REPARACIÓN HISTÓRICA PARA FAMILIARES DE CAÍDOS EN MALVINAS E ISLAS DEL ATLÁNTICO SUR

Artículo 1: Pensiones honoríficas. Modifíquese el artículo 1 de la ley 23.848, el cual quedará redactado de la siguiente manera: “Otorgase una pensión vitalicia, cuyo monto mensual será equivalente al 100% del haber mínimo de jubilación ordinaria que perciban los beneficiarios del Régimen Nacional de Jubilaciones y Pensiones para trabajadores en relación de dependencia, a los ex – soldados combatientes conscriptos que participaron en efectivas acciones bélicas de combate, en el conflicto del Atlántico Sur, civiles que se encontraban cumpliendo funciones en los lugares en los cuales se desarrollaron estas acciones, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, y, de forma vitalicia y retroactiva al fallecimiento del Héroe caído en Malvinas, a los familiares directos hasta la cuarta generación o familiares colaterales hasta la cuarta generación y tercer grado, debidamente certificado por la autoridad competente que determine la reglamentación”

Artículo 2: Cobertura médica. Incorpórense, sin límite de edad, al grupo familiar de las personas incluidas en el artículo 1, al Programa Nacional de Atención al Veterano de Guerra de Malvinas de PAMI –creado por resolución 191/05.

Artículo 3: Actos Patrios. Instruméntese la invitación oficial a la Comisión de Familiares, y por su intermedio a todos los familiares del territorio nacional, quienes serán “Invitados de Honor” por las autoridades públicas a los Actos Patrios.

Artículo 4: De forma. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Treinta y siete años han pasado de la finalización de la Guerra de Malvinas, treinta y siete años de dolor por la pérdida de seres queridos y de esa lucha interna de transformar ese dolor en amor y el amor en obra. Los familiares directos de los caídos, “HÉROES DE NUESTRA PATRIA”, hijos, nietos, hermanos y sobrinos, vivenciaron a la par de sus padres la pérdida de sus seres queridos, viviendo y padeciendo el trauma de la guerra no sólo durante la misma sino también durante todos estos años de post guerra, dejando en cada uno de ellos la marca del sufrimiento de sus padres y el propio de cada uno. Del mismo modo, hace treinta y siete años se continúa sin una ley que contemple el acompañamiento del Estado Nacional para que los Familiares de Caídos puedan visitar a sus deudos en el Cementerio Darwin.

Asimismo, no debe perderse de vista que el conflicto armado ha dejado huellas imborrables en estos jóvenes conscriptos civiles de entre 18 y 19 años de edad, causando secuelas tanto físicas como psicológicas que toda guerra implica. En el sentido expuesto y según estudios realizados por especialistas, se estima que todos los ex combatientes en mayor o menor medida, padecen “Síndrome de Stress Post Traumático”, definido por los especialistas como una dolencia crónica, de acción retardada, capaz de desencadenarse años posteriores a una contienda bélica. El “Síndrome de Stress Post Traumático” es un problema emocional crónico, producto de haber estado frente a una situación límite, que implique la posibilidad de muerte para él o terceros, o el ser testigo de una muerte violenta. Se lo incluye entre los trastornos de ansiedad y se manifiesta por una serie de conductas destructivas, las cuales generan una sucesión de dificultades en la vida social, laboral y afectiva. Justamente ese mal, el estrés postraumático, es la razón por la cual centenares de veteranos se han quitado la vida y otro tanto ha fallecido por enfermedades incurables.

De la misma forma, estas secuelas son perfectamente trasladables a los familiares de los veteranos y caídos, quienes en el seno de su familia han padecido de manera directa las consecuencias de tan dolorosa guerra. En efecto, el primer artículo del proyecto en cuestión propone ampliar las pensiones honoríficas, de manera tal que puedan incluirse a todos aquellos familiares que de alguna u otra manera están contemplados en el círculo íntimo de aquellos héroes de nuestra patria. En otras palabras, este beneficio funciona a modo de contención –psicológica, médica, económica- para aquellos que en virtud de la cercanía afectiva, también han cargado con los estigmas de tamaña guerra.

Entonces, ¿cómo ayudamos a los familiares de los caídos en Malvinas? ¿Cómo reparamos 37 años de abandono? Modificando la ley 23.848 para poder obtener los beneficios, para que no haya hermanos ni hijos de caídos en Malvinas en situación de calle, sin trabajo y, en consecuencia, haciendo de ellos una vida mejor, a la altura de los veteranos de guerra, que lo lograron gracias a su esfuerzo e incluso dejando en el camino miles de compañeros que sufrieron desenlaces trágicos. Éstos últimos lograron la ley, por ende consiguieron el beneficio de atenderse con profesionales, pudieron tener trabajos dignos en el Estado, y sobre todo ayudar a sus familias. A contrario sensu, los caídos en Malvinas no volvieron, no pudieron ayudar a los suyos. El caído dejó una silla vacía y una familia destruida que en 37 años no tuvo atención de ninguna índole. Estamos a tiempo de sanar algo, estamos a tiempo de llevar un poco de alivio a estas familias.

Concretamente, la idea central del proyecto es realzar la importancia y reivindicar el espacio de familiares, no sólo otorgándoles un sistema de salud apropiado, sino también invitándolos de manera oficial a los actos patrios nacionales. De este modo se estarán revalorizando aquellas personas y espacios olvidados por el paso del tiempo. Cabe destacar que si bien ningún resarcimiento económico puede curar una herida tan grande y desatendida por parte del Estado todos estos años, creemos que la toma de algunas medidas y acciones positivas que proponemos como proyecto de ley pueden al menos mitigar tanto dolor.

En definitiva, la mejor manera de homenajear a nuestros héroes caídos en Malvinas es cuidar la salud mental e integral y darles mejor calidad de vida a sus familias: madres, padres, viudas, hijos, hermanos y sobrinos. En palabras de María Fernanda Araujo, familiar de caído en Malvinas: “los muertos hicieron visibles a los vivos, acá estamos y necesitamos la ayuda de todos. Como lo hicieron ellos, que dieron todo por todos nosotros, es hora que la Patria acaricie a los familiares de aquellos que ofrendaron sus vidas por ella”.

Por todo lo anteriormente expuesto, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.