Su repudio, su más enérgica condena y profundo pesar frente al atentado perpetrado en la ciudad de Niza, Francia durante los festejos del Día de la Independencia Nacional de Francia el 14 de julio del 2016. Expresa sus condolencias y solidaridad al gobierno Francés, su pueblo y especialmente a los familiares de las víctimas.

Señor presidente:

Con profunda conmoción y honda tristeza hemos vuelto a tomar conocimiento que en la tarde del pasado 14 de julio de 2016 ocurrió una masacre en la ciudad de Niza al sur de Francia durante el transcurso de la celebración de los festejos del Día de la Independencia Nacional de Francia, también conocida como “Toma de la Bastilla”.

El hecho se produjo cuando ciudadanos franceses y turistas presenciaban un espectáculo pirotécnico en el Paseo de los Ingleses en la ciudad de Niza, en el que irrumpe un camión que durante dos kilómetros arrollo a la gente que allí estaba, hasta ser abatido el conductor por fuerzas de seguridad.

Esto dejo un saldo de 84 muertos y un elevado número de heridos y fue reivindicado por el Estado Islámico (ISIS).

Lamentablemente en los últimos tiempos en esta Honorable Cámara de Diputados se han venido presentando proyectos de declaración o resolución similares. Es por ello que hoy cobra intensidad la necesidad de reafirmar tanto las condenas, los repudios formulados de un modo enérgico y contundente, no dejando lugar a duda respecto del sentimiento de rechazo y condena del pueblo argentino sobre este hecho o cualquier otro de análogas características y fundamentos.

Por ello, hoy más que nunca debemos reiterar y extender nuestro categórico apoyo al llamado del Secretario General de Naciones Unidas de intensificar los lazos entre los países que rechazamos este tipo de violencia, ya sea por cuestiones religiosas, políticas, militares, raciales o del carácter que fuere, esta debe ser claramente condenada y repudiada. Permitiéndonos prevenir futuros ataques terroristas, los que hoy se multiplican en distintas partes del mundo, con un grado cada vez mayor de desprecio y de crueldad hacia la vida de personas inocentes, con base en fundamentalismos extremos que no conducen a la paz.

Nuestro obligación y responsabilidad es reaccionar y condenar este tipo de acciones, solidarizándonos con los pueblos que sufren estos ataques, y a su vez, hacer extensiva estas alertas en nuestro país, para poder prevenir y evitar la reiteración de tragedias de las que ya fuimos víctimas en varias ocasiones.

Por los motivos expuestos, solicito a mis pares que se apruebe el presente proyecto de declaración.