Declarar el beneplácito de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación por la conmemoración del 50 aniversario de la misión espacial Apolo 11 que logró el alunizaje.

Señor presidente:

“Houston, el águila ha alunizado” (Houston, the Eagle has landed). A las 16.20 horas del 20 de julio de 1969 la voz de Neil Armstrong penetró los parlantes de la misión de control de la NASA en Houston para hacer saber al mundo entero la llegada de una nave tripulada a la luna, hazaña que no se ha logrado repetir y que constituye uno de los más grandes hitos de la historia.

Años atrás siquiera concebir esa realidad resultaba algo tan ajeno a la mente que solamente podía formar parte de novelas e historias propias del campo de la fantasía. En esas 33 horas en las que Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins permanecieron en la superficie lunar significaron la concreción de los esfuerzos de esos hombres y mujeres que trabajaron infatigablemente para lograr esta increíble gesta humana.

Luego de varios intentos fallidos posteriores, la autoridad espacial de los Estados Unidos decidió abandonar los planes de colocación de una estación permanente en la luna. Este aniversario transcurre entonces con cierta tristeza, porque —al menos en el futuro próximo— el primer aterrizaje humano en la luna también parece ser el último. Sin embargo, la emoción y adrenalina permanece en esas casi 600 millones de personas que presenciaron el acontecimiento en directo, quienes pudieron así reafirmar la convicción de que el trabajo hecho en conjunto jerarquiza y logra superar las barreras de lo imaginable, al tratarse, en definitiva, de “un pequeño paso para el hombre [y] un gran salto para la humanidad”.

Por lo expresado, queda así fundamentado el presente proyecto y a consideración de los diputados y las diputadas para su sanción.