PRESUPUESTO Y HACIENDA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 418
Secretario Administrativo Dr. Seguí Ariel
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2444 Internos 2416/2310
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- PRESUPUESTO Y HACIENDA
Reunión del día 04/10/2016
- PRESENTACIÓN R. FRIGERIO
INVITADOS
- señor Rogelio Frigerio Ministro
SR. PRESIDENTE LASPINA Queda abierta la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en la cual recibimos al señor ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación y a su equipo -cuyos integrantes omitiré enunciar para no olvidarme de alguien- para informar con relación al proyecto de presupuesto para el año 2017.
Contamos asimismo con la presencia del señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Emilio Monzó.
Para hacer una breve presentación de los principales lineamientos del proyecto de presupuesto respecto del área a su cargo, tiene la palabra el señor ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, licenciado Rogelio Frigerio.
Contamos asimismo con la presencia del señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Emilio Monzó.
Para hacer una breve presentación de los principales lineamientos del proyecto de presupuesto respecto del área a su cargo, tiene la palabra el señor ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, licenciado Rogelio Frigerio.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Señor presidente: muchas gracias por la invitación y quisiera aprovechar para agradecer también la presencia del señor presidente de la Honorable Cámara. Estamos muy honrados de que esté aquí, compartiendo con nosotros este momento. Agradezco también a todos los diputados de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Para nosotros este es un momento muy importante, frente a la posibilidad de discutir la ley de leyes en este marco, escuchando opiniones y con la posibilidad de mejorar los proyectos que enviamos desde el Poder Ejecutivo, tal como ha ocurrido con todos y cada uno de los que hemos remitido desde el 10 de diciembre a esta parte. Para nosotros es un hecho muy importante, diría que trascendente.
En este caso, vengo aquí en mi carácter de ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, y creo que vale la pena aclarar cómo están distribuidas las áreas de ejecución de las obras públicas en la actual administración. Básicamente, el presidente decidió dividir lo que estaba en el área de Planificación en tres ministerios: en el Ministerio de Transporte, en el Ministerio de Energía y en el Ministerio del Interior, donde están la Secretaría de Obras Públicas y la Secretaría de Vivienda y Hábitat.
Lo que hacemos en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda son las obras vinculadas con lo local, que no corresponden a más de una jurisdicción, como puede ser en el caso del Ministerio de Transporte una ruta nacional y en el caso del Ministerio de Energía una red troncal de gas.
Además de esto, desde el punto de vista del interés presupuestario, manejamos la relación con las provincias y municipios a través de dos secretarías, la de Provincias y la de Asuntos Municipales. Asimismo, una parte importante del presupuesto del Ministerio se la lleva, sobre todo en los años electorales, la Secretaría de Asuntos Políticos, que maneja el secretario Adrián Pérez.
Por otra parte, en la Secretaría del Interior tenemos el presupuesto del Renaper y de la Dirección Nacional de Migraciones, que también tienen una partida presupuestaria considerable.
Voy a referirme someramente a esta elaboración del presupuesto por parte del Poder Ejecutivo en lo que corresponde a mi Ministerio y dejaré el mayor tiempo posible para que formulen sus preguntas y yo pueda hablar de lo que a ustedes puntualmente les interesa.
Solo a modo de composición de lugar, para entender cuál es la coyuntura en la que nos movemos y refiriéndome básicamente al área relacionada con la infraestructura que maneja el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, nosotros tuvimos dos etapas, tal como lo planteamos ya en la Comisión de Obras Públicas. La primera de ellas fue el reordenamiento de la situación que encontramos, me animaría a decir de gran desprolijidad, la modificación de normas de contratación y de licitación de obras públicas muy importantes que están teniendo como consecuencia, en todos los casos, licitaciones que terminan muy por debajo del presupuesto, lo que posibilita que hagamos más obras públicas.
Pero luego de un primer trimestre en el que nos ocupamos de un reordenamiento y emprolijamiento de lo que encontramos en el Ministerio, y sobre todo del pago de una millonaria deuda de la gestión anterior, que en el caso solo del Ministerio del Interior fue superior a los 8.000 millones de pesos, prácticamente un trimestre de ejecución lo volcamos al presupuesto de 2015. Después de esto empezamos a tener un nivel de ejecución creciente, mucho más parecido al de nuestras expectativas y de hecho podemos decir que a partir de concluido el primer semestre el nivel de ejecución subió exponencialmente.
En agosto finalmente tuvimos una ejecución del 10 por ciento del total del presupuesto del año y en septiembre del 14 por ciento. Esperemos que siga siendo de esta manera, creciendo en octubre, noviembre y diciembre, para terminar el año con cerca del ciento por ciento de la ejecución; tengamos en cuenta que durante el primer trimestre utilizamos los recursos para pagar la deuda del año anterior.
Les recuerdo que en 2015 prácticamente no se hizo ningún pago de la obra pública desde octubre y además, que la mitad de toda la obra pública de 2015 no había recibido un solo peso.
Esta recuperación de la ejecución que durante el tercer trimestre creció un 30 por ciento respecto de abril, mayo y junio, nos posibilita también en este momento visualizar una recuperación del nivel del empleo.
En agosto, según datos de la UOCRA, se crearon 5.000 nuevos puestos de trabajo en el sector y los despachos de cemento aumentaron casi un 7 por ciento respecto a igual mes del año anterior. Esta es la variación positiva más alta desde septiembre de 2015.
Por otro lado, en el sector privado también vemos una recuperación en esta segunda parte del año con permisos de edificación que aumentaron casi un 20 por ciento en el mes de agosto.
La inversión en infraestructura durante este año representa dos puntos del producto y representará 2,6 puntos del producto en el 2017. Desde el punto de vista de la infraestructura pública, lo que nosotros consideramos óptimo para sostener un crecimiento a lo largo del tiempo es de seis puntos del producto. Así que año a año vamos a intentar que vaya creciendo este nivel de ejecución presupuestaria de la obra pública, hasta alcanzar el 6 por ciento que estimamos óptimo.
Con respecto a las transferencias a las provincias, es importante hacer algunas aclaraciones o consideraciones. En el presupuesto 2017 se transferirán 761.500 millones de pesos en forma automática a las provincias. Esto significa un 30 por ciento más de recursos que en el 2016. Es decir, 174.300 millones más, que equivalen al 30 por ciento de la recaudación nacional y a un aumento de tres puntos porcentuales respecto al promedio 2004-2015.
Ustedes recordarán que las provincias se vienen quejando desde hace más de 10 años de cómo la participación de los gobiernos subnacionales, en la torta de recursos, se fue achicando hasta alcanzar el famoso 24 por ciento, al que muchos hicimos referencia en estos años. Ya podemos decir que de ese 24 por ciento pasamos al 27 por ciento. Hay una decisión muy clara del presidente de la Nación de seguir incrementando la participación de las provincias en la torta de todos los recursos federales, y que estos recursos sean de transferencia automática.
Eso es lo que ha ocurrido durante este año. Han crecido exponencialmente las transferencias automáticas, mucho más que las transferencias presupuestarias o las discrecionales.
La obra pública también se expande en el presupuesto 2017 un 43 por ciento año a año. Es decir, más de 20.000 millones de pesos.
Puntualmente, el acuerdo firmado por todas las provincias en el mes de abril -que fue un pacto histórico entre la Nación y las provincias-, significó por primera vez en la historia incrementar los recursos de las provincias y no fue, como había sido siempre la norma en las últimas décadas, un acuerdo para detraerlos. A partir de este acuerdo, las provincias recibirán 48.500 millones de pesos adicionales durante el 2017.
Entre los recursos automáticos, las transferencias presupuestarias que se incrementan, y la obra pública que también crece, los recursos volcados a las provincias durante el año 2017 representará casi un punto más del producto que en el año 2015. Estamos hablando de más de 250.000 millones de pesos.
Voy a hacer también una mención breve sobre el tema de la vivienda porque sé que es de interés para muchos de ustedes. También en este aspecto puntual de la vivienda tuvimos que regularizar lo que encontramos del gobierno anterior. En varios sentidos, no solo desde el punto de vista de la prolijidad o de lo que es ya comúnmente conocido, sino también desde el punto de vista de la estrategia de la política habitacional.
Les daré un solo ejemplo que marca a las claras cómo falta estrategia o cómo estamos muy lejos todavía de tener una buena política de hábitat y de vivienda para los argentinos. El 30 por ciento de las viviendas que se estaban ejecutando en la Argentina no tenían previsto el acceso a los servicios básicos y esenciales. Me estoy refiriendo al agua potable y a las cloacas. Más allá de esto, que es lo más grosero, prácticamente en ningún caso había un planeamiento territorial detrás de las decisiones de vivienda, no había un estudio respecto de cuál era el mejor lugar para hacerlas, cómo hacer para no expandir la mancha urbana, cómo minimizar los costos de la inversión enorme que hay detrás de una vivienda en agua potable, cloacas y cuando se puede también en la red de gas.
A finales de septiembre de este año se terminaron 13.442 viviendas que no se había finalizado en la gestión anterior. Continuamos con la construcción de casi 50.000 viviendas en todo el país y además, les otorgamos procedimientos más transparentes para redeterminar los precios. Recuerden que durante mucho tiempo no hubo un esquema de redeterminación de precios y eso conspiró con la posibilidad de generar una ejecución mayor de las obras de vivienda e infraestructura en general.
Recuperamos casi 10.000 viviendas que se habían parado en la gestión anterior, algunas iniciadas en 2012 y que durante todo 2015 no habían tenido ningún desembolso, a pesar de que ese año fue -por lo menos en el presupuesto- el que contaron con más recursos.
Comenzamos la construcción de casi 2.000 viviendas en Chubut, Río Negro, Santiago del Estero y Tierra del Fuego y finalizaremos este año iniciando 10.000 viviendas más en todo el país.
Antes de pasar a las preguntas de los señores diputados, me voy a referir al estado de situación actual de las obras públicas de infraestructura en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
De un total de 150.000 millones de pesos, tenemos en ejecución entre agua y saneamiento, vivienda, mejora del hábitat -que es un programa al que estamos poniendo mucho énfasis-, obras públicas, obras hídricas, obras financiadas mediante el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional o mediante el Fondo Fiduciario Austral, 114.140 millones de pesos; en proceso licitatorio tenemos casi 23.000 millones de pesos y a iniciar tenemos casi 7.000 millones de pesos.
En lo que se refiere al tema licitatorio, muchas veces me preguntan cuál es el principal escollo que tuvimos en los primeros meses de gestión para impulsar la obra pública aún más de lo que lo hicimos. No se trata solo de la desprolijidad o los casos de corrupción que encontramos, la falta de claridad en muchos procesos licitatorios o la falta de planificación. Una de las trabas más complicadas para que esta rueda de la obra pública funcionara mejor y fuera más rápido fue la falta de licitaciones; durante 2015 se hicieron muy pocas licitaciones, fue el año en el que se hizo la menor cantidad.
En consecuencia, no solo encontramos gran parte de la obra pública parada, una deuda enorme -repito- en el caso del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de casi 10 mil millones de pesos, los problemas administrativos que encontramos -para llamarlos de alguna forma-, sino que tuvimos que empezar de cero esta rueda de la obra pública que permite que cuando se termina una casa se empiece otra, o que cuando se termina una obra de saneamiento ambiental haya otra en marcha. Ello permite al empleo en la construcción no tener la parálisis que lamentablemente tuvimos en los primeros meses del año y sobre todo, en los últimos meses de 2015. Eso también lo pudimos ir superando con el tiempo. Actualmente tenemos más de una licitación por día en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y eso lo vamos a ver en todos los diarios de circulación nacional; van a ver siempre, todos los días del año, una licitación por lo menos del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Muchas gracias por la atención y quedo a disposición de los señores diputados para responder las preguntas que quieran formular.
Para nosotros este es un momento muy importante, frente a la posibilidad de discutir la ley de leyes en este marco, escuchando opiniones y con la posibilidad de mejorar los proyectos que enviamos desde el Poder Ejecutivo, tal como ha ocurrido con todos y cada uno de los que hemos remitido desde el 10 de diciembre a esta parte. Para nosotros es un hecho muy importante, diría que trascendente.
En este caso, vengo aquí en mi carácter de ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, y creo que vale la pena aclarar cómo están distribuidas las áreas de ejecución de las obras públicas en la actual administración. Básicamente, el presidente decidió dividir lo que estaba en el área de Planificación en tres ministerios: en el Ministerio de Transporte, en el Ministerio de Energía y en el Ministerio del Interior, donde están la Secretaría de Obras Públicas y la Secretaría de Vivienda y Hábitat.
Lo que hacemos en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda son las obras vinculadas con lo local, que no corresponden a más de una jurisdicción, como puede ser en el caso del Ministerio de Transporte una ruta nacional y en el caso del Ministerio de Energía una red troncal de gas.
Además de esto, desde el punto de vista del interés presupuestario, manejamos la relación con las provincias y municipios a través de dos secretarías, la de Provincias y la de Asuntos Municipales. Asimismo, una parte importante del presupuesto del Ministerio se la lleva, sobre todo en los años electorales, la Secretaría de Asuntos Políticos, que maneja el secretario Adrián Pérez.
Por otra parte, en la Secretaría del Interior tenemos el presupuesto del Renaper y de la Dirección Nacional de Migraciones, que también tienen una partida presupuestaria considerable.
Voy a referirme someramente a esta elaboración del presupuesto por parte del Poder Ejecutivo en lo que corresponde a mi Ministerio y dejaré el mayor tiempo posible para que formulen sus preguntas y yo pueda hablar de lo que a ustedes puntualmente les interesa.
Solo a modo de composición de lugar, para entender cuál es la coyuntura en la que nos movemos y refiriéndome básicamente al área relacionada con la infraestructura que maneja el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, nosotros tuvimos dos etapas, tal como lo planteamos ya en la Comisión de Obras Públicas. La primera de ellas fue el reordenamiento de la situación que encontramos, me animaría a decir de gran desprolijidad, la modificación de normas de contratación y de licitación de obras públicas muy importantes que están teniendo como consecuencia, en todos los casos, licitaciones que terminan muy por debajo del presupuesto, lo que posibilita que hagamos más obras públicas.
Pero luego de un primer trimestre en el que nos ocupamos de un reordenamiento y emprolijamiento de lo que encontramos en el Ministerio, y sobre todo del pago de una millonaria deuda de la gestión anterior, que en el caso solo del Ministerio del Interior fue superior a los 8.000 millones de pesos, prácticamente un trimestre de ejecución lo volcamos al presupuesto de 2015. Después de esto empezamos a tener un nivel de ejecución creciente, mucho más parecido al de nuestras expectativas y de hecho podemos decir que a partir de concluido el primer semestre el nivel de ejecución subió exponencialmente.
En agosto finalmente tuvimos una ejecución del 10 por ciento del total del presupuesto del año y en septiembre del 14 por ciento. Esperemos que siga siendo de esta manera, creciendo en octubre, noviembre y diciembre, para terminar el año con cerca del ciento por ciento de la ejecución; tengamos en cuenta que durante el primer trimestre utilizamos los recursos para pagar la deuda del año anterior.
Les recuerdo que en 2015 prácticamente no se hizo ningún pago de la obra pública desde octubre y además, que la mitad de toda la obra pública de 2015 no había recibido un solo peso.
Esta recuperación de la ejecución que durante el tercer trimestre creció un 30 por ciento respecto de abril, mayo y junio, nos posibilita también en este momento visualizar una recuperación del nivel del empleo.
En agosto, según datos de la UOCRA, se crearon 5.000 nuevos puestos de trabajo en el sector y los despachos de cemento aumentaron casi un 7 por ciento respecto a igual mes del año anterior. Esta es la variación positiva más alta desde septiembre de 2015.
Por otro lado, en el sector privado también vemos una recuperación en esta segunda parte del año con permisos de edificación que aumentaron casi un 20 por ciento en el mes de agosto.
La inversión en infraestructura durante este año representa dos puntos del producto y representará 2,6 puntos del producto en el 2017. Desde el punto de vista de la infraestructura pública, lo que nosotros consideramos óptimo para sostener un crecimiento a lo largo del tiempo es de seis puntos del producto. Así que año a año vamos a intentar que vaya creciendo este nivel de ejecución presupuestaria de la obra pública, hasta alcanzar el 6 por ciento que estimamos óptimo.
Con respecto a las transferencias a las provincias, es importante hacer algunas aclaraciones o consideraciones. En el presupuesto 2017 se transferirán 761.500 millones de pesos en forma automática a las provincias. Esto significa un 30 por ciento más de recursos que en el 2016. Es decir, 174.300 millones más, que equivalen al 30 por ciento de la recaudación nacional y a un aumento de tres puntos porcentuales respecto al promedio 2004-2015.
Ustedes recordarán que las provincias se vienen quejando desde hace más de 10 años de cómo la participación de los gobiernos subnacionales, en la torta de recursos, se fue achicando hasta alcanzar el famoso 24 por ciento, al que muchos hicimos referencia en estos años. Ya podemos decir que de ese 24 por ciento pasamos al 27 por ciento. Hay una decisión muy clara del presidente de la Nación de seguir incrementando la participación de las provincias en la torta de todos los recursos federales, y que estos recursos sean de transferencia automática.
Eso es lo que ha ocurrido durante este año. Han crecido exponencialmente las transferencias automáticas, mucho más que las transferencias presupuestarias o las discrecionales.
La obra pública también se expande en el presupuesto 2017 un 43 por ciento año a año. Es decir, más de 20.000 millones de pesos.
Puntualmente, el acuerdo firmado por todas las provincias en el mes de abril -que fue un pacto histórico entre la Nación y las provincias-, significó por primera vez en la historia incrementar los recursos de las provincias y no fue, como había sido siempre la norma en las últimas décadas, un acuerdo para detraerlos. A partir de este acuerdo, las provincias recibirán 48.500 millones de pesos adicionales durante el 2017.
Entre los recursos automáticos, las transferencias presupuestarias que se incrementan, y la obra pública que también crece, los recursos volcados a las provincias durante el año 2017 representará casi un punto más del producto que en el año 2015. Estamos hablando de más de 250.000 millones de pesos.
Voy a hacer también una mención breve sobre el tema de la vivienda porque sé que es de interés para muchos de ustedes. También en este aspecto puntual de la vivienda tuvimos que regularizar lo que encontramos del gobierno anterior. En varios sentidos, no solo desde el punto de vista de la prolijidad o de lo que es ya comúnmente conocido, sino también desde el punto de vista de la estrategia de la política habitacional.
Les daré un solo ejemplo que marca a las claras cómo falta estrategia o cómo estamos muy lejos todavía de tener una buena política de hábitat y de vivienda para los argentinos. El 30 por ciento de las viviendas que se estaban ejecutando en la Argentina no tenían previsto el acceso a los servicios básicos y esenciales. Me estoy refiriendo al agua potable y a las cloacas. Más allá de esto, que es lo más grosero, prácticamente en ningún caso había un planeamiento territorial detrás de las decisiones de vivienda, no había un estudio respecto de cuál era el mejor lugar para hacerlas, cómo hacer para no expandir la mancha urbana, cómo minimizar los costos de la inversión enorme que hay detrás de una vivienda en agua potable, cloacas y cuando se puede también en la red de gas.
A finales de septiembre de este año se terminaron 13.442 viviendas que no se había finalizado en la gestión anterior. Continuamos con la construcción de casi 50.000 viviendas en todo el país y además, les otorgamos procedimientos más transparentes para redeterminar los precios. Recuerden que durante mucho tiempo no hubo un esquema de redeterminación de precios y eso conspiró con la posibilidad de generar una ejecución mayor de las obras de vivienda e infraestructura en general.
Recuperamos casi 10.000 viviendas que se habían parado en la gestión anterior, algunas iniciadas en 2012 y que durante todo 2015 no habían tenido ningún desembolso, a pesar de que ese año fue -por lo menos en el presupuesto- el que contaron con más recursos.
Comenzamos la construcción de casi 2.000 viviendas en Chubut, Río Negro, Santiago del Estero y Tierra del Fuego y finalizaremos este año iniciando 10.000 viviendas más en todo el país.
Antes de pasar a las preguntas de los señores diputados, me voy a referir al estado de situación actual de las obras públicas de infraestructura en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
De un total de 150.000 millones de pesos, tenemos en ejecución entre agua y saneamiento, vivienda, mejora del hábitat -que es un programa al que estamos poniendo mucho énfasis-, obras públicas, obras hídricas, obras financiadas mediante el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional o mediante el Fondo Fiduciario Austral, 114.140 millones de pesos; en proceso licitatorio tenemos casi 23.000 millones de pesos y a iniciar tenemos casi 7.000 millones de pesos.
En lo que se refiere al tema licitatorio, muchas veces me preguntan cuál es el principal escollo que tuvimos en los primeros meses de gestión para impulsar la obra pública aún más de lo que lo hicimos. No se trata solo de la desprolijidad o los casos de corrupción que encontramos, la falta de claridad en muchos procesos licitatorios o la falta de planificación. Una de las trabas más complicadas para que esta rueda de la obra pública funcionara mejor y fuera más rápido fue la falta de licitaciones; durante 2015 se hicieron muy pocas licitaciones, fue el año en el que se hizo la menor cantidad.
En consecuencia, no solo encontramos gran parte de la obra pública parada, una deuda enorme -repito- en el caso del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de casi 10 mil millones de pesos, los problemas administrativos que encontramos -para llamarlos de alguna forma-, sino que tuvimos que empezar de cero esta rueda de la obra pública que permite que cuando se termina una casa se empiece otra, o que cuando se termina una obra de saneamiento ambiental haya otra en marcha. Ello permite al empleo en la construcción no tener la parálisis que lamentablemente tuvimos en los primeros meses del año y sobre todo, en los últimos meses de 2015. Eso también lo pudimos ir superando con el tiempo. Actualmente tenemos más de una licitación por día en el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y eso lo vamos a ver en todos los diarios de circulación nacional; van a ver siempre, todos los días del año, una licitación por lo menos del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Muchas gracias por la atención y quedo a disposición de los señores diputados para responder las preguntas que quieran formular.
SR. PRESIDENTE LASPINA A continuación, los diputados formularán sus preguntas. Tiene la palabra el señor diputado Diego Bossio.
SR. BOSSIO Señor ministro: muchas gracias por concurrir y por ser preciso y rápido en la presentación. Es interesante poder despejar algunas dudas -por lo menos- para tener el mejor criterio para fijar las pautas presupuestarias, según lo indica la Constitución.
Antes de ello, voy a reiterar mi pedido al presidente de la comisión, de discutir los puntos que hacen a los superpoderes. Cuando el ministro de Economía vino a esta Cámara dejó un compromiso explícito de discutir el tema de los superpoderes; el artículo 51 los profundiza y sería bueno saber si, por lo menos, va a existir o no un proyecto de esa naturaleza y si debatiremos otros proyectos en los que hubo un compromiso de parte del ministro para que sean tratados.
Seguramente hay muchas cosas de las cuales habrá saldos positivos y otras saldos negativos; claramente usted vino con una visión en este sentido. Nosotros creemos que hay que profundizar el federalismo y tenemos un planteo al respecto.
Pero más allá de los planteos generales, que seguramente se van a hacer en el marco del debate, queremos aprovechar su presencia para preguntarle sobre algunas cuestiones concretas de su cartera o de la administración del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Del tema vivienda, hay un programa de actividades comunes a los programas de vivienda, la categoría 10, en donde se dispone de recursos para el año 2017, de 2.500 millones de pesos. Usted explicó las dificultades de ejecución y estamos viendo que hasta el momento, según la planilla del Ministerio de Economía, hay un devengado -ni siquiera un pago- del 15,13 por ciento.
Este año tenían un presupuesto de cuatro veces menos con respecto al previsto en el año 2017 y nosotros queremos saber -y usted viene con un buen criterio a pedir más presupuesto- cómo va a ejecutar, efectivamente, un valor del presupuesto cuatro veces superior con respecto a este año; cuando también está estipulada una desaceleración en materia inflacionaria.
La Secretaría de Asuntos Municipales, también con un porcentaje de devengado del 10,94 por ciento, tiene un nivel de ejecución muy bajo. Aquí tengo una planilla del 25 de septiembre del Ministerio de Economía en donde se observa un monto comprometido, un devengado.
Antes de ello, voy a reiterar mi pedido al presidente de la comisión, de discutir los puntos que hacen a los superpoderes. Cuando el ministro de Economía vino a esta Cámara dejó un compromiso explícito de discutir el tema de los superpoderes; el artículo 51 los profundiza y sería bueno saber si, por lo menos, va a existir o no un proyecto de esa naturaleza y si debatiremos otros proyectos en los que hubo un compromiso de parte del ministro para que sean tratados.
Seguramente hay muchas cosas de las cuales habrá saldos positivos y otras saldos negativos; claramente usted vino con una visión en este sentido. Nosotros creemos que hay que profundizar el federalismo y tenemos un planteo al respecto.
Pero más allá de los planteos generales, que seguramente se van a hacer en el marco del debate, queremos aprovechar su presencia para preguntarle sobre algunas cuestiones concretas de su cartera o de la administración del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Del tema vivienda, hay un programa de actividades comunes a los programas de vivienda, la categoría 10, en donde se dispone de recursos para el año 2017, de 2.500 millones de pesos. Usted explicó las dificultades de ejecución y estamos viendo que hasta el momento, según la planilla del Ministerio de Economía, hay un devengado -ni siquiera un pago- del 15,13 por ciento.
Este año tenían un presupuesto de cuatro veces menos con respecto al previsto en el año 2017 y nosotros queremos saber -y usted viene con un buen criterio a pedir más presupuesto- cómo va a ejecutar, efectivamente, un valor del presupuesto cuatro veces superior con respecto a este año; cuando también está estipulada una desaceleración en materia inflacionaria.
La Secretaría de Asuntos Municipales, también con un porcentaje de devengado del 10,94 por ciento, tiene un nivel de ejecución muy bajo. Aquí tengo una planilla del 25 de septiembre del Ministerio de Economía en donde se observa un monto comprometido, un devengado.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDAPerdón, ¿cuál programa?
SR. BOSSIO Un programa de la Secretaría de Asuntos Municipales, Programa 17 de cooperación, asistencia técnica y capacitación a municipios.
Creo que es lógico ese programa, es muy valioso y ustedes ponen en las metas unos 18 proyectos con municipios y unos 27 a definir. Queremos saber cuáles son esos 18 proyectos que, de alguna manera, se van a financiar con esos 654 millones de pesos, con los criterios que tiene ese programa destinado fundamentalmente a municipios del Conurbano.
Con respecto a la Secretaría de Provincias, hay un tema que nos preocupa mucho, la ejecución de los ATN, que tienen varias fuentes de financiamiento. Una fuente proviene de Tesorería, otras de coparticipación, de bienes personales y del 2 por ciento del impuesto a las ganancias, creo que el ministro conoce bien el tema. Nos preocupa además que, según el Ministerio de Economía, el nivel de ejecución es del 15,97 por ciento. Según adelantos transitorios, se asignaron 15.611 millones de pesos en transferencias a las siguientes provincias: Buenos Aires, Jujuy, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, Chubut, La Rioja y Salta. De alguna manera, todas las provincias tienen adelantos, quizá tengan una lógica, pero no sabemos por qué son adelantos transitorios de coparticipación y no se utiliza el Programa 19 de asistencia técnica y financiera a las provincias, los ATN, cuya finalidad es justamente esa.
Entonces, queremos saber cuál es la lógica. Yo sé que no es algo que es nuevo que ustedes están haciendo y que evidentemente tiene que ver con la lógica de muchos años, pero son recursos que la propia ley dice que se utilizarían con respecto a las provincias.
En cuanto a la Secretaría de Vivienda y Hábitat, hay dos cosas que nos preocupan. Una de ellas es que, volviendo a los niveles de ejecución, si bien en este caso es mucho mayor -el 40,38 por ciento-, respecto del Programa 37, Programa de Hábitat de la Nación, queremos saber básicamente adónde se asignarán esos recursos, porque el programa es muy amplio. Concretamente, el señor ministro habló recién de 10.000 viviendas nuevas para la Secretaría de Vivienda, y la meta presupuestaria contempla 34.521 viviendas nuevas, es decir, a iniciar.
Recuerdo que en la campaña hubo una discusión muy profunda -en la cual me tocó ser parte- sobre el tema de construir un millón de viviendas, y en el presupuesto se habla de 120.000 viviendas y de 175.000 créditos subsidiados para los próximos tres años. También queremos saber en qué consisten esos créditos subsidiados. Lo digo con conocimiento de causa porque yo licité 89 proyectos de vivienda en el marco del Procrear, junto con otros exfuncionarios, algunas de cuyas licitaciones se descartaron -no continuaron- y los niveles de ejecución han caído de manera escandalosa. En efecto, se daban 5.000 créditos por mes, y hoy, según la fuente del Banco Hipotecario, se dan 600 créditos por mes. Esto lo dijo el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su última presentación ante la Cámara de Diputados.
Entonces, si hay problemas de ejecución, quizás es necesario cambiar el lugar donde se diseña este tipo de políticas. Posiblemente la Secretaría de Vivienda esté dispuesta a trabajar más enfáticamente en este tema, y ya que hay licitaciones que no se ejecutaron, que ellas puedan ponerse en marcha.
De la misma manera, con respecto al tema Procrear quisiera saber lo siguiente. Este Congreso aprobó en el presupuesto del año pasado la suma de 15.000 millones de pesos en concepto de aporte al fideicomiso en materia de certificados de participación, que son fondos que el Tesoro de la Nación aporta al fideicomiso. Este año se prevén 10.000 millones de pesos, lo que significa un 50 por ciento menos que el año anterior, y no se está pudiendo cumplir con la meta de un millón de viviendas.
Sé que es difícil cumplir con la meta de un millón de viviendas, y lo puedo asegurar. Lo que quiero saber es, en esto del esquema estratégico, en qué situación estamos. Porque además antes se hacían sorteos, que eran transparentes, porque en definitiva, la gente iba a su casa, iba al crédito e iba al banco; hoy ni siquiera se hacen sorteos porque hay un scoring. Hemos pedido en reiteradas oportunidades que nos informen cuál es el scoring, cómo seleccionan, y todavía estamos esperando esa información. Quizás la Secretaría de Vivienda puede aportar mucho en este sentido. Es más, sería bueno que se unificaran los programas allí; me parece que forma parte del nuevo diseño institucional, sobre todo ya cumplida una etapa, y que se pueda trabajar en una visión integral en materia de viviendas: aquel que realmente la necesita con el aporte total del Estado, aquel que quizás tiene una parte de ahorro y otra parte la puede financiar con un crédito subsidiado, y aquel que quizás -como se sancionó una ley y tenemos que esperar a ver cómo funciona- pueda recibir el crédito.
Hace pocos días vino aquí el presidente del Banco Provincia y nos contaba que esa entidad había otorgado 40 o 41 créditos por las UVI, con lo cual es evidente que, en la circunstancia macroeconómica actual, eso tampoco está funcionando. Quizás a futuro sí, pero hoy no está funcionando.
En cuanto al tema de los ATN, es algo que nos preocupa; también el tema de los 16.000 millones de pesos en materia de vivienda.
Hay un ítem del presupuesto, el número 71, referido a urbanización de villas y asentamientos precarios, que solo se ejecutó en un 18,75 por ciento. Queremos saber si hay planes para lograr una mayor ejecución y cómo se distribuyen esos recursos, si son partidas que tiene el Poder Ejecutivo y que las distribuye conforme a su criterio o si están establecidas y delineadas en cada uno de los proyectos que se aprobarán en el Congreso.
Por otra parte, AYSA tiene previstos 1.417 millones de pesos para hacer obras, que son bienvenidas. Nos gustaría preguntarle si como consecuencia de los aumentos tarifarios que hubo en el agua, esa empresa está en equilibrio operativo o no, si con esas nuevas tarifas financia obras o no, y si además es necesaria la asistencia financiera por parte del Tesoro o por parte del Ministerio. El agua y el saneamiento constituyen un tema central, más allá de la discusión federal que pueda plantearse en ese sentido.
Por otro lado, recientemente hemos firmado una iniciativa sobre reforma política, aunque algunos -particularmente nuestro bloque- lo hemos hecho con disidencias. Al respecto tenemos algunas preguntas muy concretas que formular: ¿están previstos, en la línea presupuestaria, los recursos para comprar las máquinas? ¿Cómo se van a comprar esas máquinas y con qué modelo licitatorio? ¿Llegan para el año que viene o estamos haciendo una discusión abstracta? Quisiera saber qué costo estimado han tenido o sugerido a la SIGEN, que genera los costos estimados por unidad de máquina, y si está o no previsto en el presupuesto.
En lo que se refiere al financiamiento a los partidos políticos hay una partida de aproximadamente 2.100 millones de pesos -si quiere le doy el número exacto-, nos interesa saber, más allá de la ley, qué aspectos han modificado para que se incremente esta partida.
En general creemos que es bueno que un proyecto de presupuesto tenga mucha obra pública. Coincido con usted que es absolutamente complejo llevar adelante obras con los mecanismos licitatorios existentes y con las dificultades que muchas veces implica intervenir con varias jurisdicciones. Sin embargo, es central tener un plan estratégico en este sentido.
No estamos en desacuerdo con que el proyecto de obras de su Ministerio crezca en un 52 por ciento, lo vemos con buenos ojos. Creemos que es bueno que se invierta en capital y sobre todo en la Argentina con los problemas de competitividad. Sin embargo, como creo que fue a lo largo de su vida por lo que he leído o podido apreciar, me parece que también debemos profundizar más el federalismo.
Vistos los niveles de ejecución existentes considero que sería bueno pensar en algún esquema de ejecución compartida con las provincias, con controles, con los municipios y con intervenciones de la auditoría de manera tal que se puedan cumplir los objetivos.
Existen capacidades limitadas en el Estado nacional y de eso no tengo dudas. Este no es un tema nuevo sino que viene desde hace muchos años y puedo contar mil experiencias al respecto.
Me parece que construir un esquema de obra pública que genere más eficiencia, mejores condiciones sociales, mayor cantidad de viviendas y mayor productividad, va a requerir el esfuerzo de todos los sectores o estamentos del Estado.
Creo que es lógico ese programa, es muy valioso y ustedes ponen en las metas unos 18 proyectos con municipios y unos 27 a definir. Queremos saber cuáles son esos 18 proyectos que, de alguna manera, se van a financiar con esos 654 millones de pesos, con los criterios que tiene ese programa destinado fundamentalmente a municipios del Conurbano.
Con respecto a la Secretaría de Provincias, hay un tema que nos preocupa mucho, la ejecución de los ATN, que tienen varias fuentes de financiamiento. Una fuente proviene de Tesorería, otras de coparticipación, de bienes personales y del 2 por ciento del impuesto a las ganancias, creo que el ministro conoce bien el tema. Nos preocupa además que, según el Ministerio de Economía, el nivel de ejecución es del 15,97 por ciento. Según adelantos transitorios, se asignaron 15.611 millones de pesos en transferencias a las siguientes provincias: Buenos Aires, Jujuy, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, Chubut, La Rioja y Salta. De alguna manera, todas las provincias tienen adelantos, quizá tengan una lógica, pero no sabemos por qué son adelantos transitorios de coparticipación y no se utiliza el Programa 19 de asistencia técnica y financiera a las provincias, los ATN, cuya finalidad es justamente esa.
Entonces, queremos saber cuál es la lógica. Yo sé que no es algo que es nuevo que ustedes están haciendo y que evidentemente tiene que ver con la lógica de muchos años, pero son recursos que la propia ley dice que se utilizarían con respecto a las provincias.
En cuanto a la Secretaría de Vivienda y Hábitat, hay dos cosas que nos preocupan. Una de ellas es que, volviendo a los niveles de ejecución, si bien en este caso es mucho mayor -el 40,38 por ciento-, respecto del Programa 37, Programa de Hábitat de la Nación, queremos saber básicamente adónde se asignarán esos recursos, porque el programa es muy amplio. Concretamente, el señor ministro habló recién de 10.000 viviendas nuevas para la Secretaría de Vivienda, y la meta presupuestaria contempla 34.521 viviendas nuevas, es decir, a iniciar.
Recuerdo que en la campaña hubo una discusión muy profunda -en la cual me tocó ser parte- sobre el tema de construir un millón de viviendas, y en el presupuesto se habla de 120.000 viviendas y de 175.000 créditos subsidiados para los próximos tres años. También queremos saber en qué consisten esos créditos subsidiados. Lo digo con conocimiento de causa porque yo licité 89 proyectos de vivienda en el marco del Procrear, junto con otros exfuncionarios, algunas de cuyas licitaciones se descartaron -no continuaron- y los niveles de ejecución han caído de manera escandalosa. En efecto, se daban 5.000 créditos por mes, y hoy, según la fuente del Banco Hipotecario, se dan 600 créditos por mes. Esto lo dijo el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su última presentación ante la Cámara de Diputados.
Entonces, si hay problemas de ejecución, quizás es necesario cambiar el lugar donde se diseña este tipo de políticas. Posiblemente la Secretaría de Vivienda esté dispuesta a trabajar más enfáticamente en este tema, y ya que hay licitaciones que no se ejecutaron, que ellas puedan ponerse en marcha.
De la misma manera, con respecto al tema Procrear quisiera saber lo siguiente. Este Congreso aprobó en el presupuesto del año pasado la suma de 15.000 millones de pesos en concepto de aporte al fideicomiso en materia de certificados de participación, que son fondos que el Tesoro de la Nación aporta al fideicomiso. Este año se prevén 10.000 millones de pesos, lo que significa un 50 por ciento menos que el año anterior, y no se está pudiendo cumplir con la meta de un millón de viviendas.
Sé que es difícil cumplir con la meta de un millón de viviendas, y lo puedo asegurar. Lo que quiero saber es, en esto del esquema estratégico, en qué situación estamos. Porque además antes se hacían sorteos, que eran transparentes, porque en definitiva, la gente iba a su casa, iba al crédito e iba al banco; hoy ni siquiera se hacen sorteos porque hay un scoring. Hemos pedido en reiteradas oportunidades que nos informen cuál es el scoring, cómo seleccionan, y todavía estamos esperando esa información. Quizás la Secretaría de Vivienda puede aportar mucho en este sentido. Es más, sería bueno que se unificaran los programas allí; me parece que forma parte del nuevo diseño institucional, sobre todo ya cumplida una etapa, y que se pueda trabajar en una visión integral en materia de viviendas: aquel que realmente la necesita con el aporte total del Estado, aquel que quizás tiene una parte de ahorro y otra parte la puede financiar con un crédito subsidiado, y aquel que quizás -como se sancionó una ley y tenemos que esperar a ver cómo funciona- pueda recibir el crédito.
Hace pocos días vino aquí el presidente del Banco Provincia y nos contaba que esa entidad había otorgado 40 o 41 créditos por las UVI, con lo cual es evidente que, en la circunstancia macroeconómica actual, eso tampoco está funcionando. Quizás a futuro sí, pero hoy no está funcionando.
En cuanto al tema de los ATN, es algo que nos preocupa; también el tema de los 16.000 millones de pesos en materia de vivienda.
Hay un ítem del presupuesto, el número 71, referido a urbanización de villas y asentamientos precarios, que solo se ejecutó en un 18,75 por ciento. Queremos saber si hay planes para lograr una mayor ejecución y cómo se distribuyen esos recursos, si son partidas que tiene el Poder Ejecutivo y que las distribuye conforme a su criterio o si están establecidas y delineadas en cada uno de los proyectos que se aprobarán en el Congreso.
Por otra parte, AYSA tiene previstos 1.417 millones de pesos para hacer obras, que son bienvenidas. Nos gustaría preguntarle si como consecuencia de los aumentos tarifarios que hubo en el agua, esa empresa está en equilibrio operativo o no, si con esas nuevas tarifas financia obras o no, y si además es necesaria la asistencia financiera por parte del Tesoro o por parte del Ministerio. El agua y el saneamiento constituyen un tema central, más allá de la discusión federal que pueda plantearse en ese sentido.
Por otro lado, recientemente hemos firmado una iniciativa sobre reforma política, aunque algunos -particularmente nuestro bloque- lo hemos hecho con disidencias. Al respecto tenemos algunas preguntas muy concretas que formular: ¿están previstos, en la línea presupuestaria, los recursos para comprar las máquinas? ¿Cómo se van a comprar esas máquinas y con qué modelo licitatorio? ¿Llegan para el año que viene o estamos haciendo una discusión abstracta? Quisiera saber qué costo estimado han tenido o sugerido a la SIGEN, que genera los costos estimados por unidad de máquina, y si está o no previsto en el presupuesto.
En lo que se refiere al financiamiento a los partidos políticos hay una partida de aproximadamente 2.100 millones de pesos -si quiere le doy el número exacto-, nos interesa saber, más allá de la ley, qué aspectos han modificado para que se incremente esta partida.
En general creemos que es bueno que un proyecto de presupuesto tenga mucha obra pública. Coincido con usted que es absolutamente complejo llevar adelante obras con los mecanismos licitatorios existentes y con las dificultades que muchas veces implica intervenir con varias jurisdicciones. Sin embargo, es central tener un plan estratégico en este sentido.
No estamos en desacuerdo con que el proyecto de obras de su Ministerio crezca en un 52 por ciento, lo vemos con buenos ojos. Creemos que es bueno que se invierta en capital y sobre todo en la Argentina con los problemas de competitividad. Sin embargo, como creo que fue a lo largo de su vida por lo que he leído o podido apreciar, me parece que también debemos profundizar más el federalismo.
Vistos los niveles de ejecución existentes considero que sería bueno pensar en algún esquema de ejecución compartida con las provincias, con controles, con los municipios y con intervenciones de la auditoría de manera tal que se puedan cumplir los objetivos.
Existen capacidades limitadas en el Estado nacional y de eso no tengo dudas. Este no es un tema nuevo sino que viene desde hace muchos años y puedo contar mil experiencias al respecto.
Me parece que construir un esquema de obra pública que genere más eficiencia, mejores condiciones sociales, mayor cantidad de viviendas y mayor productividad, va a requerir el esfuerzo de todos los sectores o estamentos del Estado.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Marco Lavagna.
SR. LAVAGNA En primer lugar, agradezco al señor ministro y a su equipo por venir aquí a brindar una explicación sobre el presupuesto.
Quiero comenzar por lo último que manifestó el señor diputado Bossio para comprender bien dónde estamos parados. El presupuesto del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda tiene efectivamente un aumento del 52,4 por ciento, cuando el incremento promedio en el resto de los ministerios es del 22 por ciento. Por lo tanto, claramente se le está dando una importancia adicional.
Este 52,4 por ciento surge de la comparación con el devengado que tienen hasta ahora que, según el presupuesto es de 35.000 millones, y es muy inferior a los 46.000 millones que tenían originalmente del presupuesto aprobado con anterioridad.
Me imagino que todo esto está relacionado con el reordenamiento al que se refería, pero se ve que el grado de ejecución sigue siendo bajo y que estamos en torno al 46 por ciento de ejecución. Ello llevará de aquí a fin de año -si queremos llegar a este devengado...
Quiero comenzar por lo último que manifestó el señor diputado Bossio para comprender bien dónde estamos parados. El presupuesto del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda tiene efectivamente un aumento del 52,4 por ciento, cuando el incremento promedio en el resto de los ministerios es del 22 por ciento. Por lo tanto, claramente se le está dando una importancia adicional.
Este 52,4 por ciento surge de la comparación con el devengado que tienen hasta ahora que, según el presupuesto es de 35.000 millones, y es muy inferior a los 46.000 millones que tenían originalmente del presupuesto aprobado con anterioridad.
Me imagino que todo esto está relacionado con el reordenamiento al que se refería, pero se ve que el grado de ejecución sigue siendo bajo y que estamos en torno al 46 por ciento de ejecución. Ello llevará de aquí a fin de año -si queremos llegar a este devengado...
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Y el pago de la deuda.
SR. LAVAGNA Exacto, está el pago de la deuda.
Sin embargo, existe un grado de ejecución para llegar que va a tener que acelerarse mucho y esa es mi primera pregunta. Quisiera saber si vamos a llegar a esos 35.000 millones que está previsto en el presupuesto que se devenguen este año. Si se llega, el esfuerzo que el Ministerio tendrá que hacer el año próximo, en cuanto al aumento de ejecución en torno al 52 por ciento, es muy importante.
Digo esto como introducción para una serie de preguntas que voy a formular referidas a la importante necesidad de una coordinación. Quería poner en claro dónde estamos en cuanto a la ejecución y la importancia que tendrá el Ministerio para desarrollarla.
Si sacamos el efecto de las elecciones se ve que el presupuesto termina aumentando un 35 por ciento, que sigue siendo elevado pero con una influencia grande por las elecciones.
En el programa que se impuso en el desarrollo del sistema democrático de relación con la comunidad las elecciones tienen 6.000 millones de pesos, cuando el gasto en el año 2015 era de 2.000 millones de pesos. Con lo cual, el incremento es muy significativo.
Salvo que esté leyendo mal el presupuesto, aprovecho para compartir una preocupación y también responder a lo que plantea el diputado Bossio sobre las máquinas. Cuando uno ve el presupuesto, se da cuenta de que acá no hay bienes de uso sino que el gasto que está previsto es mayormente en servicios no personales.
Sobre esto va la pregunta, porque servicios no personales, efectivamente, no son gastos en máquinas sino en algún otro tipo de contratación, que me gustaría tener algún detalle sobre lo que estamos hablando para entenderlo. No está la apertura dentro de los programas ni la actividad y sería bueno que se explique por qué ese incremento en el gasto.
Suponiendo que la reforma electoral se convierte en ley, sería bueno también tener una estimación sobre cuál es el impacto que están previendo en el presupuesto, tanto en esos 6.000 que están presupuestados, que puede ser que se reduzcan y se incrementen otros gastos. Querría ver cómo podría quedar el presupuesto una vez incorporado el efecto de la reforma electoral.
Dentro del 35 por ciento que crece el Ministerio, claramente el tema de obras públicas es una de las partidas más importantes que tiene el Ministerio. Pero cuando uno ve la incidencia del Ministerio en obras públicas, se da cuenta de que tiene solo un 7 por ciento. Aclaro que esto es por montos ponderados. El resto de los proyectos se separan en Transporte, que corresponde a Dietrich y tiene 52.000 millones; Aranguren, que tiene 22.000 millones; Aguad, que no tiene proyectos y sería importante saber qué pasa.
Lo tenemos a Cano. Sería bueno entender qué es el Plan Belgrano. Más allá del título, cuando uno ve el presupuesto, ve que no hay gasto para el Plan Belgrano. Existen obras independientes y de distintos Ministerios. Pero me gustaría entender cuál es la función o cómo funciona el esquema en términos del Plan Belgrano.
Dicho esto, le transmito al presidente de la comisión que sería bueno también, para poder completar el análisis de obras públicas, contar con la visita de Dietrich, de Aranguren o de gente del Ministerio que pueda venir a comentar todo el programa de obras públicas, porque creo que hace a la discusión de lo que estamos hablando.
El Ministerio tiene 16.000 millones para viviendas. Dentro de esto, tiene prevista la construcción -estoy hablando solo para el año 2017- de 40.000 viviendas nuevas y 40.000 soluciones habitacionales. Tengamos en consideración que en déficit habitacional tenemos 1.200.000 viviendas y en soluciones habitacionales tenemos un déficit de 2,5 millones.
Con lo cual, cuando uno ve en el presupuesto las 40.000 nuevas viviendas o las 40.000 soluciones, se da cuenta de que claramente estamos muy lejos de encarar el tema de resolver los problemas habitacionales, que son una parte central en el asunto de la pobreza. Más allá del índice de pobreza que se mide según el nivel de ingreso, la pobreza también se mide en función de las cuestiones habitacionales y los déficits habitacionales. Por lo tanto, me gustaría tener algún desarrollo mayor sobre cómo pensamos encarar el tema habitacional para empezar a cerrar esta brecha.
Además, también me gustaría entender la lógica de cómo es el tema de la distribución de viviendas sociales. Cuando uno mira el presupuesto -y esto no es por ir en contra de ninguna provincia sino todo lo contrario, espero que se le incremente y no que se le reduzca- uno se fija que Salta tiene el 5 por ciento de los hogares con necesidades básicas insatisfechas y un 9 por ciento del gasto en viviendas. Neuquén tiene un 2 por ciento de los hogares y un 6 por ciento del gasto. Si miramos a la provincia de Buenos Aires, vemos un 44 por ciento de los hogares y 28 por ciento del gasto. Por eso digo que la pregunta no es para reducirle el presupuesto a alguna provincia sino para incrementar y ver cuál es la lógica que estamos siguiendo en términos de distribución de obras y viviendas, en función de las necesidades que tiene el país.
¿Cómo es el tema de la distribución por municipios? Sería interesante tener una claridad de cuál es el programa que están previendo en términos de llegada a los distintos municipios.
Quisiera formular una pregunta adicional: ¿por qué se elimina el Programa Procrear Construcción? ¿Cuál es la lógica de esa eliminación? Claramente el Procrear Construcción es un crédito que sacan los privados, con lo cual, posiblemente no se trate de un programa nuevo que en términos de urbanización crea el Ministerio, pero para los privados era una herramienta y el presupuesto elimina esa parte.
Creo que en todo lo relativo al Programa Procrear hay un cierto avance. Posiblemente algunas cosas no dependan del Ministerio pero hay un avance en ir lentamente desmantelando el Procrear, por lo menos deja esa sensación, y el tema de Procrear Construcción claramente me llamó la atención.
Si miramos las obras hídricas, que son una parte importante del presupuesto, se observa que el Ministerio tiene tres lugares desde los que se financia la obra hídrica. El primero de ellos es el Ministerio, que destina 3.600 millones de pesos para el agua potable; el segundo, es el ENOHSA, que es un organismo independiente y se destinan 870 millones de pesos mayoritariamente al tema de cloacas; y por último, por fuera de la administración nacional, tenemos el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica que se financia con el impuesto a las naftas y GNC que tiene 3.600 millones.
En medio de todo esto se menciona el Plan Belgrano, una de cuyas funciones era el tema hídrico, agua potable y cloacas, lo que me genera una gran incógnita respecto de cómo funciona ejecutivamente ese programa. Esto va en la misma línea de lo que manifesté al principio en lo relativo a cómo va a ser la ejecución presupuestaria.
Cuando existen tantos organismos haciendo planes del mismo tenor se debe lograr una coordinación muy clara, ya que tantos organismos generan alguna duda relacionada con la eficiencia con la que se está llevando adelante el programa.
Luego aparecen otras obras, varias de ellas son hídricas y me gustaría entender adónde apuntan. Si me remito a las palabras iniciales del señor ministro cuando dijo que su cartera se ocupa de obras que son locales -es decir, de una región particular- y tenemos la construcción del Complejo Hídrico Multipropósito, que tiene que ver con las provincias de Tucumán y de Catamarca por 1.000 millones de pesos, quizás salimos de la lógica de que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda se encarga de un lugar en particular y entramos en la órbita del Ministerio de Energía, que debería abarcar proyectos de distintas provincias. Pregunto cómo es el funcionamiento en términos de la distribución de obras en distintos lugares y cuál es el planeamiento estratégico que existe en la construcción de este tipo de obras.
Por otra parte, me gustaría preguntar qué pasó con algunas obras, como es el caso de Chihuido, que una parte desaparece del presupuesto. Me interesaría saber por qué está una parte y no todo.
Luego tenemos la represa Portezuelo, que cae bajo la órbita de su Ministerio y Río Las Cañas-Gastona-Medina, que como decía anteriormente la pone bajo la línea en términos de gasto. Por último, existen obras menores relacionadas con radares.
Creo que en relación con el tema de la vivienda lo más importante es entender la lógica y en lo relativo a infraestructura energética, entender la coordinación que existe con otros ministerios, como el de Energía o el de Transporte, con los que justamente tiene mucha relación.
Todo esto requiere de una coordinación muy grande y permítanme tener ciertas dudas de cómo estamos yendo en función de los gastos y la ejecución que tenemos. Me gustaría que precise sobre estos temas.
Sin embargo, existe un grado de ejecución para llegar que va a tener que acelerarse mucho y esa es mi primera pregunta. Quisiera saber si vamos a llegar a esos 35.000 millones que está previsto en el presupuesto que se devenguen este año. Si se llega, el esfuerzo que el Ministerio tendrá que hacer el año próximo, en cuanto al aumento de ejecución en torno al 52 por ciento, es muy importante.
Digo esto como introducción para una serie de preguntas que voy a formular referidas a la importante necesidad de una coordinación. Quería poner en claro dónde estamos en cuanto a la ejecución y la importancia que tendrá el Ministerio para desarrollarla.
Si sacamos el efecto de las elecciones se ve que el presupuesto termina aumentando un 35 por ciento, que sigue siendo elevado pero con una influencia grande por las elecciones.
En el programa que se impuso en el desarrollo del sistema democrático de relación con la comunidad las elecciones tienen 6.000 millones de pesos, cuando el gasto en el año 2015 era de 2.000 millones de pesos. Con lo cual, el incremento es muy significativo.
Salvo que esté leyendo mal el presupuesto, aprovecho para compartir una preocupación y también responder a lo que plantea el diputado Bossio sobre las máquinas. Cuando uno ve el presupuesto, se da cuenta de que acá no hay bienes de uso sino que el gasto que está previsto es mayormente en servicios no personales.
Sobre esto va la pregunta, porque servicios no personales, efectivamente, no son gastos en máquinas sino en algún otro tipo de contratación, que me gustaría tener algún detalle sobre lo que estamos hablando para entenderlo. No está la apertura dentro de los programas ni la actividad y sería bueno que se explique por qué ese incremento en el gasto.
Suponiendo que la reforma electoral se convierte en ley, sería bueno también tener una estimación sobre cuál es el impacto que están previendo en el presupuesto, tanto en esos 6.000 que están presupuestados, que puede ser que se reduzcan y se incrementen otros gastos. Querría ver cómo podría quedar el presupuesto una vez incorporado el efecto de la reforma electoral.
Dentro del 35 por ciento que crece el Ministerio, claramente el tema de obras públicas es una de las partidas más importantes que tiene el Ministerio. Pero cuando uno ve la incidencia del Ministerio en obras públicas, se da cuenta de que tiene solo un 7 por ciento. Aclaro que esto es por montos ponderados. El resto de los proyectos se separan en Transporte, que corresponde a Dietrich y tiene 52.000 millones; Aranguren, que tiene 22.000 millones; Aguad, que no tiene proyectos y sería importante saber qué pasa.
Lo tenemos a Cano. Sería bueno entender qué es el Plan Belgrano. Más allá del título, cuando uno ve el presupuesto, ve que no hay gasto para el Plan Belgrano. Existen obras independientes y de distintos Ministerios. Pero me gustaría entender cuál es la función o cómo funciona el esquema en términos del Plan Belgrano.
Dicho esto, le transmito al presidente de la comisión que sería bueno también, para poder completar el análisis de obras públicas, contar con la visita de Dietrich, de Aranguren o de gente del Ministerio que pueda venir a comentar todo el programa de obras públicas, porque creo que hace a la discusión de lo que estamos hablando.
El Ministerio tiene 16.000 millones para viviendas. Dentro de esto, tiene prevista la construcción -estoy hablando solo para el año 2017- de 40.000 viviendas nuevas y 40.000 soluciones habitacionales. Tengamos en consideración que en déficit habitacional tenemos 1.200.000 viviendas y en soluciones habitacionales tenemos un déficit de 2,5 millones.
Con lo cual, cuando uno ve en el presupuesto las 40.000 nuevas viviendas o las 40.000 soluciones, se da cuenta de que claramente estamos muy lejos de encarar el tema de resolver los problemas habitacionales, que son una parte central en el asunto de la pobreza. Más allá del índice de pobreza que se mide según el nivel de ingreso, la pobreza también se mide en función de las cuestiones habitacionales y los déficits habitacionales. Por lo tanto, me gustaría tener algún desarrollo mayor sobre cómo pensamos encarar el tema habitacional para empezar a cerrar esta brecha.
Además, también me gustaría entender la lógica de cómo es el tema de la distribución de viviendas sociales. Cuando uno mira el presupuesto -y esto no es por ir en contra de ninguna provincia sino todo lo contrario, espero que se le incremente y no que se le reduzca- uno se fija que Salta tiene el 5 por ciento de los hogares con necesidades básicas insatisfechas y un 9 por ciento del gasto en viviendas. Neuquén tiene un 2 por ciento de los hogares y un 6 por ciento del gasto. Si miramos a la provincia de Buenos Aires, vemos un 44 por ciento de los hogares y 28 por ciento del gasto. Por eso digo que la pregunta no es para reducirle el presupuesto a alguna provincia sino para incrementar y ver cuál es la lógica que estamos siguiendo en términos de distribución de obras y viviendas, en función de las necesidades que tiene el país.
¿Cómo es el tema de la distribución por municipios? Sería interesante tener una claridad de cuál es el programa que están previendo en términos de llegada a los distintos municipios.
Quisiera formular una pregunta adicional: ¿por qué se elimina el Programa Procrear Construcción? ¿Cuál es la lógica de esa eliminación? Claramente el Procrear Construcción es un crédito que sacan los privados, con lo cual, posiblemente no se trate de un programa nuevo que en términos de urbanización crea el Ministerio, pero para los privados era una herramienta y el presupuesto elimina esa parte.
Creo que en todo lo relativo al Programa Procrear hay un cierto avance. Posiblemente algunas cosas no dependan del Ministerio pero hay un avance en ir lentamente desmantelando el Procrear, por lo menos deja esa sensación, y el tema de Procrear Construcción claramente me llamó la atención.
Si miramos las obras hídricas, que son una parte importante del presupuesto, se observa que el Ministerio tiene tres lugares desde los que se financia la obra hídrica. El primero de ellos es el Ministerio, que destina 3.600 millones de pesos para el agua potable; el segundo, es el ENOHSA, que es un organismo independiente y se destinan 870 millones de pesos mayoritariamente al tema de cloacas; y por último, por fuera de la administración nacional, tenemos el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica que se financia con el impuesto a las naftas y GNC que tiene 3.600 millones.
En medio de todo esto se menciona el Plan Belgrano, una de cuyas funciones era el tema hídrico, agua potable y cloacas, lo que me genera una gran incógnita respecto de cómo funciona ejecutivamente ese programa. Esto va en la misma línea de lo que manifesté al principio en lo relativo a cómo va a ser la ejecución presupuestaria.
Cuando existen tantos organismos haciendo planes del mismo tenor se debe lograr una coordinación muy clara, ya que tantos organismos generan alguna duda relacionada con la eficiencia con la que se está llevando adelante el programa.
Luego aparecen otras obras, varias de ellas son hídricas y me gustaría entender adónde apuntan. Si me remito a las palabras iniciales del señor ministro cuando dijo que su cartera se ocupa de obras que son locales -es decir, de una región particular- y tenemos la construcción del Complejo Hídrico Multipropósito, que tiene que ver con las provincias de Tucumán y de Catamarca por 1.000 millones de pesos, quizás salimos de la lógica de que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda se encarga de un lugar en particular y entramos en la órbita del Ministerio de Energía, que debería abarcar proyectos de distintas provincias. Pregunto cómo es el funcionamiento en términos de la distribución de obras en distintos lugares y cuál es el planeamiento estratégico que existe en la construcción de este tipo de obras.
Por otra parte, me gustaría preguntar qué pasó con algunas obras, como es el caso de Chihuido, que una parte desaparece del presupuesto. Me interesaría saber por qué está una parte y no todo.
Luego tenemos la represa Portezuelo, que cae bajo la órbita de su Ministerio y Río Las Cañas-Gastona-Medina, que como decía anteriormente la pone bajo la línea en términos de gasto. Por último, existen obras menores relacionadas con radares.
Creo que en relación con el tema de la vivienda lo más importante es entender la lógica y en lo relativo a infraestructura energética, entender la coordinación que existe con otros ministerios, como el de Energía o el de Transporte, con los que justamente tiene mucha relación.
Todo esto requiere de una coordinación muy grande y permítanme tener ciertas dudas de cómo estamos yendo en función de los gastos y la ejecución que tenemos. Me gustaría que precise sobre estos temas.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Gladys González.
SRA. GONZÁLEZ En todos los años que he estado en esta Cámara, cuando llegó el momento de la discusión presupuestaria, en el reparto de las tareas del bloque siempre me tocaba hacer el análisis del presupuesto social.
Una de las cuestiones que siempre criticamos es la enorme discrecionalidad que había en la asignación de los recursos, sobre todo cuando uno analizaba la correspondencia entre esa asignación presupuestaria y los índices de NBI, de déficit habitacional y de déficit nutricional.
La verdad es que hacíamos un trabajo -y lo seguimos haciendo- que tiene que ver con analizar cómo se correspondían los planes sociales. Más allá de que por supuesto, otra de las cosas que observamos durante todos estos años era la discrecionalidad geográfica y que además, eran presupuestos que se encontraban muy lejos de ser federales.
Para volver al tema social, en las competencias de su Ministerio se encuentra el área de hábitat, que me interesa por sobre las demás. Quisiera entender si en esta oportunidad la definición de este programa tan importante -tomo las palabras del diputado Lavagna y también lo hemos hablado mucho en oportunidad de la presencia de la ministra de Desarrollo Social- es pobreza para todos.
Coincidimos con el concepto de pobreza estructural, en donde no solo estamos hablando de la cantidad de viviendas, sino también de la calidad de las mismas. Entiendo que los programas de hábitat que usted está llevando a cabo tienen que ver con esto; recién algunas cifras se referenciaban con los números que están en el presupuesto.
Entonces, quisiera saber de qué manera ustedes definieron las prioridades y los lugares; y si para la asignación de estos recursos en los programas de hábitat tuvieron en cuenta estos índices que, en otras oportunidades, la verdad siempre fueron muy discrecionales y no encontrábamos una correspondencia. En este caso, tanto en los asentamientos u otros criterios que hayan tenido en cuenta, cómo definieron este programa, para entender si vamos corrigiendo de a poco esa discrecionalidad.
Una de las cuestiones que siempre criticamos es la enorme discrecionalidad que había en la asignación de los recursos, sobre todo cuando uno analizaba la correspondencia entre esa asignación presupuestaria y los índices de NBI, de déficit habitacional y de déficit nutricional.
La verdad es que hacíamos un trabajo -y lo seguimos haciendo- que tiene que ver con analizar cómo se correspondían los planes sociales. Más allá de que por supuesto, otra de las cosas que observamos durante todos estos años era la discrecionalidad geográfica y que además, eran presupuestos que se encontraban muy lejos de ser federales.
Para volver al tema social, en las competencias de su Ministerio se encuentra el área de hábitat, que me interesa por sobre las demás. Quisiera entender si en esta oportunidad la definición de este programa tan importante -tomo las palabras del diputado Lavagna y también lo hemos hablado mucho en oportunidad de la presencia de la ministra de Desarrollo Social- es pobreza para todos.
Coincidimos con el concepto de pobreza estructural, en donde no solo estamos hablando de la cantidad de viviendas, sino también de la calidad de las mismas. Entiendo que los programas de hábitat que usted está llevando a cabo tienen que ver con esto; recién algunas cifras se referenciaban con los números que están en el presupuesto.
Entonces, quisiera saber de qué manera ustedes definieron las prioridades y los lugares; y si para la asignación de estos recursos en los programas de hábitat tuvieron en cuenta estos índices que, en otras oportunidades, la verdad siempre fueron muy discrecionales y no encontrábamos una correspondencia. En este caso, tanto en los asentamientos u otros criterios que hayan tenido en cuenta, cómo definieron este programa, para entender si vamos corrigiendo de a poco esa discrecionalidad.
SR. PRESIDENTE LASPINA Antes de darle la palabra al ministro, aclaro que en estos días están ingresando los proyectos que aún adeuda el Poder Ejecutivo, que serán motivo de debate en este Congreso.
El martes 11 concurrirá el ministro Esteban Bullrich, y en principio el miércoles 12 se hará presente el ministro de Transporte Dietrich. Estamos tratando de ultimar detalles de agenda.
Tiene la palabra el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
El martes 11 concurrirá el ministro Esteban Bullrich, y en principio el miércoles 12 se hará presente el ministro de Transporte Dietrich. Estamos tratando de ultimar detalles de agenda.
Tiene la palabra el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA En primer lugar, contestándole al diputado Bossio respecto a la pregunta sobre el renglón de vivienda, la categoría 10, allí nosotros hicimos muchos cambios internamente al presupuesto original. De hecho, hay cosas que dejamos de hacer y cuestiones a las que les damos mucho más énfasis, como las que planteaba recién la diputada Gladys González. El tema del hábitat para nosotros pasó a ser una de las banderas del Ministerio y en ese lugar, ahora que se multiplica de esa forma, está PROMEBA, más los gastos corrientes que antes no estaban.
Pensemos que antes de la división del Ministerio de Planificación había partidas, como por ejemplo la de gastos corrientes, que abarcaban lo que hoy son más de tres ministerios, Comunicación y creo que alguno más. Por eso es que la comparación es difícil, pero aumenta básicamente porque incorpora la partida de gasto corriente y sobre todo por el incremento sustancial que pensamos presupuestar para toda la política de hábitat, que después explicaremos con más detalle.
Con respecto a la ejecución de los ATN y la comparación con los anticipos del Tesoro nacional, que no son lo mismo -en verdad, la palabra no es muy feliz-, entendemos que tenemos que volver progresivamente a un manejo de los ATN como ocurría en el pasado, por supuesto en forma transparente y con la ejecución muy documentada de hacia dónde van esos recursos.
Pero tengamos en cuenta que estamos hablando de una ejecución que al final del año será de aproximadamente unos 6.000 millones de pesos. Lo que estaba en el presupuesto del gobierno anterior eran unos 800 millones de pesos. Es decir, nosotros venimos de una situación en la cual esta herramienta hace rato que no se usaba o se usaba mal. Salvo que cambiemos la ley 23.548, de coparticipación, y decidamos entre todos -la Nación y todas las provincias- generar con estos recursos otra cosa, mientras no tengamos la capacidad de modificar la ley convenio, nos tenemos que regir con lo que tenemos, y coincidimos en que tenemos que ir hacia el cumplimiento de esa ley. Solamente quiero recordar que partimos de un presupuesto de apenas 800 millones de pesos.
Con respecto al tema del déficit habitacional, es muy cierto lo que se ha dicho. Según los cálculos con los que contamos, la Argentina tiene un déficit habitacional de más de 3,5 millones de hogares. Se habla de 3,6 millones de hogares con problemas habitacionales. De esos hogares, el grueso, es decir, 2,2 millones, tienen problemas cualitativos, y después tenemos un millón y medio con problemas cuantitativos.
En la campaña -yo era el vocero y por eso lo recuerdo- nosotros planteamos la necesidad, en estos cuatro años, de dar respuesta por lo menos a un millón de esos 3,5 millones de problemas de hábitat, en cantidad y calidad. No quiere decir que vamos a construir un millón de viviendas sino que vamos a tratar de reducir en un millón ese tremendo déficit habitacional de más de 3,5 millones de familias, por lo menos en esta gestión de gobierno. Esperemos que esto continúe y que de acá a tres o cuatro gestiones de gobierno podamos terminar con este drama para los argentinos que significan los problemas de vivienda y de hábitat. Por eso también el énfasis que estamos poniendo en las soluciones al tema del hábitat.
Coincidimos con su visión -tomando también las palabras del diputado Lavagna- respecto de mejorar la coordinación en la ejecución de todo lo que tiene que ver con la infraestructura social en la Argentina, y estamos en ese camino. De hecho, el reordenamiento ministerial que hicimos tiene ese sentido.
Cuando uno piensa con qué nos encontramos solamente respecto del tema del hábitat y la vivienda, observamos que esta era una cuestión que manejaban cuatro ministerios: el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Planificación, la ANSES -que no es un ministerio, pero es casi uno- y la Jefatura de Gabinete de Ministros. De manera que podemos decir que había cuatro ministerios en la Argentina que manejaban cuestiones vinculadas con el hábitat. Nosotros simplificamos esto y orientamos toda la política habitacional en el Ministerio del Interior, y todavía queda el tema del Procrear, que aquí se planteó. En estos momentos, en línea con lo que también se ha planteado, estamos trabajando en ver cómo vamos hacia una coordinación aun mayor y quizás total del tema del hábitat y la vivienda en una sola jurisdicción del gobierno.
En cuanto a AySA, a partir del reordenamiento tarifario que hicimos, que vendrá acompañado con una inversión muy importante en medidores, la equidad se dará cuando puedan tenerlos en la mayoría de los beneficiarios de este servicio en el área metropolitana, que es la que cubre la empresa.
A partir del reordenamiento tarifario lograremos el equilibrio operativo de la empresa en el año 2017, algo bastante inédito en la historia de la compañía, ya que toda la asistencia crediticia, sea del Tesoro pero fundamentalmente de organismos multilaterales de crédito, estará vinculada estrictamente con la inversión.
Por lo tanto, no tenemos un desafío pequeño al respecto ya que a partir de una ley sancionada en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se nos habilita a tomar la responsabilidad de varios municipios del gran Buenos Aires que hoy están bajo la responsabilidad de la empresa provincial ABSA.
En consecuencia, tenemos un enorme desafío por delante en términos de inversión de capital en AySA. Por eso también es el esfuerzo que hacemos todos los argentinos para por lo menos, a partir de la tarifa, cubrir los costos operativos el próximo año.
En cuanto al tema de la reforma electoral planteado también por el señor diputado Lavagna, tenemos un problema de timing. Creo que en julio de este año estuve en este mismo ámbito en una reunión conjunta de tres comisiones, y en algún momento planteamos tímidamente la posibilidad de tener alguna definición -aunque sea imprecisa- sobre el tema de la máquina que íbamos a usar. Al respecto la mayoría de los diputados nos dijo que primero tenía que salir la ley y que no podíamos anticiparnos a ella; y tenían razón.
Estamos esperando obtener rápidamente durante el mes de octubre la sanción de la Cámara de Diputados y también la del Senado, ya que si pasa de esa fecha se nos va a complicar la puesta en marcha de semejante reforma. Una vez que tengamos la ley, en función de lo que terminen definiendo los diputados y senadores, tendremos precisiones respecto a lo que podemos hacer.
En todo caso, no podemos empezar ni siquiera el borrador de un proyecto licitatorio si no contamos con el aval del Poder Legislativo. En este punto queremos ser muy precisos y muy prolijos.
Y de hecho, y me anticipo porque también fue un planteo formulado por el señor diputado Lavagna, en 2013, que para nosotros es lo más comparable porque son dos elecciones de medio término, el presupuesto ejecutado fue de 4.100 millones de pesos frente a los 6.000 millones que estamos planteando para este ejercicio. Habida cuenta del incremento inflacionario es una cifra razonable, sin tener en consideración lo que finalmente se termine votando en este cuerpo.
Personalmente apuesto y confío en que podamos sancionar rápidamente la reforma electoral, que venimos discutiendo desde hace mucho tiempo, antes del presupuesto y que, en consecuencia, tengamos tiempo -ya sea en el recinto o en el plenario de la comisión- para agregar lo que termine definiéndose como costo necesario para afrontar semejante reforma política.
En cuanto al tema del federalismo, que fue planteado en un par de preguntas, no voy a sacar chapa de defensor del federalismo pero claramente desde el 10 de diciembre de 2015 estamos trabajando con una concepción de país totalmente distinta a la que se venía trabajando, no solo en los últimos doce años sino que me animo a decir en varias décadas. Apostamos realmente al país federal, sobre todo, si se quiere, en el plano de las obras públicas. Eso también tiene que ver con haber incorporado un área importante de la infraestructura en el Ministerio del Interior.
La ejecución de las obras públicas, me animaría decir en un 80 por ciento, es compartida con las provincias. De hecho, muchas obras o gran parte del presupuesto que ustedes ven hoy del Ministerio del Interior, lo hacen las provincias por administración. No solo eso, el presidente de la Nación decidió al principio de su gestión que la gran mayoría de las obras públicas que se hacen compartidas con las provincias sean cofinanciadas. De hecho, el grueso de los proyectos y de los convenios que firmamos con las provincias tienen un 70 por ciento a cargo del gobierno nacional y un 30 por ciento a cargo de las provincias; y es muy bueno que así sea.
Siguiendo su planteo, que creo que es coincidente con el mío, es muy bueno que así sea porque eso, de alguna manera, compromete muchísimo más a los distintos niveles de gobierno en obras que de por sí se hacen de manera conjunta y compartida.
Usted sabe bien, porque conoce este tema, que hubo muchos fondos de asignación específica de obras públicas en las provincias que terminaron, por la crisis del 2001, liberándose y usándose para gastos corrientes. Lamentablemente, después de muchos años -algunos de crecimiento importante-, esta política no se revirtió. De alguna manera, esta decisión de que las provincias participen con un 30 por ciento en las obras que hacen de manera conjunta con el gobierno nacional tiende a resolver, en parte, esa decisión que era coyuntural, pero como muchas decisiones coyunturales, terminó convirtiéndose en estructural en la Argentina.
Yo me extiendo porque las preguntas fueron largas también. Seguramente, quizás muchos se repitan. Pero no quiero aburrirlos.
Tenemos, como decía el diputado Lavagna, un enorme desafío respecto a la ejecución. En realidad, el desafío es mayor. Nosotros tenemos el desafío de ejecutar, sobre todo en esta segunda parte del año, muchísimo más de lo que hicimos en la primera, y lo estamos cumpliendo. Les contaba la buena noticia de que en septiembre ejecutamos el 14 por ciento del presupuesto total del año, en agosto el 10 por ciento y pensamos que esto puede seguir creciendo hasta diciembre.
Pero el desafío es doble. Por un lado, porque tenemos que incrementar los controles de la obra pública ya que entendemos que es un reclamo de toda la sociedad. Por el otro, porque tenemos que aumentar el nivel de ejecución.
Después de una primera parte del año difícil, por suerte podemos decir que estamos en ese camino. Hemos aumentado exponencialmente la ejecución de la obra pública y hemos incrementado también de manera sustancial todos los controles. Además, hemos logrado mucha más competencia en las licitaciones, que después se traducen en una baja significativa -me animaría a decir histórica- de lo que son las licitaciones respecto a los presupuestos. Y mucho más, cómo terminan siendo las licitaciones respecto a lo que eran en el pasado, que en gran medida superaban los presupuestos que se planteaban. Si no lo hacían en el primer momento, lo hacían después con los incrementos de obra.
Pero coincido en que ése es el gran desafío. Nosotros cambiamos la metodología de la licitación. Hoy todas las licitaciones de infraestructura se hacen por Internet a través de nuestra página web. Todos tienen acceso a las licitaciones del gobierno nacional e invitamos permanentemente a las provincias a que adhieran. No solo eso, todos los pliegos de las licitaciones son gratis; no se pagan más. Porque lo que queremos es mayor concurrencia, mayor competencia, y nos está dando resultados. Esa es la buena noticia que quiero transmitirles. Estamos bajando drásticamente los precios de las obras públicas en la Argentina y eso nos va a facilitar la posibilidad de hacer más obras para la gente.
Pensemos que antes de la división del Ministerio de Planificación había partidas, como por ejemplo la de gastos corrientes, que abarcaban lo que hoy son más de tres ministerios, Comunicación y creo que alguno más. Por eso es que la comparación es difícil, pero aumenta básicamente porque incorpora la partida de gasto corriente y sobre todo por el incremento sustancial que pensamos presupuestar para toda la política de hábitat, que después explicaremos con más detalle.
Con respecto a la ejecución de los ATN y la comparación con los anticipos del Tesoro nacional, que no son lo mismo -en verdad, la palabra no es muy feliz-, entendemos que tenemos que volver progresivamente a un manejo de los ATN como ocurría en el pasado, por supuesto en forma transparente y con la ejecución muy documentada de hacia dónde van esos recursos.
Pero tengamos en cuenta que estamos hablando de una ejecución que al final del año será de aproximadamente unos 6.000 millones de pesos. Lo que estaba en el presupuesto del gobierno anterior eran unos 800 millones de pesos. Es decir, nosotros venimos de una situación en la cual esta herramienta hace rato que no se usaba o se usaba mal. Salvo que cambiemos la ley 23.548, de coparticipación, y decidamos entre todos -la Nación y todas las provincias- generar con estos recursos otra cosa, mientras no tengamos la capacidad de modificar la ley convenio, nos tenemos que regir con lo que tenemos, y coincidimos en que tenemos que ir hacia el cumplimiento de esa ley. Solamente quiero recordar que partimos de un presupuesto de apenas 800 millones de pesos.
Con respecto al tema del déficit habitacional, es muy cierto lo que se ha dicho. Según los cálculos con los que contamos, la Argentina tiene un déficit habitacional de más de 3,5 millones de hogares. Se habla de 3,6 millones de hogares con problemas habitacionales. De esos hogares, el grueso, es decir, 2,2 millones, tienen problemas cualitativos, y después tenemos un millón y medio con problemas cuantitativos.
En la campaña -yo era el vocero y por eso lo recuerdo- nosotros planteamos la necesidad, en estos cuatro años, de dar respuesta por lo menos a un millón de esos 3,5 millones de problemas de hábitat, en cantidad y calidad. No quiere decir que vamos a construir un millón de viviendas sino que vamos a tratar de reducir en un millón ese tremendo déficit habitacional de más de 3,5 millones de familias, por lo menos en esta gestión de gobierno. Esperemos que esto continúe y que de acá a tres o cuatro gestiones de gobierno podamos terminar con este drama para los argentinos que significan los problemas de vivienda y de hábitat. Por eso también el énfasis que estamos poniendo en las soluciones al tema del hábitat.
Coincidimos con su visión -tomando también las palabras del diputado Lavagna- respecto de mejorar la coordinación en la ejecución de todo lo que tiene que ver con la infraestructura social en la Argentina, y estamos en ese camino. De hecho, el reordenamiento ministerial que hicimos tiene ese sentido.
Cuando uno piensa con qué nos encontramos solamente respecto del tema del hábitat y la vivienda, observamos que esta era una cuestión que manejaban cuatro ministerios: el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Planificación, la ANSES -que no es un ministerio, pero es casi uno- y la Jefatura de Gabinete de Ministros. De manera que podemos decir que había cuatro ministerios en la Argentina que manejaban cuestiones vinculadas con el hábitat. Nosotros simplificamos esto y orientamos toda la política habitacional en el Ministerio del Interior, y todavía queda el tema del Procrear, que aquí se planteó. En estos momentos, en línea con lo que también se ha planteado, estamos trabajando en ver cómo vamos hacia una coordinación aun mayor y quizás total del tema del hábitat y la vivienda en una sola jurisdicción del gobierno.
En cuanto a AySA, a partir del reordenamiento tarifario que hicimos, que vendrá acompañado con una inversión muy importante en medidores, la equidad se dará cuando puedan tenerlos en la mayoría de los beneficiarios de este servicio en el área metropolitana, que es la que cubre la empresa.
A partir del reordenamiento tarifario lograremos el equilibrio operativo de la empresa en el año 2017, algo bastante inédito en la historia de la compañía, ya que toda la asistencia crediticia, sea del Tesoro pero fundamentalmente de organismos multilaterales de crédito, estará vinculada estrictamente con la inversión.
Por lo tanto, no tenemos un desafío pequeño al respecto ya que a partir de una ley sancionada en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se nos habilita a tomar la responsabilidad de varios municipios del gran Buenos Aires que hoy están bajo la responsabilidad de la empresa provincial ABSA.
En consecuencia, tenemos un enorme desafío por delante en términos de inversión de capital en AySA. Por eso también es el esfuerzo que hacemos todos los argentinos para por lo menos, a partir de la tarifa, cubrir los costos operativos el próximo año.
En cuanto al tema de la reforma electoral planteado también por el señor diputado Lavagna, tenemos un problema de timing. Creo que en julio de este año estuve en este mismo ámbito en una reunión conjunta de tres comisiones, y en algún momento planteamos tímidamente la posibilidad de tener alguna definición -aunque sea imprecisa- sobre el tema de la máquina que íbamos a usar. Al respecto la mayoría de los diputados nos dijo que primero tenía que salir la ley y que no podíamos anticiparnos a ella; y tenían razón.
Estamos esperando obtener rápidamente durante el mes de octubre la sanción de la Cámara de Diputados y también la del Senado, ya que si pasa de esa fecha se nos va a complicar la puesta en marcha de semejante reforma. Una vez que tengamos la ley, en función de lo que terminen definiendo los diputados y senadores, tendremos precisiones respecto a lo que podemos hacer.
En todo caso, no podemos empezar ni siquiera el borrador de un proyecto licitatorio si no contamos con el aval del Poder Legislativo. En este punto queremos ser muy precisos y muy prolijos.
Y de hecho, y me anticipo porque también fue un planteo formulado por el señor diputado Lavagna, en 2013, que para nosotros es lo más comparable porque son dos elecciones de medio término, el presupuesto ejecutado fue de 4.100 millones de pesos frente a los 6.000 millones que estamos planteando para este ejercicio. Habida cuenta del incremento inflacionario es una cifra razonable, sin tener en consideración lo que finalmente se termine votando en este cuerpo.
Personalmente apuesto y confío en que podamos sancionar rápidamente la reforma electoral, que venimos discutiendo desde hace mucho tiempo, antes del presupuesto y que, en consecuencia, tengamos tiempo -ya sea en el recinto o en el plenario de la comisión- para agregar lo que termine definiéndose como costo necesario para afrontar semejante reforma política.
En cuanto al tema del federalismo, que fue planteado en un par de preguntas, no voy a sacar chapa de defensor del federalismo pero claramente desde el 10 de diciembre de 2015 estamos trabajando con una concepción de país totalmente distinta a la que se venía trabajando, no solo en los últimos doce años sino que me animo a decir en varias décadas. Apostamos realmente al país federal, sobre todo, si se quiere, en el plano de las obras públicas. Eso también tiene que ver con haber incorporado un área importante de la infraestructura en el Ministerio del Interior.
La ejecución de las obras públicas, me animaría decir en un 80 por ciento, es compartida con las provincias. De hecho, muchas obras o gran parte del presupuesto que ustedes ven hoy del Ministerio del Interior, lo hacen las provincias por administración. No solo eso, el presidente de la Nación decidió al principio de su gestión que la gran mayoría de las obras públicas que se hacen compartidas con las provincias sean cofinanciadas. De hecho, el grueso de los proyectos y de los convenios que firmamos con las provincias tienen un 70 por ciento a cargo del gobierno nacional y un 30 por ciento a cargo de las provincias; y es muy bueno que así sea.
Siguiendo su planteo, que creo que es coincidente con el mío, es muy bueno que así sea porque eso, de alguna manera, compromete muchísimo más a los distintos niveles de gobierno en obras que de por sí se hacen de manera conjunta y compartida.
Usted sabe bien, porque conoce este tema, que hubo muchos fondos de asignación específica de obras públicas en las provincias que terminaron, por la crisis del 2001, liberándose y usándose para gastos corrientes. Lamentablemente, después de muchos años -algunos de crecimiento importante-, esta política no se revirtió. De alguna manera, esta decisión de que las provincias participen con un 30 por ciento en las obras que hacen de manera conjunta con el gobierno nacional tiende a resolver, en parte, esa decisión que era coyuntural, pero como muchas decisiones coyunturales, terminó convirtiéndose en estructural en la Argentina.
Yo me extiendo porque las preguntas fueron largas también. Seguramente, quizás muchos se repitan. Pero no quiero aburrirlos.
Tenemos, como decía el diputado Lavagna, un enorme desafío respecto a la ejecución. En realidad, el desafío es mayor. Nosotros tenemos el desafío de ejecutar, sobre todo en esta segunda parte del año, muchísimo más de lo que hicimos en la primera, y lo estamos cumpliendo. Les contaba la buena noticia de que en septiembre ejecutamos el 14 por ciento del presupuesto total del año, en agosto el 10 por ciento y pensamos que esto puede seguir creciendo hasta diciembre.
Pero el desafío es doble. Por un lado, porque tenemos que incrementar los controles de la obra pública ya que entendemos que es un reclamo de toda la sociedad. Por el otro, porque tenemos que aumentar el nivel de ejecución.
Después de una primera parte del año difícil, por suerte podemos decir que estamos en ese camino. Hemos aumentado exponencialmente la ejecución de la obra pública y hemos incrementado también de manera sustancial todos los controles. Además, hemos logrado mucha más competencia en las licitaciones, que después se traducen en una baja significativa -me animaría a decir histórica- de lo que son las licitaciones respecto a los presupuestos. Y mucho más, cómo terminan siendo las licitaciones respecto a lo que eran en el pasado, que en gran medida superaban los presupuestos que se planteaban. Si no lo hacían en el primer momento, lo hacían después con los incrementos de obra.
Pero coincido en que ése es el gran desafío. Nosotros cambiamos la metodología de la licitación. Hoy todas las licitaciones de infraestructura se hacen por Internet a través de nuestra página web. Todos tienen acceso a las licitaciones del gobierno nacional e invitamos permanentemente a las provincias a que adhieran. No solo eso, todos los pliegos de las licitaciones son gratis; no se pagan más. Porque lo que queremos es mayor concurrencia, mayor competencia, y nos está dando resultados. Esa es la buena noticia que quiero transmitirles. Estamos bajando drásticamente los precios de las obras públicas en la Argentina y eso nos va a facilitar la posibilidad de hacer más obras para la gente.
SR. LAVAGNA ¿Me permite una interrupción, señor ministro?
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Sí, adelante.
SR. LAVAGNA Según los datos que tengo, en el 2013 fueron 1.800 millones comparado con ese mismo rubro.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Ese número nosotros lo tenemos para el 2015. No, perdón...
SR. LAVAGNA En 2015 fueron 2.000 millones y en 2013 fueron 2.800 millones.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor secretario Adrián Pérez.
SR. SECRETARIO DE ASUNTOS POLÍTICOS E INSTITUCIONALES Lo que se gastó en 2015 fueron 4.039 millones de pesos en las elecciones de ese año. Alguien está diciendo que en la cuenta de inversión figuran 2.000 millones gastados en 2015 y ese dato está mal.
Lo que ocurrió en 2015 fue que una parte del gasto se hizo vía Ministerio del Interior y otra vía Ministerio de Justicia porque en ese momento la Dirección Nacional Electoral se transfirió al Ministerio de Justicia. Todo el gasto en la elección fue de 4.039 millones en 2015.
Alguno podrá decir que en 2015 hubo tres elecciones porque hubo balotaje. Nosotros lo descontamos, pero lo que sucede es que el balotaje tiene un costo muy menor al resto de las elecciones. El costo de la elección -de las dos primeras- fue de 3.300 millones y el del balotaje fue de menos de 800 millones.
Si tomamos esos 3.300 millones y agregamos la inflación de dos años, llegamos a los casi 6.000 millones, que es lo que está presupuestado.
Lo que ocurrió en 2015 fue que una parte del gasto se hizo vía Ministerio del Interior y otra vía Ministerio de Justicia porque en ese momento la Dirección Nacional Electoral se transfirió al Ministerio de Justicia. Todo el gasto en la elección fue de 4.039 millones en 2015.
Alguno podrá decir que en 2015 hubo tres elecciones porque hubo balotaje. Nosotros lo descontamos, pero lo que sucede es que el balotaje tiene un costo muy menor al resto de las elecciones. El costo de la elección -de las dos primeras- fue de 3.300 millones y el del balotaje fue de menos de 800 millones.
Si tomamos esos 3.300 millones y agregamos la inflación de dos años, llegamos a los casi 6.000 millones, que es lo que está presupuestado.
SR. LAVAGNA ¿Están sumando los dos ministerios?
SR. SECRETARIO DE ASUNTOS POLÍTICOS E INSTITUCIONALES Lo que se gastó entre los dos ministerios fueron 4.039 millones de pesos, que fue lo que salió la elección global, y ahora son 6.000 millones. Lo único que se agregó fue...
SR. LAVAGNA Un solo Ministerio.
SR. SECRETARIO DE ASUNTOS POLÍTICOS E INSTITUCIONALES Ahora el gasto lo hace un solo ministerio. En un momento se hizo desde los dos ministerios.
SR. LAVAGNA Todavía no se sabe...
SR. SECRETARIO DE ASUNTOS POLÍTICOS E INSTITUCIONALES No, es así: en la elección de 2015 se gastó desde los dos ministerios porque la Dirección Nacional Electoral estuvo un poco en el Ministerio del Interior y otro poco en el Ministerio de Justicia. Si mira el gasto del Ministerio del Interior probablemente sean 2.000 millones, pero el problema es que hay otros 2.000 millones que gastó el Ministerio de Justicia para lo mismo porque hubo transferencia a la Dirección Nacional Electoral.
El gasto global de la elección fue de 4.039 millones, sobre los que se restó el gasto de la segunda vuelta. En realidad, cuando se hace el convenio de transferencias para el Correo y para Justicia se hace un convenio global, con o sin segunda vuelta. Es decir, buena parte del gasto ya está computado. Por eso el gasto del balotaje es mucho menor y fueron menos de 800 millones.
Si se toma el gasto de las otras dos elecciones y se le computa la inflación -que fue lo que se hizo- arroja el monto que hoy está previsto.
El gasto global de la elección fue de 4.039 millones, sobre los que se restó el gasto de la segunda vuelta. En realidad, cuando se hace el convenio de transferencias para el Correo y para Justicia se hace un convenio global, con o sin segunda vuelta. Es decir, buena parte del gasto ya está computado. Por eso el gasto del balotaje es mucho menor y fueron menos de 800 millones.
Si se toma el gasto de las otras dos elecciones y se le computa la inflación -que fue lo que se hizo- arroja el monto que hoy está previsto.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Otra de las preguntas estuvo referida al Plan Belgrano. Dicho plan no es un programa presupuestario y digo esto para aclarar porque no significa que tenga obras diferentes a las que tenemos los distintos ministerios. No se trata de generar en el Estado un estamento adicional de ejecución de obras públicas.
El Plan Belgrano es la coordinación y el seguimiento de una decisión política que tiende a saldar una deuda de doscientos años con la región más desfavorecida de la Argentina, fija las prioridades, coordina con los distintos ministerios que tienen que ver con él -que son por lo menos cinco o seis- y no es solo obra pública e infraestructura. De hecho, lo vemos en la decisión tomada en el día de ayer respecto a las retenciones, en la que se mantiene la baja de las retenciones para el Plan Belgrano.
Este plan fue una decisión del presidente de contemplar por primera vez en la historia -a nuestro juicio- la situación especial que vive el norte grande de la Argentina, no solamente con la infraestructura sino sobre todo con ella porque de lo contrario no podremos tener una política de desarrollo equilibrada en la Argentina. Y también con la política impositiva, con la de recursos humanos, con la ambiental y con todas las que deben tener una mirada especial -de acuerdo a nuestra percepción- hacia el norte grande de nuestro país.
El tema de las viviendas sociales y su distribución es bastante más complejo que simplemente plantear necesidades habitacionales -que también es un dato difícil- NBI o lo que fuera, vis a vis la decisión de inversión en cada una de las provincias.
En primer lugar, porque nosotros nos encontramos con una restricción importante para los proyectos ejecutivos en estos diez meses de gestión. En la Argentina hacen falta y necesitamos proyectos ejecutivos.
Muchas veces una de las trabas respecto a la velocidad de la implementación de las obras de infraestructura pública tiene que ver con la ausencia o la carencia de proyectos ejecutivos. Por supuesto cuando hablamos de las provincias, pero muchísimo más cuando hablamos de municipios.
En reiteradas oportunidades hay provincias que se favorecen en la distribución porque tienen más proyectos ejecutivos, proyectos donde incorporan la restricción que genera el cuidado del medio ambiente, el tema financiero o la política estratégica respecto a la urbanización de la Argentina.
Hay provincias que están más adelantadas que otras; de hecho, nosotros estamos trabajando desde el Ministerio en tratar de darle asistencia a las provincias o a los municipios que nos soliciten generar esos proyectos ejecutivos. Nosotros no hacemos viviendas en el territorio con proyectos que decidimos en la Capital Federal. Los proyectos se deciden en cada una de las ciudades de la Argentina, y esos proyectos requieren estar acompañados por proyectos ejecutivos.
El otro día me planteaban la importancia de la Federación Argentina de Municipios. Creo que la centralidad que tiene dicha institución es su colaboración en la elaboración de proyectos ejecutivos de obras de infraestructura que son vitales para los argentinos.
Tenemos un déficit enorme de proyectos ejecutivos, que muchas veces condicionan una matriz quizá más justa y más equitativa respecto de lo que recibe cada una de las provincias.
Sin embargo a eso hay que agregarle de dónde venimos. Entonces, si vos venís de una situación en la cual hay seis o siete provincias que se llevaron el 70 u 80 por ciento de todas las obras de vivienda, equipararlas también es difícil. Los primeros meses del año a nosotros nos criticaron porque les pagábamos a determinadas provincias y a otras no. Estábamos pagando la deuda de decisiones políticas que no nos correspondían, que venían del pasado.
Entonces venimos condicionados por la historia, condicionados por la falta de proyectos ejecutivos y la verdad que, con esos condicionamientos, estamos intentando ser los más equitativos posible, trabajando con cada una de las provincias, no para determinado gobernador o intendente, sino para la gente que vive en las provincias y en las intendencias, que no tienen nada que ver con los colores políticos que circunstancialmente administran esos territorios.
Con respecto a la obra hídrica, también en este caso tenemos un ente que regula y genera -de alguna manera- la estrategia de largo plazo de un recurso tan importante como es el uso del agua, a través del Plan Nacional de Agua. Por primera vez en muchísimos años en la Argentina hay un Plan Nacional de Agua, que presentamos en mayo, y después lo volvimos a presentar en muchas provincias.
Hay un Plan Nacional de Agua que ejerce la coordinación que usted planteaba respecto a los distintos ejecutores de los planes hídricos o de saneamiento ambiental, ya sea directamente a través del presupuesto; del ENOHSA, financiado por organismos multilaterales, por el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica o por un ente que usted no mencionó y que además hay que incorporar, que es AYSA, que es el que tiene más presupuesto. El Plan Nacional de Agua involucra y coordina el manejo de todos estos ejecutores del plan hídrico en la Argentina.
Aquí entra también otra de sus preocupaciones respecto a cómo nos dividimos las obras entre los ministerios.
Lo que se determinó respecto de las represas multipropósito es que el Ministerio de Energía tuviera injerencia sobre las obras hidroeléctricas vinculadas en su totalidad -o casi en su totalidad- con el recurso energético. Hay muchas obras en la Argentina que son multipropósito, es decir, tienen solamente una parte de su objetivo vinculado con la generación de energía y tienen que ver mucho más con la provisión de agua potable, de agua para la producción o con el manejo de las inundaciones. El subsecretario Pablo Bereciartúa, que es el que realmente sabe, puede ahondar después en este tema.
En el plan de agua nosotros tenemos el saneamiento, el agua potable, los acueductos, las obras de riego y las obras multipropósito, todo lo cual entra en la responsabilidad del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda. Chihuidos y Portezuelo tienen una partida presupuestaria vinculada con lo que nosotros pensamos que vamos a poder ejecutar durante 2017.
Aquí se hizo hincapié en el tema de la coordinación interministerial. A los dos o tres meses de empezar nuestra gestión, nosotros visualizamos que nos enfrentábamos a un enorme problema, producto del desmanejo y desprolijidad que encontramos en el área de Obras Públicas, por lo que generamos una mesa que se junta desde ese momento cada 15 días y que se llama Cocose. Se trata de una Comisión de Coordinación y Seguimiento de la Obra Pública, donde además de quien habla, participan el ministro de Energía, el ministro de Transporte -junto con sus colaboradores-, los representantes de los trabajadores de la construcción -la UOCRA- y la Cámara Argentina de la Construcción. Desde hace meses nos juntamos cada 15 días para trabajar precisamente en dar más coordinación a toda la obra de infraestructura pública de la Argentina y también para colaborar entre todos a detectar cuellos de botella o trabas, y precisamente buscar solución a estos problemas y acelerar el ritmo de obra y de generación de empleo, que es lo que más nos preocupa.
Para responder a la diputada González, le cedo la palabra a Marina Klemensiewicz.
El Plan Belgrano es la coordinación y el seguimiento de una decisión política que tiende a saldar una deuda de doscientos años con la región más desfavorecida de la Argentina, fija las prioridades, coordina con los distintos ministerios que tienen que ver con él -que son por lo menos cinco o seis- y no es solo obra pública e infraestructura. De hecho, lo vemos en la decisión tomada en el día de ayer respecto a las retenciones, en la que se mantiene la baja de las retenciones para el Plan Belgrano.
Este plan fue una decisión del presidente de contemplar por primera vez en la historia -a nuestro juicio- la situación especial que vive el norte grande de la Argentina, no solamente con la infraestructura sino sobre todo con ella porque de lo contrario no podremos tener una política de desarrollo equilibrada en la Argentina. Y también con la política impositiva, con la de recursos humanos, con la ambiental y con todas las que deben tener una mirada especial -de acuerdo a nuestra percepción- hacia el norte grande de nuestro país.
El tema de las viviendas sociales y su distribución es bastante más complejo que simplemente plantear necesidades habitacionales -que también es un dato difícil- NBI o lo que fuera, vis a vis la decisión de inversión en cada una de las provincias.
En primer lugar, porque nosotros nos encontramos con una restricción importante para los proyectos ejecutivos en estos diez meses de gestión. En la Argentina hacen falta y necesitamos proyectos ejecutivos.
Muchas veces una de las trabas respecto a la velocidad de la implementación de las obras de infraestructura pública tiene que ver con la ausencia o la carencia de proyectos ejecutivos. Por supuesto cuando hablamos de las provincias, pero muchísimo más cuando hablamos de municipios.
En reiteradas oportunidades hay provincias que se favorecen en la distribución porque tienen más proyectos ejecutivos, proyectos donde incorporan la restricción que genera el cuidado del medio ambiente, el tema financiero o la política estratégica respecto a la urbanización de la Argentina.
Hay provincias que están más adelantadas que otras; de hecho, nosotros estamos trabajando desde el Ministerio en tratar de darle asistencia a las provincias o a los municipios que nos soliciten generar esos proyectos ejecutivos. Nosotros no hacemos viviendas en el territorio con proyectos que decidimos en la Capital Federal. Los proyectos se deciden en cada una de las ciudades de la Argentina, y esos proyectos requieren estar acompañados por proyectos ejecutivos.
El otro día me planteaban la importancia de la Federación Argentina de Municipios. Creo que la centralidad que tiene dicha institución es su colaboración en la elaboración de proyectos ejecutivos de obras de infraestructura que son vitales para los argentinos.
Tenemos un déficit enorme de proyectos ejecutivos, que muchas veces condicionan una matriz quizá más justa y más equitativa respecto de lo que recibe cada una de las provincias.
Sin embargo a eso hay que agregarle de dónde venimos. Entonces, si vos venís de una situación en la cual hay seis o siete provincias que se llevaron el 70 u 80 por ciento de todas las obras de vivienda, equipararlas también es difícil. Los primeros meses del año a nosotros nos criticaron porque les pagábamos a determinadas provincias y a otras no. Estábamos pagando la deuda de decisiones políticas que no nos correspondían, que venían del pasado.
Entonces venimos condicionados por la historia, condicionados por la falta de proyectos ejecutivos y la verdad que, con esos condicionamientos, estamos intentando ser los más equitativos posible, trabajando con cada una de las provincias, no para determinado gobernador o intendente, sino para la gente que vive en las provincias y en las intendencias, que no tienen nada que ver con los colores políticos que circunstancialmente administran esos territorios.
Con respecto a la obra hídrica, también en este caso tenemos un ente que regula y genera -de alguna manera- la estrategia de largo plazo de un recurso tan importante como es el uso del agua, a través del Plan Nacional de Agua. Por primera vez en muchísimos años en la Argentina hay un Plan Nacional de Agua, que presentamos en mayo, y después lo volvimos a presentar en muchas provincias.
Hay un Plan Nacional de Agua que ejerce la coordinación que usted planteaba respecto a los distintos ejecutores de los planes hídricos o de saneamiento ambiental, ya sea directamente a través del presupuesto; del ENOHSA, financiado por organismos multilaterales, por el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica o por un ente que usted no mencionó y que además hay que incorporar, que es AYSA, que es el que tiene más presupuesto. El Plan Nacional de Agua involucra y coordina el manejo de todos estos ejecutores del plan hídrico en la Argentina.
Aquí entra también otra de sus preocupaciones respecto a cómo nos dividimos las obras entre los ministerios.
Lo que se determinó respecto de las represas multipropósito es que el Ministerio de Energía tuviera injerencia sobre las obras hidroeléctricas vinculadas en su totalidad -o casi en su totalidad- con el recurso energético. Hay muchas obras en la Argentina que son multipropósito, es decir, tienen solamente una parte de su objetivo vinculado con la generación de energía y tienen que ver mucho más con la provisión de agua potable, de agua para la producción o con el manejo de las inundaciones. El subsecretario Pablo Bereciartúa, que es el que realmente sabe, puede ahondar después en este tema.
En el plan de agua nosotros tenemos el saneamiento, el agua potable, los acueductos, las obras de riego y las obras multipropósito, todo lo cual entra en la responsabilidad del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda. Chihuidos y Portezuelo tienen una partida presupuestaria vinculada con lo que nosotros pensamos que vamos a poder ejecutar durante 2017.
Aquí se hizo hincapié en el tema de la coordinación interministerial. A los dos o tres meses de empezar nuestra gestión, nosotros visualizamos que nos enfrentábamos a un enorme problema, producto del desmanejo y desprolijidad que encontramos en el área de Obras Públicas, por lo que generamos una mesa que se junta desde ese momento cada 15 días y que se llama Cocose. Se trata de una Comisión de Coordinación y Seguimiento de la Obra Pública, donde además de quien habla, participan el ministro de Energía, el ministro de Transporte -junto con sus colaboradores-, los representantes de los trabajadores de la construcción -la UOCRA- y la Cámara Argentina de la Construcción. Desde hace meses nos juntamos cada 15 días para trabajar precisamente en dar más coordinación a toda la obra de infraestructura pública de la Argentina y también para colaborar entre todos a detectar cuellos de botella o trabas, y precisamente buscar solución a estos problemas y acelerar el ritmo de obra y de generación de empleo, que es lo que más nos preocupa.
Para responder a la diputada González, le cedo la palabra a Marina Klemensiewicz.
SRA. KLEMENSIEWICZ Reforzando un poco lo que el señor ministro ya explicó, si nosotros tomamos en cuenta lo que ha crecido el déficit habitacional en la Argentina, sabemos que ha crecido más el déficit cualitativo que el cuantitativo. Esto quiere decir que, de tres hogares, hay dos que pueden ser recuperados simplemente llevándoles obras de infraestructura, es decir, de agua, cloacas y mejoramiento del hábitat.
Heredamos una Secretaría de Vivienda y Hábitat que dependía de la Jefatura de Gabinete del Ministros, cuyo presupuesto aprobado para 2015 fue de 390 millones de pesos y que hizo 66 proyectos. Gastó 287 millones de pesos en obras de cordón cuneta, alguna obra de mensura y tres o cuatro viviendas. Esto es lo que se hacía en términos de hábitat frente a una realidad en la que creció la marginalidad y la vulnerabilidad.
¿Cuál ha sido entonces la decisión del presidente y del ministro? Justamente lanzar un plan nacional de hábitat que realmente le destine fondos federales. Hoy llevamos firmados 227 convenios con provincias y municipios, por un total de 12.000 millones de pesos. Todavía estamos terminando de firmar muchos de ellos.
De esos 227 convenios, que apuntan a la urbanización y a llevar justamente obras de agua, de cloacas, de espacio público y de iluminación, 168 son con municipios -lo que demuestra claramente nuestra intención de ejecutar obras con ellos, cercano a las necesidades de la gente- y el resto son con provincias.
En términos de abordaje, esta es la realidad. Además, hemos generado un indicador con la Subsecretaría de Planificación, que depende de nuestro Ministerio, para detectar cuáles son los 100 lugares más vulnerables de la Argentina, con un indicador sociourbano que mide no solo la calidad de la vivienda sino el acceso al agua potable, a la educación, a la salud y al empleo. Se trata de localidades que tienen entre uno y 5.000 habitantes y estamos llegando a cien de ellas. Justamente como decía el ministro, la gran mayoría están en el norte de nuestro país.
La provincia de Salta lidera esta situación y tiene diecisiete de esos cien lugares, la siguen Formosa, Tucumán y Chaco. La realidad es que estamos intentando llegar a estas localidades que no tienen mucha densidad demográfica.
Este indicador se tomó con el censo 2010. Personalmente recorrí estas cien localidades y el nivel de abandono y de pobreza estructural que vi amerita haber decidido en este Plan Nacional de Hábitat tener un eje específico para llegar a estos lugares.
Actualmente de esos 227 convenios firmados, 36 están destinados a estos lugares vulnerables con una inversión de casi 4.000 millones de pesos y en las próximas semanas estaremos firmando con las distintas provincias las obras de aguas, cloacas y mejoramiento integral de estas localidades.
En términos de indicadores partimos de esta realidad y si vemos el impacto presupuestario que había para esta política, con 390 millones de pesos era imposible atajar la realidad dura de la Argentina que cuenta con más de 6.700 áreas marginales, villas, asentamientos y entre 12 y 14 millones de personas que viven en un esquema de pobreza estructural muy desolador. Claramente con el presupuesto que tenía la ex Secretaría de Acceso al Hábitat era imposible.
Asimismo, queremos reforzar que a la decisión del presidente y del ministro de volcar fondos federales para atacar esta pobreza estructural debemos sumar el apoyo recibido este año de distintos organismos multilaterales, como el Banco Mundial, CAF, BCIE, Fonplata y el BID -que ya acompañaba- para el Plan Nacional de Hábitat. Por lo tanto, el año próximo en nuestro presupuesto tendremos también más de 5.000 millones de pesos que ingresan justamente por esta fuente de financiamiento.
Heredamos una Secretaría de Vivienda y Hábitat que dependía de la Jefatura de Gabinete del Ministros, cuyo presupuesto aprobado para 2015 fue de 390 millones de pesos y que hizo 66 proyectos. Gastó 287 millones de pesos en obras de cordón cuneta, alguna obra de mensura y tres o cuatro viviendas. Esto es lo que se hacía en términos de hábitat frente a una realidad en la que creció la marginalidad y la vulnerabilidad.
¿Cuál ha sido entonces la decisión del presidente y del ministro? Justamente lanzar un plan nacional de hábitat que realmente le destine fondos federales. Hoy llevamos firmados 227 convenios con provincias y municipios, por un total de 12.000 millones de pesos. Todavía estamos terminando de firmar muchos de ellos.
De esos 227 convenios, que apuntan a la urbanización y a llevar justamente obras de agua, de cloacas, de espacio público y de iluminación, 168 son con municipios -lo que demuestra claramente nuestra intención de ejecutar obras con ellos, cercano a las necesidades de la gente- y el resto son con provincias.
En términos de abordaje, esta es la realidad. Además, hemos generado un indicador con la Subsecretaría de Planificación, que depende de nuestro Ministerio, para detectar cuáles son los 100 lugares más vulnerables de la Argentina, con un indicador sociourbano que mide no solo la calidad de la vivienda sino el acceso al agua potable, a la educación, a la salud y al empleo. Se trata de localidades que tienen entre uno y 5.000 habitantes y estamos llegando a cien de ellas. Justamente como decía el ministro, la gran mayoría están en el norte de nuestro país.
La provincia de Salta lidera esta situación y tiene diecisiete de esos cien lugares, la siguen Formosa, Tucumán y Chaco. La realidad es que estamos intentando llegar a estas localidades que no tienen mucha densidad demográfica.
Este indicador se tomó con el censo 2010. Personalmente recorrí estas cien localidades y el nivel de abandono y de pobreza estructural que vi amerita haber decidido en este Plan Nacional de Hábitat tener un eje específico para llegar a estos lugares.
Actualmente de esos 227 convenios firmados, 36 están destinados a estos lugares vulnerables con una inversión de casi 4.000 millones de pesos y en las próximas semanas estaremos firmando con las distintas provincias las obras de aguas, cloacas y mejoramiento integral de estas localidades.
En términos de indicadores partimos de esta realidad y si vemos el impacto presupuestario que había para esta política, con 390 millones de pesos era imposible atajar la realidad dura de la Argentina que cuenta con más de 6.700 áreas marginales, villas, asentamientos y entre 12 y 14 millones de personas que viven en un esquema de pobreza estructural muy desolador. Claramente con el presupuesto que tenía la ex Secretaría de Acceso al Hábitat era imposible.
Asimismo, queremos reforzar que a la decisión del presidente y del ministro de volcar fondos federales para atacar esta pobreza estructural debemos sumar el apoyo recibido este año de distintos organismos multilaterales, como el Banco Mundial, CAF, BCIE, Fonplata y el BID -que ya acompañaba- para el Plan Nacional de Hábitat. Por lo tanto, el año próximo en nuestro presupuesto tendremos también más de 5.000 millones de pesos que ingresan justamente por esta fuente de financiamiento.
SR. PRESIDENTE LASPINA Antes de dar la palabra al señor diputado Tomas les pediría que traten de ser breves en las preguntas para aprovechar el tiempo del señor ministro ya que son muchos los oradores anotados en la lista. Por respeto a quienes falta preguntar y al tiempo del señor ministro y de sus secretarios, traten de hacer algunas preguntas -las más importantes- para poder avanzar en el uso de la palabra. En todo caso, si tenemos tiempo haremos una segunda ronda de preguntas con los mismos que ya figuran en la lista de oradores.
Tiene la palabra el señor diputado Tomas.
Tiene la palabra el señor diputado Tomas.
SR. TOMAS Muchas gracias, señor ministro, por acompañarnos.
Provengo de la provincia de San Juan y en algunas cosas percibimos que hay una especie de falta de respeto a algunos gobernadores e intendentes.
En mi provincia se han hecho casi 30.000 viviendas, tres diques y una escuela por departamento. Es decir, hay un trabajo importante en la obra pública, pero nos preocupa el dato publicado la semana pasada, que fue impactante y contundente referido al 32 por ciento de pobreza.
Por lo tanto, considero que este es el momento de incentivar con más fuerza aún cada una de estas políticas, sobre todo en el plano de lo social, tal como lo mencionaba en relación con las viviendas, el agua y las cloacas porque de lo contrario nos quedamos solo en el discurso. Nos gustaría que se busque en la obra pública y en su área específica cada una de estas obras.
Un tema que también nos preocupa como provincia y también a muchos gobernadores se refiere a aquellas provincias que no transfirieron las cajas previsionales y al déficit que tienen. Quisiéramos saber si se ha pensado la forma de salir y compensar la deuda que tienen las provincias.
Otro de los temas que nos preocupa son los Aportes del Tesoro Nacional, que usted dijo son aproximadamente 6.000 millones de pesos y respecto de los que quisiéramos saber cuál va a ser el criterio de distribución. Sobre este aspecto hay preocupación en las provincias para que no se haga en forma discrecional.
Usted nombró también a la Federación Argentina de Municipios, señor ministro. Días pasados salió una noticia que señalaba que al momento de conformar las autoridades de la Federación Argentina de Municipios surgió un cuestionamiento por parte del Ministerio del Interior a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario. Queremos saber si esto es así o no porque creo que si bien no hace a la cuestión del presupuesto, sí hace un poco a la realidad política que estamos analizando.
El último tema que también nos preocupa tal vez no sea de su área sino de la del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Nos ha llegado a todos los legisladores que estamos acá, independientemente de los bloques, un fuerte reclamo al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Acá tenemos al compañero Luis Basterra, que pertenece al área y es más conocedor del tema. Hemos tenido una reunión hace un rato con algunos empleados y la preocupación es que en este plan de modernización se habla de no establecer la excepción que históricamente hacían los presupuestos anteriores para poder manipular o controlar el ingreso o el ascenso en los cargos, sobre todo en un área técnica tan específica como es este instituto.
Se habla de una necesidad presupuestaria de 5.112 millones de pesos, cuando en realidad lo que se necesitan son 6.252 millones. Es decir, hay un menor presupuesto para el INTA de 1.140 millones de pesos. De esto, señor ministro...
Provengo de la provincia de San Juan y en algunas cosas percibimos que hay una especie de falta de respeto a algunos gobernadores e intendentes.
En mi provincia se han hecho casi 30.000 viviendas, tres diques y una escuela por departamento. Es decir, hay un trabajo importante en la obra pública, pero nos preocupa el dato publicado la semana pasada, que fue impactante y contundente referido al 32 por ciento de pobreza.
Por lo tanto, considero que este es el momento de incentivar con más fuerza aún cada una de estas políticas, sobre todo en el plano de lo social, tal como lo mencionaba en relación con las viviendas, el agua y las cloacas porque de lo contrario nos quedamos solo en el discurso. Nos gustaría que se busque en la obra pública y en su área específica cada una de estas obras.
Un tema que también nos preocupa como provincia y también a muchos gobernadores se refiere a aquellas provincias que no transfirieron las cajas previsionales y al déficit que tienen. Quisiéramos saber si se ha pensado la forma de salir y compensar la deuda que tienen las provincias.
Otro de los temas que nos preocupa son los Aportes del Tesoro Nacional, que usted dijo son aproximadamente 6.000 millones de pesos y respecto de los que quisiéramos saber cuál va a ser el criterio de distribución. Sobre este aspecto hay preocupación en las provincias para que no se haga en forma discrecional.
Usted nombró también a la Federación Argentina de Municipios, señor ministro. Días pasados salió una noticia que señalaba que al momento de conformar las autoridades de la Federación Argentina de Municipios surgió un cuestionamiento por parte del Ministerio del Interior a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario. Queremos saber si esto es así o no porque creo que si bien no hace a la cuestión del presupuesto, sí hace un poco a la realidad política que estamos analizando.
El último tema que también nos preocupa tal vez no sea de su área sino de la del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Nos ha llegado a todos los legisladores que estamos acá, independientemente de los bloques, un fuerte reclamo al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Acá tenemos al compañero Luis Basterra, que pertenece al área y es más conocedor del tema. Hemos tenido una reunión hace un rato con algunos empleados y la preocupación es que en este plan de modernización se habla de no establecer la excepción que históricamente hacían los presupuestos anteriores para poder manipular o controlar el ingreso o el ascenso en los cargos, sobre todo en un área técnica tan específica como es este instituto.
Se habla de una necesidad presupuestaria de 5.112 millones de pesos, cuando en realidad lo que se necesitan son 6.252 millones. Es decir, hay un menor presupuesto para el INTA de 1.140 millones de pesos. De esto, señor ministro...
SR. PRESIDENTE LASPINA Es otro Ministerio, señor diputado.
SR. TOMAS Sí, por eso, es de otro Ministerio. Pero como al ministro del Interior lo conozco hace muchos años y sé que es muy preocupado por los problemas del interior -y el INTA es un tema del interior- quisiera saber si le puede hacer llegar al ministro de Agricultura y también al jefe de Gabinete -porque este último es el que tiene la facultad discrecional de definir estos temas- nuestro pedido de que se haga un esfuerzo para que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria nos llegue a todos y que pueda, al menos como parte de su gestión, tratar de solucionar este grave problema.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.
SRA. CICILIANI Señor ministro: muchas gracias a usted y a todo su equipo por venir. La verdad que no voy a reiterar preguntas que ya hicieron mis colegas y que usted ya respondió, algunas de las cuales eran inquietudes que traíamos.
En base a su presentación, usted habló de las dificultades del Estado en la ejecución de políticas. Realmente, la capacidad del Estado es una materia pendiente y es la productividad del gasto, que poco hablamos sobre ello. Usted hizo una referencia de los ahorros por buenas licitaciones. ¿Qué capacidades están pensando en dejarle al Estado nacional después de cuatro años de gestión?
Vi por ahí el Plan Nacional de Arquitectura. Nosotros siempre creemos que en el Estado debe haber un banco de proyectos. A veces es muy difícil fijar prioridades y este banco nos permitiría hacerlo. Además, tiene una asignación de recursos importante. Son 2.500 millones de pesos la asignación de esa partida presupuestaria.
Por supuesto que como santafecina me pongo la camiseta de Santa Fe, analizo el presupuesto y desearía muchos más recursos para la provincia de Santa Fe. Pero estoy segura de que los 19 diputados nacionales de todos los partidos, incluidos los de Cambiemos, trabajaremos conjuntamente y lograremos un equilibrio; eso no lo dudo.
Pero quiero referirme a otra cuestión. Me interesó mucho lo del Cocose. Me parece una innovación en la tarea del Estado. Quisiera saber si cree usted, viendo no solo los indicadores de pobreza sino nuestra intervención en seguridad, que deberíamos incrementar las partidas en el área de su Ministerio y fijar allí las prioridades con las acciones del Plan Nacional de Hábitat. Supongo que dicho plan está referido a un proyecto de intervención en asentamientos irregulares.
Por otra parte, he tenido oportunidad de hablar profundamente con el secretario de Empleo, porque nos preocupa el primer empleo, el empleo joven. Creo que con sus programas de gobierno tendríamos que hacer foco en el empleo juvenil y coordinar, no solo las prioridades de obras públicas, sino nuestra propuesta de generar el primer empleo en muchos sectores juveniles. Podríamos pensar en un plan nacional de formación vinculado a los programas que usted maneja.
En definitiva, habría que incrementar el presupuesto a su cargo porque creo que usted tiene la llave para atender la coyuntura que significa atender la pobreza estructural, pensar en el primer empleo y acordar y coordinar con su área la política de seguridad.
Lo vemos en la ciudad de Santa Fe y también en Rosario. Allí estamos trabajando con la señora ministra Bullrich y con la intervención de Gendarmería. En ese sentido, necesitaríamos intervención coordinada con los ministerios de políticas sociales y de hábitat cuando intervenimos en desbaratar bandas de delincuentes que asuelan los barrios carenciados de las grandes urbes.
En resumidas cuentas, señor ministro, sería importante lograr un incremento de presupuesto en programas de su área y también pensar en un banco de proyectos a nivel nacional, para analizar la Nación en el mediano plazo y ver desde el Estado nacional qué capacidad podemos mejorar en cuanto a la ejecución presupuestaria, en una burocracia en el mejor sentido de la palabra, es decir, que no sea una burocracia política en la que todos los equipos nos vamos con un gobierno, sino que dejemos capacidad instalada en los ministerios y aunque cambie el gobierno esa capacidad permanezca.
En base a su presentación, usted habló de las dificultades del Estado en la ejecución de políticas. Realmente, la capacidad del Estado es una materia pendiente y es la productividad del gasto, que poco hablamos sobre ello. Usted hizo una referencia de los ahorros por buenas licitaciones. ¿Qué capacidades están pensando en dejarle al Estado nacional después de cuatro años de gestión?
Vi por ahí el Plan Nacional de Arquitectura. Nosotros siempre creemos que en el Estado debe haber un banco de proyectos. A veces es muy difícil fijar prioridades y este banco nos permitiría hacerlo. Además, tiene una asignación de recursos importante. Son 2.500 millones de pesos la asignación de esa partida presupuestaria.
Por supuesto que como santafecina me pongo la camiseta de Santa Fe, analizo el presupuesto y desearía muchos más recursos para la provincia de Santa Fe. Pero estoy segura de que los 19 diputados nacionales de todos los partidos, incluidos los de Cambiemos, trabajaremos conjuntamente y lograremos un equilibrio; eso no lo dudo.
Pero quiero referirme a otra cuestión. Me interesó mucho lo del Cocose. Me parece una innovación en la tarea del Estado. Quisiera saber si cree usted, viendo no solo los indicadores de pobreza sino nuestra intervención en seguridad, que deberíamos incrementar las partidas en el área de su Ministerio y fijar allí las prioridades con las acciones del Plan Nacional de Hábitat. Supongo que dicho plan está referido a un proyecto de intervención en asentamientos irregulares.
Por otra parte, he tenido oportunidad de hablar profundamente con el secretario de Empleo, porque nos preocupa el primer empleo, el empleo joven. Creo que con sus programas de gobierno tendríamos que hacer foco en el empleo juvenil y coordinar, no solo las prioridades de obras públicas, sino nuestra propuesta de generar el primer empleo en muchos sectores juveniles. Podríamos pensar en un plan nacional de formación vinculado a los programas que usted maneja.
En definitiva, habría que incrementar el presupuesto a su cargo porque creo que usted tiene la llave para atender la coyuntura que significa atender la pobreza estructural, pensar en el primer empleo y acordar y coordinar con su área la política de seguridad.
Lo vemos en la ciudad de Santa Fe y también en Rosario. Allí estamos trabajando con la señora ministra Bullrich y con la intervención de Gendarmería. En ese sentido, necesitaríamos intervención coordinada con los ministerios de políticas sociales y de hábitat cuando intervenimos en desbaratar bandas de delincuentes que asuelan los barrios carenciados de las grandes urbes.
En resumidas cuentas, señor ministro, sería importante lograr un incremento de presupuesto en programas de su área y también pensar en un banco de proyectos a nivel nacional, para analizar la Nación en el mediano plazo y ver desde el Estado nacional qué capacidad podemos mejorar en cuanto a la ejecución presupuestaria, en una burocracia en el mejor sentido de la palabra, es decir, que no sea una burocracia política en la que todos los equipos nos vamos con un gobierno, sino que dejemos capacidad instalada en los ministerios y aunque cambie el gobierno esa capacidad permanezca.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Pedrini.
SR. PEDRINI Gracias, señor ministro, por concurrir a esta comisión de la Cámara de Diputados.
Provengo de la provincia del Chaco y desde allí le agradecemos los 1.200 millones de pesos que se destinaron a la construcción de nuestro segundo acueducto. Sin embargo, parece que vamos a necesitar unos pesos más o alguna garantía con un banco brasilero que no estaría aportándonos todavía los caños que necesitamos para finalizarlo.
Cuando analizamos el presupuesto de 2017 encontramos que para la provincia del Chaco lo que realmente aumentan son las pensiones contributivas y los servicios de seguridad social. Sin embargo, tenemos una caída importante en lo relativo a obras públicas e inversiones.
Parecería que el Plan Belgrano es una suerte de fachada que esconde la descapitalización de nuestra provincia. Estamos muy preocupados por la no construcción a nuevo del ramal C3 desde Avia Terai hasta el puerto de Barranqueras, priorizando su construcción hacia el puerto de Rosario.
Parece que lejos de intentar que el ferrocarril vuelva a brindar un servicio a distintas localidades y habitantes del Chaco lo que existe es una puesta en marcha para las grandes compañías cerealeras y exportadoras, quienes podrán llevar los granos desde Salta y Jujuy hacia el puerto de Rosario, dejándonos sin la estructura pretendida.
Los constructores de la provincia del Chaco quieren saber qué sucede con las 8.000 viviendas que están absolutamente paralizadas en la provincia. El monto de obras públicas previsto en el presupuesto es de aproximadamente 4.000 millones, cuando para el 2016 estábamos prácticamente arriba de los 10.000 o 12.000 millones de pesos. En ese sentido estamos muy preocupados.
Concretamente, si podemos tener alguna expectativa de reactivación de las 8.000 viviendas que están paradas, quisiéramos saber, en su concepción, qué lugar ocupa el sistema de construcción de viviendas por cooperativas y municipios. Reitero que vemos con muchísima preocupación esta construcción intelectual, pero no real, que en definitiva es el Plan Belgrano.
Provengo de la provincia del Chaco y desde allí le agradecemos los 1.200 millones de pesos que se destinaron a la construcción de nuestro segundo acueducto. Sin embargo, parece que vamos a necesitar unos pesos más o alguna garantía con un banco brasilero que no estaría aportándonos todavía los caños que necesitamos para finalizarlo.
Cuando analizamos el presupuesto de 2017 encontramos que para la provincia del Chaco lo que realmente aumentan son las pensiones contributivas y los servicios de seguridad social. Sin embargo, tenemos una caída importante en lo relativo a obras públicas e inversiones.
Parecería que el Plan Belgrano es una suerte de fachada que esconde la descapitalización de nuestra provincia. Estamos muy preocupados por la no construcción a nuevo del ramal C3 desde Avia Terai hasta el puerto de Barranqueras, priorizando su construcción hacia el puerto de Rosario.
Parece que lejos de intentar que el ferrocarril vuelva a brindar un servicio a distintas localidades y habitantes del Chaco lo que existe es una puesta en marcha para las grandes compañías cerealeras y exportadoras, quienes podrán llevar los granos desde Salta y Jujuy hacia el puerto de Rosario, dejándonos sin la estructura pretendida.
Los constructores de la provincia del Chaco quieren saber qué sucede con las 8.000 viviendas que están absolutamente paralizadas en la provincia. El monto de obras públicas previsto en el presupuesto es de aproximadamente 4.000 millones, cuando para el 2016 estábamos prácticamente arriba de los 10.000 o 12.000 millones de pesos. En ese sentido estamos muy preocupados.
Concretamente, si podemos tener alguna expectativa de reactivación de las 8.000 viviendas que están paradas, quisiéramos saber, en su concepción, qué lugar ocupa el sistema de construcción de viviendas por cooperativas y municipios. Reitero que vemos con muchísima preocupación esta construcción intelectual, pero no real, que en definitiva es el Plan Belgrano.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Kosiner.
SR. KOSINER En primer lugar, quiero agradecerle al ministro Frigerio por su presencia. La verdad es que más allá de las circunstanciales diferencias políticas y de posicionamiento, quiero reconocer el trabajo que el ministro viene realizando en algunas de las áreas de su Ministerio.
Puntualmente, nosotros hemos podido concretar convenios importantes en materia de hábitat y viviendas y se lo queremos reconocer porque son necesidades que nuestra comunidad tiene, han sido escuchadas y se han firmado convenios muy importantes.
La verdad, no estaba seguro de formular el siguiente planteo, porque no quería ser yo quien introduzca el tema, pero a partir de las intervenciones del diputado Lavagna y del diputado Pedrini quiero decirle que nosotros vimos con mucha expectativa el anuncio del presidente Macri de inversiones por 90.000 millones de pesos anuales en materia de infraestructura, para romper con los criterios de desequilibrio en la República Argentina y que se denominó el Plan Belgrano.
Humildemente, creo que fue un error no haberle dado un diseño presupuestario al plan, porque genera la discusión que hoy estamos teniendo. Cada uno tiene una visión de qué es lo que cree que es, pero en definitiva, cuando vamos al presupuesto -y es ahí donde yo quería ir- no terminamos de encontrar esa inversión.
Creo que no nos ayuda que algunos funcionarios se enojen con los gobernadores o con los que pedimos un informe. Creo que la manera correcta de trabajar es no enojarse con los pedidos de informes o cuando un gobernador dice que habría que apretar el pie en el acelerador un poquito más.
Si estuviera diseñado en el presupuesto, si habría una partida definida y que se la pueda abrir por provincia y por obra, a nosotros nos permitiría hacer un seguimiento mucho más concreto y evitar estas diferencias de criterio. Usted había dicho, y yo coincido, que el Plan Belgrano es una decisión política, y el problema de una decisión política que no se apoye en un criterio presupuestario es que quizá es muy difícil de seguir.
Entonces si yo tomo las diez provincias del Plan Belgrano y la inversión real directa, más la transferencia de capital -o sea el gasto de capital total- para las diez provincias del Plan Belgrano, estamos hablando de casi 40 mil millones de pesos. Allí es donde no nos termina de cerrar la cuestión. Pero queremos que esto se entienda: nosotros no inventamos ni instalamos el Plan Belgrano. Fueron funcionarios a nuestras provincias a decir que iba a haber una inversión de 90.000 millones de pesos y a pedirles carpetas a los intendentes. Luego, estos llaman por teléfono y por ahí nos hacen las devoluciones. Entonces, se ha generado una expectativa sobre una cifra de inversiones determinadas que uno no ve plasmadas en el presupuesto.
Por un lado, nosotros tenemos una eventual inversión anunciada de 90.000 millones de pesos, pero los gastos de capital previstos en el proyecto de presupuesto, para el total de las diez provincias, llegan a 39.563.550.000 pesos. De manera que están faltando casi 50.000 millones, cuyos conceptos desconocemos.
Más que una pregunta, la sugerencia es estudiar o reformular el Plan Belgrano, fundamentalmente desde una visión mucho más concreta. Coincido con que el plan no se limita a inversión en obra pública, sino que tiene que ver con incentivos, con decisiones fiscales, pero si uno lo encontrara reflejado en el presupuesto, hasta se podría hacer un seguimiento para ayudar a definir las prioridades. Todo lo que está pasando hoy se genera por este tipo de cuestiones.
De manera que hay una clara preocupación de las provincias, que no ven reflejado en este proyecto de presupuesto lo que teóricamente se planteaba en el plan. Hasta se dio una confusión tal que en la misma página web de la Jefatura de Gabinete figura un listado de obras que se imputan al Plan Belgrano, muchas de las cuales vienen de años anteriores y ya tienen entre el 80 y el 90 por ciento de ejecución, y hasta están previstos jardines de infantes o escuelas especiales. Nosotros no dudamos de que estas obras son importantes y forman parte de una política educativa de inclusión, pero creo que no responden a los criterios con los cuales se definió el plan. De lo contrario, caeríamos en el simplismo de decir: "Plan Belgrano igual a todas aquellas obras que se ejecutan en las diez provincias". Si bien sería más fácil, no nos parece que haya sido el criterio originario de definición del plan, que tenía que ver con las obras de infraestructura que rompían con esos desequilibrios.
Como segundo punto, y en ese marco, preguntamos a qué obedece el bajo nivel de imputación presupuestaria para estas obras. Yo tomo como ejemplo la provincia de Salta. Salvo renovación o reparación de rutas, el resto de las obras están en niveles de ejecución del 17 por ciento, del 2 por ciento, del 1 por ciento, del 2,11 por ciento, del 1,52 por ciento, del 0,80 por ciento o del 23 por ciento. O sea, se observa muy poca imputación presupuestaria para este año comparativamente con los años siguientes, porque se trata de obras plurianuales.
Por último, y para ser muy concreto y limitarme a estos tres planteos, quiero hacer un pedido, porque creo que otro compañero de bancada de mi provincia hará referencia también a la cuestión vial, que nos preocupa.
Mi pedido quizás no corresponde al Ministerio a su cargo, pero son obras que venían planteándose como necesarias y que fueron excluidas del presupuesto. Tienen que ver con uno de los objetivos que diseñó el presidente, que es la lucha contra el narcotráfico. La provincia de Salta donó un terreno para la construcción del nuevo Juzgado Federal de Tartagal, cuya creación fue requerida por la Corte Suprema de Justicia, pero no figura en este presupuesto. Sí figura en la acordada que la Corte remitió al Poder Ejecutivo, pero no está implementado aquí.
Tampoco está prevista la construcción de la nueva cárcel federal de Orán ni la ampliación de la cárcel federal de Güemes.
Esas tres obras, es decir, el nuevo Juzgado Federal de Tartagal, la nueva cárcel federal de Orán y la ampliación de la cárcel federal de Güemes, tienen que ver con un aspecto de la política de seguridad que a veces es muy poco difundido y que no trae votos, pero sin política carcelaria es imposible tener una política de seguridad y es imposible luchar contra el narcotráfico. Podemos desarrollar tareas preventivas y tener a los jueces trabajando, pero si al momento de hacer las detenciones por delitos federales no tenemos dónde alojar a los detenidos, empiezan las justificaciones para pedir la liberación de esos detenidos, algo a lo que no debería accederse.
Solamente quería plantear estas tres cuestiones, señor presidente.
Puntualmente, nosotros hemos podido concretar convenios importantes en materia de hábitat y viviendas y se lo queremos reconocer porque son necesidades que nuestra comunidad tiene, han sido escuchadas y se han firmado convenios muy importantes.
La verdad, no estaba seguro de formular el siguiente planteo, porque no quería ser yo quien introduzca el tema, pero a partir de las intervenciones del diputado Lavagna y del diputado Pedrini quiero decirle que nosotros vimos con mucha expectativa el anuncio del presidente Macri de inversiones por 90.000 millones de pesos anuales en materia de infraestructura, para romper con los criterios de desequilibrio en la República Argentina y que se denominó el Plan Belgrano.
Humildemente, creo que fue un error no haberle dado un diseño presupuestario al plan, porque genera la discusión que hoy estamos teniendo. Cada uno tiene una visión de qué es lo que cree que es, pero en definitiva, cuando vamos al presupuesto -y es ahí donde yo quería ir- no terminamos de encontrar esa inversión.
Creo que no nos ayuda que algunos funcionarios se enojen con los gobernadores o con los que pedimos un informe. Creo que la manera correcta de trabajar es no enojarse con los pedidos de informes o cuando un gobernador dice que habría que apretar el pie en el acelerador un poquito más.
Si estuviera diseñado en el presupuesto, si habría una partida definida y que se la pueda abrir por provincia y por obra, a nosotros nos permitiría hacer un seguimiento mucho más concreto y evitar estas diferencias de criterio. Usted había dicho, y yo coincido, que el Plan Belgrano es una decisión política, y el problema de una decisión política que no se apoye en un criterio presupuestario es que quizá es muy difícil de seguir.
Entonces si yo tomo las diez provincias del Plan Belgrano y la inversión real directa, más la transferencia de capital -o sea el gasto de capital total- para las diez provincias del Plan Belgrano, estamos hablando de casi 40 mil millones de pesos. Allí es donde no nos termina de cerrar la cuestión. Pero queremos que esto se entienda: nosotros no inventamos ni instalamos el Plan Belgrano. Fueron funcionarios a nuestras provincias a decir que iba a haber una inversión de 90.000 millones de pesos y a pedirles carpetas a los intendentes. Luego, estos llaman por teléfono y por ahí nos hacen las devoluciones. Entonces, se ha generado una expectativa sobre una cifra de inversiones determinadas que uno no ve plasmadas en el presupuesto.
Por un lado, nosotros tenemos una eventual inversión anunciada de 90.000 millones de pesos, pero los gastos de capital previstos en el proyecto de presupuesto, para el total de las diez provincias, llegan a 39.563.550.000 pesos. De manera que están faltando casi 50.000 millones, cuyos conceptos desconocemos.
Más que una pregunta, la sugerencia es estudiar o reformular el Plan Belgrano, fundamentalmente desde una visión mucho más concreta. Coincido con que el plan no se limita a inversión en obra pública, sino que tiene que ver con incentivos, con decisiones fiscales, pero si uno lo encontrara reflejado en el presupuesto, hasta se podría hacer un seguimiento para ayudar a definir las prioridades. Todo lo que está pasando hoy se genera por este tipo de cuestiones.
De manera que hay una clara preocupación de las provincias, que no ven reflejado en este proyecto de presupuesto lo que teóricamente se planteaba en el plan. Hasta se dio una confusión tal que en la misma página web de la Jefatura de Gabinete figura un listado de obras que se imputan al Plan Belgrano, muchas de las cuales vienen de años anteriores y ya tienen entre el 80 y el 90 por ciento de ejecución, y hasta están previstos jardines de infantes o escuelas especiales. Nosotros no dudamos de que estas obras son importantes y forman parte de una política educativa de inclusión, pero creo que no responden a los criterios con los cuales se definió el plan. De lo contrario, caeríamos en el simplismo de decir: "Plan Belgrano igual a todas aquellas obras que se ejecutan en las diez provincias". Si bien sería más fácil, no nos parece que haya sido el criterio originario de definición del plan, que tenía que ver con las obras de infraestructura que rompían con esos desequilibrios.
Como segundo punto, y en ese marco, preguntamos a qué obedece el bajo nivel de imputación presupuestaria para estas obras. Yo tomo como ejemplo la provincia de Salta. Salvo renovación o reparación de rutas, el resto de las obras están en niveles de ejecución del 17 por ciento, del 2 por ciento, del 1 por ciento, del 2,11 por ciento, del 1,52 por ciento, del 0,80 por ciento o del 23 por ciento. O sea, se observa muy poca imputación presupuestaria para este año comparativamente con los años siguientes, porque se trata de obras plurianuales.
Por último, y para ser muy concreto y limitarme a estos tres planteos, quiero hacer un pedido, porque creo que otro compañero de bancada de mi provincia hará referencia también a la cuestión vial, que nos preocupa.
Mi pedido quizás no corresponde al Ministerio a su cargo, pero son obras que venían planteándose como necesarias y que fueron excluidas del presupuesto. Tienen que ver con uno de los objetivos que diseñó el presidente, que es la lucha contra el narcotráfico. La provincia de Salta donó un terreno para la construcción del nuevo Juzgado Federal de Tartagal, cuya creación fue requerida por la Corte Suprema de Justicia, pero no figura en este presupuesto. Sí figura en la acordada que la Corte remitió al Poder Ejecutivo, pero no está implementado aquí.
Tampoco está prevista la construcción de la nueva cárcel federal de Orán ni la ampliación de la cárcel federal de Güemes.
Esas tres obras, es decir, el nuevo Juzgado Federal de Tartagal, la nueva cárcel federal de Orán y la ampliación de la cárcel federal de Güemes, tienen que ver con un aspecto de la política de seguridad que a veces es muy poco difundido y que no trae votos, pero sin política carcelaria es imposible tener una política de seguridad y es imposible luchar contra el narcotráfico. Podemos desarrollar tareas preventivas y tener a los jueces trabajando, pero si al momento de hacer las detenciones por delitos federales no tenemos dónde alojar a los detenidos, empiezan las justificaciones para pedir la liberación de esos detenidos, algo a lo que no debería accederse.
Solamente quería plantear estas tres cuestiones, señor presidente.
SR. PRESIDENTE LASPINA Pido a los señores diputados que tratemos de focalizar en las áreas específicas del señor ministro para aprovechar a tratar los temas de su competencia.
Por otra parte, contaremos con la presencia del señor ministro Dietrich y tomo nota de los puntos mencionados por el señor diputado Kosiner, más allá de lo que a continuación expondrá el señor ministro Frigerio.
Por otra parte, contaremos con la presencia del señor ministro Dietrich y tomo nota de los puntos mencionados por el señor diputado Kosiner, más allá de lo que a continuación expondrá el señor ministro Frigerio.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Señor diputado Tomas, en primer lugar, usted sabe que en estos casi diez meses de gestión yo he ido varias veces a su provincia, como lo hice a casi todas las provincias argentinas.
Usted también sabe que por primera vez, después de muchos años de promesas y dilaciones, está hoy como una realidad concreta el túnel de Agua Negra, que ha sido una obra tan peleada y solicitada por el diputado Gioja, ex gobernador de su provincia. En ese caso hablamos de más de 1.000 millones de dólares y cito esto solo como un ejemplo.
Además, si consulta con el gobernador Sergio Uñac no va a poder decirle sino que venimos cumpliendo con todas las obras que se plantean. En función de que San Juan ha sido beneficiada en el pasado por la distribución de los recursos públicos, recibió en los primeros meses del año muchos recursos para pagar las deudas que se acumularon en 2015, cuando la mitad de la obra pública no había recibido un solo peso de un presupuesto por demás abultado.
Con respecto a las cajas no transferidas de la ANSES, como sucede en el caso de su provincia, quiero comentar que de las trece provincias que están en esa situación, en cuatro de ellas ya se hizo la auditoría y se pagó la deuda; en cinco, está hecha la auditoría y se está a punto de pagar, y en dos se está terminando la auditoría en el transcurso de los próximos quince días. Por otro lado, hay dos casos en conversación: uno, porque tiene superávit, y el otro, porque no nos dan la información; ambos son provincias del extremo sur de nuestro país.
Estamos avanzando en línea con lo que conversamos en esta misma casa al discutir otro proyecto de ley muy importante hace algunos meses.
En cuanto a los ATN, se trata de una ley convenio que para modificar su distribución, composición o cualquier cosa vinculada con ella -como el resto de las cuestiones vinculadas a las leyes convenio- hace falta otra ley convenio. Esto se lo planteé a los gobernadores en la gran cantidad de oportunidades en que nos reunimos en lo que va de nuestra gestión. Personalmente voy a sentir una gran desilusión si en estos tres años y meses que nos faltan de gestión no podemos avanzar en una ley convenio que después de veinte años de estar en falta -desde 1996- nos permita tener un nuevo esquema fiscal federal en la Argentina.
Creo que están dadas las condiciones, que hay una madurez política en la Argentina y un sentido de la gobernabilidad que permitirá que nos sentemos en una mesa para avanzar en la discusión de una ley convenio, como la que rige la coparticipación y en la distribución de los ATN. No pierdo la esperanza de que vamos a conseguirla y seguramente mejorar todo lo que se refiere a la institucionalidad de nuestro sistema federal de gobierno.
Lo del INTA que me preguntó me lo anoté para pasárselo al ministro de Agroindustria.
Con respecto a la Federación Argentina de Municipios, no creamos todo lo que dicen los diarios. No hay nada, absolutamente nada, en ese sentido. De hecho, tengo con la intendenta Magario una excelente relación.
Con respecto a las preguntas de la diputada Ciciliani, nosotros tenemos una gran preocupación con el tema de la capacidad del Estado. De hecho, lo planteé en muchas ocasiones. Tenemos que terminar de diferenciar lo que es gasto público de lo que es Estado. La verdad, creo que a la Argentina le hace falta mucho Estado. Tiene mucho gasto público, pero no tiene Estado. No tiene la capacidad del Estado para aplicar con eficiencia las políticas públicas que le cambien la vida a la gente para mejor.
No hay una burocracia profesional del Estado por concurso, como tiene que ser. Tenemos el gran desafío de ir para ese lado. Desde hace más de 20 años que no se hacen concursos en la Argentina. Hay que hacer una política de capacitación de recursos humanos vinculado con lo público. Debe haber pocas cosas más importantes que eso, porque estamos hablando de los bienes y servicios esenciales para la ciudadanía: la salud, la educación, la seguridad y la justicia. No tenemos la capacitación de los recursos humanos para generar bienes públicos en calidad y en cantidad.
Tenemos que trabajar muchísimo con la productividad del Estado, con la productividad del gasto público y de la inversión. Algo empezamos a hacer en estos meses de gestión.
Tenemos que tener un banco de proyectos y ya estamos trabajando en eso.
Estamos haciendo innumerable cantidad de concursos de arquitectura y de ingeniería.
Tenemos el SIPPE -los invito a ingresar en su página web sippe.planificacion.gob.ar, que es el sistema de identificación y ponderación de proyectos estratégicos. Es algo que empezamos hacer en la gestión y que tiene, por supuesto, mucho margen para enriquecerse. Pero va en línea con la preocupación que usted está planteando.
Entiendo también -y comparto- que lo del Cocose fue una muy buena iniciativa, que por supuesto no se me ocurre a mí sino al equipo. Creo que hay que trabajar en más Cocose, pero en otras áreas de Gobierno, porque la verdad que esa interacción entre el sector privado, el Estado y los representantes de los trabajadores es muy eficiente y genera resultados concretos a favor de la gente.
Coincido también en la vinculación enorme que hay entre los programas y la inversión en el hábitat y la seguridad. Daré dos ejemplos concretos y puntuales. Hay muchos patrulleros que no pueden entrar en algunos barrios porque las calles están totalmente destruidas, y ni hablar de las ambulancias. Ese es uno, el más elemental.
El otro problema es la iluminación. Nosotros tenemos datos concretos y claros de que la iluminación, que es una parte esencial de los proyectos de hábitat, genera consecuencias muy positivas en la lucha contra el crimen y contra la violencia.
Coincido también en preparar a los jóvenes para lo que es el trabajo del siglo XXI, que tiene una gran complejidad y creo que nosotros no tomamos real dimensión de lo que esto significa. Para esto tenemos una mesa productiva, liderada por el Ministro de Ciencia y Técnica, pero con la participación de todos los Ministerios, que trabaja en línea con esta otra preocupación que usted está manifestando.
Por supuesto, vinculado al empleo juvenil, que es una gran preocupación, nosotros tenemos en discusión la ley del Primer Empleo, que también está vinculada con el Plan Belgrano. Esta también es otra de las cuestiones que hacen a entender al Plan Belgrano como una decisión estratégica de gobierno para favorecer a una determinada región de la Argentina.
En el plan Primer Empleo lo que nosotros estamos planteando son beneficios en su primer empleo para los trabajadores que van de 18 a 24 años. Esa franja etaria se amplía exclusivamente para las provincias beneficiadas por el Plan Belgrano, que es otro de los ejemplos que creo que tiene que ver con esto que se está planteando.
El señor diputado Pedrini planteó preocupación con respecto a las obras en la provincia del Chaco.
Creo que el Chaco es la provincia que más recursos recibió en obras públicas y esto fue así en gran medida vinculado con la herencia. Como se trataba de una de las provincias que tenía más obras definidas en su momento, y precisamente se generó una tremenda deuda que asumimos los primeros meses de gestión, en ese tiempo gran parte de esos recursos fueron destinados a la provincia del Chaco.
Tengo en mi poder los números, señor diputado, y se los puedo acercar. La comparación con el resto de las provincias a veces es odiosa pero claramente el Chaco figura a la cabeza de lo que se está destinando para obras de infraestructura en lo que va del año, sin contar con la enorme cantidad de proyectos del área de recursos hídricos y saneamiento ambiental.
Usted también sabe que por primera vez, después de muchos años de promesas y dilaciones, está hoy como una realidad concreta el túnel de Agua Negra, que ha sido una obra tan peleada y solicitada por el diputado Gioja, ex gobernador de su provincia. En ese caso hablamos de más de 1.000 millones de dólares y cito esto solo como un ejemplo.
Además, si consulta con el gobernador Sergio Uñac no va a poder decirle sino que venimos cumpliendo con todas las obras que se plantean. En función de que San Juan ha sido beneficiada en el pasado por la distribución de los recursos públicos, recibió en los primeros meses del año muchos recursos para pagar las deudas que se acumularon en 2015, cuando la mitad de la obra pública no había recibido un solo peso de un presupuesto por demás abultado.
Con respecto a las cajas no transferidas de la ANSES, como sucede en el caso de su provincia, quiero comentar que de las trece provincias que están en esa situación, en cuatro de ellas ya se hizo la auditoría y se pagó la deuda; en cinco, está hecha la auditoría y se está a punto de pagar, y en dos se está terminando la auditoría en el transcurso de los próximos quince días. Por otro lado, hay dos casos en conversación: uno, porque tiene superávit, y el otro, porque no nos dan la información; ambos son provincias del extremo sur de nuestro país.
Estamos avanzando en línea con lo que conversamos en esta misma casa al discutir otro proyecto de ley muy importante hace algunos meses.
En cuanto a los ATN, se trata de una ley convenio que para modificar su distribución, composición o cualquier cosa vinculada con ella -como el resto de las cuestiones vinculadas a las leyes convenio- hace falta otra ley convenio. Esto se lo planteé a los gobernadores en la gran cantidad de oportunidades en que nos reunimos en lo que va de nuestra gestión. Personalmente voy a sentir una gran desilusión si en estos tres años y meses que nos faltan de gestión no podemos avanzar en una ley convenio que después de veinte años de estar en falta -desde 1996- nos permita tener un nuevo esquema fiscal federal en la Argentina.
Creo que están dadas las condiciones, que hay una madurez política en la Argentina y un sentido de la gobernabilidad que permitirá que nos sentemos en una mesa para avanzar en la discusión de una ley convenio, como la que rige la coparticipación y en la distribución de los ATN. No pierdo la esperanza de que vamos a conseguirla y seguramente mejorar todo lo que se refiere a la institucionalidad de nuestro sistema federal de gobierno.
Lo del INTA que me preguntó me lo anoté para pasárselo al ministro de Agroindustria.
Con respecto a la Federación Argentina de Municipios, no creamos todo lo que dicen los diarios. No hay nada, absolutamente nada, en ese sentido. De hecho, tengo con la intendenta Magario una excelente relación.
Con respecto a las preguntas de la diputada Ciciliani, nosotros tenemos una gran preocupación con el tema de la capacidad del Estado. De hecho, lo planteé en muchas ocasiones. Tenemos que terminar de diferenciar lo que es gasto público de lo que es Estado. La verdad, creo que a la Argentina le hace falta mucho Estado. Tiene mucho gasto público, pero no tiene Estado. No tiene la capacidad del Estado para aplicar con eficiencia las políticas públicas que le cambien la vida a la gente para mejor.
No hay una burocracia profesional del Estado por concurso, como tiene que ser. Tenemos el gran desafío de ir para ese lado. Desde hace más de 20 años que no se hacen concursos en la Argentina. Hay que hacer una política de capacitación de recursos humanos vinculado con lo público. Debe haber pocas cosas más importantes que eso, porque estamos hablando de los bienes y servicios esenciales para la ciudadanía: la salud, la educación, la seguridad y la justicia. No tenemos la capacitación de los recursos humanos para generar bienes públicos en calidad y en cantidad.
Tenemos que trabajar muchísimo con la productividad del Estado, con la productividad del gasto público y de la inversión. Algo empezamos a hacer en estos meses de gestión.
Tenemos que tener un banco de proyectos y ya estamos trabajando en eso.
Estamos haciendo innumerable cantidad de concursos de arquitectura y de ingeniería.
Tenemos el SIPPE -los invito a ingresar en su página web sippe.planificacion.gob.ar, que es el sistema de identificación y ponderación de proyectos estratégicos. Es algo que empezamos hacer en la gestión y que tiene, por supuesto, mucho margen para enriquecerse. Pero va en línea con la preocupación que usted está planteando.
Entiendo también -y comparto- que lo del Cocose fue una muy buena iniciativa, que por supuesto no se me ocurre a mí sino al equipo. Creo que hay que trabajar en más Cocose, pero en otras áreas de Gobierno, porque la verdad que esa interacción entre el sector privado, el Estado y los representantes de los trabajadores es muy eficiente y genera resultados concretos a favor de la gente.
Coincido también en la vinculación enorme que hay entre los programas y la inversión en el hábitat y la seguridad. Daré dos ejemplos concretos y puntuales. Hay muchos patrulleros que no pueden entrar en algunos barrios porque las calles están totalmente destruidas, y ni hablar de las ambulancias. Ese es uno, el más elemental.
El otro problema es la iluminación. Nosotros tenemos datos concretos y claros de que la iluminación, que es una parte esencial de los proyectos de hábitat, genera consecuencias muy positivas en la lucha contra el crimen y contra la violencia.
Coincido también en preparar a los jóvenes para lo que es el trabajo del siglo XXI, que tiene una gran complejidad y creo que nosotros no tomamos real dimensión de lo que esto significa. Para esto tenemos una mesa productiva, liderada por el Ministro de Ciencia y Técnica, pero con la participación de todos los Ministerios, que trabaja en línea con esta otra preocupación que usted está manifestando.
Por supuesto, vinculado al empleo juvenil, que es una gran preocupación, nosotros tenemos en discusión la ley del Primer Empleo, que también está vinculada con el Plan Belgrano. Esta también es otra de las cuestiones que hacen a entender al Plan Belgrano como una decisión estratégica de gobierno para favorecer a una determinada región de la Argentina.
En el plan Primer Empleo lo que nosotros estamos planteando son beneficios en su primer empleo para los trabajadores que van de 18 a 24 años. Esa franja etaria se amplía exclusivamente para las provincias beneficiadas por el Plan Belgrano, que es otro de los ejemplos que creo que tiene que ver con esto que se está planteando.
El señor diputado Pedrini planteó preocupación con respecto a las obras en la provincia del Chaco.
Creo que el Chaco es la provincia que más recursos recibió en obras públicas y esto fue así en gran medida vinculado con la herencia. Como se trataba de una de las provincias que tenía más obras definidas en su momento, y precisamente se generó una tremenda deuda que asumimos los primeros meses de gestión, en ese tiempo gran parte de esos recursos fueron destinados a la provincia del Chaco.
Tengo en mi poder los números, señor diputado, y se los puedo acercar. La comparación con el resto de las provincias a veces es odiosa pero claramente el Chaco figura a la cabeza de lo que se está destinando para obras de infraestructura en lo que va del año, sin contar con la enorme cantidad de proyectos del área de recursos hídricos y saneamiento ambiental.
SR. PEDRINI El problema es que no se está ejecutando nada. Ese es el inconveniente.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Yo lo planteé. Se están ejecutando muchas cosas y personalmente planteé que nuestra gran preocupación, con respecto a todos los problemas que heredamos de la obra pública, es la falta de proyectos de licitación en marcha.
Todos estos proyectos, desde el segundo acueducto del Chaco de 1.309 millones; el sistema cloacal de San Martín, 158 millones; el agua potable para Charata, 170 millones; el sistema cloacal de Resistencia y su planta de saneamiento, 182 millones, y así sucesivamente, los tuvimos que armar porque los procesos de licitación no estaban. Tuvimos que hacer el proyecto con la provincia, también los estudios de impacto ambiental y tuvimos que lanzar las licitaciones.
Afortunadamente muy pronto se van a empezar a ver los resultados de ese tremendo esfuerzo que hicimos, no solo desde el gobierno nacional sino también en compañía y de la mano de nuestros socios, que son las autoridades de las provincias. Lamentablemente se había roto la rueda de la obra pública. Ojalá hubieran estado todos esos proyectos a punto de ejecutarse o ya en camino, porque de esa forma podríamos haber generado muchísimos más puestos de trabajo, que es lo que necesita la Argentina para luchar contra la pobreza, tema que usted planteó como una gran preocupación y que para este gobierno sin duda es la principal.
En relación con el tema de la vivienda, que también planteó como una preocupación, debo decirle -porque se lo dije a su gobernador y lo planteo permanentemente en los consejos federales de vivienda- que algo que rescatamos es que la provincia del Chaco era de las que tenía más problemas, seguramente más desprolijidades, menos información y menos seguimiento.
Si bien no quiero entrar en otras cosas que no corresponden al Poder Ejecutivo, la provincia del Chaco era la que tenía más cuestiones de desprolijidad en el manejo de la obra pública. Le digo esto porque ya se lo dije en su momento al gobernador y por eso me siento en libertad para plantearlo.
Actualmente, junto con el gobernador que asumió al mismo tiempo que nosotros, estamos tratando de ordenar ese desquicio que recibió como herencia.
Coincido con el señor diputado Kosiner y no tengo más que tomar sus palabras. Recién comentaba con el señor diputado Laspina que habría que hacer un esfuerzo en este presupuesto para tener en algún anexo más precisión respecto a los recursos destinados para el Plan Belgrano, para ordenar de alguna manera esta discusión que usted planteó y demostrar que la decisión del presidente finalmente se plasma en hechos concretos. Creo que hay que hacer ese esfuerzo.
Muchas veces resulta difícil diseccionar exclusivamente lo que va al Plan Belgrano y cito el ejemplo del Ferrocarril Belgrano Cargas. Una parte de esa inversión va a la provincia de Santa Fe, que es donde termina, o donde empieza. Entonces, no es tan fácil escindir específicamente los recursos que van al Plan Belgrano pero creo que vale la pena hacer el esfuerzo para que todos los diputados y senadores tengan la claridad de lo que estamos hablando cuando hablamos de recursos para el Plan Belgrano.
Les doy algunos ejemplos aunque entiendo que no tienen que venir solo de esta presentación, sino que tendrán que traducirse en algo concreto en el presupuesto. El 40 por ciento del presupuesto para vivienda se destina al Plan Belgrano, siempre comparando con el 21 por ciento de la población que hay en ese norte grande.
El 80 por ciento de las transferencias tienen la finalidad de agua potable y alcantarillado, y el 34 por ciento de las transferencias son para infraestructura educativa y equipamiento; siempre comparando con el 21 por ciento de la población.
Coincido con usted en que estos datos tienen que estar plasmados en una planilla -acá va a haber trabajo para la Comisión de Presupuesto- cuya elaboración exige esfuerzo porque, como decíamos recién, no es una tarea sencilla.
Como le dije, el Plan Belgrano abarca mucho más que obra pública; recién mencionaba el programa Primer Empleo, era una respuesta que se la quería mencionar a usted.
Con respecto a las rutas, tendremos en cuenta el pedido. El ministro Dietrich va a presentarse aquí, intentaremos que una parte importante de esas obras sean financiadas por el sector privado. Ello será posible gracias a una ley que cuenta con media sanción y esperamos sea sancionada definitivamente, que es la ley de asociación público-privada. Esta ley nos va a permitir apalancar muchísimo la inversión y generar muchos más que los 900 kilómetros de rutas que, según me decía el ministro de Transporte, ya están ejecutándose.
Todos estos proyectos, desde el segundo acueducto del Chaco de 1.309 millones; el sistema cloacal de San Martín, 158 millones; el agua potable para Charata, 170 millones; el sistema cloacal de Resistencia y su planta de saneamiento, 182 millones, y así sucesivamente, los tuvimos que armar porque los procesos de licitación no estaban. Tuvimos que hacer el proyecto con la provincia, también los estudios de impacto ambiental y tuvimos que lanzar las licitaciones.
Afortunadamente muy pronto se van a empezar a ver los resultados de ese tremendo esfuerzo que hicimos, no solo desde el gobierno nacional sino también en compañía y de la mano de nuestros socios, que son las autoridades de las provincias. Lamentablemente se había roto la rueda de la obra pública. Ojalá hubieran estado todos esos proyectos a punto de ejecutarse o ya en camino, porque de esa forma podríamos haber generado muchísimos más puestos de trabajo, que es lo que necesita la Argentina para luchar contra la pobreza, tema que usted planteó como una gran preocupación y que para este gobierno sin duda es la principal.
En relación con el tema de la vivienda, que también planteó como una preocupación, debo decirle -porque se lo dije a su gobernador y lo planteo permanentemente en los consejos federales de vivienda- que algo que rescatamos es que la provincia del Chaco era de las que tenía más problemas, seguramente más desprolijidades, menos información y menos seguimiento.
Si bien no quiero entrar en otras cosas que no corresponden al Poder Ejecutivo, la provincia del Chaco era la que tenía más cuestiones de desprolijidad en el manejo de la obra pública. Le digo esto porque ya se lo dije en su momento al gobernador y por eso me siento en libertad para plantearlo.
Actualmente, junto con el gobernador que asumió al mismo tiempo que nosotros, estamos tratando de ordenar ese desquicio que recibió como herencia.
Coincido con el señor diputado Kosiner y no tengo más que tomar sus palabras. Recién comentaba con el señor diputado Laspina que habría que hacer un esfuerzo en este presupuesto para tener en algún anexo más precisión respecto a los recursos destinados para el Plan Belgrano, para ordenar de alguna manera esta discusión que usted planteó y demostrar que la decisión del presidente finalmente se plasma en hechos concretos. Creo que hay que hacer ese esfuerzo.
Muchas veces resulta difícil diseccionar exclusivamente lo que va al Plan Belgrano y cito el ejemplo del Ferrocarril Belgrano Cargas. Una parte de esa inversión va a la provincia de Santa Fe, que es donde termina, o donde empieza. Entonces, no es tan fácil escindir específicamente los recursos que van al Plan Belgrano pero creo que vale la pena hacer el esfuerzo para que todos los diputados y senadores tengan la claridad de lo que estamos hablando cuando hablamos de recursos para el Plan Belgrano.
Les doy algunos ejemplos aunque entiendo que no tienen que venir solo de esta presentación, sino que tendrán que traducirse en algo concreto en el presupuesto. El 40 por ciento del presupuesto para vivienda se destina al Plan Belgrano, siempre comparando con el 21 por ciento de la población que hay en ese norte grande.
El 80 por ciento de las transferencias tienen la finalidad de agua potable y alcantarillado, y el 34 por ciento de las transferencias son para infraestructura educativa y equipamiento; siempre comparando con el 21 por ciento de la población.
Coincido con usted en que estos datos tienen que estar plasmados en una planilla -acá va a haber trabajo para la Comisión de Presupuesto- cuya elaboración exige esfuerzo porque, como decíamos recién, no es una tarea sencilla.
Como le dije, el Plan Belgrano abarca mucho más que obra pública; recién mencionaba el programa Primer Empleo, era una respuesta que se la quería mencionar a usted.
Con respecto a las rutas, tendremos en cuenta el pedido. El ministro Dietrich va a presentarse aquí, intentaremos que una parte importante de esas obras sean financiadas por el sector privado. Ello será posible gracias a una ley que cuenta con media sanción y esperamos sea sancionada definitivamente, que es la ley de asociación público-privada. Esta ley nos va a permitir apalancar muchísimo la inversión y generar muchos más que los 900 kilómetros de rutas que, según me decía el ministro de Transporte, ya están ejecutándose.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Ziliotto.
SR. ZILIOTTO Seré concreto y sintético porque hay muchos diputados anotados. Mi consulta tiene que ver con dos temas. El primero se refiere al tema hídrico. Al respecto considero necesario hacer un reconocimiento a su cartera ministerial. En esta gestión de poco tiempo han saldado la vieja deuda de cumplir con la ley de régimen ambiental de gestión de aguas, creando los comités de cuencas de los ríos interprovinciales.
En ese sentido, en la visita que hiciera el subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartúa, a la Comisión de Obras Públicas, planteó que crear la mayor cantidad de cuencas hídricas era una decisión de gestión y una política de Estado, pero que también era necesaria la buena voluntad de los gobiernos provinciales.
En este sentido, vamos a proponer, por lo menos desde mi provincia -yo se lo había anticipado a otros funcionarios cuando vinieron hace quince días- que es necesario incorporar un artículo que garantice el cumplimiento de la ley 25.688. Y creo que ustedes como autoridad de aplicación deben ser los más interesados en introducirlo.
Aquí se habló mucho de dos o tres obras que tienen que ver con la generación de energía a partir de la utilización de los recursos hídricos. Al respecto creo que es necesario que al final del artículo 64, donde se autoriza al Poder Ejecutivo nacional, se deje constancia de que solo pueden iniciarse los trabajos cuando se cumpla con la ley.
La ley es muy clara en el artículo 6º, donde dice que toda utilización de agua debe ser convenida con los comités de cuenca o, si no están constituidos, con las provincias condóminas. En virtud de la política que llevan adelante, creo que ustedes nos van a acompañar y le van a plantear la cuestión al presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Le vamos a acercar la modificación y el agregado con respecto a ese tema.
Así que creo que es un tema para que no solo se resuelvan coyunturalmente algunos conflictos que tenemos en la provincia de La Pampa, sino que también debe ser una política de Estado de los recursos hídricos en toda la geografía argentina.
El otro tema tiene que ver con el agua potable y el saneamiento. El señor ministro planteaba que existe un esfuerzo de parte de todos los argentinos en este presupuesto nacional para financiar con sus recursos casi 14.000 millones de pesos en transferencias de la administración central a AYSA. Se trata de obras de infraestructura que beneficiarán a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a 19 municipios del Conurbano.
Sinceramente tengo sana envidia del compañero diputado del Chaco, que tiene 1.200 millones de pesos para un acueducto. En la provincia de La Pampa, a pesar de que está vigente la ley 24.805, año tras año -no es una cuestión de este gobierno- venimos planteando que se lleve adelante la segunda etapa del acueducto y nos dicen que no hay un solo centavo.
El ministro decía hoy que para hacer obra pública había que contar con el proyecto ejecutivo. Hace rato que la segunda etapa del acueducto del río Colorado cuenta con proyecto ejecutivo.
Con respecto al tema del saneamiento, el señor ministro conoce la situación en nuestra provincia porque ha ido gente de su Ministerio, y además, el intendente de la capital de La Pampa es un funcionario que responde políticamente al sector que él integra. De modo que no necesitamos más que buena voluntad.
Santa Rosa -al igual que ocurre creo que con Bariloche- ha sido declarada en emergencia en materia de saneamiento ambiental. No se puede decir lo que pasa cada vez que llueve en la ciudad de Santa Rosa ni qué es lo que anda recorriendo la ciudad.
Por eso, viendo que hay una partida tan importante, de más de 13.000 millones de pesos, para la Ciudad de Buenos Aires y 19 municipios del Conurbano bonaerense, creemos que se puede destinar aunque sea una buena parte para que la ciudad de Santa Rosa empiece a generar las obras de infraestructura necesarias para dar solución, desde el punto de vista estructural, a ese gran problema de saneamiento que padece.
Por último, quiero hacer una propuesta o una apuesta. La Pampa debe ser una de las provincias que aún no ha visitado.
En ese sentido, en la visita que hiciera el subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartúa, a la Comisión de Obras Públicas, planteó que crear la mayor cantidad de cuencas hídricas era una decisión de gestión y una política de Estado, pero que también era necesaria la buena voluntad de los gobiernos provinciales.
En este sentido, vamos a proponer, por lo menos desde mi provincia -yo se lo había anticipado a otros funcionarios cuando vinieron hace quince días- que es necesario incorporar un artículo que garantice el cumplimiento de la ley 25.688. Y creo que ustedes como autoridad de aplicación deben ser los más interesados en introducirlo.
Aquí se habló mucho de dos o tres obras que tienen que ver con la generación de energía a partir de la utilización de los recursos hídricos. Al respecto creo que es necesario que al final del artículo 64, donde se autoriza al Poder Ejecutivo nacional, se deje constancia de que solo pueden iniciarse los trabajos cuando se cumpla con la ley.
La ley es muy clara en el artículo 6º, donde dice que toda utilización de agua debe ser convenida con los comités de cuenca o, si no están constituidos, con las provincias condóminas. En virtud de la política que llevan adelante, creo que ustedes nos van a acompañar y le van a plantear la cuestión al presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Le vamos a acercar la modificación y el agregado con respecto a ese tema.
Así que creo que es un tema para que no solo se resuelvan coyunturalmente algunos conflictos que tenemos en la provincia de La Pampa, sino que también debe ser una política de Estado de los recursos hídricos en toda la geografía argentina.
El otro tema tiene que ver con el agua potable y el saneamiento. El señor ministro planteaba que existe un esfuerzo de parte de todos los argentinos en este presupuesto nacional para financiar con sus recursos casi 14.000 millones de pesos en transferencias de la administración central a AYSA. Se trata de obras de infraestructura que beneficiarán a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a 19 municipios del Conurbano.
Sinceramente tengo sana envidia del compañero diputado del Chaco, que tiene 1.200 millones de pesos para un acueducto. En la provincia de La Pampa, a pesar de que está vigente la ley 24.805, año tras año -no es una cuestión de este gobierno- venimos planteando que se lleve adelante la segunda etapa del acueducto y nos dicen que no hay un solo centavo.
El ministro decía hoy que para hacer obra pública había que contar con el proyecto ejecutivo. Hace rato que la segunda etapa del acueducto del río Colorado cuenta con proyecto ejecutivo.
Con respecto al tema del saneamiento, el señor ministro conoce la situación en nuestra provincia porque ha ido gente de su Ministerio, y además, el intendente de la capital de La Pampa es un funcionario que responde políticamente al sector que él integra. De modo que no necesitamos más que buena voluntad.
Santa Rosa -al igual que ocurre creo que con Bariloche- ha sido declarada en emergencia en materia de saneamiento ambiental. No se puede decir lo que pasa cada vez que llueve en la ciudad de Santa Rosa ni qué es lo que anda recorriendo la ciudad.
Por eso, viendo que hay una partida tan importante, de más de 13.000 millones de pesos, para la Ciudad de Buenos Aires y 19 municipios del Conurbano bonaerense, creemos que se puede destinar aunque sea una buena parte para que la ciudad de Santa Rosa empiece a generar las obras de infraestructura necesarias para dar solución, desde el punto de vista estructural, a ese gran problema de saneamiento que padece.
Por último, quiero hacer una propuesta o una apuesta. La Pampa debe ser una de las provincias que aún no ha visitado.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Sí, fui.
SR. ZILIOTTO Fue con el presidente.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Eso cuenta también.
SR. ZILIOTTO Lo invito a que vaya a la provincia de La Pampa a anunciar la obra del acueducto y los fondos para la ciudad de Santa Rosa, y entonces podremos decir que este presupuesto tiene muchos más visos de federalismo.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Lusquiños.
SR. LUSQUIÑOS Señor presidente: quiero agradecer al señor ministro y a su equipo por estar de visita en nuestra casa.
Por supuesto, en primer lugar, le quiero transmitir que somos solidarios con los planteos que han hecho otros diputados acerca de sus dolores y problemas. Somos solidarios con las deudas, tanto por las cajas como las que han contraído con la Nación. Pero yo quisiera hablarle de acreencias, no de deudas.
Al respecto quiero formular solamente dos preguntas. En el tema del famoso 15 por ciento que se le descontaba injustamente a la provincia de San Luis, existió este fallo de la Corte que de alguna manera vino a solucionar y a poner blanco sobre negro respecto de la situación de las provincias. En el caso de San Luis, que es casi idéntico al de La Pampa, se ha comenzado a cumplir lo ordenado por la Corte con el goteo a partir del día del fallo. Con respecto a eso no hay ningún problema.
Pero sí hay problemas en cuanto al retroactivo. En este sentido, la Corte ordenó que las partes se pusieran de acuerdo en el monto, y entonces, acá entramos en una especie de cuento de la buena pipa redivivo. La deuda no está en el presupuesto porque supuestamente no estamos de acuerdo, y si nos ponemos de acuerdo, no la pueden pagar porque no está en el presupuesto.
Existen dos números presentados, uno por la Nación y otro por la provincia, y hay una diferencia. La provincia ha manifestado que no tiene problema alguno en aceptar los números presentados por la Nación, que simplemente se trata de si se aplica tasa activa o pasiva del Banco Nación, pero ello no figura en el presupuesto ni tampoco está resuelto el tema.
La pregunta es muy sencilla: quisiera saber si existe voluntad del Poder Ejecutivo de pagar esta deuda con la provincia de San Luis y si es posible modificar el presupuesto e incluirla.
El segundo punto está relacionado con el acuerdo o no acuerdo y tampoco figura en el presupuesto. Si me permite en 30 segundos puedo hacer una breve síntesis: la provincia de San Luis tenía muchos ahorros y en el año 2001 quedaron dentro del corralito, seguramente recordará el tema.
En su momento la provincia se presentó ante la Corte Suprema quien le dio la razón y San Luis terminó siendo un leading case que solucionó todos los problemas contractuales en el país. A raíz de ello, la Nación reconoció la deuda del dinero de la provincia de San Luis que había quedado en el corralito, le abonó en bonos una cantidad -no recuerdo cuánto era- y la diferencia se saldaría con dos diques. Se firmó el acuerdo para realizar los dos diques; por supuesto la provincia licitó los dos diques, los construyó, ya están con agua y hemos construido los acueductos que se derivan de esos diques.
Sin embargo, lo acordado para hacer esos diques, que era el pago del dinero que estaba en el corralito, no lo han pagado; ni siquiera pagaron un certificado.
Obviamente, esta galleta les cae a ustedes cuando no les corresponde, pero el Poder Ejecutivo tiene continuidad. Eran 170 millones de pesos del año 2005. Aquí también nos pedían los papelitos, los proyectos ejecutivos y demás.
Quiero decirle que el último formulario presentado, el F408XZ, fue aprobado en tiempo y forma pero no aparece la deuda y tampoco está en el presupuesto.
La pregunta, señor ministro, es si existe voluntad para incluir o modificar el presupuesto y empezar a cumplir con esta deuda que la Nación tiene con la provincia de San Luis, que viene desde la época del ahorro incautado por el Banco de la Nación Argentina.
Usted en algún momento de su alocución mencionó que mucho del dinero que se había adelantado o dado a las provincias era en concepto de pago de deudas. Le recuerdo que esta es otra deuda. Muchas gracias, señor ministro.
Por supuesto, en primer lugar, le quiero transmitir que somos solidarios con los planteos que han hecho otros diputados acerca de sus dolores y problemas. Somos solidarios con las deudas, tanto por las cajas como las que han contraído con la Nación. Pero yo quisiera hablarle de acreencias, no de deudas.
Al respecto quiero formular solamente dos preguntas. En el tema del famoso 15 por ciento que se le descontaba injustamente a la provincia de San Luis, existió este fallo de la Corte que de alguna manera vino a solucionar y a poner blanco sobre negro respecto de la situación de las provincias. En el caso de San Luis, que es casi idéntico al de La Pampa, se ha comenzado a cumplir lo ordenado por la Corte con el goteo a partir del día del fallo. Con respecto a eso no hay ningún problema.
Pero sí hay problemas en cuanto al retroactivo. En este sentido, la Corte ordenó que las partes se pusieran de acuerdo en el monto, y entonces, acá entramos en una especie de cuento de la buena pipa redivivo. La deuda no está en el presupuesto porque supuestamente no estamos de acuerdo, y si nos ponemos de acuerdo, no la pueden pagar porque no está en el presupuesto.
Existen dos números presentados, uno por la Nación y otro por la provincia, y hay una diferencia. La provincia ha manifestado que no tiene problema alguno en aceptar los números presentados por la Nación, que simplemente se trata de si se aplica tasa activa o pasiva del Banco Nación, pero ello no figura en el presupuesto ni tampoco está resuelto el tema.
La pregunta es muy sencilla: quisiera saber si existe voluntad del Poder Ejecutivo de pagar esta deuda con la provincia de San Luis y si es posible modificar el presupuesto e incluirla.
El segundo punto está relacionado con el acuerdo o no acuerdo y tampoco figura en el presupuesto. Si me permite en 30 segundos puedo hacer una breve síntesis: la provincia de San Luis tenía muchos ahorros y en el año 2001 quedaron dentro del corralito, seguramente recordará el tema.
En su momento la provincia se presentó ante la Corte Suprema quien le dio la razón y San Luis terminó siendo un leading case que solucionó todos los problemas contractuales en el país. A raíz de ello, la Nación reconoció la deuda del dinero de la provincia de San Luis que había quedado en el corralito, le abonó en bonos una cantidad -no recuerdo cuánto era- y la diferencia se saldaría con dos diques. Se firmó el acuerdo para realizar los dos diques; por supuesto la provincia licitó los dos diques, los construyó, ya están con agua y hemos construido los acueductos que se derivan de esos diques.
Sin embargo, lo acordado para hacer esos diques, que era el pago del dinero que estaba en el corralito, no lo han pagado; ni siquiera pagaron un certificado.
Obviamente, esta galleta les cae a ustedes cuando no les corresponde, pero el Poder Ejecutivo tiene continuidad. Eran 170 millones de pesos del año 2005. Aquí también nos pedían los papelitos, los proyectos ejecutivos y demás.
Quiero decirle que el último formulario presentado, el F408XZ, fue aprobado en tiempo y forma pero no aparece la deuda y tampoco está en el presupuesto.
La pregunta, señor ministro, es si existe voluntad para incluir o modificar el presupuesto y empezar a cumplir con esta deuda que la Nación tiene con la provincia de San Luis, que viene desde la época del ahorro incautado por el Banco de la Nación Argentina.
Usted en algún momento de su alocución mencionó que mucho del dinero que se había adelantado o dado a las provincias era en concepto de pago de deudas. Le recuerdo que esta es otra deuda. Muchas gracias, señor ministro.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado David.
SR. DAVID Gracias, señor presidente.
Quisiera plantear dos puntos que hemos conversado hoy. En primer lugar, el tema de la relación con las provincias, en el que coincido con muchos de los objetivos y palabras mencionadas por el señor ministro hasta aquí, pero quizás no con el dato de la realidad, si es que efectivamente en lo que va de 2016 hemos mejorado la cuestión federal.
Creo que se han tomado muchas decisiones y que hay un más/menos entre lo que han sido ganancias, retenciones, IVA, blanqueo y la relación de ANSES. Solo por mencionar el 29 por ciento a favor de las provincias, para los que venimos siguiendo este tema desde hace muchísimos años y que partimos de aquel famoso 58 por ciento, hablar ahora del 29, del 26 o del 25, la verdad que nos parece demasiado poco.
Sí es cierto que han aumentado los recursos en transferencias a las provincias. Pero si uno hace el conteo puntual, está incluido en esos 3 puntos a los que hacía referencia al principio de su análisis lo que ha sido transferencia a la Capital Federal y lo que han sido las transferencias a las provincias que han ganado el juicio en la Corte Suprema.
Ojalá podamos avanzar en un mayor federalismo. No puedo achacarle culpas a lo que va de la gestión, lo único que puedo decir es que tratemos de ser lo más audaces posible porque esos cambios requieren cambios estructurales y maneras de pensar en cómo transferir y en cómo devolver muchos de los recursos a las provincias, que está en la génesis de esa relación Nación-provincia.
Me parece que, en lo personal, la decisión del gobierno nacional de aumentar con un índice de coparticipación a la Capital Federal ha sido inaceptable.
Muchas de las cuestiones se han hecho progresivamente y eso debe ser así por el análisis que usted mismo ha hecho acerca de cómo se han encontrado un montón de falencias. No fue progresivo el hecho de transferirle 13.000 o 14.000 millones a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de un solo saque, sin que nadie espere nada.
Tengamos en cuenta que la provincia de Córdoba tiene un presupuesto de 11.000 millones en materia de seguridad. A la Capital Federal se le han transferido, de la noche a la mañana, entre 13.000 y 14.000 millones de pesos de una sola vez. Me parece que eso pega fuertemente en el sentido de federalismo.
Va la primera pregunta: el presupuesto nacional de defensa se mantiene en el 5,3 por ciento del total a pesar de que se supone que en seguridad tendría que haber bajado el presupuesto, en virtud de la transferencia de los 13.000 o 14.000 millones que tiene el Gobierno o que el Gobierno ha transferido a la Ciudad de Buenos Aires.
Quisiera plantear dos puntos que hemos conversado hoy. En primer lugar, el tema de la relación con las provincias, en el que coincido con muchos de los objetivos y palabras mencionadas por el señor ministro hasta aquí, pero quizás no con el dato de la realidad, si es que efectivamente en lo que va de 2016 hemos mejorado la cuestión federal.
Creo que se han tomado muchas decisiones y que hay un más/menos entre lo que han sido ganancias, retenciones, IVA, blanqueo y la relación de ANSES. Solo por mencionar el 29 por ciento a favor de las provincias, para los que venimos siguiendo este tema desde hace muchísimos años y que partimos de aquel famoso 58 por ciento, hablar ahora del 29, del 26 o del 25, la verdad que nos parece demasiado poco.
Sí es cierto que han aumentado los recursos en transferencias a las provincias. Pero si uno hace el conteo puntual, está incluido en esos 3 puntos a los que hacía referencia al principio de su análisis lo que ha sido transferencia a la Capital Federal y lo que han sido las transferencias a las provincias que han ganado el juicio en la Corte Suprema.
Ojalá podamos avanzar en un mayor federalismo. No puedo achacarle culpas a lo que va de la gestión, lo único que puedo decir es que tratemos de ser lo más audaces posible porque esos cambios requieren cambios estructurales y maneras de pensar en cómo transferir y en cómo devolver muchos de los recursos a las provincias, que está en la génesis de esa relación Nación-provincia.
Me parece que, en lo personal, la decisión del gobierno nacional de aumentar con un índice de coparticipación a la Capital Federal ha sido inaceptable.
Muchas de las cuestiones se han hecho progresivamente y eso debe ser así por el análisis que usted mismo ha hecho acerca de cómo se han encontrado un montón de falencias. No fue progresivo el hecho de transferirle 13.000 o 14.000 millones a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de un solo saque, sin que nadie espere nada.
Tengamos en cuenta que la provincia de Córdoba tiene un presupuesto de 11.000 millones en materia de seguridad. A la Capital Federal se le han transferido, de la noche a la mañana, entre 13.000 y 14.000 millones de pesos de una sola vez. Me parece que eso pega fuertemente en el sentido de federalismo.
Va la primera pregunta: el presupuesto nacional de defensa se mantiene en el 5,3 por ciento del total a pesar de que se supone que en seguridad tendría que haber bajado el presupuesto, en virtud de la transferencia de los 13.000 o 14.000 millones que tiene el Gobierno o que el Gobierno ha transferido a la Ciudad de Buenos Aires.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA ¿De seguridad? Dijo de defensa.
SR. DAVID Sí, de seguridad. O lo que era de seguridad antes, ahora se supone que se transfirió a la Ciudad de Buenos Aires.
Para no repetir muchas de las cosas que se han dicho, las transferencias corrientes a las provincias bajan. A veces cuando uno habla de lo nominal es difícil hacer la comparación porque el nominal, con un presupuesto que aumenta a 23 por ciento -depende el lugar donde miremos-, tiene nominalmente aumentos. Pero cuando uno habla de la composición, de cuánto participa en eso, las provincias bajan en algunos sectores y, en otros, suben.
Tal es el caso que ya se ha planteado de AySA, que nosotros creemos y dimos la discusión cuando vino en su momento el ministro Aranguren en relación a la energía eléctrica, que claramente el hecho de que el presupuesto nacional soporte este nivel para la empresa AySa, para quienes venimos del interior, y quienes además pagamos nuestros servicios públicos de otra forma, claramente choca contra esto.
El otro gran tema tiene que ver con la obra pública donde también hay cuestiones que nos llaman la atención. Prácticamente, más del 50 por ciento de las obras plurianuales que están previstas se lo lleva la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
También está ahí el tema Aysa y el tema del transporte. Recién hablaban del Plan Belgrano y yo también me voy a referir a eso. Mientras andamos viendo cómo hacemos para que el famoso ferrocarril Belgrano pueda mejorar, aparecen estos mega proyectos de soterramiento. Es lógico que en una provincia como Salta estemos pidiendo por lugares donde por ahí no hay agua ni servicios públicos. Porque hay otras ciudades, particularmente hablo de la provincia de Buenos Aires, que hablan de proyectos que incluyen el subterráneo, el tren y un montón de cosas que para la mayoría de las provincias argentinas son muy lejanas.
Me parece que hay que animarse un poco a poder cambiar estructuralmente esta situación en relación al federalismo.
Quisiera plantear dos cuestiones relacionadas con la obra pública. He tenido una discusión con la gente del Plan Belgrano que vino hace veinte días a exponer aquí a la Cámara de Diputados y, tal como lo mencionó el señor diputado Kosiner, me llamó la atención que cualquier acción que el gobierno hacía en las diez provincias pasaba a ser Plan Belgrano. Por ejemplo, la finalización de un vestuario de la pileta municipal de Pichanal, era Plan Belgrano.
El Plan Belgrano no estaba hecho para ser el presupuesto normal y habitual que todos los años el Estado nacional -en más o en menos- ejecuta en cada una de las diez provincias del norte. Se trataba de algo complementario, extra, que venía a equilibrar la situación de gran diferencia que había entre el norte del país y el resto. No solo contenía obras sino también la compensación del flete que, obviamente, no se hizo. Ayer se anunció una rebaja en el tema soja pero no la compensación del flete, si bien entiendo que pueda ser algo paulatino. Además, se habló de los aportes y contribuciones patronales.
Creo que la idea del Plan Belgrano es justamente algo distinto y coincido con lo manifestado aquí por otros señores diputados. No puede ser Plan Belgrano el mantenimiento habitual que hace Vialidad Nacional de las rutas nacionales en la provincia de Salta, Jujuy o Tucumán. Ese plan era o es, y quiero creer que así sigue siendo, algo distinto, tendiente a equilibrar el país.
Por último, se habló del tema vial y la provincia de Salta tiene en ese aspecto una diferencia. Pero más allá de eso y con respecto al Plan Belgrano, vinieron los técnicos y expusieron que la obra de la ruta 934 que une Metán y Rosario de la Frontera en la provincia de Salta -usted la conoce, señor ministro, y el propio presidente Macri fue en la campaña- no se pudo iniciar en 2016 y se anunció en las planillas del Plan Belgrano que se iniciará en enero de 2017. Hoy aparece en el presupuesto con 2.000.000 de pesos de obra, lo que obviamente pasa para 2018.
Más allá de que venga el ministro encargado del área, creo que este tema puntual es un compromiso que asumió en su momento el presidente y no me gustaría que no figurara en el presupuesto tal como se había comprometido en su momento.
Por último, quiero agregar algo sobre la forma de la contratación de la obra pública. Comparto con usted y me parece saludable que se busque la mayor transparencia, eficiencia y cantidad de obras con el presupuesto que tenemos, que siempre es escaso. Pero hemos notado que hay muchas obras, por ejemplo los jardines de infantes, que están licitando en las provincias con montos de 200, 300, 400 y hasta 700 millones de pesos en varios jardines de infantes y para una sola licitación. Ello impide que se presenten las empresas que están en la zona, que las pymes o las medianas empresas constructoras de cada provincia -a veces pequeñas empresas familiares- puedan participar de estos procesos, con el agravante de que las empresas grandes, que aparecen de otros lugares del país, las subcontratan y después tenemos problemas, ya pasó en otras épocas. Por lo tanto, me gustaría que se revise esa circunstancia.
En algunos casos se pide hasta material prefabricado, que va en contra de lo que se hace en algunas provincias, como las que tienen algunos sectores de industria maderera; creo que esto hay que reverlo.
En su momento hicimos el pedido para que estas pymes participen de la mesa de seguimiento de la obra pública constituida desde principios de año y me parece una buena idea. Tal vez es necesario que algunas obras efectivamente sean hechas por grandes empresas, pero otras dinamizan las economías locales y necesitamos que se tengan en cuenta.
Para no repetir muchas de las cosas que se han dicho, las transferencias corrientes a las provincias bajan. A veces cuando uno habla de lo nominal es difícil hacer la comparación porque el nominal, con un presupuesto que aumenta a 23 por ciento -depende el lugar donde miremos-, tiene nominalmente aumentos. Pero cuando uno habla de la composición, de cuánto participa en eso, las provincias bajan en algunos sectores y, en otros, suben.
Tal es el caso que ya se ha planteado de AySA, que nosotros creemos y dimos la discusión cuando vino en su momento el ministro Aranguren en relación a la energía eléctrica, que claramente el hecho de que el presupuesto nacional soporte este nivel para la empresa AySa, para quienes venimos del interior, y quienes además pagamos nuestros servicios públicos de otra forma, claramente choca contra esto.
El otro gran tema tiene que ver con la obra pública donde también hay cuestiones que nos llaman la atención. Prácticamente, más del 50 por ciento de las obras plurianuales que están previstas se lo lleva la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
También está ahí el tema Aysa y el tema del transporte. Recién hablaban del Plan Belgrano y yo también me voy a referir a eso. Mientras andamos viendo cómo hacemos para que el famoso ferrocarril Belgrano pueda mejorar, aparecen estos mega proyectos de soterramiento. Es lógico que en una provincia como Salta estemos pidiendo por lugares donde por ahí no hay agua ni servicios públicos. Porque hay otras ciudades, particularmente hablo de la provincia de Buenos Aires, que hablan de proyectos que incluyen el subterráneo, el tren y un montón de cosas que para la mayoría de las provincias argentinas son muy lejanas.
Me parece que hay que animarse un poco a poder cambiar estructuralmente esta situación en relación al federalismo.
Quisiera plantear dos cuestiones relacionadas con la obra pública. He tenido una discusión con la gente del Plan Belgrano que vino hace veinte días a exponer aquí a la Cámara de Diputados y, tal como lo mencionó el señor diputado Kosiner, me llamó la atención que cualquier acción que el gobierno hacía en las diez provincias pasaba a ser Plan Belgrano. Por ejemplo, la finalización de un vestuario de la pileta municipal de Pichanal, era Plan Belgrano.
El Plan Belgrano no estaba hecho para ser el presupuesto normal y habitual que todos los años el Estado nacional -en más o en menos- ejecuta en cada una de las diez provincias del norte. Se trataba de algo complementario, extra, que venía a equilibrar la situación de gran diferencia que había entre el norte del país y el resto. No solo contenía obras sino también la compensación del flete que, obviamente, no se hizo. Ayer se anunció una rebaja en el tema soja pero no la compensación del flete, si bien entiendo que pueda ser algo paulatino. Además, se habló de los aportes y contribuciones patronales.
Creo que la idea del Plan Belgrano es justamente algo distinto y coincido con lo manifestado aquí por otros señores diputados. No puede ser Plan Belgrano el mantenimiento habitual que hace Vialidad Nacional de las rutas nacionales en la provincia de Salta, Jujuy o Tucumán. Ese plan era o es, y quiero creer que así sigue siendo, algo distinto, tendiente a equilibrar el país.
Por último, se habló del tema vial y la provincia de Salta tiene en ese aspecto una diferencia. Pero más allá de eso y con respecto al Plan Belgrano, vinieron los técnicos y expusieron que la obra de la ruta 934 que une Metán y Rosario de la Frontera en la provincia de Salta -usted la conoce, señor ministro, y el propio presidente Macri fue en la campaña- no se pudo iniciar en 2016 y se anunció en las planillas del Plan Belgrano que se iniciará en enero de 2017. Hoy aparece en el presupuesto con 2.000.000 de pesos de obra, lo que obviamente pasa para 2018.
Más allá de que venga el ministro encargado del área, creo que este tema puntual es un compromiso que asumió en su momento el presidente y no me gustaría que no figurara en el presupuesto tal como se había comprometido en su momento.
Por último, quiero agregar algo sobre la forma de la contratación de la obra pública. Comparto con usted y me parece saludable que se busque la mayor transparencia, eficiencia y cantidad de obras con el presupuesto que tenemos, que siempre es escaso. Pero hemos notado que hay muchas obras, por ejemplo los jardines de infantes, que están licitando en las provincias con montos de 200, 300, 400 y hasta 700 millones de pesos en varios jardines de infantes y para una sola licitación. Ello impide que se presenten las empresas que están en la zona, que las pymes o las medianas empresas constructoras de cada provincia -a veces pequeñas empresas familiares- puedan participar de estos procesos, con el agravante de que las empresas grandes, que aparecen de otros lugares del país, las subcontratan y después tenemos problemas, ya pasó en otras épocas. Por lo tanto, me gustaría que se revise esa circunstancia.
En algunos casos se pide hasta material prefabricado, que va en contra de lo que se hace en algunas provincias, como las que tienen algunos sectores de industria maderera; creo que esto hay que reverlo.
En su momento hicimos el pedido para que estas pymes participen de la mesa de seguimiento de la obra pública constituida desde principios de año y me parece una buena idea. Tal vez es necesario que algunas obras efectivamente sean hechas por grandes empresas, pero otras dinamizan las economías locales y necesitamos que se tengan en cuenta.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Pitrola.
SR. PITROLA Queremos preguntar varias cosas al señor ministro.
En relación con el contexto, estamos viendo que en el presupuesto figuran 247 mil millones de pesos de intereses de la deuda pública y en cambio 30 mil millones de pesos para viviendas. Es un contraste muy fuerte, no vamos a dejar de señalarlo. Las viviendas serían 40.940 y otras 5.381 bajo la forma de cooperativas. Sobre un déficit aceptado -por distintos diputados en este debate y por una cantidad de organismos especializados, de los más moderados- de 3 millones de viviendas, el aumento vegetativo del déficit es prácticamente las 40.000 viviendas que están planificadas.
Es decir, no tenemos una política en el presupuesto porque el aumento vegetativo del 2001 al 2010, según el Censo 2010, fue del 1,12. Es un aumento vegetativo bajo de la población, pero inevitablemente se traslada al aumento del déficit de vivienda. Hay otros países que tienen un aumento mucho mayor.
Entonces, vemos que no se encara el problema del déficit de vivienda. Este es el primer problema que queremos plantear.
La segunda inquietud es que de esas 5.300 viviendas bajo la forma de cooperativa ¿vamos a seguir construyendo viviendas con el presupuesto del Estado mediante los subconvenios precarizados, que ni siquiera cuentan con el convenio de la construcción, que es uno de los más modestos del movimiento obrero?
Nosotros no estamos de acuerdo, porque es una manera de prolongar la precarización laboral y una manera de presionar a la baja a los compañeros de la construcción que tienen su convenio. Este es uno de los puntos que le queríamos plantear con mucho énfasis al ministro.
Luego, en segundo lugar, hoy hemos tenido una reunión con la CTA, estuvieron presentes varios diputados de distintos bloques. Estuvo la dirección de ATE, la dirección de CONADU Histórica, médicos y distintos gremios que corresponden a las diversas áreas del Estado. Recién en el segundo semestre están previstas dos cuotas en el presupuesto, una de 9 por ciento de aumento y otra de 8. Los compañeros de ATE nos plantean el siguiente problema: este año perdemos 12 puntos, para una inflación estimada de 43 por ciento, ¿cómo vamos a recuperar esa caída histórica en un salario que está muy lejos de la canasta familiar? Cuando digo canasta familiar no me refiero a la de la línea de pobreza, si no, ya estaríamos muy mal; me refiero a una canasta familiar que es el doble de la de la línea de pobreza. Esta es una pregunta muy seria, que nos parece absolutamente clave.
Luego, no sé si usted recordará, ministro, que este Parlamento aprobó la ley de reparación a los ex trabajadores de YPF. Esa ley se promulgó, se reglamentó hace ya un año y medio y han cobrado el 2 por ciento de los beneficiarios. Le digo una cosa, ministro: se trata de un cobro en bonos, no es plata en efectivo, y no se emiten los bonos para pagarles a los exypefianos, que deberían haber cobrado y ya se los va a llevar la vida.
Hoy aquí se hizo presente una delegación que no la dejaron entrar, no sé por qué motivo no puede haber un mínimo público de afectados y de gente interesada. Son gente grande. ¿Cómo hacemos para que cobren inmediatamente? Es una ley de la Nación que está reglamentada hace un año y medio. Este es un problema que nos parece que debe tener una resolución absolutamente inmediata.
Hoy se ha hecho presente aquí también el cuerpo de delegados del INTA, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, y algún diputado desde una provincia hizo una observación. Yo tengo aquí una carta que ha traído el cuerpo de delegados nacional a nuestro bloque, por supuesto se la podemos girar a todos los diputados.
La dirección del INTA ha pedido 1.140 millones más de lo que le otorga el presupuesto. Este recorte estaría significando como mínimo 700 despidos, luego hay un detalle que me supera en los tiempos que nos damos y que debemos respetarnos cada uno. Le podremos enviar a todos los interesados la carta del cuerpo de delegados. En la misma se detallan todas las cosas que el INTA no podrá hacer con 1.140 millones de pesos menos de lo que pidió su dirección. Pero como mínimo hay 700 despidos; es decir, no hay para pagarles a 700 personas, y eso figura en la partida 1 del rubro Sueldos, cuyo monto es de 218 millones de pesos. A esto se suman 340 becarios, que es un invento para pagarle a gente un salario "truchex", pero llamándolos "becarios". Por lo tanto, estamos hablando de mucha gente y de muchos puestos de trabajo.
Luego tengo una preocupación por los trabajadores de Río Turbio. El proyecto de presupuesto que ustedes han presentado aporta 3.818 millones de pesos, en la partida correspondiente, para un gasto que solo en salarios representa 3.958 millones de pesos. O sea que ya nos quedamos con 100 millones de pesos menos, pero además la mina no puede funcionar.
Nuestra pregunta es cuál es el proyecto del gobierno respecto de la mina de Río Turbio, que requiere inversiones para obtener el carbón necesario para hacer funcionar la usina. Se trata de un proyecto que viene de atrás y respecto del cual se aprobó una iniciativa -que luego nunca sancionó el Senado-, en aquella polémica sesión de un 26 de noviembre.
Por último, le quiero formular al señor ministro una pregunta. Se van a invertir 1.000 millones de pesos en Dioxitek, una empresa cuya instalación se prohibió en Mendoza y luego en Córdoba, por lo que se instalará en Formosa.
¿Usted sabe que tiene material radiactivo y que ese material radiactivo...
En relación con el contexto, estamos viendo que en el presupuesto figuran 247 mil millones de pesos de intereses de la deuda pública y en cambio 30 mil millones de pesos para viviendas. Es un contraste muy fuerte, no vamos a dejar de señalarlo. Las viviendas serían 40.940 y otras 5.381 bajo la forma de cooperativas. Sobre un déficit aceptado -por distintos diputados en este debate y por una cantidad de organismos especializados, de los más moderados- de 3 millones de viviendas, el aumento vegetativo del déficit es prácticamente las 40.000 viviendas que están planificadas.
Es decir, no tenemos una política en el presupuesto porque el aumento vegetativo del 2001 al 2010, según el Censo 2010, fue del 1,12. Es un aumento vegetativo bajo de la población, pero inevitablemente se traslada al aumento del déficit de vivienda. Hay otros países que tienen un aumento mucho mayor.
Entonces, vemos que no se encara el problema del déficit de vivienda. Este es el primer problema que queremos plantear.
La segunda inquietud es que de esas 5.300 viviendas bajo la forma de cooperativa ¿vamos a seguir construyendo viviendas con el presupuesto del Estado mediante los subconvenios precarizados, que ni siquiera cuentan con el convenio de la construcción, que es uno de los más modestos del movimiento obrero?
Nosotros no estamos de acuerdo, porque es una manera de prolongar la precarización laboral y una manera de presionar a la baja a los compañeros de la construcción que tienen su convenio. Este es uno de los puntos que le queríamos plantear con mucho énfasis al ministro.
Luego, en segundo lugar, hoy hemos tenido una reunión con la CTA, estuvieron presentes varios diputados de distintos bloques. Estuvo la dirección de ATE, la dirección de CONADU Histórica, médicos y distintos gremios que corresponden a las diversas áreas del Estado. Recién en el segundo semestre están previstas dos cuotas en el presupuesto, una de 9 por ciento de aumento y otra de 8. Los compañeros de ATE nos plantean el siguiente problema: este año perdemos 12 puntos, para una inflación estimada de 43 por ciento, ¿cómo vamos a recuperar esa caída histórica en un salario que está muy lejos de la canasta familiar? Cuando digo canasta familiar no me refiero a la de la línea de pobreza, si no, ya estaríamos muy mal; me refiero a una canasta familiar que es el doble de la de la línea de pobreza. Esta es una pregunta muy seria, que nos parece absolutamente clave.
Luego, no sé si usted recordará, ministro, que este Parlamento aprobó la ley de reparación a los ex trabajadores de YPF. Esa ley se promulgó, se reglamentó hace ya un año y medio y han cobrado el 2 por ciento de los beneficiarios. Le digo una cosa, ministro: se trata de un cobro en bonos, no es plata en efectivo, y no se emiten los bonos para pagarles a los exypefianos, que deberían haber cobrado y ya se los va a llevar la vida.
Hoy aquí se hizo presente una delegación que no la dejaron entrar, no sé por qué motivo no puede haber un mínimo público de afectados y de gente interesada. Son gente grande. ¿Cómo hacemos para que cobren inmediatamente? Es una ley de la Nación que está reglamentada hace un año y medio. Este es un problema que nos parece que debe tener una resolución absolutamente inmediata.
Hoy se ha hecho presente aquí también el cuerpo de delegados del INTA, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, y algún diputado desde una provincia hizo una observación. Yo tengo aquí una carta que ha traído el cuerpo de delegados nacional a nuestro bloque, por supuesto se la podemos girar a todos los diputados.
La dirección del INTA ha pedido 1.140 millones más de lo que le otorga el presupuesto. Este recorte estaría significando como mínimo 700 despidos, luego hay un detalle que me supera en los tiempos que nos damos y que debemos respetarnos cada uno. Le podremos enviar a todos los interesados la carta del cuerpo de delegados. En la misma se detallan todas las cosas que el INTA no podrá hacer con 1.140 millones de pesos menos de lo que pidió su dirección. Pero como mínimo hay 700 despidos; es decir, no hay para pagarles a 700 personas, y eso figura en la partida 1 del rubro Sueldos, cuyo monto es de 218 millones de pesos. A esto se suman 340 becarios, que es un invento para pagarle a gente un salario "truchex", pero llamándolos "becarios". Por lo tanto, estamos hablando de mucha gente y de muchos puestos de trabajo.
Luego tengo una preocupación por los trabajadores de Río Turbio. El proyecto de presupuesto que ustedes han presentado aporta 3.818 millones de pesos, en la partida correspondiente, para un gasto que solo en salarios representa 3.958 millones de pesos. O sea que ya nos quedamos con 100 millones de pesos menos, pero además la mina no puede funcionar.
Nuestra pregunta es cuál es el proyecto del gobierno respecto de la mina de Río Turbio, que requiere inversiones para obtener el carbón necesario para hacer funcionar la usina. Se trata de un proyecto que viene de atrás y respecto del cual se aprobó una iniciativa -que luego nunca sancionó el Senado-, en aquella polémica sesión de un 26 de noviembre.
Por último, le quiero formular al señor ministro una pregunta. Se van a invertir 1.000 millones de pesos en Dioxitek, una empresa cuya instalación se prohibió en Mendoza y luego en Córdoba, por lo que se instalará en Formosa.
¿Usted sabe que tiene material radiactivo y que ese material radiactivo...
SR. PRESIDENTE LASPINA Diputado Pitrola: si las preguntas no son del área del ministro, le pido que redondee, así podemos aprovechar el tiempo de que dispone el funcionario que nos visita.
SR. PITROLA Esta es la última pregunta, señor presidente. Como escuché que dijeron que iba a venir el ministro de Educación, dejo esas preguntas, ya que tengo muchos interrogantes al respecto. He hecho preguntas que creo que tienen que ver con el ministro que está presente, y si en alguna no tiene que ver, puede pedir la asistencia correspondiente.
Esta empresa Dioxitek plantea graves problemas ambientales. No sé cuál es el ministro que tiene que responder, pero le pedimos al gabinete que nos responda.
Esta empresa Dioxitek plantea graves problemas ambientales. No sé cuál es el ministro que tiene que responder, pero le pedimos al gabinete que nos responda.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Basterra.
SR. BASTERRA Señor presidente: quiero agradecer al señor ministro, de quien valoro el tremendo esfuerzo que está haciendo para conceptualizar el Plan Belgrano, algo que nace como un plan de infraestructura y que hoy sirve hasta para incrementar la asignación universal por hijo, de acuerdo con el delegado de ese plan en Formosa.
Conociendo al señor ministro como lo conozco, entiendo que está haciendo un gran esfuerzo, y ojalá se pueda reorientar el concepto del Plan Belgrano hacia sus objetivos primigenios, en el sentido de dotar de competitividad sistémica a las regiones que han sido históricamente postergadas en nuestro país. Tal es el caso de Formosa, que en los últimos doce años, luego de la firma de la reparación histórica por parte del entonces presidente Néstor Kirchner con el gobernador Insfrán, pudo triplicar la cantidad de rutas pavimentadas, ha logrado contar con más de mil establecimientos educacionales puestos a nuevos -el señor ministro los ha visitado y puede dar fe de ello-, y ha desarrollado un nivel de infraestructura que prácticamente quintuplicó, en volumen de cemento, lo que teníamos como provincia. Esto nos habilita hoy a tener una línea de 500 kilovatios -cuando la que teníamos era de 132-, distribución de las redes principales y más de 2.200 kilómetros de fibra óptica ya soterrada. De manera que hoy nosotros podemos decir que Formosa está en condiciones de que las empresas adquieran competitividad.
En ese sentido, interpretamos que el Plan Belgrano iba a profundizar esta línea, pero lamentablemente no lo vemos plasmado en el proyecto de presupuesto.
Si bien hay varias rutas que ya han sido iniciadas y que no tienen financiamiento para su culminación -en todo caso, después se las paso-, básicamente hay obras que son estructurales para la provincia de Formosa. La primera es la construcción del acueducto. El delegado del Plan Belgrano dijo que al respecto no había nada, pero en el ENOHSA consta un plan en detalle, elaborado en colaboración con organismos internacionales, de lo que es el acueducto; incluso se prevé hasta un modelo de financiamiento compartido, que nos gustaría que fuese incorporado en el presupuesto para que podamos discutir lo que significa el agua en la provincia de Formosa en términos de apalancamiento para el desarrollo.
En el mismo sentido quiero mencionar la reactivación del puerto de Formosa. Son obras que tuvieron presupuestos plurianuales en 2016 y que no figuran en este.
En lo que se refiere a la profundización de las inversiones, disiento con el diputado Pitrola respecto a lo que significa el Polo Científico Tecnológico en la provincia de Formosa y el concepto de radioactividad, pero seguramente podremos hablar con fundamento sobre qué es la química y la radioactividad en otro momento. Sí ha sido una decisión del ministro Aranguren de profundizar, y entendemos que debe estar priorizado para que podamos efectivamente validar el Plan Belgrano como un plan que genere un acortamiento de las asimetrías competitivas que existen entre las distintas regiones del país.
En este sentido, proponemos dar una discusión amplia en la que fijemos objetivos estratégicos y cuál es el plan. Nosotros lo hemos tenido, firmamos en varias oportunidades el plan estratégico y participamos de espacios en los que se han desarrollado los planes para alcanzar el desarrollo en provincias que han sido relegadas a lo largo de la historia.
Adicionalmente a estos ítems que hacen a la infraestructura, no quiero dejar pasar lo que ya varios diputados comentaron -y sé de sus buenos oficios- para que transmita al señor ministro Buryaile la necesidad de hacer un esfuerzo mayor al que hizo porque hasta ahora ha sido harto insuficiente. No solo que la primera propuesta de presupuesto para el INTA solamente mantenía el nivel de actividad sino que la que elevó el ministro Buryaile representaba el 28 por ciento de lo aplicado durante el presente ejercicio; en términos comparativos y con una inflación del 40 por ciento, ello significa una pérdida del 12 por ciento.
Finalmente, el presupuesto remitido de 5.110 millones representa apenas el 16,8 por ciento de incremento respecto al año anterior y sobre este punto quiero hacer una consideración política. Las grandes empresas como Monsanto, John Deere, Syngenta y Bayer proveen de la tecnología. El INTA trata de equilibrar la asimetría tecnológica entre las pequeñas y medianas empresas y la agricultura familiar para que puedan seguir siendo parte de los procesos productivos.
Para mencionar algún ejemplo, en la última década se crearon estaciones experimentales en Ingeniero Juárez, en el límite con Salta, y también se creó el IPAF, organismo que desarrolla tecnología para la agricultura familiar y permite que nuestros pequeños productores tengan acceso a tecnología, que les dará la oportunidad de seguir produciendo en el campo y vivir dignamente o por lo menos apuntar hacia ello.
Quería hacer estas consideraciones al señor ministro, particularmente en esta cuestión referida al INTA, sabiendo que usted es una persona que tiene muchísima influencia en el resto de los gabinetes. Luego hablaremos con otros ministros de manera puntual pero queremos que esto trascienda. Hoy estuvo APINTA, el gremio del personal de INTA, ATE INTA y seguramente UPCN INTA tiene la misma línea. Asimismo, escuchamos a los consejos regionales y nos parece un acto de estricta justicia que aquel que haya elegido vivir en el campo pueda hacerlo, particularmente el sector de la agricultura familiar de las pequeñas y medianas empresas agropecuarias.
Conociendo al señor ministro como lo conozco, entiendo que está haciendo un gran esfuerzo, y ojalá se pueda reorientar el concepto del Plan Belgrano hacia sus objetivos primigenios, en el sentido de dotar de competitividad sistémica a las regiones que han sido históricamente postergadas en nuestro país. Tal es el caso de Formosa, que en los últimos doce años, luego de la firma de la reparación histórica por parte del entonces presidente Néstor Kirchner con el gobernador Insfrán, pudo triplicar la cantidad de rutas pavimentadas, ha logrado contar con más de mil establecimientos educacionales puestos a nuevos -el señor ministro los ha visitado y puede dar fe de ello-, y ha desarrollado un nivel de infraestructura que prácticamente quintuplicó, en volumen de cemento, lo que teníamos como provincia. Esto nos habilita hoy a tener una línea de 500 kilovatios -cuando la que teníamos era de 132-, distribución de las redes principales y más de 2.200 kilómetros de fibra óptica ya soterrada. De manera que hoy nosotros podemos decir que Formosa está en condiciones de que las empresas adquieran competitividad.
En ese sentido, interpretamos que el Plan Belgrano iba a profundizar esta línea, pero lamentablemente no lo vemos plasmado en el proyecto de presupuesto.
Si bien hay varias rutas que ya han sido iniciadas y que no tienen financiamiento para su culminación -en todo caso, después se las paso-, básicamente hay obras que son estructurales para la provincia de Formosa. La primera es la construcción del acueducto. El delegado del Plan Belgrano dijo que al respecto no había nada, pero en el ENOHSA consta un plan en detalle, elaborado en colaboración con organismos internacionales, de lo que es el acueducto; incluso se prevé hasta un modelo de financiamiento compartido, que nos gustaría que fuese incorporado en el presupuesto para que podamos discutir lo que significa el agua en la provincia de Formosa en términos de apalancamiento para el desarrollo.
En el mismo sentido quiero mencionar la reactivación del puerto de Formosa. Son obras que tuvieron presupuestos plurianuales en 2016 y que no figuran en este.
En lo que se refiere a la profundización de las inversiones, disiento con el diputado Pitrola respecto a lo que significa el Polo Científico Tecnológico en la provincia de Formosa y el concepto de radioactividad, pero seguramente podremos hablar con fundamento sobre qué es la química y la radioactividad en otro momento. Sí ha sido una decisión del ministro Aranguren de profundizar, y entendemos que debe estar priorizado para que podamos efectivamente validar el Plan Belgrano como un plan que genere un acortamiento de las asimetrías competitivas que existen entre las distintas regiones del país.
En este sentido, proponemos dar una discusión amplia en la que fijemos objetivos estratégicos y cuál es el plan. Nosotros lo hemos tenido, firmamos en varias oportunidades el plan estratégico y participamos de espacios en los que se han desarrollado los planes para alcanzar el desarrollo en provincias que han sido relegadas a lo largo de la historia.
Adicionalmente a estos ítems que hacen a la infraestructura, no quiero dejar pasar lo que ya varios diputados comentaron -y sé de sus buenos oficios- para que transmita al señor ministro Buryaile la necesidad de hacer un esfuerzo mayor al que hizo porque hasta ahora ha sido harto insuficiente. No solo que la primera propuesta de presupuesto para el INTA solamente mantenía el nivel de actividad sino que la que elevó el ministro Buryaile representaba el 28 por ciento de lo aplicado durante el presente ejercicio; en términos comparativos y con una inflación del 40 por ciento, ello significa una pérdida del 12 por ciento.
Finalmente, el presupuesto remitido de 5.110 millones representa apenas el 16,8 por ciento de incremento respecto al año anterior y sobre este punto quiero hacer una consideración política. Las grandes empresas como Monsanto, John Deere, Syngenta y Bayer proveen de la tecnología. El INTA trata de equilibrar la asimetría tecnológica entre las pequeñas y medianas empresas y la agricultura familiar para que puedan seguir siendo parte de los procesos productivos.
Para mencionar algún ejemplo, en la última década se crearon estaciones experimentales en Ingeniero Juárez, en el límite con Salta, y también se creó el IPAF, organismo que desarrolla tecnología para la agricultura familiar y permite que nuestros pequeños productores tengan acceso a tecnología, que les dará la oportunidad de seguir produciendo en el campo y vivir dignamente o por lo menos apuntar hacia ello.
Quería hacer estas consideraciones al señor ministro, particularmente en esta cuestión referida al INTA, sabiendo que usted es una persona que tiene muchísima influencia en el resto de los gabinetes. Luego hablaremos con otros ministros de manera puntual pero queremos que esto trascienda. Hoy estuvo APINTA, el gremio del personal de INTA, ATE INTA y seguramente UPCN INTA tiene la misma línea. Asimismo, escuchamos a los consejos regionales y nos parece un acto de estricta justicia que aquel que haya elegido vivir en el campo pueda hacerlo, particularmente el sector de la agricultura familiar de las pequeñas y medianas empresas agropecuarias.
VIVIENDADiputado Ziliotto, como usted bien lo planteó, nosotros le estamos dando una importancia sustancial a la institucionalidad de las distintas cuencas hídricas, tal cual lo marca la ley. Pero usted sabe bien que en el tiempo se había dejado de trabajar sobre este aspecto. De alguna manera, nos sentamos por primera vez en la cuenca del Carcarañá, de la laguna La Picasa y de otras. Hay una decisión irrestricta del Ministerio del Interior de no avanzar en ninguna obra que no tenga previamente el aval de los que conforman las distintas cuencas hídricas de la Argentina.
Me referiré a las obras en La Pampa y al acueducto de General Pico. Esta última es una de las obras más importantes. Nosotros sabemos la importancia que tiene todo el tema del agua para La Pampa. El presidente estuvo allí y lo planteó. Esa es una obra que estaba financiada originalmente por el Banco de Desarrollo del Brasil que, por motivos conocidos, hoy en día tienen dificultades para hacer este tipo de emprendimiento, razón por la cual eso se cae.
Nosotros tenemos la decisión de licitar de nuevo la obra con financiamiento. Entendemos que será exitoso dadas las nuevas condiciones que tiene la Argentina para el acceso al financiamiento y que esa obra, tal cual se comprometió el presidente, se va a hacer. Si no fuera de esta manera, será de otra. Pero nosotros entendemos que hay chances para conseguir financiamiento a tasas razonables en el cortísimo plazo.
Con respecto a Santa Rosa -esto se lo dije al gobernador y lo digo permanentemente-, junto con Bariloche son las dos situaciones de emergencia desde el punto de vista del sistema cloacal de las ciudades importantes de la Argentina. Está en un estado terminal. Fueron muchos años de falta de inversión, estamos hablando de décadas de falta de inversión. Para nosotros es una prioridad. Lo planteamos y estamos haciendo el plan maestro definitivo con una inversión para esa consultoría de 6 millones de pesos.
No tenga duda de que voy a ir a La Pampa solo, esta vez sin el presidente, y voy a anunciar las dos obras porque son obras que vamos a hacer sin lugar a dudas.
En cuanto a las viviendas, nosotros tenemos 2.023 viviendas en La Pampa. ¿Usted había hablado de viviendas?
Me referiré a las obras en La Pampa y al acueducto de General Pico. Esta última es una de las obras más importantes. Nosotros sabemos la importancia que tiene todo el tema del agua para La Pampa. El presidente estuvo allí y lo planteó. Esa es una obra que estaba financiada originalmente por el Banco de Desarrollo del Brasil que, por motivos conocidos, hoy en día tienen dificultades para hacer este tipo de emprendimiento, razón por la cual eso se cae.
Nosotros tenemos la decisión de licitar de nuevo la obra con financiamiento. Entendemos que será exitoso dadas las nuevas condiciones que tiene la Argentina para el acceso al financiamiento y que esa obra, tal cual se comprometió el presidente, se va a hacer. Si no fuera de esta manera, será de otra. Pero nosotros entendemos que hay chances para conseguir financiamiento a tasas razonables en el cortísimo plazo.
Con respecto a Santa Rosa -esto se lo dije al gobernador y lo digo permanentemente-, junto con Bariloche son las dos situaciones de emergencia desde el punto de vista del sistema cloacal de las ciudades importantes de la Argentina. Está en un estado terminal. Fueron muchos años de falta de inversión, estamos hablando de décadas de falta de inversión. Para nosotros es una prioridad. Lo planteamos y estamos haciendo el plan maestro definitivo con una inversión para esa consultoría de 6 millones de pesos.
No tenga duda de que voy a ir a La Pampa solo, esta vez sin el presidente, y voy a anunciar las dos obras porque son obras que vamos a hacer sin lugar a dudas.
En cuanto a las viviendas, nosotros tenemos 2.023 viviendas en La Pampa. ¿Usted había hablado de viviendas?
SR. ZILIOTTO Por eficiencia somos de hacer muchas viviendas.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA De ese tema no vamos a hablar, entonces.
SR. ZILIOTTO Tengo una queja por viviendas, pero la vemos después.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Perfecto, así hacemos más rápido.
Paso a las preguntas del diputado Lusquiños. La verdad que tenemos -recién lo hablaba con el secretario de Provincias- la obligación de conformar una institucionalidad de la mesa, como ya empezamos hacer con Santa fe, para llegar a un monto definitivo...
Paso a las preguntas del diputado Lusquiños. La verdad que tenemos -recién lo hablaba con el secretario de Provincias- la obligación de conformar una institucionalidad de la mesa, como ya empezamos hacer con Santa fe, para llegar a un monto definitivo...
SRA. CICILIANI Vio que no dije nada de eso.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Es cierto, diputada Ciciliani.
Decía, conformar una mesa para llegar a un monto definitivo y después ver la forma de pago, que puede incluir también compensaciones de deudas.
La verdad que el tema de los dos diques no lo manejo con precisión, diputado. Me excuso de hacer una contestación precisa. Pasaron casi 16 años, desde la promesa. Pasaron muchos presidentes y no se pudo resolver. Probablemente, si conformamos una mesa de diálogo -y aprovecho este momento para plantearlo, quizás le pido a usted que se quede con el Secretario de Provincias y la conforme-, también se puede incluir en la discusión este tema de tantos años y terminar con él.
El señor diputado David hacía una mención respecto a que no habíamos avanzado en el federalismo. Esto lo peleo con una mano atada y a muerte.
Estoy convencido y puedo probar que en nueve meses de gestión se ha avanzado muchísimo en un federalismo, que lamentablemente se venía deteriorando año tras año. En los últimos diez años, y me animo a decir en los últimos veinte, cada año que pasaba el gobierno nacional concentraba recursos en detrimento de las provincias, y detrás de eso estaba el objetivo de condicionar políticamente a los gobiernos subnacionales. No tengo duda respecto de lo que estoy diciendo, ocurría de esta manera y los números lo confirman.
Ese proceso de deterioro del federalismo lo cortamos el 10 diciembre. Por supuesto que no vamos a mejorarlo de un día para otro, pero el federalismo dejó de deteriorarse el 10 de diciembre del año pasado en todo sentido. No se trata solo de una cuestión numérica, tiene que ver con el vínculo que tenemos con los gobernadores, con las provincias y también con esta casa.
Es cierto que en este número del 24 al 27, -tampoco arrancamos del 24, veníamos del 34 pasamos al 24 y ahora estamos en el 27-, coincido en que este incremento no es para todos igual y habría que trabajar más en ese aspecto.
Ello no solo está vinculado con el incremento de las transferencias en general a las provincias y en particular a las que se beneficiaron con el fallo de la Corte, sino también con que la Nación disminuye su participación en la torta, sobre todo a partir de la eliminación de las retenciones a las economías regionales; ello influye en el reparto más equitativo de la torta de recursos federales.
En cuanto a la ciudad de Buenos Aires, lo hablamos con varios de ustedes y con los gobernadores y se determinó que para que haya más precisión respecto del uso de esos fondos haya una auditoría de la Comisión Federal de Impuestos. Aquí cedo el uso de la palabra al señor Alejandro Caldarelli para que nos explique este punto.
Decía, conformar una mesa para llegar a un monto definitivo y después ver la forma de pago, que puede incluir también compensaciones de deudas.
La verdad que el tema de los dos diques no lo manejo con precisión, diputado. Me excuso de hacer una contestación precisa. Pasaron casi 16 años, desde la promesa. Pasaron muchos presidentes y no se pudo resolver. Probablemente, si conformamos una mesa de diálogo -y aprovecho este momento para plantearlo, quizás le pido a usted que se quede con el Secretario de Provincias y la conforme-, también se puede incluir en la discusión este tema de tantos años y terminar con él.
El señor diputado David hacía una mención respecto a que no habíamos avanzado en el federalismo. Esto lo peleo con una mano atada y a muerte.
Estoy convencido y puedo probar que en nueve meses de gestión se ha avanzado muchísimo en un federalismo, que lamentablemente se venía deteriorando año tras año. En los últimos diez años, y me animo a decir en los últimos veinte, cada año que pasaba el gobierno nacional concentraba recursos en detrimento de las provincias, y detrás de eso estaba el objetivo de condicionar políticamente a los gobiernos subnacionales. No tengo duda respecto de lo que estoy diciendo, ocurría de esta manera y los números lo confirman.
Ese proceso de deterioro del federalismo lo cortamos el 10 diciembre. Por supuesto que no vamos a mejorarlo de un día para otro, pero el federalismo dejó de deteriorarse el 10 de diciembre del año pasado en todo sentido. No se trata solo de una cuestión numérica, tiene que ver con el vínculo que tenemos con los gobernadores, con las provincias y también con esta casa.
Es cierto que en este número del 24 al 27, -tampoco arrancamos del 24, veníamos del 34 pasamos al 24 y ahora estamos en el 27-, coincido en que este incremento no es para todos igual y habría que trabajar más en ese aspecto.
Ello no solo está vinculado con el incremento de las transferencias en general a las provincias y en particular a las que se beneficiaron con el fallo de la Corte, sino también con que la Nación disminuye su participación en la torta, sobre todo a partir de la eliminación de las retenciones a las economías regionales; ello influye en el reparto más equitativo de la torta de recursos federales.
En cuanto a la ciudad de Buenos Aires, lo hablamos con varios de ustedes y con los gobernadores y se determinó que para que haya más precisión respecto del uso de esos fondos haya una auditoría de la Comisión Federal de Impuestos. Aquí cedo el uso de la palabra al señor Alejandro Caldarelli para que nos explique este punto.
SR. SECRETARIO DE PROVINCIAS La auditoría de la Comisión Federal de Impuestos resolvió, como este era el primer año en el que todavía los recursos no estaban totalmente transferidos a la ciudad sino que pagaba la Nación, que se hacía a fin de año, y a partir del año próximo que el seguimiento sea trimestral o semestral, según lo determine la comisión conformada por todos los ministros de Economía de las provincias.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Eso en lo que respecta a la utilización de los fondos. Sepamos que el sacrificio que estamos haciendo se usa específicamente para este objetivo.
Quiero recordar que el traspaso de las fuerzas de seguridad con fondos a la ciudad de Buenos Aires fue una promesa de campaña de todos los candidatos a presidente de la Argentina.
En relación con el tema de AySA, es cierto lo que planteó el señor diputado. En pos de la equidad, todos los ciudadanos del área metropolitana hicimos un esfuerzo, pero por una decisión del Poder Ejecutivo el cambio del esquema tarifario permitirá que el Tesoro Nacional deje de subsidiar el agua potable, el saneamiento y las cloacas en el área metropolitana. Ahora, como hacemos en el resto de las provincias, vamos a atacar el problema de las obras de infraestructura. Eso lo hacemos en AySA, en el área metropolitana y en el resto del país, sobre todo a través del instrumento del ENHOSA.
Aquí quiero ser muy preciso. El presidente me ha dado una indicación muy clara: a fin de su mandato el 100 por ciento de los argentinos tienen que tener agua potable y el 75 tienen que tener cloacas. Esto es en toda la Argentina, así que en este sentido nosotros tenemos una restricción -nuevamente quiero se claro en este punto- con los proyectos ejecutivos.
El caso de Santa Rosa se relaciona con ello. Ahora no está el diputado Ziliotto. Santa Rosa tiene un problema viejísimo con las cloacas. Cuando tomamos la decisión de ponerla como prioridad nos encontramos con que no había un plan maestro para solucionar este problema. No es fácil, son obras antiquísimas, tenemos que saber por dónde pasan y cuál es la situación en la que se encuentra. Tuvimos que empezar de cero con el plan maestro para solucionar ese problema, y lo digo como ejemplo de por qué uno muchas veces avanza a distintas velocidades en el país. El objetivo del 100 por ciento de agua potable y 75 por ciento de cloacas es para todo el país.
Con respecto a AySA creo que, como veníamos, mejoramos la equidad en la distribución territorial del federalismo. Por lo menos ya no se subsidia el gasto corriente de AySA, y empezamos a tener, como en el resto del país, las inversiones de capital.
Dicho esto, el grueso del presupuesto de la Subsecretaría de Obras Hídricas de la Nación no va al área metropolitana, porque la inversión más importante se da en la represa. Entonces, Neuquén, Mendoza, Catamarca y Tucumán son las provincias que tienen una participación presupuestaria mayor; digo para ponerlo en términos de transferencias presupuestarias.
Con respecto al Plan Belgrano me permito disentir. No es que lo que hace el Plan Belgrano es mantener las mismas cosas y ponerle el sellito del Plan Belgrano. No es así, si no, no tendríamos estos datos de incremento como los que planteaba antes, en donde el 40 por ciento del presupuesto para vivienda se destina a las provincias del Plan Belgrano, sobre el 21 por ciento. Eso antes no era así, después si quieren les muestro cómo era. El 80 por ciento destinado al agua potable y alcantarillado y el 34 por ciento a nuestra estructura educativa, no era así antes, porque hay una mirada especial hacia las provincias del norte grande.
No recuerdo exactamente quien planteaba -creo que el diputado Kosiner- que hagamos una planilla especial o un anexo especial en el presupuesto para que queden claros todos estos números. Hagamos una planilla especial y que quede clara esta discusión, allí también especifiquemos cómo venía siendo antes la participación de todas y cada una de las transferencias para el norte grande.
Tampoco es que el Plan Belgrano estuvo concebido como obras de infraestructura, eso no es verdad. Si nos dan derecho de autor déjennos plantear qué es lo que nosotros intentamos poner sobre la mesa cuando hablamos del Plan Belgrano. Es una mirada especial y políticas públicas destinadas a compensar 200 años de desequilibrios en la Argentina. No solo tienen que ver con la infraestructura, aunque fundamentalmente sí tienen que ver con la infraestructura que mejora la competitividad. Pero la competitividad no se mejora solamente con la infraestructura, por eso las otras líneas de acción que recién planteamos a lo largo de las preguntas y de la exposición.
También tomo lo que dice el diputado David respecto a los jardines de infantes. Le planteé al subsecretario Delgado que en la próxima reunión tratemos el tema de la participación de las pymes en las provincias, sobre todo en las obras que se hacen en paquetes grandes, que muchas dejan de lado la participación de las pymes locales. Lo tomo en cuenta.
En cuanto a las preguntas del diputado Pitrola, la verdad que busqué asistencia para las preguntas que usted me hizo, me di vuelta y nadie pudo contestarme, así que vamos a tener que esperar que vengan los ministros de las distintas áreas.
Me quedo con el tema de su preocupación respecto al déficit habitacional. Tal como lo dije al principio, en la Argentina el déficit habitacional es terrible y además, lejos de solucionarse, ha venido creciendo año a año.
No es que en la Argentina faltan 3,5 millones de viviendas, por suerte no es de ese tamaño el déficit cuantitativo. Estamos hablando de 1,5 millones de hogares con déficit cuantitativo y 2,2 millones con déficit cualitativo.
De esos 3,6 millones de déficit cualitativo y cuantitativo, en estos cuatro años de gestión nosotros vamos a tratar, por todos los medios, de solucionar un millón, en lo cualitativo y en lo cuantitativo. Por eso el esfuerzo que estamos haciendo en pasar en gran medida los dineros públicos de un subsidio a la oferta a un subsidio a la demanda, porque eso es mucho más inteligente y nos va a permitir rápidamente encontrar más soluciones a la problemática que enfrentamos, a pesar de que entendemos que una parte de la construcción, sobre todo para las viviendas sociales, tiene que sostenerse.
Por eso también el énfasis y la ampliación presupuestaria que estamos haciendo en el área de mejora del hábitat, que les aseguro que es muy ponderada por todos y cada uno de los gobernadores e intendentes que hasta ahora han tenido la posibilidad de trabajar con nosotros en este tema.
Al diputado Basterra -que creo que era el último de esta tanda-, quiero decirle lo siguiente. Debemos rescatar -y esto va para otras propuestas que escuché y anoté a lo largo de esta reunión- que por primera vez en mucho tiempo este no es un presupuesto a libro cerrado. Nosotros no venimos acá a decirles: "Esto es lo que hay que votar, señores; tienen treinta días para hacerlo". Nosotros venimos a debatir, a discutir y a incorporar las buenas ideas que ustedes nos transmiten en cada una de estas reuniones, tal como hicimos -y no me canso de repetirlo porque estamos orgullosos de que haya sido así- en todos y cada uno de los proyectos de ley que envió el Poder Ejecutivo, que por suerte pudimos aprobarlos todos y que terminaron en mucho mejores leyes que los proyectos que enviamos nosotros.
Es decir, la discusión, el debate y el enriquecimiento de opiniones de los que no piensan exactamente igual a nosotros han mejorado los proyectos de ley del Poder Ejecutivo, y eso mismo tiene que ocurrir con el presupuesto nacional.
Entiendo que este es el camino, y por eso estamos tomando nota de todas y cada una de las propuestas que ustedes plantean, y después, por supuesto, las tenemos que hacer chocar con la restricción presupuestaria.
En el caso de Formosa, también tenemos el orgullo de decir que nunca antes en la historia de la provincia hubo tanta inversión como la habrá durante estos cuatro años de gestión en un tema tan delicado y tan pedido por la población de la provincia como el del agua potable, y ya arrancamos con la promesa del presidente, en el caso de Clorinda y de la capital de Formosa.
Quiero recordar que el traspaso de las fuerzas de seguridad con fondos a la ciudad de Buenos Aires fue una promesa de campaña de todos los candidatos a presidente de la Argentina.
En relación con el tema de AySA, es cierto lo que planteó el señor diputado. En pos de la equidad, todos los ciudadanos del área metropolitana hicimos un esfuerzo, pero por una decisión del Poder Ejecutivo el cambio del esquema tarifario permitirá que el Tesoro Nacional deje de subsidiar el agua potable, el saneamiento y las cloacas en el área metropolitana. Ahora, como hacemos en el resto de las provincias, vamos a atacar el problema de las obras de infraestructura. Eso lo hacemos en AySA, en el área metropolitana y en el resto del país, sobre todo a través del instrumento del ENHOSA.
Aquí quiero ser muy preciso. El presidente me ha dado una indicación muy clara: a fin de su mandato el 100 por ciento de los argentinos tienen que tener agua potable y el 75 tienen que tener cloacas. Esto es en toda la Argentina, así que en este sentido nosotros tenemos una restricción -nuevamente quiero se claro en este punto- con los proyectos ejecutivos.
El caso de Santa Rosa se relaciona con ello. Ahora no está el diputado Ziliotto. Santa Rosa tiene un problema viejísimo con las cloacas. Cuando tomamos la decisión de ponerla como prioridad nos encontramos con que no había un plan maestro para solucionar este problema. No es fácil, son obras antiquísimas, tenemos que saber por dónde pasan y cuál es la situación en la que se encuentra. Tuvimos que empezar de cero con el plan maestro para solucionar ese problema, y lo digo como ejemplo de por qué uno muchas veces avanza a distintas velocidades en el país. El objetivo del 100 por ciento de agua potable y 75 por ciento de cloacas es para todo el país.
Con respecto a AySA creo que, como veníamos, mejoramos la equidad en la distribución territorial del federalismo. Por lo menos ya no se subsidia el gasto corriente de AySA, y empezamos a tener, como en el resto del país, las inversiones de capital.
Dicho esto, el grueso del presupuesto de la Subsecretaría de Obras Hídricas de la Nación no va al área metropolitana, porque la inversión más importante se da en la represa. Entonces, Neuquén, Mendoza, Catamarca y Tucumán son las provincias que tienen una participación presupuestaria mayor; digo para ponerlo en términos de transferencias presupuestarias.
Con respecto al Plan Belgrano me permito disentir. No es que lo que hace el Plan Belgrano es mantener las mismas cosas y ponerle el sellito del Plan Belgrano. No es así, si no, no tendríamos estos datos de incremento como los que planteaba antes, en donde el 40 por ciento del presupuesto para vivienda se destina a las provincias del Plan Belgrano, sobre el 21 por ciento. Eso antes no era así, después si quieren les muestro cómo era. El 80 por ciento destinado al agua potable y alcantarillado y el 34 por ciento a nuestra estructura educativa, no era así antes, porque hay una mirada especial hacia las provincias del norte grande.
No recuerdo exactamente quien planteaba -creo que el diputado Kosiner- que hagamos una planilla especial o un anexo especial en el presupuesto para que queden claros todos estos números. Hagamos una planilla especial y que quede clara esta discusión, allí también especifiquemos cómo venía siendo antes la participación de todas y cada una de las transferencias para el norte grande.
Tampoco es que el Plan Belgrano estuvo concebido como obras de infraestructura, eso no es verdad. Si nos dan derecho de autor déjennos plantear qué es lo que nosotros intentamos poner sobre la mesa cuando hablamos del Plan Belgrano. Es una mirada especial y políticas públicas destinadas a compensar 200 años de desequilibrios en la Argentina. No solo tienen que ver con la infraestructura, aunque fundamentalmente sí tienen que ver con la infraestructura que mejora la competitividad. Pero la competitividad no se mejora solamente con la infraestructura, por eso las otras líneas de acción que recién planteamos a lo largo de las preguntas y de la exposición.
También tomo lo que dice el diputado David respecto a los jardines de infantes. Le planteé al subsecretario Delgado que en la próxima reunión tratemos el tema de la participación de las pymes en las provincias, sobre todo en las obras que se hacen en paquetes grandes, que muchas dejan de lado la participación de las pymes locales. Lo tomo en cuenta.
En cuanto a las preguntas del diputado Pitrola, la verdad que busqué asistencia para las preguntas que usted me hizo, me di vuelta y nadie pudo contestarme, así que vamos a tener que esperar que vengan los ministros de las distintas áreas.
Me quedo con el tema de su preocupación respecto al déficit habitacional. Tal como lo dije al principio, en la Argentina el déficit habitacional es terrible y además, lejos de solucionarse, ha venido creciendo año a año.
No es que en la Argentina faltan 3,5 millones de viviendas, por suerte no es de ese tamaño el déficit cuantitativo. Estamos hablando de 1,5 millones de hogares con déficit cuantitativo y 2,2 millones con déficit cualitativo.
De esos 3,6 millones de déficit cualitativo y cuantitativo, en estos cuatro años de gestión nosotros vamos a tratar, por todos los medios, de solucionar un millón, en lo cualitativo y en lo cuantitativo. Por eso el esfuerzo que estamos haciendo en pasar en gran medida los dineros públicos de un subsidio a la oferta a un subsidio a la demanda, porque eso es mucho más inteligente y nos va a permitir rápidamente encontrar más soluciones a la problemática que enfrentamos, a pesar de que entendemos que una parte de la construcción, sobre todo para las viviendas sociales, tiene que sostenerse.
Por eso también el énfasis y la ampliación presupuestaria que estamos haciendo en el área de mejora del hábitat, que les aseguro que es muy ponderada por todos y cada uno de los gobernadores e intendentes que hasta ahora han tenido la posibilidad de trabajar con nosotros en este tema.
Al diputado Basterra -que creo que era el último de esta tanda-, quiero decirle lo siguiente. Debemos rescatar -y esto va para otras propuestas que escuché y anoté a lo largo de esta reunión- que por primera vez en mucho tiempo este no es un presupuesto a libro cerrado. Nosotros no venimos acá a decirles: "Esto es lo que hay que votar, señores; tienen treinta días para hacerlo". Nosotros venimos a debatir, a discutir y a incorporar las buenas ideas que ustedes nos transmiten en cada una de estas reuniones, tal como hicimos -y no me canso de repetirlo porque estamos orgullosos de que haya sido así- en todos y cada uno de los proyectos de ley que envió el Poder Ejecutivo, que por suerte pudimos aprobarlos todos y que terminaron en mucho mejores leyes que los proyectos que enviamos nosotros.
Es decir, la discusión, el debate y el enriquecimiento de opiniones de los que no piensan exactamente igual a nosotros han mejorado los proyectos de ley del Poder Ejecutivo, y eso mismo tiene que ocurrir con el presupuesto nacional.
Entiendo que este es el camino, y por eso estamos tomando nota de todas y cada una de las propuestas que ustedes plantean, y después, por supuesto, las tenemos que hacer chocar con la restricción presupuestaria.
En el caso de Formosa, también tenemos el orgullo de decir que nunca antes en la historia de la provincia hubo tanta inversión como la habrá durante estos cuatro años de gestión en un tema tan delicado y tan pedido por la población de la provincia como el del agua potable, y ya arrancamos con la promesa del presidente, en el caso de Clorinda y de la capital de Formosa.
SR. BASTERRA Perdón, ministro, no escuché porque estaba desatento. ¿Dijo "el acueducto"?
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Yo estaba hablando de las cloacas y el agua potable.
SR. BASTERRA Está bien, pero para el agua se necesita el acueducto.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Coincido. Lamentablemente, entre todas estas obras que usted enumeró, de las que había sido beneficiaria la provincia, el acueducto no estaba.
SR. PRESIDENTE LASPINA Se ha cerrado la lista de oradores y tengo a los últimos cuatro anotados. Les pido la máxima brevedad, porque el ministro se tenía que retirar hace más de media hora. Tengo a anotados a los diputados Frana, Solana, Snopek y Torroba.
Tiene la palabra la señora diputada Frana.
Tiene la palabra la señora diputada Frana.
SRA. FRANA Señor presidente: quiero agradecer al señor ministro por venir a la comisión a dar todas las explicaciones que pedimos.
Trataré de ser muy breve porque muchas de las cosas que pensaba preguntar ya fueron respondidas a otros colegas diputados. Me voy a circunscribir entonces a la provincia de la que vengo, que es Santa Fe.
Respecto del Plan Belgrano en particular, el señor ministro sabe -porque conoce nuestra provincia- que el norte de Santa Fe tiene características similares a las provincias que hoy están incluidas en el plan. Mi pregunta es por qué no fue incluido el norte de nuestra provincia en ese plan, a pesar de los sucesivos pedidos hechos por otros actores políticos, y si está previsto por el gobierno que la provincia sea incluida.
Por otro lado, quería decirle al señor ministro que, a partir del análisis que nosotros hacemos del proyecto de presupuesto, vemos que la provincia de Santa Fe no es de las más favorecidas. A lo mejor usted opina lo contrario, y me gustaría conversarlo.
En realidad, nuestra provincia, dentro del total previsto como inversión en obra pública, participa solo en un 2,05 por ciento, cuando en superficie tenemos el 4,78 por ciento del total nacional y tenemos un 7,96 por ciento de la población de nuestro país.
Entonces, la pregunta que quiero hacer es si esto obedece a algún tipo de criterio o está previsto modificarlo a lo largo del año que viene.
También quiero comentar que hay un conjunto de obras que sabemos que no es una deuda nueva -y esto lo digo antes de que entremos en un debate político-, hay obras que hace tiempo se reclaman en nuestra provincia. Dos de ellas estaban incluidas en el presupuesto del año 2016 y vemos que no están en el presupuesto para 2017. Me refiero al puente Santa Fe-Santo Tomé y las obras complementarias del puerto de Santa Fe.
También rápidamente voy a enumerar un conjunto de obras que son importantes, muchas de las cuales creo que tienen su proyecto ejecutivo. Por ejemplo, la autovía de la ruta 11, que une Santa Fe con San Justo, el puente Reconquista-Goya, el ensanche del puente Reconquista-Avellaneda, el aeropuerto de Santa Fe y el de Rosario, ensanche de pista aeropuerto Sauce Viejo, autovía 34 en el tramo Sunchales-Rosario; obra de protección contra inundaciones, gasoducto del NEA, gasoducto lechero (están los avales de Nación), acueductos de Santa Fe.
Finalmente, señor ministro -algunas cosas ya fueron respondidas-, sobre el tema vivienda, de acuerdo con los cálculos que nosotros hacemos, reconozco que hay mucha deuda en esta materia. Celebro la vocación del gobierno de querer saldar parte de esa deuda, pero nosotros tenemos el siguiente análisis y, a lo mejor, usted va a poder decirme en qué estamos equivocados.
En primer lugar, en el mensaje de presupuesto se habla de construir 120 mil viviendas y otorgar 175 mil créditos subsidiados en tres años. Asimismo en el presupuesto de Vivienda y Urbanismo de 2016 lo previsto es 18.820 millones y en 2017, 30.046 millones, lo que representa un aumento de 11.225 millones -lo cual vemos como positivo-, que es casi un 59,6 por ciento de aumento.
En segundo lugar, por el artículo 53 se crea el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social, financiado con las exenciones del artículo 12 de la ley 24.855 y no hay otro presupuesto asignado.
En tercer lugar, el artículo 38 del proyecto de ley de presupuesto, asigna 10.500 millones para el programa Procrear Bicentenario con letras del Tesoro a dos años, mientras el artículo 43 del presupuesto le daba 15 mil millones. Esto implica en sí mismo una caída del 30 por ciento nominal y real de más del 50. Esta es la apreciación que hacemos en nuestra evaluación; puede suceder que nos estemos perdiendo algo de vista.
Finalmente, como última pregunta, el decreto de necesidad y urgencia N° 797/2016, por el cual se redireccionaron más de 98 mil millones que los 60 mil que son para financiar megaobras de transporte en Ciudad de Buenos Aires -Estación Obelisco, soterramiento del Sarmiento, la estación subterránea Constitución y alrededores- fue rechazado en la comisión bicameral en el mes de agosto y todavía no fue tratado en el recinto. Le pregunto: si este decreto es rechazado, ¿cómo se van a financiar estas obras? ¿Contra qué crédito presupuestario se les va a dar cumplimiento? ¿Y qué temperamento adoptará el Poder Ejecutivo si este rechazo es definitivo?
Trataré de ser muy breve porque muchas de las cosas que pensaba preguntar ya fueron respondidas a otros colegas diputados. Me voy a circunscribir entonces a la provincia de la que vengo, que es Santa Fe.
Respecto del Plan Belgrano en particular, el señor ministro sabe -porque conoce nuestra provincia- que el norte de Santa Fe tiene características similares a las provincias que hoy están incluidas en el plan. Mi pregunta es por qué no fue incluido el norte de nuestra provincia en ese plan, a pesar de los sucesivos pedidos hechos por otros actores políticos, y si está previsto por el gobierno que la provincia sea incluida.
Por otro lado, quería decirle al señor ministro que, a partir del análisis que nosotros hacemos del proyecto de presupuesto, vemos que la provincia de Santa Fe no es de las más favorecidas. A lo mejor usted opina lo contrario, y me gustaría conversarlo.
En realidad, nuestra provincia, dentro del total previsto como inversión en obra pública, participa solo en un 2,05 por ciento, cuando en superficie tenemos el 4,78 por ciento del total nacional y tenemos un 7,96 por ciento de la población de nuestro país.
Entonces, la pregunta que quiero hacer es si esto obedece a algún tipo de criterio o está previsto modificarlo a lo largo del año que viene.
También quiero comentar que hay un conjunto de obras que sabemos que no es una deuda nueva -y esto lo digo antes de que entremos en un debate político-, hay obras que hace tiempo se reclaman en nuestra provincia. Dos de ellas estaban incluidas en el presupuesto del año 2016 y vemos que no están en el presupuesto para 2017. Me refiero al puente Santa Fe-Santo Tomé y las obras complementarias del puerto de Santa Fe.
También rápidamente voy a enumerar un conjunto de obras que son importantes, muchas de las cuales creo que tienen su proyecto ejecutivo. Por ejemplo, la autovía de la ruta 11, que une Santa Fe con San Justo, el puente Reconquista-Goya, el ensanche del puente Reconquista-Avellaneda, el aeropuerto de Santa Fe y el de Rosario, ensanche de pista aeropuerto Sauce Viejo, autovía 34 en el tramo Sunchales-Rosario; obra de protección contra inundaciones, gasoducto del NEA, gasoducto lechero (están los avales de Nación), acueductos de Santa Fe.
Finalmente, señor ministro -algunas cosas ya fueron respondidas-, sobre el tema vivienda, de acuerdo con los cálculos que nosotros hacemos, reconozco que hay mucha deuda en esta materia. Celebro la vocación del gobierno de querer saldar parte de esa deuda, pero nosotros tenemos el siguiente análisis y, a lo mejor, usted va a poder decirme en qué estamos equivocados.
En primer lugar, en el mensaje de presupuesto se habla de construir 120 mil viviendas y otorgar 175 mil créditos subsidiados en tres años. Asimismo en el presupuesto de Vivienda y Urbanismo de 2016 lo previsto es 18.820 millones y en 2017, 30.046 millones, lo que representa un aumento de 11.225 millones -lo cual vemos como positivo-, que es casi un 59,6 por ciento de aumento.
En segundo lugar, por el artículo 53 se crea el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social, financiado con las exenciones del artículo 12 de la ley 24.855 y no hay otro presupuesto asignado.
En tercer lugar, el artículo 38 del proyecto de ley de presupuesto, asigna 10.500 millones para el programa Procrear Bicentenario con letras del Tesoro a dos años, mientras el artículo 43 del presupuesto le daba 15 mil millones. Esto implica en sí mismo una caída del 30 por ciento nominal y real de más del 50. Esta es la apreciación que hacemos en nuestra evaluación; puede suceder que nos estemos perdiendo algo de vista.
Finalmente, como última pregunta, el decreto de necesidad y urgencia N° 797/2016, por el cual se redireccionaron más de 98 mil millones que los 60 mil que son para financiar megaobras de transporte en Ciudad de Buenos Aires -Estación Obelisco, soterramiento del Sarmiento, la estación subterránea Constitución y alrededores- fue rechazado en la comisión bicameral en el mes de agosto y todavía no fue tratado en el recinto. Le pregunto: si este decreto es rechazado, ¿cómo se van a financiar estas obras? ¿Contra qué crédito presupuestario se les va a dar cumplimiento? ¿Y qué temperamento adoptará el Poder Ejecutivo si este rechazo es definitivo?
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Torroba.
SR. TORROBA En primer lugar, me llevo el compromiso suyo de que la obra Portezuelo del Viento no va a ser financiada si no tiene la aprobación del Comité de Cuencas. En gobiernos anteriores, una serie de obras hídricas fueron financiadas por el gobierno federal sin autorización del Comité de Cuencas, en violación a una ley nacional. Me llevo una buena noticia para la provincia de La Pampa.
Nosotros hemos pedido -y la Cámara ha aprobado por unanimidad- que la ley 25.688, de régimen de gestión ambiental del agua, sea reglamentada. Además, soy autor de un proyecto por el cual se prohíbe al gobierno nacional financiar obras que no tengan la aprobación de los Comités de Cuencas.
Tenemos 101 cuencas hídricas en todo el país y en este momento hay tres comités de cuenca funcionando realmente como comités de cuenca. Me parece bueno que se tome esto como una política de Estado y que con el transcruso del tiempo podamos corregir esta anarquía.
En segundo lugar, voy a referirme a las obras de cloacas de la ciudad de Santa Rosa. La ciudad de Santa Rosa tuvo un plan maestro que fue desbordado. En la actualidad hay que corregir ese desborde. Como sugerencia, yo diría que muchas municipalidades están en condiciones de hacer obras por casi un tercio de la inversión que destinaría el sector privado. Es más, en Santa Rosa casi todas la obras de cloacas, aguas, cordón cuneta, pavimento, etcétera, han sido hechas por la municipalidad, que está debidamente equipada y tiene los técnicos para hacerlo. A lo mejor, una forma de acortar el tiempo sea suministrar los recursos económicos para que el municipio pueda empezar a trabajar.
Lo que está colapsado en Santa Rosa es el casco histórico -que comprende unas ciento cincuenta cuadras-, pero no toda la ciudad de Santa Rosa. Sugerimos, entonces, que se acelere el proceso de obras a partir del auxilio nacional y provincial, y que la Municipalidad de Santa Rosa se encargue de aportar la mano de obra.
Nosotros hemos pedido -y la Cámara ha aprobado por unanimidad- que la ley 25.688, de régimen de gestión ambiental del agua, sea reglamentada. Además, soy autor de un proyecto por el cual se prohíbe al gobierno nacional financiar obras que no tengan la aprobación de los Comités de Cuencas.
Tenemos 101 cuencas hídricas en todo el país y en este momento hay tres comités de cuenca funcionando realmente como comités de cuenca. Me parece bueno que se tome esto como una política de Estado y que con el transcruso del tiempo podamos corregir esta anarquía.
En segundo lugar, voy a referirme a las obras de cloacas de la ciudad de Santa Rosa. La ciudad de Santa Rosa tuvo un plan maestro que fue desbordado. En la actualidad hay que corregir ese desborde. Como sugerencia, yo diría que muchas municipalidades están en condiciones de hacer obras por casi un tercio de la inversión que destinaría el sector privado. Es más, en Santa Rosa casi todas la obras de cloacas, aguas, cordón cuneta, pavimento, etcétera, han sido hechas por la municipalidad, que está debidamente equipada y tiene los técnicos para hacerlo. A lo mejor, una forma de acortar el tiempo sea suministrar los recursos económicos para que el municipio pueda empezar a trabajar.
Lo que está colapsado en Santa Rosa es el casco histórico -que comprende unas ciento cincuenta cuadras-, pero no toda la ciudad de Santa Rosa. Sugerimos, entonces, que se acelere el proceso de obras a partir del auxilio nacional y provincial, y que la Municipalidad de Santa Rosa se encargue de aportar la mano de obra.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Solanas.
SR. SOLANAS Señor presidente: voy a referirme directamente a mi provincia, Entre Ríos, dado el poco tiempo que nos queda.
Estos días estuve analizando las obras pautadas para dicha provincia. Se habla del saneamiento horizontal de varias rutas nacionales en el litoral, y se nombra las provincias de Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Formosa.
Estos días estuve analizando las obras pautadas para dicha provincia. Se habla del saneamiento horizontal de varias rutas nacionales en el litoral, y se nombra las provincias de Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Formosa.
SR. PRESIDENTE LASPINA Quiero aclararle que este no es un tema del ministro Frigerio sino del ministro Dietrich, que ha sido convocado para la semana que viene. Lo digo para evitar que haga dos veces la misma pregunta.
SR. SOLANAS Hago mención a esto en función de que no existe visibilidad de las obras para la provincia de Entre Ríos, sino que están totalmente difusas. Lo que uno infiere respecto de lo que tiene que ver con 2017, 2018 y 2019 es que hay un 0,3 por ciento menos de obra para Entre Ríos. Me parece que no es una cuestión menor, y quería señalarlo.
Quiero preguntarle también al señor ministro sobre obras importantes que no figuran en el presupuesto. A nosotros nos rodean dos ríos importantes: el Uruguay y el Paraná. Es importante tener en claro el dragado de los mismos ríos y continuar lo que se ha hecho en el río Uruguay conjuntamente con la República Oriental del Uruguay, que es el acceso del canal. Se trata de una obra importante, gracias a la cual han entrado buques en la ciudad de Concepción del Uruguay, y han salido de allí hacia distintos lugares del mundo. Esto se ha dado en un área metropolitana junto con Paysandú y las intendencias del hermano país oriental.
Además, si bien en el presupuesto esto no figura, quisiera saber si hay un plan para recuperar los puertos de las hidrovías del río Uruguay y, sobre todo, del río Paraná.
Quiero preguntarle también al señor ministro sobre obras importantes que no figuran en el presupuesto. A nosotros nos rodean dos ríos importantes: el Uruguay y el Paraná. Es importante tener en claro el dragado de los mismos ríos y continuar lo que se ha hecho en el río Uruguay conjuntamente con la República Oriental del Uruguay, que es el acceso del canal. Se trata de una obra importante, gracias a la cual han entrado buques en la ciudad de Concepción del Uruguay, y han salido de allí hacia distintos lugares del mundo. Esto se ha dado en un área metropolitana junto con Paysandú y las intendencias del hermano país oriental.
Además, si bien en el presupuesto esto no figura, quisiera saber si hay un plan para recuperar los puertos de las hidrovías del río Uruguay y, sobre todo, del río Paraná.
SR. PRESIDENTE LASPINA La semana que viene el ministro Dietrich va a poder responder sobre el tema de hidrovías.
SR. SOLANAS ¿Puedo preguntar sobre el puente de Santa Fe-Paraná?
SR. PRESIDENTE LASPINA Todo lo que sea vialidad y transportes se lo va a poder responder el ministro Dietrich la semana que viene.
Ahora está presente el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, que se ocupa entre otras cosas de viviendas, agua y cloacas.
Ahora está presente el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, que se ocupa entre otras cosas de viviendas, agua y cloacas.
SR. SOLANAS Pero el ministro del Interior recorre permanentemente la región. Esto es importante en función de que hay solamente un dinero para el proyecto de Paraná-Santa Fe, y obviamente nos parece que en la región tendría que haber un presupuesto en función del desarrollo de 2017, 2018 y 2019.
El presidente Macri manifestó al principio de su gestión que los gobernadores iban a ser socios. Con el paso del tiempo eso ha sucedido en pequeñas gotas. Yo creo que se ha ido subordinando a los gobernadores en función de las disponibilidades de cada uno de ellos.
Quiero preguntar al ministro si cree que la única salida para nuestras provincias es el endeudamiento externo, algo que se ha aplicado mucho en las provincias y en los municipios.
Otra cosa que amerita su planteamiento aquí aunque no se corresponda con el área pertinente -y ya que el ministro del Interior conoce la realidad del país-, es que hay 40.000 ciudadanos que están tratando de ampliar su crédito Procrear en las mismas condiciones que tuvieron cuando fueron adjudicatarios.
Habría que prestarle una decidida atención a estas familias. Muchas de ellas tienen profundas dificultades. He visto casos en los que las familias, para no ser robadas, viven en carpas al lado de sus terrenos de forma muy precaria. Obviamente, es muy importante que el gobierno nacional tome esto y amplíe decididamente el Plan Procrear a los ya adjudicatarios, que son unas 40.000 familias.
En cuanto al Plan Nacional de Hábitat y Vivienda que mencionó el ministro, considero que es bueno. El ministro manifestaba claramente su sentimiento federal en materia de distribución de los recursos. En la provincia de Entre Ríos se han hecho algunas críticas respecto de que los intendentes no son tratados todos como iguales.
Para terminar, quiero referirme a la reforma política que planteó el ministro. Quiero manifestar, señor ministro, que no he encontrado ningún entrerriano en la ciudad de Paraná que me diga que ustedes tienen que reformar el sistema político y el sufragio. La verdad es que esto no está en la agenda del pueblo, de los ciudadanos de a pie de la República Argentina. Las necesidades de los ciudadanos son otras. La media de ingresos en la provincia de Entre Ríos y en el resto del país es de casi 10.000 pesos por familia. Las dificultades que tienen las pequeñas y medianas empresas, sobre todo en las actividades como el citrus, el arroz y la agricultura en general, coinciden con los problemas que tiene la mayoría de los ciudadanos, que están muy lejos de plantearnos una reforma política.
De modo tal que, como dije hace unos días, sería bueno que en esta Cámara tuviéramos una mirada que fuera más allá de lo que nos parece a los hombres y mujeres que estamos en política. El tema del voto electrónico no es un tema que atraviese las necesidades de los argentinos. Es un proyecto que se dirige a cambiar la formas, pero en ningún caso va a profundizar la democracia en la República Argentina.
El presidente Macri manifestó al principio de su gestión que los gobernadores iban a ser socios. Con el paso del tiempo eso ha sucedido en pequeñas gotas. Yo creo que se ha ido subordinando a los gobernadores en función de las disponibilidades de cada uno de ellos.
Quiero preguntar al ministro si cree que la única salida para nuestras provincias es el endeudamiento externo, algo que se ha aplicado mucho en las provincias y en los municipios.
Otra cosa que amerita su planteamiento aquí aunque no se corresponda con el área pertinente -y ya que el ministro del Interior conoce la realidad del país-, es que hay 40.000 ciudadanos que están tratando de ampliar su crédito Procrear en las mismas condiciones que tuvieron cuando fueron adjudicatarios.
Habría que prestarle una decidida atención a estas familias. Muchas de ellas tienen profundas dificultades. He visto casos en los que las familias, para no ser robadas, viven en carpas al lado de sus terrenos de forma muy precaria. Obviamente, es muy importante que el gobierno nacional tome esto y amplíe decididamente el Plan Procrear a los ya adjudicatarios, que son unas 40.000 familias.
En cuanto al Plan Nacional de Hábitat y Vivienda que mencionó el ministro, considero que es bueno. El ministro manifestaba claramente su sentimiento federal en materia de distribución de los recursos. En la provincia de Entre Ríos se han hecho algunas críticas respecto de que los intendentes no son tratados todos como iguales.
Para terminar, quiero referirme a la reforma política que planteó el ministro. Quiero manifestar, señor ministro, que no he encontrado ningún entrerriano en la ciudad de Paraná que me diga que ustedes tienen que reformar el sistema político y el sufragio. La verdad es que esto no está en la agenda del pueblo, de los ciudadanos de a pie de la República Argentina. Las necesidades de los ciudadanos son otras. La media de ingresos en la provincia de Entre Ríos y en el resto del país es de casi 10.000 pesos por familia. Las dificultades que tienen las pequeñas y medianas empresas, sobre todo en las actividades como el citrus, el arroz y la agricultura en general, coinciden con los problemas que tiene la mayoría de los ciudadanos, que están muy lejos de plantearnos una reforma política.
De modo tal que, como dije hace unos días, sería bueno que en esta Cámara tuviéramos una mirada que fuera más allá de lo que nos parece a los hombres y mujeres que estamos en política. El tema del voto electrónico no es un tema que atraviese las necesidades de los argentinos. Es un proyecto que se dirige a cambiar la formas, pero en ningún caso va a profundizar la democracia en la República Argentina.
SR. PRESIDENTE LASPINA Tiene la palabra el señor diputado Alejandro Francisco Snopek.
SR. SNOPEK (A. F.) Agradezco al señor ministro por su presencia.
No me voy a extender sobre el Plan Belgrano, que ya ha sido objeto de planteos de otros diputados con los cuales coincido. También coincido con lo que planteó el señor ministro en cuanto a su disposición para que, entre su ministerio a cargo y esta comisión, hagamos un detalle pormenorizado de las obras de infraestructura del Plan Belgrano. Coincidimos plenamente en la necesidad de priorizar esa región en materia presupuestaria.
Además, si uno mira la cuestión desde el punto de vista de las partes centrales de la Argentina, desde el más puro egoísmo, priorizar recursos para las zonas más postergadas de la Argentina, que son las del NOA y NEA -hace poco pudimos ver los índices de desarrollo y de pobreza en esas zonas-, hace que, por un lado, la respuesta a la contribución marginal de las inversiones por cada peso invertido sea mayor en esas áreas. Y por el otro, al equilibrar toda la Argentina, las tasas a las que nos pueden prestar los organismos internacionales hacen que baje el riesgo país del conjunto.
Coincidimos plenamente con la priorización del Plan Belgrano, pero creemos que debe plasmarse en el presupuesto.
Por otra parte, como este es el primer presupuesto que se va a elaborar en base a dicho plan, si pueden hacerse las planillas anexas, podremos ir comparando y priorizando más en los sucesivos presupuestos.
Asimismo, entendemos que hace falta contar con una columna en la planilla de obras plurianuales -esto ya lo hemos planteado cuando concurrieron a la comisión los secretarios del equipo económico, pero también queremos transmitirlo al ministro-, en la que figure claramente cada una de las jurisdicciones. Hacemos este planteo porque esto que les pasa a los señores diputados de querer encontrar allí las obras de infraestructura para sus provincias, les pasa a todos. Entonces, si se agrega una columna en la que aparezcan las veinticuatro jurisdicciones y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se las identifica con un número, va a ser más sencillo. De este modo, cuando una obra abarque a más de una jurisdicción, puede numerarse sucesivamente y podremos contar con un presupuesto en el que fácilmente se identifique dónde están ubicadas las obras de infraestructura que se están desarrollando en cada zona geográfica de la Argentina.
Quisiera hacerle también algunas consultas específicas respecto de la provincia de Jujuy, que es la que represento. Se han escuchado algunas versiones periodísticas en el sentido de que a la provincia de Jujuy se la está priorizando con recursos. Pero cuando vemos el promedio de incremento nominal del presupuesto respecto del presupuesto 2016, observamos un 50 por ciento de incremento. Si uno mira la provincia de Jujuy, aparece con un 55 por ciento comparando las planillas jurisdicción por jurisdicción.
Sin embargo, algunos detalles de las planillas contemplan obras o programas que claramente non son de la provincia de Jujuy y que después se corrigieron, pero no sucedió así con los montos, que siguen estando igual. Por ejemplo, el Programa Hábitat tenía un error porque identificaba en Jujuy algo que claramente era de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En consecuencia, lo que quisiera saber es si el monto o importe para el Programa Hábitat que figura en la planilla de Jujuy es el que efectivamente se va a desarrollar en la provincia; aparecen allí 560 millones.
Por otro lado, hay determinadas obras de infraestructura sobre las que sé que se ha estado conversando con el gobierno de la provincia y que, por lo menos de parte de quienes representamos al pueblo de Jujuy, pretendemos que estén reflejadas en el presupuesto, pero que no hemos visto hasta el momento. Estas obras tienen que ver con infraestructura hídrica. Una de ellas es cuenca biprovincial del río Lavayén para regar el Valle de Cianca y parte del Valle de San Francisco, en la provincia de Jujuy, que no vemos reflejada en el presupuesto.
Otra es la obra de infraestructura de riego sobre los ríos Grande, Perico y Saladillo, también biprovincial y a través de la cual se incorporarían 30.000 hectáreas bajo riego, aumentando la productividad de toda la región. Asimismo, quisiera saber si las obras de riego -cuyos proyectos ya fueron presentados- respecto del Río Negro 1, 2 y 3, se han omitido por error o se van a incorporar ahora.
Finalmente, aunque no sé si corresponde a su área -en todo caso queda plasmada la consulta-, hay una obra que el gobierno de Jujuy quiere impulsar para interconectar -habiendo ganado la provincia la licitación para las energías renovables-, con una obra de 500 MW, la región de San Juancito con Salinas Grandes. A este respecto, quisiera saber si se va a incorporar en el presupuesto 2017; se trata de una obra plurianual.
No me voy a extender sobre el Plan Belgrano, que ya ha sido objeto de planteos de otros diputados con los cuales coincido. También coincido con lo que planteó el señor ministro en cuanto a su disposición para que, entre su ministerio a cargo y esta comisión, hagamos un detalle pormenorizado de las obras de infraestructura del Plan Belgrano. Coincidimos plenamente en la necesidad de priorizar esa región en materia presupuestaria.
Además, si uno mira la cuestión desde el punto de vista de las partes centrales de la Argentina, desde el más puro egoísmo, priorizar recursos para las zonas más postergadas de la Argentina, que son las del NOA y NEA -hace poco pudimos ver los índices de desarrollo y de pobreza en esas zonas-, hace que, por un lado, la respuesta a la contribución marginal de las inversiones por cada peso invertido sea mayor en esas áreas. Y por el otro, al equilibrar toda la Argentina, las tasas a las que nos pueden prestar los organismos internacionales hacen que baje el riesgo país del conjunto.
Coincidimos plenamente con la priorización del Plan Belgrano, pero creemos que debe plasmarse en el presupuesto.
Por otra parte, como este es el primer presupuesto que se va a elaborar en base a dicho plan, si pueden hacerse las planillas anexas, podremos ir comparando y priorizando más en los sucesivos presupuestos.
Asimismo, entendemos que hace falta contar con una columna en la planilla de obras plurianuales -esto ya lo hemos planteado cuando concurrieron a la comisión los secretarios del equipo económico, pero también queremos transmitirlo al ministro-, en la que figure claramente cada una de las jurisdicciones. Hacemos este planteo porque esto que les pasa a los señores diputados de querer encontrar allí las obras de infraestructura para sus provincias, les pasa a todos. Entonces, si se agrega una columna en la que aparezcan las veinticuatro jurisdicciones y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se las identifica con un número, va a ser más sencillo. De este modo, cuando una obra abarque a más de una jurisdicción, puede numerarse sucesivamente y podremos contar con un presupuesto en el que fácilmente se identifique dónde están ubicadas las obras de infraestructura que se están desarrollando en cada zona geográfica de la Argentina.
Quisiera hacerle también algunas consultas específicas respecto de la provincia de Jujuy, que es la que represento. Se han escuchado algunas versiones periodísticas en el sentido de que a la provincia de Jujuy se la está priorizando con recursos. Pero cuando vemos el promedio de incremento nominal del presupuesto respecto del presupuesto 2016, observamos un 50 por ciento de incremento. Si uno mira la provincia de Jujuy, aparece con un 55 por ciento comparando las planillas jurisdicción por jurisdicción.
Sin embargo, algunos detalles de las planillas contemplan obras o programas que claramente non son de la provincia de Jujuy y que después se corrigieron, pero no sucedió así con los montos, que siguen estando igual. Por ejemplo, el Programa Hábitat tenía un error porque identificaba en Jujuy algo que claramente era de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En consecuencia, lo que quisiera saber es si el monto o importe para el Programa Hábitat que figura en la planilla de Jujuy es el que efectivamente se va a desarrollar en la provincia; aparecen allí 560 millones.
Por otro lado, hay determinadas obras de infraestructura sobre las que sé que se ha estado conversando con el gobierno de la provincia y que, por lo menos de parte de quienes representamos al pueblo de Jujuy, pretendemos que estén reflejadas en el presupuesto, pero que no hemos visto hasta el momento. Estas obras tienen que ver con infraestructura hídrica. Una de ellas es cuenca biprovincial del río Lavayén para regar el Valle de Cianca y parte del Valle de San Francisco, en la provincia de Jujuy, que no vemos reflejada en el presupuesto.
Otra es la obra de infraestructura de riego sobre los ríos Grande, Perico y Saladillo, también biprovincial y a través de la cual se incorporarían 30.000 hectáreas bajo riego, aumentando la productividad de toda la región. Asimismo, quisiera saber si las obras de riego -cuyos proyectos ya fueron presentados- respecto del Río Negro 1, 2 y 3, se han omitido por error o se van a incorporar ahora.
Finalmente, aunque no sé si corresponde a su área -en todo caso queda plasmada la consulta-, hay una obra que el gobierno de Jujuy quiere impulsar para interconectar -habiendo ganado la provincia la licitación para las energías renovables-, con una obra de 500 MW, la región de San Juancito con Salinas Grandes. A este respecto, quisiera saber si se va a incorporar en el presupuesto 2017; se trata de una obra plurianual.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Respecto de las preguntas formuladas por la señora diputada Frana, cuando nos enfrentamos con el desafío de priorizar -como dije, por primera vez en la historia Argentina- el norte grande, la zona más desfavorecida en nuestros doscientos años de historia, nos encontramos con una restricción o limitante. Me refiero a la matriz de desarrollo de la Argentina, que obviamente está vinculada con la salida a través de los puertos, no solo de Buenos Aires sino también de Rosario.
En consecuencia, independientemente de la decisión de priorizar determinada región o provincia sobre otra -cuestión que analizamos en la discusión obra por obra-, como el cambio de matriz no puede hacerse en menos de nueve menos sino que va a tardar muchos años, todavía hay muchas obras que terminan incidiendo en provincias como la de Santa Fe. En este sentido, di el ejemplo del Belgrano Cargas, que es claramente una demanda histórica de las provincias del norte, pero respecto del cual la provincia de Santa Fe se lleva una parte importante del presupuesto porque allí es donde termina descargándose la producción.
No tenga ninguna duda, señora diputada, de que la provincia de Santa Fe tiene un presupuesto muy importante en términos relativos. No le voy a decir a usted -convérselo si quiere con su gobernador-, pero este presupuesto es infinitamente mayor al que vino teniendo en estos últimos diez años, cuando la obra pública directamente no llegaba a la provincia de Santa Fe.
Aquí me acotan que si comparamos el presupuesto del año 2015 con el del 2017, el incremento total es del 81 por ciento para Santa Fe, sin tener en cuenta que además esta provincia es una de las tres beneficiadas con el 15 por ciento de la coparticipación. Es decir que naturalmente va a tener más recursos para aplicar a las obras de infraestructura. Pero, reitero, cuando tomamos el presupuesto de 2015 y el presupuesto de 2017, vemos que el incremento es del 81 por ciento para la provincia de Santa Fe.
En consecuencia, independientemente de la decisión de priorizar determinada región o provincia sobre otra -cuestión que analizamos en la discusión obra por obra-, como el cambio de matriz no puede hacerse en menos de nueve menos sino que va a tardar muchos años, todavía hay muchas obras que terminan incidiendo en provincias como la de Santa Fe. En este sentido, di el ejemplo del Belgrano Cargas, que es claramente una demanda histórica de las provincias del norte, pero respecto del cual la provincia de Santa Fe se lleva una parte importante del presupuesto porque allí es donde termina descargándose la producción.
No tenga ninguna duda, señora diputada, de que la provincia de Santa Fe tiene un presupuesto muy importante en términos relativos. No le voy a decir a usted -convérselo si quiere con su gobernador-, pero este presupuesto es infinitamente mayor al que vino teniendo en estos últimos diez años, cuando la obra pública directamente no llegaba a la provincia de Santa Fe.
Aquí me acotan que si comparamos el presupuesto del año 2015 con el del 2017, el incremento total es del 81 por ciento para Santa Fe, sin tener en cuenta que además esta provincia es una de las tres beneficiadas con el 15 por ciento de la coparticipación. Es decir que naturalmente va a tener más recursos para aplicar a las obras de infraestructura. Pero, reitero, cuando tomamos el presupuesto de 2015 y el presupuesto de 2017, vemos que el incremento es del 81 por ciento para la provincia de Santa Fe.
SRA. FRANA Según los datos que tengo, en el año 2015 la participación de la obra pública para la provincia fue del 3,74 por ciento. En el año 2014, fue del 4,08 por ciento; en 2015, del 3,74 por ciento, y en 2016, del 4,06. En esta ocasión, es del 2,09. A lo mejor tenemos algún error de interpretación y por eso formulé la pregunta, pero en todo caso podemos analizarlo después con su equipo para no generar aquí una discusión en este sentido.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Sería oportuno, porque a mí me da otro número completamente distinto.
Respecto de las inquietudes formuladas por el señor diputado Torroba, coincido con el tema de las obras por administración, de las cuales estamos haciendo muchas en los municipios. Debemos tener en cuenta que la limitante siempre termina siendo la capacidad de ejecución del municipio y la capacidad de generación de los proyectos del Ejecutivo, más este 30 por ciento que estamos solicitando para acompañar las obras nacionales y apalancar nuestro presupuesto para tener mayor capacidad de obra. En la medida en que podemos lo hacemos. Coincido en que cuando estas condicionalidades se cumplen, la obra siempre termina siendo más barata, sin lugar a dudas.
En el caso de Santa Rosa, a la semana de asumir mi cargo me reuní con el hermano del intendente -ya que el propio intendente estaba mal de salud en ese momento- y con algún secretario para comenzar a trabajar sobre el saneamiento de las cloacas. La verdad es que hasta ahora no tuvimos mucho éxito en la obtención del plan maestro para posibilitar la licitación. Ojalá lo tuviéramos porque ha sido -lo he dicho yo y he puesto mi palabra en ello- una de las prioridades que hemos tenido por lo que significa para el casco histórico de la provincia.
Tal como dijo la señora diputada Ciciliani, enfrentamos un deterioro de la capacidad del Estado que tenemos que asumir todos juntos, el Estado nacional, los gobiernos provinciales y los municipios
porque es tan evidente que, en algún sentido, también genera alguna restricción o traba para el incremento de la obra pública.
Respecto de la consulta del diputado Solanas, más allá de la percepción personal, me sorprende esta idea que tiene o que se lleva usted de que hay intendentes en Entre Ríos del justicialismo o del Frente para la Victoria que no se sienten tratados por igual. Usted viene de la ciudad de Paraná y el intendente de Paraná se queja de todas las obras que hacemos en el municipio de Concordia, y usted las conoce, porque son obras pedidas por muchísimos años. Por ejemplo, la defensa sur, que va a impedir estar sin dormir ante cada creciente del río Uruguay y los planes de hábitat que tenemos en Concordia.
A mí no me interesa si Cresto es el intendente del Frente para la Victoria, de Cambiemos, o de un partido vecinal. Concordia es una de las ciudades más pobres del país, ¿cómo no va a haber mucha inversión del programa de hábitat en Concordia? Tiene que haberla, porque la obra no es para Cresto, ni para el PJ ni para Cambiemos, es para los habitantes de los sectores más vulnerables de esa provincia y de esa ciudad.
No quiero hacerle el listado, si quiere lo vemos después, pero usted sabe que conozco la situación, hablo con todos los intendentes, esta percepción que usted tiene no la tengo del mano a mano que tengo permanentemente con todos los intendentes de la provincia, pero admito que podemos tener una percepción distinta.
Respecto del dragado, estoy hablando con la CARU y me dicen que ya va a empezar a hacerse el dragado del río Uruguay. Creo que es una buena noticia, esto hace a la mejora de la competitividad y al abaratamiento de los costos del transporte.
Estamos trabajando en obras que no están reflejadas en el presupuesto. Por ejemplo, una idea que tiene el gobernador de su provincia es hacer un aeropuerto en Concordia, utilizando préstamos que van por encima de los límites que nos dan los organismos multilaterales, porque son préstamos para más de un país -en este caso serían la Argentina y Uruguay-, para hacer un único aeropuerto para Concordia y Salto y estamos trabajando en ese sentido.
Nosotros tenemos una obvia restricción presupuestaria; tenemos la decisión del presidente de ir paulatinamente en una dirección hacia el equilibrio fiscal, es decir que quienes nos sucedan no hereden el tremendo déficit fiscal que heredamos nosotros, como le pasa a la provincia de Entre Ríos, que heredó un tremendo déficit fiscal, que tiene dificultades para pagar los sueldos y los aguinaldos si no es con asistencia. Espero que esta autorización de endeudamiento no se repita en el futuro para pagar deuda sino que sea para pagar las obras de infraestructura que son las únicas que realmente le cambian la vida a la gente.
Respecto de la reforma política, también aquí tenemos una percepción -si se quiere- distinta. La provincia está encauzando y encabezando una reforma política provincial en línea con lo que estamos haciendo nosotros a nivel nacional. El gobernador de la provincia está haciendo algo en paralelo a lo que nosotros pensamos. Si para el país esto no es importante, bueno, también habría que decírselo a Bordet, que está haciendo lo mismo.
Aquí hay varios diputados que participaron de los largos meses de discusiones que tuvimos, como corresponde, para implementar una reforma política de esta naturaleza, que tiene su primer capítulo en el tema electoral. No fue una decisión unilateral nuestra, nos juntamos con los partidos políticos, los intendentes, los gobernadores, los diputados, las ONG responsables del tema; masticamos y elaboramos el tema durante muchos meses hasta que salió un proyecto lo más consensuado posible, que también ahora está en la Cámara de Diputados sufriendo modificaciones y seguramente se estará mejorando con el aporte de los distintos diputados. Pero en esa reunión estaba Sergio Urribarri, quien fue uno de los principales impulsores de la reforma que nosotros planteamos.
Otro dato: según las encuestas que manejamos, el 80 por ciento de los ciudadanos argentinos ve como algo muy favorable la posibilidad de votar en 2017 con un sistema que incorpore tecnología.
Respecto de las inquietudes formuladas por el señor diputado Torroba, coincido con el tema de las obras por administración, de las cuales estamos haciendo muchas en los municipios. Debemos tener en cuenta que la limitante siempre termina siendo la capacidad de ejecución del municipio y la capacidad de generación de los proyectos del Ejecutivo, más este 30 por ciento que estamos solicitando para acompañar las obras nacionales y apalancar nuestro presupuesto para tener mayor capacidad de obra. En la medida en que podemos lo hacemos. Coincido en que cuando estas condicionalidades se cumplen, la obra siempre termina siendo más barata, sin lugar a dudas.
En el caso de Santa Rosa, a la semana de asumir mi cargo me reuní con el hermano del intendente -ya que el propio intendente estaba mal de salud en ese momento- y con algún secretario para comenzar a trabajar sobre el saneamiento de las cloacas. La verdad es que hasta ahora no tuvimos mucho éxito en la obtención del plan maestro para posibilitar la licitación. Ojalá lo tuviéramos porque ha sido -lo he dicho yo y he puesto mi palabra en ello- una de las prioridades que hemos tenido por lo que significa para el casco histórico de la provincia.
Tal como dijo la señora diputada Ciciliani, enfrentamos un deterioro de la capacidad del Estado que tenemos que asumir todos juntos, el Estado nacional, los gobiernos provinciales y los municipios
porque es tan evidente que, en algún sentido, también genera alguna restricción o traba para el incremento de la obra pública.
Respecto de la consulta del diputado Solanas, más allá de la percepción personal, me sorprende esta idea que tiene o que se lleva usted de que hay intendentes en Entre Ríos del justicialismo o del Frente para la Victoria que no se sienten tratados por igual. Usted viene de la ciudad de Paraná y el intendente de Paraná se queja de todas las obras que hacemos en el municipio de Concordia, y usted las conoce, porque son obras pedidas por muchísimos años. Por ejemplo, la defensa sur, que va a impedir estar sin dormir ante cada creciente del río Uruguay y los planes de hábitat que tenemos en Concordia.
A mí no me interesa si Cresto es el intendente del Frente para la Victoria, de Cambiemos, o de un partido vecinal. Concordia es una de las ciudades más pobres del país, ¿cómo no va a haber mucha inversión del programa de hábitat en Concordia? Tiene que haberla, porque la obra no es para Cresto, ni para el PJ ni para Cambiemos, es para los habitantes de los sectores más vulnerables de esa provincia y de esa ciudad.
No quiero hacerle el listado, si quiere lo vemos después, pero usted sabe que conozco la situación, hablo con todos los intendentes, esta percepción que usted tiene no la tengo del mano a mano que tengo permanentemente con todos los intendentes de la provincia, pero admito que podemos tener una percepción distinta.
Respecto del dragado, estoy hablando con la CARU y me dicen que ya va a empezar a hacerse el dragado del río Uruguay. Creo que es una buena noticia, esto hace a la mejora de la competitividad y al abaratamiento de los costos del transporte.
Estamos trabajando en obras que no están reflejadas en el presupuesto. Por ejemplo, una idea que tiene el gobernador de su provincia es hacer un aeropuerto en Concordia, utilizando préstamos que van por encima de los límites que nos dan los organismos multilaterales, porque son préstamos para más de un país -en este caso serían la Argentina y Uruguay-, para hacer un único aeropuerto para Concordia y Salto y estamos trabajando en ese sentido.
Nosotros tenemos una obvia restricción presupuestaria; tenemos la decisión del presidente de ir paulatinamente en una dirección hacia el equilibrio fiscal, es decir que quienes nos sucedan no hereden el tremendo déficit fiscal que heredamos nosotros, como le pasa a la provincia de Entre Ríos, que heredó un tremendo déficit fiscal, que tiene dificultades para pagar los sueldos y los aguinaldos si no es con asistencia. Espero que esta autorización de endeudamiento no se repita en el futuro para pagar deuda sino que sea para pagar las obras de infraestructura que son las únicas que realmente le cambian la vida a la gente.
Respecto de la reforma política, también aquí tenemos una percepción -si se quiere- distinta. La provincia está encauzando y encabezando una reforma política provincial en línea con lo que estamos haciendo nosotros a nivel nacional. El gobernador de la provincia está haciendo algo en paralelo a lo que nosotros pensamos. Si para el país esto no es importante, bueno, también habría que decírselo a Bordet, que está haciendo lo mismo.
Aquí hay varios diputados que participaron de los largos meses de discusiones que tuvimos, como corresponde, para implementar una reforma política de esta naturaleza, que tiene su primer capítulo en el tema electoral. No fue una decisión unilateral nuestra, nos juntamos con los partidos políticos, los intendentes, los gobernadores, los diputados, las ONG responsables del tema; masticamos y elaboramos el tema durante muchos meses hasta que salió un proyecto lo más consensuado posible, que también ahora está en la Cámara de Diputados sufriendo modificaciones y seguramente se estará mejorando con el aporte de los distintos diputados. Pero en esa reunión estaba Sergio Urribarri, quien fue uno de los principales impulsores de la reforma que nosotros planteamos.
Otro dato: según las encuestas que manejamos, el 80 por ciento de los ciudadanos argentinos ve como algo muy favorable la posibilidad de votar en 2017 con un sistema que incorpore tecnología.
SR. SOLANAS ¿Pero usted no cree que puede haber otra visión al respecto?
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Por supuesto que sí, y esta Casa está para tomar en cuenta las distintas visiones. Simplemente planteé que esta visión también es compartida por las autoridades de su provincia, que por otra parte no son de nuestro espacio político.
En relación con lo que planteó el diputado Alejandro Snopek sobre el Plan de Hábitat, en Jujuy estamos trabajando con la misma filosofía que el diputado pedía para Concordia. Obviamente que Jujuy tiene muchos lugares vulnerables. Estamos trabajando mucho en Jujuy desde la Secretaría de Vivienda y Hábitat, específicamente desde la Subsecretaría de Vivienda.
En relación con lo que planteó el diputado Alejandro Snopek sobre el Plan de Hábitat, en Jujuy estamos trabajando con la misma filosofía que el diputado pedía para Concordia. Obviamente que Jujuy tiene muchos lugares vulnerables. Estamos trabajando mucho en Jujuy desde la Secretaría de Vivienda y Hábitat, específicamente desde la Subsecretaría de Vivienda.
SR. SNOPEK (A. F.) Los 560 millones de pesos que figuran en las planillas de Jujuy para el Plan de Hábitat, ¿son de Jujuy? Lo pregunto porque al principio hubo un error.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Son de Jujuy.
También tomo la propuesta del diputado Alejandro Snopek -al respecto estuve hablando con el presidente de esta comisión y con el subsecretario de Jefatura de Gabinete, quien también está acá presente- sobre la necesidad de ir mejorando el presupuesto. Lamentablemente, no tenemos mucha gimnasia en cuanto a la discusión presupuestaria, que hace años no se pone en práctica. En función de esto probablemente tendremos que ir mejorando la presentación de los números. Acá hubo buenas ideas y nosotros las vamos a tomar. En la medida en que esté claro el Plan Belgrano, para que lo podamos comparar luego año a año, y en la medida en que esté clara la distribución geográfica de cada una de las partidas, todos vamos a poder generar un análisis mucho más preciso de esta ley de leyes que es el presupuesto.
Por último, quiero expresar que me siento muy orgulloso de formar parte de esta discusión después de tantos años. También, como vengo diciendo cada vez que me toca venir acá, quiero agradecer la excelente predisposición que tienen siempre todos los diputados de la Nación, la cual nos permite mejorar las políticas públicas del Poder Ejecutivo. (Aplausos.)
También tomo la propuesta del diputado Alejandro Snopek -al respecto estuve hablando con el presidente de esta comisión y con el subsecretario de Jefatura de Gabinete, quien también está acá presente- sobre la necesidad de ir mejorando el presupuesto. Lamentablemente, no tenemos mucha gimnasia en cuanto a la discusión presupuestaria, que hace años no se pone en práctica. En función de esto probablemente tendremos que ir mejorando la presentación de los números. Acá hubo buenas ideas y nosotros las vamos a tomar. En la medida en que esté claro el Plan Belgrano, para que lo podamos comparar luego año a año, y en la medida en que esté clara la distribución geográfica de cada una de las partidas, todos vamos a poder generar un análisis mucho más preciso de esta ley de leyes que es el presupuesto.
Por último, quiero expresar que me siento muy orgulloso de formar parte de esta discusión después de tantos años. También, como vengo diciendo cada vez que me toca venir acá, quiero agradecer la excelente predisposición que tienen siempre todos los diputados de la Nación, la cual nos permite mejorar las políticas públicas del Poder Ejecutivo. (Aplausos.)
SR. SNOPEK (A. F.) Disculpe, pero la última pregunta estaba referida si las obras hidráulicas de Lavallén, el Río Negro I, II y III, y la Cuenca de Río Grande, Saladillo y Perico van a ser incluidas en el presupuesto.
SR. MINISTRO DEL INTERIOR, OBRAS PÚBLICAS Y VIVIENDA Lo vamos a chequear.
Como dije al principio, hay disposición del Poder Ejecutivo para que podamos trabajar sobre la planilla de obras. Reitero que son las provincias las que mejor conocen las prioridades en relación con las obras que hay que hacer en cada uno de sus territorios. (Aplausos.)
Como dije al principio, hay disposición del Poder Ejecutivo para que podamos trabajar sobre la planilla de obras. Reitero que son las provincias las que mejor conocen las prioridades en relación con las obras que hay que hacer en cada uno de sus territorios. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE LASPINA Con estas palabras del señor ministro, damos por finalizada la reunión.