Su beneplácito y adhesión a la iniciativa del Gobierno Nacional por el reciente lanzamiento de la nueva línea crediticia para Pymes del Banco Nación destinada al desarrollo productivo nacional.

Señor presidente:

El pasado 5 de marzo durante el lanzamiento de una nueva línea de créditos para Pymes del Banco Nación, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner exhortó al sistema privado financiero a "tomar riesgos" y a devolverle a la sociedad todo lo que ésta le dio en los últimos años, manifestando textualmente que: "esperamos de parte del sector privado financiero, que siempre le presta a los que no necesitan, que tomen riesgos, porque esto es parte también del juego empresarial, el mismo riesgo que toma un productor o un inversor cuando decide apostar a abrir su fábrica o a tomar personal.".

La intención del gobierno es que los bancos pasen a concentrarse más en los préstamos a la producción y en particular para las Pymes por presentar más incertidumbres, instándolos a formar parte de este modelo de inclusión social que en el último lustro ha demostrado que era lo que necesitaba la Argentina.

En tal sentido, la nueva línea de crédito del Nación contempla un plazo de pago de diez años -cinco años a una tasa fija del 12 por ciento y los cinco restantes a tasa variable- por un monto total de 5.000 millones de pesos para la compra de maquinaria nueva y usada, propuesta presentada por la titular del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont durante dicho anuncio oficial.

Frecuentemente, los préstamos a la producción se complican por resultar dificultoso evaluar el estado patrimonial de la compañía o pyme que solicita la ayuda financiera o una parte de su operación está en negro, paralizando todavía más el proceso.

Por ello, la urgencia de mejorar la oferta de crédito a largo plazo y a tasas competitivas para que las empresas locales aumenten su producción y así equilibren el incremento de la demanda en el mercado interno, constituye uno de los objetivos del Gobierno Nacional.

Con créditos más baratos, los emprendimientos productivos podrán mejorar su competitividad externa para dejar de depender sólo del tipo de cambio. Así el Estado tendrá una herramienta para manejar una estrategia productiva, orientando los créditos en mejores condiciones hacia los sectores que por cuestiones de avances tecnológicos, laborales o de precios resulten prioritarios, convirtiéndose en un verdadero planificador del rumbo productivo.

Los avatares económicos siempre perjudican a todos los sectores productivos. El endeudamiento público externo atrasó artificialmente el tipo de cambio afectando la rentabilidad productiva. Afortunadamente, se han vuelto a identificar los intereses nacionales con el desarrollo industrial, pero en particular con el proteccionismo de los sectores y emprendimientos productivos largamente postergados.

Se explicita así que el Estado puede analizar, decidir y poner en marcha un plan estratégico de desarrollo compatible con las necesidades del país, buscando un crecimiento tecnológico con equilibrio geográfico y con desarrollo de alto valor agregado, constituyéndose en el principal financista de los emprendimientos actuales y futuros a lo largo y ancho del territorio nacional.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y por considerar oportuna y necesaria la decisión oficial aquí enunciada, solicito a mis pares el acompañamiento para la aprobación del presente proyecto de declaración.