda, sobre todo, en la Cámara de Diputados. Gracias.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchísimas gracias.
A continuación, tiene la palabra el señor Horacio Tettamanti.
A continuación, tiene la palabra el señor Horacio Tettamanti.
SR. TETTAMANTI Señora presidenta: mi nombre es Horacio Luis Tettamanti; soy ingeniero de la Universidad de Buenos Aires, exdocente de esta y también del ITBA. Además, fui secretario de Puertos de la Nación y consejero federal pesquero de la República Argentina.
Este auditorio es interesante para debatir un tema central que tiene una importancia y una proyección mucho más allá de las consideraciones ecológicas o de protección del medioambiente, que es un asunto que seguramente será totalmente unánime en todos los presentes.
Quiero señalar alguna consideración. El primer debate que deberíamos instalar sobre una ecuación como de la que estamos hablando es la selección de cuál será la lógica dominante de la resolución de esta matriz de conflicto que tenemos. Es evidente que estamos hablando de una zona cercana a un lugar extremadamente complejo para la Argentina, donde nuestro país no solamente recibe la ocupación de una potencia extranjera, sino una amenaza a un conjunto de vectores que hacen a los intereses nacionales.
Por eso, la primera propuesta que quiero hacer es que mi razonamiento va a partir de la convicción de que este tratamiento debería ser primeramente debatido sobre cuál es la lógica que vamos a definir como dominante. Creo que, en este tema en particular, la visión geopolítica es la que en definitiva debería ser la que dirima u ordene los diferentes puntos en conflicto.
La Argentina tiene amenazado no solo un territorio ocupado, sino tres conjuntos de vectores que hacen a sus intereses nacionales más fundamentales. La Argentina tiene amenazado el acceso a la rentabilidad de la proteína vegetal que genera la cuenta del Plata; la Argentina tiene amenazada su soberanía sobre el río Paraná.
Asimismo, a partir de una instancia que hemos señalado en varios medios hace poco tiempo, la Cancillería se allanó a libro cerrado a la pretensión de las multinacionales uruguayas de habilitar la canalización al puerto de Montevideo. Así, se canalizaría como el puerto central -a partir de sus 46 pies- del control logístico de toda la cuenca del Plata.
La Argentina tiene una amenaza sobre los recursos importantes del Atlántico Sur, no solamente los pesqueros, sino también los minerales o los hidrocarburíferos. La Argentina también tiene una amenaza significativa del control soberano sobre la logística estratégica del Atlántico Sur. A su vez, la Argentina tiene una importante amenaza geopolítica sobre el control del tráfico bioceánico del Pacífico y del Atlántico. En definitiva, todo termina amenazando también las históricas reivindicaciones argentinas sobre el continente Antártico.
Entonces, quiero plantear que esto es una ecuación completa, no parcializada; no son elementos estancos. Las amenazas a estos recursos existen, y estos últimos tal vez están manejados en otras mesas de arena sobre intereses que tienen una concomitancia unos con otros. No son cuestiones totalmente independientes lo que sucede en el Paraná, en el Río de la Plata, en las Islas Malvinas o en la Antártida.
El hecho de que Montevideo se entronice como el centro logístico de toda la proteína vegetal de la cuenca del Plata hace que se fortalezca como un nodo logístico importante y, a su vez, es el que explica, justifica y da fuerza a la estrategia de Inglaterra sobre la explotación de los hidrocarburos y de la pesca de Malvinas. Sin Montevideo no podría ser posible la explotación pesquera ni hidrocarburífera de las Islas Malvinas; sin estas últimas no sería factible el control del Atlántico Sur y de sus recursos. Asimismo, sin el eje Inglaterra-Chile tampoco sería posible el control del tráfico bioceánico Atlántico-Pacífico. Con lo cual en este tipo de ecuación habría que considerarla de esta forma. Es evidente que los movimientos ingleses sobre los aspectos de la conservación de los ecosistemas en los espacios de ultramar están dominados por una visión geopolítica. Tras un escudo de protección se encuentran pasos estratégicos definidos para ir estableciendo formas de ir ocupando territorios o, si no se los ocupa, ir debilitando la posibilidad de que los soberanos moneticen sus soberanías a través de desarrollos económicos y consoliden su presencia. La única forma es a través de estructuras de explotación, de presencia y económicas que hagan que la soberanía se convierta en un efectivo elemento de desarrollo para la Nación soberana que le corresponda.
Es evidente que la Argentina no pretende nada, no pretende ocupar absolutamente nada. Lo que la Argentina pretende es el ejercicio pleno de su soberanía legítima por derecho propio y por derecho histórico.
En consecuencia, la comparativa sobre las políticas de los espacios ocupados por Inglaterra, sus políticas y sus agendas ecológicas podría estar en discusión en aquellos espacios que sí son reclamados por Inglaterra o están ocupados por Inglaterra. Afortunadamente, todavía no y esperemos que no lo sean; estos espacios son soberanos. No hay ninguna otra Nación que los reivindique como tales, son absolutamente soberanos, con lo cual la agenda debería ser nuestras propias necesidades. No creo que sea necesario que importemos agendas que no corresponden a nuestras propias necesidades.
Aquella primera ley sobre el Banco Burdwood fue un debate importante. Creo que el primer debate es la oportunidad, si es oportuno y si es realmente una agenda argentina la que lleva a la necesidad concreta de que ese debate sea planteado en ese momento y no tomar agendas externas que imponen agendas que de pronto no son las del pueblo argentino. La primera cuestión sobre Burdwood, aquella primera ley.
Segundo, me parece que habría que hacer algunas diferenciaciones sobre una comparativa. En aquella primera concepción, se trataba del Banco Burdwood, que tiene una proyección geopolítica significativa. Siempre digo que el Banco Burdwood es la tercera isla Malvinas sumergida. Es un espacio o una anomalía geológica muy importante que tiene un valor geopolítico y estratégico fundamental.
Aquí están presentes algunos oficiales de Marina y de Prefectura y, seguramente, lo van a considerar. En las profundidades abisales de ese mar es el único lugar que hay entre cincuenta a cien metros de profundidad, con lo cual se pueden hincar islas fijas, se pueden hacer explotaciones de recursos muy particulares, inclusive, pueden tener una proyección, y de hecho la han tenido, de orden de defensa.
Además, la definición de ese espacio no tenía consideraciones del conflicto. Argentina reconoce y lo seguirá reconociendo, porque el marco constitucional lo establece, que las Malvinas son argentinas.
Era una definición de tipo orográfico, de tipo batimétrico, que definía ese espacio a ser conservado. Estas áreas son convencionales, no tienen una sola explicación, hay unos meridianos, hay unos paralelos. Yo creo que si hay una consideración ecológica sobre la necesidad -creo que no lo es, pero bueno, lo podemos debatir- de extender ese espacio marino conservado hacia los taludes, la pregunta es por qué la Argentina cree que solamente el talud sur es el que debe ser estudiado y no el norte.
El banco Burdwood sí tenía una decisión soberana en tanto y en cuanto penetraba y entraba en conflicto con zonas en debate.
Creo que la protección o las políticas ecológicas, en definitiva, y en estos espacios tan delicados, son sin lugar a dudas una máscara que esconde objetivos absolutamente geoestratégicos.
Considero que la Argentina tiene una debilidad geopolítica muy grave, tiene una amenaza muy importante. Creo que la definición o el seguimiento de agendas sobre espacios marítimos que no son o que no están -esperemos que no lo sean- reclamados por otros países deberían estar dictaminadas por las necesidades argentinas.
Me parece que ameritaría un estudio mucho más profundo la discriminación sobre los taludes o la propia autolimitación argentina de no avanzar sobre lo que le corresponde o la unilateral restricción a los grados de libertad de la presencia argentina en un lugar tan delicado.
Por otro lado, en mi carácter de ex consejero federal pesquero, creo que de alguna forma esto contradice un desarrollo argentino muy importante que ha sido reconocido internacionalmente. Tenemos que decir que en los medios hegemónicos y en las agendas que se le imponen desde afuera, un tema que fue atacado permanentemente es la pesca argentina.
La Argentina es un país muy importante desde el punto de vista pesquero. Es uno de los más importantes del mundo. Es un país que ha desarrollado técnicas de pesca muy importantes y donde la técnica del manejo de áreas de vedas móviles ha sido muy exitosa.
Creo que en aguas argentinas es necesario desarrollar la presencia económica argentina que tenga como objetivo la monetización de la soberanía. Me parece que habría que mirar esto con mucho cuidado en un lugar que realmente reclama la presencia argentina y el desarrollo económico.
La Argentina está autolimitándose en un momento donde aparentemente no hay muchas explicaciones de por qué limita en forma unilateral su propia presencia en estas áreas.
Por lo pronto, me da la impresión de que la política pesquera, desde el punto de vista económico, debería ser dominante y tener en cuenta siempre que el conflicto geopolítico argentino en su plan del Río Paraná, la Cuenca del Plata, el Atlántico Sur, las Islas Malvinas y la Antártida es un tablero único que debe ser mirado con mucha precaución.
Agradezco la visión. Me parece que la diversidad de la democracia es muy valiosa y quiero transmitir mi convicción de que esta ley es inoportuna. Es una ley no conveniente para los intereses nacionales y creo que Argentina debería mirar con muchísimo cuidado la situación grave que tiene por los aspectos amenazados de su geopolítica e intereses nacionales más profundos.
Este auditorio es interesante para debatir un tema central que tiene una importancia y una proyección mucho más allá de las consideraciones ecológicas o de protección del medioambiente, que es un asunto que seguramente será totalmente unánime en todos los presentes.
Quiero señalar alguna consideración. El primer debate que deberíamos instalar sobre una ecuación como de la que estamos hablando es la selección de cuál será la lógica dominante de la resolución de esta matriz de conflicto que tenemos. Es evidente que estamos hablando de una zona cercana a un lugar extremadamente complejo para la Argentina, donde nuestro país no solamente recibe la ocupación de una potencia extranjera, sino una amenaza a un conjunto de vectores que hacen a los intereses nacionales.
Por eso, la primera propuesta que quiero hacer es que mi razonamiento va a partir de la convicción de que este tratamiento debería ser primeramente debatido sobre cuál es la lógica que vamos a definir como dominante. Creo que, en este tema en particular, la visión geopolítica es la que en definitiva debería ser la que dirima u ordene los diferentes puntos en conflicto.
La Argentina tiene amenazado no solo un territorio ocupado, sino tres conjuntos de vectores que hacen a sus intereses nacionales más fundamentales. La Argentina tiene amenazado el acceso a la rentabilidad de la proteína vegetal que genera la cuenta del Plata; la Argentina tiene amenazada su soberanía sobre el río Paraná.
Asimismo, a partir de una instancia que hemos señalado en varios medios hace poco tiempo, la Cancillería se allanó a libro cerrado a la pretensión de las multinacionales uruguayas de habilitar la canalización al puerto de Montevideo. Así, se canalizaría como el puerto central -a partir de sus 46 pies- del control logístico de toda la cuenca del Plata.
La Argentina tiene una amenaza sobre los recursos importantes del Atlántico Sur, no solamente los pesqueros, sino también los minerales o los hidrocarburíferos. La Argentina también tiene una amenaza significativa del control soberano sobre la logística estratégica del Atlántico Sur. A su vez, la Argentina tiene una importante amenaza geopolítica sobre el control del tráfico bioceánico del Pacífico y del Atlántico. En definitiva, todo termina amenazando también las históricas reivindicaciones argentinas sobre el continente Antártico.
Entonces, quiero plantear que esto es una ecuación completa, no parcializada; no son elementos estancos. Las amenazas a estos recursos existen, y estos últimos tal vez están manejados en otras mesas de arena sobre intereses que tienen una concomitancia unos con otros. No son cuestiones totalmente independientes lo que sucede en el Paraná, en el Río de la Plata, en las Islas Malvinas o en la Antártida.
El hecho de que Montevideo se entronice como el centro logístico de toda la proteína vegetal de la cuenca del Plata hace que se fortalezca como un nodo logístico importante y, a su vez, es el que explica, justifica y da fuerza a la estrategia de Inglaterra sobre la explotación de los hidrocarburos y de la pesca de Malvinas. Sin Montevideo no podría ser posible la explotación pesquera ni hidrocarburífera de las Islas Malvinas; sin estas últimas no sería factible el control del Atlántico Sur y de sus recursos. Asimismo, sin el eje Inglaterra-Chile tampoco sería posible el control del tráfico bioceánico Atlántico-Pacífico. Con lo cual en este tipo de ecuación habría que considerarla de esta forma. Es evidente que los movimientos ingleses sobre los aspectos de la conservación de los ecosistemas en los espacios de ultramar están dominados por una visión geopolítica. Tras un escudo de protección se encuentran pasos estratégicos definidos para ir estableciendo formas de ir ocupando territorios o, si no se los ocupa, ir debilitando la posibilidad de que los soberanos moneticen sus soberanías a través de desarrollos económicos y consoliden su presencia. La única forma es a través de estructuras de explotación, de presencia y económicas que hagan que la soberanía se convierta en un efectivo elemento de desarrollo para la Nación soberana que le corresponda.
Es evidente que la Argentina no pretende nada, no pretende ocupar absolutamente nada. Lo que la Argentina pretende es el ejercicio pleno de su soberanía legítima por derecho propio y por derecho histórico.
En consecuencia, la comparativa sobre las políticas de los espacios ocupados por Inglaterra, sus políticas y sus agendas ecológicas podría estar en discusión en aquellos espacios que sí son reclamados por Inglaterra o están ocupados por Inglaterra. Afortunadamente, todavía no y esperemos que no lo sean; estos espacios son soberanos. No hay ninguna otra Nación que los reivindique como tales, son absolutamente soberanos, con lo cual la agenda debería ser nuestras propias necesidades. No creo que sea necesario que importemos agendas que no corresponden a nuestras propias necesidades.
Aquella primera ley sobre el Banco Burdwood fue un debate importante. Creo que el primer debate es la oportunidad, si es oportuno y si es realmente una agenda argentina la que lleva a la necesidad concreta de que ese debate sea planteado en ese momento y no tomar agendas externas que imponen agendas que de pronto no son las del pueblo argentino. La primera cuestión sobre Burdwood, aquella primera ley.
Segundo, me parece que habría que hacer algunas diferenciaciones sobre una comparativa. En aquella primera concepción, se trataba del Banco Burdwood, que tiene una proyección geopolítica significativa. Siempre digo que el Banco Burdwood es la tercera isla Malvinas sumergida. Es un espacio o una anomalía geológica muy importante que tiene un valor geopolítico y estratégico fundamental.
Aquí están presentes algunos oficiales de Marina y de Prefectura y, seguramente, lo van a considerar. En las profundidades abisales de ese mar es el único lugar que hay entre cincuenta a cien metros de profundidad, con lo cual se pueden hincar islas fijas, se pueden hacer explotaciones de recursos muy particulares, inclusive, pueden tener una proyección, y de hecho la han tenido, de orden de defensa.
Además, la definición de ese espacio no tenía consideraciones del conflicto. Argentina reconoce y lo seguirá reconociendo, porque el marco constitucional lo establece, que las Malvinas son argentinas.
Era una definición de tipo orográfico, de tipo batimétrico, que definía ese espacio a ser conservado. Estas áreas son convencionales, no tienen una sola explicación, hay unos meridianos, hay unos paralelos. Yo creo que si hay una consideración ecológica sobre la necesidad -creo que no lo es, pero bueno, lo podemos debatir- de extender ese espacio marino conservado hacia los taludes, la pregunta es por qué la Argentina cree que solamente el talud sur es el que debe ser estudiado y no el norte.
El banco Burdwood sí tenía una decisión soberana en tanto y en cuanto penetraba y entraba en conflicto con zonas en debate.
Creo que la protección o las políticas ecológicas, en definitiva, y en estos espacios tan delicados, son sin lugar a dudas una máscara que esconde objetivos absolutamente geoestratégicos.
Considero que la Argentina tiene una debilidad geopolítica muy grave, tiene una amenaza muy importante. Creo que la definición o el seguimiento de agendas sobre espacios marítimos que no son o que no están -esperemos que no lo sean- reclamados por otros países deberían estar dictaminadas por las necesidades argentinas.
Me parece que ameritaría un estudio mucho más profundo la discriminación sobre los taludes o la propia autolimitación argentina de no avanzar sobre lo que le corresponde o la unilateral restricción a los grados de libertad de la presencia argentina en un lugar tan delicado.
Por otro lado, en mi carácter de ex consejero federal pesquero, creo que de alguna forma esto contradice un desarrollo argentino muy importante que ha sido reconocido internacionalmente. Tenemos que decir que en los medios hegemónicos y en las agendas que se le imponen desde afuera, un tema que fue atacado permanentemente es la pesca argentina.
La Argentina es un país muy importante desde el punto de vista pesquero. Es uno de los más importantes del mundo. Es un país que ha desarrollado técnicas de pesca muy importantes y donde la técnica del manejo de áreas de vedas móviles ha sido muy exitosa.
Creo que en aguas argentinas es necesario desarrollar la presencia económica argentina que tenga como objetivo la monetización de la soberanía. Me parece que habría que mirar esto con mucho cuidado en un lugar que realmente reclama la presencia argentina y el desarrollo económico.
La Argentina está autolimitándose en un momento donde aparentemente no hay muchas explicaciones de por qué limita en forma unilateral su propia presencia en estas áreas.
Por lo pronto, me da la impresión de que la política pesquera, desde el punto de vista económico, debería ser dominante y tener en cuenta siempre que el conflicto geopolítico argentino en su plan del Río Paraná, la Cuenca del Plata, el Atlántico Sur, las Islas Malvinas y la Antártida es un tablero único que debe ser mirado con mucha precaución.
Agradezco la visión. Me parece que la diversidad de la democracia es muy valiosa y quiero transmitir mi convicción de que esta ley es inoportuna. Es una ley no conveniente para los intereses nacionales y creo que Argentina debería mirar con muchísimo cuidado la situación grave que tiene por los aspectos amenazados de su geopolítica e intereses nacionales más profundos.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor Germán Palé.
SR. PALÉ Señora presidenta: en primer lugar, agradezco a este cuerpo por la invitación para exponer sobre este proyecto.
Trabajo en Fundación Vida Silvestre y voy a exponer en representación de las organizaciones argentinas que se nuclean en el Foro del Mar Patagónico. Trataré de respetar la consigna de los siete minutos para enfocarme fundamentalmente en la propuesta del proyecto de ley sobres las dos áreas.
La situación que tenemos hoy respecto de las áreas marinas protegidas en nuestros espacios marítimos es que las que existen son mayormente costero marinas y abarcan aproximadamente entre el 2,6 y el 2,8 por ciento de los espacios marítimos. Excepto el área marina Namuncurá-Banco Burdwood que es estrictamente oceánica, el resto de las áreas están localizadas dentro del mar territorial.
El proyecto que se está analizando hoy propone incorporar dos áreas oceánicas, que son Yaganes y Namuncurá- Banco Burdwood II. De prosperar esta iniciativa y sancionarse la ley, cambiaríamos el escenario y tendríamos un porcentaje de aproximadamente un 7,8 por ciento de los espacios marítimos protegidos bajo la figura de áreas protegidas, unidades de conservación.
En pantalla vemos una infografía con imágenes que habitualmente no se tienen, donde se muestran todos los espacios marítimos argentinos sin el agua y con el relieve submarino. En esa infografía se observa que la propuesta para las áreas de Yaganes y Banco Burdwood no están justamente sobre el área más conocida, que es la de plataforma, sino que están en los fondos oceánicos profundos de las aguas subantárticas y en el borde del talud austral.
Estas áreas cumplen con ciertos requisitos que tienen que ver con la implementación efectiva de cuando se crean estas herramientas de conservación. Un requisito tiene que ver con el tamaño; en los casos de Yaganes y Banco Burdwood II son lo que se conoce en la Unidad Internacional para la Conservación de la Naturaleza como grandes áreas protegidas, que son aquellas grandes extensiones mayores a 10.000 kilómetros cuadrados y es el caso de las dos áreas propuestas en este proyecto de ley.
Luego, hay otro criterio que tiene que ver con la representatividad. Si bien el Mar Argentino se integra como una unidad, dentro del mismo -como se puede ver por la forma de los relieves- hay varios ecosistemas contenidos. Yaganes y Banco Burdwood II son claramente representativos de esto a lo que hacía referencia recién, que son las aguas oceánicas profundas que están en el Arco de Scotia.
En relación con el criterio precautorio que se plantea en la Ley General del Ambiente, claramente dentro de estas áreas -como vamos a ver a continuación- está lo que se conoce como ecosistemas marinos vulnerables, avanzando en su protección y abonando este concepto.
En relación con la conectividad, si bien no tienen continuidad, tanto Yaganes como Banco Burdwood II están vertebradas por la Corriente Circumpolar Antártica que es la que se desprende y después forma la corriente fría en Malvinas que baña las aguas de plataforma y le da la riqueza que tiene nuestro mar.
En relación con la zonificación ya se expidió Emiliano así que no voy a ampliar mucho. En lo que respecta a la participación, Emiliano Ezcurra también fue bastante elocuente sobre cómo fue el proceso que llevó a que finalmente sean estas dos las áreas protegidas en la iniciativa propuesta para el proyecto de ley.
Lo que estoy presentando ahora ya fue presentado el año pasado aquí, en el Congreso, y cómo se mencionó anteriormente, con posterioridad a la presentación del proyecto siguieron las conversaciones sectoriales y se hicieron algunos ajustes a la propuesta en las dos áreas. Por lo tanto, si es para mejorar, bienvenidos sean esos ajustes.
Puntualmente, en relación con el área de Yaganes hay algunas cosas para destacar. Es el único sector de nuestros espacios marítimos en donde, más allá de las profundidades que llegan cerca de los 4.000 metros, hay islas o montes submarinos, que son lugares reconocidos mundialmente como áreas que concentran biodiversidad y que tienen que ver con los objetivos que llevan a querer las áreas marinas protegidas.
Si se fijan en el mapa, hay una serie de exposiciones satelitales de determinados animales, aves y mamíferos marinos a los que se les instalaron receptores satelitales. Está el área que utilizan para forrajeo y alimentación de animales que habitualmente los encontramos en la costa patagónica.
Por otro lado, en relación con lo que mencionaba en la diapositiva anterior, conservar sectores importantes de esta parte del ecosistema del Mar Argentino va ser beneficioso, porque la Corriente Circumpolar Antártica, a través de la corriente de Malvinas en el talud y a través de la ingresión que tiene por el Estrecho del Le Maire y por sobre el Banco Burdwood, baña las aguas de plataforma que albergan toda la biodiversidad que brindan los servicios ecosistémicos a los que se hizo mención aquí.
En relación con la ampliación del Banco Burdwood, o el área protegida Namuncurá-Banco Burdwood II, esta imagen que vemos es elocuente de lo que se venía haciendo referencia. A partir de 2013, que se crea el Banco Burdwood, se realizan una serie de campañas oceanográficas donde se profundiza el conocimiento sobre esta área. Es un área destacada para invertebrados, y en particular por la presencia de estos ecosistemas que son considerados mundialmente vulnerables, que son los jardines de esponjas y de corales de agua fría, que es lo se ve en la foto. La persona que aparece en la foto es una de las investigadoras, profesora del Conicet, que se embarca en Puerto Deseado, en el ARA Austral, en las distintas campañas que se han venido haciendo. Aparte de los invertebrados, esta área alberga determinadas especies de valor ictícola como puede ser la merluza negra, la merluza de cola o la polaca.
Por otro lado, y honrando el espíritu de la ley que en 2013 creó el área de Namuncurá-Banco Burdwood, allí se decía que algunos de los objetivos que tenían que ver con la conservación de la biodiversidad tenían que ver con proteger los corales de agua fría. Cuando se fue a investigar, en las campañas oceanográficas descubrieron que los corales de agua fría estaban en el talud y no en la actual área protegida. Es por eso que se dice que el diseño de esta área y la ampliación perfecciona ese diseño y atiende a esa voluntad.
Las áreas protegidas aparte de su finalidad para conservación de la biodiversidad, también brindan oportunidades socioeconómicas. En este sentido, en las áreas que se están proponiendo funcionan pesquerías, tanto de la merluza negra como la merluza de cola, que son bienes exportables. El hecho de que se constituyan áreas protegidas puede agregar valor a la trazabilidad de esa explotación y permitir acceder a mercados más competitivos.
Por otra parte, puede brindar condiciones más saludables para la renovación de esos recursos pesqueros que son objeto de explotación. También hay un tema que a veces no se tiene en cuenta pero que se da en general en toda la Patagonia, y en Tierra de Fuego pasa algo similar, que es que hay toda una actividad de turismo basada en el aprovechamiento del recurso fauna, y ese recurso fauna requiere de internarse en el mar para suministrar su alimento. Las áreas protegidas garantizan que eso sea exitoso.
En cuanto a las relaciones exteriores, ustedes pueden observar en el centro de la diapositiva que aparece el área recientemente creada por la República de Chile, en enero de este año. Es el Parque Marino Islas Diego Ramírez y Cabo de Hornos, y al crearse Yaganes le daría una continuidad a ese corredor, que es el Pasaje Drake, único sistema común. Ya existen iniciativas en el marco del tratado de paz y amistad entre Chile y la Argentina, donde estos temas forman parte de la agenda. Sumado a eso, avanzar con estas áreas permite contribuir a los compromisos internacionales asumidos en la Convención de Biodiversidad y en los objetivos de desarrollo sustentable.
En el caso particular de las dos, no sólo de Yaganes, claramente las dos áreas fortalecen la proyección y los reclamos que la Argentina tiene sobre la presencia antártica.
Por eso, desde las organizaciones del foro a las que hemos estado asistiendo y apoyando esta iniciativa desde Parques Nacionales, creemos que sancionar estas leyes es darle una continuidad a una política de Estado que ya tiene bastante tiempo y que contribuye a un manejo sustentable de los recursos y al fortalecimiento de la presencia y soberanía nacional en estos espacios marítimos clave.
Lo último que quería compartir con ustedes son estas imágenes que se ven en pantalla recibidas ayer a la noche. Son imágenes generadas en profundidad; si llegan a apreciar, el tiburón dice 126 metros, las anémonas que están a la derecha dicen 67 metros, y después los cardúmenes de peces y la rayas dice 392 y 300 metros de profundidad. Esas imágenes fueron generadas por una expedición que organizó Nat Geo, que apoyó el Foro Para la Conservación del Mar Patagónico conjuntamente con Parques Nacionales, el Ministerio de Ambiente y la provincia de Tierra del Fuego, al área de Yaganes. Esto permitió obtener imágenes que generalmente no son factibles si no se dispone de esa tecnología. Esto es parte de una presentación de un documental que va a presentar Nat Geo en breve y al que seguramente vamos a invitar a todos para disfrutarlo. Muchas gracias por el tiempo.
Trabajo en Fundación Vida Silvestre y voy a exponer en representación de las organizaciones argentinas que se nuclean en el Foro del Mar Patagónico. Trataré de respetar la consigna de los siete minutos para enfocarme fundamentalmente en la propuesta del proyecto de ley sobres las dos áreas.
La situación que tenemos hoy respecto de las áreas marinas protegidas en nuestros espacios marítimos es que las que existen son mayormente costero marinas y abarcan aproximadamente entre el 2,6 y el 2,8 por ciento de los espacios marítimos. Excepto el área marina Namuncurá-Banco Burdwood que es estrictamente oceánica, el resto de las áreas están localizadas dentro del mar territorial.
El proyecto que se está analizando hoy propone incorporar dos áreas oceánicas, que son Yaganes y Namuncurá- Banco Burdwood II. De prosperar esta iniciativa y sancionarse la ley, cambiaríamos el escenario y tendríamos un porcentaje de aproximadamente un 7,8 por ciento de los espacios marítimos protegidos bajo la figura de áreas protegidas, unidades de conservación.
En pantalla vemos una infografía con imágenes que habitualmente no se tienen, donde se muestran todos los espacios marítimos argentinos sin el agua y con el relieve submarino. En esa infografía se observa que la propuesta para las áreas de Yaganes y Banco Burdwood no están justamente sobre el área más conocida, que es la de plataforma, sino que están en los fondos oceánicos profundos de las aguas subantárticas y en el borde del talud austral.
Estas áreas cumplen con ciertos requisitos que tienen que ver con la implementación efectiva de cuando se crean estas herramientas de conservación. Un requisito tiene que ver con el tamaño; en los casos de Yaganes y Banco Burdwood II son lo que se conoce en la Unidad Internacional para la Conservación de la Naturaleza como grandes áreas protegidas, que son aquellas grandes extensiones mayores a 10.000 kilómetros cuadrados y es el caso de las dos áreas propuestas en este proyecto de ley.
Luego, hay otro criterio que tiene que ver con la representatividad. Si bien el Mar Argentino se integra como una unidad, dentro del mismo -como se puede ver por la forma de los relieves- hay varios ecosistemas contenidos. Yaganes y Banco Burdwood II son claramente representativos de esto a lo que hacía referencia recién, que son las aguas oceánicas profundas que están en el Arco de Scotia.
En relación con el criterio precautorio que se plantea en la Ley General del Ambiente, claramente dentro de estas áreas -como vamos a ver a continuación- está lo que se conoce como ecosistemas marinos vulnerables, avanzando en su protección y abonando este concepto.
En relación con la conectividad, si bien no tienen continuidad, tanto Yaganes como Banco Burdwood II están vertebradas por la Corriente Circumpolar Antártica que es la que se desprende y después forma la corriente fría en Malvinas que baña las aguas de plataforma y le da la riqueza que tiene nuestro mar.
En relación con la zonificación ya se expidió Emiliano así que no voy a ampliar mucho. En lo que respecta a la participación, Emiliano Ezcurra también fue bastante elocuente sobre cómo fue el proceso que llevó a que finalmente sean estas dos las áreas protegidas en la iniciativa propuesta para el proyecto de ley.
Lo que estoy presentando ahora ya fue presentado el año pasado aquí, en el Congreso, y cómo se mencionó anteriormente, con posterioridad a la presentación del proyecto siguieron las conversaciones sectoriales y se hicieron algunos ajustes a la propuesta en las dos áreas. Por lo tanto, si es para mejorar, bienvenidos sean esos ajustes.
Puntualmente, en relación con el área de Yaganes hay algunas cosas para destacar. Es el único sector de nuestros espacios marítimos en donde, más allá de las profundidades que llegan cerca de los 4.000 metros, hay islas o montes submarinos, que son lugares reconocidos mundialmente como áreas que concentran biodiversidad y que tienen que ver con los objetivos que llevan a querer las áreas marinas protegidas.
Si se fijan en el mapa, hay una serie de exposiciones satelitales de determinados animales, aves y mamíferos marinos a los que se les instalaron receptores satelitales. Está el área que utilizan para forrajeo y alimentación de animales que habitualmente los encontramos en la costa patagónica.
Por otro lado, en relación con lo que mencionaba en la diapositiva anterior, conservar sectores importantes de esta parte del ecosistema del Mar Argentino va ser beneficioso, porque la Corriente Circumpolar Antártica, a través de la corriente de Malvinas en el talud y a través de la ingresión que tiene por el Estrecho del Le Maire y por sobre el Banco Burdwood, baña las aguas de plataforma que albergan toda la biodiversidad que brindan los servicios ecosistémicos a los que se hizo mención aquí.
En relación con la ampliación del Banco Burdwood, o el área protegida Namuncurá-Banco Burdwood II, esta imagen que vemos es elocuente de lo que se venía haciendo referencia. A partir de 2013, que se crea el Banco Burdwood, se realizan una serie de campañas oceanográficas donde se profundiza el conocimiento sobre esta área. Es un área destacada para invertebrados, y en particular por la presencia de estos ecosistemas que son considerados mundialmente vulnerables, que son los jardines de esponjas y de corales de agua fría, que es lo se ve en la foto. La persona que aparece en la foto es una de las investigadoras, profesora del Conicet, que se embarca en Puerto Deseado, en el ARA Austral, en las distintas campañas que se han venido haciendo. Aparte de los invertebrados, esta área alberga determinadas especies de valor ictícola como puede ser la merluza negra, la merluza de cola o la polaca.
Por otro lado, y honrando el espíritu de la ley que en 2013 creó el área de Namuncurá-Banco Burdwood, allí se decía que algunos de los objetivos que tenían que ver con la conservación de la biodiversidad tenían que ver con proteger los corales de agua fría. Cuando se fue a investigar, en las campañas oceanográficas descubrieron que los corales de agua fría estaban en el talud y no en la actual área protegida. Es por eso que se dice que el diseño de esta área y la ampliación perfecciona ese diseño y atiende a esa voluntad.
Las áreas protegidas aparte de su finalidad para conservación de la biodiversidad, también brindan oportunidades socioeconómicas. En este sentido, en las áreas que se están proponiendo funcionan pesquerías, tanto de la merluza negra como la merluza de cola, que son bienes exportables. El hecho de que se constituyan áreas protegidas puede agregar valor a la trazabilidad de esa explotación y permitir acceder a mercados más competitivos.
Por otra parte, puede brindar condiciones más saludables para la renovación de esos recursos pesqueros que son objeto de explotación. También hay un tema que a veces no se tiene en cuenta pero que se da en general en toda la Patagonia, y en Tierra de Fuego pasa algo similar, que es que hay toda una actividad de turismo basada en el aprovechamiento del recurso fauna, y ese recurso fauna requiere de internarse en el mar para suministrar su alimento. Las áreas protegidas garantizan que eso sea exitoso.
En cuanto a las relaciones exteriores, ustedes pueden observar en el centro de la diapositiva que aparece el área recientemente creada por la República de Chile, en enero de este año. Es el Parque Marino Islas Diego Ramírez y Cabo de Hornos, y al crearse Yaganes le daría una continuidad a ese corredor, que es el Pasaje Drake, único sistema común. Ya existen iniciativas en el marco del tratado de paz y amistad entre Chile y la Argentina, donde estos temas forman parte de la agenda. Sumado a eso, avanzar con estas áreas permite contribuir a los compromisos internacionales asumidos en la Convención de Biodiversidad y en los objetivos de desarrollo sustentable.
En el caso particular de las dos, no sólo de Yaganes, claramente las dos áreas fortalecen la proyección y los reclamos que la Argentina tiene sobre la presencia antártica.
Por eso, desde las organizaciones del foro a las que hemos estado asistiendo y apoyando esta iniciativa desde Parques Nacionales, creemos que sancionar estas leyes es darle una continuidad a una política de Estado que ya tiene bastante tiempo y que contribuye a un manejo sustentable de los recursos y al fortalecimiento de la presencia y soberanía nacional en estos espacios marítimos clave.
Lo último que quería compartir con ustedes son estas imágenes que se ven en pantalla recibidas ayer a la noche. Son imágenes generadas en profundidad; si llegan a apreciar, el tiburón dice 126 metros, las anémonas que están a la derecha dicen 67 metros, y después los cardúmenes de peces y la rayas dice 392 y 300 metros de profundidad. Esas imágenes fueron generadas por una expedición que organizó Nat Geo, que apoyó el Foro Para la Conservación del Mar Patagónico conjuntamente con Parques Nacionales, el Ministerio de Ambiente y la provincia de Tierra del Fuego, al área de Yaganes. Esto permitió obtener imágenes que generalmente no son factibles si no se dispone de esa tecnología. Esto es parte de una presentación de un documental que va a presentar Nat Geo en breve y al que seguramente vamos a invitar a todos para disfrutarlo. Muchas gracias por el tiempo.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchas gracias por las bellas imágenes.
¿Alguien quiere formular algún comentario o alguna pregunta? Creo que algún funcionario quería hacer un pequeño comentario.
¿Alguien quiere formular algún comentario o alguna pregunta? Creo que algún funcionario quería hacer un pequeño comentario.
SR. GARCÍA ESPIL Sí, muchas gracias por la oportunidad.
Simplemente, quiero clarificar una cuestión que apareció en una de las exposiciones respecto de los espacios estratégicos y de la presencia nacional en ellos.
Obviamente, existen intereses de diversa índole involucrados en este tipo de medidas, en las cuales la protección ambiental es uno de ellos y por eso en este proceso han trabajado la Cancillería, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Seguridad, el Ministerio de Agroindustria, a través de la Subsecretaría de Pesca.
Un dato que puede ayudar a clarificar cómo estos espacios protegidos a los fines de la biodiversidad también contribuyen a otros fines, como la presencia estatal y el ejercicio pacífico de la soberanía en estos lugares, tiene que ver con que para proteger en todas sus acepciones hace falta conocer.
Gracias al área marina protegida Namuncurá-Banco Burdwood, hay un récord histórico de campañas que se han realizado a estos espacios. Esto significa mayor presencia estatal en áreas sensibles y de interés geopolítico. Estamos hablando de barcos que tienen que ver con la ciencia, pero también con la seguridad y la defensa.
Entonces, es importante dejarlo bien claro. La presencia argentina en estos lugares tan sensibles es una de las motivaciones. Además, está acreditado cómo estas medidas han ayudado a incrementar la presencia estatal en estos lugares.
Digo esto para que no queden dudas respecto de los intereses o las posibilidades que se generan con este tipo de medidas que son ciento por ciento agendas argentinas basadas en horizontes estratégicos que están descriptos en múltiples documentos.
Invito a leer la iniciativa Pampa Azul y los horizontes estratégicos que ha definido este espacio, en la cual también hay un conjunto de carteras ministeriales que han contado con la contribución de todos los institutos de investigación del país.
Entonces, es importante no generar confusión respecto de estas cuestiones, sobre todo porque están involucradas todas las carteras ministeriales y las provincias argentinas. Esto no es otra cosa que la defensa de los intereses nacionales.
Simplemente, quiero clarificar una cuestión que apareció en una de las exposiciones respecto de los espacios estratégicos y de la presencia nacional en ellos.
Obviamente, existen intereses de diversa índole involucrados en este tipo de medidas, en las cuales la protección ambiental es uno de ellos y por eso en este proceso han trabajado la Cancillería, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Seguridad, el Ministerio de Agroindustria, a través de la Subsecretaría de Pesca.
Un dato que puede ayudar a clarificar cómo estos espacios protegidos a los fines de la biodiversidad también contribuyen a otros fines, como la presencia estatal y el ejercicio pacífico de la soberanía en estos lugares, tiene que ver con que para proteger en todas sus acepciones hace falta conocer.
Gracias al área marina protegida Namuncurá-Banco Burdwood, hay un récord histórico de campañas que se han realizado a estos espacios. Esto significa mayor presencia estatal en áreas sensibles y de interés geopolítico. Estamos hablando de barcos que tienen que ver con la ciencia, pero también con la seguridad y la defensa.
Entonces, es importante dejarlo bien claro. La presencia argentina en estos lugares tan sensibles es una de las motivaciones. Además, está acreditado cómo estas medidas han ayudado a incrementar la presencia estatal en estos lugares.
Digo esto para que no queden dudas respecto de los intereses o las posibilidades que se generan con este tipo de medidas que son ciento por ciento agendas argentinas basadas en horizontes estratégicos que están descriptos en múltiples documentos.
Invito a leer la iniciativa Pampa Azul y los horizontes estratégicos que ha definido este espacio, en la cual también hay un conjunto de carteras ministeriales que han contado con la contribución de todos los institutos de investigación del país.
Entonces, es importante no generar confusión respecto de estas cuestiones, sobre todo porque están involucradas todas las carteras ministeriales y las provincias argentinas. Esto no es otra cosa que la defensa de los intereses nacionales.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Muchas gracias.
Tiene la palabra el diputado Carmona.
Tiene la palabra el diputado Carmona.
SR. CARMONA Suscribo las palabras del funcionario, pero también tengo que decir que esas palabas se chocan con la crítica realidad que tenemos.
El gobierno ha avanzado en un acuerdo con el Reino Unido en el que se compromete a compartir información científica vinculada con el Atlántico Sur y con la Antártida. Ese compartir información ya ha sido advertido en algunos casos duramente, porque implica compartir -entre otras cosas- información estratégica respecto de reservorios ictícolas -una vieja pretensión de los británicos, que a partir de este acuerdo del 13 de septiembre del 2016 ha quedado en situación de tener de ser cumplido por la Argentina.
Por eso, yo comparto plenamente y suscribo cada palabra que ha dicho el funcionario, pero hay un instrumento internacional que no ha sido aprobado por este Congreso, que el Poder Ejecutivo está aplicando, está ejecutando, y que el Reino Unido, además, de manera indirecta ha reclamado su ejecución a través de las cartas de la primera ministra Theresa May a los isleños de nuestras Islas Malvinas.
Esto nos coloca en una situación complicada y seguimos sin saber, señora presidenta, cuáles son los pasos -nos enteramos por la prensa- que está dando la Cancillería Argentina en la implementación de acuerdos específicos a partir del acuerdo del 13 de septiembre de 2016.
No quiero dejar pasar la oportunidad, señora presidenta, para reclamar una vez más y exigir la presencia del canciller aquí, en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Creo que sería muy bueno que fuera una reunión conjunta con Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios porque justamente la conjunción de intereses estratégicos que se dan en el Atlántico Sur requiere de decisiones que sean adoptados a partir de una visión global, de una visión en la que contemos con toda la información.
Por eso creo que son bien intencionadas las palabras de los funcionarios. No dudo de eso, pero la Argentina ha firmado, ha concretado y ha anunciado un acuerdo general que ha implicado el comunicado conjunto y después, acuerdos específicos que este Congreso desconoce.
Yo insisto, señora presidenta, en que necesitamos que venga el canciller y que dé cuenta de los avances que están teniendo en la ejecución de este acuerdo que borra los efectos más concretos positivos que el funcionario acaba de describir. Porque allí, la Argentina, ha comprometido compartir esta información científica con el Reino Unido.
No estamos de acuerdo con que la Argentina, un país con un importante desarrollo científico, pero realizado a pulmón y con muchas dificultades, le brinde graciosamente al Reino Unido la información que con mucho sacrificio se consigue aquí.
De manera que, insisto, señora presidenta, en que seguimos esperando.
El gobierno ha avanzado en un acuerdo con el Reino Unido en el que se compromete a compartir información científica vinculada con el Atlántico Sur y con la Antártida. Ese compartir información ya ha sido advertido en algunos casos duramente, porque implica compartir -entre otras cosas- información estratégica respecto de reservorios ictícolas -una vieja pretensión de los británicos, que a partir de este acuerdo del 13 de septiembre del 2016 ha quedado en situación de tener de ser cumplido por la Argentina.
Por eso, yo comparto plenamente y suscribo cada palabra que ha dicho el funcionario, pero hay un instrumento internacional que no ha sido aprobado por este Congreso, que el Poder Ejecutivo está aplicando, está ejecutando, y que el Reino Unido, además, de manera indirecta ha reclamado su ejecución a través de las cartas de la primera ministra Theresa May a los isleños de nuestras Islas Malvinas.
Esto nos coloca en una situación complicada y seguimos sin saber, señora presidenta, cuáles son los pasos -nos enteramos por la prensa- que está dando la Cancillería Argentina en la implementación de acuerdos específicos a partir del acuerdo del 13 de septiembre de 2016.
No quiero dejar pasar la oportunidad, señora presidenta, para reclamar una vez más y exigir la presencia del canciller aquí, en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Creo que sería muy bueno que fuera una reunión conjunta con Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios porque justamente la conjunción de intereses estratégicos que se dan en el Atlántico Sur requiere de decisiones que sean adoptados a partir de una visión global, de una visión en la que contemos con toda la información.
Por eso creo que son bien intencionadas las palabras de los funcionarios. No dudo de eso, pero la Argentina ha firmado, ha concretado y ha anunciado un acuerdo general que ha implicado el comunicado conjunto y después, acuerdos específicos que este Congreso desconoce.
Yo insisto, señora presidenta, en que necesitamos que venga el canciller y que dé cuenta de los avances que están teniendo en la ejecución de este acuerdo que borra los efectos más concretos positivos que el funcionario acaba de describir. Porque allí, la Argentina, ha comprometido compartir esta información científica con el Reino Unido.
No estamos de acuerdo con que la Argentina, un país con un importante desarrollo científico, pero realizado a pulmón y con muchas dificultades, le brinde graciosamente al Reino Unido la información que con mucho sacrificio se consigue aquí.
De manera que, insisto, señora presidenta, en que seguimos esperando.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN La buena noticia es que durante el mes de octubre va a venir el señor Canciller a esta comisión. Espero poder avisarles con un mínimo de una semana de anticipación así ustedes tienen la oportunidad de poder preparase.
Antes de darle la palabra al siguiente orador quiero que sepan que, como estamos con otras comisiones en forma simultánea -ahora inició una de agricultura-, hay diputados que no pueden estar aquí. Sin embargo, quienes estén interesados en este tema van a tener acceso al material porque toda la reunión está siendo registrada.
Tiene la palabra el señor Claudio Campagna.
Antes de darle la palabra al siguiente orador quiero que sepan que, como estamos con otras comisiones en forma simultánea -ahora inició una de agricultura-, hay diputados que no pueden estar aquí. Sin embargo, quienes estén interesados en este tema van a tener acceso al material porque toda la reunión está siendo registrada.
Tiene la palabra el señor Claudio Campagna.
SR. CAMPAGNA Señora presidenta: debo decir que a lo largo del tiempo he acumulado una serie de sombreros, que son de dos tipos, una parte está en la ciencia y otra en la conservación. Aquí, me han invitado más que nada como parte del proyecto Pampa Azul. He estado en la fundación de ese proyecto, soy parte del consejo asesor científico y codirijo la comisión de biodiversidad del proyecto Pampa Azul.
Por lo tanto, voy a hablar más que nada desde la perspectiva científica.
Claramente, tengo mi corazón y éste está puesto en la generación de áreas protegidas. Pienso que este proyecto es estupendo y ojalá esta idea se comparta y termine concretándose. Pero lo que quisiera mayormente es darles a ustedes conclusiones que creo poder sostener con argumentación científica. No les voy a dar esa argumentación ya que sería largo y hay una enorme bibliografía -yo conozco solo una parte de ella-, pero me pongo a disposición. Si ustedes tienen alguna duda o quieren saber un poco más acerca de cómo sostengo algunas de estas generalizaciones que les voy a dar, creo poder ayudar a avanzar en este aspecto. Por lo tanto, tengan en cuenta que son conclusiones.
Voy a dividir esta presentación en tres partes cortitas. En primer lugar, voy a hablar de los valores de la biodiversidad en general para la Argentina, para esta área, pero también para el mundo. Voy a hablar de la diversidad biológica en general.
En segundo lugar, voy a hablar sobre los valores de las áreas protegidas en general y luego voy a concluir con los valores de estas áreas que se proponen en este proyecto de ley. Muy superficial mi trato, pero como les digo, puedo llegar a sostenerlo si ustedes se interesan en esto.
El primer punto que se puede generalizar es que más es mejor: mayor diversidad y abundancia es bueno. Esto significa que la abundancia y la diversidad, en general, dan estabilidad a los sistemas ecológicos. Además, claramente generan incentivo. La abundancia es un incentivo para el uso y para la economía.
Entonces, sobre la diversidad y la abundancia se sostiene la ecología pero también la economía. Esta generalización tiene sustento científico; hay investigación que así lo determina. Mientras que la diversidad atrae diversidad -y esto es por cómo se relacionan las especies en un ecosistema-, la abundancia atrae pesca; también atrae diversidad. Pero, teniendo en cuenta que hay una pata en la ecología y otra en la economía, puede decirse que la diversidad atrae diversidad y también atrae usos.
Solamente el mar vivo -esa es la palabra clave acá- genera bienes y servicios del tipo que les presentaré. El mar que no es vivo también genera bienes y servicios, pero son de otro tipo totalmente distinto.
Si hablamos de pesca, necesitamos un particular estado del mar. Sin embargo, no todas las especies, no toda la diversidad es fácilmente puesta en valor únicamente por una actividad como la extractiva pesquera. Hay todo un espectro de la diversidad que tiene valor por otras razones. Por ejemplo, en el mar, uno de esos valores es la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera. El mar juega ese rol y las especies que cumplen una función de ese tipo son muy pequeñas, incluso microscópicas. Entonces, la biodiversidad tiene más de un valor, no solamente el más evidente que es el extractivo.
También sobre la biodiversidad dijimos que la abundancia atrae a la pesca. Por mucho tiempo se pensó que las actividades extractivas nunca incidirían ni afectarían la abundancia del mar. Durante siglos se pensó de esa manera. Es relativamente reciente el concepto de que podemos afectar la abundancia y la diversidad de grandes ecosistemas por nuestras actividades extractivas.
Finalmente y debido a eso es que el movimiento, la ciencia y la biología de la conservación han ganado un lugar entre las filas de la ciencia en los últimos treinta, cuarenta o cincuenta años aproximadamente. Surgió una necesidad de hallarle la voz a la biodiversidad en el mundo en el que hoy nos encontramos. La ciencia de la conservación creo que es una voz.
Ahora me voy a mover a la segunda etapa que es el valor de las áreas marinas protegidas. En este punto hablaré más que nada del concepto de parque marino. Hay muchas formas de pensar en áreas marinas protegidas; existen categorías y muchísima publicación sobre los criterios.
Me basaré más que nada en la idea de áreas que están poco impactadas por la extracción. En este momento no haré juicio de valor sobre si esas son las mejores o las únicas que deberían existir. También podría brindar argumentos, pero ahora solamente pensemos que este concepto de parque marino es una herramienta criticada pero útil.
En este sentido, primeramente deben comprender que el Mar Argentino es un mar más abundante que diverso, cuando se lo compara, por ejemplo, con los mares tropicales, en cantidad de especies. Es un mar donde no hay tantas especies pero algunas son muy abundantes; otras no. Hay especies endémicas que son propias de este mar, pero en general es un mar abundante de no tantas especies.
Asimismo, el Mar Argentino ya no es un sistema prístino. Prístino significa libre de todo impacto. Estos sistemas ya no existen en el planeta. Nuestro mar se encuentra impactado en diversidad y abundancia, pero tenemos la suerte de que está bastante bien, es un mar saludable; no es prístino pero sí saludable.
Para que este mar continúe así ante los intereses que hay sobre él, creemos que es necesario que haya herramientas de gestión de la biodiversidad, como los parques marinos que propone este proyecto de ley.
Ustedes pueden decir que existen otras leyes que tienen la función de proteger, como la ley general de pesca que, por ejemplo, tiene áreas de veda. Aquí puedo argumentar que no es lo mismo un área de manejo pesquero que un área destinada a la conservación de la biodiversidad. La priorización de funciones que quieren conservarse es distinta. Por lo tanto, una no reemplaza a la otra. Un área marina protegida es un espacio asignado para proteger relaciones ecológicas que ocurren sin intervención humana.
Por último, concluiré hablando sobre las dos áreas propuestas como protegidas. Primero, a mi criterio no hay duda de que la ciencia se beneficia enormemente de los parques marinos. Esto es así porque para la ciencia un parque marino es un área donde se pueden comprender mecanismos y principios que en otros contextos impactados no se podría. Para un científico esto es muy relevante y puede llegar a tener mucha importancia secundaria de aplicación. Por lo tanto, en este caso, la relación entre ciencia y conservación es virtuosa, y también lo es para la economía.
A su vez, los parques marinos no deberían considerarse como áreas muertas, inactivas e inútiles, como algo que solo está allí. No es así; ese no es un concepto apropiado. Allí ocurren cosas, y hay muchos intereses en que sucedan de la manera como están ocurriendo. Los intereses científicos son importantes, y para estos intereses un parque marino es un área significativa, no es un área muerta e inservible.
Para terminar, quiero decir que declarar estas áreas como protegidas mostraría un interés en generar una política de Estado frente al mar. Como dije, estuve en la fundación de Pampa Azul, que es una política de Estado sobre la ciencia frente al mar. Ha sido muy importante impulsarla y sostenerla en el tiempo. Creo que la relación entre Pampa Azul y la generación de parques marinos es virtuosa. Tenemos aquí mucho para ganar.
Esto no es una cuestión de consideración, a ver qué nos parece. Hay una urgencia por declarar al mar como protegido. Tenemos acuerdos al respecto. Además, una muy pequeña proporción del mar es la que hoy se encuentra en una situación que yo les expresaba como ideal a nivel de la ciencia y de la conservación. No es mucho lo que se está pidiendo, es una proporción de nuestro mar que nosotros nos comprometimos a tener protegido y es útil. Será importante tanto para la ciencia como para la economía. Las áreas protegidas cumplen un rol en la economía, y esta no será la excepción.
Por lo tanto, voy a hablar más que nada desde la perspectiva científica.
Claramente, tengo mi corazón y éste está puesto en la generación de áreas protegidas. Pienso que este proyecto es estupendo y ojalá esta idea se comparta y termine concretándose. Pero lo que quisiera mayormente es darles a ustedes conclusiones que creo poder sostener con argumentación científica. No les voy a dar esa argumentación ya que sería largo y hay una enorme bibliografía -yo conozco solo una parte de ella-, pero me pongo a disposición. Si ustedes tienen alguna duda o quieren saber un poco más acerca de cómo sostengo algunas de estas generalizaciones que les voy a dar, creo poder ayudar a avanzar en este aspecto. Por lo tanto, tengan en cuenta que son conclusiones.
Voy a dividir esta presentación en tres partes cortitas. En primer lugar, voy a hablar de los valores de la biodiversidad en general para la Argentina, para esta área, pero también para el mundo. Voy a hablar de la diversidad biológica en general.
En segundo lugar, voy a hablar sobre los valores de las áreas protegidas en general y luego voy a concluir con los valores de estas áreas que se proponen en este proyecto de ley. Muy superficial mi trato, pero como les digo, puedo llegar a sostenerlo si ustedes se interesan en esto.
El primer punto que se puede generalizar es que más es mejor: mayor diversidad y abundancia es bueno. Esto significa que la abundancia y la diversidad, en general, dan estabilidad a los sistemas ecológicos. Además, claramente generan incentivo. La abundancia es un incentivo para el uso y para la economía.
Entonces, sobre la diversidad y la abundancia se sostiene la ecología pero también la economía. Esta generalización tiene sustento científico; hay investigación que así lo determina. Mientras que la diversidad atrae diversidad -y esto es por cómo se relacionan las especies en un ecosistema-, la abundancia atrae pesca; también atrae diversidad. Pero, teniendo en cuenta que hay una pata en la ecología y otra en la economía, puede decirse que la diversidad atrae diversidad y también atrae usos.
Solamente el mar vivo -esa es la palabra clave acá- genera bienes y servicios del tipo que les presentaré. El mar que no es vivo también genera bienes y servicios, pero son de otro tipo totalmente distinto.
Si hablamos de pesca, necesitamos un particular estado del mar. Sin embargo, no todas las especies, no toda la diversidad es fácilmente puesta en valor únicamente por una actividad como la extractiva pesquera. Hay todo un espectro de la diversidad que tiene valor por otras razones. Por ejemplo, en el mar, uno de esos valores es la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera. El mar juega ese rol y las especies que cumplen una función de ese tipo son muy pequeñas, incluso microscópicas. Entonces, la biodiversidad tiene más de un valor, no solamente el más evidente que es el extractivo.
También sobre la biodiversidad dijimos que la abundancia atrae a la pesca. Por mucho tiempo se pensó que las actividades extractivas nunca incidirían ni afectarían la abundancia del mar. Durante siglos se pensó de esa manera. Es relativamente reciente el concepto de que podemos afectar la abundancia y la diversidad de grandes ecosistemas por nuestras actividades extractivas.
Finalmente y debido a eso es que el movimiento, la ciencia y la biología de la conservación han ganado un lugar entre las filas de la ciencia en los últimos treinta, cuarenta o cincuenta años aproximadamente. Surgió una necesidad de hallarle la voz a la biodiversidad en el mundo en el que hoy nos encontramos. La ciencia de la conservación creo que es una voz.
Ahora me voy a mover a la segunda etapa que es el valor de las áreas marinas protegidas. En este punto hablaré más que nada del concepto de parque marino. Hay muchas formas de pensar en áreas marinas protegidas; existen categorías y muchísima publicación sobre los criterios.
Me basaré más que nada en la idea de áreas que están poco impactadas por la extracción. En este momento no haré juicio de valor sobre si esas son las mejores o las únicas que deberían existir. También podría brindar argumentos, pero ahora solamente pensemos que este concepto de parque marino es una herramienta criticada pero útil.
En este sentido, primeramente deben comprender que el Mar Argentino es un mar más abundante que diverso, cuando se lo compara, por ejemplo, con los mares tropicales, en cantidad de especies. Es un mar donde no hay tantas especies pero algunas son muy abundantes; otras no. Hay especies endémicas que son propias de este mar, pero en general es un mar abundante de no tantas especies.
Asimismo, el Mar Argentino ya no es un sistema prístino. Prístino significa libre de todo impacto. Estos sistemas ya no existen en el planeta. Nuestro mar se encuentra impactado en diversidad y abundancia, pero tenemos la suerte de que está bastante bien, es un mar saludable; no es prístino pero sí saludable.
Para que este mar continúe así ante los intereses que hay sobre él, creemos que es necesario que haya herramientas de gestión de la biodiversidad, como los parques marinos que propone este proyecto de ley.
Ustedes pueden decir que existen otras leyes que tienen la función de proteger, como la ley general de pesca que, por ejemplo, tiene áreas de veda. Aquí puedo argumentar que no es lo mismo un área de manejo pesquero que un área destinada a la conservación de la biodiversidad. La priorización de funciones que quieren conservarse es distinta. Por lo tanto, una no reemplaza a la otra. Un área marina protegida es un espacio asignado para proteger relaciones ecológicas que ocurren sin intervención humana.
Por último, concluiré hablando sobre las dos áreas propuestas como protegidas. Primero, a mi criterio no hay duda de que la ciencia se beneficia enormemente de los parques marinos. Esto es así porque para la ciencia un parque marino es un área donde se pueden comprender mecanismos y principios que en otros contextos impactados no se podría. Para un científico esto es muy relevante y puede llegar a tener mucha importancia secundaria de aplicación. Por lo tanto, en este caso, la relación entre ciencia y conservación es virtuosa, y también lo es para la economía.
A su vez, los parques marinos no deberían considerarse como áreas muertas, inactivas e inútiles, como algo que solo está allí. No es así; ese no es un concepto apropiado. Allí ocurren cosas, y hay muchos intereses en que sucedan de la manera como están ocurriendo. Los intereses científicos son importantes, y para estos intereses un parque marino es un área significativa, no es un área muerta e inservible.
Para terminar, quiero decir que declarar estas áreas como protegidas mostraría un interés en generar una política de Estado frente al mar. Como dije, estuve en la fundación de Pampa Azul, que es una política de Estado sobre la ciencia frente al mar. Ha sido muy importante impulsarla y sostenerla en el tiempo. Creo que la relación entre Pampa Azul y la generación de parques marinos es virtuosa. Tenemos aquí mucho para ganar.
Esto no es una cuestión de consideración, a ver qué nos parece. Hay una urgencia por declarar al mar como protegido. Tenemos acuerdos al respecto. Además, una muy pequeña proporción del mar es la que hoy se encuentra en una situación que yo les expresaba como ideal a nivel de la ciencia y de la conservación. No es mucho lo que se está pidiendo, es una proporción de nuestro mar que nosotros nos comprometimos a tener protegido y es útil. Será importante tanto para la ciencia como para la economía. Las áreas protegidas cumplen un rol en la economía, y esta no será la excepción.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Por último, tiene la palabra el señor Enrique Marschoff.
SR. MARSCHOFF Señora presidenta: me llamo Enrique Marschoff. Soy doctor en Ciencias Biológicas. Trabajo en el Instituto Antártico Argentino, del cual he sido director hasta el 2003.
Por ello, intentaré referirme a vínculos de esta ley con la Antártida y con las actividades que la Argentina está desarrollando allí, sobre todo teniendo en cuenta la sensibilidad de este problema.
He trabajado durante cuarenta años en contacto con británicos y discutiendo con ellos distintos temas que hacen al calamar, a las Malvinas, a Georgias, Sandwich y demás. Es decir que conozco perfectamente esas precisiones y estoy dispuesto a contestar cualquier pregunta que quieran hacer al respecto.
En cuanto a la ley, concretamente, la única dificultad que yo veo, y que voy a explicar un poquito más adelante, es el punto 14 del artículo 6º, donde se habla de la delegación de funciones de la autoridad de aplicación. Pero antes de referirme a eso, voy a explicar cuál es la política argentina que se sigue -milagrosamente- desde hace, por lo menos, cuarenta años con respecto a los mares antárticos. Yo diría que es la que conozco directamente, pero nos podemos remontar a la época de José León Suárez, allá por los años 20, concretamente 1926, en la que ya había diseñado la política argentina para el tema del Atlántico Sur incluyendo a la Antártida. Milagrosamente, la hemos mantenido. Creo que es la única política que hemos sido capaces de mantener por tanto tiempo.
El tema es el siguiente. En la Antártida hay un grupo de países que han creado una organización que se llama la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos -algunos la conocerán pero otros, no-, que funciona básicamente a través de reuniones anuales. En esas reuniones anuales se toman determinaciones por consenso. Tomar una determinación por consenso implica que los veintiséis países miembro tienen que estar de acuerdo o, por lo menos, no tienen que oponerse. A eso se llama consenso.
Eso lleva, por ejemplo, a que las islas Sandwich y Georgias del Sur estén incluidas en el área de aplicación de esta Convención bajo una fórmula muy extraña que permite que Inglaterra y Argentina vivan dentro de ese sistema sin matarse. Me gustaría proceder de algunas formas, pero evidentemente, no se puede.
Dentro de ese marco político se está desarrollando un sistema de generación de Áreas Marinas Protegidas cuyos objetivos tradicionales son constituirse en reserva, con sistemas de investigación y sitios donde se puede obtener información. Vamos a ver si conseguimos que se apruebe la propuesta que la Argentina está presentando.
El punto es que esta Área Marina Protegida que se está presentando en conjunto con Chile -nótese que la presentación la hacen Argentina y Chile exclusivamente- tiene un sistema de controles de distintos tipos -de los que no voy a entrar a referirme- que permiten zonas de protección total más o menos como se pretende en el área Burdwood-Namuncurá II y zonas donde se puede pescar dentro de ciertos límites, zonas en las que se deja de pescar durante un tiempo para ver cuál ha sido el impacto de la pesca y demás.
Dentro de este sistema de control o de gobierno del Mar Antártico, la Convención funciona exclusivamente a través de Estados. La Convención, cuidadosamente ha tratado de impedir o directamente ha prohibido que las decisiones se tercericen. Es decir, en este momento, en contra de esta propuesta se está presentando, en la misma reunión, una serie de medidas de restricción voluntaria de capturas que ofrecen las compañías pesqueras, probablemente para evitar una prohibición mayor.
Este sistema va a llegar a obligar a la industria pesquera a movilizar o a cambiar de lugar el 30 por ciento de sus capturas. En tanto que con la propuesta que hace la industria, se moviliza el 7 u 8 por ciento. Esta propuesta, evidentemente, trata de lograr que no se apruebe una prohibición más estricta.
Esto me lleva a lo que les decía al principio. El punto 14 del artículo 6° permite a la autoridad de aplicación delegar sus funciones en otras organizaciones, no necesariamente en organizaciones estatales o lo que fuere.
Si se permite eso, estaríamos yendo absolutamente en contra de la política que venimos sosteniendo en esta Convención. Imaginen ustedes lo que decía Mariano, que hablaba de la posibilidad de obligar a reconocer soberanía argentina. Yo no diría tanto, porque necesariamente eso le provocaría tremendos problemas a cualquier organización no gubernamental, que precisamente puede existir no tomando partido en una situación así.
El punto sería establecer de alguna manera la obligatoriedad de que los organismos a los cuales se les delegan funciones puedan hacerse responsables del cumplimiento de sus funciones delegadas. Ese sería el tremendo peligro de, por ejemplo, delegar el control de pesca en Greenpeace, que sería un absurdo y algo totalmente imposible. Por eso propongo ese pequeño cambio en el artículo 6°.
Por ello, intentaré referirme a vínculos de esta ley con la Antártida y con las actividades que la Argentina está desarrollando allí, sobre todo teniendo en cuenta la sensibilidad de este problema.
He trabajado durante cuarenta años en contacto con británicos y discutiendo con ellos distintos temas que hacen al calamar, a las Malvinas, a Georgias, Sandwich y demás. Es decir que conozco perfectamente esas precisiones y estoy dispuesto a contestar cualquier pregunta que quieran hacer al respecto.
En cuanto a la ley, concretamente, la única dificultad que yo veo, y que voy a explicar un poquito más adelante, es el punto 14 del artículo 6º, donde se habla de la delegación de funciones de la autoridad de aplicación. Pero antes de referirme a eso, voy a explicar cuál es la política argentina que se sigue -milagrosamente- desde hace, por lo menos, cuarenta años con respecto a los mares antárticos. Yo diría que es la que conozco directamente, pero nos podemos remontar a la época de José León Suárez, allá por los años 20, concretamente 1926, en la que ya había diseñado la política argentina para el tema del Atlántico Sur incluyendo a la Antártida. Milagrosamente, la hemos mantenido. Creo que es la única política que hemos sido capaces de mantener por tanto tiempo.
El tema es el siguiente. En la Antártida hay un grupo de países que han creado una organización que se llama la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos -algunos la conocerán pero otros, no-, que funciona básicamente a través de reuniones anuales. En esas reuniones anuales se toman determinaciones por consenso. Tomar una determinación por consenso implica que los veintiséis países miembro tienen que estar de acuerdo o, por lo menos, no tienen que oponerse. A eso se llama consenso.
Eso lleva, por ejemplo, a que las islas Sandwich y Georgias del Sur estén incluidas en el área de aplicación de esta Convención bajo una fórmula muy extraña que permite que Inglaterra y Argentina vivan dentro de ese sistema sin matarse. Me gustaría proceder de algunas formas, pero evidentemente, no se puede.
Dentro de ese marco político se está desarrollando un sistema de generación de Áreas Marinas Protegidas cuyos objetivos tradicionales son constituirse en reserva, con sistemas de investigación y sitios donde se puede obtener información. Vamos a ver si conseguimos que se apruebe la propuesta que la Argentina está presentando.
El punto es que esta Área Marina Protegida que se está presentando en conjunto con Chile -nótese que la presentación la hacen Argentina y Chile exclusivamente- tiene un sistema de controles de distintos tipos -de los que no voy a entrar a referirme- que permiten zonas de protección total más o menos como se pretende en el área Burdwood-Namuncurá II y zonas donde se puede pescar dentro de ciertos límites, zonas en las que se deja de pescar durante un tiempo para ver cuál ha sido el impacto de la pesca y demás.
Dentro de este sistema de control o de gobierno del Mar Antártico, la Convención funciona exclusivamente a través de Estados. La Convención, cuidadosamente ha tratado de impedir o directamente ha prohibido que las decisiones se tercericen. Es decir, en este momento, en contra de esta propuesta se está presentando, en la misma reunión, una serie de medidas de restricción voluntaria de capturas que ofrecen las compañías pesqueras, probablemente para evitar una prohibición mayor.
Este sistema va a llegar a obligar a la industria pesquera a movilizar o a cambiar de lugar el 30 por ciento de sus capturas. En tanto que con la propuesta que hace la industria, se moviliza el 7 u 8 por ciento. Esta propuesta, evidentemente, trata de lograr que no se apruebe una prohibición más estricta.
Esto me lleva a lo que les decía al principio. El punto 14 del artículo 6° permite a la autoridad de aplicación delegar sus funciones en otras organizaciones, no necesariamente en organizaciones estatales o lo que fuere.
Si se permite eso, estaríamos yendo absolutamente en contra de la política que venimos sosteniendo en esta Convención. Imaginen ustedes lo que decía Mariano, que hablaba de la posibilidad de obligar a reconocer soberanía argentina. Yo no diría tanto, porque necesariamente eso le provocaría tremendos problemas a cualquier organización no gubernamental, que precisamente puede existir no tomando partido en una situación así.
El punto sería establecer de alguna manera la obligatoriedad de que los organismos a los cuales se les delegan funciones puedan hacerse responsables del cumplimiento de sus funciones delegadas. Ese sería el tremendo peligro de, por ejemplo, delegar el control de pesca en Greenpeace, que sería un absurdo y algo totalmente imposible. Por eso propongo ese pequeño cambio en el artículo 6°.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Tiene la palabra el señor Terribile.
SR. TERRIBILE Señora presidenta: soy capitán de navío, director de intereses marítimos de la Armada.
Voy a continuar siendo la voz de la conciencia de Parques Nacionales en un tema que ellos me han presentado y con quienes hemos trabajado asiduamente y de manera coordinada.
De todo lo que he escuchado por parte de todos los oradores, subyace una cuestión sobre la que tenemos que interpelarnos: que la Convemar, Convención de la Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, es la que delimita jurídicamente cuáles son los límites de todos los espacios en el mar.
No todos los espacios otorgan las mismas potestades al Estado. Acá se dijo que más allá de la milla 12 es un territorio federal y no es así. Más allá de la milla 12 son aguas internacionales. Allí entran en cuestión muchas cosas de las cuales el Estado argentino no puede apartarse. Esto fue motivo de algunas modificaciones que trabajamos con Parques Nacionales, precisamente porque afectaban a la cuestión de la defensa.
Son cosas que entiendo que tenemos que trabajar seriamente y conocer las cuestiones que son todas relativas a la Convemar, porque todo nos remite a la Convemar. Tenemos jurisdicciones que son provinciales y algunas que son nacionales, pero estamos dentro de un sistema internacional en el cual la mayoría de los estados forman parte de la Convemar.
Si hay una cuestión que distingue al escenario Atlántico o al escenario marítimo del continente, es precisamente el concepto de territorialidad. El concepto de soberanía se traslada en forma casi absoluta hasta la milla 12; fuera de ella son aguas internacionales. Es necesario tener esto bien presente porque lo que ocurre fuera de la milla 12 son problemas internacionales.
Voy a continuar siendo la voz de la conciencia de Parques Nacionales en un tema que ellos me han presentado y con quienes hemos trabajado asiduamente y de manera coordinada.
De todo lo que he escuchado por parte de todos los oradores, subyace una cuestión sobre la que tenemos que interpelarnos: que la Convemar, Convención de la Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, es la que delimita jurídicamente cuáles son los límites de todos los espacios en el mar.
No todos los espacios otorgan las mismas potestades al Estado. Acá se dijo que más allá de la milla 12 es un territorio federal y no es así. Más allá de la milla 12 son aguas internacionales. Allí entran en cuestión muchas cosas de las cuales el Estado argentino no puede apartarse. Esto fue motivo de algunas modificaciones que trabajamos con Parques Nacionales, precisamente porque afectaban a la cuestión de la defensa.
Son cosas que entiendo que tenemos que trabajar seriamente y conocer las cuestiones que son todas relativas a la Convemar, porque todo nos remite a la Convemar. Tenemos jurisdicciones que son provinciales y algunas que son nacionales, pero estamos dentro de un sistema internacional en el cual la mayoría de los estados forman parte de la Convemar.
Si hay una cuestión que distingue al escenario Atlántico o al escenario marítimo del continente, es precisamente el concepto de territorialidad. El concepto de soberanía se traslada en forma casi absoluta hasta la milla 12; fuera de ella son aguas internacionales. Es necesario tener esto bien presente porque lo que ocurre fuera de la milla 12 son problemas internacionales.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Todo lo expuesto en esta reunión será enviado a los miembros de todas las comisiones.
Estábamos charlando recién con los colegas diputados sobre la posibilidad de que viniera el canciller durante el mes de octubre, e inmediatamente después realizar una reunión conjunta para emitir el respectivo dictamen.
Tiene la palabra el señor Ezcurra.
Estábamos charlando recién con los colegas diputados sobre la posibilidad de que viniera el canciller durante el mes de octubre, e inmediatamente después realizar una reunión conjunta para emitir el respectivo dictamen.
Tiene la palabra el señor Ezcurra.
SR. EZCURRA Un comentario breve respecto de un punto que levantó el señor diputado Carmona y que volvió a surgir en la última presentación respecto del artículo 14. Estuvimos estudiando el tema y podríamos reunirnos para trabajar en este texto. No vemos ningún impedimento para hacerlo. Si le parece bien, señor diputado, quedamos para trabajar el texto, reformularlo o incluso eliminarlo.
SRA. PRESIDENTA SCHMIDT LIERMANN Considerando que hay voluntad de ambas partes para trabajar en el texto y acompañar la iniciativa, salvo algunas observaciones, podemos lograr un acuerdo para que haya consenso y este proyecto sea una política de Estado estratégica para nuestro país.
Damos por finalizada la reunión. (Aplausos.)
Damos por finalizada la reunión. (Aplausos.)
Es la hora 17 y 48.