Su enfático repudio ante la decisión del Directo ejecutivo de la ANSES, Emilio Basavilbaso, que por medio de la Resolución 361/2016 finaliza el programa ARGENTA, el cual formaba parte de una estrategia integral de ampliación de la cobertura previsional y mejora de la capacidad de compra de los jubilados a través de beneficios indirectos.

Señor presidente:

El programa Argenta, formaba parte de una estrategia integral de ampliación de la cobertura previsional y mejora de la capacidad de compra de los jubilados a través de beneficios indirectos. En ese esquema, los jubilados solicitaban en las oficinas de la Anses el préstamo y éste se adjudicaba en la tarjeta Argenta. El 60 por ciento del fondeo podía retirarse en efectivo y el resto debía gastarse con el plástico. El costo financiero total oscilaba entre 30,81 y 34,67 por ciento dependiendo de los plazos del préstamo, significativamente por debajo del mercado.

El mecanismo de financiamiento del programa Argenta fue lanzado a mediados de 2012. La iniciativa no solo pretendía impulsar el consumo interno sino que buscaba restringir los abusos de las cooperativas, mutuales y otras entidades que concentraban el mercado de créditos pequeños para jubilados y llegaban a cobrar un costo financiero total del 159 por ciento.

De esta manera permitía que nuestros adultos mayores accedieran al crédito sin la necesidad de bancarizar sus préstamos. Esta realidad, con las nuevas medidas anunciadas por el titular de la ANSES el pasado lunes 14 de noviembre del corriente, obligan a nuestros jubilados a depender nuevamente de las tarjetas de crédito emitidas por las entidades bancarias o los pequeños créditos con altas tasas de interés.

Es importante destacar que los recursos de los jubilados tenían como objetivo primordial dinamizar los fondos de la ANSES, como asi también es necesario aclarar que esta maniobra llevada adelante por el gobierno nacional y ejecutada por el directorio de la cartera arriba mencionada tiene como objetivo la transferencia a la banca privada las cuales no persiguen beneficios sociales sino su propia ganancia

Por lo mencionado se considera de suma importancia que esta Honorable Cámara de Diputados declare su más enérgico repudio al cierre del programa ARGENTA, este cierre se enmarca en una búsqueda de reforma estructural del sistema provisional y un significativo retroceso en el poder adquisitivo de los haberes por parte de los jubilados. Desacelerando el consumo interno y beneficiando al sistema bancario. Pero por sobre todo quitándole un derecho adquirido a un sector de nuestra población que precisa de políticas públicas focalizadas en función de sus necesidades.