Su más enérgica preocupación por la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Paris contra el cambio climático, anuncio que realizó el presidente Donald Trump el pasado 02 de junio, por ser contrario a la preservación del medio ambiente y de la humanidad.

Señor presidente:

El pasado jueves 2 de junio de 2017, el presidente Donald Trump, anunció la salida del Acuerdo de París contra el cambio climático.

El anuncio, en una solemne comparecencia en la Casa Blanca, tuvo lugar al día siguiente de que el entorno del presidente filtrara a la prensa que se inclinaba por la salida del pacto.

No puede soslayarse la preocupación que implica está decisión, al tratarse precisamente Estados Unidos del segundo mayor emisor de gases contaminantes a nivel mundial.

La retirada del pacto marca una divisoria histórica. Con la salida, Estados Unidos no sólo da la espalda a la ciencia y ahonda la fractura con Europa, sino que abandona la lucha ante uno de los más inquietantes desafíos de la humanidad.

La ruptura es crucial, pero no representa una sorpresa. Pese a que EEUU es el segundo emisor global de gases de efecto invernadero, Trump siempre se ha mostrado reacio al Acuerdo de París. Pero más que el rechazo al consenso científico, lo que realmente movió hoy a Trump fue el cálculo económico. En su discurso el pacto se convirtió en un mero acuerdo comercial, tildado de injusto y peligroso para EEUU. Una barrera burocrática que, a su juicio, impide la libre expansión industrial y que sólo ofrece ventajas competitivas a China e India. “Este acuerdo tiene poco que ver con el clima y más con otros países sacando ventaja de Estados Unidos. Es un castigo para EEUU. China puede subir sus emisiones, frente a las restricciones que nos hemos impuesto. E India puede doblar su producción de carbón. Este pacto debilita la economía estadounidense, redistribuye nuestra riqueza fuera y no nos permite utilizar todos nuestros recursos energéticos”, remachó.

El acuerdo de Paris sobre cambio climático fue sellado en 2015 por 195 países y establece un calendario de reducción de las emisiones para paliar los efectos del cambio climático. El documento fue adoptado el 12 de diciembre de 2015, al finalizar la 21ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP21). Obtuvo un récord de más de 170 rúbricas al abrir a firmas el 22 de abril durante la Asamblea de las Naciones Unidas, en Nueva York– y establece la meta de contener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2°C respecto de los niveles pre-industriales hacia fin de siglo y de hacer esfuerzos para que este no supere 1,5°C.

Se trata, en resumidas cuentas, de apuntar hacia la descarbonización de la economía mundial. Así lo plantea el texto parisino en su artículo 4.1: “Las partes se proponen lograr que las emisiones mundiales de GEI alcancen su punto máximo lo antes posibles (…) y, a partir de ese momento, reducir rápidamente las emisiones de GEI, de conformidad con la mejor información científica disponible, para alcanzar un equilibrio entre las emisiones (…) y la absorción (…)”.

El Acuerdo de Paris es una clara muestra del esfuerzo realizado por los países en pos de combatir el Cambio climático, el mismo ha sido ratificado por parte de la República Argentina porque constituye la oportunidad de un cambio de paradigma en relación al modelo de desarrollo, no solo en defensa de los derechos de las generaciones presentes y futuras a un ambiente sano y un desarrollo sostenible, sino también a contribuir en la conformación de un mundo más equitativo.

Esta Honorable Cámara reitera su firme compromiso con la humanidad y la preservación del medio ambiente, en el marco del derecho internacional.

Por todo lo expuesto, consideramos que esta Honorable Cámara de Diputados debe manifestar su más enérgica preocupación al anuncio de la salida de Estados Unidos del acuerdo de Paris.

Por lo expuesto, se solicita se apruebe el presente proyecto de declaración.