Expresión de beneplácito por la resolución 2512/09 de la Cámara de Diputados de la provincia del Chaco, sobre el beneficio de una pensión graciable y vitalicia para los soldados chaqueños, que hubieran sido convocados y movilizados, durante el período comprendido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, en carácter de Reconocimiento Histórico Moral.

Señor presidente:

Nuestra Provincia, como en aquellos lejanos días de la independencia, aportó su cuota de hombres para tratar de mantener a toda costa nuestras islas. Es así que en el desarrollo del conflicto cientos de sus hijos caen muertos, algunos de ellos en el archipiélago y otros yacen en las frías aguas del Atlántico Sur, víctimas del crimen de guerra del hundimiento del ARA Crucero General Belgrano.

Asimismo, los conscriptos reclutados para hacer el servicio militar obligatorio fueron incorporados y llevados a la guerra, muchos de ellos sin tener más de dos meses de preparación militar, no obstante ello no pusieron condiciones para defender la soberanía argentina, estuvieron allí con el escaso adiestramiento que los tiempos les habían permitido pero con el corazón lleno de patriotismo, se presentaron allí defendiendo la soberanía de las tierras, de las Islas Malvinas y de Argentina.

Es decir que los hombres, como la totalidad de los combatientes en Malvinas, no eran anónimos desconocidos, sino que traían consigo un pasado, sus expectativas de un futuro mejor, sus sentimientos, sus anhelos y sus temores.

Todo el personal destacado en el Teatro de Operaciones, Oficiales, Suboficiales y tropa evidenciaron a lo largo del conflicto un alto espíritu de sacrificio que permitió sobrellevar las penurias del ambiente geográfico y una situación de cerco de más de 60 días, 45 de los cuales fueron bajo fuego de hostigamiento del enemigo. Espíritu de lucha que llevó a la masa de los cuadros y tropas a sobreponerse al enorme desgaste y condicionamiento negativo de todo tipo, enfrentando los combates finales y resistiendo -en el caso de la Agrupación Puerto Argentino- 3 días.

El mes de junio del año 1982 nos encontraba en medio de duros combates y de infructuosas tratativas para detener el conflicto. La solidaridad de nuestros hermanos americanos en la mayoría de los casos, no en todos, nos hacen volver nuestra mirada a aquéllos

que durante muchos años desdeñamos y a los cuales siempre les deberemos el eterno reconocimiento.

Y se empezaron a escuchar esta plegaria: "Suplicasteis al Dios de los corazones que enseñara su amor a las naciones. Se irradie también ahora, a cada corazón argentino y a toda la sociedad, el amor, el respecto a cada persona, la comprensión y la paz, así sea", decía entonces el Papa Juan Pablo II en su visita a la Argentina. Hicieron intuir que el final del conflicto estaba muy cerca. Era el 11 de junio de ese año, el asalto final sobre Puerto Argentino había había comenzado.

El 14 de junio de 1982, por las radios podía escucharse el comunicado del Estado Mayor Conjunto Nº 165 que para el lenguaje muy diplomático expresaba "que se había perdido la guerra". A partir de ese momento quedó grabada en la página de la historia contemporánea argentina una de las más brillantes en cuanto al heroísmo desinteresado de los hombres argentinos: la guerra de las Malvinas había llegado a su fin.

En el campo de batalla los efectivos argentinos fallecidos durante el conflicto ascienden a 649 hombres, mientras que 1.082 resultaron heridos de distinta consideración. Restaba todavía el regreso a la Patria de estos miles de hombres sobrevivientes del conflicto, todos ellos con un profundo sentimiento de frustración, en algunos casos, esperando el recibimiento adecuado por parte de los oficiales jefes del continente pero lo que pudieron observar muchos de ellos desde la borda de los barcos fue que el puerto estaba vacío: sólo una larga fila de camiones y ambulancias se divisaba. Apenas un reducido séquito de jefes y oficiales aguardaba a las tropas. No había bandera nacional para saludar, ni banda de música para homenajear a quienes habían combatido y sufrido por una causa patriótica. Amargamente sintetiza esta experiencia lo expresado por un veterano "me despidió mejor el enemigo que lo que me recibió la propia tropa".

Pero al salir de los puertos, tras las alambradas y a lo largo de las rutas y próximos a las distintas bases, el pueblo anoticiado de la llegada de estos numerosos contingentes, se agolpó a los costados de los caminos para saludar a sus hombres, agitando banderas y vitoreando a los soldados.

Cierra esta etapa histórica una frase de un veterano: "Y a partir de ahí, volver a casa, vivir otra realidad, a la que costó mucho adecuarse; pues una parte de nuestro espíritu quedó allá en las Islas, y vamos a tener que recuperarlo algún día volviendo a las Islas Malvinas".

No olvidemos el heroísmo sereno, consciente y reflexivo, que sin vacilaciones, evidenciaron durante 50, 60 y hasta 70 días, miles de jóvenes conscriptos, militares pertenecientes a las Fuerzas Armadas y de seguridad, que sobrellevaron en la turbulencia toda

clase de privaciones, bajo la amenaza constante de mutilación o muerte y esto sucedió hasta los duros combates finales.

Por eso, Señor Presidente, entendía que era necesario expresar en este proyecto el reconocimiento económico por un servicio prestado a la Patria, así como el gobierno Nacional otorgó la pensión vitalicia a los veteranos, en la provincia del Chaco a través del decreto 2512/09 se otorga una pensión graciable y vitalicia para los soldados chaqueños, que hubieran sido convocados y movilizados, durante el período comprendido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, en carácter de Reconocimiento Histórico Moral.

Entonces, creo que el espíritu de este beneficio, no es el económico, si bien seguramente será una importante ayuda para muchos veteranos de guerra que después de este conflicto bélico no encontraron trabajo, tuvieron problemas de salud, de adaptación a una nueva realidad, porque las heridas no físicas sino en su moral en muchos casos fueron profundas y que han tenido la necesidad de iniciar procesos de readaptación a una vida totalmente nueva, porque lejos está de pensar que un hombre que fue a la guerra vuelve en las mismas condiciones!

Es importante señalar las decisiones políticas que el gobierno de mi provincia viene tomando en beneficio de nuestros veteranos de Malvinas, estoy seguro que en el fondo no permite diferencias desde el punto de vista partidario, porque la historia argentina ha demostrado que en la causa Malvinas se dejan de lado las distintas ideologías para tomar una sola bandera, que es la Argentina!

Finalmente, por todo lo expuesto, es que solicito la aprobación de proyecto de declaración.