Su beneplácito por la celebración del Bicentenario de la Independencia de los Estados Unidos Mexicanos y saluda a su pueblo, al Presidente Dn. Felipe Calderón Hinojosa y a los colegas del Congreso de la Unión, al tiempo que se compromete a reforzar las relaciones de amistad y solidaridad existentes entre las dos naciones.

Señor presidente:

En este año 2010, diversos países latinoamericanos conmemoran el Bicentenario de su gesta independentista. Este proceso formó parte de otro más amplio de transformación política y social, que sembró el germen inextinguible de la revolución.

El Bicentenario de México se celebra el 16 de Septiembre de 2010. En esta fecha se conmemora el aniversario del comienzo de la rebelión contra el sistema colonial español.

Aquel 16 de septiembre de 1810, durante la madrugada, estalló la insurrección del llamado grupo de los "conspiradores de Querétaro". El cura Miguel Hidalgo y Costilla, uno de sus miembros, fue quién convocó al pueblo de Dolores a la rebelión. Aquella noche Hidalgo pronunció el famoso "Grito de Dolores": "¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!".

Luego del "Grito de Dolores" se dirigió a la cárcel del pueblo, acompañado por un pequeño grupo de campesinos portando un improvisado armamento y tomó el presidio. Allí tomaron algunas armas y partió Hidalgo con su ejército de campesinos hacia Atotonilco el Grande. En Atotonilco tomó como estandarte de la lucha revolucionaria a la Virgen de Guadalupe, el cual se considera la primera bandera mexicana.

Su camino le llevaría luego hacia San Miguel el Grande, donde convergieron los militares rebeldes Abasolo y Allende. Era el comienzo de la larga lucha por la independencia de México, que no habría de culminar hasta 1821.

Las gestas emancipadoras de México y la Argentina han sido similares en sus fuentes y en sus fines. Los fuertes lazos históricos, políticos y culturales han unido a ambos países desde los inicios de sus transformaciones como naciones libres.

Como consecuencia de este curso histórico común y de la intensificación del proceso integrador México y la Argentina están profundamente hermanados, no sólo por su historia, como parte de una región que perteneció a la Corona Española y pudo independizarse, sino también por los entrañables vínculos que surgieron a través de la historia más reciente.

Estas celebraciones compartidas deben tener como meta la consolidación de nuestro destino común, en una América integrada, tal como la soñaron los héroes de la Independencia.

Es por lo expuesto que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.